Buenas Nuevas Octubre_2009_ipuc_central

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BOLETÍN IPUC CENTRAL BOGOTÁ

Edición Nº 61. Octubre

2009

Buenas Nuevas

Biblia

Mes de la

La solución para el pecado...

La Biblia, Palabra de Dios

Mi aprendizaje de la Biblia

Pág. 4

Págs. 6 y 7

Pág. 8 y 9

La espada de la fe Editorial / Por: Hno. Ricardo Meneses / Director Comité de Prensa / IPUC Central Bogotá

H

ablar de la Biblia, de sus historias y enseñanzas es un tema que a muchos nos apasiona especialmente desde aquel momento en que por inspiración divina empezamos a entender textos que antes no comprendíamos y que aunque­ escuchábamos decir _que en ella encontrábamos la vida eterna_, no era fácil asimilarlo.

Pastor: Carlos Urrego Delegado de la Junta: Rodolfo Palacios

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; San Juan 5: 39 Desde muy niño en la escuela dominical aprendí historias bíblicas que de alguna manera parecían cuentos, como hablar de El patito feo, o Los tres cerditos; lo cierto es que esas historias quedaron grabadas en lo más profundo de mi mente y corazón; recuerdo en particular dos historias de la Biblia que mi maestro Marcos Pabón, en una de sus clases en donde nos reunía a niños y niñas en un salón grande, nos enseñó acerca de la historia de Sansón y Dalila y la historia de José el soñador, que hasta el día de hoy están en mi mente y dejan ver que aun desde niños la palabra de Dios hace efecto en la vida de todo ser humano guiándolo por el camino verdadero. Por eso en el mes de la Biblia hemos querido incluir varios artículos que darán a la iglesia (padres, hijos), un conocimiento más amplio sobre lo que es y debe significar para cada creyente la palabra de Dios. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3: 16-17 Hermanos y hermanas en Cristo recuerden que para encontrar el verdadero sentido de vivir una vida plena, en paz y con una esperanza de vida eterna, es importante escudriñar la Biblia, buscando cada día en ella, ese estado de perfección y santidad que Dios quiere que todos alcancemos para llegar al reino de los cielos. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12 2

Director: Ricardo Meneses Secretaria: Ofir Duque Tesorero: Orlando Aguillón Colaboradores: Magali Duque Luz Dary Castro Luis David Gonzáles Alexandra Martínez Armando Calderón Diseño y Diagramación: Ricardo Meneses Impresión: Rafael García S. Correo electrónico:

[email protected]

Evento

¡Sigamos preparándonos!

L

sobre la manera de dejar a un lado las malas cos­ tumbres para colocar la mirada en quien todo lo puede, el Señor Jesucristo. Al final se ofreció una exquisita cena.

a última semana de septiembre y la primera­ de octubre de 2009 la Iglesia Central pudo reflexionar en un evento que el Señor Jesucristo colocó en el corazón del Comité de Evangelismo y Misiones El tiempo de Dios, en el cual hubo ense­ ñanzas para la iglesia, los amigos y para quienes asisten a los lugares de predicación.

Tanto el sábado 3 como el domingo 4 de octubre, la iglesia, además de haber participado en un ayuno general y un evangelismo callejero en sitios ubicados cerca a la Iglesia Central, lo­ graron recibir hermosos testimonios de nues­ tros misioneros nacionales que están en Bogotá, los hermanos Elías Zúñiga y Juan Pablo García, quienes, gracias al Señor Jesucristo, impactaron a los asistentes porque están llevando el evan­ gelio a personas de estratos económicos altos, así como a personas que tienen muchos vacíos. De igual forma, se derramó un hermoso espíritu misionero.­

El martes 29 de septiembre y el jueves 1º de octubre, fueron dos las enseñanzas que dejaron reflexiones a los miembros de la Iglesia, en el sentido de sensibilizarnos frente a la importan­ cia de evengelizar a quienes necesitan del Señor Jesucristo. Las exhortaciones fueron oportunas y se enfocaron a que todos tengamos el amor por la obra evangelística. El miércoles 30 de septiembre se realizaron cultos en los lugares de predicación de: La Saba­ na, Santa Fe y El Paraíso y los cultos fueron her­ mosos porque se buscó llegar al corazón de los perdidos.

¡Qué bendición que en la iglesia tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre el hecho de pre­ dicar a toda criatura en este tiempo donde vemos que la segunda venida del Señor Jesucristo está muy, pero muy cerca, sigamos preparándonos!

