La Asociación Colombiana del Calzado el Cuero y la Marroquinería (Acicam) presentó este martes a los empresarios de Norte de Santander el nuevo plan de negocios del sector para aumentar la participación en el mercado nacional, mejorar la producción y aprovechar las oportunidades de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la Unión Europea. Una de las metas a alcanzar tiene que ver con mantener un crecimiento del 8 por ciento en la producción de calzado en los próximos cinco años. De esta manera, el sector pasaría de generar unos 225.000 empleos a 350.000 empleos estables, teniendo una participación del 4,4 por ciento en la producción industrial del país. El director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario, una de las entidades participantes, explicó que para cumplir esta meta se debe lograr un trabajo continuo en las empresas del país. “Actualmente la empresas del sector trabajan solo ocho de los doce meses del año, por esto no hay empleo estables, ni solidez económica”.
Zapatos hasta en Curazao Jorge Héctor Hernández, gerente comercial de Mussi Zapatos. “Producimos zapatos desde hace 30 años y para el 2014 queremos apostarle más a las exportaciones. Iniciamos exportando a países vecinos, ventas que representaban un 25% del total de las ganancias. Luego de los inconvenientes nos dedicamos al mercado nacional, pero nos dimos cuenta de que hay oportunidades. En la Macrorrueda que Proexport Colombia realizó en Cúcuta en 2013 logramos contactos con compradores de Curazao, a donde en la actualidad estamos exportando. También hay interés de compradores en Guatemala, Puerto Rico y República Dominicana. Por eso estamos fortaleciendo la planta. Arrancamos el 2014 con el objetivo de incrementar la producción en un 30% porque vemos oportunidades. Una empresa que le está apostando a perdurar en el tiempo no puede depender de coyunturas”, Calzado rumbo a Perú, Ecuador, EE.UU. y Costa Rica Giovanny Rodríguez, gerente de Calzado Gilvanni
“Ya tenemos 13 años produciendo calzado con un concepto de moda urbana, el cual logramos exportar con éxito a Perú, Ecuador, Estados Unidos y Costa Rica, gracias en parte a las participaciones que hemos tenido desde hace seis años en IFLS Bogotá, en donde hemos conocido a los compradores que invita Proexport Colombia. La diversificación es fundamental porque los clientes en el exterior están dispuestos, inclusive, a pagar más por el valor agregado que representan nuestros productos. Exportar no es complicado, lo hago yo que tengo una pequeña empresa. Cuando uno sale al mercado internacional se da cuenta de que la innovación es la carta de presentación de la oferta colombiana. Por eso hay que meterle más ganas para sacar más productos. EXPORTACIONES A VENEZUELA CAYERON UN 94% Las exportaciones norte santandereanas de calzado a Venezuela cayeron entre enero y mayo del 2011 en un 94 por ciento frente al mismo periodo del 2010, lo que refleja la crítica situación del sector en el departamento. Así lo muestra el último informe de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), el cual resalta que mercados como Corea, Ecuador, Hong Kong y Japón, entre otros, solo están importando cuero o partes. Este ha sido uno de los mayores inconvenientes para la industria del calzado y la marroquinería, puesto que la materia prima está siendo devuelta ya tratada o el producto ya elaborado (zapato) a muy bajos costos. El informe revela que de 1,6 millones de dólares que se exportaban al vecino país bolivariano, se pasó a vender tan sólo 96.841 dólares. Sin embargo, Guillermo Rangel, representante del gremio en Norte de Santander dijo que en julio, dos empresas empezaron a exportar a Perú y Chile. La exploración de estos nichos de mercado en Norte de Santander, se está haciendo con el fin de mitigar y eliminar la dependencia de Venezuela, indicó Guillermo Rangel. Así mismo, se pasó de exportar 694.975 dólares en partes a 172.439, bajando casi 75 por ciento. Y de 741.188 dólares en cuero pasó a 498.431, mostrando una disminución del 33 por ciento. El panorama se vuelve más crítico, cuando se evidencia una marcada diferencia entre el calzado que se importa, el cual llegó en este último periodo a registrar 631.024 dólares, dejando una diferencia negativa de 534.183 dólares.