CONSTRUCCIÓN DEL VÍNCULO AFECTIVO EN LAS DIADAS MADRES HIJOS EN ADOLESCENTES DE LA COMUNA 18-CALI
PAOLA ANDREA HOLGUÍN MENESES LINDA ISABEL TAMAYO TÉLLEZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CALI FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES CARRERA DE PSICOLOGÍA, 2018
CONSTRUCCIÓN DEL VÍNCULO AFECTIVO EN LAS DIADAS MADRES HIJOS EN ADOLESCENTES DE LA COMUNA 18-CALI
PAOLA ANDREA HOLGUÍN MENESES LINDA ISABEL TAMAYO TÉLLEZ
Trabajo de grado presentado como requisito para optar al título de Psicólogas. CESAR FABRICIO TORRES HURTADO. Director.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CALI FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES CARRERA DE PSICOLOGÍA, 2018
NORMATIVA
Artículo 23 de la Resolución No. 13 del 6 de Julio de 1946, del reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana. “La
Universidad
no
se
hace
responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus Trabajos de Tesis. Solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y moral católico y porque la Tesis no contenga
ataques
o
polémicas
puramente personal; antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la Verdad y la Justicia”.
.
Agradecimientos
Inicialmente queremos agradecerle a Dios por darnos la luz y la guía para desarrollar este proyecto con los ojos del amor. Para Dios toda la honra y la gloria. A la universidad por habernos brindado las herramientas y conocimientos necesarios para nuestra formación como futuras profesionales en Psicología. A Luz Sonia Téllez Buendía por su apoyo incondicional, sacrificio, gran esmero y dedicación. A las líderes comunitarias en especial a Idalia, por habernos abierto las puertas de su casa y de su comuna y el acompañamiento continúo junto a las madres adolescentes A la Fundación de Menos a Más, específicamente a Walter Paz, por su acompañamiento dentro de la comuna 18. A Cesar Fabricio Torres director y tutor del semillero por guiarnos a lo largo de este trayecto, por sus correcciones, sugerencias e información compartida para nutrir este proyecto. A las jurados Myriam Román y Ana Cristina Mesa por sus sugerencias y correcciones. Y finalmente a las jóvenes que nos brindaron su confianza para compartir sus historias de vida, tan valiosas porque con sus relatos pudimos darle un rumbo final a esta investigación.
Tabla de Contenido RESUMEN INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 1 MÉTODO .................................................................................................................................. 22 Tipo de investigación ............................................................................................................. 22 Diseño ................................................................................................................................... 22 Participantes .......................................................................................................................... 23 Instrumento............................................................................................................................ 23 Procedimiento ........................................................................................................................ 28 Consideraciones éticas .......................................................................................................... 29 RESULTADOS .......................................................................................................................... 33 DISCUSIÓN .............................................................................................................................. 55 REFERENCIAS ......................................................................................................................... 66 ANEXOS ................................................................................................................................... 77
LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Categorías teóricas y subcategorías ……………………………………………..26 Tabla 2. Ideas clave de Julia ……………………………………………………………......52 Tabla 3. Ideas clave de Ana…………………………………………….……………..…….53 Tabla 4. Ideas clave de Cristina……………………………………………………………..53 Tabla 5. Elementos comunes y diferenciales……………………………………………...53
LISTA DE FIGURAS
Figura 1: Dimensiones que sirvieron de marco a la contextualización del problema………….22 Figura 2. Genograma de Julia ………………………………………………………………………35 Figura 3. Genograma de Ana……………………………………………………………………….36 Figura 4. Genograma de Cristina ……………………..…………………………………………..38
LISTA DE ANEXO
Anexo 1. Asentimiento Informado Anexo 2. Consentimiento informado Anexo 3. Guía de validación de los instrumentos por los jueces expertos Anexo 4. Rejilla de Observación
RESUMEN La maternidad es un estado de carácter tanto físico como psicológico que ha tenido diversas connotaciones a lo largo del tiempo y de las diferentes culturas. A pesar de ser una condición natural, se convierte en una problemática cuando se presenta en edades más tempranas dentro de un sector donde las situaciones de vulnerabilidad son recurrentes, lo que incide negativamente en la calidad del tiempo y dentro de la interacción entre madre e hijo. Este estudio cualitativo con diseño fenomenológico, tuvo como objetivo caracterizar las creencias y prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo a través de la experiencia personal de tres madres adolescentes entre los 15 y 19 años, pertenecientes a la comuna 18 de la ciudad de Cali, con sus hijos en edades comprendidas entre los seis y nueves meses. Se implementó la técnica de entrevista en profundidad y la observación para la recolección de los datos, los cuales permitieron conocer la relevancia que tienen los legados intergeneracionales como cimientos para establecer lazos afectivos entre la madre y el hijo. Entre los resultados, se encontró que los lazos afectivos se establecen en la medida en que la madre va percibiendo en esta interacción a su hijo como un sujeto activo, donde él, tiene tanto necesidades biológicas como emocionales; requiere atención, cuidado, etc. siendo un agente protagónico en la construcción de este vínculo. Además, dentro de este proceso, se ponen en juego las necesidades afectivas, expectativas y dificultades propias de la madre adolescente con su familia de origen. Los hermanos juegan un papel preponderante en la infancia de las participantes, en razón al apoyo, cercanía, acompañamiento y consuelo que les brindaron ante la prolongada ausencia de sus figuras parentales.
En cuanto a la situación de vulnerabilidad en que se encuentran las madres
participantes, ninguna percibe esta condición como una dificultad para la construcción del vínculo afectivo con sus hijos, puesto que obtuvieron una constante ayuda por parte de las redes de apoyo informales (vecinas, familia de su pareja y en especial, la de sus suegras).
Palabras clave: vínculo afectivo, madres adolescentes, legados intergeneracionales, contexto vulnerable, figuras parentales.
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INTRODUCCIÓN
El presente documento hace parte las discusiones en el semillero de investigación de Parentalidad, Vulnerabilidad Social y Convivencia Social, vinculado al grupo de Investigación de Bienestar, Trabajo, Cultura y Sociedad de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, la cual centra su interés en la resiliencia dentro de contextos vulnerables, construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes, parentalidad y los procesos de fortalecimiento social. Este estudio se desarrolló en la ciudad de Cali durante un año y seis meses. La maternidad en términos generales, constituye un estado de carácter orgánico y psicológico de la madre, que hace parte del proceso de procreación humana (Echevarría, et, al., 2015). Sin embargo, este concepto ha tenido diversas connotaciones y significados a lo largo del tiempo y de las culturas que tiende a transmitirse de generación en generación y se cimentan a partir de las creencias, estereotipos, costumbres, entre otros (Molina, 2006). Ahora bien, actualmente la maternidad precoz se da tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Así por ejemplo, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2014), existen más de 1.000 millones de adolescentes en estado de gestación a nivel mundial, de las cuales cerca del 83% corresponden a países subdesarrollados. Rojas, Alarcón y Calderón (2010) señalan que en el periodo comprendido entre 2000 y 2005 se presentaron 133 millones de embarazos, de los cuales 14 millones, es decir que un 10,5%, correspondía a mujeres entre los 15 y 19 años, registrándose el mayor número en América Latina y el Caribe, con un 16.3%; África con un 15,8%; y Norte América con un 12.2%. Por su parte, en Ecuador por cada 3 adolescentes entre los 15 y los 19 años, dos ya son madres o presentan un primer embarazo, hecho que, en los últimos diez años, se ha incrementado en un 74% en mujeres menores de 15 años y en un 9% en mayores a esta. En cuanto a Bolivia, aproximadamente un 18% de las jóvenes entre 15 y 19 años ya son madres o se encuentran en embarazo, de los cuales, cerca de la mitad no fueron programados (Sánchez et al., 2013). En este orden de ideas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2008) destacó que el 25% de las mujeres tanto de Latinoamérica, como de Centroamérica son madres antes de los 20 años de edad, y el 45% obedece al uso inadecuado o a la escasa utilización de los métodos
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anticonceptivos. En cuanto a las estadísticas colombianas, este ocupa el tercer lugar de embarazos en adolescentes, presentando uno de los mayores índices en Latinoamérica, con un porcentaje de 20.5%, luego Venezuela con un 18% y Brasil con 16.9% (Sánchez et al., 2013). En el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2013), se registró que cerca de los 7.000 nacimientos del país se presentaron por embarazos adolescentes. En este informe se destacó que el fenómeno se da en todos los ámbitos de la sociedad, pero en mayor proporción en los sectores vulnerables; igualmente, esto tiene una fuente de incidencia en el inicio de la actividad sexual, la maternidad y la unión marital. Así mismo, en el embarazo adolescente se presentan algunos factores socioculturales, como un estatus de respeto y reconocimiento social, suceso que incita a estas jóvenes a procrear un mayor número de hijos, lo cual produce una atención inadecuada hacia ellos, ocasionando un retardo en el desarrollo tanto físico como psicológico de la madre y del bebé (Noguera y Alvarado, 2012). Este fenómeno se ha convertido en una problemática de índole social en Colombia, razón por la cual algunas entidades de salud han realizado estudios de campo para comprender este suceso. Por ejemplo, Profamilia (2016) llevó a cabo un estudio sobre la sexualidad en la adolescencia y publicó el Protocolo de Atención a la Mujer embarazada menor de 15 años, el cual se efectuó bajo una mirada bio-psicosocial, teniendo en cuenta variables a nivel económico, social, demográfico, cultural, institucional y gubernamental. Entre los resultados se destacó que existe mayor probabilidad de que una adolescente quede en embarazo si dentro de la comunidad donde se desenvuelve, la situación de la procreación a temprana edad es vista como común y normal, es decir, que el significado de la maternidad está ligado a contextos culturales de la joven. Igualmente, el Ministerio de Salud (2015) emitió el Boletín electrónico número 2, sobre la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), que realizó un seguimiento en el tema de la reproducción y la sexualidad de las mujeres, niños y niñas. Así mismo, entre sus temas de investigación se incluyó la salud materno-infantil, donde se destacaron los indicadores de embarazo en la adolescencia a partir de las encuestas de calidad de vida (ECV). Dichas encuestas evidencian que en el año 2010, el índice de embarazos incrementó en 1,6 puntos, cifra que acoge tanto los nacidos vivos como los fallecidos, además, de incluir dentro de ese puntaje todos los niveles socioeconómicos. En adición, se dio a conocer que el promedio de la maternidad en la adolescencia en el país se encuentra entre los 15 y 19 años de edad (Flórez y Soto, 2013). Ahora bien, dentro los artículos expuestos en el boletín número 5 del Observatorio Nacional de Familias del Departamento Nacional de Planeación (2012), se indagó sobre la
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relación entre la madre adolescente y la estructura familiar en Colombia. Como uno de los resultados se obtuvo que el 44% de las madres adolescentes terminan asumiendo el rol de madres solteras, por lo cual se puede establecer que la familia tiene un papel preponderante en la crianza de estas jóvenes, debido a que son quienes velan por el sustento económico y emocional tanto del bebé como de ellas. Alrededor de esta temática, se han realizado algunas investigaciones que han planteado la problemática del embarazo en mujeres adolescentes para construir su vínculo afectivo con sus hijos, teniendo presente las creencias y las prácticas asociadas a la crianza en un contexto de vulnerabilidad. En este orden de ideas, se mencionarán las investigaciones que fueron relevantes para el desarrollo del presente proyecto. A nivel internacional, se han llevado a cabo investigaciones cuya metodología preponderante ha sido con una orientación metodológica tanto cuantitativa y cualitativa, cuyo propósito está enfocado en los comportamientos y las transformaciones que las adolescentes han experimentado durante la maternidad. Por ejemplo, Rángel, González, Barrera y Pereda (2012) realizaron el estudio “Embarazo en la adolescencia: su comportamiento en San Luis”, en Cuba, a 405 jóvenes gestantes, con el propósito de evaluar su comportamiento durante dicho estado. En los resultados, se evidenció que las jóvenes, se embarazaron por desconocimiento del tema y deserción escolar en la mayoría de estas. Así mismo, la maternidad precoz, les genera encarar tanto la crisis de la adolescencia, las alteraciones a nivel orgánico, psicológico; además, hacer frente a los cambios propios del embarazo, evento que puede ocasionar una inestabilidad de carácter físico, afectivo, social, sentimientos de impotencia, incertidumbre e innumerables conflictos ante lo que se desea realizar y la imposibilidad de llevarlo a cabo. En Chile, García, Gutiérrez y Martínez (2016) realizaron la investigación “Prevención en la relación de apego entre las madres adolescentes y sus hijos en la infancia temprana”, donde participaron 12 madres con edades entre los 16 y 18 años. Se analizaron las relaciones de apego entre las madres gestantes con sus hijos, y algunos elementos que influyen en esa relación como por ejemplo: la convivencia con su cónyuge, el estudio, el apoyo familiar y los factores económicos. Además, se evidenció que cuando la madre era más joven existía un mayor desinterés hacia su hijo. Además, la mayoría de ellas recibía el apoyo de sus familiares mientras estudiaban o trabajaban.
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Con respecto a la maternidad adolescente en contextos de vulnerabilidad social, se tiene en cuenta el trabajo “Un estudio cualitativo del vínculo madre-hijo en adolescentes madres en sectores de pobreza” realizado en la ciudad de Montevideo, por Marotta en el 2007, en donde participaron 8 madres en edades comprendidas entre los 10 y los 18 años, con el fin de indagar las características el vínculo madre-hijo en adolescentes en sectores de pobreza, la influencia de la transmisión intergeneracional de significados y prácticas acerca de la maternidad, la manera en que operan tanto las significaciones de género como el papel de las redes de apoyo. Los resultados indicaron que las adolescentes significan su maternidad como un suceso inevitable, sienten que su hijo les otorga la identidad de ser madres y además se constituye en la parte primordial de su proyecto de vida desde su subjetividad; la lactancia es la actividad más frecuente y a la pareja no se le otorga mayor relevancia en la construcción del vínculo afectivo madre-hijo. Asimismo, en Sao Paulo, Brasil, Komura realizó la investigación “Maternidad en la adolescencia en una comunidad de bajos ingresos: experiencias a través de historia oral” en el 2008, se entrevistaron a 21 madres, con el propósito de reconocer los significados que ellas le otorgan a su condición de acuerdo a su participación tanto familiar como social. Se concluyó que la maternidad para las adolescentes fue una solución a sus problemas familiares, financieros, emocionales, lo que conlleva ajustarse a las nuevas demandas de la maternidad, ejercer el rol de madre y esposas. Por último, en Paraguay, Binstock y Naslund en el 2013 realizaron la investigación “Maternidad adolescente y su impacto sobre las trayectorias educativas y laborales de mujeres de sectores populares urbanos de Paraguay””, en dos sectores de estratos medios y bajos de ese país, en donde entrevistaron a 42 mujeres de las cuales 18 habían sido madres en la adolescencia y las otras posteriormente. El propósito fue identificar la manera cómo la maternidad precoz influye tanto a nivel educativo como laboral, evidenciando que existe una mayor tendencia
a constituirse como madres
adolescentes cuando las jóvenes se encuentran
estudiando. Además, se presenta la deserción escolar en la mayoría de ellas tan pronto se enteran sobre la noticia de su embarazo, demostrando poco interés por continuar su educación o aspiraciones laborales; su único deseo es el de conformar una familia tradicional (donde los roles de género están bien demarcados). Su hijo se constituye, entonces, en el ingreso de una familia donde su papel estará centrado en ser madre, cuidadora y esposa. Por otro lado, a nivel nacional, el tipo predominante de investigación fue cualitativo, enfocado en las experiencias individuales de la madre adolescente y de sus familiares frente a
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su rol de maternidad. En Bucaramanga, se realizó el estudio “El embarazo a temprana edad, un análisis desde la perspectiva de madres adolescentes”, con metodología de análisis del discurso, elaborado por Quintero y Rojas (2015), en donde se entrevistaron a 12 jóvenes gestantes, con el fin de indagar sobre la problemática del embarazo en la adolescencia. Se encontró que esta situación se da en diferentes ámbitos: a nivel físico, puesto que todavía no hay un desarrollo completo de su cuerpo; a nivel psicológico, dado que estas jóvenes no poseen una madurez emocional para desempeñar este nuevo rol; en lo económico, ya que carecen de los recursos financieros para enfrentar esta situación; y en lo social, porque se da una alteración en su proyecto de vida. De igual manera, la percepción que estas adolescentes puedan tener frente al embarazo depende de sus propias experiencias, así como del ámbito sociocultural en donde se desenvuelven. Igualmente, en esta misma ciudad Cáceres-Manrique, Molina-Marín y Ruiz-Rodríguez (2014) elaboraron un estudio “Maternidad: un proceso con distintos matices y construcción de vínculos”, en donde entrevistaron a 18 adolescentes gestantes, de 14 años, con el fin de comprender el significado que le otorgaban a su condición. Algunas perciben el embarazo como una gran responsabilidad que conlleva a formar a los hijos en valores, así como un proceso activo que tiene varias etapas, donde se pueden originar sentimientos como preocupación, tristeza, alegría, entre otros. También, lo señalan como una gran preocupación porque no estaban preparadas para enfrentar esta nueva situación. No obstante, otras lo consideran una experiencia positiva pues les causó gran alegría por ser un embarazo programado, mientras que otras lo ven como una situación de acomodación, debido a que este evento se dio sin ninguna planificación y les correspondió asumir su papel. Hay que mencionar además que, Barreto-Hauzeur, Sáenz-Lozada, Velandia-Sepúlveda y Gómez-González (2013) llevaron a cabo el estudio “El embarazo en adolescentes bogotanas: significado relacional en el sistema familiar”, donde participaron 12 madres gestantes, con el propósito de investigar sobre el significado que tiene la maternidad de una adolescente tanto para su familia como para ella misma. Como resultado, se identificó temor en la adolescente y en su pareja; decepción familiar, aislamiento social pero paulatinamente aceptación; y un nuevo significado a esta condición. De igual manera, Pérez y Arrazola (2013), indican que el tiempo que comparten los miembros de una familia es esencial para la construcción del vínculo afectivo, es por esto, que en el estudio realizado a 368 niños y niñas en edades comprendidas entre los 7 y los 12 años de
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la comuna de Sincelejo, en el departamento de Sucre a fin de identificar tanto la calidad de vida alusivos a la comunicación, participación en la resolución de problemas y el tiempo compartido, reveló que el 42% de estos niños, se encuentran conviviendo con personas diferentes a sus familias o con madres/ padres cabeza de hogar; lo que genera falta de cariño de parte de los cuidadores.
