COLEGIO TECNICO EMPRESARIAL UPARSISTEM
TEMA: CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA
DOCENTE: OSCAR RUBIO
ALUMNA: DANIELA ARANGO GARCIA
GRADO: 11
VALLEDUPAR – CESAR
EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA
El conflicto armado interno en Colombia es un periodo en curso desde 1960 caracterizado por una guerra asimétrica de baja intensidad por grupos armados que se desarrolla en territorio colombiano entre el Estado y guerrillas de extrema izquierda, sumándose décadas después grupos paramilitares de extrema derecha, los carteles de la droga y las bandas criminales. Ha pasado por varias etapas de brutalidad, en especial desde los años 80, cuando los grupos subversivos centraron sus ataques en la población civil, gracias al financiamiento de las actividades derivadas del narcotráfico. El conflicto tiene sus antecedentes históricos en la época de «La Violencia» (conflicto bipartidista que se gestó a finales de la década de 1940 y los 50). Algunos historiadores afirman que tiene sus orígenes en varios enfrentamientos internos acerca del modelo de Estado que debía adoptar el país, inestabilidad política que ha sufrido Colombia desde su independencia de España. Sin embargo, cada etapa de la historia del país ha traído consigo un enfrentamiento diferente. Algunas de las razones por las que surgió el terrorismo en Colombia fue la debilidad del Estado, el conflicto por la posesión de la tierra, la existencia de marcadas diferencias económicas, y la polarización y persecución de la población civil debido a su orientación política. También destaca la permanencia de grupos terroristas de orientación comunista y la existencia de una industria del narcotráfico que se ha introducido en todos los sectores de la sociedad y del Estado. Durante la década de 1980 el conflicto armado presentó un rápido escalamiento que se caracterizó por la intimidación generalizada que produjeron los grupos terroristas en numerosas regiones del país, por los asesinatos selectivos de miembros civiles de tendencia izquierdista a manos de grupos paramilitares, así como por la aparición de bandas narcotraficantes que se enfrentan a los grupos subversivos. El país experimentó transformaciones económicas que se centraron en la transición de Colombia de país cafetero a país minero y cocalero, con el dinamismo de nuevos sectores de la
agroindustria, así como de la minería del carbón, el petróleo y el oro. Durante este cambio, la industria ilegal de la coca empezó a desarrollarse en la Amazonía colombiana. La época en la que se ubica el mayor recrudecimiento ocurrió entre 1988 y 2003, pero es en la segunda mitad de la década de 1990 cuando el conflicto entra en su fase más cruenta, ya que se generalizan las intervenciones armadas a la población, las desapariciones forzadas, las masacres indiscriminadas de civiles, el desplazamiento forzado masivo y los secuestros colectivos de civiles, militares y políticos. El punto más alto se presenta durante la presidencia de Andrés Pastrana y el gobierno de Álvaro Uribe, en el cual se enfrentaban la Fuerza Pública contra los grupos insurgentes y paramilitares, los cárteles del narcotrafico y los grupos criminales. A partir de la desmovilización de los grupos paramilitares que se lleva a cabo entre 2003 y 2006, además de la desmovilización de la guerrilla más grande del país (las FARC) entre 2016 y 2017 y, sumado al debilitamiento de la guerrilla del ELN, se presenta un descenso en la intensidad del conflicto. No obstante, las estructuras paramilitares y de las FARC que no cesaron su accionar pasaron a ser grupos delincuenciales con gran capacidad militar conocidos antes como Bandas Criminales o Bacrim (hoy llamados Grupos Armados Organizados, GAO. En el caso de las antiguas estructuras de las FARC, se les agrega el término Residuales), mientras que el ELN todavía conserva capacidad de acción y confrontación en ciertos lugares del país. A pesar de tener origen guerrillero, la disidencia del EPL se le considera una Bacrim o GAO por dedicarse exclusivamente al negocio del narcotráfico. En 