Ciencia

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LUNES 31 DE AGOSTO DE 2009

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Astrolabia ◗ Marte y el huevo de Kepler lguno de ustedes vió el jueves pasado (27 de agosto) a Marte tan grande como la Luna, como predecía el correo electrónico que circulaba recientemente? Como muchos pudieron comprobar, el jueves no hubo ningún evento celeste particular, mucho menos las tan anunciadas “dos lunas”. El mismo jueves, durante una entrevista en Radio Michoacán, Margarita Blanco, conductora del programa Semblanzas de la Ciencia, me preguntó al aire cómo podría hacer el ciudadano común para detectar esos correos fraudulentos. En primera instancia, le dije que si bien era cierto que no había que invocar al Planetario de Vancouver, ni a los mayas, ni a la mamá de Tarzán, no cualquier persona podría saber. Que si acaso, solamente los estudiantes de licenciatura en física podrían resolverlo. Pasó el programa, y me quedé con la pregunta dando vueltas en la cabeza. Y creo que, en realidad, cualquier muchacho con conocimientos de matemáticas a nivel prepa, con una computadora con internet, y con algo de iniciativa, podrían haber concluido que el mail era fraudulento. El razonamiento podría haber sido el siguiente: los planetas se mueven en órbitas alrededor del Sol (concepto que debería enseñarse entre cuarto y sexto de primaria). Estas órbitas son elipses (de nuevo, concepto que debería enseñarse entre cuarto y sexto de primaria), o sea, círculos alargados de un lado y achatados del otro. Uno podría tener entonces la duda de qué dice la wikipedia sobre Marte y la Tierra. Pues bien, ahí podrían haber notado que las excentricidades de la Tierra y Marte son números muy chicos: 0.09 y 0.01, respectivamente. Quizá la persona haciendo este ejercicio no sepa lo que es la excentricidad, pero también

Javier Ballesteros Paredes para eso está la wikipedia. Si uno busca excentricidad, dice claramente que la excentricidad de un círculo es cero (e = 0), y la excentricidad de una elipse es mayor que cero y menor que uno (0<e < 1). Así que si tanto Marte como la Tierra tienen excentricidades pequeñitas, quiere decir que son elipses muy poco alargadas, casi círculos. Y si son casi círculos, entonces hay momentos en los que Marte y la Tierra están del mismo lado del Sistema Solar, y momentos en los que están en lados opuestos y por lo tanto más lejos el uno de la otra. Además, en esas páginas se dice claramente que el año en Marte dura casi dos años terrestres. Si giran para el mismo lado, entonces Marte y la Tierra deben tener acercamientos cada dos años, aproximadamente. Y si giran para lados opuestos, entonces sus acercamientos deben ser todavía más frecuentes. Lo que esto quiere decir es que entre Marte y la Tierra hay acercamientos bastante seguidos. No pasan miles de años entre un acercamiento y otro, como indicaba el mail. Y nunca hemos notado que Marte sea particularmente grande, visto desde la Tierra. A simple vista, no es más que un puntito más. Conclusión: el correo es fraudulento. Este argumento nos dice dos cosas: la primera, que delegamos en “los expertos” respuestas a preguntas que nosotros podríamos contestar, si estuviéramos más acostumbrados y entrenados a pensar y a resolver dudas por nosotros mismos. La segunda, que aún cuando algunos profesores se quejan de la wikipedia, sobre todo porque muchos alumnos en lugar de pensar y resolver sus tareas, copian lo que encuentran en la wikipedia, en realidad es una fuente de información que puede ser valiosa, y que nos puede, en un momento dado, ayudar a resolver algún problema. Ter-

