Recursos Tiempo materiales Profundización del Facilitar el ψ Se presentarán los conceptos claves de la temática: ψ Papelógrafos 15 Tema conocimiento sobre el Concepto de autocuido, Tipos de práctica del ψ Imágenes minutos autocuido adquiriendo autocuido, Principios que forman el autocuido, alusivas al de este, nuevas Labor docente y autocuido, Técnicas de autocuido, tema aptitudes y habilidades Estrategias. que les permita realizar de mejor manera sus ψ Se dispondrá un espacio para que los participantes actividades muestren sus impresiones o dudas acerca de la profesionales y temática. personales. Evaluación del Identificar la ψ Se realizarán preguntas generadoras y una lluvia ψ Listado de 5 taller percepción e impacto de ideas que permitan identificar la percepción e preguntas minutos que tiene el desarrollo impacto del taller en los participantes: generadoras de la temática en los participantes. Preguntas: - ¿Qué opina usted sobre la temática desarrollada? - ¿La información resultó significativa para usted? - ¿Qué aspectos cambiarían para mejorar en un próximo taller? - ¿Estaba consciente de la importancia que tiene el autocuido en su trabajo como educador? - ¿Aplica alguna técnica de autocuido? - ¿Qué harían para mejorar la situación? Cierre del taller Aportar un sentido de ψ Se felicitará a cada uno por su participación en el ψ Refrigerio 10 valía en los taller ψ Diplomas de minutos participantes sobre la ψ Se realizará una breve reflexión, sobre la labor del participación temática estudiada maestro y la importancia del autocuido en la labor del docente Actividad
Objetivo especifico
Procedimiento metodológico
ψ Se finalizará con la entrega o repartición de un refrigerio y la entrega de un diploma que hace constar que fueron participes de dicha actividad
EL AUTOCUIDADO EN LOS MAESTROS Y MAESTRAS El autocuidado El autocuidado se refiere a las prácticas cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza una persona, familia o grupo para cuidar de su salud; estas prácticas son ‘destrezas’ aprendidas a través de toda la vida, de uso continuo, que se emplean por libre decisión, con el propósito de fortalecer o restablecer la salud y prevenir la enfermedad; ellas responden a la capacidad de supervivencia y a las prácticas habituales de la cultura a la que se pertenece. Entre las prácticas para el autocuidado se encuentran: alimentación adecuada a las necesidades, medidas higiénicas, manejo del estrés, habilidades para establecer relaciones sociales y resolver problemas interpersonales, ejercicio y actividad física requeridas, habilidad para controlar y reducir el consumo de medicamentos, seguimiento para prescripciones de salud, comportamientos seguros, recreación y manejo del tiempo libre, diálogo, adaptaciones favorables a los cambios en el contexto y prácticas de autocuidado en los procesos mórbidos entre otros. En fin “cualquier cosa que una persona pueda aprender, conduce a cambios en uno de los tres campos siguientes del comportamiento: cognitivo, afectivo y psicomotor; todo aprendizaje equivale a obtener el desarrollo de una forma de comportamiento, bien sea porque surjan o cambien los comportamientos, los afectos o las destrezas psicomotoras en la persona” El autocuidado es una función inherente al ser humano e indispensable para la vida de todos los seres vivos con quienes interactúa; resulta del crecimiento de la persona en el diario vivir, en cada experiencia como cuidador de sí mismo y de quienes hacen parte de su entorno. Debido a su gran potencial para influir de manera positiva sobre la forma de vivir de las personas, el autocuidado se constituye en una estrategia importante para la protección de la salud y la prevención de la enfermedad. Tipos de prácticas En el estilo de vida de las personas se presentan dos tipos de prácticas: las positivas o favorecedoras de la salud y las negativas o de riesgo. Entre los factores que influyen en la calidad de vida están:
- factores protectores son aquellos aspectos internos o externos a la persona, que
posibilitan conservar e incrementar los niveles de salud. - factores de riesgo: Corresponden al “conjunto de fenómenos de naturaleza física, química, orgánica, psicológica o social que involucra la capacidad potencial de provocar daño”; es decir, son los eventos que aumentan o crean la posibilidad de enfermar. Como respuesta a estos factores protectores, las personas desarrollan prácticas protectoras o favorecedoras de la salud entre ellas están el cultivo de un arte, la práctica de un deporte, el desarrollo de un pasatiempo, la adopción de una dieta saludable, entre otras. Frente a los factores de riesgo la gente adopta prácticas de prevención como medidas para evitar enfermarse, por ejemplo, saneamiento ambiental, higiene, vacunación, autoexamen de testículo. Las prácticas protectoras corresponden a la promoción de la salud y las prácticas preventivas son asunto de la prevención de la enfermedad. En realidad, la diferencia entre lo que se pretende con la realización de prácticas protectoras y prácticas preventivas es muy sutil, pues todo lo que se hace para incrementar los ‘niveles’ de salud, en cierta medida, está previniendo las enfermedades de manera general. No se puede hablar de prácticas de ‘autocuidado negativas’ porque el cuidado es inherente a los aspectos favorables a la salud. Principios para el autocuidado ● El autocuidado es un acto de vida que permite a las personas convertirse en sujetos de sus propias acciones. Por lo tanto, es un proceso voluntario de la persona para consigo misma. ● El autocuidado implica una responsabilidad individual y una filosofía de vida ligada a las experiencias en la vida cotidiana ● El autocuidado se apoya en un sistema formal como es el de salud e informal, con el apoyo social. ● El autocuidado tiene un carácter social, puesto que implica cierto grado de conocimiento y elaboración de un saber y da lugar a interrelaciones. ● Al realizar las prácticas de autocuidado, ya sea con fines protectores o preventivos, las personas siempre las desarrollan con la certeza de que mejorarán su nivel de salud.
