ANGIE PAOLA DIAZ SOTO 11-02 19/ 04/2018
CRISIS ECONOMICA OBLIGA A LAS MUJERES VENEZOLANAS A PROSTITUIRSE PARA LA MANUNTENCION DE SUS FAMILIAS.
Las situaciones presentadas en los últimos años someten a las mujeres venezolanas a migrar a países cercanos para poder sostener a sus familias.
Las puertas de los bares están abiertas de par en par, la música que sale desde el interior envuelve como el calor a las muchachas que están sentadas en sillas plásticas en la acera esperando clientes. A toda Colombia, en el último año (2017) llegaron a aproximadamente 6.500 mujeres venezolanas para dedicarse a la prostitución, según dice Fidelia Suarez, coordinadora nacional de la Asociación de Mujeres Buscando Libertad (ASMUBULI), una organización dedicada a la defensa de los derechos humanos y laborales de las trabajadoras sexuales. Hasta hace algo menos de un año la mayoría de las trabajadoras sexuales de Saravera – Arauca eran colombianas, pero desde entonces en los ocho bares de la zona apenas quedan tres o cuatro mujeres locales afirman quienes trabajan aquí.
ANGIE PAOLA DIAZ SOTO 11-02 19/ 04/2018
El consumo desenfrenado, las interacciones que ofrecen las redes sociales y estudios de campo muestran que este oficio está en crecimiento y cada vez se amplía más el rango de edad en el que se encuentran las personas, estas edades oscilan entre los 19 a 76 años. Paola es una muchacha de 22 años que llego en junio de 2016 a Colombia, comenta que llego a Colombia gracias a una amiga, la cual le comento como era todo, argumenta que “yo lo vi no tan fácil, pero qué más, hice la prueba y pues acá estoy”. También comenta que “si a uno le sale una amanecida – que es irse con un cliente en la noche y llega al día siguiente – lo más que le pueden dar a uno es 200.000 pesos colombianos (US$66). Y ya, ya me hice el sueldo mínimo de Venezuela”. Todos los lunes o casi todos, Paola envía dinero a su madre en Venezuela. Ella se quedó a cargo de su hija de cuatro años. Paola no quiso traerla y tener que dejarla al cuidado de desconocidos cuando fuera a trabajar. Es difícil, murmura con tristeza, tenerla lejos. Para la niña también lo es: (le afecta) mucho, mucho. Siempre me dice: “mami vente, apúrate”. Me dice: “deja el trabajo y vente”. (A su familia le dijo que trabaja de mesera).