En cuanto al tiempo compartido, el 40% no le brindan tiempo suficiente para
compartir en familia momentos placenteros; en cuanto a la comunicación dentro del grupo familiar, se presenta 41,8% de deficiencia, lo que significa un escaso dialogo entre sus miembros; y ocasiona una afectación tanto en la consolidación de los lazos afectivos como del comportamiento. Ahora bien, en relación con el aspecto del legado transgeneracional de la familia, se incluye la investigación “Prácticas de crianza de madres adolescentes de la ciudad de Duitama, Colombia” de González y Estupiñán (2010), efectuada en la ciudad de Duitama, Colombia a 45 madres adolescentes con edades entre los 13 y 19 años. El propósito del estudio fue examinar las prácticas de crianza, en las cuales se destacó que las madres repiten los patrones culturales de sus ancestros, donde la imagen materna o la persona que cumple los roles de cuidador le permiten a la adolescente acoger ciertas conductas como referente simbólico y vínculo afectivo dentro de la dinámica familiar. Además, haciendo alusión al cuidado de los niños por parte de las madres adolescentes, también se pudo evidenciar dentro de esta investigación que las jóvenes imitaban los comportamientos de otras personas de su entorno, en especial el de sus madres, en lo referente a la atención de su hijo, hecho que ejercía un fuerte impacto en las actividades diarias. Igualmente, debido a un constante miedo con respecto a la higiene del bebé, estas delegaban dicha función a la abuela materna, al considerarla como poseedora de gran conocimiento y de base afectiva para poder desempeñar su papel de madre (González y Estupiñán, 2010). Asimismo, entre los valores que estas jóvenes consideraban primordiales al momento de educar a sus hijos, se encontraron: compartir (a través de situaciones con sus parientes), el amor (enseñándole a ser afectuosos), el respeto (enseñando a no tomar lo ajeno), el respeto a la intimidad (no observar a sus hermanas cuando se desvisten); la orientación para no permitir que otra persona lo toque; y también el rechazo absoluto a recibir algo de desconocidos. Esto se desprende de lo anterior, pues en esta investigación se pudo establecer que estas madres adolescentes no se han responsabilizado completamente por el cuidado y crianza de sus hijos, manteniendo una dependencia tanto de orden material como cultural de otras personas que
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participan en la crianza, especialmente de su progenitora; evidenciando además, un desconocimiento sobre las necesidades tanto físicas, psicológicas como afectivas que requiere un infante para su óptimo desarrollo (González y Estupiñán, 2010). Una vez descritas las investigaciones, tanto de carácter internacional como nacional, se puede destacar que los trabajos de García, Gutiérrez y Martínez (2016); Pérez y Arrazola (2013) hacen énfasis en los factores que inciden en la construcción del vínculo afectivo madre adolescente-hijo; mientras que los de Barreto-Hauzeur (et.al, 2013) Cáceres-Manrique, MolinaMarín y Ruiz-Rodríguez (2014) abordan los significados que le otorgan a la maternidad precoz tanto la familia de la adolescente como ella misma. Por otra parte, las investigaciones de Rángel, González, Barreto y Pereda (2012), Quintero y Rojas (2015) hacen énfasis en el comportamiento de las adolescentes, pues se encontró que durante este proceso se dan una serie de cambios y consecuencias que conlleva un embarazo en la adolescencia; la de González y Estupiñán (2010), está dirigida a indagar la influencia de los legados transgeneracionales, en cuanto al aprendizaje de creencias y prácticas (enseñanza de la afectividad, el respeto, los valores, etc.), son de suma relevancia en la experiencia y comprensión que le asigna la madre adolescente a su rol, y la influencia que esta pueda tener en la construcción del vínculo afectivo hacia su hijo. Así mismo, Marotta (2007), Komura (2008) y Binstock y Naslund (2013), destacan dentro de sus estudios la construcción del vínculo afectivo madre adolescente/hijo en un contexto de vulnerabilidad social, experiencias de la maternidad durante la adolescencia y Binstock y Naslund (2013) la influencia que tiene la maternidad precoz en el ámbito tanto escolar como laboral en mujeres de bajos recursos. Con base en la revisión de estos antecedentes y el reconocimiento de la relevancia de la temática en el contexto de la comuna 18 de Cali claramente marcada por indicadores de vulnerabilidad social se ha formulado la siguiente pregunta problema que orientó esta investigación es ¿Cuáles son las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo con sus hijos de 3 madres adolescentes de la comuna 18 de la ciudad de Cali? Para responder a esta inquietud, se planteó como objetivo general: caracterizar las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes con sus hijos, de la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali. A partir de este objetivo, se derivaron los siguientes objetivos específicos: (a) describir las relaciones de
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las madres adolescentes con sus figuras parentales implicadas en la construcción del vínculo afectivo; (b) reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo de las madres adolescentes con sus hijos; (c) identificar las interacciones relacionadas con la construcción del vínculo afectivo de las madres hacia el hijo, durante un momento de alimentación; y (d) indagar cómo las madres adolescentes perciben las condiciones de vulnerabilidad social en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos. En este orden de ideas, la Pontificia Universidad Javeriana Cali, ha escogido la comuna 18 como un espacio para centrar sus acciones de acompañamiento social, que viene trabajando en dos temas: la salud sexual y reproductiva, y el fortalecimiento de los vínculos parentales, de tal modo que se espera que los resultados de esta investigación puedan aportar al desarrollo del segundo tema. De esta manera, la información recolectada servirá de base para comprender la realidad y la forma en que las jóvenes (madres) han tenido en cuenta sus historias, vivencias y experiencias. Igualmente, contribuirá como aporte teórico-social, en la medida en que permite enriquecer la comprensión de la teoría con la experiencia de ellas, en un contexto de vulnerabilidad. Con respecto a la vulnerabilidad, Pineda (2013) señala que esta es una circunstancia tanto de inseguridad como de desamparo. Dicha situación es manifestada por individuos o comunidades, debido a dificultades de carácter social como el escaso apoyo de instituciones (iglesias, entidades de salud, educación, etc.), así como también a nivel económico y ambiental. Del mismo modo, cabe mencionar los problemas emocionales, que sumados a lo anterior generan incrementos en violencia (explotación sexual y castigos físicos), desnutrición, drogadicción y otras problemáticas que afectan de manera significativa el desarrollo de los niños. En este sentido, Marotta (2007) indica que la vulnerabilidad corresponde a una situación que incluye aspectos de orden psicológico, social y cultural, donde las comunidades además de no contar con recursos económicos, carecen de espacios para el descanso, la recreación, la interacción formativa, como de derechos de defensa contra la violencia, desprotección en cuanto a la calidad de la atención a la salud y de recursos de orden individual, social y jurídico. En este orden de ideas, este evento se presenta cuando los individuos o comunidades se encuentran en una situación de fragilidad, desamparo que ante una escasa o inadecuada respuesta, ocasiona un daño que puede afectar su bienestar, en razón a que se encuentran expuestos a todo tipo de contingencias (Guerrero y Yepes, 2014).
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Cabe señalar que esta investigación fue realizada en un sector con un nivel socioeconómico bajo, donde según información suministrada por el DANE (2013),
la
problemática de maternidad temprana, ocurre con mayor frecuencia en contextos vulnerables, motivo por el cual se profundizó sobre este tema en la comuna 18, categorizada por la Alcaldía de Cali como una de las comunas donde las situaciones de vulnerabilidad son recurrentes pues se evidencia pobreza, marginalidad, violencia, drogadicción y prostitución (Alcaldía Santiago de Cali, 2016). La Comuna 18 se encuentra en el suroccidente de la ciudad de Cali. Se extiende sobre la Calle quinta y en un sector montañoso, donde se inicia la cordillera entre la cuenca del río Meléndez y la quebrada Guillermina (Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, 2003). Dicha comuna comprende 14 barrios y seis urbanizaciones y sectores, que equivalen al 5,6% de la ciudad. Entre lo mencionado, se encuentran: Los Chorros, Meléndez, Barrio Caldas, Buenos Aires, Lourdes, Alto Nápoles, El Jordán, Los Farallones, Polvorines, Palmas I, Palmas II, Nápoles, Colinas del Sur, Alférez Real, entre otros (Alonso, Arcos, Solano, Vera y Gallego, 2007). Por otra parte, en cuanto a su infraestructura, no existen suficientes vías de comunicación, circunstancia que como expresa la comunidad, se debe a la localización del Batallón en este sector y a la falta tanto de presupuesto como de unas adecuadas políticas administrativas. Lo mencionado anteriormente ocasiona aislamiento y escasa integración entre sus habitantes, dificultades de desplazamiento, gran inseguridad, descenso en el costo de los predios, daños en los vehículos, y aumento de enfermedades de carácter respiratorio y psicológico (estrés) (Alcaldía Santiago de Cali, 2008- 2011). En relación a su población es multiétnica, el 13% de la población son afrodescendientes pobres y las otras personas son de diferentes partes de Colombia. Así han ido poblando esta zona debido a los enfrentamientos con grupos paramilitares, milicias, guerrillas y el ejército. Se generó un deterioro ambiental (tala de bosques) y establecimiento de algunos moradores en sitios de alto riesgo. De modo que en la actualidad, esta zona se ve constantemente afectada por deslizamientos, erosión y gran contaminación ambiental. Además, el rápido incremento de sus habitantes ha hecho difícil la titulación de los predios, circunstancia que genera graves problemas en relación con el acueducto, alcantarillado, carreteras, servicios tanto educativos como de salud. Así, por ejemplo, el 27,2% de sus habitantes asisten a una institución educativa mientras que el 72,8% no lo hacen (Barón, Otálora y Loaiza, 2011).
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Una dificultad que presenta esta comunidad es la carencia de escenarios, programas deportivos, recreativos y culturales, en razón a la falta de unión y gestión tanto de sus líderes como de las organizaciones comunitarias para la consecución de recursos. Además, no hay políticas públicas municipales ni una planeación y orientación adecuada relacionadas con los programas del estado para el mejoramiento de los escenarios y actividades en la comuna. Todo esto conlleva a incremento de la inseguridad en la zona, delincuencia, drogadicción, problemas de salud, entre otros (Alcaldía Santiago de Cali, 2008- 2011). En cuanto a las características específicas de esta comuna, con respecto a sus valores comunitarios, según la encuesta realizada por el SISBEN, se pudo evidenciar que existe escaso interés por parte de los individuos por participar en las diferentes actividades que vayan en beneficio de la comunidad. En este contexto se da la problemática del embarazo precoz en adolescentes en edades que oscilan entre 15 y 19 años y la afectación que este suceso tiene en los lazos afectivos entre madre-hijo que se vive en esta comuna (Alcaldía Santiago de Cali, 20082011). Con respecto a las familias que se encuentran en entornos vulnerables, Barudy y Dantagnan (2005) manifiestan que la salud y el desarrollo de sus miembros, estaría directamente relacionado por las características socio ambientales como económicas del medio en el que se encuentran y esto les permite afrontar situaciones estresantes tanto de precariedad como de exclusión social. Sin embargo, los padres van desarrollando habilidades para responder ante las necesidades o demandas de los hijos que les permitirán garantizar la salud y el bienestar de estos. En este sentido, Balabanian, Lemos y Vargas (2015) indican que los individuos encargados de la atención y cuidado de los infantes, debido a factores individuales y de parentesco, así como a circunstancias negativas del contexto, no cumplen cabalmente sus funciones de parentalidad, afectando de manera el desarrollo del niño. Ahora bien, con relación a los lazos afectivos entre madre adolescente e hijo en este entorno vulnerable, existe un sinnúmero de factores que pueden incidir en esta construcción, afectando significativamente tanto a la madre como a su hijo y familia, en razón a que experimenta sentimientos de rabia, desconsuelo, pesimismo, tales como inseguridad ante la falta de apoyo familiar y de su pareja; poco deseo de convertirse en madre; la existencia de un hijo no deseado, estrés; problemas de índole económico o violencia intrafamiliar; etc.
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Otros hechos que podrían afectar el desarrollo óptimo de estos lazos afectivos son la dificultad en la crianza de los hijos (incompetencias maternas, en razón a la historia de lazos afectivos inseguros); escasez de tiempo y dedicación con respecto al cuidado de los hijos, pocas expresiones de afecto; respuestas no oportunas a sus requerimientos; comportamientos de las madres, tendientes a ignorar o desconocer los sentimientos de los infantes (Pineda, 2013; y Muñoz y Oliva, 2009). De modo que, otras afectaciones que trae consigo la maternidad precoz en un contexto vulnerable son la deserción escolar, la modificación del proyecto de vida, la desesperanza aprendida, la estructura familiar, la etnicidad y el primer embarazo de las progenitoras en la adolescencia (Mendoza, Claros y Peñaranda, 2016). Condiciones que son determinantes para el bienestar social y el estado emocional de la madre, lo que ayuda a configurar la siguiente generación (Pineda, 2013). Adicionalmente, una circunstancia que puede afectar estos los lazos afectivos entre ambos es cuando la progenitora decide continuar sus estudios o va en busca de empleo, lo que la motiva a dejar a su hijo al cuidado de otras personas, evento que de alguna manera estropea esta relación, pudiendo, además, influir tanto en el desarrollo físico como psicológico del niño (Escobar citado en García et al., 2016). Es necesario tener en cuenta, igualmente, que las manifestaciones de cariño que se le brindan al pequeño durante esta etapa son esenciales para su formación (alimento, la atención, estimulación y la disciplina) (Bowlby, 1986). Igualmente, Pérez, Menéndez e Hidalgo (2014) afirman que estas mujeres presentan una baja autoestima, tienen dificultades en la estructuración familiar y en el ámbito educativo, hechos que no fomentan una atención adecuada hacia los hijos. Asimismo, indican que, en cuanto a las redes de apoyo de estas mujeres consideradas vulnerables, aunque pueden ser numerosas no brindan la ayuda ni en el ámbito informativo, ni en el sentimental. Por otra parte, en el aspecto económico, las familias de escasos recursos se ven forzadas a efectuar grandes esfuerzos de índole laboral para satisfacer sus necesidades, razón por la cual no disponen de tiempo para atenderlos adecuadamente. Sin embargo, se hace necesario mencionar que algunas madres a pesar de haber vivenciado estas situaciones de vulnerabilidad, son capaces de sobreponerse ante estas circunstancias y establecer situaciones cálidas y amorosas en su hogar, lo que les permitirá fomentar un desarrollo adecuado en sus hijos en el momento de interactuar en el medio que los rodea. Algunas de estas situaciones son: experiencias favorables durante la niñez, percepciones
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de ayudas sociales tanto de la comunidad como de otras instituciones, comunicación familiar, capacidad de recuperarse (resiliencia), entre otras, lo que les posibilitará adaptarse y enfrentar estas condiciones (Builes y López, 2009). Por otra parte, la temática de esta investigación recoge aportes fundamentales de las propuestas teóricas de John Bowlby (1986), Ainsworth (citado en Bowlby, 1986), Barudy (2005) y otros autores relacionados con la construcción del vínculo afectivo. No obstante, aunque esta teoría tiene aplicaciones clínicas, también se puede utilizar en otros campos como el educativo, social, organizacional. No obstante, se hace necesario mencionar, que el foco de atención de esta investigación está puesto sobre la madre adolescente: sus convicciones, sus suposiciones y su sentir en relación a todas las circunstancias que favorecen la cimentación de los lazos afectivos con su hijo. Lo que guarda relación con las acciones concretas que en la cotidianidad de la interacción le permiten materializar dichas creencias y sentimientos. Por lo tanto, tal abordaje teórico se fundamentará en la integración de tres dimensiones que sirven de marco a la contextualización del problema, desde las cuales se efectuará la lectura, estas son: La dimensión de las interacciones entre madre-hijo, los legados intergeneracionales y el contexto sociocultural (concretamente en el aspecto de las condiciones de vulnerabilidad social del sector donde viven las participantes a fin de conocer en términos generales las dificultades de la construcción del vínculo afectivo madre adolescente-hijo, en este entorno). La primera dimensión hace alusión a las interacciones entre madre-hijo, que se relacionan con la teoría expuesta por el psicólogo y psiquiatra John Bowlby (1990). En 1959, Harlow (citado en Bowlby, 1989) demostró que el origen del amor y la seguridad no se encontraban en la alimentación, sino en el contacto corporal y el bienestar que proporcionaba este, razón por la cual concluyó que el aislamiento producía individuos que no eran capaces de mantener buenos lazos afectivos con las otras personas, hecho que sin lugar a duda, permitió explicar la conducta de los niños que eran criados en hospicios, debido a que ya por esa época, tanto pediatras como psiquiatras, habían manifestado que los niños que debían permanecer aislados a causa de una hospitalización presentaban trastornos mentales a pesar de encontrarse bien alimentados y satisfechos de sus necesidades físicas, esto porque carecían del afecto materno. Fue entonces cuando la OMS le encargó a Bowlby un estudio relativo a este fenómeno, quien determinó que las consecuencias negativas que producía esta carencia en los niños se daban por la privación del cuidado materno durante esa época (Bolwby, 1989) y posteriormente,
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definió el apego como una predisposición que tienen los seres humanos para crear lazos afectivos, sentimientos de seguridad y confianza indispensables para su desarrollo, aprendizaje que en un futuro le permitirían establecer adecuadas relaciones con las demás personas. Inicialmente, situó su teoría en las relaciones madre-hijo, luego incluyó a otras personas como el padre, los hermanos, los abuelos, nietos y entre otros familiares. Así, por ejemplo, a medida que la progenitora (persona que generalmente es la figura central), responda ante las demandas de su hijo (alimentación, aseo, protección, entre otros) este lazo afectivo se irá construyendo y se mantendrá durante toda la vida, al igual que con otros sujetos que interactúan con él y que reconocerá como cercanas pero que al mismo tiempo irá diferenciando (Bowlby, Chodorow, citados en Pineda, 2013). Por su parte, el padre en términos generales, es la figura mental que aparece a continuación de la progenitora y tiene más relación con el juego, actividades cotidianas, entre otros (Oiberman, 2008). En este aspecto, Bowlby (1986) manifestaba que la proxemia son las interacciones que la madre establece con su hijo por medio del contacto físico (abrazos, caricias, besos), corporal (calor de otra piel), visual (saludos), gestual, verbal y no verbal. Es el vínculo más importante que se da durante los primeros años del niño, en razón a que la figura materna es quien atiende sus demandas, momento durante el cual los dos deben experimentar satisfacción, placer; y con respecto al niño busca la cercanía de su progenitora, quien es regularmente quien lo cuida y alimenta. Ahora bien, en cuanto a la presencia- ausencia de la madre, corresponde al tiempo que esta le dedica y comparte con su hijo. De lo contrario, si la progenitora no le brinda el amor y las atenciones necesarias se da la “Privación materna” (Bowlby, 1993). Asimismo, Bowlby (1986) señalaba que la interacción madre-hijo es diferente a cualquier otra en el mundo en razón a que en un comienzo la progenitora y su hijo estuvieron unidos en un mismo cuerpo, pero después del parto, ella debía renunciar a la idea de que representa lo mismo. Aún así, procrear un hijo, los dolores del parto y su cuidado, ocasionan tanto sacrificios como alegrías, hechos que pueden ser positivos o negativos de acuerdo al carácter de la madre y de los modelos de otras madres. Igualmente, el modelo planteado por Bowlby, señala que el desarrollo psíquico del niño, dependerá en gran medida de la sensibilidad y respuesta de su progenitora al responder con prontitud a sus necesidades físicas, afectivas, etc. en un momento determinado, circunstancia que además de proporcionarle seguridad, amparo, le permitirán establecer relaciones sociales de carácter sano en el futuro (Bowlby, 1986).
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En este sentido, Pineda (2013), manifiesta que la interacción entre ambos, se constituye en las primeras relaciones humanas del infante y son la base de su personalidad. Por otra parte, Badinter (1992) indica que este vínculo afectivo, no es un evento instintivo en la madre, sino que es una competencia social que se va construyendo paulatinamente a través de las sonrisas, caricias, entre otros, que le otorgan la seguridad al niño de sentirse querido y aceptado. Por su parte, Bolwby (1986), asegura que en el individuo se da una actitud de establecer lazos afectivos íntimos con determinados sujetos como parte de la naturaleza humana, suceso que es semejante a la calidad del vínculo afectivo y que constituye una serie de pautas de comportamiento particulares, de cierta forma elaboradas con antelación, que se dan en la vida cotidiana durante los primeros meses del niño y que ocasionan una cercanía estrecha con su figura materna. Adicionalmente, en los últimos años se ha podido establecer que los lazos afectivos entre la madre y su hijo se inician desde el periodo de gestación, circunstancia que tiene gran relevancia para el desarrollo futuro del niño. Así pues, este suceso estaría directamente relacionado con la calidad de atención, protección, cuidados que le proporcione su progenitora, la receptividad para comprender y responder ante las demandas del niño, posteriormente luego de nacimiento. Las representaciones que se dan en la madre, estarían relacionadas luego con su aptitud para manejar las situaciones de ansiedad del bebé, su atención y lazos afectivos que construya más adelante con él (Grimalt y Heresi, 2012). Por consiguiente, Thompson, Pajulo y Mayes (citados en Grimalt y Heresi, 2012), manifiestan que el inicio de este lazo afectivo prenatal se da a partir de las percepciones internas que la progenitora vaya edificando respecto a su hijo durante la gestación. Así mismo, es durante este periodo, donde cambia su identidad y su papel en la sociedad, en razón a que las ideas que ella tenía sobre sí misma, se van adecuando y reestructurando en la creación de una nueva apreciación sobre el mundo, en donde van ligados su papel como mujer y como futura madre; como pareja y familia de origen. De igual forma, se ha podido determinar que la clase de percepciones que la progenitora forma durante su gestación, depende de su historia de lazos afectivos (Stern, 1997). Asimismo, Aisnworth y otros autores (citados en Bowlby, 1989) proponen tres modelos principales de relación entre madre-hijo que son: (a) apego seguro que se caracteriza porque el cuidador principal responde adecuadamente a las demandas del bebé, es asequible, sensible y lo ayuda si este se encuentra en problemas. (b) Apego ansioso ambivalente, que se caracteriza
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porque la madre atiende las solicitudes del niño pero no de una manera inmediata y c) Apego ansioso elusivo, se presenta cuando la madre no atiende adecuadamente las necesidades del niño. *1 En consecuencia, tanto los sentimientos como el comportamiento de la progenitora hacia su hijo estarían influenciados por las experiencias de apego que ha experimentado esta con sus padres, hecho que fue revelado por Bowlby (1989) en estudios realizados con madres que fueron maltratadas por estos y que luego castigaban a sus hijos, replicándose así este comportamiento. De este modo, la calidad del apego temprano estará sujeta a la buena disposición que mantenga su cuidador para que el bebé obtenga los primeros sentimientos de confianza y no de inseguridad, temor o abandono. Igualmente, la madre o el cuidador principal deben contar con una gran sensibilidad para comprender las demandas o necesidades del niño, obteniendo una interacción óptima entre ambos (Villa, Giraldo, Ramírez, Orozco y Blanco, 2016). Así, por ejemplo, una madre que haya experimentado un apego seguro, desarrollará una actitud positiva hacia su hijo, por el contrario, si el apego es inseguro manifestará actitudes de rechazo hacia él. De igual manera, las primeras podrán expresar libre y espontáneamente sus experiencias con sus madres, mientras que a las segundas les costará trabajo mencionarlas (Bowlby, 1989). Por otro lado, Delgado (2004) indica que la teoría relacionada con el desarrollo socioemocional planteada por Bowlby, se ha convertido en un gran pilar de la psicología contemporánea y aunque a lo largo de los años otros autores han presentado diferentes conceptos relacionados con el tema, todavía se consideran sus trabajos y los de Ainsworth como punto de referencia primordial sobre el apego, teoría que ha tenido aplicaciones en el ámbito social, clínico y educativo; en el campo social por ejemplo, Garcés y Chamorro (2012), indican
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[1]Estas formas de organización del apego se nombran en el contexto de esta investigación sin
detenerse en un estudio detallado de las mismas, en razón de que permiten entender las maneras como la relación madre-hijo contribuye a configurar las diferentes formas de construir el vínculo afectivo, si bien no constituyen el foco de la pregunta de investigación.