● Para que haya autocuidado se requiere cierto grado de desarrollo personal, mediado por un permanente fortalecimiento del autoconcepto, el autocontrol, la autoestima, la autoaceptación, y la resiliencia. Labor docente y autocuidado Los docentes, en su labor, deben enfrentar situaciones de difícil manejo que afectan su salud física y psicológica, entre estos: ● Indisciplina del alumnado. ● La delegación de responsabilidades educativas propias de la familia al docente. ● El cambio de los valores y las relaciones sociales. ● La diversidad de alumnado, etc. Los docentes están expuestos a los efectos que estas vivencias causan, esos efectos se sienten tanto a nivel físico como psicológico provocando un “malestar docente”. Uno de los efectos con mayor impacto es el estrés, el cual tiene dos componentes: Fisiológico: incluye una elevación del grado de activación corporal, que se traduce, por ejemplo, en el aumento de la tasa cardíaca o una respiración agitada. Psicológico: incluye conductas y patrones de pensamiento y emociones, caracterizados por un estado de alerta e inquietud. Lo que algunas de estas reacciones han sido conceptualizadas en otros contextos como “burnout” o “agotamiento emocional”. El investigador Freudenberger comenzó a utilizar el término “burnout” para describir las reacciones de estrés crónico Se definió el síndrome de burnout como el agotamiento emocional, la despersonalización y la reducción de la capacidad personal que puede presentarse en sujetos que, por profesión, se “ocupan de la gente”. Se trata de una reacción a la tensión emocional crónica creada por el contacto continuo con otros seres humanos, en particular cuando estos tienen problemas o motivos de sufrimiento. El factor característico del burnout es que el estrés surge de la interacción social entre el operador y el destinatario de ayuda. Se dice que este síndrome es el precio por ayudar a los demás. Se manifiesta con una sintomatología multidimensional en el ámbito cognitivo, somático y emocional.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son los síntomas emocionales, que incluyen ansiedad y depresión, que pueden expresarse como desánimo o irritabilidad. Pueden producirse alteraciones en la conducta como el ausentismo laboral, el abuso de alcohol o consumo de otros tóxicos. Son frecuentes las actitudes negativas que impactan al grupo social, como el sarcasmo y la falta de colaboración que puede complicar los equipos de trabajo. Para ellos diversos autores destacan la importancia de una gama de técnicas, entre estas las de relajación para contrarrestar estos efectos adversos producidos por el estrés. Técnicas de autocuidado Aprender a relajarse implica admitir algunas malas costumbres, modos de actuar, sentirse comunes en el modo de vida actual abocado al estrés, las prisas, la competitividad, el individualismo que no sólo afecta tanto a adultos como a niños, jóvenes y adolescentes. En la gran mayoría de los casos este tipo de vida no nos permite dedicar el tiempo necesario a técnicas de relajación complejas las cuales necesitan de cierto tiempo de aprendizaje para su correcta realización. ● Masaje Antiestress. Es una técnica utilizada para disminuir los estados de estrés que se generan por situaciones sorpresivas, o de características graves, que generan alteraciones en el humor y el estado de ánimo. -Tiene una duración de 15 minutos. -Su efecto es inmediato. -Canaliza la energía a través de las manos de quien entrega la terapia. -Se aplica en el paciente durante el estado de crisis. -Se complementa con la respiración, para volver al estado de calma. -Puede ser aplicado por zonas.
● Abeja (ejercicio de respiración)
“Esta respiración permite conectar con lo que está sucediendo al interior de cada uno, centrar y dar una nueva perspectiva, algo siempre muy necesario en momentos de estrés, donde hay una mirada en general más negativa. Se puede realizar tanto de pie como sentado, pero lo importante es mantener la columna erguida. Con los dedos índices se tapan los oídos, se toma una inhalación profunda por nariz y luego se exhala haciendo el sonido de zumbido de una abeja. Toda la atención está puesta en la vibración que se genera al interior de la cabeza, que permite una sensación de calma e introspección. Se puede repetir 3 veces”. ● Segundos de silencio (ejercicio de meditación) “Está enfocado en la autoobservación y la búsqueda de paz interior. Idealmente en un lugar tranquilo, y cómodo el profesor se sienta de manera inmóvil y con los ojos cerrados por unos segundos. Se pone total atención en la respiración, en el aire que entra y sale por la nariz, y en el silencio mental que esto va generando. El ideal es poder realizar este ejercicio a diario y llegar a sostener 5 minutos de silencio”. Estrategias 1.- Intenta mantener los problemas en perspectiva. Probablemente, esta es la estrategia más eficaz para poner en práctica con los profesores. 2.- Busca el lado cómico de las cosas. El sentido del humor es casi un pre requisito para el bienestar de cada profesor. 3.- Procura realizar técnicas de relajación después del trabajo. Buscar espacios para hacer ejercicios de meditación. Esto ayudará a mejorar la atención, potenciará el control sobre los procesos mentales, aumentará la capacidad de controlar las emociones y proveerá relajación física. 4.- Realiza actividad física. Procurar tener otro tipo de actividad después de la jornada escolar. Una buena alternativa es salir a caminar, ir al gimnasio, bailar, etc. 5.- Reconoce tus propias limitaciones. La personalidad influye en nuestro modo de implicarnos emocionalmente en diversas situaciones. Conócete a ti mismo y aprende a decir NO. 6.- Habla de tus problemas con otras personas, expresa tus sentimientos. El apoyo de tu entorno es decisivo para reducir el estrés.
7.- Planifica tus clases con tiempo y establece prioridades. El estrés responde muchas veces a una sobre carga de trabajo 8.- Lleva una vida personal equilibrada. Mantén una dieta sana, evita el café, alcohol y tabaco antes de dormir.