Cuidados De La Azalea.docx

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CUIDADOS DE LA AZALEA La azalea o rhododendron nudiflorum o rhododendron tsutsusi es un arbusto de hoja tanto perenne como caduca de la familia ericaceae. Existen miles de variedades híbridas de esta planta, creadas por el ser humano para disfrutar de la belleza de sus flores, que, debido a estas creaciones son de diversos colores (naranja, amarillo, púrpura, blanca, rosa, roja…). Cada una de ellas tiene más o menos predisposición a enfermar de araña roja, afidios o marcescencia de las flores. La azalea crece en cualquier suelo ácido no calcáreo. Lo importante es el clima que acompañe. Excesivas lluvias que embarren el suelo o temperaturas altas que sequen sus raíces (la azalea ya tiene raíces muy secas) imposibilitarán su crecimiento. Una curiosidad de esta planta es que la miel generada por las abejas que succionan de ella es venenosa para los humanos. ¿Que necesitas para cuidar una azalea? Semillas de azalea. Planta de azalea. Sustrato ácido. Mantillo natural (pino, cicuta, roble). Fertilizantes. Agua. Maceta. Regadera o manguera. Instrucciones para cuidar una azalea Para cuidar una azalea, y, en general, cualquier planta, existen algunos puntos a observar pues sus características van a determinar sus necesidades y, con ello, sus cuidados. El suelo o sustrato: Para que la azalea crezca bien debemos plantarla en un suelo suelto, vigilando que no se apelmace. Trataremos de mantener su ph bajo ya que la azalea necesita acidez. El riego: La azalea es una planta que necesita bastante agua. Para que se mantenga erguida y hermosa su suelo siempre debe estar húmedo, sin embarrar. Si bien, no deben mojarse sus hojas ni sus flores. Las horas de Sol: La azalea es una planta de exterior, pero esto no implica que no se pueda tener en interior. Eso, si, debe encontrarse en un lugar muy iluminado, pero sin que los rayos del Sol incidan directamente sobre ella.

La temperatura ideal para esta planta es de unos 12º C hasta los 22º C. Buscaremos siempre un lugar de semisombra. Plantación: Lo adecuado es plantar la azalea en otoño para que cuando llegue el momento de la floración, esta se lleve a cabo satisfactoriamente. Sus semillas no deben ser enterradas muy profundamente y es necesario que la tierra donde se hayan sembrado permanezca siempre húmeda, regando inmediatamente después de la plantación. Poda: Esta se realizará cuando la azalea haya terminado su floración, para poder mantener su forma. La poda de la azalea consiste en cortar sus hojas secas y algún esqueje si vemos que la planta está dejando de ser simétrica. También cortaremos algunos ramos si son demasiados. Trasplante: Trasplantaremos la planta, si lo consideramos necesario, también cuando finalice su floración, en verano o nada más comenzar el otoño. Este proceso es increíblemente delicado ya que debemos mantener las raíces de la planta intactas, por tanto, trabajaremos con todo el cepellón. Llenamos la nueva maceta con tierra, dejando un hueco en el medio y colocamos nuestra azalea. Una vez todas las raíces estén a cubierto, mezclaremos tierra nueva y vieja para que toda forme una única y nueva maceta. Consejos para cuidar una azalea Para conseguir unos resultados óptimos durante la floración, añade fertilizantes al agua de riego. Si tienes acceso, cultiva con sulfato de hierro para acidificar la tierra. También debemos tener en cuenta que el agua demasiado carbonatada puede ser muy perjudicial para la planta. Lo ideal es almacenar agua de lluvia para regarla. Si esto no es posible podemos separar la cal del agua hiviéndola y dejando que el depósito calcáreo baje al fondo. Coloca la azalea en la sección nordeste de tu hogar; es cómo mejor crecerán.

Coloca sobre tu azalea un mantillo grueso -de unos 3 centímetros de altura- con hojas de roble o cicuta y aguja de pino. Estas alimentarán las raíces de tu azalea, que son relativamente huecas. Para prevenir el moho en las hojas o flores de la azalea, lo mejor es regar por la mañana, así daremos tiempo para que el Sol evapore el posible agua que haya podido caer en las hojas. Aunque, como ya hemos comentado, hemos de procurar no rociar estas partes de la planta. No todas las especies de azalea florecen en primavera. Infórmate sobre cuál has adquirido porque este dato puede trastocar toda la siembra. Si quieres que tu azalea vuelva a florecer una temporada más, procúrale “su propio invierno”. Esto es, colócala en un lugar a temperaturas bajas para que permanezca inactiva un par de meses. Lo más importante es que te informes sobre las características y peculiaridades del tipo de azalea que vayas a plantar, ya que algunas requieren cuidados distintos. Fuente: https://jardin.doncomos.com/cuidar-azalea

Cómo cuidar tu gardenia y no morir en el intento Hace ya tiempo que no trato el tema de las plantas acidófilas -¿recuerdas? aquellas especies que necesitan un sustrato con el pH más bajo de lo normal-, así que ya iba tocando de nuevo. Hoy voy a hablar de la gardenia (Gardenia jasminoides). Sus flores son de las más bellas que conozco y con un perfume espectacular.

