Conservacion Y Uso Sostenible De La Bio Divers Id Ad

  • June 2020
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CONSERVACION Y USO SOSTENIBLE DE LA BIODIVERSIDAD

SOL INDIRA NARANJO QUINTANA

LEONEL H. RODRIGUEZ

FUNDACION UNIVERSITARIA DE SAN GIL “UNISANGIL” FACULTAD DE INGENIERIA INGENIERIA AMBIENTAL YOPAL 2009

INTRODUCCION Uno los temas de mayor discusión en nuestro país y tema de actualidad es la preservación, protección y conservación de los recursos naturales y la biodiversidad, que se encuentra en un alto grado de deterioro si no es que se encuentra en vía de extinción. Este sector ambiental se ha visto afectado por las mismas normas que ha implantado el gobierno en su nombramiento de las diferentes entidades a cargo de este amplio sector, pero a pesar de esto aún se encuentra desprotegida porque no hay una excelente comunicación, el Estado ha definido una organización de la gestión ambiental a través del SINA, existen otras de tipo gubernamentales y territoriales encargados de coordinar los destinos en cuanto al tema, pero a través de todos estos entes se evidencia la falta de cooperación e integración entre los diferentes sectores. Con la implementación de el plan de ordenamiento territorial ha mitigado en algo el impacto que se venia generando en nuestros recursos naturales y la explotación indiscriminada de los mismo, hoy en día vemos la gran necesidad e importancia de protegerlos y por esto se ha creado los Parques Nacionales Naturales que se encuentran protegiéndolos en algunos sectores los grupos indígenas y grupos de personas de raza negra. Si bien países como Colombia han avanzado considerablemente en la formulación de políticas de conservación, protección y manejo de recursos naturales, el nivel de ejecución y efectividad de esas políticas ha sido pobre.

PROTECCIÓN, CONSERVACIÓN Y PRESERVACIÓN DE NUESTROS RECURSOS NATURALES Y LA BIODIVERSIDAD

Plantear la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica como una alternativa viable dentro de los procesos de desarrollo local/regional significa poder valorar los beneficios de la conservación e identificar los conflictos sociales locales/regionales derivados de las formas de aprovechamiento de los elementos de la diversidad biológica. Existen algunos elementos que han sido identificados y que explicarían las deficiencias en la efectividad de los instrumentos de política. Estos elementos de tipo estructural, parecen ser requisitos fundamentales para llevar a cabo todo programa, proyecto y políticas en materia de conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Tales elementos, es generar unos planes de ordenamiento territorial que considera la biodiversidad como eje integrador de las políticas ambientales que se puedan dar a nivel local/regional, ante la dificultad de generar estos planes no ha permitido realizar los instrumentos de política dirigidos a la conservación de la biodiversidad como prioridades de uso dentro del territorio teniendo en cuenta el contexto socioeconómico y los beneficios que representa los recursos naturales y la biodiversidad. La falta de buenos a cuerdos y coordinación entre los entes han sido poco y nada beneficioso para poder abarcar la problemática ambiental dentro de una política de desarrollo del país. El Estado ha definido una organización de la gestión ambiental a través del SINA, hay entidades gubernamentales y territoriales encargados de coordinar los destinos en cuanto al tema, pero a través de todos estos entes se evidencia la falta de cooperación e integración intersectorial. Para lograr una política de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, se destacan elementos necesarios de corrección para mitigar o eliminar las externalidades negativas generadas por las actividades productivas y extractivas. 1. Identificar dentro de los sistemas de producción las áreas que deben ser objeto de atención para la aplicación de incentivos económicos e institucionales. 2. Tiene que ver con los sistemas de extracción de recursos hidrobiológicos y de fauna. Existe una preocupante situación que es la de saber que en la mayoría de nuestras regiones del país no se encuentran fragmentos totalmente naturales, lo que hace suponer que las especies han desaparecido o que se encuentran en grave peligro de desaparición, los bosques andinos y

