Braudel A Debate, Resumen

  • June 2020
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BRAUDEL A DEBATE RESUMEN DEL CAPÍTULO II

FUNDAMENTOS DE LA MODERNIDAD MARIA TERESA PEREZ

ALEJANDRO CASTILLO ROZO ESTUDIANTE III SEMESTRE DE HISTORIA

UNIVERSIDAD DEL CAUCA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES POPAYÁN, 14 DE ABRIL, 2004

FULANITO, en su libro “Braudel a debate” retoma y analiza de manera muy completa y pormenorizada las propuestas de Fernand Braudel, sus implicaciones en el mundo académico y su contexto intelectual. El capítulo II lo divide en cuatro partes, las cuales intentaré sintetizar, exponiendo las ideas básicas. En la primera parte, el autor nos habla de cómo Braudel revoluciona la historiografía de la época con sus aportes a la metodología y a la teoría de la historia, en base a nuevos modelos de explicación histórica. La obra de Braudel se puede entender desde cuatro ejes característicos: 1. Braudel expone la teoría sobre las temporalidades diferenciales y particularmente sobre el papel de la larga duración. Esta teoría propone una nueva concepción de lo social y es un comienzo para el replanteamiento de la historia en su totalidad. La temporalidad de larga duración funde sus bases en las estructuras, en los factores esenciales operantes y presentes en el desenvolvimiento de los procesos históricos, y está en una constante relación de diálogo con abstracciones temporales de menor duración. Esta teoría no pretende la explicación del fenómeno social desde un solo determinante, ya sea este la política, la economía, la cultura. 2. El objetivo de Braudel es alcanzar la historia íntegra de los hombres, la historia global. Esta debe intentar vincular todas las expresiones sociales en la explicación histórica, en su incesante interacción. Así pues, la historia totalizante debe ser el objetivo de estudio de los historiadores. Esta propuesta es a su vez crítica, y superación. Crítica, a la metodología histórica del siglo XX que se caracteriza por la creación de barreras imaginarias entre las ciencias sociales, y en base a esto, el intento de “imperialismo” de la historia sobre las demás disciplinas. Superación, de los modelos propuestos por los primeros Annales (Febvre y Bloch) ya que conjuga esta historia global, con el tiempo estructural. El método propuesto por Braudel y sus antecesores, se basa en la interdisciplinariedad, la superación de las “barreras” existentes entre las ciencias sociales como un punto de partida para el replanteamiento de las problemáticas de tiempo y espacio. 3. Uno de los puntos que más llama nuestra atención en la obra de Braudel, es la coherencia interna, teórica, conceptual y metodológica dentro de ésta. Los tres proyectos se nos muestran como una clara unidad, una absoluta complementación. El primero se llama El Mediterráneo y el mundo Mediterráneo en la época de Felipe II; básicamente, esta obra se dedica a estudiar la historia de lo que Braudel llama el “largo siglo XVI” que se extiende desde 1450, hasta 1650, aproximadamente, y hace particular énfasis en la “geo-historia” como un determinante claro dentro de las relaciones y los procesos sociales históricos. El segundo proyecto, también obra magna, es titulado Civilización material, economía y capitalismo. Siglos XV-XVIII; este trata “a ojo de gran cubero” de cómo la vida estructural material de este periodo articula el desarrollo progresivo y la consolidación de la modernización y la modernidad. Su tercer proyecto, Historia de Francia, queda inconcluso por su muerte.

4. Así las cosas, este personaje y sus novedosas propuestas, revolucionan la historiografía y la mentalidad histórica contemporáneas. La larga duración, la historia global, la vida material, la cotidianeidad, la economía-mundo, la geo-historia, el capitalismo, son ejes fundantes que enriquecen, no solo la historia, también las diversas disciplinas de la academia en general. En la segunda parte, FULANITO nos habla de la necesaria creación de un “nuevo episteme”, un proyecto intelectual crítico, totalizante y unitario, que sea un paso adelante en la comprensión del “hombre”. Un punto de partida esencial para esta nueva cosmovisión, es el aporte Braudeliano de la larga duración y la interdisciplinariedad, ya que este goza de una absoluta aplicabilidad a todos los espacios de estudio. Sin embargo la teoría de las temporalidades diferenciales, no obstante es muy fácilmente esquematizable (tiempos largo, mediano y corto), es bastante complejo comprender su real operatividad y ponerla en práctica. La larga duración se impone como una superación de las formas anteriores de concepción temporal, entre ellas la oriental (que divide el tiempo en profano y sagrado, básicamente jerarquizado; el tiempo “real” se transforma lentamente, al igual que en la teoría de braudel, pero a diferencia de ésta, se desenvuelve en ciclos) la occidental precapitalista (donde el tiempo se presenta como una atributo de la experiencia directa del ser, y que, por la medición temporal aproximativa e inexacta, se entiende como una multitud sucesiva de tiempos individuales, en otras palabras, un marco temporal fragmentado y heterogéneo) y la capitalista (donde el tiempo es entendido como un mecanismo de regulación del ser, que está más allá de él mismo y es a la vez instrumentalizado por su medición matematizada y “universal” conformando así un marco temporal homogéneo. La historia se convierte en una hoja de papel en blanco, donde se inscriben y acumulan las acontecimientos sucesivos de las actividades humanas.). El tiempo nuevo de Braudel, retoma algunos elementos de estas concepciones temporales y las supera dentro de la pluralidad y la dialéctica en la temporalidad, y en el paso de la ruptura, a la continuidad temporal. En la tercera parte, referente al legado intelectual de los Annales, FULANITO define algunas características de la corriente, según el proyecto intelectual específico vigente en cada etapa, y así, definir los momentos propios del ciclo vital de la escuela. Dentro de esta suerte de esquema, se encuentra una diferenciación entre, “los primeros Annales”, “los segundos Annales”, y los “nuevos Annales”. Los primeros, a cargo de Lucien Febvre y Marc Bloch, dan las primeras pautas para una visión integracionista de la historia, más específicamente, entre 1929 y 1939 y se puede decir que para con la muerte de Bloch. Los primeros y los segundos Annales no se suceden de manera inmediata, pues se presenta una etapa de “transición” entre 1939 y 1956, donde principalmente Febvre es el encargado de dirigir el rumbo de la corriente, y Braudel esta preparando los argumentos intelectuales de los segundos Annales, o también llamados Annales braudelianos (1956-1964), que se caracterizan por retomar y superar algunos elementos del viejo proyecto, como ya hemos visto.

En 1958, a partir de la publicación del artículo “la historia y las ciencias sociales. La larga duración”, la revista integrará ciertos matices propios de nuestro autor en cuestión, como las encuestas sobre la vida material, los debates sobre la civilización occidental, sobre el capitalismo, sobre la periodización histórica, etc. La Francia de los años 50-60, se debate entre dos matrices teóricas: la primera, el marxismo, se encuentra en una constante relación de diálogo y polémica con la academia de Annales, le contribuye a Braudel en el replanteamiento de los horizontes problemáticos de la historia económica, quien por su parte, enfatiza al máximo la investigación hacia este campo, llegando a enriquecerlo y a potecializarlo a tal nivel, que el periodo Braudeliano de Annales se conoce comúnmente en la academia como el apogeo de la historia económica. La segunda, el estructuralismo, que recibe principalmente los aportes novedosos de la lingüística, el psicoanálisis, y la antropología estructural, elimina el papel del sujeto en los procesos sociales (ya que sus teorías develan las generalidades, los universales, que no dan lugar al estudio del particular concreto); es rechazada por los Annales de Braudel. De una u otra forma, estas directrices teóricas van a redefinir los parámetros generales de los debates franceses de la época. Para 1963, aproximadamente, Braudel empieza a desplazar sus energías y su atención a sus propios proyectos, quedando la dirección de la revista a cargo de Marc Ferro, comienzo de lo que el mismo Braudel definió como “nuevos Annales” con la ayuda de Emmanuel Le Roy Ladurie y Jacques Le Goff. No obstante los grandes logros de la escuela analista proponen una nueva visión sobre la historia, los planteamientos más elementales permanecen casi sin explorar, como una tarea pendiente de todo el gremio académico, no solo de los historiadores. Actualmente el horizonte temático de los ejes metodológicos braudelianos se presenta como un desafío. En la cuarta parte, el autor del texto se propone la difícil tarea de aplicar la teoría de la pluralidad temporal de Braudel, para la explicación de ella misma, tarea que no obstante las múltiples discusiones y las diversas interpretaciones que se han hecho de la dicha teoría, extrañamente nadie ha querido asumir. La propuesta de las duraciones, se presenta como una actitud reaccionaria por parte de Braudel frente a la forma de asumir el tiempo que se imponía fuertemente en el periodo de post-guerra, momento propicio para la aceptación del tiempo como acontecimental (evenementielle), y simplemente sucesivo y rupturado. La coyuntura cuna de esta teoría, recordemos, es el periodo de entre-guerras, donde Europa asume una postura crítica frente al derrotero develado de la racionalidad moderna, revisando profundamente el concepto del progreso en la historia y reconociendo las otras alternativas de civilización, distintas a la occidental. El tiempo mismo se pone en tela de juicio con el descubrimiento y la difusión de la teoría de la relatividad. Dentro del marco temporal estructural, y como ya lo hemos mencionado, Braudel se inscribe dentro de la tradición de la temporalidad precapitalista y capitalista, y a su vez los supera, (no hay ruptura, hay un replanteamiento) gracias también a la ubicación histórica del mismo Braudel que le permite ver desde una nueva perspectiva el fenómeno temporal, y sobre todo, su particular importancia dentro de la metodología histórica.

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