Chiaramonte PARTIDOS POLITICOS 60 Y 70 Dos formas de partidos políticos: Nacionalistas (mitre) representa a la oligarquía. Herencia del centralismo y el personalismo. NO le interesa resolver los problemas de bienestar general. Autonomista-Reformista (Alsina) Nace porque ven que para poder desarrollar una industria fuerte nacional es necesario llegar al poder y tomar el control del estado, creando un plan integral de proteccionismo industrial. El obstáculo de los autonomistas era el mal sistema electoral. El mismo contaba con los vicios de políticas pasadas. Desde 1862 Nacionalistas y Autonomistas se disputan elecciones provinciales y nacionales. Estos constituían a “Los partidos políticos”. Nacionalistas: Se denominaban así por estar a favor de la nacionalización de las provincias, interés por la nación sobre las provincias. Autonomistas: Denominados así por su política contraria a la federalización de las provincias, en defensa de las mismas. Estos dos partidos fueron denominados Mitristas y Alsinistas dejando en claro la esencia caudillista de ambos partidos. En las elecciones provinciales de 1864 autonomistas y nacionalistas son fracciones de un mismo partido liberal. Luego de esta elección el autonomiso aparece como partido. FUNCIONAMIENTO DE LOS PARTIDOS POLITICOS. Figura del caudillismo, sin organización permanente y sin continuidad de acción, se organizan solo para las elecciones. En los intervalos de las elecciones su vida política gira en torno al círculo de los caudillos y su grupo de amigos políticos. La asamblea era convocada solamente para convalidar lo ya resuelto por el grupo dirigente de cada facción. Eran partidos inorgánicos. Poseen figuras menores dentro de su estructura con influencia en las parroquias y campañas para movilizar electores y grupos de choques. La relación con el Interior de estos partidos está dada por alianzas circunstanciales. Salvo los grupos que respondía de forma permanente a uno de los partidos porteños por lo general dado por su nivel de dependencia con el mismo. Los contactos eran realizados a través de correspondencia entre el líder porteño y el caudillo local. Estos partidos eran financiados por medio de contribuciones de adherentes de fortunas o por el saqueo a las arcas del estado. El partido era movilizado solo en época eleccionaria. Aparecían “Los clubes electorales” que agrupaban a los partidos de cada tendencia. Estos clubes tenían filiales en cada parroquia que organizaba la agitación electoral. Simulaban elecciones internas, porque las decisiones importantes estaban en manos de los caudillos.
MECANISMO ELECTORAL Posee recursos fraudulentos, estos eran denunciados por los vencidos y convalidados por los ganadores. El fraude se naturaliza en la época. El mismo se organizaba y ejecutaba a la vista de todos. Dejando saldo de heridos y muertos. La apertura del registro Electoral se hacía tiempo antes de las elecciones. Este estaba destinado a la inscripción de votantes. En las elecciones de la provincia de Buenos Aires representaba solo el 10% de los ciudadanos. El día de los comicios se controlaba las mesas. Estas estaban instaladas de tal manera que un mismo votante pueda votar en forma repetida y a la ves estorbe por diversos medios al votante opositor. En caso de que la victoria estuviese en peligro se llagaba a la amenaza de forma armada. El voto era cantado dado la alta tasa de analfabetismo. En Buenos Aires irguió durante mucho tiempo la ley electoral de 1821, donde las elecciones se daban sin padrón electoral, sin autoridad de mesa y sin documento que identifique al votante, el sistema representativo en la argentina de la época, parecía solo existir solo como medio para ofrecer una imagen civilizada del país al extranjero. CARÁCTER DE LOS PARTIDOS POLITICOS Partidos inorgánicos y sin principios. No tienen rivalidad de clase, porque en la época solo existía la burguesía, la misma se encontraba en con debilidad económica. El proletariado se encontraba bajo la sumisión de la hegemonía capitalista paternalista de la burguesía rural, por ende era imposible que posean una expresión política. Existían algunos pequeños círculos ideológicos productos de la inmigración, que desde 1872 en Buenos Aires funcionaba una filial de la Internacional. Pequeños grupos medios (pequeña burguesía) producían actitudes propias pero sin llegar a constituir una expresión política permanente. Los partidos tenían un carácter personalista, con objetivos propios al marguen de los objetivos como clase. Surgen de aspiraciones de dominar y sacar provecho del aparato del estado. Estas son meras disputas de poder, por prestigio personal. Pero este carácter personalista no impedía que pudiera reflejarse en ellos algunos conflictos sociales de la época. En cada partido había hombres de sectores sociales distintos. En el mitrismo había en su mayoría comerciantes de Buenos Aires con inclinaciones librecambistas. El mitrismo tiene un carácter conservador y aristocratizante. Contaba con todo el elemento conservador donde se encuentran los más importante y antiguos apellidos de Buenos Aires. El mitrismo representa a la burguesía comercial porteña. Tiene un nacionalismo en sentido limitado, quiere unir al país para crear el mercado que exige el capitalismo europeo, como si también para construir un fuerte pode político para afrontar la amenaza de los países vecinos en el control de la cuenca del Plata. Acepta la división internacional del trabajo, que es clave para la clase que representa. En el alsinismo había una mayor participación de ganaderos ovinos que apoyaría a las políticas proteccionistas, como así también la insipiente burguesía industrial de Buenos Aires. Alsina adopta el carácter del “caudillo de la plebe” dado que cortejaba a los sectores no afectos al mitrismo, tanto en los barrios populares como entre la juventud universitaria. El alsinismo recibió el aporte de algunas figuras devenidas del rosismo como por ejemplo Alem, Bernardo de Irigoyen y Lucio Mancilla, los mismos facilitarían alianzas con sectores federales y fuerzas del Interior.