subandinos y sabanas caribeñas cuya diversidad se encuentra altamente amenazada. Solo hasta en la ley 2 de 1959 se da inicio a un sistema nacional de áreas como tal donde se crean principios básicos para crear parques nacionales con el único objeto de conservar la flora y fauna de nuestro país, para la realización de este tipo de reservas se fijó la prohibición de venta de tierras, adjudicación de baldíos, la caza, la pesca y toda actividad industrial, ganadera o agrícola distinta a la del turismo o a la que el gobierno nacional considerase conveniente para conservación o embellecimiento de la zona, siendo una norma que no se ha cumplido, quedando sólo el 20 % del área reservada inicialmente. Para las áreas del sistema de parques nacionales como una figura importante para la protección de la biodiversidad, no debemos olvidar como dentro de una estrategia de ordenamiento territorial, éstas pueden considerarse como parte del núcleo de varias regiones las cuales establecen una relación de dependencia de algunos bienes y servicios ambientales. De esta forma dentro del ordenamiento ambiental del territorio" debemos buscar la forma de proteger muchas otras zonas que por no estar cobijadas por ninguna figura de protección, son bastante susceptibles a la intervención normal de los procesos sociales de expansión de la frontera agrícola o de fenómenos extractivos como la explotación de madera, la tala de los bosques para cultivos ilícitos y muchos otros usos con fines poco beneficiosos a la zona. En esta perspectiva los municipios deben pensar en su territorio estableciendo las limitaciones de sus relaciones de dependencia con su medio natural más cercano, para tomar las medidas que permitan en el largo plazo garantizar la sostenibilidad de su crecimiento y así evitar la sobreexplotación y el agotamiento total de los recursos. Aunque existen algunos trabajos empíricos dentro del género del ordenamiento ambiental, es solo hasta la sanción de la Ley 152 del Plan Nacional de Desarrollo en 1994 y a la aparición de la Ley 388/97 de Ordenamiento Territorial que toma vigencia el concepto de ordenamiento como herramienta para encausar el destino de la tierra. Debido a que no había una buena comunicación entre los entes que tenían el manejo y control de la normatividad del manejo de lo que implicaba el plan de ordenamiento territorial y la zonificación de los Parques Nacionales Naturales, todo funcionaba de una manera contraria y no apuntaban al mismo fin que era el de conservar, preservar y proteger los recursos naturales y la biodiversidad existente en las diferentes zonas de nuestro país. Debido a esto era normal que sobre estas necesidades se elaboraran estatutos de zonificación y/o de usos del suelo, como conjunto de normas que prohibían o habilitaban formas de asentamiento o urbanismo, acordes con el interés común. En este caso el desacuerdo entre quienes resolvían los reglamentos urbanísticos en las zonas rurales y los agentes que intervenían los arreglos de la producción agropecuaria era total. Aunque unos y otros actuaban sobre el uso del suelo, carecían