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que se ha podido determinar la relevancia de los lazos afectivos en el desarrollo mental del niño, en especial durante sus primeros años; en el aspecto clínico Martínez, Fuertes, Orgaz, Vicario y González (2014), manifiestan que tanto la presencia como la atención constante que proporciona el cuidador principal posibilita en el niño el desarrollo de unos determinados modelos mentales con respecto a sentimientos, comportamientos sobre sí mismo y sobre los demás, circunstancia que le permite la creación de relaciones posteriores. En cuanto al ámbito educativo, Carbonell (2013), indica que algunas investigaciones han revelado que los niños con apego seguro, durante sus primeros años escolares, manifiestan mejores habilidades para manejar la rabia, el miedo, el estrés, etc. Además, interactúan más fácilmente con su profesor, compañeros y aprenden con mayor rapidez que los niños que han tenido apego inseguro. Este modelo ha sido considerado como uno de los más confiables, a pesar de haber sufrido diversos cambios, críticas y de haber recibido aportes de otros especialistas, en razón a que no considera los lazos entre madre-hijo como un comportamiento instintivo e invariable que se origina a partir de una motivación concreta, sino más bien, como una conducta que se va adaptando, en relación con unos determinados propósitos y que cambia de acuerdo a las condiciones del entorno. Ahora bien, Barudy y Dantagnan (2005) tienen otros planteamientos uno biológico y otro constructivista con respecto a la construcción del vínculo afectivo madre-hijo, el primero se asemeja a lo expuesto por Bowlby, donde el sistema nervioso y el cerebro establecen una serie de intercomunicaciones que permiten que el organismo funcione coordinadamente a la hora de establecer relaciones sociales, aspecto que se manifiesta en el apego de la madre con el hijo. El segundo, en similitud con Baninter, donde las relaciones afectivas permiten al ser humano moldear una personalidad sana en las etapas más importantes de la vida, como lo son la infancia y la adolescencia, mediante elementos como el cuidado, la seguridad y la atención, estos son determinantes puesto que facilitan el cuidado de sí mismo y el establecimiento de nexos con los demás. En síntesis, este vínculo permite la subsistencia y la capacidad de adaptación al medio en el que se está inmerso. Por otra parte, un mecanismo que favorece el desarrollo del vínculo afectivo entre madre e hijo, lo constituye la lactancia materna, que es considerado el alimento óptimo para el bebé durante los primeros seis meses de vida, lo protege contra diversas enfermedades, pero ante todo es un lazo afectivo singular entre la progenitora y el niño, en razón a que este momento tanto íntimo como de conexión, favorecerá la relación entre ambos y afianzará relaciones futuras
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(Calvo, 2008). Del mismo modo, Morillo y Montero (2010) afirman que esta práctica es una experiencia enriquecedora que favorece el fortalecimiento de los lazos afectivos madre-hijo, en razón a que se da un contacto directo entre ellos; la madre se torna sensible durante este momento, pues su mayor preocupación está relacionada con la alimentación y cuidado de este. Así mientras la madre intenta mantener el niño cerca de ella, éste por su parte, desea permanecer a su lado a través de la succión, la sonrisa y el llanto. Este tipo de acercamiento entre ambos se denomina comportamiento afectivo. Adicionalmente, Ortiz, Borré, Carrillo y Gutiérrez (2006) destacan que la construcción de los lazos afectivos entre madre e hijo a través de la lactancia, es una experiencia de aprendizaje para ambos, donde se estimula el amor, por medio de la conversación, el tacto y el apoyo materno y se desarrolla la confianza y la seguridad que produce los brazos de la madre, espacio beneficioso para los dos, donde surgen nuevas sensaciones y emociones. De la misma manera, Pinilla, Domínguez y García (2014) manifiestan que esta práctica ocasiona en las madres adolescentes intranquilidad, bien sea por la etapa que están viviendo, por la ignorancia sobre este tema o inexperiencia. En síntesis, el apego se constituye en la relación inicial que se da entre la progenitora o cuidador principal con el bebé, que se considera permanente y donde ella es competente para captar las manifestaciones del niño. Así mismo, es un proceso que perdura en el tiempo, en razón a que no termina con el parto o la práctica de lactancia sino que es el cimiento de todas las relaciones afectivas que se darán en el individuo durante toda su vida (padres, docentes u otros sujetos con quienes se han creados lazos afectivos sólidos) (Moneta, 2014). En lo que respecta, a la segunda dimensión que corresponde a los legados intergeneracionales, se refiere a las relaciones que se dan entre individuos de generaciones diferentes y se cimenta con la permanencia de los lazos afectivos que se desarrollan entre abuela, madre, madre adolescente e hijo, que interactúan en un mismo lapso de tiempo, espacio; a su vez tienden a mantenerse y sólo cesan cuando no hay continuidad en la relación con las figuras parentales (privación ò separación) (Beltrán y Rivas, 2013; Carrillo, Maldonado, Saldarriaga, Vega y Díaz, 2004 ). Ahora bien, es el marco familiar donde la progenitora asume los legados intergeneracionales relacionados con la construcción del vínculo afectivo; siendo este núcleo el
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que influye de manera determinante en el desarrollo socio afectivo del niño, en razón a que es allí donde se aprenden las habilidades, valores, costumbres, normas, comportamientos, la manera de solucionar los conflictos y la adaptación a los parámetros sociales (Cuervo, 2010). Asimismo, este se constituye en la primera escuela donde se desarrolla el aprendizaje sentimental del niño, tanto sus emociones, sentimientos, etc. dependerán de la clase de lazos afectivos que se hayan construido durante sus primeros años de vida (Pineda, 2013) y es en este contexto donde se realizan diversos procesos mentales en el sujeto, en razón a que tienen un lenguaje, una religión específica y una manera particular de enfrentar los hechos cotidianos, es por ello que el sujeto de acuerdo a sus competencias y a su momento de vida, genera ciertas formas de conducta de una generación a otra (Vargas, Ibáñez y Mares, 2017). En este sentido, Tapia y Pérez (2011), indican que los procesos psicológicos que se dan en la mente de un individuo, son adquiridos mediante modelos de conducta que los sujetos de la generación actual reciben de sus progenitores, circunstancias que fueron significativas a lo largo de su vida, que tienden a ser repetidos, adicionalmente están respaldadas por las actitudes de sus abuelos. En otras palabras, es la estabilidad de prototipos afectivos durante toda su vida. Es por ello, que con base en la clase de relaciones que el niño establezca con sus figuras de apego (madre, padre o parientes), constituirá un antecedente para que él construya sus creencias con respecto a las otras personas, al mundo y así mismo; modelos que serán aprendidos y tenderán a conservarse durante toda la vida y a repetirse cada que establezca una relación afectiva (Carrillo, Maldonado, Saldarriaga, Vega, Díaz, 2004). Estos legados, según McGoldrick y Gerson (1987), corresponden a las creencias que las madres toman de sus familias de origen y son transmitidos generacionalmente. Es en ésta, en donde se origina el cuidado del niño, siendo la base que le permite a las progenitoras adquirir sus primeros conocimientos al respecto por medio de sus madres o abuelas que poseen experiencia. Asimismo, utilizan otras redes de apoyo como son sus vecinos o amigos; evidenciando de esta manera que el cuidado de los niños está seriamente influenciado tanto por la familia como por la sociedad a la cual pertenece la madre, transmitiendo estos aspectos culturales a las otras generaciones; creencias y actividades que pueden influir positivamente en la formación de su propia conducta; aunque éstos actos al no ser propios, pueden ser intensificados, cambiados o reconsiderados (Blúmer, citado en Parada y García, 2017). Finalmente, en relación con la dimensión socio-cultural que contribuyen a la construcción del vínculo afectivo que establecen las madres con sus hijos, estará influenciada
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por el entorno cultural donde estas se desenvuelven con sus hijos, suceso que se transformará a través del tiempo, en razón a los cambios que se producen en los ámbitos sociales, políticos, entre otros y a las normas que han sido establecidas en dicha sociedad (Hernández y Sánchez, 2008). En este orden de ideas, la cultura corresponde a una serie de principios, valores que han sido aceptados por los miembros de una comunidad y que, en definitiva, son los que determinan la forma de pensar, actuar frente a los diferentes hechos de la vida diaria, otorgándoles una identidad particular (Tenorio, 2002). Por su parte, Infante y Martínez (2016) afirman que tanto la atención para cubrir las necesidades del niño como su educación, implican un conjunto de factores relacionados con el pensamiento, cultura y la sociedad.
Al respecto, los padres poseen unos conocimientos,
actitudes, disposiciones y creencias específicas con relación a la salud, alimentación, relevancia del entorno físico, social y las oportunidades de aprendizaje que sus hijos pueden obtener en familia, que es lo que se denomina crianza. Igualmente, Pulido, et. al (2013), manifiestan que las creencias, son conocimientos obtenidos a través de la práctica acumulados en el tiempo, como un conjunto de valores que tienen preponderancia unos sobre otros. Por consiguiente, la manera como los padres guían a sus hijos está directamente relacionada con la clase social, las costumbres, las leyes sociohistórico y culturales. Estas ideas que se han fijado en los individuos y que les permite evaluar y actuar en una forma determinada en su entorno son propios de una comunidad y es por esto que la relación madre-hijo está directamente relacionada con el trato, los valores que se le dieron durante su niñez; prácticas que se van internalizando a través de la cultura. Así, por ejemplo, si durante este periodo se suscitaron castigos violentos, escaso diálogo, parámetros pocos claros, todos estos hechos tienden a transmitirse a otras generaciones. Con respecto a los valores, estos se refieren a las bases primordiales a través de las cuales se orienta la vida de los individuos; al mismo tiempo que se constituye la clave de la conducta humana (Sartre, citado en Medina, 2007), aspectos que indudablemente están ligados a las creencias y reglas de comportamientos que están cimentadas en el ámbito cultural en el que se desenvuelven las personas. En este sentido, las madres como agentes responsables de la crianza y socialización de sus hijos comparten con ellos sus propios valores, su apreciación tanto de sí mismos como de los otros, del mundo y de la realidad que han ido construyendo a lo largo de su vida (Gallego, 2012).
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Según Triana, Ávila y Malagón (2010) es a partir de la estructura familiar y los valores que se han establecido dentro de ésta, que se desarrolla el proceso de socialización, los cuales son mecanismos a partir, de los cuales los individuos elaboran su identidad tanto individual como grupal y forman a los niños de acuerdo con los valores y conductas sociales que les permiten adaptarse a ella y a la vez están fijados por la familia y la cultura en donde se encuentran inmersos (Pulido, et. al, 2013). Por otra parte, Badinter (1992) manifiesta que la visión de maternidad está determinada por la apreciación que las mujeres tengan sobre sí mismas y sobre las creencias del entorno cultural donde se encuentran. Así por ejemplo, en algunas culturas y en ciertas épocas de la historia esta condición se visualiza como un evento tanto natural como universal, a la que se le otorga un instinto materno. De igual manera, Prieto (2008) afirma que los individuos no tienen plena consciencia de cómo estas valoraciones inciden en su manera de pensar y de actuar. A propósito de la percepción que tienen las madres adolescentes sobre sí mismas en relación con el cuidado de sus hijos, ésta va ligada directamente a circunstancias tanto históricas, culturales como sociales y a los significados que este fenómeno tiene para cada generación, hecho que es percibido desde la concepción como un cambio en su proyecto de vida (Parada y García, 2017). En este orden de ideas, mientras algunos autores manifiestan que existe una gran posibilidad que estas madres no realizan unas acciones adecuadas en cuanto al cuidado de los hijos, en razón a la escasa o errada información que poseen sobre este tema (no le prestan ni atención ni el control pertinente, las manifestaciones de cariño y la responsabilidad hacia ellos son escasas, tampoco hay una debida estimulación). Otros, afirman que algunas madres adolescentes, siguen lo patrones de crianza de sus progenitoras, otorgándole además, una re significación a estas prácticas y transformando los lazos afectivos con sus hijos, considerándose independientes tanto para efectuar estas actividades como para tomar decisiones en el cuidado de los mismos, mostrándose tanto dichosas como cariñosas, aunque en algunos momentos, necesitan la ayuda, de sus padres, familiares, vecinos, entre otros, para realizar este cuidado (redes de apoyo informal) (Parada y García, 2017). Asimismo, cuentan con la existencia de redes de apoyo institucionales (colegios, centros de salud, iglesias), que contribuyen a la satisfacción de necesidades concretas y aportan en el desarrollo de los individuos (Chadi, 2009). Además, el ser madre, en otras mujeres no afecta su manera de percibirse, motivo por el cual, continúan con su proyecto de vida; la maternidad es considerada entonces como una
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situación normal, que les permite a estas jóvenes sentirse realizadas, con mayores responsabilidades, deseos de progresar, dejando a un lado a sus amigos y otras actividades para dedicarse a criar a sus hijos. Igualmente, toman otra postura frente a sus amistades, mejora su autoestima, además de posibilitar el desarrollo de su actividad sexual e inclusive, algunas manifiestan que desaparece el sentimiento de vacío con respecto a su vida y que, en el presente, sus hijos se constituyen en un aliciente para su futuro (Parada y García, 2017). Por otra parte, los elementos más reiterativos en dichos modelos parentales son las reglas de comportamiento que son establecidas por las familias; los lazos afectivos que se refieren al manejo de las emociones, cariño y tiempo dedicado a la convivencia (que pueden ser: cálido, que se caracteriza por la constancia de los padres, la cercanía y una adecuada comunicación (Sampayo y Lezcano, 2014); cercano, donde se dan expresiones de cariño eventuales pero con suficiente tiempo y un adecuado diálogo entre sus miembros; elemental donde, no existen suficientes muestras de afecto ni de tiempo y situacional, cuando no se manifiesta ningún lazo afectivo y tanto el tiempo como la comunicación entre sus miembros, depende de una determinada circunstancia o estado de ánimo); y las pautas de éxito, cuando la familia se constituye en un componente que fomenta la autonomía de los hijos (Infante, Martínez y Díaz, 2013). En síntesis, la cultura es un factor relevante para la adopción de los conceptos con respecto a la crianza, en razón a que es la evidencia de una manera de pensar característica con relación a la vida (Solís-Cámara, Arámbula, Íñiguez y Vargas, 2014). Así mismo, será tanto la cultura como la apreciación que posean los padres con respecto a su rol los que influyen en la cimentación de los conceptos sobre ésta. En otras palabras, las ideas sobre la crianza se originan a partir de la unión de la cultura y las ideas concretas que posean los individuos sobre este tema (Infante y Martínez, 2016).
Figura 1. Dimensiones que sirvieron de marco a la contextualización del problema (autoría propia)
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MÉTODO
Tipo de investigación La presente investigación tuvo un abordaje cualitativo, orientado a la comprensión y el reconocimiento de la realidad desde una perspectiva interna de las participantes, dado que se buscó identificar las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo de estas con sus hijos (Pérez, 2001). El proceso metodológico utilizado, fue con un propósito abierto, donde el interés de este estudio, se centró en la diada madre-hijo, a través de sus experiencias, creencias, expectativas historia de relación afectiva con sus padres, familiares, entre otros (Estrada, 2010). Se hace necesario mencionar, que en la metodología cualitativa, se abarcaron aspectos subjetivos e intersubjetivos de cada persona construidos en su propia historia (Sandoval, 1997; Rodríguez, Gil y García, 1999 y Martínez, 2006). Asimismo, surgieron unas categorías de análisis que se desarrollaron a lo largo de la investigación, y permitieron dar cuenta del fenómeno que se quiso estudiar. Sin embargo, éstas fueron manipuladas moderamente y no utilizadas como el modelo que orientaba la investigación, sino por el contrario, permitieron contrastar la teoría planteada en el marco teórico con la información recolectada en las entrevistas a partir de la realidad de las participantes, con el fin de describirlas tal cual eran mencionadas por las participantes sin compararlas , confrontarlas y examinarlas (Martínez, 2006).
Diseño El diseño que se utilizó en esta investigación fue de carácter fenomenológico, puesto que se logró reconocer y comprender las convicciones, experiencias, vivencias, significados y aplicaciones que las madres adolescentes le concebían a su vida (Hernández, Fernández y Baptista, 2006),circunstancia que permitió dar cuenta de primera mano el verdadero sentido que
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cada una de las participantes le otorgaba a la interacción con sus hijos y la manera cómo ellas cimentaban los lazos afectivos con estos, hecho que sin duda favoreció la descripción y el análisis de los resultados y la discusión partiendo de la perspectiva vivencial de ellas. (Sandoval, 1997; Rodríguez, Gil y García, 1999 y Moreno, 2014). Asimismo, se consideraron algunos aspectos para el desarrollo de este diseño como: la implementación de un lenguaje sencillo con el fin de que las participantes entendieran y dieran cuenta en los relatos sus experiencias, dado que si en la conversación hubieran surgido preguntas elaboradas no se responderían en su máximo esplendor, además se observaron sus comportamientos y se escucharon las narraciones tal cual eran mencionados por estas (toma de apuntes) (Martínez, 2006; Sandoval, 1997 y Moreno, 2014). Participantes En esta investigación se contó con la participación de 3 madres adolescentes, selección que se realizó teniendo en cuenta como criterio de inclusión: madres adolescentes primerizas con un rango de edad entre los 15 y 19 años, con un solo hijo, que contara con una edad inferior a un año y que las participantes vivieran concretamente en la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali. En cuanto a los criterios de exclusión acogidos fueron los siguientes: que no convivieran actualmente con sus hijos; que vivieran hace un año en la zona de la ladera, en razón a que se consideró un lapso corto de tiempo en relación con la contextualización cultural de la zona; que hubiesen sobrepasado la etapa de la adolescencia. Por otra parte, el muestreo que se realizó fue de carácter intencional, puesto que solo se seleccionaron las participantes que cumplían con los criterios de inclusión, además estas hacían parte de las redes de las investigadoras y la información suministrada fue de carácter minuciosa y detallada (Martínez, 2012). La estrategia implementada de acuerdo con Quintana (2006) fue la técnica de bola de nieve, en razón a que las investigadoras contaron con la ayuda de un informante clave en este caso una de las líderes de la comuna para acceder a las madres adolescentes con el fin de que suministraran información minuciosa y detallada para atender a los propósitos de la investigación y comprender estos sucesos en su complejidad (Martínez, 2006). Instrumento La información recopilada en esta investigación fue obtenida por medio de dos
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técnicas: La primera, fue la observación no-participativa que permitió a las investigadoras posesionarse sobre una mirada externa, donde no hubo un involucramiento directo con las participantes, pues así se obtuvo un análisis del fenómeno tal cual fue mencionado y en tiempo real (Hernández, Fernández y Baptista, 2006 y Munarriz, 1992). Así mismo, esta técnica permitió evidenciar las características de la proxemia en la relación entre las madres y sus hijos, la presencia- ausencia y la sensibilidad y respuesta frente a las necesidades de los hijos. Estos comportamientos observados, permitieron indagar sobre las formas de contacto (lo gestual, el contacto corporal, las interacciones visuales, el tono de la voz, la cercanía o distancia física entre la madre y su hijo, el tono emocional de la interacción, sensibilidad de la madre frente a las expresiones afectivas del niño, etc. ( Ainsworth, citado en Bowlby, 1986). La segunda técnica, se llevó a cabo mediante la entrevista no estructurada en profundidad cuyo propósito fue identificar el discurso tal cual era mencionado por las madres adolescentes. Este diálogo abierto, giró en torno a los sentimientos relacionados con los recuerdos vivenciados por ellas, sus experiencias, creencias, prácticas, deseos, a fin de establecer la manera como construían el vínculo afectivo con su hijo (Hernández, Fernández, Baptista, 2006). Aunque no existía un listado de preguntas preparadas con antelación, las investigadoras contaron con una serie de temáticas que permitieron dar fluidez y profundidad del diálogo en torno al tema, las cuales fueron puestas en contraste con dos jueces expertos. Por lo cual, fue imprescindible realizar un rapport con las participantes, para que se sintieran cómodas y entraran en confianza. Es pertinente mencionar, que se realizaron otras visitas a fin de aclarar dudas con respecto a la conversación preliminar (Robles, 2011).