El mitrismo y el alsinismo son dos sectores con intereses fundamentalmente idénticos, que se disputan el usufructo del aparato del estado y las ventajas derivadas de la relación con Europa. Los partidos políticos de esta época no eran otra cosa que débiles agrupamientos con vistas al dominio de la maquinaria política del país y el reparto de la prebenda emergente en cada elección. La organización política de la Argentina tenía una fachada para el exterior. ORGANIZACIÓN POLITICA DEL GRUPO REFORMISTA DEL ALSINISMO Este sector se encuentra integrado en su mayoría por jóvenes intelectuales. Proponen transformar las condiciones económicas y sociales. Eran egresados de la Universidad, tenían una actitud ambigua ante la clase dirigente. Tenían un marcado rechazo hacia la burguesía y a la vez tenían la ambición de alcanzar los privilegios de la clase dirigente. Para muchos de ellos la política era el canal de ascenso económico. Dentro de los graduados de la facultad de derecho de la universidad de buenos aires encontramos a las figuras de grupo reformista del alsinismo. Como Leandro N. Alem, Carlos Pellegrini, Aristóbulo del Valle entre otros. Ahora bien los verdaderos miembros de la burguesía bonaerense, sobre todo propietarios terratenientes y grandes comerciantes no se ocupaban directamente de la política. Los jóvenes del partido Autonomista poseen una política principista y de un partido orgánico. En vísperas de las elecciones presidenciales del 1868 Alem funda el Club Igualdad, que adhiere a la formula Sarmiento-Alsina. El mismo presenta una fuerza juvenil democrática, defienden la libertad civil y política, tendientes de llevar a la practica la Constitución. En el Alsinismo existía el Club Libertad, este era constituido por gente de solvencia económica de la provincia. Al poco tiempo después, Alem se afilia al Club 25 de Mayo este se diferencia de los otros grupos del Autonomismo porque presentan un programa y lista de candidatos propios. El programa presenta la necesidad de reformar la constitución provincial y propone la reforma de algunos aspectos de la organización política, por ejemplo propone la elección popular de los jueces de paz de la ciudad y la campaña, pide que se reduzcan las facultades de dichos jueces a lo puramente jurídico, reclama la abolición del servicio de fronteras, y pide la rebaja de la renta publica y reclama un régimen de administración judicial. Lo más importante es que propone la autonomía de los municipios. Esto se da por la poca participación política de los pueblos y era un método contra el sistema de caudillos. En 1870 se presentan a elecciones provinciales y no logran ser electos. Pero en 1871 para la elección para la convención revisoría de la Constitución provincial es elegido Aristóbulo del Valle. En 1872 integrantes del club 25 de mayo fundan el Club Electoral con Leandro N. Alem a la cabeza. El mismo presenta una reforma en el sentido más liberal, representa la independencia de los municipios, la descentralización administrativa, la reforma judicial, la libertad de estudio, el ideal de progreso. El grupo de alsinistas reformadores proponen un programa que une aspectos de políticas económicas con otros relativos al sistema político administrativo, este programa tiende a una trasformación plenamente capitalista de la economía y a una organización política democrática. La reforma política, la transformación del sistema agrario y la instalación de una gran industria nacional como base de la independencia económica que fundamente la independencia política del país, constituyen objetivos estrechamente ligados entre sí. Este elabora un programa propio de una burguesía industrial, por demás débil en la estructura
social argentina de la época. El grupo se identifica con una clase posible argentina que se refleja en la burguesía industrial europea y norteamericana. En el grupo de los reformistas del alsinismo el programa de desarrollo industrial capitalista fue estimulado por el entusiasmo de la juventud universitaria. Ahora bien en la búsqueda de votos este grupo pasó a convertirse en voceros momentáneos de la pequeña burguesía argentina, que era un sector poco relevante en aquellos tiempos.