Un hermoso encuentro se llevó a cabo el vier­ nes 2 de octubre, cuando aproximadamente 23 visitas y un total de 60 asistentes aprendieron

3

Reflexión

La solución para el pecado Por: Hno. Jorge Humberto Murcia / Pastor IPUC La Estancia Bogotá

E

n la lección anterior pudimos mirar los efec­ tos nocivos del pecado y cómo acaba con la integridad física y espiritual del ser humano.

Palabra de Dios, que Jesucristo desaparece el pecado de nuestras almas. (Hebreos 9.24-28). 2. Jesucristo como Cordero de Dios murió por todos los pecadores (Romanos 5.8; Isaías 53.4-6).

El pecado es una enfermedad que contamina y destruye el alma del hombre. (Mateo 15.17-20). Y como toda enfermedad, necesitamos contrarres­ tarlo y aplicarle el remedio adecuado; en la Biblia encontramos la solución para esta enfermedad y qué debemos hacer:

3. El Señor Jesús vino a buscar y salvar nuestras­ almas que se habían perdido en el pecado (Lucas 19.10).

4. Jesucristo es el camino, la verdad y la vida (Juan 14.6).

5. En Jesús se encuentra el descanso y alivio para nuestras almas (Mateo 11.128-29).

1. Reconocer que somos pecadores y que hemos hecho lo malo ante Dios (Salmos 51.1-5).

6. Jesucristo es el único que puede perdonar los pecados del ser humano (Marcos 2.5-9; Lucas 7.48).

2. Buscar la presencia de Dios y dejar el camino de la iniquidad (Isaías 55.6-7). 3. Creer al Evangelio, que es único camino de salvación (Marcos 16.15-16).

7. Sólo en Jesucristo se encuentra la salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo en que podamos ser salvos (Isaías 43.11; Hechos 4.12).

4. Ponernos a cuenta con Dios y tener un verda­ dero arrepentimiento (Isaías 1.18; Hechos 3.19).

8. La salvación no es por las obras, sino por la gracia y la misericordia de Dios (Efesios 2.8-9).

5. Ser bautizados en el Nombre de Jesucristo, para el perdón de los pecados (Hechos 2.38).

El hombre no debe correr de un lado a otro tra­ tando de buscar el perdón de pecados y la salvación para su alma, ya que hoy mismo, cual hijo pródigo, puede en­ contrar los brazos abiertos de ese Padre lleno de amor y de misericordia, que gozoso le recibirá en su regazo.

6. Mantener una vida santa delante de Dios y apartada de lo malo (Hebreo 12.14; 1 Pedro 1.15-16).

Según lo anterior, podemos decir claramente que la solución para el pecado la encontramos en Jesucristo, por lo cual debemos creer lo que la Biblia enseña al respecto:

(Lucas 15.11-32).

Entonces, ¿qué se debe hacer? Escuchar la voz de Dios y abrir la puerta del corazón, de esta manera se podrá restablecer la armonía y la comunión con Dios

1. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1.29). Los sacrifi­ cios del Antiguo Testamento solamente cubrían los pecados, pero aquí dice la

(Apocalipsis 3.20). Ilustración tomada de El libro La biblia para ti Sociedades Biblicas Unidas

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Evento CULTO MISION ERO FIN DE AÑO

DAMAS DORCAS

¿Quién irá? Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?

Entonces respondí yo:

Heme aquí, envíame a mí.

FECHA:

JUEVES 19 de NOVIEMBRE de 2009 HORA: 6:15pm

Isaías 6:8

PREDICACIÓN:

“Versículo lema”

Hna. ROCÍO DE MUÑOZ. Presidenta Distrital Damas Dorcas.

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Estudio

La Biblia, Palabra de Dios Por: Hno. Celestino Forero / Pastor IPUC Central de Barranquilla

y sólo siglos después, ello tuvo ocurrencia. Se le atribuye al arzobispo de Canterbury, Stephen Langton, haber hecho la división en capítulos en el siglo XIII, y a Robert Stephans la división en versículos en 1551. Pero la primera Biblia publicada­en versículos se da en 1560.

“La palabra BIBLIA es de origen griego (el plural de biblion, papiro para escribir y también libro), y significa literalmente ‘‘los libros’’. Del griego, ese término pasó al latín, y a través de él a las lenguas occidentales, no ya como nombre plural, sino como singular femenino: la Biblia, es decir, ‘‘EL LIBRO POR EXCELENCIA”.

La BIBLIA fue escrita por no menos de 40 escritores de diferentes profesiones y oficios, a través de un período de cerca de 1.500 años, lo que nos da una idea de la inspiración divina de la Palabra de Dios. Todos ellos, quizá con la excepción­de Lucas, eran judíos.

Al leer la Biblia, notamos que está dividida en Antiguo y Nuevo Testamento. Esta palabra testamento es el término español que se traduce de latín testamentum, el cual es traducción a su vez del griego diatheke, y éste del vocablo hebreo berit que quiere decir pacto o alianza. Cada una de estas dos secciones se refiere a un pacto que Dios hizo con su pueblo: el primero de ellos en el monte­ Sinaí, y sellado con sacrificios de animales;­ y el segundo, superior, establecido con la sangre­de Cristo.

Es interesante anotar que a la BIBLIA se le conoce con otros términos: la Escritura y las Escrituras (Mr. 12:10; Lc. 4:21; Mt. 22:29; Hch. 17:11), además de La Palabra de Dios. Y ¿qué decir del efecto de la Biblia en la vida del creyente?

El Antiguo Testamento consta de 39 libros y el Nuevo­de 27. Siendo que el propósito de Dios es comunicar al hombre el plan de salvación, el Antiguo Tes­ tamento nos presenta la historia del pueblo de Israel y el esfuerzo de Dios para transmitirle su mensaje; y el Nuevo Testamento, la culmina­ ción de esa revelación, encarnada en Jesucristo.

Al leer el versículo 14 del capítulo 2 de Segunda de Timoteo, notamos que el apóstol Pablo se viene refiriendo al carácter de algunos hombres, en días posteriores, aún dentro de la Iglesia, pero él le recuerda a su discípulo que persista en lo que ha aprendido y de lo que está con­ vencido. Y, además, le menciona que él conoce las Escrituras desde niño, y que ellas le pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

Originalmente, la Biblia no es­ tuvo dividida en capítulos y versículos,

Ilustración tomada de El libro La biblia para ti Sociedades Biblicas Unidas

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Estudio pretender crecer si no estudiamos y obedecemos la Biblia. Conviene aquí recordar el ejemplo de Esdras, sacerdote encargado de la restauración moral de Israel, después del exilio, quien se pre­ paró para estudiar, obedecer y enseñar la Palabra de Dios (Esdras 7:10).

Atención especial merece la utilidad que tiene­la Escritura en la vida nuestra, para perfec­ cionarnos y prepararnos para hacer toda buena obra, partiendo del hecho de que es inspirada por Dios para: • Enseñarnos.

Pero, por supuesto, debemos tener un método para estudiar la Biblia, el cual, en forma metodo­ lógica, nos vaya guiando en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Ello puede ser materia de un segundo artículo.

• Reprendernos. • Corregirnos. • Instruirnos o educarnos en una vida de rectitud. Entendemos, entonces, que la Palabra de Dios es el instrumento que el Señor ha escogido para irnos formando en la vida cristiana. No podemos

“Conclusión” Según hemos visto, Dios ha establecido una manera práctica de preservar sus enseñanzas para nosotros. En la Biblia encontramos enseñanzas que nos ayudan a resolver­las grandes inquietudes que se nos presentan en la vida cristiana. Por eso, es imperativo que el creyente entienda y comprenda el tesoro que tiene la Escritura; que se familiarice con ella y que, en forma permanente y sistemática, aborde el estudio de las Sagradas Escrituras.

EVALUACIÓN

1. Mencione las divisiones mayores de la Biblia y la razón por la que se llaman así.

2. Explique la ventaja de que la Biblia se haya di­ vidido en capítulos y versículos, aunque no se haya escrito así desde el principio.

3. Si recuerda, mencione el número de escritores de la Biblia y el número de años durante los cuales se escribió.

4. En la lección se habla de 4 funciones para las cuales es útil la Biblia en la vida del creyente ¿las recuerda? 7

Enseñanza

Mi aprendizaje de la Biblia Por: Hno. Eduardo Forero / Director de la Fundación de Educación Cristiana Pentecostal (FECP) / IPUC

Ilustración tomada de El libro La biblia para ti Sociedades Biblicas Unidas

N

o puedo acordarme de la primera vez que tuve una Biblia en mis manos, pero sí tengo algunos recuerdos de lo que ha sido mi trasegar bíblico, como una manera mostrar la for­ ma en que se adquiere una relación de aprendizaje con ella.