cero, que el correo fraudulento sobre Marte, con todo y lo fraudulento que era, quizá no fue tan malo: hizo que mucha gente pensara en el cielo, en Marte, en la Luna, y que tuviera interés. Mucha gente nos preguntaba si sería cierto, muestra inequívoca del interés que despiertan los eventos astronómicos. Ojalá que no se hayan desanimado respecto al cielo por no ver a Marte del tamaño de la Luna. Bueno y ahora, ¿cómo dedujo Kepler su primera ley del movimiento planetario, ésa que dice que las órbitas de los planetas son elipses? No fue una tarea fácil. Como mencionamos la semana pasada, durante la elaboración de la segunda ley (que, como también ya mencionamos, fue descubierta primero), Kepler creía que la órbita era un círculo, pero que el Sol estaba fuera del centro. Sin embargo, él mismo reconocía en cartas a sus amigos, que si la órbita fuese una elipse, todos los datos registrados por Tycho cuadrarían muy bien. Sin embargo, Kepler tardó algo de tiempo en reconocer que la órbita era una elipse. Cómo en el caso de la segunda ley, Marte era el planeta clave para definir la forma de la órbita, pues es este planeta el que la tiene más alargada... la órbita, claro está. Estudiando Marte, Kepler se dio cuenta que no tenía más remedio que abandonar la idea de una órbita circular. Durante varios años pensó que la órbita tenía forma de huevo (¡!), y aunque le costaba un... trabajal reconciliarse con la idea de romper con la perfección que implicaba el círculo, para quedarse con algo tan poco elegante como un huevo, era un científico que quería descubrir la realidad y ahí estaban, ineludibles, las observaciones precisas de Tycho. Kepler se inventó sus propias herramientas de geometría para deducir la órbita marciana y después

de páginas y páginas de cálculos, y en buena medida, gracias a que en sus cálculos aparecieron dos números similares (el 0.00429 y el 1.00429), entendió cómo debía describirse la órbita del planeta en términos matemáticos. En otras palabras, llegó a la ecuación que describe una elipse. Sin embargo, no la reconoció como tal. Trató de graficarla, pero como todavía no se inventaba la geometría analítica, lo que obtuvo lógicamente fue un huevo, pero como de monstruo, es decir, medio deforme. Desechó su ecuación. Para estas alturas, después de años y años de trabajar con los datos de Tycho, se había convencido que la forma de la órbita era una elipse, aunque no la reconocía matemáticamente. Así que se puso a deducir, por un método completamente independiente, la ecuación de la elipse. Al llegar al final, se dio cuenta que la ecuación encontrada era igual a la descubierta meses. En otras palabras, había rechazado el huevo cocido, para aceptar el huevo hervido. Las dos leyes de Kepler fueron descubiertas un poco por casualidad, pero en base a mucho esfuerzo. Sus descubrimientos se basaron en coincidencias, e incluso fueron resultado de algunos errores. Las publicaciones de Kepler son algo barrocas, con páginas y páginas que pudieran serle muy interesantes a un psicoanalista, pero probablemente poco interesantes a un científico de nuestros días, que le interesa ir al grano: ¿cuál es tu motivación, tu método y tu resultado? Sin embargo, todas esas páginas no fueron en vano, pues sirvieron en buena medida, para que posteriormente se desarrollara la geometría analítica y el cálculo diferencial e integral. De esto, hace ya 400 años. Centro de Radioastronomía y Astrofísica, UNAM Campus Morelia

[email protected]

10 C iencia • LUNES 31 DE AGOSTO DE 2009

Urbanópolis

Astronotas Autismo espacial

◗ Inundaciones en Morelia, una fortuna perdida

ada vez que llueve de forma extraordinaria, es decir cada año, queda en evidencia que la ciudad se proyecta en tiempos de secas y nunca se piensa que puede llover. El martes pasado gran parte de los morelianos presenciamos una torrencial lluvia y granizo, que en tan sólo dos horas causó caos vial en el sur de la ciudad, situación que obliga a reflexionar sobre varios aspectos: Por mucho tiempo se ha atribuido la problemática en tiempos de lluvia a la falta de un drenaje pluvial. Sin embargo, esto es sólo una visión pragmática del problema, ya que sólo resolvería el problema de las inundaciones, quedando pendiente el problema de cómo aprovechar el agua pluvial. Durante la mitad del año anhelamos que llueva y los otros seis meses lamentamos las inundaciones. Michoacán es una entidad favorecida en lo que respecta a la precipitación pluvial, pues se registran valores de entre 600 y 1,600 milímetros anuales. En comparación, Monterrey tiene una precipitación anual de 640 mm. Para el caso particular de Morelia, ésta varía de un mínimo de 12 milímetros cúbicos en el mes de diciembre a un máximo de 186 mm durante julio. Para dar una referencia de la cantidad de agua que representa lo anterior, se debe comprender que si bien la precipitación pluvial se expresa en milímetros cúbicos, en términos prácticos, cada milímetro representa un litro de agua en una superficie de un metro cuadrado. En la tormenta del pasado martes cayeron 200 milímetros en una hora, lo que significa que en un techo de cien metros

