Cuento: Vamos a ayudar al Brontosaurio En la selva, todos los dinosaurios vivían felices. Muchos dinosaurios se acercaban al gran lago para beber agua. Otros jugaban al escondite entre los árboles y se divertían mucho. Algunos se divertían corriendo y persiguiéndose mientras se gastaban bromas. Un día, el Velociraptor estaba comiendo flores y escuchó a dos Tyrannosaurus Rex que estaban hablando a escondidas. Querían asustar al pequeño Brontosaurio para demostrar lo grandes y fuertes que eran. El Velociraptor se enfadó mucho: él no conocía al Brontosaurio pero no quería que nadie le asustara así que pensó un plan para poder ayudarle.Tenía que conseguir que los Tyrannosaurus Rex dejaran de ser malos y molestar a los dinosaurios pequeños pero tenía que hacerlo muy bien para que no saliera mal. Lo primero que pensó el Velociraptor era que tenía que hacerse amigo del pequeño Brontosaurio. Un día se acercó a él poco a poco porque era mucho más pequeño que él y podía tener miedo. Al principio el Brontosaurio se escondía y le miraba con desconfianza: tenía miedo porque era mucho más pequeño y creía que iba a hacerle daño. Al final del día empezó a hablar con él y le pidió ayuda para buscar flores deliciosas que comer. – Aunque seas pequeño, tú también puedes hacer cosas importantes – le dijo con cara de felicidad cuando le ayudó a coger flores. Así, se hicieron amigos y se lo pasaban muy bien juntos. El Brontosaurio estaba muy contento porque al fin tenía un amigo con el que jugar. Los dos nuevos amigos hablaron con otros dinosaurios enormes como el diplodocus y se dieron cuenta de que, aunque eran mucho más grandes que los Tyrannosaurus Rex, también les tenían miedo. El pequeño dino no se podía creer que animales más grandes y fuertes también tuvieran miedo de enfrentarse a Tyrannosaurus. Pensó que era porque estaban solos y no tenían amigos. – ¡Pero eso no puede ser! – dijo enfadado el el pequeño Dino – Tenemos que estar juntos y unidos para vencer al Tyrannosaurus Rex -. Todos los dinosaurios estaban de acuerdo con lo que había dicho el Brontosaurio y decidieron unirse para no tener miedo. Un día, varios dinosaurios fueron hacia donde se encontraba el Tyrannosaurus Rex. No solamente iban el Brontosaurio y el Velociraptor, sino también el diplodocus y otros dinosaurios como el Triceratops. Algunos dinosaurios también se habían peleado con el Tyrannosaurus Rex pero otros estaban allí para apoyar a sus amigos y no dejarlos solos. Si estaban juntos, no tendrían miedo. Los dinosaurios atacaron al Tyrannosaurus Rex pero sin hacerle daño. Querían demostrarle que eran amigos y que estaban unidos. El Tyrannosaurus fue caminando hacia atrás con miedo hasta que de repente, vio que estaba atrapado dentro de una cueva. El Tyrannosaurus pensaba que los demás dinosaurios iban a tratarte mal, como hacía él con los demás, pero vio que en realidad no querían hacerle daño de verdad. Los dinosaurios le dijeron al Tyrannosaurus Rex que tenía que dejar de ser tan malo con los demás animales, en especial con los más pequeños. Le hicieron prometer que jamás volvería a molestar a nadie. Cuando el Tyrannosaurus Rex prometió ser bueno, le dejaron salir de la cueva. Los demás dinosaurios le hicieron firmar un papel y aplaudieron felices cuando el Tyrannosaurus lo firmó. Los dinosaurios se hicieron amigos de Tyrannosaurus y jugaban con él para que no estuviera solo. Así, el Tyrannosaurus dejó de ser malo porque se lo pasaba muy bien con sus nuevos amigos. Habían demostrado que si todos se juntaban y se ayudaban unos a otros, podrían conseguir arreglar cualquier problema.