CONSEJOS DE REALIZACIÓN
NO LO CUENTES ,MUÉSTRALO.
El cine es ante todo un medio visual; casi todo lo que se necesita comunicar sobre un historia y sus personajes puede mostrarse y no explicarse. Las pistas visuales, cuando se conciben adecuadamente, pueden expresar lo invisible (la psicologíía, las historias ocultas y los conflictos emocionales) mucho mejor que una explicacioí n directa. Y si lo muestras en lugar de contarlo ganaras tiempo en pantalla para cosas mas importantes.
SIGUE LA ACCIÓN. La caí mara es el ojo del puí blico. El puí blico normalmente desea estar lo maí s cerca posible de la accioí n y no tener la sensacioí n de mirar desde lo alto del gallinero. Ofreí cele una visioí n optima colocando, desplazando y acercando la caí mara seguí n sea necesario.
ESCONDE LA ACCIÓN De tanto en tanto, la curiosidad y la intriga se provocan mejor colocando al espectador un paso por detraí s de la accioí n. Una conversacioí n importante filmada a traveí s de la rendija de una puerta puede ser maí s emocionante que otra que tenga lugar a la vista. Un ataque fíísico puede parecer mucho maí s brutal si se oye pero no se ve. Un personaje extravagante al que se alude con frecuencia pero que nunca se desvela puede adquirir una gran presencia, incluso míítica. Este desvelar con prudencia aguijonea el deseo del publico de ver y saber maí s, construyendo asíí el suspense y conduciendo a un mayor impacto cuando finalmente se descubre todo.
1 PÁGINA DE GUION = 1 MINUTO DE PANTALLA Un guion suele tener entre 90 y 120 paginas, lo que equivaldríía a la duracioí n habitual de una pelíícula, entre 90’ y dos horas.
CADA ESCENA DEBE REVELAR INFORMACIÓN NUEVA Una pelíícula presenta un problema; su posterior solucioí n requiere que tanto espectadores como personajes dispongan de nueva informacioí n. Cada escena por tanto debe contener una revelacioí n de informacioí n previamente desconocida. No hace falta que sea una bomba, pero debe ser especifica; y no necesariamente siempre informacioí n objetiva, sino tambieí n acerca de coí mo los diferentes personajes perciben o reaccionan ante la misma informacioí n.
RUÉDALO OTRA VEZ, SAM Aunque la primera toma te parezca perfecta, rueda siempre una o dos maí s, ya que los actores pueden ofrecer sutilezas adicionales. Rueda distintas coberturas tambieí n; la variedad de planos maximizara las opciones en la sala de montaje.
LA REGLA DE LOS 180 GRADOS En una determinada escena, manteí n siempre la caí mara en el mismo lado de los actores para proteger asíí la orientacioí n del espectador. Mostrar a los actores desde dos lados opuestos puede producir la impresioí n erroí nea de que no estaí n mirando en la direccioí n en la que realmente miran.
LA REGLA DE LOS TERCIOS Centra directamente en el encuadre un objeto o a un actor tiende a crear una imagen estaí tica que normalmente no tiene intereí s ni desafíía a la mirada. Pero si dividimos el encuadre en tercios en las dos direcciones, se obtiene una rejilla baí sica que sirve de guíía aproximada para un emplazamiento eficaz.
DEJA AIRE La forma tradicional de encuadrar busca crear un equilibrio, colocando a actores y objetos coí modamente dentro del encuadre y prestando atencioí n a los espacio que los rodean. Un encuadre no tradicional puede emplearse por razones artíísticas (EJ. Estilo descuidado, documental), pero, en general, habríía que evitar que el puí blico fuer maí s consciente de la caí mara que de la accioí n. Aire para la cabeza: demasiado espacio entre la parte superior de la cabeza de un personaje y el limite superior de la pantalla puede dar la impresioí n de que el actor se hunde. Poco aire, por el contrario, enfatiza la barbilla y el cuello y desvíía al atencioí n de los ojos, el lugar al que miramos naturalmente cuando buscamos la verdad. Líneas de corte: evita encuadrar a los actores de tal manera que el borde del encuadre se alinee con las lííneas de corte naturales del cuerpo (cuello, cintura, rodillas, tobillos), para que no parezca que estaí n amputados.
CUENTA LA HISTORIA EN EL CORTE Una buena narracioí n a menudo es elííptica u oblicua por naturaleza; no siempre hay que mostrar literalmente coí mo un personaje pasa de A a B y de B a C.
LOS ENSAYOS NO SON SOLO PARA LOS ACTORES. Como habitualmente no se puede hacer al set durante la preproduccioí n, los ensayos iniciales tienen que hacerse en otra parte. Centra estos primeros trabajos en caracterizacioí n, interpretacioí n, voz, ritmo y quíímica. Cuando el platoí esteí disponible, inicia el proceso de bloqueo, determinando los movimientos precisos de los actores y las caí maras. Senñ ala en el suelo con cinta de diferentes colores los puntos que cada actor tiene que alcanzar. Esto evitara que los actores se salgan del encuadre, se vayan de foco, queden en sombra o hablen fuera del alcance de micro. Reserva el ensayo general para cuando esteí s seguro de que esta todo controlado. Es, por supuesto, la mejor manera de ver lo que no estaí controlado.
ACÓRTALO Por muy inteligente o perspicaz que consideres una escena, un decorado, un aí ngulo de caí mara o una frase del dialogo, someí telo a un examen riguroso. ¿Es absolutamente necesario para la historia?¿Prepara al puí blico para lo que viene a continuacioí n?¿Revela y profundiza en el personaje? Si no estaí s seguro, probablemente no se necesite. En uí ltimo teí rmino todo debe servir para hacer avanzar la trama y para dar informacioí n sobre el personaje. Las palabras y acciones que no estaí n al servicio de estos fines, por muy inteligentes, divertidas o perspicaces que sean, han de extirparse.
SÍNTOMAS TÍPICOS DEL CINEASTA NOVATO
1. Diaí logos sota-caballo-y-rey en los que los personajes dicen exactamente lo que piensan o sienten en lugar de realizar una exposicioí n maí s sutil. 2. Uso excesivo de la coincidencia. 3. Flashback que interrumpen el transcurso de la accioí n y distraen la atencioí n del puí blico. 4. Voces en off que explican exactamente lo que ya se puede ver en pantalla. 5. Un protagonista absolutamente bueno o un antagonista absolutamente malvado. 6. Un protagonista pasivo que no elige el curso de su accioí n. 7. Encuadres monoí tonos, sin riqueza en los fondos o en primer plano. 8. Demasiadas escenas filmadas desde la misma distancia. 9. Actores sin tensioí n que recitan sus frases sin que parezca que viven la escena. 10. Iluminacioí n desigual. 11. Sonido de calidad pobre. 12. Descuidos en la continuidad, con el resultado de errores baí sicos de transicioí n. 13. Un final que no brota orgaí nica o inevitablemente de los acontecimientos previos . (NO ATROPELLOS, NI SUICIDIOS. GRACIAS)
CONSEJOS DE REALIZACIÓN NEIL LANDAU con MATTHEW FREDERICK,
101 Cosas que aprendí en la Escuela de Cine, Abada, Madrid 2012.