Cuando y con que alimentar las colmenas Hemos hablado por activa y por pasiva de la importancia de la alimentación en la apicultura. Somos conscientes que es una de las claves para poder entrar con una población fuerte de cara a las floraciones y para garantizar la supervivencia cuando en el campo no hay suficiente sustento. Por ello, para empezar y antes de ponernos a hacer pastillas como locos, la primera pregunta que deberemos plantearnos será… ¿Para qué voy a alimentar? ¿Para aumentar la población o para mantener la población? Y una vez definidos objetivos, viene la segunda pregunta ¿Con qué alimento y cómo? ¿Con azúcares, con proteínas o ambos? ¿En líquido o en sólido? Todas estas respuestas, junto con un correcto diagnóstico de las reservas existentes, son las que queremos abordar en este post para que el apicultor sea capaz de tomar decisiones a la hora de alimentar. Vamos a basarnos en dos objetivos: Para aumentar la población, y Para mantener la población. A partir de ahí, según las condiciones analizadas optaremos por una solución diferente para cada caso.
1 TABLA RESUMEN 2 PARA AUMENTAR LA POBLACIÓN o 2.1 Condiciones o 2.2 Formulación y dosis: 2.2.1 Con polen disponible 2.2.2 Con poco o sin polen o 2.3 Preparación y consejos o 2.4 Resultado 3 PARA MANTENER LA POBLACIÓN o 3.1 Condiciones o 3.2 Formulación y dosis: 3.2.1 Con polen disponible: 3.2.2 Con poco o sin polen: 3.2.2.1 – Opción A: 3.2.2.2 – Opción B: o 3.3 Preparación y consejos o 3.4 Resultado
TABLA RESUMEN
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PARA AUMENTAR LA POBLACIÓN La alimentación de estimulación trata de simular la entrada de néctar que se produce en las floraciones, esto favorece la puesta y aumenta la población en vista a arrancar fuerte la floración. Por ello, trataremos de alimentar con líquido.
Condiciones Para plantear el objetivo de aumentar la población, la condición determinante es que haya más de 18ºC en la mitad del día. Si la temperatura exterior es muy baja, o no hay suficiente cantidad de abejas con cantidad de comida como para que puedan alcanzar esas temperaturas en alguna zona de la colonia, no habrá los resultados esperados.
Formulación y dosis: Analizaremos si hay suficientes reservas de polen y hay campo, y dependiendo del caso, se alimentará de una manera u otra. Con polen disponible En este caso, al no encontrar déficit de polen, bastaría con alimentar con líquidos vitaminados para estimular la puesta de la reina. Se suministrará:
Jarabe 1:1 (50% azúcar + 50% agua) con multivitamínico (5 a 15 ml por litro) y aplicando en dosis de 1,5 kg/semana durante 3-4 semanas, empezando 4 semanas antes. Nota de ejemplo: Se puede preparar de manera casera o bien alimentar con Beecomplet Primavera o Apimix.
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Imagen estimulando a base de jarabe líquido vitaminado con Beecomplet Primavera. Con poco o sin polen En el caso de encontrar déficit de polen, además de los hidratos de carbono (jarabe) deberemos suplementar con proteínas. Por tanto, se suministrará:
Jarabe 1:1 (50% azúcar + 50% agua) a una dosis de 1,5kg/semana durante 3-4 semanas, empezando 4 semanas antes de la floración. + Torta proteica (máximo 15% de humedad) de 100-200 g/semana.
Ejemplo de alimentación con jarabe + torta proteica
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Preparación y consejos Para preparar el jarabe en casa se puede realizar mezclando agua y azúcar en las mismas proporciones. Para ello se debe calentar X litros de agua a unos 60ºC y añadir X kg de azúcar blanca, disolviendo. Posteriormente añadir un multivitamínico, nosotros recomendamos Apifit, Promotor L o Hidrorex Vital. Como hemos comentado anteriormente, otra opción es comprar un producto ya preparado como el Beecomplet Primavera o el Apimix. Además, los jarabes deben ubicarse en una zona de la colmena donde haya actividad de las abejas, que alcance temperaturas superiores a unos 12º C, si no, su consumo será nulo, o provocará un enfriamiento de las abejas que acudan, lo que las paralizará y las hará morir ahogadas. Respecto a las tortas proteicas si son caseras, se aconseja que lleven 1% de grasa, un multivitamínico (sobre todo si se ha utilizado harina de soja) y 20mg/kg de vitamina C (ácido ascórbico). También se pueden comprar productos ya preparados como las conocidas tortas americanas Bee-Pro plus patties. No se debe interrumpir, ni tampoco sobrealimentar, ya que las abejas terminarán almacenando el alimento en los cuadros.