2013 un estudio cifró en 220 000 las muertes causadas por el conflicto desde 1958. Sin embargo, si se suman el resto de personas que han sufrido otros crímenes de guerra, la cifra total supera los 6 millones de víctimas. Dentro de estas categorías se encuentran las personas que fueron desaparecidas, amenazadas, secuestradas, víctimas de algún acto de terrorismo, personas afectadas por el asesinato de un ser querido, víctimas de minas antipersonal, tortura, reclutamiento forzado de menores de edad y violencia sexual. Según el informe “¡Basta ya!: Colombia: memorias de guerra y dignidad” (2013), los grupos paramilitares son responsables del 40 % de las muertes civiles, los grupos terroristas del 25 % y agentes del Estado del 8 %. El conflicto armado en Colombia, que ha dejado alrededor de siete millones de víctimas, constituye una responsabilidad compartida entre las Farc, los paramilitares y el Estado. Esa es una de las conclusiones en las que coincidieron los doce expertos de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, quienes presentaron su informe ayer en La Habana, ante las delegaciones del Gobierno y las Farc. Aun así, hay algunas discrepancias de opiniones, en lo que tiene que ver con la legitimidad de la lucha armada iniciada por las Farc. Otros temas como los efectos devastadores que ha dejado la violencia y las condiciones sociales de desigualdad, inequidad y desorganización del Estado son develadas en las relatorías Una lectura múltiple y pluralista de la historia y Hacia la verdad del conflicto: insurgencia guerrillera y orden social vigente, presentadas por Eduardo Pizarro León Gómez y Víctor Manuel Moncayo Cruz, respectivamente:
ANTECEDENTES Desde la independencia de Colombia en 1819 y la desintegración de la república creada por Bolívar en 1830, el país no ha estado ajeno a la violencia bipartidista, hecho que fue evidente en las numerosas guerras civiles que se desarrollaron durante el siglo XIX culminando en la Guerra de los Mil Días (1899-1902). Solo entre 1902 y 1946, Colombia gozó de una relativa paz, primero bajo los gobiernos de la hegemonía conservadora (1886-1930) y luego con los presidentes reformistas liberales (1930-1946). No obstante, el conflicto se reactivaría a partir de 1946 cuando el partido Liberal perdió las elecciones cediendo el control al conservador Mariano Ospina Pérez. En las áreas rurales del centro y sur del país (en las regiones andinas), estallaron violentas luchas entre seguidores de uno y otro partido atizadas por la creciente participación de la Policía (denominada PoPol —Policía Política— por la oposición) en favor de las huestes conservadoras. Estas acciones dejaron 14.000 muertos ya en 1947. Sin embargo el verdadero punto de no retorno en la confrontación llegaría poco después. El 9 de abril de 1948, fue asesinado en Bogotá el jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán. Aun cuando el magnicidio no tuvo aparentemente un móvil político partidista, este crimen generó un cruento levantamiento popular en la capital, que se extendió al resto de la nación, conocido como el Bogotazo, dando inicio al periodo bélico de la historia conocido como La Violencia. Al menos 3500 personas murieron en los combates que se extendieron por una semana. No obstante, el gobierno de Ospina Pérez logró aplastar la revuelta y el primer mandatario culminó su periodo en 1950. Si bien en un principio accedió a establecer un gobierno de coalición, el intento del partido liberal por juzgar al presidente en el parlamento lo decidió a declarar el Estado de sitio y a asumir poderes dictatoriales. En consecuencia para las elecciones presidenciales de noviembre de 1949, el Partido Liberal alegando falta de garantías, no presentó su candidato. Esto facilitó el triunfo del Partido Conservador en cabeza de Laureano Gómez, quien continuó y profundizó la política de seguridad de su antecesor frente a la violencia partidista, política que no contemplaba negociar con los rebeldes y claramente se orientaba hacia una verdadera guerra de exterminio contra sus contradictores políticos.
ORIGEN DEL CONFLICTO
Para entender las causas del conflicto armado en Colombia es necesario remitirse al pasado remoto, consideran algunos de los expertos. Sin embargo, otros creen que aunque la violencia que se vive en la actualidad tiene causas de tiempos pasados, los actores y las dinámicas se han transformado significativamente. En este sentido, hay quienes se remitieron a los conflictos agrarios de los años veinte, mientras que otros se enfocaron en la etapa posterior al Frente Nacional, unos más consideran la violencia bipartidista entre liberales y conservadores. Si bien, la relatoría de Pizarro relata que “tras la última guerra civil tradicional, la llamada Guerra de los Mil Días (1899-1902), el país vivió un período extenso de relativa calma, casi medio siglo”, finalizando los años cuarenta la violencia empezó a incrementarse, en parte por la fuerte adhesión de la población a los dos partidos tradicionales, que se convertirían en “subculturas políticas enfrentadas” y que propiciarían episodios de violencia que se acrecentarían con los años. “El bipartidismo en Colombia se mantuvo incólume, mientras que en la mayoría de naciones de América Latina surgieron otros partidos a principios del siglo XX”, apunta la relatoría. Pero, las políticas agrarias también son consideradas causales del conflicto armado del país, en tanto que estas estuvieron marcadas por desigualdades en el acceso a la tierra y “una grave ambigüedad en torno a los derechos de propiedad”, a lo que se suman las insuficientes respuestas estatales para contener la violencia.
CONTINUIDAD Y RUPTURA Algunos expertos sostienen la idea de que los orígenes del conflicto armado que perdura en la actualidad se basan en las políticas agrarias enfrentadas, entre quienes defendían la gran propiedad y la pequeña. En este sentido, María Emma Wills considera que se dio pie para que el campesinado sentara una postura independiente, que no daba cabida a convertirse en desplazados urbanos o a desaparecer. Por su lado, otros académicos creen que esta continuidad ha tenido rupturas, tales como el origen de las guerrillas Farc y Eln, que decidieron enfrentarse al Estado en 1964. “Para los ensayistas que sostienen la tesis de la diferenciación de los dos períodos históricos hubo una multiplicidad de factores que, en determinadas coyunturas tanto nacionales como internacionales y bajo el impulso de antiguos o nuevos actores, provistos de intereses variados y
distintas estrategias para acceder al poder, van a generar períodos más o menos prolongados de violencia. Si nos atenemos a sus análisis, desde el fin de la Guerra de los Mil Días, hemos tenido básicamente dos períodos de violencia: de 1946 a 1964, llamada ‘la Violencia’ y desde 1964 hasta hoy”, dice la relatoría. Esa primera etapa estuvo dividida en fases como el cambio de hegemonía política, las confrontaciones posteriores al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y la denominada “violencia tardía, con el desmantelamiento de los remanentes descompuestos del bandolerismo a mediados de los años sesenta”. La segunda etapa se caracteriza por la emergencia de grupos guerrilleros de “primera generación”, quienes luego se debilitaron y empezaron a recomponerse grupos como las Farc, el Eln y el Epl, la emergencia de las guerrillas de “segunda generación” (M-19, Quintín Lame y Prt), el incremento del tráfico de drogas y el surgimiento de los grupos paramilitares.
¿POR QUE AH PERDURADO?
Algunas de las causas por las cuales el conflicto armado ha perdurado por tantos años en Colombia son, según los expertos: - El narcotráfico y la “economía de guerra”, cuyos recursos potenciaban a los distintos grupos armados y criminales y que posibilitó problemáticas como los cultivos ilícitos y la asociación de actores políticos con estos grupos. - Secuestro y extorsión, que dio recursos a los grupos guerrilleros y aumentó su capacidad de reclutamiento. - La precariedad institucional o la debilidad del Estado en materia de obtención de recursos para las entidades públicas, la infraestructura del
territorio, la satisfacción de las necesidades de la población (educación, salud, justicia, entre otras) y “el tamaño y la calidad de la Fuerza Pública”. - El nacimiento de paramilitares, que se sostuvo gracias a la insubordinación de élites rurales legales, quienes se sentían desprotegidas por el Estado, las estructuras ilegales, especialmente mafias, la participación de sectores de la clase política y la participación de agentes del Estado. - La incidencia de grupos armados y recursos ilegales en los procesos electorales del país. - La inequidad y las irregularidades en la distribución de la tierra y los derechos de propiedad. - El círculo vicioso en que se ha convertido la violencia, la cual genera daños y precariedad en la sociedad, pero también crea rupturas éticas y en la Ley.
