Causas de la Segunda Guerra Mundial La Segunda Guerra Mundial ha sido la más devastadora en el siglo XX y una de las peores de la Historia. ¿Cuáles son las causas de la Segunda Guerra? By Hugo Jiménez on 21 marzo, 2018
Las causas de la Segunda Guerra Mundial no son simples de comprender, como no lo son en general, las de ninguna guerra. Aunque si podemos decir que fueron previsibles, pues era algo que a nadie pilló por sorpresa. Sobre la Segunda Guerra Mundial se dispone de un fondo documental vastísimo, el material más completo que se había tenido hasta la fecha de un conflicto de tales características. Existen archivos de ministerios de asuntos exteriores, embajadas y grandes personajes del momento. Un material gráfico tan extenso que hace que no debamos elucubrar en exceso para averiguar cuáles fueron los virajes que se fueron sucediendo para el estallido de la peor guerra que ha conocido la Historia.
Hitler y Mussolini Aunque hablaremos de otros factores, de corte ideológico y económico, lo cierto es que, quizás, la piedra angular gire en torno al ánimo expansionista de una Alemania que se sentía ultrajada por las duras condiciones a las que se había visto sumida por su derrota en la Primera Guerra Mundial (Tratado de Versalles) y que deseaba convertirse en un gran imperio europeo. Después de todo, Gran Bretaña era también un gran imperio que se había enriquecido por medio de la conquista, el control de las rutas marítimas y la
explotación de recursos ajenos. ¿Por qué Alemania iba a ser menos? Sin duda, eso es lo que debió pensar Hitler y con ese ánimo aprovechó las circunstancias derrotistas alemanas para intentar un nuevo asalto en Europa.
Causas de la Segunda Guerra Mundial Las causas de la Segunda Guerra Mundial son las siguientes: – Finalizada la Primera Gran Guerra (1914-1918), la firma de los tratados de paz entre las distintas naciones dejó un sentimiento generalizado de decepción, dichos tratados resultaron injustos en muchos casos, los repartos territoriales habían dejado gran insatisfacción y muchos deseaban la llegada de un nuevo conflicto para reclamar aquello que les “pertenecía”. – El Tratado de Versalles redujo de manera considerable los territorios de Alemania y Austria, zonas pobladas tradicionalmente por el pueblo germano desde hacía siglos. Eran por tanto territorios históricos, ocupados por un pueblo con unas tradiciones, Historia, lengua y cultura comunes que había sido dividió a la fuerza por el Tratado de Versalles. – Estados Unidos y Gran Bretaña opinaban que el Tratado de Versalles quizás había sido demasiado duro para Alemania, por lo que trataban a esta con un aire de displicencia. Además, en aquellos días, el avance del comunismo en Europa era algo aterrador y el hecho de que Alemania reconociese públicamente su contrariedad con aquel modelo era algo grato para aquellos. Supusieron, que si Alemania conseguía cierto nivel de rearme, podría frenar la amenaza comunista, pero no quisieron ver que sus verdaderos planes pasaban por una expansión no sólo hacia el Este, sino en todas direcciones.
Mapa europeo en 1923 tras el Tratado de Versalles – El afán colonizador: Inglaterra era una auténtica potencia en Europa, y lo era gracias a la colonización y la explotación de todos los recursos naturales de estos territorios. Hitler pretendía lograr algo parecido, en vez de controlar las rutas marítimas, controlaría el territorio terrestre europeo y con ello, sus recursos. – Problemas étnicos, según la filosofía de Hitler sobre la pureza de la “raza aria”. Estos problemas étnicos no fueron de nueva creación, pues ya existían desde siglos atrás, pero se fueron agravando al llevarse a efecto las modificaciones fronterizas creadas por el Tratado de Versalles, cuando el pueblo germano se vio dividido por los nuevos repartos territoriales. Este hecho fue determinante para difundir en esos pueblos el sentimiento de superioridad de la raza germana frente a los grupos raciales, principalmente los judíos que controlaban la economía capitalista, y quienes, según la perspectiva de los nazis, habían dividido a los pueblos germanos e interrumpido su desarrollo económico. – Mientras que en la Primera Guerra Mundial existía un solo sistema predominante, el liberalismo capitalista común a ambos bandos, tras aquellos días habían surgido dos modelos ideológico-económicos más, incompatibles entre sí. Se enfrentaron tres ideologías contrarias, el liberalismo capitalista, el sistema socialista (que era visto con auténtico
espanto en Europa) y el nazi-fascista, que respondía a un sistema de corte totalitario. Así, podemos comprobar que la mayoría de los problemas que llevaron a la Segunda Guerra Mundial fueron producidos por aquellos conflictos que no se habían resuelto en la Primera Guerra Mundial o cuya resolución había dejado gran insatisfacción. Invasión de Alemania a Polonia Además, debemos tener en cuenta que aquella Alemania derrotada tras el anterior gran conflicto fue caldo de cultivo para la generación de un sentimiento de odio hacia el resto de estados europeos. Hay que recordar que las condiciones del Tratado de Versalles fueron duras y humillantes para Alemania, que tuvo que hacer frente a una reestructuración de su territorio histórico y pagar unas considerables sumas económicas que impedían la recuperación de sus propias infraestructuras. Y en estas condiciones, aún tuvo que soportar la subsiguiente Crisis del 29‘ con resultados nefastos para Europa. Así, el partido político nazi se encontró con un campo abonado excelente para implantar su ideología y provocar en sus ciudadanos un sentimiento de revancha que culminó en una actitud agresiva hacia el resto de Europa. La Segunda Guerra estalló en 1939 y al igual que en conflicto anterior, se inició en Europa, llegando a convertirse en un conflicto internacional según se iban adhiriendo los diferentes estados en uno u otro bloque. Sin embargo, en esta ocasión, el conflicto fue de mayor envergadura pues incluyó a países de otros continentes e influyó indirectamente en los aspectos políticos, sociales y económicos de estos, generando ciertas disonancias que degenerarían décadas más tarde en sus propios conflictos internos.
