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Contenido II Encuentro Nacional De La “Mesa De Agrobiodiversidad”
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Feria Agroecológica, Arte y Cultura
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La Derechización del Gobierno y el Peligro de Derechización de la Izquierda Radical Mario Unda Pagina 4 Ecuador: La lógica del Desarrollo Choca con los Movimientos Raúl Zibechi Pagina 7 Las Guerras, Los Derechos Ambientales y Los Derechos Humanos Andrés Barreda Pagina 11
II ENCUENTRO NACIONAL DE LA “MESA DE AGROBIODIVERSIDAD” Entre el 26 y 28 de marzo, en la Hostería Nangulvi - Intag, Provincia de Imbabura, se llevo a efecto el 2º. Encuentro de la mesa con la presencia de 45 personas de 25 organizaciones de varias zonas del país. En el primer encuentro de la Mesa Nacional de Agrobiodiversidad realizado en Diciembre del 2008, se asumieron algunos compromisos: -
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Realizar un segundo encuentro, con la participación de experiencias que desde la práctica hacen aportes a la conservación de la agrobiodiversidad. Ampliar la participación a otras organizaciones. Realizar un seguimiento a las normativas en el país, sobre todo a la ley de Soberanía Alimentaria, desde la perspectiva de defender la propuesta agroecológica y los derechos de los agricultores(as) campesinos e indígenas. Continuar con intercambios de semillas y conocimientos en el marco de revalorización de nuestra agrobiodiversidad. Reconociendo que son las familias campesinas las que conservan la agrobiodiversidad y que ésta es un patrimonio cultural y social que no está sujeto a apropiación, y que debe ser de libre intercambio, se propone impulsar un proceso de registro, inventario y diseminación de las semillas que se conservan en las comunidades. Esta información, servirá para enriquecer el conocimiento local y por tanto debe estar en manos de las comunidades. Sigue….
Para envío de comentarios, sugerencias e información:
[email protected] http://www.ceaecuador.org
Movimiento Agroecológico de América Latina y El Caribe
BOLETÍN ELECTRÓNICO DE LA COORDINADORA ECUATORIANA DE AGROECOLOGÍA Marzo 2009
Asumiendo este reto, los integrantes de la mesa, entre ellos La Asociación Agro artesanal de Campesinos Agroecológicos de Intag - ACAI. Emprendió la tarea de preparar localmente el II encuentro Nacional de la Mesa Nacional Objetivos del II Encuentro Nacional: 1. 2. 3.
Afinar una metodología para elaborar inventarios de la agrobiodiversidad a nivel local en las comunidades. Analizar la Ley de Soberanía Alimentaria, generar propuestas sobre contenidos para el marco legal conexo (ley de agrobiodiversidad, semillas, uso y acceso a la tierra, desarrollo agrario, aguas, etc.). Definir las próximas acciones de la mesa en el periodo inmediato.
Como es costumbre en estos eventos, algunos de los productores y productoras presentaron algunas de las variedades de semillas que se encuentran produciendo y conservando, la presentacion de estos productos se vio enriquecida no solamente con el numero de variedades expuestas (tubérculos, maíz, fréjol, etc.), sino con elementos de su sistema productivo particulares, usos, beneficios, leyendas sobre su aparición, y los aportes sobre cada una de ellas del resto de participantes. La guía para el diagnostico de la Agrobiodivesidad (ABD) a nivel local La propuesta para realizar el diagnóstico a nivel local consta de dos partes: EN LA COMUNIDAD: Se busca recuperar la memoria colectiva relacionada a la diversidad agropecuaria, especificando las características generales de las especies y variedades animales y vegetales existentes en la zona históricamente; identificando el uso específico que se les ha dado en la comunidad, priorizando su importancia en distintos ámbitos (alimentación, medicina, rituales, etc.). Se intenta precisar el riesgo de desaparecer en que se encuentran y las posibles causas. De igual manera se identifica lo que se encuentra haciendo la comunidad para conservar la diversidad existente y la importancia para hacerlo. Se pretende contar a más del listado de la diversidad agrícola existente, conocer las personas que tienen ese conocimiento localmente, las distintas prácticas agrícolas que desarrollan, los conocimientos generados por estas prácticas y que serían un referente social. EN LA FINCA: Se trata de recuperar elementos similares a los señalados en la comunidad, centrados en la realidad cotidiana de cada productor, enfatizando: sus prácticas agrícolas concretas; los conocimientos generados por estas prácticas; sistemas de cosecha, almacenamiento de semillas y productos; las formas de comercialización e intercambio y los referentes existentes de proveedores y conservadores de semillas tradicionales en la zona. A la propuesta presentada y aplicada en 4 fincas de la zona de 2 comunidades, se hicieron varias sugerencias para centrar y facilitar su aplicación, lo que se hará a nivel local en las distintas zonas de procedencia de los participantes Sigue….
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En la segunda parte del taller se realizará una presentación de la Ley Marco de Soberanía Alimentaria y definir estrategias para posicionar nuestros puntos de vista en las nuevas leyes que se van a elaborar, generándose una reflexión colectiva. Entre los principales puntos de reflexión desarrollados durante el evento se destacan: La necesidad de establecer ciertos puntos básicos de carácter innegociables, que deben ser rectores para quienes se encuentran comprometidos en este proceso y donde participan organizaciones de productores que conservan la agrobiodiversidad, los que comprenderían entre otros: - Posicionar el concepto de Soberanía Alimentaria, antes que el concepto de seguridad alimentaria - La reafirmación en contra de la apropiación y el patentamiento de la vida en general y de las semillas en particular, - El posicionamiento de la Agroecología como un sistema de producción y de desarrollo integral alternativo y viable. - Una negativa absoluta al destino que se pretende hacer de tierras productivas destinadas a la producción de agrocombustibles; - La inaceptabilidad de la introducción de semillas de origen transgénico; - La inocuidad y calidad de alimentos que producimos y consumimos - El respeto a los ecosistemas; - La inviabilidad y oposición a un modelo desarrollista basado en prácticas extractivitas (como la expresada en la Ley de minería), que pone en riesgo la salud de las personas y el ambiente; - La vigencia plena del derecho humano del agua y su no privatización; - Participación en forma directa e indirecta en la toma de decisiones políticas en los distintos aspectos del ámbito publico, particularmente en lo referente a la agrobiodiversidad y las semillas La necesidad de generar espacios de intercambios y discusión en torno a la conservación de la agrobiodivercidad, lo que permite recuperar, valorar y difundir el conocimiento que se ha desarrollado y heredado de generación en generación, y que es un elemento básico en la cultura de un pueblo. El funcionamiento de la mesa se debe basar en consensos y coordinación con las organizaciones (productores y productoras) en un relación horizontal, tomando en cuenta la diversidad del país (cultural, geográfica, etc.), que involucra un accionar que va desde lo local a lo nacional, basado en un esfuerzo colectivo desde donde se asumirán todas las responsabilidades y protagonismos y se socialice la información democráticamente. La regularidad en el desarrollo del proceso, lo cual implica una acción permanente y a largo plazo en el tiempo, donde sumemos nuevos actores, reforzando los procesos locales para influir en las leyes y políticas públicas. Este proceso implica un apoyo mutuo y acompañamiento permanente. La necesidad de generación de acciones políticas y de reflexión en torno a la defensa de derechos de los agricultores, acompañada de un proceso de visibilizar públicamente los principios, postulados y acciones de la mesa en la comunidad nacional Es imprescindible comprometernos a asumir acciones tanto local como nacionalmente y actuar simultáneamente en estos espacios, impulsando en ellos la adopción de políticas alternativas coherentes. Otro espacio vital es la actuación dentro de nuestras propias comunidades y organizaciones, para reflexionar sobre esta problemática, generar propuestas alternativas, difundirlas y llevar acciones concretas en forma conjunta y coordinada, tratando de sumar a otros sectores de la sociedad ecuatoriana Buscar un acercamiento con los consumidores para concientizarlos y establecer alianzas con este sector de la población para impulsar nuestras propuestas La necesidad de fortalecer nuestras organizaciones a nivel local, regional y nacional, propiciando procesos de coordinación y acciones conjuntas Reflexionar y cuestionar los cambios culturales en la alimentación y consumo de productos alimentarios, que se han producido en nosotros y nuestras comunidades Importancia de conocer el marco constitucional en el que nos encontramos para reivindicar y generara nuestras propuestas
El próximo Encuentro nacional de la mesa se realizara entre junio – julio del 2009. El lugar se encuentra por definir. Desde ahora los invitamos a acompañarnos en este proceso
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FERIA AGROECOLÓGICA, ARTE Y CULTURA El día domingo 15 de marzo del 2009, en el Jardín Botánico en la ciudad de Quito, se desarrolló la feria “AGROECOLOGICA ARTE Y CULTURA”, con la participación de 35 delegaciones de productores y productoras de la zona de Cotopaxi, Tungurahua y Pichincha. Pretendemos que este sea un espacio permanente, desde el cual se fomente la integración familiar y la revalorización de nuestra identidad cultural. Basados en los principios de producción agroecológica, y el fortalecimiento de las economías campesinas agroecológicas fomentando la relación campo ciudad como una estrategia de fortalecimiento y visibilización para promover la soberanía alimentaria
Características de la Feria: • • •
Establecer la relación directa entre productores y consumidores Espacio donde se puedan adquirir productos sanos y variados, a precios justos y estables. Un ambiente alegre, seguro y ambientalmente limpio.