de comunicación entre sí. Otro ejemplo puede citarse en relación con la independencia jurisdiccional entre las corporaciones que aprobaban las categorías de uso de las tierras según requerimientos a un nivel local y la administración del sistema de áreas protegidas. En las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales son una figura de ordenamiento territorial, a las cuales la ley les asignó un uso: Conservación, preservación y protección. Los municipios deben acatar esta destinación y plasmarla en sus respectivos planes de ordenamiento territorial". Aunque no ha sido expedido el decreto que reglamenta la figura de zonas amortiguadoras del sistema de parques nacionales naturales, ésta se constituiría en una figura importante para el ordenamiento territorial, que posibilita conciliar el interés nacional de conservación del patrimonio natural y los servicios ambientales, con los requerimientos y las necesidades de las poblaciones que las habitan. Además de los ya anteriormente mencionados es importante tener en cuenta que existen algunos ecosistemas de importancia estratégica que el municipio debe tener en cuenta en su plan de ordenamiento territorial como son los manglares, estuarios, meandros, ciénagas u otros hábitat similares de recursos hidrobiológicos, así como los cuerpos de agua y zonas alrededor de estas en los cuales se adelantan programas de acuicultura. En la ley 99 de 1993 también advierte que los páramos, subpáramos, los nacimientos de agua y las zonas de recarga de acuíferos serán objeto de protección especial. La importancia de estas zonas está reconocida por la Política Nacional de Humedales. De esta manera, la utilización de nuevas categorías de manejo deberá ofrecer una mayor flexibilidad en las prácticas de gestión y permitir incorporar a la protección de nuestro patrimonio natural superficies adicionales de terreno, las cuales por su tamaño, condiciones de intervención antrópica, o necesidades de utilización económica directa, no es dable asignarlas a ninguna de las categorías existentes. Un aspecto prioritario en este sentido, lo constituyen las áreas correspondientes a las cuencas abastecedoras de los acueductos municipales y veredales donde, generalmente, se adelantan actividades productivas no controladas y en consecuencia han sido en alguna medida degradadas por la ejecución de dichas actividades. Estas áreas requieren ser protegidas y manejadas adecuadamente para garantizar la permanencia de los recursos que aún subsisten, o para procurar su recuperación, al mismo tiempo que puedan contribuir a la conservación de la biodiversidad. Hoy en día dentro del ordenamiento de nuestro territorio nacional contamos con varias figuras de protección de áreas protegidas que han otorgado su autonomía a las comunidades para el manejo y uso de su territorio. Un ejemplo claro en el que se ve con los resguardos indígenas y los territorios colectivos de comunidades negras. A pesar de que muchas comunidades étnicas de nuestro territorio su cultura hace parte de los sistemas productivos tradicionales y un gran

conocimiento de la biodiversidad que conforma su territorio, existen muchas otras comunidades que a pesar de todo esto han sufrido procesos de aculturación por las dinámicas sociales en las que se han visto envueltas y han adoptado sistemas productivos más tecnificados generando mayor impacto sobre el medio ambiente. En esa medida encontramos que en varias regiones de nuestro territorio existen traslapes en la zonificación de figuras de ordenamiento que tienen objetivos distintos y que tienen cierta incidencia en materia de uso y aprovechamiento de los elementos de la biodiversidad. Es el caso de resguardos indígenas con parques nacionales, territorios colectivos de comunidades negras con parques nacionales y en algunos casos los tres. Esto sin tener en cuenta procesos de colonización que llegan a afectar de manera considerable parques nacionales. La pregunta fundamental es cómo este traslape de formas de zonificación del territorio y su manejo posible y permitido incide sobre la conservación y aprovechamiento de la biodiversidad. En un mismo territorio es posible encontrar varias figuras de manejo ambiental tales como: • Planes de ordenamiento municipales. • Planes de ordenamiento y manejo de cuencas por las autoridades ambientales dentro de la jurisdicción de los entes territoriales. • Planes de manejo y zonificación de áreas protegidas por la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales del Ministerio del Medio Ambiente. • Planes de manejo y ordenamiento forestal en áreas de reserva forestal por la unidad de bosques del Ministerio del Medio Ambiente, con un carácter nacional centralizado. • Planes de territorios colectivos de los indígenas y comunidades negras acorde con la autodeterminación de los pueblos raizales que los habitan. Se dice que los planes de ordenamiento territorial están subordinados y se ubican cronológicamente después de la formulación de los planes de desarrollo. Esta puede ser en algunos casos una dificultad de carácter estructural, ya que seria más efectivo planear el desarrollo de los asentamientos bajo las condiciones que impone antes un sistema de planeación de la capacidad de las tierras y de la determinación de la oferta potencial de servicios que los soportan, y no al contrario como ocurre en la actualidad. Por otra parte, hay que analizar la integración e integralidad de los planes de ordenamiento territorial a nivel regional y nacional. Seria mucho más objetivo y más real si fuera los planes de desarrollo los que estuvieran subordinados a los planes de ordenamiento territorial, con