En este orden de ideas, se presentará el cuadro de las categorías y subcategorías, es necesario aclarar que la primera categoría está referida a la forma como las madres adolescentes construyeron el vínculo afectivo con sus propias figuras parentales, especialmente con la figura materna. La segunda categoría, en cambio, está referida a la manera cómo las madres adolescentes han venido construyendo el vínculo afectivo con sus propios hijos(as) a partir de sus creencias. La tercera categoría, se enfoca en la interacción entre madre-hijo durante una práctica de alimentación. Por último, la cuarta categoría corresponde como las madres adolescentes perciben las condiciones de vulnerabilidad en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos.
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Se hace necesario mencionar, que no se evaluó la proxemia y formas de contacto directamente sino que en este punto se refiere a que piensa la madre acerca de estos elementos en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos.
Tabla 1 Categorías de análisis y subcategorías
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Primer objetivo específico
Categorías
Definición
Subcategorías teóricas Presencia- ausencia : Corresponde al tiempo que las madres de las participantes les dedicaban y compartían con sus hijas durante su proceso de crianza. (Bowlby, 1986).
Corresponde a la predisposición que Describir las relaciones de tiene la madre para crear lazos afectivos las madres adolescentes apartir de las experiencias que Construcción del vínculo con sus figuras parentales mantuvieron con su cuidador dentro de afectivo en sus familias implicadas en la la crianza, posibilitando la trasmisión de de origen. construcción del vínculo estos a sus hijos. Lazo que se irá afectivo. construyendo y se mantendrá durante toda la vida (Bolwby,1989).
Segundo objetivo específico
Categorías
Definición
Sensibilidad y respuesta : Corresponde a la empatía que las progenitoras manifestaban frente a las madre adolescente, que les permitía reconocer las necesidades de éstas (Bowlby, 1986), y las acciones que llevaban a cabo para atenderlos, durante su proceso de crianza. Proxemia y formas de contacto : Corresponde a las interacciones que las progenitoras establecían con las madres adolescentes a través del lenguaje no verbal (tono de la voz, el contacto corporal , la mirada, etc) la cercanía o distancia física entre madre e hija etc
Subcategorías Este objetivo no evalúo directamente las subcategorias, sino que se tuvo en cuenta la perspectivas de las participantes sobre estos elemnetos en la construccion del vínculo afectivo con sus hijos Creencias relativas a la presencia- ausencia de la madre : se tiene presente lo que la madre adolescente piensa con respecto a este elemento para hacerle frente a las necesidades del hijo (Bowlby, 1988).
Reconocer las creencias relativas a la construcción Sistemas de del vínculo afectivo de las creencias. madres adolescentes con sus hijos .
Creencias relativas a la sensibilidad y respuesta : Corresponde a que tan importante es para las Corresponden a las creencias y no a madres adolescente estos aspectos como clave las acciones concretas (conductas) en la cosntrucción del vinculo afectivo con su hijo(Bowlby, 1989). que las madres toman de sus familias de origen como de la Creencias relativas a la proxemia y formas de sociedad donde viven, contacto :Se le otorga mayor importancia a lo que implementando y trasmitiendo estos la madre piensa con respecto a a las interacciones aspectos culturales dentro de la que la madre establece con el hijo, como por crianza de sus hijos en lo que ejemplo el tono de la voz, el contacto corporal, la respecta a la construccion del mirada, las cercanías y las distancias, entre otros vinculo afectevo. (McGoldrick y (Bowlby, 1986).(contacto corporal, visual, verbal, Gerson, 1987; y Parada y García, gestual). 2017). Creencias relativas a la asunción de los legados intergeneracionales de la madre adolescente: Corresponde a todas las habilidades, valores, costumbres, normas, comportamientos, la manera de solucionar los conflictos y la adaptación a los parámetros sociales que la madres adolescentes asumen de sus figuras parentales dentro de un mismo espacio y lapso de tiempo (Cuervo, 2010).
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Segundo objetivo especifico
Categorías
Definición
Corresponde a las creencias no a las accione concretas (cinductas) que las madres toman de sus famiias de origen como de la sociedad donde viven, imlementando implementando y Reconocer las creencias trasmitiendo estos relativas a la construcción del vínculo afectivo de las Sistemas de creencias aspectos culturales denro de la crianza madres adolescentes con de sus hijo en lo que sus hijos repecta a la construccion del vinculo afectivo (McGoldric y Gerson, 1987; y Parada y García, 2017)
Tercero objetivo específico Identificar las interacciones relacionadas con la construcción del vínculo afectivo de las madres hacia el hijo, durante un momento de alimentación.
Cuarto objetivo específico
Categorías
Subcategorías Se hace necesario mencionar, que en este objetivo no se evalúo directamente las subcategorías sino que en este punto se hace alusión a las perspectivas de las madres adolescentes acerca de estos de estos de estos elementos en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos. Creencias relativas a la presencia- ausencia de la madre: Corresponde a lo que la madre adolescente piensa con respecto a este elemento para hacerle frente a las necesidades del hijo (Bolwlby,1988). Creencias relativas a la sensibilidad y respuesta: Corresponde a que tan importante es para las madres adolescentes estos aspectos como clave en la construcción del vínculo afectivo con su hijo (Bowlby, 1989). Creencias relativas a la proxemia y formas de contacto : Se le otorga mayor importancia a lo que la madre piensa con respecto a las interacciones que la madre establece con el hijo, como por ejemplo el tono de la voz, el contacto corporal, las miradas, las cercanías y las distancias, entre otros (Bowlby, 1986). Creencias relativas a la asunción de los legados intergeneracionales de la madre adolescente: Corresponde a todas las habilidades, valores, costumbres, normas, comportamientos, la manera de solucionar conflictos y la adaptación a los párametros sociales que las madres adolescentes asumen de sus figuras parentales dentro de un mismo espacio y lapso de tiempo (Cuervo, 2010).
Definición
Subcategorías
Se refiere a la relación íntima, constante y singular de unión que Interacciones se produce entre la progenitora y relacionadas con la su hijo a través del contacto construcción del vínculo corporal, gestual y verbal, afectivo. originando complacencia y placer mutuos. (Bowlby, 1986; Infante y Martínez, 2016).
Categorías
indagar cómo las madres adolescentes perciben las condiciones de Vulnerabilidad vulnerabilidad social social. en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos.
Definición Hace referencia a la vivencia de situaciones de inseguridad y desamparo que manifiestan los individuos por las dificultades sociales, económicas, escaso apoyo institucional, problemas emocionales, carencia de los derechos fundamentales, entre otros (Pineda, 2013; Marotta, 2007).
Proxemia y formas de contacto : Corresponde al contacto corporal, visual, la cercanía o distancia física, verbal y gestual que la madre establece con el hijo (Bowlby, 1986).
Sensibilidad y respuesta : Corresponde a la respuesta adecuada de la madre frente a las necesidades que el niño manifiesta durante el momento de observación (Bowlby, 1986).
Subcategorías Consideraciones de vulnerabilidad dentro de la comuna 18:.Se presenta dentro de la comuna 18 carencia de escenarios para programas deportivos, recreativos y culturales(Alcaldía Santiago de Cali, 2011). Redes de apoyo informales: Corresponde a las ayudas que brindan los padres, los suegros, las vecinas entre otras (Parada y García, 2017). Redes de apoyo institucionales: Corresponde a diversos organismos (iglesias, colegios, centros de salud) que satisfacen necesidades concretas de los individuos que las redes informales no pueden cubrir (Chadi, 2009).
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Procedimiento
Haciendo referencia al plan que se llevó a cabo para la recolección de los datos se tuvo en cuenta las siguientes fases, que van desde la revisión de la literatura, el contacto con las participantes, la realización de las entrevistas, hasta la finalización de la investigación. Fase 1: En un primer momento, se efectuó una revisión de la literatura para indagar sobre la problemática del embarazo, las estadísticas, los antecedentes, entre otros, para construir la introducción, el marco contextual, método, categorías teóricas que fueron surgiendo durante el desarrollo de la investigación y la justificación. Fase 2: Luego se procedió a un acercamiento a esta comunidad con el fin de conocer a las participantes y sus necesidades. Seguidamente se contactó a la líder para acordar una cita con una madre adolescente y realizar la respectiva prueba piloto validada con antelación por los jueces experto, en donde se le explicó tanto los objetivos como el propósito de su participación en la investigación, además se le entregó el asentimiento (Ver anexo 1) y consentimiento informado (Ver anexo 2) para sus acudientes para que fueran diligenciados. Una vez realizada esta, se verificó si los instrumentos (entrevista en profundidad y observación no participativa), cumplían con los objetivos propuestos. De lo contrario, se realizaron los ajustes pertinentes (Ver anexo 3). Fase 3: Después de elaborada la prueba piloto se realizaron los cambios pertinentes, teniendo en cuenta las sugerencias de uno de los jueces, para ser aplicada a las madres participantes en un espacio de confianza (dentro del hogar de cada una), en donde pudieran expresar sus libremente sus opiniones, prácticas, creencias, entre otros, relacionadas con la construcción del vínculo afectivo, además se les mencionó la relevancia de su participación en este proyecto. Fase 4: Posteriormente de la realización de la entrevista en profundidad a las participantes, hubo un segundo momento donde se procedió a observar y a filmar un momento de alimentación en cada una de estas con sus hijos. Asimismo, se indagó sobre las posibles dudas que se generaron durante la conversación previa, se agradeció por su colaboración señalando que si era necesario otro encuentro, sería únicamente para aclarar estas.
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Fase 5: Una vez recogida la información por medio de las entrevistas en profundidad y observaciones no participativas,
se codificaron los resultados,
estableciendo además las ideas claves por cada participante, categorías que surgieron en el desarrollo de este proceso agrupándolas por similitudes y diferencias. Fase 6: Luego se procedió a realizar una descripción biográfica de cada una de las madres participantes con sus respectivos genogramas a fin de que los lectores pudieran comprender cada resultado descrito. Fase 7. Estos resultados, expresados en términos de categorías, se contrastaron con las teóricas que fueron creadas en la fase 1, con el fin de enriquecer tanto la comprensión de las bases teóricas previas con la realidad experiencial expresadas por las madres adolescentes, que se mencionaron en el apartado de discusión. Además, se relacionó en una tabla las ideas clave por objetivos y categorías. Fase 8: Para finalizar se realizaron conclusiones y recomendaciones pertinentes y un informe detallado para ser socializado con las participantes. Técnica de Análisis y tratamiento de la información En relación con el análisis de los datos, este se hizo desde la perspectiva del análisis de contenido de orientación cualitativa, cuyo objetivo fue analizar el contenido comunicativo del mensaje, mediante la descodificación de la información que se tiene físicamente, como documentos escritos, frases, párrafo, relatos etc. Clasificándolo por medio de categorías que explicaron los fenómenos sociales a investigar (Fernández, 2002). Consideraciones éticas En la presente investigación se tuvo en cuenta la Resolución 8430 de 1993 que erige las normas científicas, metódicas y oficiales para los estudios relacionados con la salud, así como La Ley 1090 (Congreso de la República, 2006) que señala el quehacer justo y competente del psicólogo. Igualmente, se pretendió contribuir a una reflexión sobre la importancia de la construcción del vínculo afectivo de las madres adolescentes, con sus hijos de la comuna 18 de Cali, para esto, se emplearon ciertas estrategias que permitieron que la investigación fuera éticamente responsable, estas estrategias consistieron en lo siguiente: durante el desarrollo de todo el trabajo investigativo se tuvo un asesoramiento
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y acompañamiento permanente tanto del tutor como de la Fundación de Menos a Más que brindó el apoyo de las líderes comunitarias, las cuales ejercieron el rol de supervisoras e intermediarias durante este proceso de intervención. Con respecto a la metodología, se implementó el uso de un consentimiento informado (Ver anexo 2) para cada padre o acudiente que estuviera a cargo de la joven y un asentimiento para la participante (ver anexo 1), en el cual se describió brevemente el objetivo de la investigación redactado de manera tal que estas pudieran comprender fácil y rápidamente los objetivos del estudio, asimismo, se estipuló que la participante podía retirarse de la entrevista cuando lo deseara o no responder preguntas, además, se fomentó la confidencialidad y la privacidad de cada una, para esto se emplearon seudónimos, cabe destacar, que estos nombres podían ser elegidos por las entrevistadas. Dado el caso, de que alguna de estas jóvenes tuviera dudas o estuviera interesada sobre el tema se dialogó con el director de tesis para darle respuesta a la inquietud de la joven y así mismo proceder. Esto con el fin de estimar los posibles prejuicios que se derivaran de la investigación, se le informó a cada una de las participantes que los resultados obtenidos en las entrevistas no generaron ningún perjuicio o daño a nivel institucional, personal o profesional (Cuevas, 2002). Dentro de las consideraciones éticas de esta investigación se encuentran los criterios de fiabilidad, validez, credibilidad, aplicabilidad, reflexividad, consistencia, entre otros, como estrategias para minimizar las amenazas que se pudieran presentar durante el estudio. Teniendo en cuenta que todos estos criterios se encontraban entrelazados entre sí y por lo tanto con un solo criterio se pudo inferir los demás (Noreña, Alcaraz, Rojas y Rebolledo, 2012). Por otro lado, bajo el criterio de fiabilidad o consistencia se contó con un investigador externo, con el fin de poder obtener un análisis detallado de un experto frente a la metodología implementada, las estrategias de recolección de datos, entre otros. De igual manera, en el criterio de validez, se realizó una evaluación constante de los hallazgos, así como el análisis del contraste sobre las reflexiones realizadas entre los estudiantes pertenecientes al grupo investigativo, además, se diseñaron unos marcos sistemáticos que pudieron dar cuenta sobre la recolección de los datos a través de la identificación de categorías y subcategorías que se encontraban en la problemática (Noreña et al., 2012). Por otra parte, en cuanto el criterio de credibilidad, se realizó una retroalimentación
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a las participantes sobre lo que se encontró durante el diálogo en las entrevistas y a partir de esto se definió su autenticidad, solo si las mismas participantes reconocían estos hallazgos como verdaderos (Noreña et al., 2012). Otra estrategia, fue la generación de un ambiente confortable a la hora de realizar las preguntas para que las participantes se sintieran a gusto y pudieran exponer libremente sus pensamientos respecto al tema, por lo cual las investigadoras se abstuvieron de hacer algún tipo de juicio sobre los relatos de las participantes. Se puede agregar, que esta investigación permitió comprender de manera permanente una noción de ética, puesto que las acciones que se realizaron estuvieron basadas en los intereses que surgieron de la investigación y de las participantes, es decir, se tomaron en cuenta no solo los intereses propios, sino que se incluyeron los intereses de los participantes que fueron los que principalmente pudieron verse afectados por la intervención. Vale destacar, que las acciones éticas implicaron un proceso de pensar sobre el otro, en razón a que al hacer parte de la sociedad, hay que tomar en cuenta cómo esto puede afectar tanto a los investigadores como a las participantes (Cuevas, 2002). No obstante, una de las posibles amenazas que se identificó en este estudio fue el establecimiento de un vínculo cercano con las madres adolescentes durante las entrevistas, de acuerdo con Figueroa (citado en Noreña et al., 2012) ante este conflicto, específicamente, al enfrentarse a un dilema ético con los participantes debido a los lazos establecidos, es relevante tener en cuenta los propios valores éticos y juicios morales en la resolución de esta problemática. Ahora bien, por el simple hecho de trabajar con seres humanos está la posibilidad de riesgos (cabe aclara que no ocurrió en este estudio) durante la recolección de la información ya sea en las entrevistas o después de estas como por ejemplo producir reflexión derivada de la de la información mencionada por las investigadoras, estos riesgos pudieron ser que las participantes se cuestionaran sobre su método de crianza actual con sus hijos o cómo fueron criadas en un pasado, generando así situaciones de tensión. Para minimizar estas posibles amenazas, y estar un paso adelante, se consideró que al momento de realizar la intervención se debía enfocar en conceptos claves de la investigación como por ejemplo rol de mujer, creencias, pautas de crianza, percepciones, si al momento de las entrevistas se abarcarían otros temas y se retomarían de manera cordial haciéndole saber a la participante que ese tema no estaba dentro del marco de
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estudio por lo tanto no se tocaría (Cuevas, 2002). Es preciso señalar que tanto a las madres adolescentes como a sus familiares y/o acudientes se les brindó información sobre el objetivo de la investigación y el consentimiento para los acudientes y/o responsables de las madres adolescentes y asentimiento respectivo para las jóvenes menores de edad, señalando la existencia de unas consideraciones éticas, la
confidencialidad y el anonimato de sus verdaderos
nombres, los cuales serán etiquetadas dentro de la investigación mediante apodos, con el fin de proteger su identidad y la de sus hijos. Se hace necesario mencionar, que las participantes declararon que no querían que el material recolectado fuera expuesto públicamente.
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RESULTADOS
A continuación, se mostrarán los resultados obtenidos en esta investigación a partir de la implementación del análisis de contenido por medio de dos técnicas: entrevista en profundidad y observación no participativa a 3 madres adolescentes, con edades comprendidas entre los 15 y 19 años, que permiten dar cuenta del objetivo propuesto: Caracterizar las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes con sus hijos, de la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali. Se tuvo en cuenta la información recogida en ideas claves que dan respuesta a las cuatro categorías (ver tabla 2,3 y 4): construcción del vínculo afectivo en sus familias de origen, sistema de creencias, interacciones relacionadas con la construcción del vínculo afectivo y vulnerabilidad social. En primer lugar, se hará una breve descripción de las características sociodemográficas obtenidas en la entrevista en profundidad con el fin de contextualizar a los lectores. Igualmente, se anexará el genograma de cada participante, para dar cuenta de los patrones familiares y su entorno. En segundo lugar, se presentará la información recolectada más relevante en la entrevista y la observación no participativa, mediante ideas clave obtenidas en el discurso de cada madre adolescente, donde se dará cuenta de la construcción del vínculo afectivo entre madre-hijo. Asimismo, se realizará una ejemplificación de sus relatos junto con algunas observaciones, y las ideas clave serán unificadas con el propósito de establecer categorías comunes y diferenciales. Esto se debe a que algunas ideas clave pueden o no coincidir por participante, lo cual hace alusión al enfoque fenomenológico del estudio. Características sociodemográficas de las jóvenes participantes: Julia: Es una joven oriunda de Popayán, tiene 17 años y un hijo de 6 meses que lo tuvo a los 16 años. Hace tres años vive en Cali, específicamente en la comuna 18. Haciendo referencia a sus datos familiares, su núcleo está conformado por su madre cabeza de hogar y sus tres hermanos, presentándose en la mayoría de ellos deserción escolar desde la primaria. Su hermano mayor tiene 18 años, la siguiente tiene 16 años y la menor 13 (quien actualmente estudia). Su madre tiene 37 años y también fue madre adolescente al igual que su abuela, en razón a que ambas tuvieron a su primer hijo a los 16 años. Al igual
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que sus tres hijos. Haciendo referencia a su madre, indicó que ella se vió obligada a trabajar, después de recibir constantes maltratos y abandono por parte de su primer compañero, quien era alcohólico y se marchó al enterarse de su segundo embarazo (Julia) circunstancia por la cual intentó abortarla en repetidas oportunidades; entablando una nueva relación con otra persona con quien tuvo a sus dos últimas hijas (terminando con esta persona tiempo después). Sin embargo, la suegra de su segundo compañero, fue quien le ayudó a cuidar a todos sus hijos mientras le tocaba trabajar. En cuanto a sus lazos afectivos, manifestó que a pesar de las dificultades económicas que debía enfrentar a diario su progenitora, la falta de tiempo, había creado una relación cariñosa, algo cálida y la apoyaba la mayor parte de las ocasiones. Sin embargo, la relación de la progenitora con la abuela fue distante, falta de afecto, dado que tenía preferencias por sus otras hijas, a ella la regañaba constantemente, no la apoyaba, la consideraba como una mujer “loca”. Así mismo, su abuela presentaba comportamiento de rechazo y desprecio hacia todo el grupo familiar, circunstancia que cambió al momento de quedar en embarazo y dar a luz a su hijo. Actualmente, convive con la familia de su pareja conformada por: sus suegros y 3 cuñados, un hombre y dos mujeres, cada uno tiene sus hijos; viviendo Julia en una habitación aparte con su cónyuge, éste le brinda apoyo con su hijo, ayuda y amor. Se hace necesario mencionar, que Julia contó con el apoyo de redes informales como su madre, abuela, suegra, para atender y cuidar a su hijo de una manera más segura.