Ahora que lo pienso bien, todos esos recursos peda­ gógicos me fueron dando una relación con la Palabra de Dios, pues me fijaron en la mente como vestían las personas de la época bíblica, qué comían, cómo usaban el pelo y cuáles eran sus costum­ bres. Pero casi nunca los maes­ tros nos hicieron referencia a los mapas que traían las Biblias en sus páginas iniciales y finales. Nos hubiera ayudado mucho a compren­ der un poco más las Escrituras.

Primero fueron las clases de Escuela Dominical: los maestros nos enseñaban historias de un li­ bro negro con bordes rojos (así eran las Biblias en aquellos le­ janos años cincuenta), aunque algunas más costosas tenían el borde dorado. Y aprendíamos versículos que, con el tiempo, nos los cambiarían, pues llegaría la versión Reina Valera 60, y los habíamos aprendido en la que empezamos a llamar “versión antigua”, que era la de 1909.

Después, en el colegio evangélico donde pasé a estudiar pude aprender más de los personajes bíblicos y de pasajes específicos. Pude complemen­ tar lo aprendido en la iglesia. Recuerdo que una de las cosas que pude fijar fue el nombre y el or­ den de los libros. Definir cuántos eran en total, así como los del Antiguo y del Nuevo Testamento.­

Y allí en la Escuela Dominical nos repartían unas hojitas llamadas “Joyas Escogidas”, que con­ tenían lecciones bíblicas e historias ilustrativas, y el maestro usaba un libro llamado “El Sendero”, en tanto que a los muchachos más grandes se les entregaba un cuadernillo de trabajo con activida­ des didácticas, titulado “El Compañero”. Era una forma agradable de aprender las verdades bíbli­ cas. Además, se utilizaban figuras de las histo­ rias y pasajes bíblicos, que los maestros pegaban en el franelógrafo.

Por aquella época el misionero Larsen incen­ tivaba la recolección de una ofrenda en el mes de la Biblia, que desde entonces ya se celebraba en octubre. Y recuerdo que cuando salía del colegio pasaba por un pequeño local donde se exhibía un ejemplar de gran tamaño de la Palabra de Dios. Parece que era el negocio de algún creyente cris­ tiano que allí lo exhibía.

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Enseñanza

T

odos estos hechos me dieron una referencia de la importancia de la Biblia y de lo que ella significaba. Pero la verdad sea dicha, no era yo un estudioso de ella en el sentido que hoy le doy a esa definición. Era un lector por obligación, que conocía de memoria muchos versículos, y que aún participaba en concursos bíblicos, como aquél que organizó el hermano Larsen para los jóvenes, sobre el libro de Los Hechos.

Y llegó el momento en que me pidieron que predicara. Ya había enseñado en cultos de niños, pero ahora era otra cosa. El presidente de jóve­ nes, hermano Alejandro Camacho, (hoy pastor en uso de buen retiro) me pidió que lo hiciera en un culto de jóvenes. Recuerdo que prediqué basado en el primer capítulo de la carta a los Filipenses. No me acuerdo que dije, pero compadezco a los que me escucharon. Yo continuaba leyendo la ­Biblia y estudiándola, para tratar de encontrar una afirmación a lo que yo había aprendido.

Debíamos estudiar varios capítulos, y el día del culto juvenil, miembros de los grupos en que nos habían organizado, debían responder alter­ nativamente las preguntas que había preparado el misionero. Eso nos sirvió para conocer más de la Biblia.

Creo que así la estudié por varios años, has­ ta cuando estando en los comienzos de ministerio decidí predicar lo que la Biblia decía. Es decir, estu­ diar un pasaje para ver qué quiere decir el autor. (Des­ pués supe que eso era ha­ cer la exégesis). Tiempo después empecé a encon­ trarle sabor a la lectura de la Palabra de Dios, y gracias a ello pude com­ plementar mi formación bíblica con la asistencia a seminarios y talleres, y la lectura de bibliografía que me sirvió de mucha ayuda.

Dije que era un lector por obligación, ya que había aprendido que como parte de la vida cristiana debía leerla. Y recuerdo que varias veces leí el Salmo 117 (que sólo son dos versí­ culos) para cumplir con mi “obligación” de hacerlo. Creo que esa idea de “tener que leer” la Biblia no me ayudó mucho a desarrollar una relación agradable con la Palabra de Dios.

Hoy, con más de cincuenta años de estar leyendo las Escrituras, y de haber pasado por varias etapas en mi relación con ellas, puedo decir que me han moldeado y han dado a mi vida un sentido que de otra manera no hubiera sido posible.

Pero tuve una maestra de la clase de Religión que me enseñó mucho del libro de Los Hechos. Conocí de la estructura del libro, de los perso­ najes que desfilan en él, de lo que fue la vida de la iglesia en sus comienzos, etc., a tal punto que todavía hoy es uno de mis favoritos. Fue un ver­ dadero aprendizaje contextualizado de la Biblia, Pero aún así, era un lector que pretendía encon­ trar en la ella lo que había aprendido como doc­ trinas y prácticas fundamentales. Es decir, no la leía para ver que me decía la Biblia, sino para verificar lo que yo creía.

Quise traer este testimonio que muestra, en lo personal, que el influjo de la Biblia pasa por aprenderla, comprenderla y permanecer en ella, aplicándola.

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Estudio

Cómo estudiar la Biblia Por: Hno. Celestino Forero / Pastor IPUC Central de Barranquilla

Q

uienes nos denominamos estudiantes de la Biblia, debemos reconocer que lo que en ella encontramos registrado es la Palabra de Dios en palabras de hombres. Este concepto debe hacer­ nos entender que tenemos el Mensaje de Dios para salvación, pero escrito por los hombres bajo inspiración divina, y que nuestros ejemplares de la Biblia son el resultado de un proceso de: REVELACIÓN, INSPIRACIÓN, CANONIZACIÓN Y TRADUCCIÓN.

posible a los textos originales, y eso se ve reflejado­ en versiones más recientes.

Al respecto de esto último, vale la pena men­ cionar que existen dos escuelas de traducción, la literal y la de equivalencia dinámica. La pri­ mera privilegia la forma sobre el contenido, y la segunda,­trata de vertir el mismo concepto que se expresa en el idioma original, pero haciendo caso de las formas en el idioma receptor. Ejemplos de la primera escuela son las versiones ReinaValera (RVR) y la Biblia de las Américas (BA); y de la segunda, las versiones Dios Habla Hoy (DHH) y Traducción al Lenguaje Actual (TLA).

Al estudiar la Biblia, nuestra tarea es deter­ minar, lo más cerca posible, lo que Dios quiso decir en un pasaje determinado al destinatario original, y no lo que el texto significa para mí; es aceptar que un texto tiene un “sentido válido”, el que el autor tuvo en mente.

Igualmente, cuando se traduce un texto, se tienen en cuenta elementos culturales, geográ­ ficos, históricos y de otra índole que faciliten la comprensión del texto.

La interpretación bíblica

No olvidemos que una cosa es la interpre­ tación –lo que el autor tuvo en mente al es­ cribir dicho texto – y otra la aplicación – el que el mensaje puede ser válido en circunstancias diferentes –. Para realizar con éxito la tarea de interpretación de un texto, se debe reconocer que el pasaje en estudio proviene de un contexto histórico distinto al nuestro, y que pertenece a situaciones culturales y conside­ raciones científicas diferentes a las nuestras. Es decir, existen abismos históricos, cultura­ les, lingüísticos, geográ­ ficos, científicos y filo­ sóficos entre nuestra época y la bíblica.

De ahí que surjan diferentes versiones de un mismo texto, por lo que quienes nos preciamos de estudiar la Biblia, no debemos comprometer nuestro estudio bíblico con una sola versión, sino que al tener diferentes versiones de las Es­ crituras, lo enriqueceremos. Además, la crítica textual, que es la disciplina que tiene por objeto encontrar el texto de mayor fidelidad al original, hace descubrimientos que per­ miten acercarnos lo mejor

Ilustración tomada de El libro La biblia para ti Sociedades Biblicas Unidas

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Estudio Nuestro Estudio Bíblico

y es allí donde necesitamos tener un mínimo de metodología.

Pero, ¿cómo estudiar la Biblia? Sin que consti­ tuya un método único, permítanme mencionarles algunos puntos que nos ayudarán a progresar en el estudio de la Palabra de Dios.

Por supuesto, debemos comenzar con oración y tener a nuestra disposición algunos materiales, tales como concordancia, diccionarios bíblico­s y de la lengua española; varias versiones de la Biblia; comentarios bíblicos y alguna obra de historia.­

En primer lugar, tengamos en cuenta que no siempre leemos las Escrituras con el mismo fin. A veces, es sólo una lectura devocional, y Dios nos habla en forma concreta; pero cada cristiano debe tener un plan de estudio bíblico personal,

Necesitamos, además, desarrollar la habilidad de hacerle preguntas al texto y un agudo sentido de la observación.

Proceda de la siguiente manera: 1.