Gardenia (Gardenia jasminoides)

Dicen que “el que algo quiere, algo le cuesta”. Pues bien, la gardenia es tan hermosa como delicada -para qué nos vamos a engañar-. Si andas un poco escaso de paciencia, más vale que te olvides de esta bonita planta. Hay otras mucho más fáciles de tratar. Si por el contrario estás dispuesto a esforzarte en sus cuidados, continúa leyendo que a continuación te explico cómo hacerlo.  6 Problemas, plagas y enfermedades

Cómo es la gardenia La gardenia es un arbusto de hojas siempre verdes, originaria del sur de china. Quedará contenida si la cultivas en maceta, alcanzando únicamente el metro o metro y medio de altura, pero si la plantas en el suelo alcanzará mayor talla.

Flor de la gardenia (Gardenia jasminoides)

El lustre de sus hojas llamará tu atención, seguro. Son lanceoladas, de un color verde intenso y muy brillante. Tienen la particularidad de estar dispuestas en pares opuestos respecto al tallo. Pero esto no es nada en comparación con su floración. Sus flores -las acabas de ver- son muy bonitas, además de olorosas. Disponen de entre cinco y doce pétalos de color blanco crema, con una morfología muy parecida a la de las rosas. Su intenso y dulce aroma recuerda en cambio a la potencia aromática del jazmín. Podrás disfrutar de ellas durante el mes de mayo o tal vez de junio. Ya me contarás qué te parecen. ¿Uso en interior o en exterior? La gardenia puede ser cultivada tanto en el interior de una vivienda como en la terraza o el jardín. Tan solo has de procurarle la intensidad de luz adecuada.

Si decides tenerla dentro de casa, debes ubicarla cerca de una ventana. Si no recibiera suficiente luz se le caerían las hojas y la planta podría morir. Si por el contrario prefieres tenerla en el exterior, has de aproximarte a lo contrario. Búscale un lugar más resguardado (a media sombra), donde además esté protegida tanto del frío como del calor sofocante. La gardenia no tolera las heladas; es una planta de origen tropical. Si donde vives los inviernos son duros, mejor plantéate su cultivo en interior o por lo menos trasládala cuando sea necesario. Utiliza sustrato ácido Cómo ya se ha comentado antes, la gardenia es una planta acidófila, por lo tanto requiere de un sustrato ácido. Un pH entorno a 5 puede ser suficiente para que la planta absorba los nutrientes con normalidad, de lo contrario sus hojas acabarán virando del verde al amarillo. Existen en los comercios preparados especiales para plantas de esta índole. Los más habituales son la tierra de brezo o de castaño -la turba rubia también puede ayudar a bajar el pH si se diera la necesidad-. Sea como sea el sustrato ácido es la condición “sine qua non” y además se aconseja que éste sea suelto y rico en materia orgánica; así aguantará la humedad, manteniendo a la vez la correcta aireación de las raíces. En Amazon encontrarás sustrato especial para plantas acidófilas. Riego de la gardenia Las gardenias necesitan un riego relativamente frecuente. No les gusta que la tierra se les seque por completo, por lo que interesa aguantar ese puntito de humedad. Pero solo un poco y no más -ya sabes que todo en exceso es malo-. No te conviene que hagan aparición los hongos.