¿COMO NOMBRARLO? Al caracterizar el conflicto armado que ha vivido Colombia, algunos de los expertos consideran que este debe denominarse como “conflicto social armado”, mientras que otros apuntan a que ha sido una guerra civil, simplemente una guerra, un conflicto irregular. Ante la diversidad de opiniones, se ha optado por nombrarlo como “conflicto armado interno”, un concepto que se ha manejado en la mesa de negociaciones. Algunas de las características expuestas por los académicos son: - Es un conflicto prolongado y se constituye como uno de los más largos del mundo. - Es complejo, por la gran convergencia de actores: Estado, guerrilla y paramilitares y por tener múltiples factores. - Se ha dispersado por todo el territorio nacional y ha habido fragmentación de los grupos armados enfrentados. - Ha sido discontinuo, “pues aunque las llamadas guerrillas de ‘primera generación’ decayeron, a partir de los años ochenta no sólo renacieron sino que coincidieron con un desbordamiento de los grupos armados de extrema derecha”. - Ha estado permeado por grandes diferencias regionales, algo que puede estar influenciado por la complejidad geográfica del país.
MULTIPLES ACTORES Según la relatoría, los actores principales del conflicto armado de Colombia han sido dos en la primera fase (1964-1980) y tres, en la segunda (1980-2015), sin dejar de lado otros actores sociales y políticos que cumplen papeles importantes. - Fase 1964-1980: sobresalen la confrontación de las “guerrillas de primera generación” y las Fuerzas Militares y fue caracterizada por el debilitamiento de la guerrilla a finales de los sesenta y principios de los setenta. - Fase 1980-2015: esta fase ha permitido que el conflicto se agudice tras la aparición de los grupos paramilitares y los “recursos financieros sin antecedentes provenientes del tráfico de drogas, el secuestro y la extorsión”, lo que dio pie a lo que los académicos denominan “terceros oportunistas”, es decir organizaciones criminales o agentes políticos que han buscado obtener beneficios particulares con el conflicto.
¿POR QUE AH PERDURADO? Algunas de las causas por las cuales el conflicto armado ha perdurado por tantos años en Colombia son, según los expertos: - El narcotráfico y la “economía de guerra”, cuyos recursos potenciaban a los distintos grupos armados y criminales y que posibilitó problemáticas como los cultivos ilícitos y la asociación de actores políticos con estos grupos.
- Secuestro y extorsión, que dio recursos a los grupos guerrilleros y aumentó su capacidad de reclutamiento. - La precariedad institucional o la debilidad del Estado en materia de obtención de recursos para las entidades públicas, la infraestructura del territorio, la satisfacción de las necesidades de la población (educación, salud, justicia, entre otras) y “el tamaño y la calidad de la Fuerza Pública”. - El nacimiento de paramilitares, que se sostuvo gracias a la insubordinación de élites rurales legales, quienes se sentían desprotegidas por el Estado, las estructuras ilegales, especialmente mafias, la participación de sectores de la clase política y la participación de agentes del Estado. - La incidencia de grupos armados y recursos ilegales en los procesos electorales del país.
- La inequidad y las irregularidades en la distribución de la tierra y los derechos de propiedad. - El círculo vicioso en que se ha convertido la violencia, la cual genera daños y precariedad en la sociedad, pero también crea rupturas éticas y en la Ley.
DAÑOS DE POBLACION El conflicto armado en Colombia ha llevado el terror a la población civil, según los académicos. Para ilustrarlo, hacen un recuento de los distintos hechos victimizantes que se han ocasionado: desplazamiento de población, despojo de tierras, secuestro, extorsión, reclutamiento ilícito de niños, niñas y adolescentes, tortura, homicidio en persona protegida, asesinatos selectivos y masacres, amenazas, delitos contra la libertad y la integridad sexual, desaparición forzada, minas antipersonal, munición sin explotar y artefactos explosivos no convencionales, ataques y pérdidas de bienes civiles y atentados contra bienes públicos. Estos hechos han demostrado que el modus operandi de los grupos armados presenta grandes diferencias, “agentes estatales han sido responsables especialmente de asesinatos selectivos, tortura, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. Las guerrillas, a su turno, han sido responsables, sobre todo, del uso de minas antipersonal y artefactos explosivos no convencionales, ataques contra bienes civiles y públicos, desplazamiento forzado, secuestro, extorsión, reclutamiento ilícito y daños ambientales. Finalmente, los grupos paramilitares tienen enorme responsabilidad en delitos como asesinatos selectivos, amenazas, masacres, desplazamiento forzado y despojo de tierras, tortura y delitos sexuales”.
CAUSAS Y EFECTOS DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA