CENTRO DE BACHILLERATO TECNOLÓGICO, INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS No. 03 COMENTARIO DE TEXTO “SÓCRATES” DANAE XICOHTÉNCATL PERALES 6BVBCN El texto que comentar es de Sócrates filosofo idealista de la antigua Grecia, se nos presenta como mediador entre la norma ideal y la realidad humana. La figura de Sócrates se consideraba como un ilustre y feo, todo en el parecía excesivo describieron que sus ojos parecían a unos crustáceos, con labio leporino, su barriga, llamaban a Sócrates un monstro. La obra de Sócrates representa a su vez, un decisivo punto de inflexión en la trayectoria intelectual del mundo griego y de todo el pensamiento europeo. Pero la obra de Sócrates se halla, a su vez, envuelta, más que en la oscuridad, casi en el anonimato de sus discípulos inmediatos. Sólo se posee el testimonio directo de Platón, Aristóteles y Jenofonte, los tres en función más bien de su peculiar objetivo. Platón da a entender que era una simple apariencia al decir que era catalogada como una figura de silencio, y su apariencia no era mas que un fachada y máscara de disimulo. Sócrates se esconde a sí mismo, esto se trata de la ironía socrática, es un método que ocupa. La ironía es la primera formula que Sócrates utilizo en su método dialectico. Sócrates comienza siempre sus diálogos desde la posición ficticia que involucra al interlocutor como el sabio en la materia a tratar. Dado que Sócrates era considerado como el hombre más sabio de Atenas es fácil entender el porqué de su ironía a la hora de exponer sus ideas Alcibíades dice “Se pasaba el tiempo ironizando y en niñerías con la gente” “Las palabras, las frases que
conformaban se parecen a la piel de un insolente sátiro”, muchos adoptaron la máscara de la ironía. El siguiente paso del diálogo sería la mayéutica, que es ayudar a sacar aquello que el interlocutor sabe, pero ignora saber. Para ello el método socrático busca realizar preguntas sencillas sobre el tema en el que el sujeto ha sido nombrado como sabio. Después, las respuestas que el interlocutor daba a Sócrates eran rebatidas, para que el alumno descubriera que su “saber” era un conjunto de prejuicios y las fuera completando por sí mismo tomando consciencia de lo real. Sócrates sometía a sus interlocutores a hábiles interrogativos hasta obligarlos al reconocimiento de su ignorancia, esto podía llegar hasta la confusión y el cuestionamiento de su vida. Platón escribió los diálogos socráticos en los que expone las enseñanzas de su maestro y es en “El banquete” en el que recuerda Platón una comida en honor a Agatón, quien había ganado el último concurso literario de la ciudad. A partir de ahí, aprendemos lo que puede confundirse con amor (que también es válido) y lo que Sócrates, el gran maestro, opina que es en realidad. Sócrates recuerda que, si Eros fuera hermoso como dice Agatón dejaría de ser amor. Eros es esencialmente deseo y uno sólo desea lo que no puede tener o de lo que está privado. No puede ser un Dios, es algo mucho más complejo, pues está entre lo terrenal, pero también en lo divino. Según él el amor no es sólo belleza, sino lo que hace querer vivir una vida honrada, lo que te da una causa para arriesgar tu vida y más. Sócrates establece distintas líneas entre el amor, desde lo más superficial, hasta la belleza inmortal del alma. Dice que primero amamos el cuerpo bello, pero que eso nos lleva a la decepción, por lo que amamos no la belleza del cuerpo, sino del alma. Esto desemboca en la belleza de las ideas, lo que nos permite amar de forma correcta.
Según Sócrates, a pesar de que siempre existirá una especie de decepción, el amor es lo que nos motiva, lo que nos mueve y por lo que vale la pena vivir, pues
incluso para un hombre que vivió para las ideas, supo que conocer sólo era factible a través del amor. Podría entenderse mejor el odio- amor de Nietzsche por Sócrates, pues conocía la extraña seducción de Sócrates decía” ese ateniense malicioso y amante que hacia temblar y sollozar a los jóvenes más seguro de sí mismos”. Nietzsche conoce y ama al Sócrates enamorado de la vida, refiriéndose a la alegría del sabio. El dialogo entero podría titularse El dictamen de Dionisio, puesto que Agatón declara que con el fin de saber quién es el más sabio, si él o Sócrates, habrán de remitirse al dictamen de Dionicio, el cual consistía que quien fuera capaz de beber más cantidad de vino. Sócrates es vencedor en los certámenes de poesía, sin embargo, Dionisio es él dios de la tragedia y de la comedia. Agatón había afirmado en su elogio de Eros que el amor es el más grande de los poetas, poniendo como ejemplo a Sócrates que sobresale en el terreno de Eros y también en el de Dionisio. No tiene rival y es el ganador de la sabiduría. En el Banquete de Platón se encuentran una serie de alusiones al carácter dionisiaco de la figura de Sócrates, que culmina en la escena final del dialogo, en la cual Sócrates, el mejor poeta y bebedor, ha triunfado gracias al dictamen de Dionisio.
Bibliografías http://www.zubiri.org/works/spanishworks/nhd/socratesysabiduria.htm http://www.filosofia.org/enc/ros/socr.htm Pierre Hadot, Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua, Editorial Sirueca, 2006