el fin de dar un seguimiento y control a las intenciones que se pretenden desarrollar. Hay algo bien importante y es el reconocer que la preservación, generación y renovabilidad de los recursos naturales para mejorar las condiciones de habitabilidad de los asentamientos y satisfacer las necesidades humanas, dependen entre otras cosas de balancear factores de insostenibilidad territoriales en el orden social, intercultural, tecnológico y económico. Es decir que más allá de continuar mitigando daños para aliviar indicadores de impacto, la política de desarrollo, no solo la de conservación, debe acometer la solución de causas medulares que están arraigadas y reflejadas en los factores sociales, económicos y culturales del antagonismo de nuestra sociedad Para nuestra sociedad la conservación de la biodiversidad se ha planteado como un problema de política pública de interés nacional, donde el nivel central del gobierno debe cumplir el papel primordial de acción y en el que el nivel local autoridades y comunidades se ha visto prácticamente exclusivo como agente de sobreexplotación de los recursos naturales valiosos dadas las condiciones de pobreza, violencia, corrupción e incapacidad institucional. Esto sucede en las zonas rurales donde se encuentran los ecosistemas valiosos en biodiversidad. En la mayoría de los casos, los gobiernos centrales en los países en vía de desarrollo han sido los principales y casi siempre únicos responsables de la conservación de áreas frágiles y valiosas en biodiversidad. La experiencia sin embargo ha sido en general poco efectiva como lo reporta un estudio del Banco Mundial y como lo pareciera reiterar el desalentador consenso de la reciente Cumbre de la Tierra, ocho años después de la Cumbre de Río (1992). Si bien países como Colombia han avanzado considerablemente en la formulación de políticas de conservación, protección y manejo de recursos naturales, el nivel de ejecución y efectividad de esas políticas ha sido pobre. En la mayoría de estos países la falta de personal y de recursos financieros y técnicos ha sido, entre otros, un limitante para alcanzar el cumplimiento de las normas y programas de conservación. Simultáneamente, presiones políticas y sociales del nivel central o local impiden que los agentes gubernamentales cumplan su labor de obligar el cumplimiento de las normas. No quiere decir esto que la principal o única causa de las tasas de pérdida de biodiversidad sea el fracaso del modelo estatal de conservación. Colombia tiene la posibilidad de aprovechar las condiciones ecológicas, sociales y jurídicas actuales para desarrollar una estrategia ambiental efectiva frente a la biodiversidad y así, además, asumir el reto y compromiso mundial de conservar parte de los ecosistemas más valiosos del planeta. Dicha estrategia estaría basada en un sistema descentralizado y participativo de gestión a través del SINA (Sistema Nacional Ambiental, Ley 99/93) en el cual la sociedad civil y los gobiernos

locales, regionales y nacional actúen de manera coordinada y complementaria para la conservación y manejo de los ecosistemas ricos en biodiversidad, y en la que el nivel local jugaría uno de los papeles más importantes en la ejecución de la estrategia y con el apoyo técnico de los niveles superiores.

CONCLUSIONES

En pro de la conservación de nuestros recursos naturales se hace necesario la concientización de la preservación, generación y renovabilidad de los recursos naturales para mejorar las condiciones de habitabilidad de estos lugares y satisfacer las necesidades humanas, también depende entre otras cosas de balancear factores de insostenibilidad territoriales en el orden social, intercultural, tecnológico y económico. Más allá de continuar mitigando daños para aliviar indicadores de impacto, la política de desarrollo, no solo la de conservación, debe atacar la solución de causas principales que están

radicadas y reflejadas en los factores sociales, económicos y culturales de la contradicción de nuestra sociedad. El plan de desarrollo debe estar enfocado en un beneficio de los propios recursos naturales y la biodiversidad para eso sería fundamental de los planes de ordenamiento territorial se elaborarán antes y no después con el fin de hacer un seguimiento de control a los mismos. Además de una muy buena coordinación entre los diferentes entes de control que se encuentran a cargo de dicha área.

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