ESPACIOS EN LA FERIA: ALIMENTOS FRESCOS
Hortalizas Frutas Granos y cereales Tubérculos Huevos Lácteos Carnes Elaborados
ALIMENTOS COCINADOS – FERIA GASTRONÓMICA Bebidas Platos fuertes Dulces
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ARTESANÍAS
Artesanías decorativas Joyería Artículos utilitarios para el hogar Ropa Juguetes Material educativo
ACTIVIDADES EDUCATIVAS Y DE RECREACIÓN
Conferencias Videos Teatro Música Títeres
LA PRÓXIMA FERIA DOMINGO 19 DE ABRIL, A PARTIR DE LAS 9:00 DE LA MAÑANA LOS ESPERAMOS
¿Giro a la derecha? LA DERECHIZACIÓN DEL GOBIERNO Y EL PELIGRO DE DERECHIZACIÓN DE LA IZQUIERDA RADICAL En el éxtasis del triunfo, el presidente Correa hacía su balance de los resultados del referéndum aprobatorio de la nueva constitución. Fue a fines de septiembre del 2008. La derecha, dijo, está derrotada, y de inmediato fijó los nuevos adversarios: la “izquierda infantil”, los “ecologistas infantiles”, “el indigenismo infantil”; es decir, todo aquello que tiene la pretensión de moverse a su izquierda de modo más o menos organizado y más o menos autónomo. Como análisis resulta cuando menos apresurado –como no tardaría en verse–, pero como consigna y palabra de orden tiene la virtud de marcar de modo inequívoco el arranque de un nuevo rumbo político. La derecha-derecha Es cierto que las derechas han sufrido una serie de derrotas electorales. 4 consecutivas a partir de la segunda vuelta electoral del 2006. Las derechas han sido derrotadas, y esto fue así tanto para los dos bloques de sus partidos “tradicionales” (PSC+UDC+ID; PRIAN+PSP+PRE), como para sus nuevas formaciones políticas (Futuro Ya, Uno, POR UN PAÍS SOLIDARIO Y ECOLÓGICO
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Concertación Nacional, etc.). Incluso para aquellos que otrora se presentaban como el “poder moral”: las grandes empresas de comunicación y las jerarquías eclesiásticas. Quizás la derrota más dura fue la del referéndum aprobatorio de la nueva Constitución, porque allí, como nunca antes, se presentó abiertamente como bloque... y fue derrotada en bloque. Sin embargo, vale hacer algunas puntualizaciones, precisamente para esas últimas elecciones. En primer lugar, la derecha mantuvo dos reductos electorales que no dejan de tener significación: Guayaquil, la ciudad más poblada del país; y la provincia del Napo, cuya importancia está ligada a la explotación petrolera (igual que Sucumbíos y Orellana). En segundo lugar, que la votación que la derecha pudo movilizar en contra de la esperanza del cambio prácticamente se duplicó, si la comparamos con la votación obtenida unos pocos meses antes para conformar la Asamblea Constituyente. Si bien no le alcanzó para impedir la aprobación de la nueva Constitución, el significado de un incremento de ese nivel no puede ignorarse a la ligera: pues significa que hay una reserva de conciencia conservadora en la ciudadanía, aunque por ahora sea menor que la voluntad de cambiar. Finalmente, hay un hecho que no puede olvidarse. La derrota de la derecha fue una derrota política. Quizás, con más precisión, una derrota a sus formas políticas visibles. Pero su poder no reside fundamentalmente allí, sino en control de la economía, que no ha sido tocado en lo sustancial. Y eso se vio de modo claro en la ofensiva de diciembre. La Asociación de Bancos Privados, el Comité Empresarial y la Federación de Cámaras enfilaron sus disparos contra el gobierno acusándole de ser el causante de la crisis y de la inflación, sobre todo del incremento de los precios de los alimentos, que han sido los más significativos, una campaña a la que se unió –cómo no– la prensa. La crisis fue el pretexto; hacer retroceder al régimen fue el objetivo: volver a plantear como única salida posible el recetario neoliberal y, en lo inmediato, modificar la ley de seguridad financiera. Tuvieron éxito porque Correa decidió recular en cuanto a la ley. En fin: la derecha, como se preveía, prefiere ahora enfrentar las elecciones generales de abril bajo un ropaje “ciudadano”, de siglas y nombres nuevos, poniendo en segundo plano las formas políticas que se ganaron con justicia el desprecio de la gente. El gobierno y sus desplazamientos a la derecha La crisis es un punto de quiebre; pero los primeros pasos vienen de atrás. El desplazamiento tiene varios componentes, más antiguos, unos; recientes, otros. Entre los primeros, se encuentra el ataque y la deslegitimación de la protesta social y de los propios movimientos, el empeño en aprobar una ley minera que pone énfasis en la presencia de compañías transnacionales, o el marcado personalismo caudillista del régimen. Entre los segundos, la moderación de las reformas y de los intentos de redistribución social, o la utilización de la crisis para rearmar el mapa de relaciones y alianzas, especialmente con los grandes grupos económicos. En efecto, el gobierno había iniciado relativamente temprano su distanciamiento y, en seguida, su enfrentamiento con los movimientos sociales. La elaboración de las listas para elegir asambleístas fue la ocasión de hacer patente el distanciamiento: el gobierno desechó las alianzas con los movimientos sociales más organizados y con mayor capacidad de convocatoria y de propuestas autónomas. Optó, en cambio, por atraer a organizaciones menores. Se decía que era una secuela de la falta de apoyo de los movimientos a la candidatura inicial de Correa. Pudo haber sido. Pero todo eso no fue más que el inicio de desencuentros más profundos. Detrás de las apariencias y por debajo de la superficie, no todo era cuestión del sectarismo y los malos cálculos de unos, o de las prevenciones y la personalidad de los otros. Las discusiones (o falta de discusiones, según el caso) durante Asamblea Constituyente, tanto para la aprobación de los mandatos como para la redacción de la nueva Constitución mostraron ciertos puntos (importantes) de coincidencia: en lo tocante a la eliminación de las aristas más brutales del neoliberalismo; en torno a la soberanía y la prohibición de bases extranjeras; en cuanto a la recuperación de las capacidades del Estado, sobre todo en lo atinente a planificación y políticas sociales. Pero, al mismo tiempo, la Asamblea mostró que las distancias ya no eran sólo electorales: se trataba de distanciamientos programáticos: las limitaciones al derecho de sindicalización y de huelga, el tratamiento del agua y la minería, en fin: la democracia. Convergencias y divergencias de dos proyectos cercanos, pero distintos. Entre ellos, la brecha ha ido creciendo. De este modo, las posibilidades iniciales de confluencia fueron dando paso a los desencuentros y a los enfrentamientos. Muy pronto Correa pasó a la ofensiva y comenzó a atacar a los movimientos y organizaciones: los indígenas, los ecologistas, los sindicatos. En todos los casos, su discurso se dirigió a deslegitimar a los movimientos frente al resto de la sociedad. Los sindicalistas defienden prebendas, los ecologistas son infantiles, al igual que los indígenas. Por último, las comunidades que salen a protestar contra la aprobación de la ley de minería son “canallas y criminales”, como habían sido “terroristas” los pobladores de Dayuma, en la Amazonía.
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Unos y otros son presentados como objeto de manipulación política y como enemigos de la “revolución ciudadana”. A unos y a otros se los reprime violentamente, se los somete al escarnio público en cadenas de radio y televisión, se les inicia juicios por intento de asesinato. Deslegitimación, criminalización y judicialización de la protesta social. La conclusión es que el gobierno pretende aislar a los movimientos más radicalizados; y no sólo eso: enfrentarlos a la gran masa desorganizada, que todavía se encuentra bajo el influjo de su discurso caudillista. Desde esta perspectiva hay que analizar el autoritarismo de Correa y su limitada comprensión de la democracia, reducida al padre severo que imparte justicia tras haber recibido de su pueblo el mandato de hacerlo. Con su enfrentamiento a los movimientos sociales, con el modo de hacerlo, y con los contenidos que conlleva, el presidente se basa y refuerza las tendencias antidemocráticas que existen en la conciencia social (aquellas que añoran mano fuerte, indistintamente de si es de derecha o de izquierda). Pero, ¿hay una vuelta al pasado neoliberal? O, peor aún, ¿es que nunca salimos de él y fue todo un espejismo? Como poco, hay que decir que es demasiado pronto para extraer una conclusión así. El proyecto del gobierno fue siempre una reforma capitalista. No hay por lo tanto un abandono del proyecto inicial, sino simplemente un desplazamiento hacia la derecha dentro del mismo marco que se estableció desde enero del 2007. El gobierno continúa en un rumbo desarrollista, neokeynesiano. Continúa reforzando al Estado y sus funciones. Sigue utilizando la inversión pública como motor de la marcha económica. No avanza en la redistribución social, pero tampoco retrocede (y la utiliza como mecanismo de legitimación política), e incluso anuncia una nueva reforma agraria. No se han abandonado los programas sociales, aunque tampoco se los transforma radicalmente. Y se mantiene una política internacional que privilegia los bloques regionales y continúa alejada de los intereses de las grandes potencias, especialmente de Estados Unidos (incluyendo la tardía reacción frente a la criminal invasión israelita a la franja de Gaza). Todo esto, por cierto, dentro de determinados límites. Ahora bien: se trata de un rumbo que se ha profundizado a partir de noviembre de 2008, a medida que el gobierno fue poniendo en marcha discursos y propuestas políticas para enfrentar la crisis mundial. Este nuevo desplazamiento aparece claro en su relación con la burguesía. De partida: tratándose de un gobierno que impulsa un proyecto de reforma burguesa, requiere armar un marco de alianzas relativamente significativo con grandes grupos empresariales. Desde el inicio de su gestión, había enfrentado esta tarea suya construyendo cercanías por fuera del ámbito de aquellos sectores que, representados en las cámaras empresariales y en los partidos del establishment, habían privatizado en su beneficio la política y el Estado en estos últimos 30 años. Sin embargo, la crisis ha mostrado una modificación en la política del gobierno hacia los grupos empresariales. Primero fue la reunión en Guayaquil, intermediada por los buenos oficios del Banco de Guayaquil. Allí mismo y después, las medidas que protegen al capital frente a la crisis (insistiendo, hay que reconocerlo, en fortalecer al capital productivo y en controlar el movimiento de capitales por parte de la banca, sobre todo los envíos al exterior). Luego vinieron aquellas otras medidas que ponen un freno a las tendencias redistributivas del gobierno: están simbolizadas en un incremento salarial que cubre apenas los efectos de la inflación. Después fue “recular” ante la presión de los gremios de los grandes bancos (apenas unos días después de haberlos amenazado… con la cárcel), dejando de lado su propuesta de poder invertir los fondos de seguridad financiera en la región. Salarios y banca: en ambos casos hablando de “tranquilizar” los mercados y de “no perjudicar” a los empresarios. ¿La crisis sirve para lanzar guiños a los empresarios e intentar ampliar la base de sus alianzas con los grandes grupos empresariales, incluídos aquellos que se sitúan en la oposición radical? En estas circunstancias, tiene mucho más sentido el esfuerzo de Correa por desembarazarse de sus aliados de la izquierda. La primera escaramuza fue dentro de Alianza País. El ataque a los “infiltrados” que tenían “agenda propia” fue poner en cuarentena a las izquierdas internas que no habían perdido la perspectiva de algún cambio más profundo. Al mismo tiempo, todo ello le permite aumentar su poder personal dentro del heterogéneo movimiento oficialista. Sus integrantes saben su propia debilidad y entienden que sus posibilidades políticas están en mantenerse dentro de la sombra de Correa. No lo estorbarán con inútiles opiniones en contra. Si todo esto sigue así, pronto no quedará más izquierda en el oficialismo que la izquierda sumisa. Una sumisión que no proviene de características psicológicas, sino del cálculo político oportunista, habilidad de la que ya dieron muestra durante el gobierno de Gutiérrez. Lo propio puede decirse de sus empeños por desembarcar al MPD. Aunque el MPD no participa directamente en el gobierno, ha permanecido a sus costados a partir de la segunda vuelta electoral. Correa realiza sus mejores empeños: lanza dardos contra la UNE, amenaza con despedir a los maestros y a todo empleado público que proteste, advierte que creará una UNE gobiernista para “despolitizar la educación”, pone en marcha provocaciones simbólicas (por ejemplo, la más reciente: lanzándose duramente contra la izquierda y contra los movimientos sociales en su acostumbrado programa radial sabatino, emitido en esa ocasión desde La Habana). Pero no ha logrado coronar aún sus empeños con el éxito, pues el MPD persiste en brindarle su apoyo (“apoyo crítico”, según su más reciente resolución). Pero todo será cuestión de tiempo. El peligro de derechización de la izquierda radical
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¿Y las izquierdas radicales? (o, por lo menos, que pretenden serlo). Los riesgos de derechización no son nuevos en este campo, sobre todo en aquellos que van al ritmo de sus propias ilusiones. Un discurso radical sustentado en análisis simplificadores, en el desconocimiento de los avances producidos, en la identificación fácil de la política gubernamental con el neoliberalismo. El ultracriticismo frente a Correa desde el inicio del gobierno las ha alejado sensiblemente de la conciencia de las mayorías que todavía identifican el cambio (y su propio despertar político) con el gobierno, con el presidente en persona, quizás con la “revolución ciudadana”, acaso con el “socialismo del siglo 21”. Sus errores de apreciación política y las ambiciones personales y de grupo los pagó con la bochornosa participación en las elecciones para asambleístas. Y por la misma vía transitaron varios grupos de esta corriente en el referéndum aprobatorio. Ese riesgo no era más que impedirse a sí misma contribuir en la construcción de un campo político de izquierda radical fuera de los marcos de la cooptación gubernamental. Pero ahora los riesgos de derechización efectiva pueden ser reales y concretos: están en el escenario electoral. La candidatura de Martha Roldós puede ser un elemento de reagrupación de la izquierda y de recuperación de espacios políticos. Pero para eso tiene que desmarcarse claramente de la derecha; que es más fácil decirlo que hacerlo. Si esa candidatura aparece como una “iniciativa de la RED y de Polo Democrático”, a la que se suman organizaciones sociales y otros grupos menores, es evidente que el riesgo está en el propio origen. Aunque Martha Roldós sea una persona de izquierda, el partido en el que está no lo es, y en estos últimos dos años ha derivado francamente hacia la derecha. Y su jefe reconocido, León Roldós, es el nexo con grandes grupos empresariales, sobre todo de la costa. Martha Roldós comenzó su anuncio presentándose como parte de las luchas sociales contra el gobierno: Dayuma, las luchas contra la minería... y los estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil, avanzada de la renovación de las élites políticas oligárquicas en esa ciudad. ¿Es esa la alianza que va a asegurar mejores días para la izquierda? Más aún: si la derecha no logra cuajar una candidatura presidencial con ciertas opciones, ¿sería descabellado pensar que apoye, así sea de modo silencioso y encubierto, una candidatura que se presenta como una opción izquierdista a un gobierno que presume de izquierdas? Las posibles ganancias electorales resultan tentadoras. Y son buenas. Siempre y cuando no se hipoteque en el camino la posibilidad de construir una clara política de independencia política y programática de clase.