Salvador García Espinosa cuadrados cayeron 20 mil litros de agua, equivalentes al consumo de agua durante tres meses de una familia promedio urbana en una casa de interés social. Pero en vez de aprovecharla, irracionalmente se canaliza al drenaje sanitario, ¿No sería impostergable generar opciones para captar ese volumen de agua en una cisterna para su futuro aprovechamiento, o bien, utilizar los jardines de casa para infiltrarlo al subsuelo y propiciar la recarga del manto acuífero. No hacerlo es perder una fortuna que literalmente nos “llueve del cielo“ algunos meses cada año. Para ver el potencial de las dos últimas opciones, notemos que, en Morelia, el consumo promedio de agua por habitante se estima en 175 litros/habitante/día, de los cuales un cincuenta por ciento corresponde a servicios que no requieren de agua potable (servicio sanitario, riego de jardines, lavado, etc.). Así, los 18,600 litros que se pueden captar en una casa habitación de cien metros cuadrados de construcción permitirían satisfacer las necesidades de agua no potable de un habitante por más de cien días. Ahora bien, en el caso de las ciudades ocurre algo similar al ejemplo de la casa. La superficie pavimentada que conforman todas las calles y avenidas, no hacen otra cosa que evitar la infiltración del agua al subsuelo, canalizándola hacia las zonas más bajas de la ciudad y provocando inundaciones. Ahí permanece hasta que, con el paso de los días se evapora, o bien, protección civil la bombea al drenaje sanitario, de donde en el mejor de los casos llegará a la planta de tratamiento.

Sin embargo, esto incrementa el costo del agua que se obtiene con la planta, ya que dicho volumen de agua no requería ser tratada como parte de las aguas negras. Así las cosas, claro está que imaginando el volumen de agua que mes con mes cae en la ciudad, el contar con un drenaje pluvial que canalice dicho recurso a una presa, resulta altamente deseable. Sin embargo, el monto de inversión que se requiere propicia que cada administración municipal posponga su construcción. Sin embargo, se deben tomar acciones que permitan no sólo evitar inundaciones sino que garanticen aprovechar el vital líquido que día a día escasea más. Por ejemplo, podría condicionarse la autorización para urbanizar desarrollos en las partes altas de la ciudad, a que integren soluciones de captación de agua, a fin de que la pavimentación de calles no contribuya a canalizar el agua de lluvia a las partes bajas, tal y como ocurre con la loma de Santa María y ocurrirá próximamente al sur de Costco. Las principales zonas inundables corresponden a las colindancias entre una colonia y otra, o entre un fraccionamiento y otro, debido a que cada uno diseña sus vialidades con niveles y pendientes que garanticen los escurrimientos pluviales hacia fuera de su desarrollo. Los fraccionamientos de acuerdo con el análisis de su topografía deberían de ubicar áreas de jardines en la parte más baja y diseñar pozos de absorción que permitan infiltrar el agua al subsuelo. Debería evitarse la práctica común de elevar la altura de las guarniciones para evitar que en temporadas de lluvia se inunden los camellones, banquetas o jardines, transformando a las calles y avenidas en verdaderas albercas. Para un ejemplo vea usted que en el Centro de Convenciones, mejor conocido como el planetario, la malla ciclónica que delimita el extremo norponiente hacia la avenida Ventura Puente, fue colocada sobre un murete de más de cuarenta centímetros de altura, lo que evita que al agua que se acumula sobre Ventura Puente llegue a los jardines y se infiltre. Algo similar pasa en el Boulevard García de León, donde lejos de aprovechar el amplio camellón como destino para desalojar el agua de esta avenida y que se infiltre, sólo se aumenta el alto de banquetas. Claro está que lo anterior constituye tan sólo unos aspectos generales, que carecen de sentido si no se toma conciencia de que aún se cuenta con un recurso vital, cuyo uso debemos hacer eficiente y aprovechar, y de paso podremos solucionar algunos problemas que año con año padece nuestra ciudad.

