Clase Dominical 05-31-09 Tema: Jesús Inicia su Ministerio Texto: Marcos 1:1-45 Introducción: La clase anterior estuvimos estudiando una parte del primer capitulo del Evangelio de Marcos, un judío que escribió a los creyentes gentiles, mencionamos que fue el primero de los evangelios que se escribió, también analizamos la importancia de la profecía del AT, parte de estas profecías tuvieron ya su cumplimiento y otras están por cumplirse, mencionamos sobre el bautismo del Señor Jesús, y la importancia de este paso de obediencia para nosotros los creyentes, así mismo hablamos de la tentación en el desierto después de que el Espíritu Santo descendió sobre el Señor, ahora analizaremos mas sobre su ministerio. Marcos 1:14-15 14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. El evangelio de Marcos pasa directamente al inicio del ministerio de Jesús en Galilea, no escribe nada de lo que el Señor hizo en Judea, Samaria y Galilea, gracias al Evangelio de Juan es que nos podemos enterar de los primeros años del ministerio del Señor después de la tentación en el desierto, en Cana de Galilea Jesús convierte el agua en vino, (Jn 2) después desciende con su madre y sus hermanos a Capernaum, y luego sube Jerusalén en el tiempo de la Pascua y purifica el templo echándolos fuera del templo a todos, y muchos creyeron en su nombre por las señales que hacia. Después de la entrevista del Señor con un principal de la sinagoga llamado Nicodemo, Jesús se quedo con sus discípulos y bautizaban, después de esto se fue otra vez a Galilea pasando por Samaria donde una mujer se convierte y muchas mas personas creyeron en el, dos días después se fue a Galilea y comienza a predicar. La predicación del Señor fue anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, es decir el establecimiento del gobierno soberano de Dios, dándonos a conocer las buenas noticias de salvación por la gracia de Dios, el perdón de pecados por la sangre de Jesús derramada en la cruz del Calvario, la justificación del hombre por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, y la vida eterna que nos da a todos aquellos que creen en Cristo como salvador y Señor. Romanos 1:16-17 16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Pablo no se avergonzaba de predicar el evangelio pues sabía con seguridad que tiene la omnipotencia de Dios para salvar al hombre, es el poder de Dios que puede cambiar la naturaleza pecaminosa del hombre y darle una nueva vida, a todo aquel que cree en las buenas nuevas de salvación. Es por medio de la predicación del evangelio que el hombre recibe la revelación de la justicia de Dios, que el hombre alcanza la justificación de Dios por la fe en Cristo, que tan importante es predicar el evangelio a los que aun no le conocen. La llegada del Señor Jesús no fue producto de la casualidad, tampoco el resultado de algún movimiento ideológico, fue la manifestación del perfecto plan de Dios, fue un plan concebido aun antes de la fundación del mundo y manifestado en los postreros tiempos por amor de nosotros (1P 1:20) Gálatas 4:4-6 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Cuando Dios lo considero preciso, en base al tiempo determinado por el, envío a su Hijo en forma humana, para redimirnos de la esclavitud del pecado y recibir la adopción de hijos en la familia de Dios, al hacernos sus hijos nos envío al Espíritu Santo por el cual podemos tener comunión con nuestro Padre celestial. El arrepentimiento es fundamental para entrar en esta relación con Dios, es la respuesta del ser humano a la misericordia y la gracia de Dios, el arrepentimiento significa un cambio de actitud basado en un cambio en la manera de pensar, “metanoeo” pensar diferente, reconsiderar, cambiar de opinión o el propósito, arrepentirse. 1
Hechos 2:38 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo El arrepentimiento genuino considera que se debe abandonar la maldad del pecado y abrazar la persona y la obra de Cristo en su totalidad, sin arrepentimiento no hay perdón de pecados. El arrepentimiento es un mandato del Señor; Hechos 17:30 30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. Dios manda a todos los hombres, en todas partes que hagamos un cambio de pensamiento, un cambio de actitud, el arrepentimiento es necesario para todos los hombres, pues Dios ha establecido un día en el que juzgara al mundo con justicia, por medio de aquel varón que designo. Romanos 2:4-8 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; Una de las verdades que la Biblia declara es que; Dios en su benignidad nos guiad al arrepentimiento, notemos que no dice que nos obliga, sino que guía, así que nosotros tenemos la libertad de rechazar una actitud de arrepentimiento, las consecuencias de ser duro y no tener un corazón arrepentido, es atesorar ira para el dia de la ira. Marcos: 1:21-27 21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo,* entrando en la sinagoga, enseñaba. 22Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, 24diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! 26Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 27Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? Jesús enseñaba en las sinagogas, que eran los lugares donde se reunían los judíos a escuchar la Ley y para ser instruidos, el ministro de cada sinagoga podía invitar a alguien para que leyera las Escrituras, o para que predicar, el Señor tenia por costumbre entrar en las sinagogas para enseñar y la gente se admiraba de su doctrina, pues su enseñanza estaba basada en sus palabras que salían de su boca con gracia, sin la necesidad de tener que reforzar su predicación nombrando a algún otro maestro. La unción que el Señor tenia conforme lo declara el Evangelio de Lucas, fue un cumplimiento de la profecía de Isaías 61:1-2, el Espíritu Santo lo había ungido para predicar las buenas nuevas, a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor, la segunda parte donde se menciona sobre el juicio de Dios no lo menciono, pues esa parte de la profecía aun no tiene su cumplimiento, este se dará en la segunda venida del Señor. La unción era tan fuerte en el Señor que los espíritus inmundos no la podían resistir, pues en la sinagoga había un hombre con espíritu inmundo, el cual se manifestó, y dando voces, es decir alzo la voz y comenzó a gritar y a decir ¡déjanos tranquilos! Eso significa la expresión ¡Ah!, ahora notemos que estos espíritus inmundos reconocen que serán destruidos por el Señor Jesús, y reconocen también la divinidad de Jesús. Ahora la reprensión hecha por el Señor al demonio fue una orden que este tendría que acatar, ahora dentro del lenguaje cristiano el termino reprender, “epitimao” significa imponer sobre, censurar, amonestar, por implicación prohibir o mandar. 2
Así que cuando usemos esta expresión al dirigirnos hacia alguna circunstancia o hacia algún espíritu, nos quedaremos cortos si solo utilizamos la expresión ¡te reprendo! Pues la reprensión hecha por el Señor a este espíritu inmundo, fue; ¡cállate y sal de el! El espíritu inmundo salio de el dejándole libre, por lo general el Señor no permitía que los demonios hablaran, primeramente porque no quería que le descubrieran, ni que se le relacionara con estos. Las gentes se admiraban no solamente de su autoridad para enseñar, sino que se quedaban atónitos cuando el Señor mandaba a los espíritus inmundos y estos le obedecían. Marcos 1:32-34 32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían. La fama de Jesusa se extendió por muchas ciudades, de manera que al terminar el día de reposo le trajeron todas aquellas personas que estaban en necesidad, los que tenían enfermedades y a los endemoniados, la gente de esos tiempos y de los tiempos nuestros tienen mucha necesidad, mucha gente esta sufriendo de diversas enfermedades, otras están atadas por demonios y algunas hasta poseídas, y fue el poder de Dios que operaba en el ministerio del Señor lo que trajo este resultado. Una de las verdades que tenemos que comprender es que el ministerio del Señor Jesús se extendió a través de sus discípulos y a través de cada uno de nosotros, todos nosotros somos parte de este ministerio que es la predicación de la Palabra, la sanidad de los enfermos y la liberación de los oprimidos por el diablo ministerio que debe caracterizarse por estar bajo la unción de Dios. Marcos 1:35 35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Marcos 9:28-29 28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? 29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno. El tiempo de oración y ayuno fue característico del ministerio poderoso del Señor, no importando el tiempo que el Señor ministraba, aun cuando terminara muy avanzada la noche, el Señor se levantaba aun siendo muy obscuro dedicando bastante tiempo a la oración. La confrontación contra el reino de las tinieblas demanda preparación en ayuno y oración. Marcos 1:40-42 40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. Otra de las sanidades que el Señor llevo a cabo fue la sanidad de este leproso, la lepra era una de las enfermedades mas terribles en los tiempos del Señor Jesús, sin embargo el Señor sano a este leproso, enseñándonos que no hay nada imposible para el Señor, no importa que tan difícil sea la situación por la misericordia y el poder de Dios esta puede ser solucionada. La misericordia deberá ser una característica de todo aquel que sirve al Señor, fue la característica de nuestro Señor, debe ser también la nuestra, el contacto con las demás personas fue de gran importancia dentro del ministerio del Señor, tocar a una persona leprosa era lo peor que podías hacer. La siguiente semana entraremos a la segunda clase basada en los siguientes capítulos 2, 3, y hablaremos sobre la autoridad del Señor.
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