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El buque alemán SMS Schleswig-Holsteinatacando la península de Westerplatte en septiembre de 1939. Este buque tiene acreditado haber realizado los primeros disparos de la Segunda Guerra Mundial
Las causas de la Segunda Guerra Mundial varían dependiendo del rango temporal que se aplique. A largo plazo, las causas se encuentran en las condiciones que existían antes de la Primera Guerra Mundial, antecedentes que son vistos como preámbulo de ambas guerras mundiales. Los partidarios de este punto de vista, basado en las condiciones a largo plazo, parafrasean a Carl von Clausewitz al decir: «la Segunda Guerra Mundial fue la continuación de la Primera Guerra Mundial»; las guerras mundiales se esperaban incluso antes de la llegada al poder de Mussolini, Hitler y la invasión japonesa de China. Entre las causas más a corto plazo de la Segunda Guerra Mundial se puede mencionar el ascenso del fascismo italiano en la década de 1920, el militarismo japonés y sus invasiones de China en la década de 1930 y en especial la toma del poder político por Adolf Hitler y el Partido Nazi en Alemania en 1933, a lo que siguió una agresiva política exterior. El detonante del conflicto fue la declaración de guerra de Reino Unido y Francia a la Alemania nazi el 3 de septiembre de 1939, tras la invasión alemana de Polonia del día 1 de septiembre de aquel año. En el periodo de entreguerras se había desarrollado en Alemania un fuerte espíritu revanchista tras la imposición del tratado de Versalles, que significó la aceptación de la derrota del país en la Primera Guerra Mundial. Los términos abusivos del tratado, que incluían la desmilitarización de Renania, la prohibición de unificarse con Austria o los Sudetes, la pérdida de territorios de habla alemana como Danzig, zonas bajo dominio histórico del Reino de Prusia o Eupen-Malmedy, las limitaciones en el ejército (Reichswehr), que quedó reducido a una fuerza militar simbólica y la cláusula que hacía responsable a Alemania de la guerra y con ella la obligación de pagar pesados tributos en forma de reparaciones de guerra hundió a la nación germana, especialmente tras la Gran Depresión. A ello se unió la inestabilidad del sistema político de la República de Weimar, ya que numerosos sectores políticos rechazaban su legitimidad. El ascenso al poder de Adolf Hitler en 1933 fue posible gracias a que el movimiento nazi supo capitalizar las quejas de la sociedad alemana y en función de su ideología comenzaron sus ambiciosas demandas que incluían el pangermanismo, la adquisición del «espacio vital» o lebensraum mediante la conquista de territorios del este de Europa y la eliminación del movimiento comunista alemán e internacional. Las tensiones ideológicas en Europa fueron creciendo y la inestabilidad del orden surgido de la guerra anterior fue en aumento. Italia reclamó y luego conquistó Etiopía en 1935, Japón creó un estado títere en Manchuria en 1931, que fue ampliando con su invasión de China desde 1937 y Alemania burló las limitaciones impuestas en el tratado de Versalles, comenzó en secreto su rearme, militarizó la región del Rin en 1936, se unió con Austria en marzo de 1938 y anexionó los Sudetes en octubre de 1938. Todos estos agresivos movimientos tuvieron una débil respuesta de la Sociedad de Naciones y la antigua Entente, que optó por una política de apaciguamiento. De hecho, tras
la Conferencia de Múnich donde se había permitido a Alemania la anexión de los Sudetes, el primer ministro británico diría que el acuerdo aseguraba «la paz para nuestro tiempo». Hitler sin embargo no cesó en sus ambiciones territoriales, Reino Unido y Francia pasaron a una política de disuasión, aunque con su política de no intervención no hicieron nada por evitar que otros países como España tras su guerra civil, pasaran a la órbita de Alemania e Italia. Los nazis pusieron su atención en el «corredor polaco» durante el verano de 1939, y Francia y Gran Bretaña se comprometieron a ayudar a Polonia en caso de guerra. Los nazis se aseguraron evitar una guerra con la URSS gracias a la firma de un pacto de no agresión, llamado Pacto Ribbentrop-Mólotov, apenas una semana antes de la invasión. Previamente la URSS había intentado establecer una alianza con Reino Unido y Francia contra Alemania, pero estas lo habían rechazado. Finalmente, Polonia fue invadida por Alemania el 1 de septiembre de 1939 y los Aliados declararon la guerra a Alemania el día 3. En cumplimiento del Protocolo adicional secretodel Pacto Ribbentrop-Mólotov, el 17 de septiembre de 1939 la Unión Soviética invadía Polonia. El 22 de junio de 1941, Alemania nazi invadía la URSS. Estados Unidos se uniría al macroconflicto tras el ataque japonés sobre Pearl Harbor del 7 de diciembre de 1941.1 En Japón, la primera y la Segunda Guerra Mundial suelen ser estudiadas junto con la Segunda Guerra Sino-Japonesa o incluso con eventos anteriores;2 desde este punto de vista, el detonante de la guerra en Asia habría sido el Incidente del puente de Marco Polo en 1937 o el Incidente de Mukden en Manchuria.