Resultado Se debe observar un aumento de 1-2 cuadros de cría y otros tantos de abeja en 3-4 semanas. Aumento de cosecha en la floración.
PARA MANTENER LA POBLACIÓN Una adecuada alimentación de la colmena en otoño es el factor clave para que la colonia se desarrolle fuerte y llena de vigor a la llegada de la primavera. Por lo general, la alimentación de mantenimiento se suministra antes de la llegada del frio, es decir, entre septiembre y noviembre. No se debe suministrar alimento más diluido como el jarabe, ya que aumentaría demasiado la humedad en el interior de la colmena. Se procurará siempre en sólido.
Condiciones Es muy importante colocar el alimento en zona con acceso y calefaccionada por las abejas, máximo a unos 10 cm de la cría.
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Formulación y dosis: Con polen disponible:
Pastilla sólida de azúcares con un máximo de contenido 15% de contenido en agua (humedad) a una dosis de 1 a 1,5kg/mes.
Ejemplo de alimentación con pastilla sólida. Abejas comiendo Bee Fonda Extra. Imagen enviada por el apicultor Jonathan Clavero. Con poco o sin polen: – Opción A:
Pastilla sólida de azúcares con un máximo de contenido en agua del 15% (humedad) a una dosis de 1 a 1,5kg/mes. Complementar con 100-200g de torta proteica.
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Ejemplo de la Opción A alimentado con pastilla de azúcar (BeeFonda) + torta proteica (Ultra bee) – Opción B:
Pastilla completa todo-en-uno (máximo 15% de humedad) que combine azúcares y proteínas a una dosis de 1 a 1,5kg/mes . Con un contenido en proteína bruta 5% sería suficiente.
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Ejemplo de “Opción B” de torta casera todo-en-uno hecha con Apínucleo plus
Preparación y consejos Con buena temperatura cambiarlas de posición cada mes para evitar polilla bajo ellas, sobre todo si lleva proteínas. Para las pastillas sólidas de azúcares aconsejamos el uso de Ambrosia o de Bee Fonda Extra. Respecto a las pastillas todo-en-uno que hemos comentado en la opción B, tenemos la receta 1 y 2 publicada en este artículo (link).
Resultado Mantenimiento de la población de abejas más tiempo, mayor supervivencia al inverno de las colmenas.
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La alimentación en las abejas. ¿Por qué alimentar a las colmenas?
1 INTRODUCCIÓN 2 LOS NUTRIENTES 3 NECESIDAD DE ALIMENTAR 4 MATERIAS PRIMAS Y PIENSOS APÍCOLAS o 4.1 Piensos complementarios de hidratos de carbono o 4.2 Piensos complementarios con hidratos de carbono, proteínas, grasas y vitaminas 5 ¿LÍQUICO, PASTOSO, SÓLIDO? 6 DONDE UBICAR EL ALIMENTO 7 CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN La abeja es uno de los pocos animales utilizados por las personas que es capaz de buscarse su sustento, pecoreando en un radio de 1,5 a 2 km de su ubicación (más distancia no es rentable). Los apicultores recolectamos una parte de sus reservas en nuestro beneficio, pero siempre teniendo cuidado de que les quede para llegar a la siguiente floración. El cambio climático está variando las reglas del juego. Cada vez son más frecuentes las sequias, los otoños secos y calurosos, la torrencialidad de las lluvias… Eso dificulta a la abeja encontrar una entrada de néctar y de polen, renovar la población para pasar el invierno, y tener una buena arrancada primaveral. Cada vez es más preciso estar alerta a las carencias nutricionales de la abeja y el impacto sobre su salud. Como todos saben las necesidades alimenticias de las abejas se cubren con dos productos: la miel y el polen, que almacena en las celdillas de sus panales. Los hidratos de carbono de la dieta son aportados por la miel, las proteínas, grasas y vitaminas, fundamentalmente por el polen, las sales minerales por ambos, y el agua es recogida aparte. La ausencia de cualquiera de estos compuestos ocasiona graves problemas, y, en último extremo, la muerte de la colonia.
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LOS NUTRIENTES Los hidratos de carbono de la dieta de las abejas son aportados por el néctar de las plantas en forma de tres azúcares principales: sacarosa, glucosa y fructosa. Los néctares de las diferentes plantas los tienen en diferentes proporciones; así existen plantas de néctar rico en sacarosa (romero, manzano, trébol, chupamieles, castaño…), otras de néctar rico en glucosa y fructosa (diente de león, tomillo, brezo…), y mielatos ricos en fructosa (de encina, de roble, de abeto…). Los azúcares del néctar son consumidos directamente, o, según las necesidades y disponibilidades de las colonias, trasformados unos en otros por las enzimas de la saliva de las abejas, y concentrados por evaporación y trasiego, hasta convertirse en miel almacenada. De promedio un néctar puede tener un 58 % de agua y un 40 % de azúcares variados, mientras que la miel suele tener la composición promedio siguiente: Azúcares Agua
Glucosa
Fructosa
Vitaminas Sacarosa
Sales Proteínas minerales
Enzimas Aromas
17%
31%
38%
2%
0,5%
0.1%
0.3%
Los hidratos de carbono son compuestos energéticos, imprescindibles para la obtención de la energía necesaria para realizar las funciones motrices (volar, caminar, moverse), para la termorregulación de la colonia (producir calor, ventilar) y para la construcción: la cera se produce en las glándulas cereras a partir de los hidratos de carbono de la dieta. Una colonia situada en nuestra zona climática necesita al año un mínimo de unos 40 kg de hidratos de carbono. Solo en invierno consumirá entre 8 y 12 kg de sus reservas de miel.
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El polen es la fuente principal del resto de los componentes de la dieta (excepto de agua). Su composición no es muy homogénea, dependiendo de la planta de origen puede tener un 7 ó un 35 % de proteínas. Y con los demás componentes pasa lo mismo; determinadas vitaminas pueden estar en el polen de unas plantas y no en el de otras. Por ello las abejas necesitan consumir una mezcla de polen de distintas plantas. Se puede considerar como composición media del polen, a la entrada de la colmena, la siguiente:
Agua
Azúcares
Proteínas
Grasa
Sales minerales
Fibra
Vitaminas
25%
35%
20%
6%
1,5%
5%
B, C…
El polen es rico en vitaminas del grupo B, imprescindibles para las abejas (sustancias que su organismo no puede fabricar y ha de tomar enteras de la dieta). Sus componentes proporcionan a las abejas jóvenes las sustancias necesarias para fabricar la jalea real, y parte de ellos son imprescindibles para que las glándulas cereras funcionen y fabriquen la cera a partir de los hidratos de carbono.
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El polen es muy importante en la dieta de la larva, de él obtiene los componentes de los que hará después los músculos, los órganos vitales, los pelos, las glándulas, su sistema inmunitario… Una vez eclosionada la abeja sigue necesitando polen, las que no lo consumen pesan menos y viven hasta un 50 % menos, y tienen las glándulas de jalea y de cera menos desarrolladas, al igual que los cuerpos adiposos, donde hace su reserva de grasa para pasar mejor el invierno y arrancar mejor en primavera. Las larvas con una dieta pobre en proteína son más sensibles a las enfermedades. La sensibilidad de las abejas a los plaguicidas es mayor en las abejas que no comen polen en sus primeros días de vida.
NECESIDAD DE ALIMENTAR Alimentar a las colonias de abejas puede ser una necesidad nacida de factores meteorológicos desfavorables, un entorno inadecuado, o un manejo deficiente. Los factores meteorológicos desfavorables: lluvia, vientos, heladas, temperaturas altas, pueden hacer que la secreción de néctar de determinadas floraciones disminuya o se paralice, o que la actividad de las abejas se haga difícil o imposible, lo que afectará a la disposición de nutrientes en la colonia, pudiendo hipotecar su posterior desarrollo. Los factores de manejo también pueden obligarnos a veces a alimentar, bien porque queramos modificar el ciclo de las colonias, adelantando la cría en primavera, mejorando la población cara a la invernada… o bien porque queramos forzar determinados tipos de producciones (reinas, jalea real, polinización, polen…) o para proporcionar reservas a las colonias que no las tengan.
MATERIAS PRIMAS Y PIENSOS APÍCOLAS Desde hace unos años encontramos en el mercado numerosos productos para alimentar a cubrir estos estados carenciales. Como profesionales de la apicultura hemos de tener claro cual es la carencia a cubrir y el objetivo de la alimentación que necesitamos. Es imprescindible conocer los componentes analíticos y la composición del pienso. Lo necesitamos para tomar decisiones de uso adecuadas, y, además, los piensos están obligados por ley a dar esa información. Es un sector muy regulado para otras ganaderías, pero un tanto descuidado para la nuestra. 11
Toda actuación debe hacerse con suficiente anticipación. Si la colmena se viene abajo es muy difícil y costoso hacerla remontar. Nuestra necesidad puede ser cubrir una falta de polen, una falta de miel o ambas cosas. Y nuestro objetivo cubrir la falta de abeja en otoño para pasar el invierno (lo ideal es entrar en invierno con, al menos, unos 5 cuadros de abeja); o, en primavera temprana, preparar la colmena para poder aprovechar una floración; o, en invierno, asegurar la cantidad de reservas.
Piensos complementarios de hidratos de carbono Son todos aquellos que llevan azúcares. Se usarán cuando las colmenas tengan polen dentro o lo encuentren fuera.
Tenemos que recordar que la abeja solo asimila los mono y disacáridos, es decir, la fructosa, glucosa, sacarosa, maltosa. Por lo que tenemos que fijarnos en la composición del alimento. ¿Cuál usar?, eso deberemos decidirlo nosotros. Para elegir bien, lo primero es mirar la etiqueta. Si la información que en ella se aporta no es suficiente, deberemos pedir la ficha técnica del producto. Las variables serán:
Más o menos agua, la elección aquí dependerá, del objetivo que tenga la alimentación y de la temperatura exterior. Si se quiere aumentar la cría harán falta más de 18º C al menos a mediodía y un jarabe con 50% de azúcares. El % de azucares asimilables, que ha de ser el máximo posible. 12
Si lleva vitaminas y aminoácidos. La elección aquí dependerá, de las carencias que pueda tener la colmena en algún aminoácido o vitamina o si han de hacer algún esfuerzo importante (crecimiento de población, estirado de cera, recolección de polen…)
Piensos complementarios con hidratos de carbono, proteínas, grasas y vitaminas Se usan para asegurar las reservas de la colonia. Como antes, primero hay que mirar la etiqueta y ver los componentes analíticos que aporta, y cuáles son las materias primas principales de cada aporte nutricional. La elección la tomaremos según:
La composición en azúcares asimilables por la abeja. El % de proteína, que se deberá ajustar a el objetivo que nos marquemos para la alimentación y al polen que tenga la colmena (nuestra abeja raramente toma más del 10%, y lo normal en su dieta es el 4%). La presencia de grasas (alrededor del 1%). El aporte de vitaminas y aminoácidos.
Si observamos en las colmenas carencia de polen deberemos suplirlo con un aporte proteico, sobre todo si estamos en un periodo de crecimiento de la colmena o de renovación de abeja, ya que las necesidades son mucho más altas.
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Imagen del reconocido apicultor canadiense Steppler alimentado con Ultra Bee patties En el mercando encontramos materias primas como la levadura de cerveza o la harina de soja (ambas con alrededor del 50% de proteínas), y otras que pueden darnos ese aporte.