5.

Lea varias veces el pasaje que está estudiando en dis­ tintas versiones, y determine los límites del texto, así como sus contextos literarios próximo y remoto.

2.

Observe detenidamente y señale las palabras y frases que le llamen la atención, y busque su significado o amplíe la información sobre ellas.

3.

Hágale preguntas al pasaje y anote.



• ¿A quien se escribió el libro?



• ¿Por qué se escribió?



• ¿Quién lo escribió?



• ¿Cuándo lo escribió?



• ¿Dónde se escribió?

Analice las principales figuras literarias.

6. Establezca si el pasaje es descriptivo o prescriptivo. 7.

Estudie el contexto histórico y cultural del pasaje (época, lugar, costumbres, aspectos sociales, alcance del conocimiento teológico de la época, etc.)

8. Determine lo que el pasaje significó para los primeros destinatarios y lo que significa para nosotros hoy.

9. Aplique el pasaje a su vida: ¿hay verdades que debo creer? ¿Hay desafíos que asumir? ¿Hay promesas de las cuales me puedo apropiar? ¿Hay mandamientos que debo obedecer? ¿Hay pecados que debo confesar?

10. Intente escribir, en sus propias palabras, un resumen del pasaje.

4. Analice la estructura del texto (divisiones naturales, co­ nectores, las palabras y lo que significan, el sentido­de las oraciones y frases, los verbos que se repiten, etc.)­

CONCLUSIÓN Jesucristo nos enseñó: “Vosotros sois mis amigos si hiciereis lo que yo os mando”. Este concepto nos pone a pensar en la necesidad de obedecer las enseñanzas del Maestro de maestros, y nos predispone a procurar entender la voluntad de Dios en nuestras vidas. Si logramos una mediana compresión de las Escrituras, y tenemos la experiencia de la salvación, no será muy difícil obedecer lo que Dios quiere de nosotros. Es más, a medida que vamos creciendo en el conocimiento de Dios, lograremos entender que lo que el Señor nos ordena, aún cuando parece difícil o poco agradable, es para nuestro beneficio. 11

Cumpleaños

“Deseamos que el Señor JESUCRISTO los colme de bendiciones” Cumpleaños octubre Teresa Duque Claudia Bedoya Gillberth Ramírez Jhonson Rojas Ruth Baracaldo Gloria Ricaurte

3 4 4 5 6 7

Armando Calderón Carolina Patillo Carlos Urrego Luz Marina Amaya Olga María Castro Luz Amparo Silva

8 10 12 12 12 14

Libardo Barbosa Yeimi Daniela Súa Nicolás Enríquez Moreno Beatriz Alquerque Angie Gracia Niyireth Ahumada

16 16 17 18 20 20

Mireya de Cipagauta Aidé Páez Juan Carlos Martínez Yair Antonio Sáenz Álvaro René Martínez

23 28 28 30 30

11 11 11 12 13 15 16

Mauricio Cristancho Heriberto Mahecha Edwin Restrepo Óscar Cuéllar Deyanira Ibarra Dayan Grimaldos Adriana Cerero

16 17 19 20 22 22 25

July Milena Suárez José Lizardo Sierra Miguel Enrique Ahumada Sully Gómez Juan Rodas

26 27 28 29 30

Cumpleaños noviembre Paola Gaitán Francy Helena Ardila Graciela de Cipagauta Luz Dary Castro Paulina Torres Ofelia Carmona Mariana Amaya

1 2 3 4 7 8 10

Clementina Hurtado María Martín María Angélica Martínez Adriana Moreno Rodolfo Palacios Wilson Lasso Jhon Jairo Anzola

Muy contento en su cumpleaños el Hno. Carlitos Muchas sonrisas dejó en su cumpleaños el Hno. Carlitos Urrego, como le llaman cari­ ñosamente a este siervo que expresa en todo momento su gentileza a quienes le rodean. Palabras de aprecio, coros apropiados para la ocasión, abrazos y regalos fue lo que recibió­ el pastor de la Iglesia Central el pasado 13 de octubre, cuando un grupo representativo de hermanos lo rodearon en el festejo de un año más de vida. Fue conmovedor escuchar a su esposa,­ la Hna. Cecilia de Urrego, quien le dedicó una porción bíblica a su esposo y le ­expresó hermosas palabras.

El gozo se vio muy reflejado en el rostro de nuestro Hno. Carlitos, quien le agradeció a la iglesia por hacerlo sentir bien y llenarlo de sorpresas lindas. 12

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