(PDF) La biofortificación de cultivos: una alternativa que contribuye a la seguridad alimentaria
y
nutricional.
Available
from:
https://www.researchgate.net/publication/293651973_La_biofortificacion_de_cultivos_u na_alternativa_que_contribuye_a_la_seguridad_alimentaria_y_nutricional
[accessed
Dec 27 2018].
CONCLUSIONES: La biofortificación se inició con el fin de beneficiar a las personas que la necesitaban más urgentemente: familias rurales de bajos ingresos en los países en desarrollo. Sin embargo, otras poblaciones también podrían aprovechar esta tecnología de avanzada. Por ejemplo, se han realizado avances en Sudáfrica para controlar las carencias de micronutrientes mediante la alimentación complementaria y la fortificación de alimentos, pero se necesitan nuevos enfoques, especialmente para llegar a las poblaciones rurales en situación de pobreza que únicamente tienen acceso a pequeños molinos en los que algunos de los cultivos de alimentos básicos no están fortificados. La biofortificación es, por tanto, una opción válida. La evidencia científica demuestra que es técnicamente viable y que no presenta ningún riesgo para la productividad agrícola. Los análisis de coste-beneficio predictivos también respaldan el uso de la biofortificación como medida para controlar las carencias de micronutrientes. Mientras tanto, en Zimbabwe, la encuesta sobre demografía y salud de 2010-11 reveló áreas geográficas con malnutrición grave. Para contribuir a paliar estas carencias, se ha incorporado la biofortificación como medida de intervención aceptable en la Estrategia Nacional sobre Nutrición, presupuestada para cinco años.
Hoy día, existen numerosos ejemplos de cómo la aplicación de la biofortificación tiene efectos positivos tanto en los cultivos como en la población. Así, la aplicación de fertilizantes con selenio inorgánico para incrementar la concentración de selenio en los cultivos está teniendo una gran aceptación en países como Finlandia, Nueva Zelanda y Francia. De forma similar, el uso de yodo y zinc para enriquecer los cultivos ha demostrado su eficacia en países a gran escala como China y Tailandia.
Los cultivos biofortificados pueden mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de individuos, familias y comunidades, de dos maneras: 1) a través de sus mejores cualidades agronómicas, como mejor rendimiento, las familias aumentan su producción de alimentos y como consecuencia, su energía (kilocalorías) disponible para su consumo, y 2) debido a su mayor contenido de minerales carentes en la dieta latinoamericana, como el hierro y el zinc, en este sentido la gente consumiría una cantidad mayor de estos minerales esenciales. De esta manera, los cultivos biofortificados tienen varias ventajas y se convierten en una estrategia para abordar la inseguridad alimentaria y nutricional: a) mejoran simultáneamente la seguridad alimentaria (cantidad) y nutricional (calidad), b) la mejora se provee a través del consumo de cultivos básicos que forman parte integral de la dieta regional, y c) la integración de más cultivos biofortificados, aportará una mayor ingesta de elementos minerales esenciales (Pachón, 2010).
(PDF) La biofortificación de cultivos: una alternativa que contribuye a la seguridad alimentaria
y
nutricional.
Available
from:
https://www.researchgate.net/publication/293651973_La_biofortificacion_de_cultivos_u na_alternativa_que_contribuye_a_la_seguridad_alimentaria_y_nutricional Dec 27 2018].
[accessed