El pasado sábado 29 de agosto, el módulo orbital Indú Chandrayaan-1 perdió contacto. Literalmente, está mudo. Después de tres mil órbitas a la Luna, de unas 70 mil fotografías digitales excepcionales, incluyendo la zona polar donde nunca llega la luz solar, e incluso del experimento de radar esteroescópico que realizó junto con el Satélite de Reconocimiento Lunar de la NASA realizado el 20 de agosto pasado, este satélite perdió contacto con el ser humano. Afortunadamente, la nave alcanzó a cubrir un 90 por cierto de su trabajo científico. Los optimistas esperan que en cualquier momento reviva, aunque la situación no está nada fácil, pues no se tiene idea de qué es lo que ha ocurrido con esta nave. Sapos y pedradas cósmicos... Uno de los puntos clave de la astrofísica moderna es la función de masa inicial (FMI), que no es otra cosa que el número de estrellas recién nacidas que hay de cada masa. En nuestra galaxia, salvo en curiosas excepciones, la FMI parece variar muy poco: por cada estrella muy masiva hay una proporción casi universal de estrellas de cada rango menor de masa. Hasta hace poco se creyó que esta proporción era universal, es decir que se variaba poco incluso al irnos a otras galaxias. Pero un estudio reciente demuestra que la pedrada depende del sapo: en galaxias grandes, cada estrella choncha tiene su prole esperada de estrellas menores, mientras que en las galaxias enanas la moda es formar muchas estrellas de poca masa con el material disponible. Piense en una cartera y un monedero: ¿qué prefiere usted: mil monedas de cincuenta centavos o un cinco billetes de a cien? Las galaxias, al parecer, prefieren lo primero. Michoacano en órbita Después de que el clima obligara a posponer la misión del transbordador Discovery en varias ocasiones, el sábado en la madrugada la nave despegó finalmente, llevando a bordo piezas clave para la estación espacial y para el orgullo michoacano: José Hernández, cuyos padres se fueron de La Piedad a buscar mejores condiciones de vida en California, se ha convertido en uno de las pocas personas de origen mexicano que estén en el espacio. Hernández, quien de niño trabajó en los campos de California ayudándole a sus padres, estudió ingeniería eléctrica, especializándose en ingeniería en computación. En 2001 ingresó a la NASA, para sorpresa de sus padres, y en 2004 se convirtió en candidato a astronauta. Después de cinco años de preparación intensa, Hernández, quien a los 8 años todavía no hablaba inglés, se convierte en uno de los afortunados en poder viajar al espacio.

La próxima vez que llueva y vea inundaciones piense en lo afortunado que somos de que llueva tanto, lo absurdo que resulta perder todo ese líquido y que las soluciones para revertir el deterioro ambiental, están al alcance de todos y cada uno de nosotros.

Javier Ballesteros Paredes (Centro de Radioastronomía y Astrofísica, UNAM Campus Morelia) [email protected]

Facultad de Arquitectura, UMSNH

Carlos Román Zúñiga (Centro Astronómico Hispano Alemán) [email protected]

Inundaciones en la calzada Juaréz ■ Foto Iván Sánchez [email protected]

LUNES 31 DE AGOSTO DE 2009 •



Tesis ganadora por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Ciencia mexicana y exilio español: diálogos en el México posrevolucionario Quetzal Argueta Prado