¿LÍQUIDO, PASTOSO, SÓLIDO? “Todo depende…”, como dice la canción. Si queremos estimular la puesta y tenemos temperatura (18ºC al menos a mediodía), podremos usar alimentos líquidos con más o menos el 50% de agua. Si el objetivo es asegurar reservas o no hay suficiente temperatura, mejor dar una alimentación pastosa o solida con no más del 15% de agua.
DONDE UBICAR EL ALIMENTO Siempre cerca de la zona de cría, a no más de 10 cm de esta, sobre todo cuando la temperatura es baja.
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Para que las alimentaciones cumplan su objetivo, necesitamos un mínimo de abejas. Las colmenas muy débiles son difícilmente rescatables.
CONCLUSIÓN Cada uno tenemos una manera de trabajar, un tipo de explotación, una mano de obra disponible, en zona fría o templada, dedicada a la miel o a hacer abeja… Cómo alimentar es nuestra la decisión. Pero, como en todas las ganaderías, para tener un animal con salud y productivo hay que alimentarlo bien. Si el campo no cubre sus necesidades deberemos estar alertas, y reaccionar, buscando otra floración, o con algún pienso complementario que las ayude a mantenerse y cubra nuestros objetivos.
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Abejas gordas: La importancia de la proteína en la abeja. LA VITELOGENINA: ABEJAS GORDAS. Muchos piensan que las reservas de proteínas para pasar el invierno quedan en forma de polen en los panales, pero lo cierto es que las abejas no acumulan polen para más de 5 o 6 días de sus requerimientos, y en realidad, las reservas de proteínas de la colonia están en su organismo en forma de grasa. Se las denomina; proteínas corporales. Esto se hace principalmente en forma de un compuesto llamado vitelogenina. Esto es así hasta el punto de que las abejas de primavera y de verano no tienen sus reservas de grasa desarrolladas, mientras que las de otoño acumulan en su tejido adiposo una importante cantidad de proteínas con las que después de sobrevivir al invierno, serán capaces de generar el alimento necesario para la alimentación de las primeras larvas de la primavera. Con esto queremos decir que aunque las abejas son viejas cuando llega la primavera, son perfectamente capaces de asumir el papel de las nodrizas, incluso en ausencia de polen. Este fenómeno es posible sólo cuando las abejas pueden utilizar sus reservas de grasas y las proteínas contenidas en sus cuerpos adiposos. De aquí, la principal importancia de la vitelogenina, que es la que permite desarrollar este comportamiento.
Abeja con reservas de grasa desarrolladas (derecha) frente al de una abeja pecoreadora con cuerpo graso reducido (izquierda). Resumiendo, el hecho de tener generosas reservas corporales de grasa, se traduce en una mayor resistencia a la invernada y en una mayor capacidad de producción de jalea real 16
al inicio de la siguiente primavera por parte de las abejas viejas que han pasado el invierno. Por tanto, dicho de una manera banal, la clave del apicultor va a ser lograr tener “abejas gordas”.
LA AUSENCIA DE POLEN: DÉFICIT PROTEINA. ESTRÉS EN LA COLMENA.
DE
La presencia de feromonas de la cría producidas por las larvas jóvenes estimula la recolecta de polen, por lo tanto los apicultores que ven muchas abejas cargadas de polen entrando a la colmena generalmente pueden asumir que la colonia tiene una buena reina con abundante cría. El punto que el apicultor debe entender es que la nutrición verdadera para la colonia viene del polen. Proporciona la proteína, los lípidos (grasas), las vitaminas, los minerales y micro-elementos que las abejas necesitan para el crecimiento y la salud. Es un pilar imprescindible en la nutrición de las abejas: la proteína es la clave de la alimentación. Alimentar solo con jarabe nos ayuda a la hora de estimular, y a su vez a ahorrar a las abejas gran parte del esfuerzo que supone la recolección de néctar, permitiéndoles centrar sus energías en otras tareas como construir y estirar panales, mantener la temperatura del nido de cría… pero no es suficiente. Según apunta Randy Oliver, alimentar solo con jarabe a una colonia sin un suplemento de polen puede ser contraproducente ya que las abejas pueden verse obligadas a utilizar sus propias reservas de vitelogenina. Principales síntomas de la escasez de alimentos: 17
1º Fase
2º Fase
Fase terminal
Disminución de la producción de jalea real. Cese de la cría de zángano, disminución o cesa de la de obrera. Uso de reservas corporales (vitelogenina). Extracción de proteínas y grasas de los tejidos menos vitales: músculos, intestinos. Fallos hormonales y de defensas. Disminución tamaño y daños corporales. Instinto de recolección de falsos polenes: piensos animales, harina, aserrín… Muerte
Uno de los indicadores más fiables para identificar el déficit de proteina es mirar de cerca a las larvas para ver la cantidad de jalea que las abejas están colocando alrededor de ellas, tal como observamos en las imágenes:
“CRIA SECA”. Cuando hay escasez de alimento. Las nodrizas reducen la cantidad de jalea real que depositan en las celdas de las larvas.