Mario Unda Viernes 16 de enero de 2009
ECUADOR: LA LÓGICA DEL DESARROLLO CHOCA CON LOS MOVIMIENTOS Pese a proclamarse socialista y defender el "buen vivir", el presidente Rafael Correa impulsa la gran minería a cielo abierto, que en toda la región viene provocando graves daños ambientales y sociales. "Esa izquierda infantil, ese indigenismo infantil, ese ecologismo infantil, ya están volviendo a activarse, haciendo reuniones para promover un levantamiento contra la minería". "Con la ley en la mano no vamos a permitir esos abusos, no vamos a permitir levantamientos, que bloqueen caminos, que atenten contra la propiedad privada, que impidan el desarrollo de una actividad que es legal: la minería". No fue un político conservador quien pronunció esas frases, sino Rafael Correa, presidente de Ecuador, quien se proclama partidario del "socialismo del siglo XXI" y enemigo del neoliberalismo. La primera la dijo en su informe ante el Congreso Provisorio a comienzos de enero y la segunda el 12 del mismo mes, en el balcón de la casa de gobierno, en Quito (1). Además acusó a los movimientos sociales que rechazan la Ley de Minería de ser "aliados de la derecha" en tanto el ministro de Gobierno, Fernando Bustamante, habló sobre una posible vinculación golpista entre las organizaciones indígenas y los militares (2). Ya a comienzos de enero el clima se había caldeado cuando la policía reprimió con saña a los comuneros que protestaban en el sur del país contra la ley. "No vamos a negociar con criminales y canallas", fue la respuesta del ministro Bustamante a los dirigentes indígenas que se defendieron de la represión reteniendo a un capitán de la policía (3). Movilización, represión y después
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El 20 de enero se enfrentaron en Ecuador dos modos de estar en el mundo. El gobierno de Correa, que poco antes impulsó y consiguió ganar un referendo por la reforma constitucional inspirada en la lógica del "buen vivir" ("Sumak Kausay" en quichua) y del abandono del modelo neoliberal, presionó al Congreso para que aprobara la Ley de Minería que fue aprobada por la Comisión Legislativa el 12 de enero. Los movimientos sociales convocaron una movilización nacional para oponerse a la explotación minera transnacional. Las fuerzas que se enfrentaron en las calles fueron muy desiguales: hubo heridos y detenidos, gases lacrimógenos y golpes. Desde los primeros días de enero se producían manifestaciones en muchos puntos del país, por parte de indígenas y asociaciones urbanas, ambientalistas y humanitarias así como la federación de indígenas evangélicos, que cuestionaron la Ley de Minería por considerarla inconstitucional y por no haber mediado un amplio debate nacional en un tema tan importante. Las protestas fueron especialmente masivas en el sur, en la sierra andina y en la Amazonia, a través de cortes de carreteras, marchas, actos y huelgas de hambre. Ese 20 de enero, día de la Movilización por la Vida, miles de indígenas salieron a las carreteras como acostumbran hacerlo en cada protesta. Unos 4.000 indígenas cortaron la carretera Latacunga-Ambato en la sierra sur, y otras decenas de miles en múltiples lugares del país, incluyendo protestas en Quito y Cuenca, las dos principales ciudades andinas, pero también en la Amazonia y en la Costa. Fueron marchas multicolores animadas con tambores, flautas, bombos y bocinas en las que participaron comunidades y familias enteras. Aunque la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) (4) siempre dijo que la movilización sería pacífica, la represión fue importante, con gases lacrimógenos y hasta disparos de bala que provocaron decenas de heridos, algunos de ellos hospitalizados. Puede decirse que la represión no fue muy diferente a la que se registró en otras ocasiones cuando en Ecuador gobernaba la derecha. A la hora de explicar esta actitud gubernamental, Humberto Cholango presidente de Ecuarunari, la organización indígena de los quichuas de la sierra, dijo que el problema es que la derecha rodea a Correa. "El presidente debe sólo mirar a su alrededor si quiere ver a la derecha", dijo en relación a las acusaciones vertidas por el presidente a los movimientos indios (5). No obstante, la CONAIE debió reconocer que de las manifestaciones partieron actos de violencia contra diversas personas y policías, que justificó por la presencia de "infiltrados en una movilización legal y legítima" (6). Lo cierto es que no hubo debate nacional sobre la Ley, pero hubo violencia en las calles, y una crisis de relaciones entre el gobierno y los movimientos sociales que deberían ser la base social de un gobierno que propone una "revolución ciudadana". En ese distanciamiento jugaron un papel relevante los medios de comunicación que, en todo momento, buscaron crear un clima de enfrentamiento, pero también las duras actitudes de Correa y de una parte de la dirigencia social. A la hora de hacer balance de las movilizaciones contra la minería, Acción Ecológica mostró su alegría porque "está naciendo una nueva alianza campo ciudad que recoge los principios del ecologismo". Destacó que "los argumentos de proteger el agua, fortalecer la soberanía alimentaria, reivindicar el derecho a la consulta, desconfiar de las transnacionales, son ya comprendidos y asumidos por muchos ecuatorianos y ecuatorianas". Se lamentó del rumbo derechista del gobierno de Correa pese a sus posiciones soberanas como la nueva Constitución y la declaración de ilegitimidad de la deuda externa. "La historia demuestra que cuando un gobierno se derechiza es muy difícil que vuelva a ser de izquierda", concluye el balance (7). Días después, la CONAIE envió una "Carta Abierta al Foro Social Mundial" en la que explicaba su "oposición y rechazo" a la presencia de Correa en "un espacio donde históricamente se construyen alternativas y garantías a los derechos de los pueblos y por la vida y no puede ser tribuna para un presidente con posiciones impregnadas de racismo, machismo, paternalismo, discriminatorias, sexistas y violentas". Alerta al Foro que detrás del lenguaje de la "revolución ciudadana" se reprime y atenta contra la dignidad y los derechos y asegura que "la larga noche neoliberal está presente en Ecuador" (8). Argumentos en disputa El sociólogo Alejandro Moreano intenta analizar la Ley de Minería en el marco de las agudas contradicciones del gobierno de Correa. Al principio de su mandato aseguró que cuando se vencieran los contratos de las concesiones de telefonía celular a empresas privadas (Telefónica de España y América Móvil del mexicano Carlos Slim) esos servicios volverían a manos del Estado. Pero luego les renovó las concesiones por 15 años más. Algo similar sucedió con la auditoría de la deuda externa pública: después de quedar demostrado que hubo procedimientos ilícitos para contraerla, en noviembre pasado, Correa se desdijo de su idea inicial de no pagarla.