Las macetas autoriego son perfectas para las gardenias Una solución, para este tipo de plantas complicadas, es que ellas mismas se dosifiquen. -Sí, como lo oyes- Yo utilizo en estos casos “macetas autoriego” como la de la imagen. Llenas el recipiente de agua y el ejemplar se administra por si mismo mediante capilaridad; sin carencias, sin excesos y sin volverte loco regando. Aquí tienes una maceta para interior con sistema autoriego y muy decorativa. Si la prefieres para el exterior, tienes en cambio esta práctica jardinera para la terraza. Otro dato importante es conocer el agua del que dispones para regar. No olvides nunca -grábatelo a fuego- su condición de planta acidófila. Si el agua fuera pesada (con altos índices de cal), su pH subiría en poco tiempo el del sustrato y estaríamos como al principio: la gardenia sufriría carencias por el bloqueo de ciertos nutrientes. Para evitarlo utiliza mejor aguas blandas (pobres en cal) o en su defecto agua mineral embotellada o mejor aún destilada. Te vale por ejemplo la del aire acondicionado. Pero si ninguna de estas opciones fuera posible, puedes añadir un

par de gotitas de zumo de limón o de vinagre para bajar el pH. Cómo y cuándo abonar Los nutrientes del sustrato no son ilimitados y más pronto que tarde se acabarán. Por lo tanto, hay que buscar cómo alimentar a tu gardenia. Abonar es aún más necesario cuando tu planta se encuentra en una maceta. Por suerte, entre tanta variedad, dispones de abonos específicos para acidófilas, que no alteran el pH en absoluto. Están preparados en formato líquido y listo para mezclar con el agua. Son muy recomendables durante la época de crecimiento y floración, que es cuando la planta requiere más minerales. Añádelos al agua de riego, cada tres semanas (desde principios de primavera hasta llegar el otoño). Si lo deseas, en Amazon encontrarás abono líquido para plantas acidófilas. Si, a pesar de todos las precauciones, notaras que las hojas amarillean, fíjate si sus nervios aún continúan verdes. Sería una evidencia de la carencia de hierro (clorosis férrica), que hay que tratar con quelatos. Los abonos en forma de quelato están pensados para solucionar la falta puntual de algunos nutrientes, como por ejemplo el hierro. Problemas, plagas y enfermedades La clorosis de las hojas por la falta de hierro se debe básicamente al pH incorrecto de la tierra. Con un pH neutro (cercano a 7) -que es el recomendable para la mayoría de plantas- la gardenia no es capaz de asimilar el nutriente que queda bloqueado en el suelo. Por eso es tan importante mantener el pH ácido inicial que conseguiste con el sustrato para acidófilas. Procura no modificarlo incorporando agua calcárea o abonos alcalinos.

Si ya fuera demasiado tarde, puedes aplicar -como medida urgente- el mencionado abono en forma de quelato. Actuará con diligencia sobre tu gardenia y notarás pronto su mejoría. A pesar de todo, debes plantearte la corrección del suelo como solución definitiva. La turba rubia, de naturaleza ácida, puede ayudarte en esta tarea. Solo has de mezclarla con el sustrato existente, hasta volver a equilibrar el pH. Consigue aquí (en Amazon) el Quelato de hierro. El déficit de luz, la temperatura demasiado alta o la falta de agua, podrían hacer que las flores cayeran, antes incluso de llegar a abrirse. Tales dificultades llevadas al extremo también afectarían a las hojas, por lo que sería fácil confundir los síntomas con los del exceso de riego. En este caso las hojas también se caen, pero hay daños más graves de fondo. Las raíces se asfixian y mueren al no poder respirar. El agua ha desplazado al aire en el sustrato. Evita por todos los medios el exceso de agua. El pulgón, la cochinilla o la araña roja no son nada raros en las gardenias y por supuesto podrían aparecer en cualquier momento. Si es así, elimínalos con jabón potásico, pulverizando toda la mata. Empléate a fondo, sobre todo en las partes más jóvenes y en el envés de las hojas. Espero no haberte cohibido hablando de las dificultades de la gardenia. Te aseguro que ésta no era para nada mi intención. Ojalá que hayas decidido quedarte conmigo hasta el final, a pesar de tantos desafíos. Si eres de esos valientes a los que los retos no amilanan, ¡enhorabuena! Toma nota de todos los consejos. Con esto tienes más que suficiente para llevar a buen puerto tu cultivo.