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“CRIA MOJADA”. Por otra parte, las nodrizas que tienen una buena nutrición inundarán las larvas con abundante jalea. Foto tomada por Randy Oliver durante un periodo de escasez de polen inducido por la sequía en septiembre, habiendo suministrado tortas proteicas durante 10 días. Las nodrizas respondieron favorablemente, como lo demuestran las larvas que ahora “nadan en jalea”. Las colonias que exhiben “cría seca” suelen ir decayendo o acaban sucumbiendo por enfermedad. Por contra, las colonias con “cría mojada” cuyas larvas nadan en abundante jalea real tienden a prosperar y son capaces de hacer frente a los parásitos, patógenos y plaguicidas. Además, se ha demostrado que la calidad de la jalea real depende directamente de los niveles de vitelogenina de las nodrizas. No nos cansaremos de repetirlo, hay que buscar mantener siempre altos dichos niveles. Incluso con solo unos pocos días continuados de lluvia se puede producir una pérdida casi total del polen almacenado, forzando así a las nodrizas a utilizar sus reservas de vitelogenina. Cuando se produce un déficit y bajan los niveles de proteína las nodrizas abandonan a las larvas más jóvenes y se centran en alimentar solo a las que están a punto de opercular. Cuando los niveles de proteína bajan todavía más, las nodrizas canibalizan los huevos y las larvas como recurso de supervivencia. La proteína recuperada de la “canibalización” se recicla en jalea. Las nodrizas, cuando se encuentran en esta situación “bajo mínimos” realizarán el operculamiento de las larvas de forma prematura, acortando tiempos. Lo que acabará resultando un problema a futuros, ya que nacerán abejas bajas de peso corporal.
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Una diversidad de colores en los pólenes almacenados suelen ser indicativos de una variada y óptima nutrición.
¿CUANDO ALIMENTAR CON SUPLEMENTOS PROTEICOS? No vamos a andar con rodeos, ni pretender venderle la moto a nadie, por eso partiremos de la base de que la mejor solución de alimentación proteica es obviamente la natural, es decir el polen. Esto lo confirman los estudios de Randy Oliver, después de realizar varios ensayos de campo, llegó a la conclusión de que no hay beneficios alimentando con tortas proteicas si hay polen en el campo disponible. Es una pérdida de tiempo y de dinero. De hecho cuando tienen polen fuera tardan más en ingerir las tortas (en algunos casos apenas las comen) y no se evidencia ninguna diferencia ni mejoría en las colonias que fueron alimentadas con tortas proteicas en presencia abundante de polen en el campo. Lanzar unas colmenas con alimento artificial es muy costoso, económicamente y en tiempo/combustible de todas las semanas, por lo que no es para hacerlo a la ligera. Debemos saber cuándo y cómo. Ningún suplemento puede y no debería sustituir por completo el polen, sino complementarlo. Tal como se utiliza el jarabe en ausencia del néctar, en ciertos momentos para completar la alimentación energética, en el caso de la alimentación proteica también hay períodos en los que este no existe en la naturaleza, y es cuando deberemos echar mano de las famosas tortas proteica. Existen mil fórmulas para prepararlas en casa, y también ya hechas disponibles a la venta.