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"Desde el principio, el gobierno nos ha acostumbrado a una política en que las reformas vienen acompañadas de una medida neoliberal, o a la inversa. Una de cal y otra de arena, una de izquierda y otra de derecha. ¿Cómo entender tales contradicciones? ¿Las medidas de izquierda son sólo coartadas y cortinas de humo para las de derecha?", reflexiona el catedrático Moreano (9). Al parecer, sólo el tiempo podrá responder estas preguntas. En todo caso, varios analistas sostienen que uno de los problemas centrales es que el partido de gobierno, Acuerdo País, tiene en su seno importantes divergencias y un amplio sector de derecha. La Ley de Minería fue analizada con rigor por los movimientos. En los "Antecedentes" de uno de los trabajos, se recuerda que la inversión extranjera en Ecuador se ha focalizado siempre en la actividad extractiva y la agroexportación y que la división internacional del trabajo condenó al país a ser exportador de materias primas y productos primarios sin industrializar como cacao, café, banano y otros. "Por cada dólar situado en el país, le ha rendido cuatro a la inversión foránea" (10). Luego de la segunda guerra mundial se inicio un proceso de sustitución de importaciones y de industrialización, se realizaron nacionalizaciones y se estableció un Estado del Bienestar. Pero el país se siguió sosteniendo en base a la exportación de uno o dos productos primarios, lo que lo hizo muy vulnerable. En las últimas décadas su principal exportación es el petróleo, que sin embargo no ha sido capaz de alentar la producción nacional de bienes de capital ni impulsar la exportación de derivados del crudo por lo que "la explotación de petróleo ha devenido en fuente inagotable de pasivos sociales y ambientales" (11). Se cuestiona también que la ley haya sido aprobada por la Comisión Legislativa o "Congresillo", un organismo transitorio ya que en abril se realizan elecciones generales en el marco de la nueva Constitución. En el mismo sentido, los críticos sostienen que la Ley de Minería "no se corresponde con la visión de país que incorpora la Constitución vigente desde octubre de 2008", en gran medida porque "rompe el equilibrio entre comunidades y entorno natural impidiendo el libre ejercicio de los derechos", y, en lugar destacado, "desvirtúa el carácter plurinacional del Estado ecuatoriano" (12). En cuanto al articulado, se considera que el artículo 2 (Ámbito de aplicación), no incluye a las personas comunitarias como sí lo hace con las personas públicas, mixtas o privadas y que el artículo 3 (Normas supletorias) incurre en la omisión de no destacar "la supremacía de la Constitución política y de los instrumentos internacionales sobre los derechos humanos y ambientales" (13). El artículo 15 (Utilidad pública) es uno de los más cuestionados. El informe de Acción Ecológica destaca que no se establece de modo explícito que las concesiones "no deben jamás comprometer el derecho al agua, la soberanía alimentaria, las áreas naturales protegidas, los territorios indígenas y las tierras dedicadas a la producción de alimentos". El abogado de la Fundación Pachamama, Mario Melo, enfatiza por su parte en que al declarar la actividad minera de "utilidad pública", la Constitución autoriza a expropiar tierras en los territorios indígenas "con solo alegar un supuesto bienestar colectivo". A su vez el artículo 16 (Dominio del Estado sobre minas y yacimientos) coloca en lugar destacado "los intereses nacionales" que naturalmente son definidos por el gobierno de turno, y según la crítica van a responder "a los requerimientos coyunturales de ingresos fiscales, los cuales terminarán imponiéndose al objetivo permanente del buen vivir de las personas que habitan el país" (14). El artículo 28 (Libertad de Prospección) dice que cualquier empresa "tiene la facultad de prospectar libremente para buscar sustancias minerales", lo que les permitirá realizar estudios mineros en tierras de comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas (en Ecuador hay 14 nacionalidades y 18 pueblos indígenas). En paralelo, el artículo 90 (Procedimiento Especial de Consulta a los Pueblos) hace referencia a que dichas consultas se harán conforme al artículo 398 de la Constitución y no del 57. La diferencia es mayor: por el primero se dictamina que si una comunidad o pueblo se opone a la prospección, el diferendo "se resuelve con la decisión de la autoridad administrativa superior". Por el segundo, la misma oposición se resuelve "conforme a los instrumentos internacionales aplicables, entre los que está la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho de los Pueblos Indígenas, aprobada por el Ecuador, que hace necesario que el resultado de la consulta sea el consentimiento de los consultados para que se realice la actividad prevista" (15) Como puede constatarse, uno de los aspectos más controvertidos se relacionan tanto con lo ambiental como con el respeto a los territorios indígenas que consagra la nueva Constitución, pero que la Ley de Minería no respeta integralmente. Acción Ecologista concluye que la Ley "se inscribe en el modelo neoliberal", ya que privilegia la inversión extranjera, otorga prioridad a los ingresos por sobre los pasivos sociales y ambientales, a la extracción de minerales sobre los derechos humanos, de las comunidades afectadas, la conservación de la biodiversidad y las fuentes hídricas. Incluso prevé abrir a la extracción de zonas naturales que están protegidas, a la vez que incluye "disposiciones tendientes a criminalizar la protesta y el ejercicio del derecho a la resistencia". Según el informe de Acción Ecológica, el objetivo para el Estado es que la actividad minera sea "una fuente importante de ingresos fiscales, complementaria y ulteriormente sustitutiva del petróleo". Aunque se defiende la política de aumentar los ingresos del Estado, se considera que los aspectos regresivos refuerzan la dependencia neocolonial del Ecuador. Por POR UN PAÍS SOLIDARIO Y ECOLÓGICO
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último, y esto es muy grave, este modelo extractivista se aleja de la nueva Constitución que dice defender "el modelo de desarrollo humano, integral, holístico, para obtener el objetivo del buen vivir, con el ingrediente esencial de no ejercer violencia sobre las personas ni sobre la naturaleza, con la cual se debe mantener una relación de plena armonía" (16). Los defensores de la ley aseguran que creará 300 mil puestos de trabajo, que es vital para el desarrollo del país y que no habrá contaminación. Algo que no puede corroborarse y que desmiente el pasado petrolero reciente del Ecuador. En todo caso, fortalecer el papel del Estado parece una de las prioridades del gobierno actual. El área destinada para la explotación minera son 5,6 millones de hectáreas que equivale al 20% de la superficie del país, que incluye parques nacionales y reservas naturales concesionados desde los años 80. Ecuador nunca había sido un país minero, pero la irrupción de esta actividad puede colocarlo en la misma senda de sus vecinos, y muy en particular del Perú. En toda la región andina la minería ha provocado la contaminación de las fuentes de agua que amenaza la sobrevivencia de miles de comunidades, hecho que está en la base del nacimiento de una nueva generación de movimientos sociales. Clamor continental contra la minería La actividad minera es la principal causa de conflicto ambiental en América Latina. A lo largo de la cordillera andina se registran acciones permanentes de los movimientos sociales contra la salvaje explotación de la minería a cielo abierto. Si se observa en perspectiva, el movimiento contra la minería a cielo abierto, pese a su corta vida, está creciendo de forma exponencial. En Argentina funcionan nueve yacimientos de oro, plata y cobre, hay cinco en construcción y se exploran otros 140. Hay 70 pueblos de trece provincias afectados por la explotación