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. Figura 2: Genograma de Julia (autoría propia)
Descripción de las relaciones afectivas Dentro del genograma de la familia de Julia se pone en manifiesto que ella y su pareja tuvieron una separación, la cual se reparó tiempo después del nacimiento de su hijo. Actualmente, establece una buena relación tanto con su pareja como con su suegra y se evidencia una relación estrecha con su hijo. No obstante, en cuanto a la segunda generación, el padre de Julia estableció una relación con su mamá de carácter violento y distante durante el tiempo que estuvieron juntos. Es pertinente resaltar que la relación afectiva que mantuvieron sus abuelos fue de agresiones, entre ellas las físicas. En relación con su figura materna es distante y carente de manifestaciones afectivas. Además, la relación entre julia y su abuela fue lejana, con escaso afecto. Sin embargo, esta relación, mejoró cuando ella quedó embarazada y después del nacimiento de su hijo.
Ana: Es una joven oriunda de Cali. Tiene 19 años y una hija de 8 meses que nació cuando ella contaba con 18 años, toda su vida ha vivido en la comuna 18. Con relación a sus datos familiares, su núcleo está conformado por su padre, sus 3 hermanastras con edades comprendidas entre los 15 y 18 años, sus suegros y esposo que actualmente vive en Chile. Cabe mencionar, que lo único que conoce de su progenitora es que fue madre
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adolescente al igual que sus hermanastras. Por otro lado, haciendo referencia a su cuidador principal (padre), este fue cabeza de hogar, no tuvo ninguna formación escolar, al igual que sus progenitores. Se separó de la madre de Ana antes de su nacimiento, haciéndose cargo de ella posteriormente. Entabló otras dos relaciones afectivas, teniendo una hija con cada una de estas compañeras. Debido a su situación precaria se vio en la necesidad de trabajar la mayor parte del día en construcción y vigilancia; circunstancia que favoreció la permanencia tanto de Ana como de su hermana menor en la calle. Eran las vecinas las que les proporcionaban los alimentos. Ahora bien, con respecto a la relación afectiva, el padre era distante, poco afectuoso, no le prestaba mucha atención a sus hijas y no tenían buena comunicación. Actualmente, Ana está casada y vive en la casa de sus suegros. Se hace necesario mencionar, que la participante contó con el apoyo de redes informales como sus hermanas, amigas y suegra, para atender las necesidades de su hija y cuidarla de una manera más segura.
Figura 3: Genograma de Ana (autoría propia)
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Descripción de las relaciones afectivas La familia de Ana está conformada por su pareja con el que establece una relación cercana al igual que con su suegra, y una relación armoniosa con su suegro. Sin embargo la relación con su hija es distante y poco comunicativa. Se puede evidenciar dentro del genograma que en su familia de origen, existe una relación cercana tanto con su hermana de 18 como con la de 15 años. Se evidencia un rotura en la relación con su madre debido al abandono y con la cual no se estableció ningún lazo afectivo. La relación con su papá es distante. Ahora bien, en cuanto a la relación entre sus padres, ésta fue muy conflictiva. De hecho, en la actualidad, se manifiesta un sentimiento de rencor entre ambos. Por otra parte, su progenitor ha entablado otras dos relaciones, después de la separación con su madre, en la primera, Ana mantuvo una buena relación con la pareja, pero con la segunda, la relación ha sido hostil. Cristina Es una joven oriunda de Cali. Tiene 16 años y un niño de 9 meses que nació cuando ella tenía 15 años. Ella y su familia han vivido toda la vida en la comuna 18. Su núcleo familiar está conformado por su madre, sus tres hermanas con edades comprendidas entre los 18 y 19 años, su abuela y su esposo. Su progenitora cuenta con 34 años, fue cabeza de hogar al igual que su abuela. De igual manera, ambas fueron madres adolescentes y con escasa formación académica. Su compañero la abandonó cuando sus hijas eran aún muy pequeñas, motivo por el cual se vio obligada a trabajar gran parte del día y a dejar a Cristina en un hogar sustituto desde los 9 hasta los 14 años. Con respecto a los lazos afectivos con sus hijas, según lo manifestó la participante, fueron escasas las expresiones de afecto, relaciones distantes y con poca comunicación entre ellas. Sin embargo, su relación con su abuela fue buena y durante el tiempo que estuvo a cargo de ella, esta estaba muy pendiente, le enseñaba principios, valores y buenas costumbres. Actualmente Cristina no está casada, pero vive con su cónyuge y suegros. Cabe mencionar, que la participante contó con el apoyo de redes informales como sus hermanas y suegra, para atender las necesidades de su bebé y cuidarla de una manera más segura.
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Figura 4: Genograma de Cristina (autoría propia) Descripción de las relaciones afectivas. Se observa dentro del genograma de la familia de Cristina, una relación cercana con su suegra y una relación buena tanto con su pareja como con su suegro. Sin embargo, no sucede lo mismo con su con su hijo al igual que con su mamá. No obstante, se evidencia una buena relación entre los hermanos y abuela. A continuación, se describen las ideas clave que aparecieron en las entrevistas en profundidad realizadas a cada una de las participantes en lo que respecta al proceso de construcción del vínculo afectivo con sus hijos. Las ideas clave que se evidenciaron en el caso de Julia son: patrón de escasa formación académica, ausencia de una de las figuras parentales, patrón de maternidad adolescente dentro de la familia de origen, ausencia de apoyo familiar durante los primeros meses de gestación, reacción de rechazo frente al conocimiento de ser madre, rechazo inicial hacia el bebé por parte de su madre, el nacimiento del hijo como factor de restauración del vínculo familiar, aceptación de la maternidad dentro del núcleo familiar, aprobación de los otros para aceptar a su hijo, apoyo de los suegros que fortalecen los lazos afectivos madre-hijo, transmisión del conocimiento sobre el cuidado posparto de la progenitora a la madre adolescente, bebé como prioridad de la madre adolescente, asimilación de las enseñanzas de su progenitora para el cuidado de su hijo, transmisión del conocimiento sobre el cuidado posparto de la progenitora a la madre adolescente, la
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maternidad como factor restrictivo en su vida; y el juego, el contacto corporal y las caricias como factores que contribuyen a la construcción del vínculo afectivo con su hijo. Las cuales se exponen a continuación: Patrón de maternidad adolescente dentro de la familia de origen Se evidencia un patrón de parentalidad adolescente, en este caso la repetición de la maternidad en la adolescencia dentro del núcleo familiar de la participante. “Mi hermano tiene 19 años y tiene un hijo de un año, de ahí sigo yo, yo tengo 17 años quedé en embarazo a los 16 y mi bebé tiene 8 meses y de ahí mi hermana tiene 16 años y quedó en embarazo a los 15 años, el bebé de mi hermana tiene 4 meses”. Ausencia de apoyo familiar durante los primeros meses de gestación La madre sintió durante el primer mes desamparo y falta de apoyo por parte de su familia y de su cónyuge, situación que le generó malestar y miedo para afrontar su estado solo. “Pues, al primer mes no tuve apoyo, todo fue duro. Y del papá del niño menos me apoyó, y de mi mamá casi no contaba con ella. La relación se dañó el primer mes. Mi marido tampoco quería tener un hijo. No estaba contento. Yo tenía mucho miedo y no quería, me tocó sola”. Reacción de rechazo frente al conocimiento de ser madre La madre adolescente, señala el carácter emocionalmente negativo y el rechazo que experimentó inicialmente cuando se dio cuenta que estaba embarazada, a tal punto de pensar en la posibilidad de abortar. “Pues, o sea, no estaba ni feliz ni nada, quería como abortar, al comienzo yo no quería tener al niño, ya ahora lo quiero mucho es mi adoración, pero al darme cuenta que estaba embarazada no lo quería” Se hace necesario mencionar que la participante, al momento de dar su relato, cambió su postura corporal, empezó a tocarse el cuello constantemente y al mismo tiempo miraba a su hijo definidamente. Al momento de expresar su experiencia sobre el conocimiento de su estado de gestación bajó la mirada y su tono de voz, su gestualidad expresaba timidez y pena, empezó a tocarse el cabello y a jugar con él, a mover ansiosamente las piernas y a jugar con sus dedos. Sin embargo, al dar respuesta de su embarazo no planeado y de su deseo inicial de abortar a su hijo ella centró su mirada en su bebé y éste inmediatamente le correspondió con una sonrisa,
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en ese momento lo abrazó y le dio besos, mientras se le aguaban los ojos. Rechazo inicial hacia el bebé por parte de su madre La madre se siente emocionalmente distante hacia su hijo durante el embarazo y los primeros días, después del alumbramiento, manifestó sentimientos de rechazo. “Pues, mmm yo no sentí alegría, yo no lo quería. O sea, como que no era hijo mío, no se no me dio nada, no me dio alegría nada, además, a mí no me lo pusieron al lado sino en una camilla por allá para cambiarlo, yo lo miré y no sentí nada, no sentí nada, nada nada, no lo quería…Y al momento que me dijeron que le diera seno, a mí no me bajaba nada de leche, pues yo no era por hacerle mal a él sino porque me quedé dormida encima de él dándole seno, yo estaba cansada y lo había estado ahogando y llegó la enfermera y me regañó…Para llevarlo para la casa, yo no lo cargué fue mi hermana y todo”. El nacimiento del hijo como factor de restauración del vínculo familiar En el discurso de la madre se resaltó cómo el alumbramiento de su hijo mejoró las relaciones familiares, fomentando además un apoyo por parte de su madre, abuela, esposo y suegra, dicho apoyo influye directamente en la construcción del vínculo afectivo de la madre con su bebé. “Después cuando tuve a mi niño, todo fue muy bonito, porque cuando nació si tuve el apoyo de todos, más apoyo de todos que cuando estaba en embarazo, estando el niño ya ahí. Después de que yo quedé embarazada fui ahí sí, la consentida. El embarazo me unió con mi mamá y pude conocer de ella. Mi abuela nunca nos ha querido, pero ahora que soy mamá soy su nieta consentida“. La aceptación de la maternidad dentro del núcleo familiar Esta idea clave desde la percepción de la participante destaca como la aprobación de la abuela a favorecido la construcción del vínculo afectivo con su hijo, debido a que la maternidad se constituye en un factor relevante a los ojos de la abuela, en razón a que era indiferente con la familia de esta, hasta el nacimiento de los nietos.“Mi abuela nunca nos ha querido, pero ahora que soy mamá soy su nieta consentida, ahora nos mira por igual tanto a mis hermanos que también tienen hijos como a mí. Pero cuando yo quedé embarazada ella si para todo estuvo ahí, mija cómase esto que esto le hace bueno para el embarazo, y pues ahora somos como los nietos consentidos de ella, pues no sé si será por los niños pues como todos quedamos en embarazo jóvenes, no sé, pero ella ya
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cambió mucho, la relación, ya nos mira igual” Aprobación de los otros para aceptar a su hijo La madre adolescente en su discurso señala una valoración positiva de la concepción en virtud de la aceptación, especificado en el reconocimiento y los halagos por parte de los otros, lo que le permite resignificar la maternidad y el vínculo con su hijo, de manera que se siente reconocida y acogida socialmente como una persona que es capaz de crear un ser humano hermoso. “Cuando voy por la calle la gente dice que hijo tan hermoso que Dios se lo bendiga, todos los que lo ven me dicen así y cuando llora también, ay él llora con un sentimiento más lindo… Mi marido está muy enamorado de su bebé; al ver que otras personas dicen que el bebé es muy hermoso y que mi suegra dice que son la misma estampa, yo me siento muy alegre, además al ver la gente como se lo dice,
yo me siento muy bien. -Pues me siento muy
afortunada, jajaja… y muy orgullosa...yo creo… que al ver que los demás lo querían y lo aceptaban… empecé a quererlo”. Percepción del hijo como un agente activo en la construcción del vínculo afectivo La madre es sensible a la demanda emocional de su hijo y además reconoce que su bebé es un ser que comprende dentro de la interacción.“Cuando el llora yo le hablo, lo acaricio o lo cargarlo, ellos entienden porque lo miran a uno mucho, ellos entienden todo”. Apoyo de los suegros que fortalecen los lazos afectivos madre-hijo La madre adolescente expresa las ayudas que su suegra le brinda para el cuidado y soporte de su hijo. “Mi suegra me aconseja para que termine el estudio y le pueda dar una mejor vida a mi hijo, me ayuda a darle el caldo al niño, a bañarlo y a cuidarlo cuando yo no estoy y me enseña a cómo cuidarlo”.
Transmisión de conocimientos sobre el cuidado posparto de la progenitora a la madre adolescente
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Se señalan los cuidados que le proporcionó la progenitora a su hijo donde se reflejan sus creencias sobre el cuidado posparto. “Pues mi mamá, me decía que tenía que cuidarme por la dieta, yo le hacía caso, tomar caldo de gallina por 40 días, ponerme algodones en las orejas, pues antes se tapaban las orejas, mi mamá me cuidaba, me hizo el sahumerio y baños con ramas” Bebé como prioridad de la madre adolescente En este concepto, se evidencian las prácticas y cuidados habituales desarrollados por la madre adolescente para el cuidado de su hijo como estimulación, alimentación, entre otras. “Yo a él lo mimo mucho, le hablo le doy mucha comida, lo baño antes de comer, le paso todo lo que él quiera, si mi marido me da plata para comprar cosas para mi le compro mejor a él… - Cuando se levanta, ay él es tan hermoso, él empieza a tocarme la cara, a sobarme, y él se ríe mucho”. Asimilación de las enseñanzas de su progenitora para el cuidado de su hijo La madre adolescente implementa la lactancia como alimento principal para su hijo por su valor tanto nutritivo como económico y resalta que fue su madre quien se lo enseñó “Mi mamá, me decía mire y aprenda, ella me decía cómo cambiarlo, cogerle las dos piernitas para ponerle el pañal, que para bañarlo como cogerle la cabecita, también como darle seno porque yo no sabía cómo darle seno y me aconsejaba mucho que me cuidara, o sea ella nos quiere mucho” […] “Mi mamá fue la que me enseñó a como coger el pezón, y a darle, me decía, cójalo así y dele que era el mejor alimento, y eso dicen que es el mejor, además la leche de tarro es carísima, lo bueno es que yo soy lechera”. Descripción del momento de alimentación: surgió un contacto visual continúo y recíproco, mientras el niño succionaba el pezón de su madre, a su vez el bebé acariciaba el pecho de ella con sus manos, a lo que su progenitora, de inmediato le respondió con una sonrisa y abrazos incesantes. Cabe destacar, que este momento afectuoso se presentó bajo un ambiente de ruido que, para ese momento, posiblemente hubieran sido estímulos distractores, pero que la madre con sus manos acariciaba y lograba tranquilizar a su hijo. Al mismo tiempo, se preocupaba por abrigarlo tapándolo con una manta, debido a que se presentaba un clima lluvioso. Es pertinente mencionar que la madre adolescente no le dirigió la palabra a su hijo cuando lo alimentaba, sino,
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más bien, implementó el silencio y las caricias. Sin embargo, aunque no se evidencian palabras entre los dos, se refleja una constante comunicación afectiva, entre miradas, besos, caricias y abrazos. Transmisión de conocimientos sobre el cuidado posparto de la progenitora a la madre adolescente Se señalan los cuidados que le proporcionó la progenitora a su hija donde se reflejan sus creencias sobre el cuidado posparto. “Pues mi mamá, me decía que tenía que cuidarme por la dieta, yo le hacía caso, tomar caldo de gallina por 40 días, ponerme algodones en las orejas, pues antes se tapaban las orejas, mi mamá me cuidaba, me hizo el sahumerio y baños con ramas”. La maternidad como factor restrictivo en su vida Se representa la maternidad como un limitante para dar continuidad a las actividades que realizaba antes de quedar embarazada, se restringe de sus gustos y prioridades como mujer soltera. “La verdad, ahora mantengo muy encerrada, pues un niño lo encierra mucho a uno...- yo antes trabajaba, vivía sola, salía con mis amigas, salía a pasear… - Pues el cambio es mucho, mucho cambio,….pues, a mi antes me gustaba mucho bailar, yo salía cada ocho, que me invitaban para un paseo y yo iba; como yo vivía sola y trabajaba yo pagaba mi pieza y era responsable de mí. No tenía que darle cuentas a nadie ni decirle nada a nadie y yo salía mucho a bailar y salía mucho a pasear.” El juego, el contacto corporal y las caricias como factores que contribuyen a la construcción del vínculo afectivo con su hijo La madre adolescente implementa el juego para construir el vínculo afectivo con su hijo, de igual manera, ella destaca la importancia de las caricias para transmitir su amor hacia él. Dentro del ejercicio de observación se presenció una coherencia entre el discurso de la madre adolescente con la observación, pues ella implementa el contacto corporal para demostrar su sentimiento de amor, mediante abrazos, besos y atención; y además, de manifestar la importancia de la presencia física para suplir las necesidades a su hijo, ella era sensible ante este. “Yo le muestro mi amor jugando de muchas maneras, yo lo cargo lo levantó, yo lo montó en la pierna y con el pie y le hago caballito y sí yo le hago muchos juegos”[…] Yo recomiendo a otras mamás que cuiden mucho al niño, que lo sepan criar,
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que lo acaricien mucho, porque ellos necesitan mucho de una madre, que no haga caso si le dicen que deje llorar al niño, que las madres son ellas, que viva la experiencia”. Ana Las ideas clave basadas en el discurso de la participante en este caso son: Patrón de escasa formación académica, ausencia de una de las figuras parentales, patrón de maternidad adolescente dentro de la familia de origen, la hija como medio para fortalecer el vínculo con la pareja y pertenecer a una familia, la hija como fundamento de su sentido de vida, frustración ante embarazos fallidos, reacción positiva frente al conocimiento de su embarazo, apoyo de los suegros que fortalece los lazos afectivos madre-hijo, apoyo de la comunidad que influye en la construcción del vínculo madre-hijo, redes de apoyo antes y después del embarazo, desconocimiento en la elaboración de los alimentos para su hija, percepción de la madre adolescente sobre tener un hijo, la maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión; y percepción sobre la presencia física como medio para construir el vínculo afectivo con su hija. Se presentarán a continuación: Ausencia de la figura materna Desde el discurso de la participante se señala la ausencia permanente de la madre de la adolescente en razón a que la abandonó desde muy niña, surgiendo una carencia afectiva y una deficiencia en la construcción de lazos afectivos, dado que no existió una persona que suplirá estas necesidades afectivas. “De mi mamá no sé nada, ella nunca estuvo a mi lado, yo me crie sola con mi papá y mi hermana, por parte de papá. Mi papá nunca estaba […]yo no sé nada de la familia por parte de mamá, y no me interesa yo todo lo he hecho sola, bandearme, tampoco tuve alguien ahí” Patrón de maternidad adolescente dentro de la familia de origen Se evidencia un patrón de parentalidad adolescente, en este caso la repetición de la maternidad en la adolescencia dentro del núcleo familiar de la participante. “Mi hermana tuvo su hijo a los 14 años, y fue bueno, para que sentara cabeza, mis demás hermanos por parte de papá también tuvieron sus hijos jóvenes, y yo tengo mi hija […] Lo único que sé de mi mamá es que me tuvo a los 15” La hija como medio para fortalecer el vínculo con la pareja y pertenecer a una
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familia La concepción del hijo es para la madre adolescente, la oportunidad de pertenecer a una familia y fortalecer los lazos de unión con su compañero. “Yo desde que me di cuenta de quién era mi esposo, yo me enamoré de él, él es un hombre trabajador, amoroso con sus papás, respetuoso, eso me fue enamorando, su hogar era muy lindo y la suegra me recibió bien, yo sentí que quería estar toda mi vida con él, por eso le quise dar un hijo. Yo anduve con muchos hombres, pero nada me interesaba de ellos, es poco frecuente encontrar hombres bien y ese tenía que ser para mí, ese me aquietó y su familia me enamoró”. Hija como fundamento de su sentido de vida La madre expresa que no tenía construidos planes de vida antes de tener a su hija, y después de su nacimiento le otorga un motivo para luchar y tener una familia. “No, yo no tenía planes, porque yo ni estudiaba, solo pensaba en la vagancia” Frustraciones ante embarazos fallidos La madre hace referencia a los sentimientos generados de angustia, depresión, tristeza por no alcanzar el propósito de quedar en embarazo y darle a su esposo el hijo anhelado. “Yo ya había tenido dos legrados… Pues fatal, fue horrible porque yo me emocioné, y el primero si era un bebé, el segundo como un embarazo ectópico, o sea solo la bolsa, no me dio tan duro, cuando ya me di cuenta que estaba en embarazo de ella, me asusté pero a lo último me dio curiosidad, y me alegré mucho yo quería tenerla y mi esposo también”. Reacción positiva frente al conocimiento de su embarazo La madre expresa sus sentimientos de emoción positiva frente a la noticia de quedar en embarazo. “Pues me asusté cuando me di cuenta que estaba esperando a la niña jajajaja, eso es lo único que hice, pero yo la quería, ya la estaba buscando” Apoyo de los suegros que fortalece los lazos afectivos madre-hijo La participante se refirió a su suegra como una madre, indicando que todo el tiempo le brindaba su apoyo, sentimientos de afecto y colaboración. Enseñándole cómo criar a su
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hija “El apoyo que tuve de mi familia fue grande… yo considero a la familia de mi esposo mi familia. Mis suegros me han apoyado mucho pero mi familia de sangre no, mi suegra es la que le hace todo a la bebé, ella es mi apoyo y mi suegro también. Es la mujer más chocha conmigo y muy chocha con esa niña porque como vivimos ahí con ella, entonces la adora, ella me enseña cómo cuidarla, aunque yo no hago nada solo le doy teta”. Apoyo de la comunidad que influye en la construcción del vínculo entre madre-hijo La comunidad le colabora permanentemente a la madre adolescente en el cuidado de su bebé y en la elaboración de los alimentos. “Ahora que estoy sola y mi suegra no está, mis vecinas me ayudan con lo de la comida porque yo estoy vetada para eso” Redes de apoyo a las que accede la madre Hace alusión a los medios de ayuda que le proporcionan conocimientos para cuidar a su hija y que a su vez influyen en la construcción del vínculo afectivo con ella. “Yo creo lo que dicen mis vecinas porque ellas ya han tenido hijos y han tenido problemas parecidos, me hablaban del cuajo, pero yo no sabía nada de eso, pero un día esa niña se enfermó y una vecina me dijo que era cuajo y la llevé donde una señora que sabe sobre ramas y esas cosas y me dijo que la habían ojeado, le hizo unas cosas ahí, la volteo patas arriba y se mejoró” […] “Siempre ha sido mi esposo, mi suegra y mi suegro. Y ahora mis amigas (vecinas) de mi misma edad que ya saben de este cuento de ser madre” Desconocimiento en la elaboración de los alimentos para su hija Ante el desconocimiento en la preparación de los alimentos de su hija, la madre acude a las redes de apoyo, específicamente a sus vecinas. “Yo no sé preparar que, esas cosas que ellas comen, esas mezclas ahí todas raras, eso es lo único eso no lo sé, ella es muy difícil para comer, lo único que yo sé es darle teta, ahora que mis suegros se fueron de paseo, son unas vecinas por la casa que me ayudan, como ellas también son mamás como yo, ellas saben más”. Durante la observación Ana se muestra incómoda en el momento de alimentar a su hija, ya que ella llora y le cuesta identificar el significado del llanto. Sin embargo, le introduce su pezón a la boca para que la bebé no continúe sollozando. Entre la madre y su hija no
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se presentan miradas, ni momentos empáticos frecuentes y las caricias se presentan de forma intermitente. El tono de voz en el que la madre le habla a su hija es desesperado, implementando palabras como: “tan fea cuando chilla” “qué le pasa, tan fea” a lo que la niña llora con más fuerza y nuevamente le introduce su pezón a la boca. En el momento de la alimentación Ana se distrae mirándose el cabello y no mira a su hija; al estar su hija calmada se dirige a ella y le dice “así calladita se ve más bonita” le soba la cabecita y se miran entre las dos de manera amorosa. Se observa que la bebé se siente incómoda con la posición en que su madre la acomodó para amamantarla, pero ella no lo percibe y la deja en la misma posición. Cabe resaltar que en el momento que la mamá se distrae la bebé deja de alimentarse y ya después deja de comer. Percepción sobre presencia física como medio para construir el vínculo afectivo con su hija Se dejan ver creencias relativas para la construcción del vínculo afectivo de la adolescente, la importancia de la presencia en relación con el contacto físico continuo y cercano y además, el estar pendiente al llanto “”[…] No sé, estoy pendiente, tengo que estar ahí, la llevo para todo lado y si chilla cargarla” “[…] Pues que no los abandonen, que son muy chiquitos”
Así mismo es importantes la existencia de expresiones cariñosas,
pero que al mismo tiempo tiene para ella connotación peyorativa que se manifiesta en la siguiente expresión “”[…] Mmm no sé, jajaja ella es muy chiquita, todo el tiempo mantiene durmiendo, pues la cargo, la llevo para todo lado, le hablo como tonta jajaja”. La madre relata que para construir el vínculo afectivo con su hija es necesario, responder al llanto del bebé “yo mantengo todo el día, todo el tiempo en ella, yo la cuido mucho a ella, ella chilla y la alzo” , sin embargo, dentro del ejercicio de la observación, se reflejó una incongruencia en su discurso, puesto que en el momento que recibe la llamada de su esposo se desentiende por completo de la bebé y aunque esta llore continuamente y además se encuentre cerca de un barranco no es atendida por la mamá. La maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión El nuevo rol de la adolescente como madre le implica mantenerse aislada de las actividades que le gustaba realizar antes de quedar embarazada. “Se me acabó la vagancia, yo era jaja, vaga, eso rumbeaba, tomaba, hacía de todo, me dio duro, en ese sentido si me dio muy duro porque a mí me gustaba mi calle, me gustaba ir a rumbear,
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pero ahora veo mi hija y nooo, ahora sino no”.[…]Con mi hermana por parte de papá nos íbamos a vaguear, a buscar que hacer, hasta que ella quedó también en embarazo”.