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Entonces nos preguntamos ¿cuándo deberemos alimentar con tortas proteicas? Es evidente que cuando haya escasez de polen y la colmena lo demande. Eso se produce en varios momentos clave durante el año, dependiendo siempre de nuestro calendario y floraciones: 1. Cuando la colonia va a entrar a la invernada, después de haber sufrido un gran desgaste en el seco y caluroso verano. En este momento comienza a declinar la postura y las abejas obreras necesitan acumular proteínas para prolongar su juventud, –capacidad de segregar jalea real- hasta la primavera siguiente. 2. Al inicio de la temporada, ya que como hemos dicho anteriormente, estas abejas longevas alimentarán larvas, que al nacer deberán consumir mucho polen para volver a alimentar a una gran cantidad de larvas de abejas que multiplicarán el nido y producirán las abejas para la nueva zafra. Más adelante en plena cosecha deberán hacer un trabajo extra que consumirá esa reserva de proteína corporal. Si falta polen o si el que hay no contiene todos los nutrientes, las abejas no podrán cumplir con todos los pasos enunciados debilitándose y acortándose sus vidas con el agravante de que estarán expuestas a contraer enfermedades. 3. Cuando hacemos divisiones o núcleos con la finalidad de multiplicar a las colonias se produce un rápido desarrollo del nido y como consecuencia una gran demanda de proteínas. IMPORTANTE: GRÁFICA DE RANDY OLIVER DE SU PLANIFICACIÓN ANUAL.
Cuando la demanda de polen (linea azul) supera a la oferta (linea naranja) la colmena sufre déficit proteico. En estos momentos (señalados con flecha roja) puede ser interesante suplementar alimentado con tortas proteicas, especialmente a principios de otoño. Nótese que los momentos críticos de estrés para la colonia es inmediatamente
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después de la floración del almendro. También nótese que los enjambres y la cría de zánganos son producidos cuando la oferta de polen excede a la demanda. Fuentes: Randy Oliver (California), http://scientificbeekeeping.com/
biólogo
e
investigador
en
Artículo Manejo de otoñada, Apiservices
El Pan de abeja: Qué es y cómo cosecharlo Las abejas principalmente se dedican a recolectar dos materias primas que serán fundamentales en su dieta: el néctar y el polen. Recogen el néctar para posteriormente, mediante un proceso físico-químico con enzimas, transformarlo en miel para su consumo. Y recolectan el polen para elaborar un alimento lacto-fermentado, llamado pan de abeja. Esa es la dieta de la colmena; la miel es su principal fuente de carbohidratos y el pan de abeja es su fuente de proteína básica. Las abejas no consumen polen, solo pan de abeja.
Índice del artículo
1 ¿Qué es? 2 ¿En qué se diferencia del polen? 3 ¿Cómo se cosecha y se procesa? 4 Propiedades y beneficios para el consumo humano 5 El mercado 22
¿Qué es? Es una mezcla de miel, polen y propóleos elaborada naturalmente por las abejas que se transforma a través de una fermentación láctica. Las abejas llegan a la colmena, cargadas de polen, que desprenden y compactan dentro de las celdillas. Superponen una fina capa de miel y vuelven a colocar otra capa de polen, así hasta que van rellenando las celdillas del panal. Una vez cubierta toda la celda de miel y polen se dará lugar a una fermentación láctica de la mezcla durante días. Este proceso químico conlleva una serie de cambios en la composición bioquímica del polen como el incremento de las proteínas solubles y de los aminoácidos libres. Además favorece a una mejor conservación del producto debido a la acidificación producida por el ácido láctico. Este pan de abeja tiene distintas funciones dentro de la colmena: como alimento a las abejas jóvenes, como alimento a las crías y como ingrediente de la jalea real.
Interior de las celdillas, donde se comienza a formar el pan de abeja.
¿En qué se diferencia del polen? El polen granulado que se comercializa como suplemento dietético no es lo mismo que el pan de abeja, ni siquiera tiene el mismo gusto. De hecho el término “polen de abeja” debería ser incorrecto, sería más apropiado decir “polen de flores”, pues la abeja no lo procesa, simplemente lo recoge y lo utiliza como materia prima para elaborar el pan de abeja. Como fuente de proteína, el polen tiene un gran potencial, pero en su forma natural no es lo suficientemente digerible ni nutritivo para nuestras amigas las abejas. Es por eso que la abeja necesita transformarlo para su consumo. 23
Y no solo es alimento para abejas, también para consumo humano. Decimos que el pan de abeja es un alimento más completo porque además de ser más digestivo, la mezcla de miel con polen y propóleo otorga beneficios extras, derivados de la sinergia de estos tres productos y muy superiores a la suma de las partes.
¿Cómo se cosecha y se procesa? Como es sabido, el pan de abeja se encuentra almacenado en los panales. El proceso de extracción se puede realizar de diferentes maneras. Hoy en día disponemos en el mercado de maquinaría específica.
A la izquierda, extractor profesional de pan de abeja PROFI. A la derecha, extractor de pan de abeja para aficionados MINI. El procedimiento es sencillo, rápido y la ventaja es que podemos aprovechar cuadros que han quedado con pan de abeja después de la extracción de miel. Es decir, que la extracción de pan de abeja es un extra, y no requiere de una producción exclusiva. 24
1. Seleccionaremos los cuadros que contengan pan de abeja y no tengan miel. Si la tienen se deberá pasar antes el cuadro por el extractor de miel. 2. Quitamos los panales de los alambres en tiras de 85mm de ancho. 3. Posteriormente los pondremos al congelador a -18ºC durante 12 horas (los metemos a media tarde y a la siguiente mañana estarán listos para ser recogidos). 4. Una vez congelados se introducen en la máquina extractora que se encargará de extraer el pan de abeja del interior de las celdillas. Hay dos máquinas en el mercado: la profesional “PROFI” y la de aficionados “MINI”. La máquina profesional realiza la extracción mediante filtrado con un sistema de corrientes de aire. Y la “MINI” lo hace triturando la cera y tamizándolo manualmente. De esta manera separaremos la cera y el pan de abeja, y cada uno va a parar a un compartimento diferente. 5. Una vez recolectado, el pan de abeja se deberá secar (igual que el polen) durante 2-3 días a una temperatura inferior a 42ºC. Para ello deberemos contar un secadero de polen. Nota: los hay económicos desde 350€.
Propiedades y beneficios para el consumo humano Las grandes propiedades que contiene el polen se potencian en el pan de abejas y es de gran beneficio para la fatiga crónica y senil, hiperplasia prostática, depresión, mejora la función cerebral, anemias, problemas de inflamación intestinal por dificultades de digestibilidad de fibras, entre otros. Información nutricional 55% de carbohidratos 35% de proteínas 3% Vitaminas y minerales 2% de ácidos grasos 5% de varios otros ingredientes También contiene: Vitaminas: A, B1, B2, B3, B6, B12, C, PP, E, D, K, H Minerales: P, S, CI, K, Ca, Na, Mg, Fe, Cu, Zn, Co, Mo, Se, Cr, Ni, Si Aminoácidos: fenilalanina, leucina, valina, isoleucina, arginina, histidina, lisina, metionina, treonina y triptófano
El mercado La realidad es que no hay demasiada oferta en el mercado del pan de abeja. La tendencia apunta a que progresivamente crece y en el futuro puede ser un alimento a tener en cuenta. Sobre todo para los que trabajan en ecológico. Los mercados más maduros para este producto son Alemania y Reino Unido. Pero lo más llamativo es el precio al que se comercializa al público este curioso alimento, entre 80 y 90€/kg. Dato que se presenta interesante para el apicultor, pues no conlleva un trabajo excesivo y puede compensar su producción si se consiguen compradores.
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En Amazon UK encontramos a la venta pan de abeja a 90€/kg.
Bonita presentación del pan de abeja en tarros Para finalizar, como curiosidad este plato de cocina, que demuestra que se pueden preparar también platos elaborados con el pan de abeja. Un fabuloso postre de helado de cera de abeja bañado en salsa miel kombucha y con pan de abeja en plato. En la otra imagen apreciamos mantequilla de pan de abeja.
The Whole Hive (postre con pan de abeja, en el enlace la receta 26
Mantequilla de pan de abeja.
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