minera a gran escala. Son cinco mil kilómetros de la cordillera andina donde se instalan empresas de Estados Unidos, Sudáfrica, Gran Bretaña, Suiza, Japón y, sobre todo Canadá, sede de las principales multinacionales del sector. La mina Bajo la Alumbrera, en la provincia de Catamarca, se encuentra entre las diez mayores explotaciones de cobre y las quince de oro del mundo. En 2002, cuando comenzaron a reunirse los Vecinos Autoconvocados de Esquel, eran la única organización que luchaba contra la minería en Argentina. Hoy son más de cien las asambleas de vecinos autoconvocados que se movilizan para denunciar los grandes emprendimientos multinacionales de la minería, pero también de la celulosa y la agricultura de monocultivos, agrupados en la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). En Chile existe una prolongada movilización contra la mina Pascua Lama. Es un proyecto binacional (Argentina y Chile) de la canadiense Barrick Gold que extraerá oro y plata, usará 370 litros de agua por segundo, dinamitará 45 mil toneladas de montaña por día y cuenta con reservas por 20 mil millones de dólares. Hasta ahora el proyecto está trabado por cuestiones legales y por la oposición de los movimientos sociales. El movimiento de resistencia, integrado por agricultores, indígenas e iglesias denunció que Barrick Gold ocultó que los yacimientos están debajo de tres glaciares. Pero es en Perú donde se está librando una de las más fuertes batallas por la mayor organización social contra la minería en América Latina, la CONACAMI (Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería). Se trata de una joven organización nacida en 1999, en respuesta al "boom minero" que se produjo en Perú a partir de 1993 de la mano del régimen autoritario de Alberto Fujimori. Son 1.650 comunidades de la costa, la sierra y la selva, que tienen más de mil dirigentes perseguidos por la justicia. Perú se convirtió en el primer productor de plata del mundo, tercero de estaño y zinc, cuarto de plomo y cobre, y quinto de molibdeno y oro. Los minerales suponen 45 por ciento de las exportaciones peruanas, pero la actividad minera sólo aporta 4 por ciento de los ingresos del Estado y ocupa al uno por ciento de la población activa. La contaminación le cuesta al país 4 por ciento del producto interno bruto. Se calcula que casi una cuarta parte de la superficie del país, unos 25 millones de hectáreas, está concesionado a empresas mineras. Ecuador puede mirarse en ese espejo. Por un lado, los conflictos sociales y ambientales de los 90 pueden multiplicarse, como ya lo anunció la CONAIE. La violación de los derechos indígenas y de sus territorios "volverá inviable los proyectos", advirtió la organización a las empresas mineras, ya que la Ley de Minería viola el artículo 169 de la OIT que reconoce los derechos colectivos (17). Pero Correa cuenta con el 70 por ciento de apoyo y saldrá victorioso de las elecciones generales a realizarse a fines de abril en el marco de la nueva Constitución. Notas (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9)
Kintto Lucas, ob. cit. Comunicado 3 de la CONAIE, 20 de enero de 2009, en www.conaie.org Diario Hoy, 7 de enero de 2009, en www.hoy.com.ec Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, principal organización social del país. Kintto Lucas, ob cit. "La CONAIE a la opinión pública nacional e internacional", 12 de enero de 2009 en www.conaie.org "Balance de las jornadas de protesta contra la minería", Acción Ecológica, Quito, 24 de enero de 2009 "Carta Abierta al Foro Social Mundial", en www.conaie.org Kintto Lucas, ob. cit.
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(10) (11) (12) (13) (14) (15) (16) (17)
"Informe sobre el proyecto de Ley de Minería", ob. cit. Idem. Mario Melo ob cit. "Informe sobre el proyecto de Ley de Minería", ob cit. Idem. Mario Melo, ob cit. "Informe sobre el proyecto de Ley de Minería", ob cit. "Minería y atentados contra el derecho a la educación", CONAIE, 6 de marzo de 2009.
Referencias CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador): www.conaie.org "Conflictos y resistencia frente a la actividad minera", en Acción Ecológica, www.accionecologica.org CONACAMI: www.conacami.org "Informe sobre el proyecto de Ley de Minería", en Acción Ecológica, www.accionecologica.org Kintto Lucas, "El indigenismo en pie de lucha", semanario Brecha, 30 de enero de 2009 Mario Melo, "Cinco razones jurídicas para oponerse a la nueva Ley Minera", en revista Petropress No. 13, enero 2009, www.cedib.org Movimientos sociales de Ecuador: www.llacta.org
Raúl Zibechi
Analista internacional del semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor a varios grupos sociales. Escribe el "Informe Mensual de Zibechi" para el Programa de las Américas (www.ircamericas.org). Reporte publicado en Programa de las Américas, en marzo de 2009.-
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LAS GUERRAS, LOS DERECHOS AMBIENTALES Y LOS DERECHOS HUMANOS Entrego mis felicitaciones a los amigos de Censat Agua Viva y a todos los organizadores de este importante evento. Mi profesión, nada más aclaro, no es filósofo, soy economista. Tampoco me dedico a la cuestión agraria, me dedico sobre todo a cuestiones geopolíticas y al análisis de cómo el desarrollo general del capitalismo está reorganizando los espacios globales. En particular, en mi país me he dedicado a estudiar con mucho detenimiento la lógica geopolítica y geoeconómica de la guerra en el estado de Chiapas, también los planes de desarrollo de la integración de México en el contexto de Libre Comercio, en particular el Plan Puebla Panamá. La guerra no me es un tema ajeno, es un tema que hemos estado trabajando en México, no de la misma manera que en Colombia pero con una intensidad similar. Nuestro país se encuentra en guerra. En México además del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que es un grupo muy conocido, existen dieciséis grupos armados. Vamos a hablar un poco del tema de la guerra y el medio ambiente. Creo que hablar de este tema hoy es sumamente pertinente. En el mes de febrero de este año la humanidad por primera vez en toda su historia logró una movilización simultánea de millones de personas con un objetivo preciso. Esto que ocurrió en el mes de febrero no tiene precedentes en la historia de la humanidad, es una demostración a nosotros mismos no sólo de lo que podremos sino de lo que tendremos que estar haciendo en los próximos años cada vez de manera más articulada, de manera más organizada, no sólo para llevar adelante nuestros sueños sino simple y llanamente para sobrevivir. Además de esto, el tema de la guerra ligado al tema de los Derechos Humanos y de los Derechos Ambientales es pertinente porque normalmente quienes nos ocupamos de estos derechos lo hacemos sin evaluar muy cuidadosamente cuáles son las tendencias generales que parecen gobernar en lo económico, lo político y lo militar al mundo. Estas reflexiones son muy urgentes y necesarias. Estoy felicitando a los organizadores de este evento por haber decidido comenzar y mantener a lo largo del ciclo la reflexión teórica sobre este problema. En efecto, parece existir una lógica espacial muy irracional, pero comprensible a nuestras cabezas, en todas las guerras que hoy en día están proliferando por el mundo. En primer lugar, es evidente que dentro del actual proceso de globalización en el cual se han estado tejiendo redes no sólo de internet sino también de servicios multimodales (o sea redes de articulación de todas las formas de transporte físico) los corredores que aparecen en el caso de los Estados Unidos como Land Bridges, en el caso del istmo México Centro Americano como el Plan Puebla Panamá, los corredores de Integración urbano - regional en América del sur como el IRSA o en el corazón del continente euroasiático como el proyecto TRASECA son lugares estratégicos sobre los cuales se están desarrollando áreas claves de integración de los principales centros económicos del planeta con los nuevos grandes centros de acumulación mundial. En particular, la atracción magnética que ejerce sobre la totalidad de la economía mundial la economía asiática con sus tres mil doscientos millones de habitantes y con sus salarios extraordinariamente baratos. En China existen ochocientos millones de población activa siendo el salario promedio 25 centavos de dólar, pero en el caso de Bangladesh, que tiene nada más cien millones de habitantes, el salario promedio es de 10 centavos de dólar la hora. Esta región, a la que arriban barcos cargados de población esclava para que cobre un centavo de dólar o simplemente no cobre absolutamente nada, evidentemente es la región de generación de acumulación de capital más importante del planeta que tiene una enorme pujanza y obliga a que los norteamericanos construyan sus Land Bridges desde el este de los Estados Unidos en dirección al pacifico. También obliga a que se busque abrir toda la región mesoamericana como un área de fácil tránsito pero también de captura de mano de obra barata competitiva contra la China, obliga igualmente a la industria poderosa del Merco Sur a buscar sus salidas de conexión al pacifico con el proyecto del IRSA, obliga también a los capitales europeos a buscar sus rutas de conexión igual con China, con India y con el sudeste asiático, sea por medio de la ruta de Siberia que queda en manos de Rusia, sea por la ruta de la seda, la vieja, la de Marco Polo. Fíjense ustedes en esa ruta. Pasa por Yugoslavia, a ver si les suenan los lugares, por Turquía, por la región Kurda, por el norte de Irak, rosa Chechenia, pasa por Afganistán , también toca las regiones de Cachemira (todas esas regiones muy “tranquilas y pacíficas”) para arribar a las regiones más densamente POR UN PAÍS SOLIDARIO Y ECOLÓGICO
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pobladas del planeta. A los europeos les ha quedado solamente una especie de línea zigzagueante que entra y sale por el centro de Europa y entra por el Asia central hasta el norte de China, eso es a lo que ellos llaman el proyecto TRASECA. Las redes que se tejen, que son múltiples, que son como un sistema nervioso muy abierto, tienden entonces hoy, en el proceso de estructuración de la globalidad, a crear grandes corredores en los cuales fluya el capital y por supuesto los millones de trabajadores inmigrantes. Estas son áreas muy tensas. En particular, la ruta de la seda concentra el mayor número de todas las guerras hoy existentes en el planeta. En segundo lugar, también tenemos que las guerras ocurren en los espacios donde existen recursos estratégicos, no solo petróleo, también minerales, agua y biodiversidad. Todos lo sabemos bien y lo entendemos cada vez más claramente. En todo caso, lo que hay que notar en este asunto de los recursos estratégicos es que en la medida en que el capital está integrando tan ágilmente todos los recursos y todas las riquezas en una visión absolutamente esférica, planetaria, unitaria, lo que a las potencias hegemónicas y a las empresas transnacionales les interesa, sobre todo, es la combinatoria de los recursos. Éstos están distribuidos heterogéneamente. Sabemos perfectamente que el petróleo se concentra en su mitad, una mitad de la totalidad de las reservas, en el Golfo Pérsico. Después de esto hay unas reservas muy importantes de petróleo, pero sobre todo de gas, en Rusia, ésta es la segunda área de reservas energéticas del planeta, principalmente en las planicies bajas de Siberia occidental y en el conjunto de países de la ex Unión Soviética que quedaron en el Asia Central. A pesar de que los recursos petroleros quedaron ahí concentrados Estados Unidos que es el principal devorador de petróleo ha tratado de mantener su soberanía, ha tratado de mantener su equilibrio sacando petróleo del resto del planeta más fácilmente manipulable al punto de que el 40% de su petróleo actualmente lo obtiene de América Latina y el otro 15% de Canadá. Aunque no tenemos tanto petróleo en el continente americano hay lo suficiente para ser la siguiente área geopolítica en importancia petrolera. En materia de minerales la principal área de reservas del planeta es el continente africano. La segunda región en coincidencia con las reservas gaseras y petroleras de Asia central y de Rusia es también la segunda región minera del planeta. El agua queda en un 40 % concentrada entre Estados Unidos y Canadá, como aguas congeladas o de lagos en el norte de Canadá y sobre todo en Alaska, se les podría considerar la OPEP del agua. Por supuesto hay otra parte importantísima en América del Sur. De manera que el grueso del agua del planeta se encuentra concentrada en un 60-70% en el continente americano. Lo mismo sucede con los recursos de biodiversidad que se encuentran básicamente concentrados entre la región amazónica, todas las cabezas de cuenca de la región andina y, por supuesto, el corredor biológico mesoamericano que es donde se conjugan las biotas nearticas y biotropicales. Estos son los 4 recursos estratégicos que interesan a los Estados Unidos y a las potencias europeas o asiáticas para el control no solo de la economía actual sino de la economía futura. Vale la pena, en este contexto, observar que lo importante de esto es la combinatoria de los recursos. De la combinatoria es difícil encontrar un lugar más importante que la cuenca amazónica por ser el principal núcleo de la biodiversidad del planeta, el segundo de concentración del agua, el tercero de concentración de reservas petroleras y por tener muy importantes reservas mineras. La cuenca amazónica es, sin lugar a duda, el principal interés geopolítico de los Estados Unidos en materia de recursos naturales. Siberia también ofrece una combinatoria de recursos importante que explica la pertinencia de la ocupación militar de Afganistán. Ya no hablando de recursos naturales sino de éstos combinados con recursos demográficos e industriales la ruta islámica de la seda concentra la principal área de reservas petroleras y de concentración demográfica de todo el planeta. Estas, desde mi punto de vista, son las tres principales regiones calientes en la actual lógica geopolítica de control del mundo (hay otras regiones pero no es mi intención detenerme en este punto). En todo caso, esta lógica espacial que es compleja (que no es simplemente del petróleo) parece ser la expresión actual de la lógica de los procesos de globalización que se han venido sedimentando desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero que tan inmensamente crecen en los años del neoliberalismo. En este proceso de globalización el capital mundial ha logrado tejer un autómata productivo de escala global que se ha estado apoyando en los procesos de privatización de estos recursos globalizados. Por eso, hoy presenciamos ya no solo la privatización de las infraestructuras (carreteras, ferrocarrileras, portuarias, telefónicas, de aviones, satelitales, etc., etc.) sino la privatización de los recursos naturales que no lo estaban. Evidentemente, el petróleo y los minerales estaban parcialmente privatizados y había un arrasamiento de todas las naciones que mantenían control soberano del petróleo y de sus minerales, pero hoy, y esto es lo sorprendente, hay una nueva privatización del agua entendida como la hidrosfera dulce o una privatización de la biosfera en su conjunto desde los códigos genéticos hasta el conjunto de las áreas naturales protegidas, integradas también en este esquema muy ad hoc con la globalización, que es el de los corredores biológicos. En este contexto de integración de un autómata productivo de escala global también vemos como se des - industrializan los países del tercer mundo para sustituir sus viejas cadenas productivas por nuevas áreas o corredores de ensamble (en México los llamamos maquiladores) en donde los capitales globales fluyen, entran con todas las partes que van a ser ensambladas, usan la mano de obra, ensamblan y luego exportan. Esto lo aplican tanto en los textiles y la microelectrónica como en la agricultura y en esquemas de agro exportación. Esta producción de un autómata global está obligando también a la integración ya no sólo de los procesos productivos sino de los procesos reproductivos que se apoyan en los procesos de privatización de todo lo que se llama servicios. Es decir, privatización no solo de las comunicaciones y de los transportes sino también control de los grupos financieros. Esto siempre ha existido pero ahora es integrado al control de los flujos de comunicaciones y transporte articulados al manejo de todos los programas de elevación de la eficiencia de los procesos productivos, pero, sobre todo, ya se está considerando a la totalidad del medio ambiente como una condición reproductiva del capital. Punto clave es la consideración de todo el medio ambiente como un servicio ambiental por el cual se debe de pagar. El pago por los servicios ambientales es una innovación importantísima en los últimos años en materia de privatización de la totalidad de los recursos. Este proceso de integración global, evidentemente, POR UN PAÍS SOLIDARIO Y ECOLÓGICO