Cristina Las ideas clave que se evidenciaron en este caso son: Patrón de escasa formación académica, ausencia de una de las figuras parentales, patrón de maternidad adolescente dentro de la familia de origen, reacción de miedo frente al conocimiento de ser madre, temor al hecho de ser madre, maternidad como prioridad, maternidad como sinónimo de libertad, un hijo como factor de tranquilidad, percepción positiva frente al beneficio de ser madre, el hijo como fundamento de su sentido de vida, aprobación de los otros para aceptar a su hijo, La maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión, práctica de la lactancia como medio para conocer las necesidades de su hijo, y percepción sobre presencia física como medio principal para la construir el vínculo afectivo con su hijo. Se describen a continuación: Patrón de escasa formación académica La madre expresa que en su familia ninguna persona tuvo acceso a la educación porque tenían como prioridad trabajar para salir adelante “En mi casa nadie estudio, a todos les tocó trabajar para mantenerse”. Patrón de maternidad adolescente en la familia de origen La participante manifiesta que su abuela quedó en embarazo muy joven de su mamá y sus tías, suceso que la progenitora replicó teniéndola a ella y a sus hermanos “Mi abuela y mi mamá tuvieron hijos jóvenes” Reacción de miedo frente al conocimiento de ser madre La madre señala su embarazo como una experiencia horrorosa además de manifestar que no fue planeado, relatando susto y miedo ante la noticia. “No yo no quería hijos, pues normal. Pues me dio miedo, además porque me enfermé, casi me muero, me puse flaquita, flaquita, me daba mareo vómito, dolor de cabeza, fue una experiencia horrorosa. El embarazo me dió muy duro hasta el último día, yo no sabía en qué me había metido y mantenía con malgenio”.
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Temor al hecho de ser madre El desconocimiento y el poco apoyo de sus familiares generaron en la madre adolescente sentimientos negativos. “Yo pensé que ya me jodí y todo me tocaría sola, mi mamá siempre está trabajado yo tenía mucho miedo no sabía que me pasaba, me la mantenía llorando, fue horrible”. La maternidad como prioridad de vida La madre adolescente asume la maternidad con un sentido de responsabilidad y de cuidado. Asimismo, considera a su hijo como su principal prioridad. “Para mi…significa, responsabilidad, pues porque uno sin hijos puede salir con los amigos, a uno no le importa nada, uno se relaja y no piensa en el mañana. En cambio, con el niño tiene que estar pensando siempre en él. Yo por ejemplo antes de hacer cualquier cosa pienso es en mi hijo”. Maternidad como sinónimo de libertad La madre significa su condición como un factor que le permite realizar actividades libremente, evento que no podía hacer antes.“Mi mamá me decía que no podía esto que no podía lo otro, que salida no que en la casa haciendo oficio, comida, tenía que estar en la casa… así, al fin libre y ahora tengo mi hijo además tengo casa y mi hijo es nuestro motor, salgo mucho con mi marido y eso me gusta, mi suegra es un amor”. Un hijo como factor de tranquilidad Se representa la maternidad como un factor de tranquilidad y cambio en la forma de relacionarse con sus amistades y su estructura familiar, acogiendo a los suegros como familia sustituta, además un hijo para esta joven, implicó una noción de libertad. “O sea, es que yo ahora soy muy tranquila si pilla, yo soy muy relajada, yo por ejemplo estoy todo el día con el niño ahí en la casa con mis suegros, no estudio no trabajo, ya mantengo relajada con el niño, yo no pienso en nada más que estar con él dándole su tetica”. Percepción positiva frente al beneficio de ser madre La madre adolescente manifiesta una valoración positiva frente a su nuevo rol, pues considera que tiene más atención por parte de las demás personas. “Irme a vivir con mi marido fue lo mejor, él está muy pendiente de mí, ahora me escucha más que antes del
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bebé…está chocho con el bebé, apenas llega a la casa nos besa, abraza, las personas ven al niño y me dice que lo tengo muy lindo que yo tan linda”. El hijo como fundamento de su sentido de vida El hijo otorga a su madre un motivo para vivir y luchar, establecer un proyecto motivada por su nuevo rol de madre “Tengo alguien porque luchar, antes todos los días buscaba que hacer después de que salí del internado, mantenía en mi casa, con algunos amigos, salía y ya, aunque no viví la calle como mis hermanas ahora siento que me levanto por algo y es para luchar por mi hijo, yo escuchaba que mi mamá le decía a mis hermanas mejor que quedo preñada para que sienten cabeza, yo no entendía eso pero ahora sí…mi hijo es mi luz” Aprobación de los otros para aceptar a su hijo Se evidencia mediante el discurso de la madre adolescente una valoración positiva de la de maternidad en virtud de la aceptación, mediante el reconocimiento y los halagos por parte de los otros, lo que le permite resignificar la maternidad y el vínculo con su hijo, de manera que se siente reconocida y acogida socialmente. “Antes, todos se enojaron conmigo, pero cuando vieron que me puse tan mal, como que se preocuparon , esto me dió muy duro, pero cuando el niño nació, todos me hacían sentir bien, por eso lo quiero tanto”. La maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión La maternidad en la adolescente se representa como un limitante para dar continuidad a las actividades que realizaba antes de quedar embarazada. “Pues, uno ya no puede salir con los amigos ya no sé puede relajar, tiene que estar pensando siempre en él antes de hacer cualquier cosa”. Práctica de la lactancia como medio para conocer las necesidades de su hijo La madre implementa la lactancia a fin de identificar las necesidades de su hijo. “Pues, yo estoy ahí todo el día, y cuando llora siempre le meto la teta de una, y si no come es porque algo le pasa, pues como el apenas está aprendiendo a gatear, el apenas tiene 9 meses” En ese momento se observó que Cuando la madre se distrajo él dejó de alimentarse, haciendo que ella lo acomodará nuevamente y él continuará succionando. Sin embargo,
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Cristina se distraía nuevamente y el niño dejaba de succionar y ella en medio de su desespero lo agarra fuerte y le introduce su pezón en la boca del niño. Durante este momento de alimentación la madre se entretiene en otras actividades. Aunque la lactancia genera un momento de cercanía corporal se observó una desatención de la madre hacia su hijo. Percepción sobre presencia física como medio principal para la construir el vínculo afectivo con su hijo Con respecto a las creencias del vínculo afectivo entre madre-hijo, la participante resalta la relevancia que tiene la presencia física para fomentar el amor, es preciso señalar que desconoce otras creencias, A la vez, manifiesta su creencia sobre que el niño no es sujeto activo en la construcción del vínculo afectivo “Pues yo primero que todo estando ahí con él. El está muy chiquito, no sé si de cuenta”. Ahora bien, se expondrá de cada participante las ideas clave (ver tabla 2,3 y 4) en relación con los objetivos, las categorías y/o categorías emergentes (estas ultima se relacionan con la agrupación de las ideas mencionadas anteriormente) dado que aquí se presentan características relacionadas con la construcción del vínculo afectivo con las figuras parentales de su familia de origen, sistemas de creencias presentes en las madres, interacciones relacionadas con la construcción del vinculo afectivo y vulnerabilidad social. Posteriormente, con base en las ideas clave que caracterizan el relato de las madres adolescentes y el ejercicio de observación, a manera de síntesis se presentaran en una tabla (ver tabla 2) los elementos comunes que inciden en el desarrollo del vínculo afectivo madre- hijo y los elementos diferenciales.
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Tabla 2. Ideas clave de Julia Participante Objetivos Describir las relaciones de las Julia madres adolescentes con sus figuras parentales implicadas en la construcción del vínculo afectivo.
Reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo de las madres adolescentes con sus hijos .
Categorias emergentes
Categorias Construcción del vínculo afectivo en sus familias de origen.
A- Caracteristicas sociodemografica de la familia de origen
A. patrón de escasa formación académica y patrón de maternidad adolescente dentro de la familia de origen.
B-Creencia afectiva en la familia de origen
B- Ausencia de una de las figuras parentales, nacimiento del hijo como factor de restauración del vinculo afectivo. y ausencia de apoyo familiar durante los primeros meses de gestación
La maternidad como factor restrictivo en su vida, reacción de rechazo frente al conocimiento de ser madre, rechazo inicial hacia el bebé por parte de su madre, transmisión del conocimiento sobre el cuidado posparto de la progenitora a la madre adolescente, bebé como prioridad de la madre adolescente, asimilación de las enseñanzas de su progenitora para el cuidado de su hijo y aceptación de la maternidad dentro del núcleo familiar.
Sistemas de creencias.
Identificar las interacciones Interacciones relacionadas con la construcción relacionadas con la del vínculo afectivo de las madres construcción del hacia el hijo, durante un momento vínculo afectivo. de alimentación. indagar cómo las madres adolescentes perciben las condiciones de vulnerabilidad
Ideas clave
Vulnerabilidad social.
El juego, el contacto corporal y las caricias como factores que contribuye a la construcción del vínculo afectivo con su hijo
Rede de apoyo informales
Apoyo de los suegros que fortalece los lazos afectivos madre-hijo
Tabla 3. Ideas clave de Ana Participante Objetivos Julia Describir las relaciones de las madres adolescentes con sus figuras parentales implicadas en la construcción del vínculo afectivo.
Categorias
Categorias emergentes
Ideas clave
Construcción del vínculo A- Caracteristicas sociodemografica A. patrón de escasa formación académica y patrón de afectivo en sus familias de de la familia de origen maternidad adolescente dentro de la familia de origen. origen.
B-Creencia afectiva en la familia de B- Ausencia de una de las figuras parentales origen
Reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo de las madres adolescentes con sus hijos .
La hija como medio para fortalecer el vínculo con la pareja y pertenecer a una familia, percepción sobre presencia física como medio para construir el vínculo afectivo con su hija, la maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión, frustración ante embarazos fallidos, reacción positiva frente al conocimiento de su embarazo y la maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión.
Sistemas de creencias.
Identificar las interacciones relacionadas con la construcción Interacciones relacionadas del vínculo afectivo de las madres con la construcción del vínculo afectivo. hacia el hijo, durante un momento de alimentación. indagar cómo las madres adolescentes perciben las condiciones de vulnerabilidad social en la construcción del
Vulnerabilidad social.
Percepción sobre presencia física como medio para construir el vínculo afectivo con su hija
Rede de apoyo informales
apoyo de los suegros que fortalece los lazos afectivos madre-hijo, apoyo de la comunidad que influye en la construcción del vínculo madre-hijo y redes de apoyo antes y después del embarazo
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Tabla 4. Ideas clave de Cristina Categorias Categorias emergentes Ideas clave Participante Objetivos Cristina Describir las relaciones de las madres adolescentes con sus Construcción del vínculo A. patrón de escasa formación académica y patrón A- Caracteristicas sociodemografica de maternidad adolescente dentro de la familia de figuras parentales implicadas en afectivo en sus familias de de la familia de origen origen. origen. la construcción del vínculo afectivo. B- Ausencia de una de las figuras parentales y B-Creencia afectiva en la familia de ausencia de apoyo familiar durante los primeros origen meses de gestación
Reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo de las madres adolescentes con sus hijos .
El hijo como fundamento de su sentido de vida, percepción sobre presencia física como medio principal para la construir el vínculo afectivo con su hijo, la maternidad implica dejar de hacer algunas actividades de ocio y diversión, reacción de miedo frente al conocimiento de ser madre, maternidad como prioridad de vida, maternidad como sinónimo de libertad, un hijo como factor de tranquilidad y percepción positiva frente al beneficio de ser
Sistemas de creencias.
Identificar las interacciones relacionadas con la construcción Interacciones relacionadas con la construcción del del vínculo afectivo de las vínculo afectivo. madres hacia el hijo, durante un momento de alimentación. indagar cómo las madres adolescentes perciben las condiciones de vulnerabilidad
Vulnerabilidad social.
Tabla 5. Elementos comunes y diferenciales
Práctica de la lactancia como medio para conocer las necesidades de su hijo
Rede de apoyo informales
Aprobación de los otros para aceptar a su hijo y apoyo de los suegros que fortalece los lazos afectivos madre-hijo
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Dentro de la tabla 5, se señalan las ideas comunes y diferenciales a través de la mirada de las participantes para la construcción del vínculo afectivo con sus hijos. En primer lugar, se evidencia una dependencia a la aprobación de los otros para aceptar a sus hijos, cabe señalar que las madres adolescentes van tomando consciencia de sus bebés a medida de que las personas que tienen un mayor grado de significancia (grupo familiar y pareja)
aprueban a este. De forma tal que el vínculo se va cimentando en la
medida en que los demás acogen su condición de madre y exaltan a sus infantes. Así mismo, el apoyo de los suegros es, en la vida de estas jóvenes, un modelo de parentalidad que ayuda a fortalecer estos lazos vinculares entre madre-hijo. Otra característica común es el hecho de que en los tres casos se evidencia ausencia de una de las figuras parentales. Asimismo, se da cuenta de un patrón repetitivo de maternidad adolescente, es decir que ésta se constituye en un rasgo intergeneracional. De igual manera, en la historia de las madres adolescentes, el papel de los hermanos permite mitigar la ausencia del cuidador, brindando una red de apoyo emocional, cooperación, guía y transmisión de conocimiento para asumir el proceso de maternidad con su hijo. Por otra parte, otros factores en las familias de las tres participantes de carácter intergeneracional son: las pocas expresiones de afecto, pues la relación con sus figuras parentales fueron distantes y de poca comunicación entre ellos, precariedad
de la
situación económica, lo que generó que los progenitores permanecieran durante gran parte del día fuera del hogar, lo que les implicó dejar a sus hijas al cuidado de otras personas que no tenían ningún parentesco. Además, en el entorno donde viven, sus necesidades básicas no han sido resueltas. Sin embargo, ellas significan su maternidad como un suceso frecuente y al carecer de sus figuras parentales que les brinden afecto, apoyo, seguridad, se comprometen tempranamente en una relación, con un embarazo no planeado que modifica trascendentalmente sus vidas, en razón a que deben dejar a un lado sus actividades cotidianas y asumir nuevas responsabilidades. Su papel en la sociedad se ve limitado entonces a ser madres, atender las labores hogareñas y al cuidado de sus hijos; ninguna de las tres, trabaja o estudia, son totalmente dependientes de sus parejas y suegros. De igual modo, la tres coincide en la relevancia de la presencia constante junto a su hijo para fomentar esta interacción, (en respuesta, sobre todo, a sus necesidades
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básicas como son el alimento y la higiene, y menos en atención a sus necesidades afectivas). Cabe mencionar que todas, han recibido tanto apoyo de los suegros como de las vecinas, los primeros les han proporcionado afecto, atenciones a ambos, hecho que nunca habían tenido; las segundas, les han proporcionado dentro de su saber, enseñanzas sobre las prácticas de crianza. Con respecto a la interacción madre adolescente-hijo durante el momento de alimentación se evidenció, la práctica de la lactancia como momento para proveer un alimento esencial al que ellas acuden, pero sólo una de las tres participantes realiza una labor paciente, tranquila, placentera con su hijo, momento lleno de expresiones de amor y caricias entre los dos; las demás participantes, manifiestan una carencia de sensibilidad para detectar las necesidades de su hijo(a) y utilizan el amamantamiento como mecanismo de “ensayo-error” para identificar las demandas propias del bebé, proceso que se efectúa de manera automática. Igualmente, las expresiones de afecto son intermitentes.