CUIDADO DE LAS CAMELIAS

Cómo Cuidar las Camelias Escrito Por Paula Cervera Contenido del Artículo ¿Que necesitas para cuidar las camelias? Instrucciones para cuidar las camelias Consejos para cuidar las camelias Las flores dan mucho vida a un hogar, a una terraza, a un balcón o a un jardín. Y es que las flores en general son un tipo de plantas muy coloridas y que desprenden aromas muy ricos. Por ello, tener una casa con plantas y flores cambia totalmente el lugar; se vuelve más vivo, más alegre, con mejor gusto. En este sentido, es importante tener presente que existen infinidad de plantas y familias de flores que puedes escoger para decorar y dar vida a tu casa, a tu jardín. Margaritas, hortensias, gardenias, rosas, camelias etc. Al fin y al cabo todas ellas flores bien distintas pero cada una con sus peculiaridades maravillosas que deberás escoger dependiendo de tus gustos y preferencias. Por todo ello, hoy en queremos parar atención a las camelias. Y es que las camelias son unas plantas originarias de Asia oriental que florecen en colores muy variados y muy alegres. En este caso, son flores muy vistosas y con mucho aroma que van desde colores amarillos hasta rojizos pasando por unos tonos anaranjados muy suaves. Si quieres que las camelias sean las flores que decoren tu hogar y deseas cultivarlas y cuidarlas, hoy en doncomos.com te explicamos al detalle cómo cuidar las camelias, para que te florezcan hermosas y sanas.

¿Que necesitas para cuidar las camelias? Camelias. Sustrato. Macetas. Fertilizante. Agua. Cuidados regulares. Responsabilidad y tiempo. Instrucciones para cuidar las camelias El primer lugar es escoger el lugar en el que se van a situar las camelias. Así, ten en cuenta que las camelias son unas flores de exterior, es decir, debes colocarlas en jardín, terraza o en el balcón. Del mismo modo, también es muy interesante que valores que las camelias no pueden recibir los rallos de sol directos en hora punta (de las 11 a las 17 horas). En este sentido, también te recomendamos que intentes resguardar tus camelias de fuertes vientos y de fuertes lluvias. Así, tal como observas son flores de exterior pero delicadas a los cambios ambientales. En la línea del apartado anterior, te recomendamos que sitúes tus macetas con camelias en un lugar en los que dé el sol durante el atardecer o amanecer -con el sol suave- y durante las horas punta les dé la sombra. Del mismo modo, un porche o un lugar con semi-techo sería lo ideal, ya que el lluvia no le dará de un modo directo. Así, si tus macetas están en un lugar al aire libre, debes prestar cierta atención cuando haya temporales o cambios significativos de temperatura. En segundo lugar, te recomendamos que desde que traigas las plantas a tu hogar, plantes las camelias en una maceta suficientemente grande. Y es que desde llegan las camelias -en semilla si es así como la compras- deben ser plantadas y no se deben mover de maceta. Por ello, pon una maceta mediana, ya que no crecen mucho más, y cuida tu camelia regularmente. En tercer lugar, vamos a poner el punto de mira en el riego de tus camelias. En este caso, debes regar tus plantas diariamente, es decir, cada día. Así, te recomendamos que vigiles los niveles de regado, ya que tu camelia debe estar hidratada pero no inundada. Por ello, riega tus camelias en horas de sol suave -antes de las 11 horas o después e las 18 horas de la tarda- y procura no mojar las flores. Y es que únicamente debes regar la parte inferior de tu planta,

es decir, únicamente ligeramente las hojas.

el

tallo,

aunque

también

puedes

mojar

Ahora bien, en ningún caso debes mojar las flores. Los días de lluvia moderada puedes recurrir a exponer tu planta a la lluvia para que se riegue de forme natural. Así, debes hacerlo con responsabilidad, ya que demasiada lluvia puede ser perjudicial y ahogar a tus camelias. Del mismo modo, también debes tener claro que tu planta debe tener un buen drenaje. En este sentido, en verano debes asegurarte que tu planta no está seca y que está bien hidratada; durante esta estación de calor asegúrate también de regar bien tu planta mojando la tierra y las hojas. Por otro lado, ten en cuenta que debes podar tus camelias. Así, después de que tu camelia florezca, es decir, después de la primavera y del verano, deberás podar las hojas sobrantes de tus camelias. En este caso, empieza por quitar las hojas dañadas y seguidamente, retira aquellas hojas que consideres sobrantes. Por último, ten en cuenta que es fundamental que plantes tus camelias en un sustrato de calidad.

Tus camelias deben tener la nutrición adecuada para hacer la fotosíntesis en adecuadas condiciones.

Por ello, añade a tu sustrato tierra negra y una parte de arena. Del mismo modo, recurre a fertilizantes durante los primeros meses de plantación y durante la temporada de floración. Tu planta crecerá de un modo adecuado y sano. Consejos para cuidar las camelias Intenta combinar los colores de las flores de tus camelias, así obtendrás un resultado mejor, es decir, darás más color a tu hogar.

Por otro lado, ten también en cuenta que el crecimiento es lento, por tanto, debes tener paciencia y esperar que crezca a su ritmo. Fuente: https://jardin.doncomos.com/cuidar-camelias

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