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nos conduce al manejo, en primer lugar, de la explotación y superexplotación de toda la población del planeta. Igualmente se distribuye la superexplotación que se concentra en Asia, la exclusión o ausencia de oportunidades y aniquilación por millones de personas que se concentra en África y una combinación de exclusión y de superexplotación en América latina. En este contexto ocurre la relación entre guerra y destrucción ambiental. Los organizadores señalan en el folleto de introducción que existe una relación simbiótica entre la guerra y la destrucción del medio ambiente en la cual la destrucción ambiental es una consecuencia muchas veces olvidada de la guerra. Campos de petróleo ardiendo, industria química bombardeada, fumigaciones sobre bosques, campos in poblados, campos contaminados con uranio empobrecido, regiones contaminadas por armas químicas y biológicas dejan un legado para muchas generaciones. Pero también están las guerras visibles o invisibles que son consecuencia cada vez más obligada de una crisis ambiental global que al no encontrar ninguna vía de solución clara crece de manera cada vez más amenazante, por ejemplo las guerras del agua. Pero, ¿a qué es a lo que le estamos llamando guerra? ¿Entendemos por ésta sólo cuando aparecen los cuerpos del Estado enfrentándose con cuerpos armados internos del país o procedentes de otro país? ¿O seríamos capaces de concederle este nombre a las acciones de estos ejércitos públicos, pero también privados, militares o paramilitares que se dedican a aniquilar a un grupo indefenso de indígenas en las selvas ecuatorianas para obtener petróleo? ¿O cuando se dedican a aniquilar a un grupo de indígenas zapotecos en la Sierra Sur de Guajaca para ir a obtener uranio o hierro sin que exista ningún otro ejército armado? Resulta importante formular estas preguntas y contestarlas para pensar con claridad lo que los indígenas zapatistas del sur de México han llamado la guerra de exterminio que el neoliberalismo le ha declarado a la humanidad. Así pues, tenemos una realidad muy compleja en la que existe un círculo vicioso entre guerra y destrucción ambiental. Además de estas relaciones de retroalimentación tenemos otros factores que salen de este círculo pero también se retroalimentan con él. No es una simple coincidencia la presencia de estos factores externos. La coincidencia entre guerra y destrucción del medio ambiente no es algo que esté ocurriendo casualmente a finales de este siglo. Como decía Ricardo Navarro, el capitalismo del siglo XX logra asentar y perfeccionar la manera de vivir con desperdicios y destrucciones de estos desperdicios de manera cada vez más complicada. En el fondo lo que estamos viendo es un capitalismo con una lógica profunda que busca contrarrestar una caída tendencial en las tasas de ganancia de los capitales que le obliga a convertir sus fuerzas productivas sobre todos los aspectos contra finalistas. Por ejemplo, la energía fósil con sus aspectos contra finalistas de contaminación perfecciona todos estos aspectos en un verdadero sistema de fuerzas bélicas o no bélicas que destruyen la naturaleza, el cuerpo y la mente de cada uno de nosotros y las riquezas materiales que se han acumulado pero que sistemáticamente tienen que destruirse con mecanismos bélicos. Por último, destruyen grupos de personas, comunidades, etnias, culturas. Esta lógica de control progresivamente destructiva de la que el capital se ha vuelto ya un adicto en el siglo XX, esta destrucción de riquezas naturales y humanas implica una dinámica compleja que me parece importante observar. En primer lugar, es un proceso de saqueo, depredación y destrucción de recursos que avanza como una actividad permanente y estructural en la vida de todas nuestras sociedades y encuentra sus momentos de auge en el estallido de las crisis que se tienden a complicar cada vez más, no me refiero solamente a la crisis económica que lleva ya treinta años y que cada vez es más fuerte, también me refiero a las crisis sociales, políticas, técnicas, ambientales y militares. En segundo lugar, además de existir todas estas contradicciones vivas, este capitalismo se especializa en la constante manipulación de todas estas contradicciones, es decir, no resuelve ninguna pero desarrolla una actividad muy intensa buscando neutralizarlas. Esto nos lleva, en tercer lugar, al escalamiento permanente de las contradicciones, no se resuelven nunca y se van escalando de manera cada vez más caótica. Como esta arrogancia no parece encontrar remedio alguno dentro del capitalismo este sistema se interna cada vez más profundamente en un callejón sin salida en el cual distinguimos claramente una ecología "posmoderna" que se dedica a denegar todos los problemas. Una ecología “posmoderna” con estudios facturados por las propias empresas trasnacionales, sus científicos a sueldo y algunas organizaciones no gubernamentales ad hoc. En este callejón sin salida encontramos un tecnologicismo que promete la solución tecnológica de todas las contradicciones mediante la aplicación de instrumentos técnicos de uso de inusitado peligro, es el caso de la ingeniería genética, la nanotecnologia, las ciencias neuronales, la electroinformática y todo lo que el grupo viene llamando las tecnologías Bang. También en el callejón encontramos un crecimiento del cinismo trágico que acepta como inevitable la destrucción del planeta al tiempo en que se endurecen todas las crisis y decisiones de parte de los principales grupos de poder, se endurece el consumo de combustibles fósiles en los últimos años como nunca, se endurecen los riesgos genéticos, se endurece la deforestación, se endurecen las políticas guerreristas, se endurece el ataque a todas las instancias mediadoras y se endurecen las políticas de exterminio de población. Por la velocidad con que ocurre la introducción de nuevas oleadas técnicas y los factores de caos, por la manera en que se salen de madre todas las contradicciones y pérdidas humanas y ambientales es como si el capitalismo estuviera queriéndonos decir: ¿un futuro sin mí? Mejor nos vamos todos al abismo. Aunque naturalmente el capitalismo no dice nada, es automático, es ciego, y si algo le caracteriza es la falta de sentido en cada uno de los actos que realiza. Quienes decimos esto somos nosotros, porque somos nosotros los que ponemos el sentido, eso es lo que nos define como izquierda. Por eso tenemos que responder con los pies en la tierra organizándonos colectivamente, acostumbrándonos a hablar muy claro, a pensar más claramente la globalidad, a sobrevivir y a salir de este infierno. Gracias. Andrés Barreda Economista. Universidad Nacional Autónoma de México
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