DISCUSIÓN
A partir de la mirada de las madres adolescentes, se adquirió un mayor conocimiento con respecto a la caracterización de las creencias y prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo de éstas, con sus hijos en un contexto de vulnerabilidad social. Por consiguiente, a continuación, se presentará un análisis de los resultados en relación con la teoría propuesta en el marco teórico, dando respuesta a cada uno de los objetivos, sus respectivas categorías y subcategorías. Posteriormente, se mencionarán tanto las conclusiones, recomendaciones, implicaciones y sugerencias como limitantes del presente trabajo de investigación. Considerando que el objetivo general de este estudio fue caracterizar las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes con sus hijos, de la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali, y entendiendo que dentro de sus narraciones se evidencian sus percepciones, experiencias personales y su diario vivir, se encontró como idea principal que las
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participantes no logran dar cuenta de una manera clara y explícita sobre qué es lo fundamental para ellas en torno a la construcción del vínculo afectivo con sus hijos. Sin embargo, esto no significa que ellas no tengan algunas ideas, y que de hecho lleven a cabo unas prácticas que van a esta r impactando este proceso. Es probable que esta situación guarde relación con el hecho de que las tres madres adolescentes vivieron experiencias de privación afectiva con su figura materna, experiencias de abandono, ausencia, falta de cuidados como atención y protección por parte de su cuidador/a (Bowlby, 1986). Por lo tanto, resulta oportuno mencionar que la falta tanto de cuidados como atención, protección y sensibilidad por parte de su cuidador/a principal afecta en gran medida la cimentación de los lazos afectivos entre ambos. Con relación al primer objetivo específico que consistió en describir las relaciones de las madres adolescentes con sus figuras parentales implicadas en la construcción del vínculo afectivo y con respecto a las subcategorias teóricas (presencia- ausencia de la madre, sensibilidad y respuesta frente a las necesidades de los hijos - proxemia y formas de contacto) los relatos de la mayoría de las participantes dan cuenta de una historia de lazos afectivos débiles con sus cuidadores principales, un patrón de bajo nivel educativo, escasez de atención, insuficientes expresiones afectivas, poca disponibilidad de tiempo para la satisfacción de necesidades, falta de comunicación; en parte por la situación de precariedad económica que obligó a su progenitor (a) a salir del hogar en busca de un trabajo para su sustento, y estar fuera de la casa la mayor parte del día, lo que ocasionó un distanciamiento dentro de la crianza, suceso que dificultó la cimentación de las relaciones afectivas entre ellas, lo cual concuerda con los resultados de investigaciones que destacan que estos factores hacen parte de un contexto de vulnerabilidad social que inciden en la construcción del vínculo afectivo madre-hijo (Pineda, 2013). En relación a esto Sampayo y Lezcano (2014), afirman que la comunicación dentro del grupo familiar es indispensable para cimentar un nexo afectivo. Asimismo, autores como Pérez y Arrazola (2013), señalan que además de esto, el factor tiempo incide en la calidad de la interacción entre la figura parental y su hijo, todo lo cual, se evidencia, en el caso de las madres participantes, pues todas ellas vivieron limitaciones significativas en la construcción del vínculo afectivo con sus propias figuras parentales. Ahora bien, dentro de los referentes para el aprendizaje en la construcción del vínculo afectivo madre adolescente-hijo, según Bowlby (1989), además del (la) cuidador
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(a) principal, existen otras figuras de apego que le pueden proporcionar calidez, amparo y seguridad al infante para la cimentación de los lazos afectivos, suceso similar que se evidenció en los relatos de las jóvenes, con respecto a sus hermanos (as), puesto que estos interactuaban de manera continua con ellas, les proporcionaban
cercanía,
consuelo, confianza, comunicación ante la ausencia prolongada de sus figuras parentales, estableciendo una relación de apoyo emocional y afectivo. De igual manera, cuando las participantes quedaron en estado de gestación tuvieron un acompañamiento y ayuda por parte de estos, pues ellos ya habían tenido hijos, lo que les permitió a las jóvenes madres un conocimiento básico para el cuidado de sus bebés. Con relación al segundo objetivo que consistió en reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo de las madres adolescentes con sus hijos; y con respecto a las subcategorías teóricas (presencia- ausencia de la madre, sensibilidad y respuesta frente a las necesidades de los hijos - proxemia y formas de contacto, asunción de los legados intergeneracionales), a partir de sus relatos se logró identificar que la sensibilidad en ellas para ejercer su rol de madre, se ha ido transformando paulatinamente, y en cada una de manera distinta. Sin embargo, carecen de competencias para reconocer sus emociones y responder ante estas. En este proceso, ellas han experimentado inicialmente un sentimiento ambivalente hacia sus hijos desde la gestación y durante su nacimiento. Este rechazo inicial de las madres adolescentes hacia sus hijos, se fue transformando en la medida en que otras personas significativas (abuelas, suegras, progenitoras), las fueron reconociendo y validando positivamente en su calidad de madres. Posteriormente, este sentimiento se fue reestructurando bajo las percepciones que tenían sobre sí mismas, sobre su historia de crianza, su papel como futuras madres, esposas y mujeres en la sociedad (Stern, 1997). Con respecto a los planteamientos de Parada y García (2017) sobre la asunción de los patrones de crianza de las figuras parentales, se identificó en las narraciones de las participantes una resignificación de las creencias que habían asumido a partir de la relación con sus cuidadores, en razón a que se sintieron reconocidas
y acogidas
socialmente al aceptar a su hijos, modificando los lazos afectivos con estos de manera autónoma, implementando, sus propias actividades de crianza y decisiones sobre el cuidado de los mismos. Así pues, las creencias de las madres adolescentes, sobre este tema,
se dan a partir de una base (familiar) carente de afecto, refiriéndose
primordialmente a suplir las necesidades básicas del bebé (alimentación e higiene) y a la
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permanencia física constante. No obstante, los señalamientos tanto de Pérez y Arrazola (2013) como de Bowlby (1989), con respecto a la construcción de los lazos afectivos madre e hijo no consiste únicamente en la satisfacción de las necesidades básicas del infante, ni con la presencia física del cuidador/a principal, sino en la calidad del proceso que se está forjando en esta interacción entre ambos; mediante la expresión de afecto, el contacto corporal, la gestualidad y dar respuesta a sus demandas de manera oportuna. Con respecto a la creencia de las madres adolescentes sobre la construcción del vínculo afectivo en cuanto a la proxemia, a partir de los relatos de todas las participantes, se infiere una relevancia de la cercanía constante (madre-hijo); además, la madre que aquí ha sido nombrada como Julia implementa el juego para construir los lazos afectivos con su hijo, lo que resulta distinto de las otras jóvenes, esto sucede a partir de la creencia que ella tiene de que el bebé es un sujeto activo en esta interacción, esto concuerda con el enunciado de Bowlby (1989), donde en el significado de la relación entre madre-hijo para la cimentación de los lazos afectivos, el infante es un participante activo en este vínculo. Esto permite la comprensión sobre la existencia del otro, incrementando la reciprocidad de esta interacción y fortaleciendo este nexo. En el caso de esta participante, su hijo fue un factor de reconocimiento y valoración de su progenitora y abuela materna, en razón a que le permitió obtener un lugar significativo dentro de su familia, mejorando así las relaciones que existían dentro de esta, pues antes de que naciera el bebé, no era muy buena. En este sentido, a partir de lo que Julia manifestó sobre su proceso de gestación, inicialmente lo vivenció sola, pero luego obtuvo el apoyo y la compañía de su progenitora, abuela y hermanos, de los que adquirió conocimientos a diferencia de las otras dos participantes. De manera que estas creencias fueron un constructo de sus experiencias derivados de un orden parental, suceso que es análogo con las declaraciones de González y Estupiñán (2010)
con respecto a la imitación de los comportamientos
maternos o de las otras personas de su entorno, que realizan las madres adolescentes sobre la atención de sus hijos. Asimismo, las madres adolescentes a pesar de no contar con un patrón de cercanía y de apoyo, han ido construyendo un vínculo amoroso con sus hijos, circunstancia que se ha forjado gracias a la interacción continúa entre ambos. Habría que
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mencionar también que la permanente cercanía y las diferentes formas de contacto, expresiones, la presencia y la sensibilidad e interacción entre el hijo/progenitora, originan un intercambio de emociones, mediante la aceptación, aprobación de otros y bajo la resignificación de las experiencias de su propia historia (Parada y García ,2017; Barudy y Dantagnan,2005 y Bowlby,1989). Por otra parte, para explicar el tercer objetivo específico identificar las interacciones relacionadas con la construcción del vínculo afectivo de las madres hacia el hijo, durante un momento de alimentación, bajo las subcategorías proxemia y formas de contacto; y sensibilidad-respuesta, se puede decir que la calidad del vínculo afectivo durante la práctica de lactancia implementada por la mayoría de las participantes no existe una comunicación afectiva entre madre-hijo, puesto que se infiere poca sensibilidad y capacidad de respuesta frente a las necesidades de su bebé, actividad que es realizada con el propósito de indagar sus requerimientos, lo que les ocasiona a ellas nerviosismo y frustración, esto demuestra un desconocimiento sobre este tema, evento que afecta significativamente la construcción de los lazos afectivos (Pinilla, Domínguez y García, 2014) . Sin embargo, una de las participantes pone en evidencia la enseñanza impartida por su progenitora sobre la relevancia de esta actividad por su valor tanto nutricional como de fácil acceso, más no como un mecanismo que fortalece la relación afectiva entre ambos. No obstante, en las emociones expresadas por el infante, se da una reciprocidad de expresiones tanto de afecto, contacto físico como gestual entre los dos, circunstancia que se asemeja a los planteamientos de Morillo y Montero (2010) , Ortiz, Borré, Carrillo y Gutiérrez (2006), sobre este espacio único que fortalece el desarrollo de los lazos afectivos entre la progenitora y su bebé, donde se genera cariño y afecto a través del contacto corporal, dado que mientras la madre intenta mantener el niño cerca de ella, éste por su parte, desea permanecer a su lado a través de la succión, la sonrisa y el llanto (comportamiento afectivo). Ahora bien, según los planteamientos de Calvo (2008) la lactancia es un mecanismo que fortalece el desarrollo del vínculo afectivo madre-hijo, en razón a la cercanía y a la interacción que se da entre los dos.
Sin embargo, a partir de las
observación de las tres participantes, este nexo se establece no sólo a través de la proxemia y contacto corporal sino por la sensibilidad de la madre para generar un
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ambiente cálido, su comportamiento afectuoso, su estado emocional, la percepción sobre su hijo y apreciación sobre sí misma para desempeñar esta actividad (Parada y García, 2017). Finalmente, para explicar el cuarto objetivo indagar cómo las madres adolescentes perciben las condiciones de vulnerabilidad social en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos, a partir de los relatos de las participantes se logró identificar que hay una cultura dentro de la comuna 18 sobre todo en la zona de la ladera que está relacionada con el asistencialismo (costumbre de recibir ayuda de otros en lugar de generar soluciones por sí mismos), es probable que este fenómeno es un limitante para que la gente reconozca y acceda oportunamente a los recursos institucionales que podría haber en favor de la profilaxis, psicoeducación para ejercer la maternidad, entre otros, y favorecer el vínculo con sus bebés. En cuanto a su estructura familiar, ellas proceden de hogares disfuncionales, constituidos por un solo progenitor (a consecuencia de la separación voluntaria o abandono de la pareja), con hijos fruto de uniones de compañero (a) anteriores o posteriores, escaso tiempo libre para el sano esparcimiento, pocas expresiones de afecto, respuestas no oportunas a sus requerimientos y creatividad de que disponen las figuras parentales en contextos vulnerables que inciden de manera negativa para captar las necesidades de los hijos y responder de manera pronta y adecuada (Alcaldía Santiago de Cali, 2011), en concordancia con lo expresado por Pineda (2013), sobre mayores esfuerzos que deben efectuar estas personas para conseguir recursos económicos, toma repercusión en cuanto a la calidad y tiempo para compartir en familia, suceso que fue señalado por todas las participantes sobre su historia de vínculos afectivos con sus progenitores. En cuanto al aspecto relacional, aunque las participantes han vivido
en un
contexto desfavorecido por la falta de recursos, ayudas estatales, entre otros y padecido de dificultades como la separación de sus familias de origen antes y después del embarazo, han desarrollado actitudes resilientes para hacer frente a estas circunstancias, evento que concuerda con Pineda (2013) sobre la capacidad que tienen algunos individuos para vivir bajo condiciones difíciles y responder de manera adecuada, en este caso ante las carencias experimentadas durante la niñez.
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Ahora bien, a partir de los relatos de las tres participantes a pesar de proceder de contextos vulnerables, ninguna percibe este hecho como una dificultad para asumir el ejercicio de su maternidad, se infiere entonces que desde la mirada subjetiva no consideran la naturaleza del contexto como un factor amenazante o conflictivo para construir los lazos afectivos con sus hijos, además han desarrollado en algunos aspectos una actitudes que las ha permitido recuperarse (resiliencia), como son las redes de apoyo informales que vinculan con sus suegros, amigas, vecinas, para el cuidado y crianza de los bebés,
ante su falta de conocimiento sobre estos. Igualmente, han establecido
situaciones acogedoras y afectuosas en su hogar, tratando de fomentar un desarrollo psicosocial adecuado en sus hijos, lo que concuerda con Builes y López (2009) que a medida en que estas adolescentes ponen en práctica estos elementos, se podrán adaptar y enfrentar ante circunstancias adversas, de manera adecuada. El contexto en que se desarrollan las madres adolescentes se caracteriza por la inestabilidad, escaso afecto, comunicación y falta de apoyo familiar, circunstancia que incide en su desarrollo emocional y por ende, en la construcción del vínculo afectivo con sus hijos. Por otra parte, su nueva condición es percibido como un hecho natural, en razón a que en su medio, tanto sus madres, abuelas como la mayoría de las adolescentes, se convirtieron en madres a temprana edad. Igualmente, ninguna estudia o trabaja, no tienen en mente otro horizonte que ser esposas, madres y cuidadora de sus hijos (Komura, 2008). Desafortunadamente, este hecho, ha generado una dependencia total de su pareja y suegros en el aspecto económico y en la atención de sus hijos (esto último, en relación con las suegras). No obstante, a su modo de ver, la maternidad les ha proporcionado más ventajas que dificultades, consiguiendo una familia propia, un incentivo para sus vidas; una manera de llenar los vacíos afectivos, desarrollando además, un proyecto de vida que hasta entonces no tenían, en razón a que antes de su embarazo, su vida giraba en torno a la calle, en medio de los amigos y sin ninguna responsabilidad. Así mismo, las participantes a partir de sus relatos manifestaron que el establecimiento de redes de apoyo, en este caso informales (suegras, amigas y vecinas) les permitían obtener conocimientos sobre la atención y cuidados que demandan los infantes de una manera más segura. En este sentido, tanto Parada y García (2017) como Pineda (2013) hablan sobre la resignificación del vínculo afectivo madre-hijo como la
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percepción que se desarrolla en las familias vulnerables para obtener los conocimientos necesarios frente a los cuidados y atenciones que demanda el infante, permitiéndoles hacer frente a situaciones desconocidas que les ocasiona estrés, ansiedad, entre otros frente a la crianza de sus hijos. Los conocimientos proporcionados por las redes de apoyo desde su saber empírico, les permite a las madres adolescentes de esta investigación, además obtener conocimiento, estrechar el vínculo afectivo con sus hijos, evento que es contradictorio al planteamiento de Pineda (2013) sobre la gran cantidad de redes de apoyo con que se cuenta en estos entornos vulnerables pero con escaso conocimiento ilustrativo y afectivo. Por último, el contexto vivenciado por las participantes y retomando lo señalado por la Alcaldía de Cali (2011-2016), hacen falta ofertas institucionales de calidad para el acompañamiento del ejercicio de la maternidad, no cuentan con los servicios básicos de acueducto, alcantarillado (son precarios), ni existe una infraestructura óptima para el desplazamiento de sus habitantes dentro del sector que les permitan llegar con facilidad a las pocas instituciones de salud y educativas que se encuentran en lugares distantes a este sitio; no existen centros o programas deportivos o recreativos para un sano esparcimiento o para compartir en familia. Motivo por el cual, estas circunstancias dificultan la construcción del vínculo afectivo de estas madres con sus hijos, dado que no existen espacios diferentes a los de su hogar que promuevan el desarrollo físico, emocional, psicológico y social de estos. Ahora bien, teniendo en cuenta el análisis de los resultados de este proceso investigativo y con respecto a cada uno de los objetivos establecidos, se puede concluir que: la construcción de los lazos afectivos entre madre-hijo, es un proceso que se inicia desde el embarazo y que tiene sus orígenes tanto en la historia de cada mujer y de acuerdo al contexto donde ella se encuentra, en este estudio se evidencian características comunes en las tres participantes, como por ejemplo, patrón de embarazo adolescente intergeneracional (estas madres se embarazaron antes de los veinte años); existencia de hogares disfuncionales, donde las interacciones y expresiones de cariño con sus figuras parentales son escasas, no hay un diálogo entre sus miembros y el apoyo es intermitente, circunstancias que se da especialmente en dos de las tres participantes; progenitores con escasa formación académica. Además, son cabezas de hogar, evento que anudado a su condición de pobreza, les obliga a salir de casa a buscar empleos informales que
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demandan su permanencia fuera de ella la mayor parte del día, generando una sobrecarga de obligaciones, que no les permite dedicar el tiempo suficiente para atender de manera óptima a sus hijos (estableciéndose poca interacción afectiva). Asimismo, las participantes son dejadas al cuidado de otras personas e inclusive ajenas a ellas, quienes no les brindan ni el cariño ni la protección suficientes. Otra circunstancia común en relación con la historia de lazos afectivos de las tres madres adolescentes es la constante interacción entre los hermanos, mayor proximidad y apoyo en ausencia de la progenitora; suceso que no estaba contemplado en el marco de esta investigación pero que surgió a partir de sus declaraciones. Con relación al embarazo, este evento no fue planeado en dos de las tres adolescentes participantes y por ende, el vínculo que establecen con sus hijos es ambiguo desde ese momento; evidenciándose posteriormente en las relaciones, una dificultad entre sus propias necesidades y las de ellos, circunstancia que en la mayoría de estas madres, no les permite comprender adecuadamente, los requerimientos de sus hijos, generándoles impaciencia, frustración, etc. Adicionalmente, la investigación permitió confirmar los planteamientos enunciados en el marco teórico sobre los factores que dificultan el vínculo afectivo madre adolescente-hijo como son la falta de proximidad, la insensibilidad, escasa disponibilidad de la madre para responder con prontitud las necesidades del niño tanto básicas como afectivas; así como poca comunicación afectiva, etc. En este sentido, la interacción que se establece entre ellos, no es tanto la calidad de atención que la progenitora, le brinde al infante sino la manera como el niño, percibe estos cuidados, hecho que él, replicará en un futuro con sus propios hijos. Además, el reconocimiento del infante como sujeto activo por parte de su madre, permitirá a ella, desarrollar tanto sus emociones como sensibilidad y por ende, fortalecer los lazos afectivos entre ambos. Por otra parte, el referente afectivo que han tenido las tres participantes, conlleva a resignificar la construcción del vínculo afectivo con sus hijos y aunque de alguna manera están replicando las pocas expresiones de cariño y falta de comunicación de sus hogares, coinciden en que tanto la cercanía constante y la satisfacción de las necesidades básicas de su hijo, afianzar la construcción de los lazos afectivos. Sin embargo, desde su perspectiva, las madres adolescentes consideran que la maternidad les ha otorgado más
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beneficios que desventajas, bien sea porque han obtenido cariño, atención por parte de los suegros; ha permitido estrechar lazos afectivos con sus familias de origen; además, han conseguido valoración, reconocimiento por parte de sus parejas, también han conseguido la familia que nunca tuvieron. En cuanto a sus hijos, estos son seres muy representativos para ellas, en razón a que les proporciona su identidad como madres, son además, considerados un “puente” para mejorar las relaciones afectivas con sus familias, pareja; una forma para llenar sus vacíos afectivos o un aliciente para continuar sus vidas que hasta ese entonces, carecía de un proyecto de vida definido. Adicionalmente, el apoyo de los suegros favorece la construcción del vínculo afectivo entre los dos. Ahora bien, en cuanto a la transmisión de los legados intergeneracionales en relación con las prácticas de crianza que se evidencian en esta investigación son carencia afectiva, distanciamiento, falta de comunicación, etc. Así por ejemplo, sólo en una de las tres participantes, la progenitora le proporciona conocimientos sobre la importancia de la lactancia materna por su valor nutritivo y por su fácil acceso más no como mecanismo que favorece los lazos afectivos entre madre-hijo. De hecho, de las observaciones realizadas durante el momento de alimentación (lactancia), se puso de manifiesto incongruencias entre el discurso de dos de las madres y lo que ellas expresan a través de sus palabras. No obstante, una de las participantes aunque desconoce la relevancia de este mecanismo para fortalecer el vínculo afectivo es mediante las emociones expresadas por el infante que logra desarrollar un comportamiento afectivo entre ambos. De otra parte, la asunción de la maternidad temprana en un entorno vulnerable, conlleva a estas adolescentes asumir nuevas responsabilidades, circunstancias que no les ha permitido tener otras opciones para desarrollar su proyecto de vida, percibiendo esta condición como un hecho normal, donde su existencia se reduce a ser esposa, madre y a cuidar de sus hijos. Así mismo, la construcción del vínculo afectivo madre e hijo en estas condiciones se hace muy difícil en razón al sinnúmero de factores de orden emocional, económico, social, etc. que afectan las relaciones familiares. Sin embargo, el desconocimiento en cuanto al cuidado y la crianza de sus hijos, les ha permitido a estas participantes desarrollar actitudes resilientes, conformando redes de apoyo informales (suegros, amigas, vecinas), en razón a su cercanía, conocimientos y experiencia; circunstancia que además, les permite adaptarse a su nuevo rol. Igualmente, aunque en la actualidad, estas madres adolescentes dependen de sus parejas y suegros en el
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aspecto económico, probablemente si surgen dificultades en un futuro, ellas podrán hacerse cargo de sus hijos, en razón a que la mayoría de las participantes ya ha vivido sola. En cuanto a las limitaciones metodológicas identificadas en el presente trabajo investigativo se evidencian escasos estudios previos tanto a nivel nacional como internacional con relación al tema de investigación. De igual manera, un aspecto que no se trató en este estudio pero que reviste una gran relevancia para efectuar un análisis más detallado y obtener un mayor reconocimiento sobre este tema, es la de incorporar tanto la mirada subjetiva de las madres adolescentes como de sus figuras parentales, circunstancia que permitiría comprender la interacción de ambas y la manera como han construido su vínculo afectivo a partir de los relatos de cada una. Adicionalmente, la colaboración de una de las participantes no fue del todo específica para suministrar información con relación a su biografía, aspecto relevante que hubiera permitido un mayor análisis y conocimiento sobre la construcción de los lazos afectivos con sus figuras parentales. Todo lo anterior, conlleva a considerar otros temas para el desarrollo de futuras investigaciones, en razón a que aunque no fueron tratados a fondo en este estudio aparecieron durante su desarrollo y que se consideran necesarios para obtener un mayor conocimiento sobre la incidencia de estos factores en la construcción del vínculo afectivo madre-hijo, tales como: el rol que juega el padre en el establecimiento los lazos afectivos; las creencias y representaciones de las madres participantes; el maltrato intrafamiliar; para lo cual se podría llevar a cabo investigaciones de carácter cualitativo en un grupo más amplio que permitan abordar estos contenidos relacionados con la afectividad, asimismo, ejercicios de investigación cualitativa con la implementación de formatos semiestructurados que permitan dar cuenta la construcción de este lazo afectivo, el vínculo que se establece entre los hermanos en ausencia del progenitor; la influencia de la ausencia de una de las figuras parentales, considerando el incremento de las funciones que debe asumir el progenitor que se queda a cargo de los hijos y que puede afectar de alguna manera, la construcción de dicho vinculo (que se deriva en un tiempo limitado para compartir con los hijos); el reconocimiento de la madre hacia su hijo como un sujeto activo y la manera como los hermanos le brindan apoyo a las madres para hacer frente a situaciones ad versas; la relevancia del fomento de la autoestima en las madres
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adolescentes para establecer un vínculo afectivo con sus hijo, en especial, las que se encuentran en entornos vulnerables; el trabajo de las instituciones de salud tanto en el acompañamiento como apoyo que les puedan brindar a estas madres adolescentes para que puedan desarrollar su maternidad en condiciones óptimas; construcción del vínculo afectivo madre e hijo en los diferentes grupos culturales del país (eje cafetero, cauca, indígenas, afrodescendientes) para establecer las diferencias socioculturales, en razón a que la comuna 18 ha sido conformada por distintos grupos étnicos. De otro modo, desde el ámbito gubernamental, se hace necesario impulsar programas de apoyo, charlas, entre, otros, a las familias, dirigidos al fortalecimiento del vínculo afectivo madre/hijo desde edades tempranas. Igualmente, sería interesante observar un momento de aseo o del juego, por el tipo de interacción en el que aquí se establece entre la madre y el bebé.