La ciencia y la tecnología constituyen dos pilares fundamentales para el desarrollo social y material de los pueblos. La actividad desplegada en universidades públicas e institutos de investigación de México ha contribuido, a lo largo de la historia reciente, a configurar un país con mayores niveles de bienestar. Aunque dicho lo anterior, también es preciso subrayar lo evidente: aún queda un prolongado, muy prolongado camino por recorrer para que dichos beneficios lleguen a toda la población mexicana. Los senderos por los que ha transitado la historia de la ciencia en México en la búsqueda del bienestar social son múltiples, y han estado definidos tanto por sucesos internos como externos. Un capítulo apasionante de esta historia lo constituye el proceso de reconstrucción nacional registrado en el periodo posrevolucionario, en el que se combinó un importante proceso de desarrollo científico nacional con el arribo de los exiliados españoles para 1939. A partir de 1921, una vez que se logró pacificar el país de la lucha entre las facciones revolucionarias, se inició en México un interesante proceso de recuperación mediante estrategias que conviene recordar en estos tiempos de crisis. La reconstrucción del país devastado por la guerra de Revolución tuvo, en la ciencia y la tecnología, dos pilares fundamentales para atender temas tales como la nutrición, la agricultura, la explotación de los recursos naturales, la medicina y la química, entre otros. La educación superior, la ciencia y la tecnología constituyeron en ese momento de depresión, potentes palancas de desarrollo. Por ello, en ese contexto lejos de recortar los recursos del sector, el gobierno invirtió y creó múltiples instituciones tales como la Escuela de Salubridad e Higiene en 1922, la Escuela Nacional de Agricultura en 1924, la Estación de Biología Marina de Veracruz en 1926, el Instituto de Biología de la Universidad Nacional en 1929, el Instituto Mexicano de Investigaciones Forestales en 1932, la Escuela de Bacteriología, Parasitología y Fermentaciones en 1934, el Consejo Nacional de Educación Superior e Investigación Científica en 1935, la Escuela Superior de Ingeniería Química en 1936, el Instituto Politécnico Nacional en 1938 y el Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales en 1939, por mencionar sólo algunos ejemplos significativos que permitieron superar la crisis, dinamizar la economía nacional y mejorar la calidad de

vida de los mexicanos. En ese contexto de desarrollo científico y creación de instituciones, llegaron a México los científicos españoles exiliados tras el golpe militar del general Francisco Franco. Apoyado por tropas nazis y fascistas, el general ultraconservador derrocó al gobierno democrático de la II República Española e instaló la dictadura en España durante 35 años, hasta la muerte del militar en 1975. México, que en esas épocas mantenía una política exterior de altos vuelos, recibió con las puertas abiertas a muchos de estos exiliados. El exilio español fue un componente significativo para el desarrollo de las artes, las ciencias y las humanidades en nuestro país. En el ámbito particular de las ciencias, el exilio español dejó una profunda huella. Los científicos exiliados que llegaron a ese México dinámico,contaban con una sólida formación adquirida al lado de figuras señeras de la ciencia mundial. Su preparación había sido posible gracias a una consistente política de promoción científica impulsada a partir de 1907 por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas del Gobierno Español que, entre otras acciones, brindó becas para estudios en el extranjero. Dicho sistema favoreció la formación de científicos de alto nivel en las más diversas disciplinas que, a su regreso a España, impulsaron significativamente el desarrollo de la península. Sin embargo, este proceso fue truncado por el golpe militar y sus protagonistas tuvieron que salir de España para salvaguardar sus vidas. Al llegar a México los científicos exiliados encontraron un entorno muy favorable para el despliegue de su potencial intelectual. En este contexto de desarrollo institucional, apoyo a la educación superior, la ciencia y la tecnología, las aportaciones de los científicos de ambos lados del Atlántico fueron innumerables. La actividad de científicos mexicanos tan notables como Isaac Ochotorena, Maximino Martínez, Fernando Ocaranza, Eliseo Ramírez, Manuel Sandoval Vallarta, José Zozaya, Salvador Zubirán, Arturo Rosenblueth, Guillermo Haro e Ignacio Chávez por mencionar algunos ejemplos, se vio reforzada con la llegada de científicos exiliados tan destacados como Ignacio y Cándido Bolívar, Blas Cabrera, Enrique Rioja, José y Francisco Giral, Isaac Costero, Gonzalo Halfter, Odón de Buen, Honorato de Castro y Faustino Miranda, entre muchos otros. El encuentro entre ambos colectivos coadyuvó, al lado de otros factores, al desarrollo de

la ciencia mexicana. Se descubrieron nuevas especies vegetales y animales, nuevas propiedades farmacológicas, nuevos procesos químicos para obtener derivados industriales, etcétera. Como botón de muestra, valga señalar que las investigaciones de estos científicos dieron al mundo hormonas de origen vegetal. Extraídas de una sustancia llamada diosgenina que se encuentra en los rizomas de un bejuco tropical de origen mexicano denominada barbasco (Dioscorea spp.), las hormonas son usadas en la producción de cortisona, progesterona y píldoras anticonceptivas. Un elemento adicional aportado por los científicos exiliados a la ciencia mexicana fue la posibilidad de su difusión e incorporación a circuitos de diálogo internacional. Así, la importancia de los científicos españoles en el exilio consistió, además de sus descubrimientos particulares, en su capacidad para tejer redes de diálogo nacional e internacional y en su vocación para articular grupos de investigación. Es decir, en el minucioso empeño que pusieron en la construcción de espacios para el diálogo científico y el

encuentro humano. La construcción de dichas redes fue significativa en la medida que propició una transformación cualitativa en la ciencia mexicana y coadyuvó en su difusión y fortalecimiento. Si bien desde el siglo XIX y aun antes los científicos mantenían relaciones con sus pares de otras latitudes para intercambiar información y materiales de investigación, no fue sino hasta el siglo XX cuando esta dinámica de intercambio científico cobró auge y se realizó como una necesidad. Dada la especialización de las disciplinas y los complejos desafíos que planteaban los nuevos tiempos, la investigación y la construcción del conocimiento se transformó en una actividad necesariamente colectiva. Al salir exiliados de España, los científicos españoles extendieron por el mundo una red social que a la postre permitió una articulación científica internacional. A través de esa red los científicos intercambiaron ideas, especímenes y materiales; expusieron sus descubrimientos a colectivos científicos de otras latitudes, y en ese ir y venir de información y propuestas cien-

C iencia 11

tíficas, se generaron importantes descubrimientos, pero sobre todo, se mostró con claridad que la investigación científica es una tarea colectiva en la que sólo la participación coordinada de gobiernos, instituciones de educación e investigación públicas y privadas, sociedad civil y científicos, puede responder adecuadamente a los desafíos que las sociedades presentan. Finalmente valga anotar que la historia es un eficaz antídoto contra el pesimismo presentista. Ese padecimiento causado por crisis crónicas en materia laboral, ambiental, económica, de seguridad, etcétera, y cuyos principales síntomas son el abatimiento, el conformismo y la desesperanza. Frente a eso, la historia nos revela que existen otras posibilidades, modelos alternos, maneras distintas de conducirse y conducir el país. En el marco de la crisis económica nacional que devora los empleos de miles de ciudadanos y sume en la pobreza a millones, es indispensable pensar históricamente y revisar las estrategias que en otros momentos permitieron sortear las dificultades y reconstruir el país. Valga pues recordar la historia de la ciencia en el periodo posrevolucionario, que nos muestra que la educación superior y la investigación científica y tecnológica no son elementos accesorios de un proyecto de nación, sino ámbitos sustantivos, elementos imprescindibles para la construcción de una sociedad con calidad de vida para todos.

Una de las especies descubiertas fue el Barbasco, Dioscorea spp ■ Foto www.terrapin-gardens.com

12 C iencia• LUNES 31 DE AGOSTO DE 2009

Confabulario

de bichos extraordinarios ◗ ¿Alacrán o escorpión?

lgunos seres humanos tienden a no defenderse y a no encarar los problemas de frente sino más bien hacen como que no pasa nada y cuando su adversario está desprevenido lo atacan por la espalda. Este comportamiento se le conoce socialmente como de alacrán. En realidad no es que los alacranes ataquen por la espalda sino que para poder clavar su aguijón la presa debe estar encima de su cuerpo porque la cola no tiene tanta movilidad. Los verdaderos alacranes son artrópodos como los insectos, tienen patas articuladas, esqueleto externo de quitina y respiración por tráqueas, pero a diferencia de éstos tienen 8 patas y no sufren metamorfosis por lo que pertenecen al grupo de los arácnidos. Son de los grupos más antiguos de artrópodos pues se han encontrado fósiles de alacranes que datan de hace 430 millones de años e increíblemente su forma casi no se ha cambiado en todo este tiempo. En algunas regiones a todos los alacranes se les conoce como escorpiones y en otras sólo a los alacranes grandes se les denomina escorpiones, aunque en realidad no hay diferencias biológicas entre unos y otros, solamente son los usos y costumbres para llamarlos de una u otra forma.

Ek

del

Val

abdominal, movimiento involuntario de los ojos, insuficiencia cardiaca, bradicardia y dificultad respiratoria. Se recomienda siempre acudir al médico para ser revisado, aunque el alacrán picador no haya sido de los más ponzoñosos. Los alacranes tienen la característica de que desde su nacimiento presentan la misma forma que tendrán cuando sean adultos, solamente crecen mudando de esqueleto 5 o 6 veces durante su vida. En general los alacranes miden alrededor de 10 centímetros, pero algunos llegan a medir 20 centímetros en África. El ciclo de vida de los alacranes es relativamente sencillo, pero su apareamiento tiene su chiste, primero ocurre un baile ritual nupcial en donde la hembra y el macho se agarran con las pinzas y están unidos hasta por varias horas, cuando la hembra se convence de que sí acepta, el macho deposita su material genético (el espermatóforo) en el suelo y la hembra lo succiona con sus órganos genitales y lo almacena para posteriormente fecundar sus hueveci-

de

Gortari llos, y no existe el concepto de penetración. Después, el periodo de gestación de los embriones dentro de la hembra es particularmente largo, puede durar hasta un año. Cuando nacen los alacranes están completamente formados y durante las primeras semanas de vida viven en la espalda de la madre hasta que mudan por primera vez y se vuelven independientes. La madurez adulta la alcanzan después de entre 2 y 6 años dependiendo de la especie. ¡Inclusive algunas especies pueden llegar a vivir la impresionante cantidad de 25 años! Como los alacranes pueden ser peligrosos, particularmente para los niños de las tierras calientes del Pacífico, además de los antivenenos se han desarrollado algunos químicos alacranicidas que sin embargo no son muy efectivos. La mejor manera de evitar los alacranes en las casas es eliminarlos de manera directa, pero al ser peligrosos es importante detectarlos sin estar demasiado cerca de ellos, para lo cual se recomienda utilizar lámparas de luz ultra-

violeta de construcción casera. Para ello se utilizan lámparas de campamento de 6 volts con un foco fluorescente de 15 centimetros que después se reemplaza por un foco ultravioleta. Este tipo de luz es útil para distinguir a los alacranes en la noche porque el esqueleto de los bichos se ve fosforescente bajo la luz negra y son muy evidentes. Una vez localizado el alacrán habrá que agarrarlo con cuidado con unas pinzas y meterlo a un contenedor para liberarlo en un sitio lejos de poblaciones humanas. Dado que son importantes depredadores en la naturaleza y cumplen su función ecológica de comerse a muchos otros bichos plaga, es importante no matarlos a todos inmediatamente, aunque la tentación sea grande, sobre todo en regiones como Huetamo, donde en una noche se pueden localizar ¡hasta 100 alacranes en una casa con este método! Una nota precautoria: la luz negra puede dañar al ojo humano, por lo que nunca hay que mirar directamente a ésta. Centro de Investigaciones en Ecosistemas-UNAM

En el mundo existen alrededor de mil 400 especies de alacranes o escorpiones, las más venenosas se encuentran en regiones tropicales y subtropicales pero también se han encontrado algunas especies 4000 metros en los Himalayas. En México tenemos 240 especies y las más ponzoñosas (7) se distribuyen en la vertiente del Pacífico en 16 estados de la República. En Michoacán tenemos 4 de éstas, todas del género Centruroides, que se caracterizan por ser alacranes güeros alargados. Dada la alta incidencia de especies ponzoñosas no es de extrañarse que en México se reporten 220 mil casos de picaduras al año, casi ninguna fatal gracias al desarrollo de los antivenenos, sin embargo, todavía en los 80 se reportaban 800 muertes al año en el país. Todos los alacranes tienen veneno, pero este varía en concentración y cantidad, por lo que son pocos los alacranes realmente peligrosos. El veneno de escorpión actúa sobre el sistema nervioso, por lo que se le considera neurotóxico paralizador funciones vitales. Cuando existe una picadura de alacrán los signos y síntomas de alarma son: sensación de cuerpo extraño en faringe, aumento en la salivación, distensión

Escorpión fluorescente ■ Foto http://fircflyforest.net [email protected]

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