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ANEXOS Anexo 1: Asentimiento informado
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES PROGRAMA DE PSICOLOGÍA ASENTIMIENTO INFORMADO PARA LAS ADOLESCENTES
La presente investigación tiene como nombre Construcción del vínculo afectivo en la diada madres hijos en adolescentes de la comuna 18- Cali, este se llevará a cabo por dos estudiantes de último semestre de Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Este documento le brindara a usted información pertinente sobre su participación, interés y seguimiento de este estudio. Este tendrá una duración aproximada de cuatro meses, en este tiempo se pretende desarrollar el siguiente objetivo el cual se enfoca en caracterizar las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes con sus hijos, de la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali
Así mismo, si sus acudientes y si usted acepta participar de manera voluntaria en este proceso, tenga en cuenta que en cualquier momento, de manera autónoma, usted puede dar por finalizado las entrevistas y/o cuestionarios, además puede solicitar el retiro de los datos que ha proporcionado o abstenerse de contestar alguna pregunta sin dar explicación alguna, con el fin de que no se sienta vulnerada su integridad. Su participación y colaboración es muy importante para el desarrollo de las actividades, que permitan la recolección de la información necesaria para este estudio, si es necesario según los investigadores estos serán grabados. También queda constatado en este consentimiento que usted no recibirá ninguna remuneración económica por
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participar en esta investigación.
Ahora bien, como aspectos éticos que velarán tanto por su bienestar como por el de esta investigación es necesario mencionar lo siguiente: De acuerdo con la resolución No. 008430 del año 1993 del artículo 15 y 16, bajo el inciso 1, el cual trata sobre los aspectos éticos de la investigación con seres humano, donde se respetan los derechos de las personas para aceptar o no participar en cualquier investigación, en este establecen las normas científicas, técnicas y/o administrativas para llevar a cabo una investigación en salud. Además, se tiene presente dentro la firma y la publicación de la ley 1090 del 06 de septiembre del 2006 con los artículos 2, 3, 10, 15, 17, 23, 29, 36, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 52, 55 y 56 establecida por el Congreso de la República de Colombia. En este se estiman aspectos de orden políticos, administrativo, científico y técnico enfocado en el estudio, análisis e investigación en el campo de la psicología, por lo tanto, es de carácter obligatorio y un derecho ético obtener de usted su autorización para hacer parte de esta investigación por medio de su firma en este asentimiento informado. Con su firma usted certifica que ha leído o alguien le ha leído el presente documento, que le han sido resueltas todas sus dudas o inquietudes de manera verbal y que acepta participar voluntariamente en el presente estudio. Además, usted declara ser informado sobre los objetivos que serán llevados a cabo y conocer los intereses del ejercicio que será llevado a cabo por estudiantes de psicología de la Pontificia Universidad Javeriana y estando conforme con los mismos. La información que se obtenga de usted será confidencial y anónima o cualquier muestra que revele su identidad, usted podrá pedir información en el periodo en el que transcurre la investigación. Así dejas constancia de que recibes una copia del presente asentimiento informado con los respectivos números celulares de las investigadoras. Siendo así usted autoriza al equipo de estudiantes para utilizar la información recolectada para el informe final y futuras publicaciones sin que sea revelada su identidad. En caso de ser necesario, se le contactará nuevamente para ampliar aspectos de la investigación.
Para el desarrollo de esta investigación participaran voluntariamente 3 madres adolescentes. Sin embargo, se debe contar con la autorización de uno de sus padres y/o acudiente. La información será por medio de entrevistas y observación en el que se tendrá
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presenta la experiencia de la maternidad de las prácticas y creencias que intervienen directamente de la madre adolescente para la construcción del vínculo afectivo con su hijo. En caso de que tenga alguna inquietud respecto al desarrollo de la investigación o tenga dudas de sus derechos como participante póngase en contacto con Paola Holguín y Linda Tamayo. Es necesario dejar claro que no habrá ninguna represalia para usted o su padre (acudiente) pueden retirarse en cualquier momento. La participación en esta actividad no será remunerada monetariamente
_______________________ Firma: Nombre: Documento de identificación:
Como investigadoras del presente proyecto, aceptamos que hemos leído y conocemos la normatividad correspondiente para realizar investigación con seres humanos y nos apegamos a ella. _______________________ y _____________________.
Como Director del presente proyecto, acepto que he leído y conozco la normatividad correspondiente para realizar investigaciones con seres humanos y me acojo a ella.
___________________
______________________
Firma profesor:
Firma testigo:
Nombre: César Fabricio Torres Hurtado
Nombre:
Documento de identificación:
Documento de identificación:
Este documento es firmado a los ____ días del mes de _______ 2017
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Anexo 2: Consentimiento informado
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES PROGRAMA DE PSICOLOGÍA CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA PADRES
De acuerdo con la Resolución No. 008430 del año 1993 del artículo 15 y 16, bajo el inciso 1, el cual trata sobre los aspectos éticos de la investigación con seres humano, donde se respetan los derechos de las personas para aceptar o no participar en cualquier investigación, en este establecen las normas científicas, técnicas y/o administrativas para llevar a cabo una investigación en salud. Además se tiene presente dentro la firma y la publicación de la ley 1090 del 06 de septiembre del 2006 con los artículos 2, 3, 10, 15, 17, 23, 29, 36, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 52, 55 y 56 establecida por el Congreso de la República de Colombia. En este se estiman aspectos de orden políticos, administrativo, científico y técnico enfocado en el estudio, análisis e investigación en el campo de la psicología, por lo tanto es de carácter obligatorio y un derecho ético obtener de usted su autorización para hacer parte de esta investigación por medio de su firma en este consentimiento informado.
Este consentimiento informado le brinda a usted información en la
participación y
seguimiento en relación a la investigación Construcción del vínculo afectivo la diada madres hijos en adolescentes de la comuna 18-Cali, con sus hijos de la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali, el cual se lleva a cabo por dos estudiantes de psicología de la Pontificia
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Universidad Javeriana Cali. El tiempo establecido para la presente investigación es de cuatro meses aproximadamente. Cuyo objetivo es caracterizar las creencias y las prácticas relacionadas con las experiencias de ser madre directamente del testimonio de vida de las madres adolescentes para evidenciar en ella como se ha llevado a cabo la construcción del vínculo afectivo con sus hijos, de la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali.
Por todo lo anteriormente mencionado, es necesario tener presente el código deontológico y bioético para este trabajo, destacando la ley 1090 del 2006 que rige al profesional en Psicología y las investigaciones realizadas en este campo. De igual manera, se tiene en cuenta el artículo 6 de la Resolución No. 008430 de 1993 del Ministerio de Salud colombiano, que considera este estudio con un grado de riesgo mínimo, debido a que trata temas que pueden repercutir en su estado emocional puesto que se abordaron aspectos de su vida privada, tales como: su crianza, la sexualidad, tu vida familiar y de pareja, relaciones interpersonales, entre otras. Es importante mencionar que las estudiantes tenemos el compromiso de responder cualquier duda que a usted le surja y en caso de que sientas malestar las investigadoras estamos en la obligación de brindar apoyo para encontrar la manera adecuada para resolver su necesidad producto de su colaboración dentro de la investigación.
Así mismo, si usted acepta que su hija participe tenga en cuenta que en cualquier momento, de manera autónoma, puede dar por finalizado las entrevistas y observación, además puede solicitar el retiro de los datos que ha proporcionado o abstenerse de contestar alguna pregunta sin dar explicación alguna, con el fin de que no se sienta vulnerada su integridad. Su participación en muy importante y consiste en la aplicación de un cuestionario y entrevistas, en estas últimas serán grabadas si es necesario. También queda constatado en este consentimiento que usted no recibirá ninguna remuneración económica por participar en esta investigación.
Con su firma usted certifica que ha leído o alguien le ha leído el presente documento, que le han sido resueltas todas sus dudas o inquietudes de manera verbal y que acepta participar voluntariamente en el presente estudio. Además usted declara ser informado sobre los objetivos de este estudio y conocer los intereses del ejercicio que será llevado a cabo por estudiantes de psicología de la
Pontificia Universidad Javeriana y estando conforme con los mismos. La
información que se obtenga, será confidencial y anónima, cerciorándose de que no se incluya su nombre o cualquier muestra que revele su identidad.
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Así dejas constancia de que recibes una copia del presente consentimiento informado con los respectivos números celulares de las investigadoras. Siendo así usted autoriza al equipo de estudiantes para utilizar la información recolectada para el informe final y futuras publicaciones sin que sea revelada su identidad. En caso de ser necesario, se le contactará nuevamente para ampliar aspectos de la investigación.
En caso de que tenga alguna inquietud respecto al desarrollo de la investigación o tenga dudas de sus derechos como padre que autoriza la participación de su hija póngase en contacto con Paola Andrea Holguín y Linda Isabel Tamayo.
Sí ya usted señor (a) padre de familia y/o acudiente ha leído o se le ha leído este documento y tiene una comprensión plena de la información y manifiesta aceptar la participación de su hija __________________________.De esta manera, la firma del consentimiento informado dará cuenta su autorización de llevar a cabo la recolección de la información directamente a su hija (o)
_______________________
_______________________
Firma participante :
Firma acudiente:
Nombre:
Nombre:
Documento de identificación
Documento de identificación
Como investigadoras del presente proyecto, aceptamos que hemos leído y conocemos la normatividad correspondiente para realizar investigación con seres humanos y nos apegamos a ella.
_______________________
_______________________
Firma:
Firma:
Nombre: Linda Tamayo
Nombre: Paola Holguín
Documento de identificación:
Documento de identificación:
_______________________
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Firma testigo Nombre: Documento de identificación:
Como Director del presente proyecto, acepto que he leído y conozco la normatividad correspondiente para realizar investigaciones con seres humanos y me acojo a ella. _________________________________
_______________________ Firma: Nombre: César Fabricio Torres Documento de identificación:
Este documento es firmado a los ____ días del mes de _______ 2017
Anexo 3. Guía de validación de los instrumentos por los jueces expertos
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FORMATO REGISTRO DE OBSERVACIÓN A PROFUNDIDAD
Nombre del evaluador: Myriam Román Muñoz Ocupación: Docente Profesión: Socióloga Experiencia Profesional: Docencia, investigación y consultoría en temas de familia, convivencia y derechos humanos.
El presente formato expone la rejilla de observación que será implantada para analizar tres momento específicos: El momento cuando la madre adolescente este bañando a su hijo, un segundo momento cuando la madre adolescente este alimentando a su hijo y el tipo de relación y rol que ejerce la figura materna frente al rol de madre adolescente en el momento de relacionarse ella con su hijo (Y EL TERCER MOMENTO? EN LOS DOS ANTERIORES INTERESARÍA OBSERVAR EL TIPO Y ROL O NO? ) Con esta observación se pretende ahondar el siguiente objetivo general: caracterizar las creencias y las prácticas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes con sus hijos pertenecientes a la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali. Y los siguientes tres objetivos específicos: a) describir los aspectos biográficos más relevantes para el ejercicio de la maternidad de cada una de las participantes, b) reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo con sus hijos presentes en las madres participantes de la investigación y c) Identificar las prácticas de la madre adolescentes relacionadas con la construcción del vínculo afectivo.
Dónde: (1) No cumple: no son suficientes para dar inicio e orientar la observación. (2) Cumple moderadamente: Se deben incrementar algunos ítems para poder evaluar los tres momentos a observar (alimentación, baño e la influencia de la figura materna sobre el rol de madre que ejerce la joven adolescente al momento de relacionarse con sui hijo (3) Si cumple: Los ítems son suficientes para la observación
Observación
Fecha:
Lugar:
Hora inicio:
Hora fin:
Sujetos y/o evento observado: observar las interacciones afectivas entre la madre adolescente y su hijo
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Objetivo de la observación: Identificar las prácticas de la madre adolescentes relacionadas con la construcción del vínculo afectivo.
Describa detalladamente los comportamientos que observa en la interacción de la madre adolescente y su hijo 1) 2) 3)
No cumple. Cumple moderadamente Si cumple.
Comentarios y sugerencias: Si en la otra son comportamientos afectivos, este a qué se refiere? Podría colocar en paréntesis en qué va enfocado Describa los comportamientos afectivos por parte de la madre adolescente a su hijo que usted observa en la interacción (miradas, caricias, le hablo…) 1) 2) 3)
No cumple. Cumple moderadamente Si cumple.
Comentarios y sugerencias: Describa detalladamente el entorno en el que vive la madre adolescente y su hijo (con quien vive) 1) No cumple. 2) Cumple moderadamente 3) Si cumple. Comentarios y sugerencias: Datos emergentes: Supuestos de la observación o hipótesis 1) 2) 3)
No cumple. Cumple moderadamente Si cumple.
Comentarios y sugerencias:
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COMPLEMENTE el encabezado universidad, facultad, carrera, título de la investigación, nombre de las estudiantes FORMATO VALIDACIÓN DE CONTENIDO POR JUECES EXPERTOS Nombre del evaluador: Myriam Román Muñoz Ocupación: Docente Profesión: Socióloga Experiencia Profesional: Docencia, investigación y consultoría en temas de familia, convivencia y derechos humanos. Fecha: 31-05-2017 El presente formato expone tres posibles consignas para llevar acabo la recolección de la información mediante la realización de una entrevista en profundidad, el cual será el principal método (técnica) para recopilar la información dentro de la investigación (se requiere el título de la investigación y el objetivo general ) abe señalar que las consignas planteadas en este formato se utilizaran para dar inicio a la conversación con las participantes, con el fin de que ellas brinden la información deseada para el logro de los objetivos de la investigación. Como objetivo general se pretende caracterizar las creencias y las practicas relacionadas con la construcción del vínculo afectivo en madres adolescentes con sus hijos pertenecientes a la zona de la ladera de la comuna 18 de la ciudad de Cali y los siguientes tres objetivos específicos: a) describir los aspectos biográficos más relevantes para el ejercicio de la maternidad de cada una de las participantes, b) reconocer las creencias relativas a la construcción del vínculo afectivo con sus hijos presentes en las madres participantes de la investigación y c) Identificar las prácticas de la madre adolescentes relacionadas con la construcción del vínculo afectivo. Dónde: (1) No cumple: La consigna no son suficientes para dar inicio y orientar la entrevista a profundidad. (2) Cumple moderadamente: Se deben incrementar algunos ítems para poder evaluar la dimensión completamente. (3) Si cumple: Los ítems son suficientes para medir la dimensión.
Posibles consignas (¿dan cuenta de Creencias y prácticas relativas a la construcción de vínculos?) 1. ¿Por favor cuénteme acerca de lo que usted considera que es fundamental para construir una buena relación con tu hijo? puede hablarme acerca de eso 1) No cumple. 2) Cumple moderadamente 3) Si cumple. Comentarios y sugerencias: (Presenta sesgo al peguntar por fundamental y “buena relación”) 2. Desde tu experiencia como madre joven puede hablarme acerca de lo que usted consideras necesario para construir una muy buena relación con tu hijo 1) No cumple. 2) Cumple moderadamente. 3) Si cumple. Comentario y sugerencias: Ahora preguntan por necesario, cuál es la diferencia con la primera sobre lo fundamental? Y persiste la buena relación 3 Que piensas que es importante para tener una buena relación con tu hijo 1) No cumple 2) Cumple moderadamente 3) Si cumple. Comentario y sugerencia: Y ahora fundamental, cambia por necesario y ahora importante
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Anexo: Rejilla de observación
FORMATO REGISTRO DE OBSERVACIÓN MOMENTO DE ALIMENTACIÓN
Fecha: Lugar: Hora inicio: Hora fin:
Aspectos a considerar sobre el momento de observación: Proxemia y formas de contacto (interacciones que las madres establecen con sus hijos por medio de tono de voz, contacto corporal visual, la cercanía o distancia física, verbal y gestual) y la sensibilidad (capacidad y respuesta adecuada para reconocer las necesidades del niño) durante un momento de alimentación (lactancia).
Descripción detallada de la situación: