Boletin 2

  • June 2020
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2 + etín bol

S = D TO OS S OM ES L A U IG

7 200 BRE M E I DIC

l oria editólogo pr paso a o o pasl sexisdme... e ión e er de v la opian debat o s v i a t f ac día ga r e s t a l al ás n in con buzó y m 1

La elaboración de este boletín es fruto de un gran esfuerzo de búsqueda estadística y documentación bibliográfica. La redacción de todos y cada uno de los artículos que componen esta publicación ha sido confeccionada con la mayor ilusión, dentro del marco del máximo respeto y con el objetivo primordial de denunciar las desigualdades que en materia de género se siguen produciendo hoy en día. Sobre todo las que se (re)producen en los centros educativos, entendidos como espacios de transmisión no sólo de conocimientos, sino de valores y actitudes.

Este equipo técnico entiende que si no se demuestra la desigualdad de oportunidades que afecta actualmente a multitud de mujeres, no se puede atajar el problema de la discriminación por razón de sexo. La visibilización (por un lado: de todas las segregaciones femeninas que acontecen a diario en nuestro entorno y, por otro: de la contribución del quehacer femenino a lo largo de la historia en la construcción de nuestra civilización) es nuestra arma.

Todos aquellos y aquellas incrédulas, o ilusas, que creen que la igualdad de oportunidades es un hecho, por ser un derecho, van a darse cuenta, a través de la lectura de nuestro boletín, de que la realidad dista mucho de esa supuesta igualdad de facto. La reflexión que se propone a través de algunas secciones de este artículo, así como la propuesta de medidas a trabajar para cimentar una sociedad igualitaria, constituyen la esencia de la filosofía de nuestra denuncia. En este sentido, la herramienta que se propone incorporar para la mejora de la formación del profesorado de los Centros Educativos de Secundaria es el alma de la acción Coeducando, Igualamos.

A través del análisis más objetivo de textos legislativos (A debate), el análisis más técnico sobre la observación empírica de la realidad (Paso a paso), o la denuncia más viperina (Entre tú y yo), la reflexión que nos haga conscientes del gran desconocimiento que poseemos acerca de la contribución femenina a la humanidad (Actividades o De lo invisible a lo visible), la inclusión de la óptica de los y las profesionales de la educación (La opinión de…) … esta redacción quiere ofrecer un amplio abanico de acercamientos a un problema que nos incumbe a todos y a todas en la medida que somos ciudadanos y ciudadanas de una sociedad que por más que se empeñe en ser democrática, no podrá serlo hasta que no desaparezca el último atisbo de trato discriminatorio por razón de sexo.

Por la solidaridad, por conseguir una sociedad justa y democrática, porque el 52% de la población no puede ser un colectivo, porque la igualdad es un derecho… Por todos estos y por otros muchos más motivos… ¡practiquemos la igualdad!

nico o ,tIgéucalamos p i u Eq a n d o 2

Coed

uc

Durante siglos la violencia ha servido para controlar, dominar, someter a personas y grupos sociales. A través de la fuerza física o de amenazas, se ha impedido a muchos seres humanos el disfrute de sus derechos, imponiendo y limitando la elección de formas de vida, la libertad de movimientos y la libre expresión. Existe además una violencia específica contra las mujeres que se ha utilizado como instrumento para mantener la discriminación, la desigualdad, las relaciones jerárquicas y de poder de los hombres sobre las mujeres. En España llevamos trabajando desde hace muchos años en la erradicación de la violencia que se ejerce contra la mujer por el mero hecho de serlo. Sin embargo no llevamos tanto tiempo trabajando en el cambio de roles entre hombres y mujeres, en la educación no-sexista... que sin duda sería la mejor fórmula para prevenir la violencia contra las mujeres. En nuestra sociedad el sistema educativo es de carácter general y en el mismo se establecen los principios y valores fundamentales para el desarrollo de la infancia y juventud, principios y valores que tendremos que poner de manifiesto en la edad adulta. Tanto escuela como familia, tenemos en nuestras manos el reto de educar, por lo que la coordinación entre ambas instituciones es fundamental para mejorar la calidad de la enseñanza. Pero es realmente la familia desde dónde debemos impulsar el principal cambio de socialización y, por tanto, un medio ideal para potenciar el desarrollo adecuado de la identidad personal de nuestros hijos e hijas, desarrollo en el que el género no siga siendo un elemento clasificador de las personas. Es importante, entonces, una toma de conciencia de nuestra propia interiorización de estereotipos y prejuicios sexistas, de nuestros comportamientos, valores, actitudes, expectativas... de lo que enseñamos, no sólo a través de la palabra, sino sobre todo, de nuestra forma de ser, de vivir, y actuar. Porque, yo pregunto: ¿Pedimos lo mismo de nuestros hijos e hijas? ¿Sus funciones en el seno de la familia son las mismas? ¿Qué modelos en el seno familiar están percibiendo ellos y ellas? ¿Cómo buscar una igualdad respetando la diversidad? Hablar de coeducación, educación igualitaria entre sexos, no es hablar de una educación estándar, ajena a las diferencias individuales. Está claro que, en esencia, ningún individuo es igual a otro, cada uno de nuestros hijos e hijas, tiene una capacidad, unas cualidades y potencialidades diferentes y en función de ellas requieren un tipo de directrices educativas distintas, pero nunca en función del sexo. Aunque existen principios básicos en la base de nuestros comportamientos, en la formación de nuestra “personalidad”, es importante partir de las diferencias individuales para intentar adecuar esos principios a cada persona. Todavía en muchas familias es la mujer la que acude al trabajo en transporte público o en el coche “auxiliar”, la que acude sola a las reuniones del colegio, la que se encarga de la salud de sus hijos/as; el hombre es el que lleva el coche al taller, pasa más tiempo en el ordenador o sale con más frecuencia a tomar una cerveza con los amigos después del trabajo. Los niños y las niñas son el reflejo de sus progenitores/as, ya que ellos y ellas son su modelo, por tanto un ambiente familiar cargado de sexismo, en el que pese a la aparente igualdad, los espacios, los tiempos, las áreas en las que nos implicamos son desiguales, están favoreciendo la transmisión de estereotipos que siguen limitando a la mujer al ámbito doméstico, sobrecargada en sus funciones, dedicada, ella exclusivamente, a la educación de sus hijos/as, y al servicio por entero de los demás, confiriendo al hombre un “poder” de elección y decisión mayor, que en muchos casos impone y ejerce por la fuerza, y que se transmite indirectamente y en muchos casos a los hijos e hijas para conseguir sus objetivos. En este sentido se hace imprescindible cuidar nuestra manera de actuar, es importante “predicar con el ejemplo” y empezar a buscar igualdad en nuestras relaciones, en nuestra vida personal, familiar, de pareja, defendiendo unos derechos igualitarios, una participación y toma de decisiones equilibrada tanto en la vida privada como en la pública que impida que nuestros hijos e hijas puedan pensar que es posible dominar a una persona, anularla, controlarla, exigirla y menos a través de la violencia. Por tales razonamientos, desde las A.M.P.A.S. estamos impulsado las Escuelas de Padres y Madres, para que nos formen, nos asesoren, pero ¿qué ocurre? Pues que, la participación es mínima, empezamos con un gran grupo, y al final sólo son unas “cuantas” las que quedan. Desde estas páginas yo, como mujer y madre hago un llamamiento a madres y padres de nuestra comarca para decirles que debemos educar a nuestros hijos e hijas en igualdad, para que el día de mañana estemos illa satisfechos y satisfechas con los valores que hemos promovido. s La V n ujere

Leó c. de M er,aPrelsidenta Aso P n ció oyera

ola ierra B Cosidnesnta AMPA S Pre

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l a i r o t i ed

*Artículo publicado en Público el 22 de noviembre de 2007

Educación para la igualdad

Lamentablemente, el agrio y abrupto debate al que hemos asistido en relación con la asignatura educación para la ciudadanía, nos ha privado de la posibilidad de concentrar esfuerzos y considerar diversas opiniones sobre cómo se debe fortalecerse la educación en valores dentro del sistema educativo, en general, y en particular en relación con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombre, chicas y chicos.

Todo el mundo nos hemos planteado que hay problemas sociales que sólo vamos a poder arreglar en las generaciones futuras. Lo pensamos porque depositamos en la educación nuestra esperanza de una sociedad mejor para nuestras hijas e hijos, frente a problemas, frecuentemente de orden estructural, que somos incapaces de resolver desde nuestra realidad cotidiana. Es habitual encontrar este argumento en relación con la desigual posición social de mujeres y hombres y, sobre todo, en relación con la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Pero si queremos que los chicos y chicas que en este momento están en el sistema educativo, aprendan a construir sus relaciones mutuas desde el respeto y sean capaces de un diseño social futuro sin problemas de asimetrías discriminatorias para con las mujeres en los espacio públicos y privados, es evidente que tendremos que darles criterios y fundamentos que les ayuden a superar los problemas que las personas adultas, (sus padres y sus madres), no hemos sido capaces de resolver en nuestra vida, con la suficiente eficacia como para eliminar la discriminación social por razón de sexo.

La pregunta es si lo estamos haciendo y la respuesta la podemos encontrar en cualquier colegio a la hora del recreo. Los modelos de relación entre las niñas y niños actuales, apenas si han cambiado y siguen basados en roles muy parecidos a los que existían hace 30 años. Existen problemas para compartir juegos y espacios. Se tiene una idea certera sobre qué cosas corresponden a los territorios masculinos y femeninos y las relaciones se segregan. El primer amor continúa prisionero de los mitos del príncipe azul y la princesa que espera su oportunidad de agradar. El acoso es una práctica extendida que en muchas ocasiones tienes motivaciones de género, por poner algunos ejemplos.

No podemos cambiar esta situación confiando exclusivamente en la asignatura de educación para la ciudadanía. La educación para la igualdad dentro del sistema educativo, necesariamente, tiene que tener una visión más amplia y más integral. Debe cubrir el itinerario escolar completo desde la educación infantil y debe implicar no sólo los aspectos relativos a la docencia, sino al propio funcionamiento de los centros y la participación de toda la comunidad educativa.

Sí. Se trata de recuperar y desarrollar plenamente la malparada transversalidad de la educación en valores, que ya se propuso en reformas educativas anteriores, y que sigue siendo la mejor de las

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actuales opciones posibles. Es necesario considerar la experiencia de un fracaso previo y aprovechar la información que los errores cometidos nos pueden dar sobre cuáles deberían ser los pasos a seguir en esta segunda oportunidad.

No podemos ni debemos sobrecargar los tiempos y las tareas relativas a la docencia. No resulta razonable atribuir toda la responsabilidad de la tarea al profesorado. Necesitamos herramientas, concretar contenidos y propuestas de intervención que tengan cabida en el normal desarrollo de la actividad de los centros educativos. El compromiso debe incluir no sólo la labor docente sino el conjunto de relaciones que se desarrollan dentro de las escuelas y los institutos. Necesitamos una mejor y mayor formación del profesorado, pero también la intervención de otro tipo de profesionales y entidades. Hay que trabajar en medidas de apoyo que conviertan la educación en una tarea también de otros miembros de la comunidad y otros agentes sociales, como las familias y los medios de comunicación.

La tarea es conjunta y deberíamos estar hablando de todas estas cosas en lugar de discutir, como tozudamente se empeñan las posiciones sociales, políticas y religiosas más conservadoras, sobre si nos asiste o no un derecho individual para preservar, dentro de la escuela, modelos tradicionales de transmisión de valores.

Nadie quiere que la injusticia social de la discriminación por razón de sexo se perpetúe. En términos generales queremos que la sociedad futura esté libre de desigualdades que impidan un verdadero desarrollo social y un crecimiento democrático pleno, real y efectivo, o al menos eso declaramos la mayoría social. Confiamos en la educación como uno de los principales vehículos para ello. Pero cuando se hacen propuestas relacionadas con la apertura de modelos y contenidos que puedan cambiar las cosas, intentan convencernos de que debemos apelar a la libertad individual para pedir que las cosas no cambien, para reivindicar el valor social de modelos tradicionales que son, en parte, responsables de los problemas que queremos erradicar.

Así no hay manera. Terminemos cuanto antes con debates circulares, promovidos por quienes no quieren que las cosas cambien, por quienes quieren conservar patentes de corso sobre la educación moral de la futura ciudadanía, y vamos a concentrarnos en proponer soluciones prácticas y valientes sobre cómo educar desde la escuela para conseguir un futuro con mejores y más equilibradas relaciones sociales entre mujeres y hombres dentro y fuera de las familias y de las relaciones afectivas y sexuales. Quizá en un marco de debate más amplio sobre cómo abordar y desarrollar una educación para la igualdad desde el sistema educativo, cuestiones como la utilización del velo en la escuela por parte de las niñas de religión musulmana, no nos producirían tantas dudas, ni nos generarían tantos problemas. Aunque esto, también, forma parte de otra historia.

vila toMÁ e res l je u o isa S dación

Meacrtora de Fun Dir

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a í d anol ticias Cambio de Rumbo y de Impulso en nuestras Estrategias para la Transferencia: breve sinopsis de conclusiones alcanzadas en la Fase Preparatoria Tras la primera de las reuniones estratégicas, —la provincial—, celebrada el pasado día 15 de octubre en la sede de Delegación Provincial de Educación en Córdoba, se detecta la necesidad de introducir mejoras y modificaciones sustanciales en el programa de actuaciones para la transferencia.

La estructura y marco competencial de “abajo a arriba” propia a la educación en cada una de las provincias andaluzas y el gran grado de autonomía de los Centros del Profesorado, que rigen la concreta interacción entre “Centros del Profesorado – Delegaciones Provinciales de Educación- Consejería de Educación de la Junta de Andalucía” haría difícil la operatividad de nuestra segunda fase de “Ejecución de Planes para la Transferencia Vertical”.

Conclusiones similares, se alcanzaron durante el desarrollo de la Reunión Estratégica Autonómica, mantenida por la Sra. Delegada Provincial de Educación de Córdoba con sus homólogas/os de otras provincias andaluzas. En concreto, fruto de esta reunión, cuatro Delegaciones Provinciales andaluzas muestran su disponibilidad para conocer de primera mano las innovaciones y eficiencias del Maletín =a2 (Igualados) mediante la celebración de distintas reuniones presenciales.

Por lo que respecta al Plan de Transferencia Autonómico (a través del Foro On-Line), se imponen mejoras en el diseño de la estrategia, relacionadas con una mayor libertad para la participación de los Centros del Profesorado y profesorado provenientes de otras provincias andaluzas.

Por otro lado, se aprecia la necesidad de hacer extensivo este proceso de análisis y de reflexión conjunta a otras/os agentes de la comunidad educativa, (tales como: representantes de AMPAs y representantes de secciones sindicales), cuya aportación puede realmente llegar a enriquecer este proceso, ofreciéndonos enfoques complementarios e innovadores en materia coeducativa.

Final y desgraciadamente, la premura en el calendario nos ha obligado indefectiblemente a agilizar toda esta segunda fase de transferencia, gracias al uso y empleo de las TIC instrumentadas en torno a nuestro Foro On-Line sobre Coeducación.

Gracias a este espacio virtual, toda una diversidad de agentes de la comunidad educativa (responsables políticas/

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os, agentes semidecisoras/es, asesoras/es CEP, coordinadoras/es CEP, directoras/es CEP, profesorado, representantes sindicales y de AMPAs) y una pluralidad de contextos geográficos tendrán ocasión de debatir y participar en el proceso de análisis sobre la integración de la coeducación en nuestros sistema educativo.

En el Informe de Conclusiones propio a esta primera Fase Preparatoria se articulan las modificaciones referidas, os invitamos a acceder a nuestra plataforma digital (http://www.coeducando-igualamos.com) y realizar una somera lectura del mismo para tener un conocimiento más detallado de lo acaecido en nuestro programa de actuaciones de transferencia.

Las TIC al servicio del proceso de transferencia: Foros “Coeducando, Igualamos” Sólo mediante el uso de herramientas telemáticas que nos hagan superar las barreras de tiempo y espacio, es posible poder sentar las bases para un marco de análisis adecuado del que obtener a nivel comparativo conclusiones entre una heterogeneidad de agentes (políticas y políticos, CEPs, profesorado, representantes sindicales y de AMPAs) y ámbitos territoriales (provincias andaluzas y otras CC.AA.). De esta forma, somos capaces en “Coeducando, Igualamos” de garantizar la riqueza y retroalimentación de este proceso de interacción, comunicación recíproca y reflexión conjunta.

La singladura de nuestro Foro se inició el pasado día 11 de diciembre y dió fin el día 21 de es te mismo mes, y la propuesta temática ofrecida en los mismos recorrerá los pros y contras del panorama coeducador en nuestro sistema educativo

Para afianzar el análisis comparativo entre ámbitos autonómicos y provinciales diversos, las temáticas serán las mismas para los tres Foros “Coeducando, Igualamos”.

PROPUESTA TEMÁTICA DEL FORO “COEDUCANDO, IGUALAMOS”

TEMA 1: Análisis de la contribución ó contribuciones de los centros educativos en el impulso e integración en

nuestra sociedad actual de los principios democráticos y de la igualdad de oportunidades. TEMA 2: Delimitación de roles, funciones y responsabilidades en la superación de las desigualdades por razón de

género. Papel de la familia y del centro educativo. TEMA 3: Reflexión sobre el grado de sensibilización e involucración de la la comunidad educativa en materia de

coeducación.

TEMA 4: Coeducación en educación secundaria y en educación primaria.

TEMA 5: Fomento de la diversificación profesional desde las aulas.

TEMA 6: Estrechando reflexiones conjuntas: fortalezas y debilidades del panorama coeducador bajo distintos enfoques.

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s a l n coas de ver gafexismo el s desterrando estereotipos

La Asociación de Hombres por la igualdad en los Pedroches (AHIPE), surge de la necesidad de posicionarnos activamente ante la situación que estamos viviendo de violencia de género y de desigualdad hacia las mujeres. Teníamos que levantar la voz ante esta injusticia histórica de la desigualdad, que es el origen de la violencia. Dentro de nuestra declaración de principios aparece el tema de la corresponsabilidad como tema clave en la consecución de la igualdad. Aunque en el marco constitucional y jurídico de nuestro país, la igualdad entre mujeres y hombres es un logro conseguido, la realidad diaria se aleja mucho de este paradigma. En el ámbito social, político, laboral, salarial y familiar la desigualdad y discriminación de las mujeres es un hecho patente y patético, que tiene su manifestación última y más trágica en la violencia de género que sufren multitud de mujeres

¿Por qué debemos de asumir nuestra responsabilidad en el hogar? Las respuestas a esta pregunta son varias pero habría que destacar las siguientes: PORQUE ES DE JUSTICIA si pretendemos un mundo mejor, empecemos a construirlo en nuestra propia casa, siendo honesto con las personas que conviven con nosotros. ¡Sé justo y participa igualitariamente en las tareas familiares y domésticas¡ POR AMOR amar a tu pareja también supone procurarle tiempo para si misma, descargándola del peso de tu despreocupación. No compartir es una expresión de desamor. ¡Amar también es

a manos de hombres.

responsabilizarte de las tareas de tu casa y de tu familia!

La representación femenina en los órganos de decisión de sociedades de ámbito privado y público es minoritaria. Los porcentajes de mujeres desempleadas y los salarios recibidos en comparación

POR NUESTROS HIJOS Y NUESTRAS HIJAS mediante el cuidado cotidiano, disfruta plenamente de la evolución de tus criaturas. Abraza, alimenta, cambia, baña a tu bebe desde el principio. ¡Educar

con los hombres, demuestran que nuestra sociedad dista mucho de ser una sociedad igualitaria. En el ámbito familiar, la mujer sigue, en su mayoría, relegada a las tareas domésticas, lo que le impide promocionarse personal y profesionalmente. Cuando las mujeres se rebelan ante esta situación son incomprendidas, insultadas, olvidadas y en muchos casos asesinadas.

es mostrarles, con nuestro ejemplo, en lo que creemos! PARA LA CONQUISTA DE AUTONOMÍA PERSONAL siente la libertad de ser capaz de valerte por ti mismo, sin depender de nadie para las cosas más básicas de la vida. ¡Conquista tu independencia! PORQUE MEJORA LAS RELACIONES DE PAREJA la

JUSTICIA: participar de las tareas del hogar en igualdad es el principio para un mundo mejor

Si la coeducación instala valores igualitarios, la paridad en todos los órganos de decisión restablece el derecho a las mujeres

colaboración y la cercanía sustituirán al rencor y la distancia. Tú y tu pareja ganareis con ello. Desaparecerán los motivos para buena parte de los reproches. ¡Una convivencia en igualdad necesita de iguales responsabilidades! PORQUE AUMENTA NUESTRA AUTOESTIMA aumenta nuestra seguridad y nivel de satisfacción. Nos parecemos más a las personas que deseamos ser. ¡Sentirás que mejoras y creces como persona!

para compartir el poder, la corresponsabilidad en el hogar deja espacio y tiempo para el desarrollo personal. Algunos hombres piensan que ellos ayudan en casa y con eso basta, pero no es lo mismo ayudar en las tareas que responsabilizarse

La corresponsabilidad familiar, o lo que es lo mismo, la necesaria implicación de los hombres en el co-mantenimiento y organización de las tareas domésticas y familiares (limpieza, comida, compras, mantenimiento hogar, cuidado y educación de

de ellas. Los hombres tenemos que asumir nuestra responsabilidad y

los hijos/as, etc.) es el contrapunto necesario para que pueda

hay buenas razones para hacerlo.

darse efectivamente la necesaria conciliación de la vida personalfamiliar y la vida laboral.

En un proyecto dirigido a facilitar la corresponsabilidad doméstica y familiar de los hombres, organizado por AHIGE (Asociación de Hombres por la Igualdad de Género) y subvencionado por el Instituto de la Mujer se dan las claves. Se hace la siguiente pregunta:

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AHIPE Asociación de hombres por la Igualdad en Los Pedroches

o s papaso a Cómo se aprende a ser hombre o a ser mujer. El establecimiento del rol de género La línea de salida hacia un proyecto de vida singular no es la misma para hombres que para mujeres. Las mujeres se encuentran con que esa línea se encuentra mucho más lejos que la de sus homólogos masculinos. Los estereotipos que justifican la socialización distintiva responden a la necesidad de cubrir dos espacios: el público y el privado. El público: valorado, patente, notorio, visto, sabido, es un ámbito de poder, influencia y decisión. El privado y más concretamente, el doméstico (como una parcela más): particular y personal, a la vista de pocos, infravalorado, relativo al hogar, carente de poder y decisión. Para poder desenvolverse con éxito en el espacio público los hombres reciben una educación en la que priman los siguientes rasgos: valentía, fuerza, asertividad, resolución, operatividad, decisión, iniciativa, competitividad… Para poder responder a las necesidades del ámbito doméstico las mujeres reciben modelos en los que prevalece la dulzura, la comprensión, la sumisión, la obediencia, la sentimentalidad, la pasividad, la belleza, la entrega, la piedad… El análisis pormenorizado de todas estas variables, tanto las atribuidas a la masculinidad, como las atribuidas a la feminidad, se observa que estas variables no constituyen características biológicas vinculadas al sexo, sino que vienen determinadas por los procesos educativos formales e informales. Son valores en los que unos y otras han sido adiestrados y adiestradas. El Sexo es la condición físico-biológica que diferencia a las personas en mujeres u hombres. Es lo natural, lo no aprendido. El Género hace referencia a la proyección social de la existencia

de las dos identidades biológicas y psicológicamente sexuadas. Es una construcción social: masculina o femenina. Es lo aprendido. La Identidad o Rol de Género es la forma particular con que el hombre o la mujer construye, interpreta y expresa su conducta, según los modelos sobre masculino y femenino, desde los modelos sociales transmitidos. Son las generalizaciones sobre las personas por el simple hecho de pertenecer a una u otra de las categorías del género, y que al aplicarse a personas concretas pueden resultar falsos y no objetivos, ya que no tienen en cuenta las diferencias individuales. Dentro del cuadro evolutivo humano, en sus primeros años de vida las niñas y los niños van consiguiendo sucesivos hitos de trascendental importancia para su adaptación al medio. La adquisición de, aparentemente banales, logros es necesaria para que en el futuro esa individualidad pueda desenvolverse de forma natural con el entorno físico y social que la rodea. En esta construcción hacia una supervivencia autónoma e independiente, el desarrollo de la identidad sexual es determinante ya que de ella va a depender la forma de ser y de estar de cada persona concreta en el mundo, de comportarse con los y las demás: determina una actitud y un estilo de vida. Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres se traducen históricamente en desigualdades entre ambos sexos. Las diferencias naturales se han transformado artificialmente en unos comportamientos, unas funciones, unas posibilidades… hasta ahora: segregadoras y generadoras de desigualdad ya desde el nacimiento de las personas. Ya que esta identidad se construye intraindividualmente a

partir de la esencia de las interacciones entre las personas más inmediatas al niño/a, las cuales dependen de las expectativas de las y los miembros de la comunidad, de lo socialmente aceptable, del acervo cultural… resulta de condición obligatoria que las personas responsables de la educación de las pequeñas generaciones supervisen sus modelos educativos y los adapten al modelo coeducativo. La transmisión de lo que la sociedad espera de cada uno o una de nosotras se reproduce tanto a través de la educación formal como de la informal. Desde el mismo momento del nacimiento las niñas y los niños reciben una información más o menos implícita acerca de lo que la sociedad espera de ellos y ellas en función de su sexo. A través de la forma de interrelacionarse con sus bebés los padres y las madres transmiten inconscientemente un modelo de conducta futuro y deseado: a través del juego, las normas, los valores, las actitudes… Veamos algunos ejemplos de esta desigualdad ejercida ya desde la cuna: por ejemplo, las niñas reciben un mayor número de caricias y besos que los niños, los cuales suelen permanecer llorando desatendidos una media menor de tiempo que ellas. El tono de voz empleado a la hora de dirigirse a un niño o a una niña también varia, además: a las niñas se les habla más. A los niños se les permite un mayor número de conductas agresivas y la participación en juegos violentos con respecto a las niñas, las cuales reciben mayor número de manifestaciones afectivas, más protección y más contacto físico y las conductas de dependencia son más toleradas en ellas que en ellos. Los juguetes que se regalan a las niñas suelen relacionarse expresamente con el cuidado y atención de los/as demás

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o la limpieza del hogar (bebés que lloran, kits de limpieza…), mientras los regalados a los niños ya apuntan a una especialización profesional muy técnica (mecanos, juegos de construcción, coches y motos…). La contribución que padres y madres realizan hacia la personalidad de sus hijos e hijas: hacia la dependencia vs. la autonomía, hacia la emotividad vs. la racionalidad, la tolerancia a la frustración y la sumisión vs. la intolerancia y la necesidad inmediata del deseo… vienen determinadas por todas estas “inocentes” formas de interactuar con ellos y con ellas. Hasta los tres años los niños y las niñas distinguen a la perfección lo que es propio de ellos y lo que es propio de ellas y además, conocen las actividades y profesiones típicamente masculinas y las típicamente femeninas. En esta línea, entre los 3 y los 5 años el niño vive un, más o menos claro, enamoramiento de la madre, es lo que Freud vino a llamar Complejo de Edipo. Asimismo, la niña siente ese mismo enamoramiento con respecto al padre: el Complejo de Electra. La adecuada superación de ambos conflictos por parte del niño o la niña gracias a la oposición que le practique su rival: la madre en el caso de las niñas y el padre en el caso de los niños, desembocará en la identificación por parte del pequeño o la pequeña con el progenitor/a de su mismo sexo. El niño acabará aliándose con su padre y sintiéndose plenamente hombre, y la niña: con su madre sintiéndose mujer, a través de la adopción de los roles socialmente atribuidos a cada uno de los sexos. Esta teoría, de difícil explicación hoy en día, entre otros motivos por la diversidad de modalidades familiares existentes, puede ser válida en lo que a reconocimiento con el progenitor/ a del mismo sexo se refiere, ya que el modelo paternal/maternal recibido durante la infancia es decisivo en la construcción de la personalidad de las y los individuos. Así, y sin entrar en mayores juicios, la niña mostrará un gran interés por todo lo que rodea a su madre: ropas, quehaceres, costumbres, movimientos y poses, entonación vocal,… la actitud en general, y lo mismo hará el niño con su padre. Tanto la niña como el niño rechazarán activa y acusadamente al sexo contrario así como todo lo relacionado con él. En esta construcción, a los 6 años, los niños y las niñas comienzan a distinguir entre

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las diferencias biológicas y las asignadas socialmente y se diferencia entre la identidad sexual y la de género. En esta construcción de la identidad personal, la vivencia que experimentan los niños y las niñas en el entorno escolar es un contexto más a tener en cuenta -además del familiar- por un lado: por la gran cantidad de tiempo que los y las jóvenes pasan en él, y por otro: por la buena disposición para el aprendizaje vicario u observacional que en él se produce: la escuela como principal escenario donde se lleva a cabo el proceso de enseñanzaaprendizaje, enseña con todo lo que en ella acontece. Este contexto no escapa de las influencias que ejerce el profesorado en el desarrollo de la educación de género entendiéndose por identidad de género, la que representa la individualidad y el sentimiento de pertenencia, la autoconciencia de ser hombre, mujer, femenino, masculino, o ambivalente. El colectivo pedagógico es mediador principal, es coprotagonista y es guía de la enseñanza, que participa desde sus saberes en el enriquecimiento de los conocimientos y valores de la cultura, promueve el dinamismo, el compromiso y la participación activa del alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Desde su función ejemplizante es un comunicador permanente de mensajes en materia de género y se espera que dirija el proceso de enseñanzaaprendizaje desde una perspectiva no discriminatoria por razones de sexo, lo que coadyuvará a fomentar el desarrollo de las relaciones intergenéricas sustentadas democráticamente en la paridad, con iguales posibilidades, tanto para hombres como para mujeres, de desarrollo en todas las esferas de la vida personal y social. En este microcosmos que representa el centro educativo, la relación entre iguales disfruta de un lugar privilegiado. A través de la interacción, en lo que se ha denominado “un mundo de niñ@s”, se van a cimentar las futuras relaciones como la amistad o el enamoramiento. La relación con personas del mismo sexo y del otro va a ser determinante en la construcción de la identidad de género de todos y todas las niñas. Ante este panorama, tanto las madres y los padres como los equipos docentes

de los centros educativos (de todos los niveles) deben proponerse como objetivo prioritario la educación libre, justa y democrática de sus hijas e hijos y de sus alumnos y alumnas. El cómo conseguirla pasa necesariamente por desterrar los estereotipos de género, y los arquetipos legitimados por la tradición androcéntrica histórica, ya que esta medida no sólo favorece a las niñas, sino también a los niños, en la medida que las personas construyen identidades personales e individuales más ricas y desde una opción no impuesta por los y las demás y según lo que la sociedad espera de nosotros y nosotras.

La contribución de la coeducación al mercado de trabajo. La diversificación profesional La denominada reciente incorporación de la mujer al mercado de trabajo no se ha producido de forma homogénea a pesar de las apariencias externas de este proceso. La segregación, la precariedad, la discriminación laboral o el techo de cristal son algunos de los fenómenos que denotan que la igualdad efectiva entre mujeres y hombres aún no ha hecho entrada en las organizaciones de nuestro entorno social, relegando el quehacer femenino al ámbito privado, el trabajo reproductivo, no remunerado y por ende: no valorado y el masculino al ámbito público y al trabajo productivo, remunerado y por consiguiente: valorado socialmente. Las mujeres obtienen mayor éxito académico en todos los niveles educativos y constituyen la población mayoritaria en las universidades frente a los hombres, paradójicamente: son las que sufren el desempleo, acceden con mayores dificultades al empleo remunerado y son calificadas de forma general como población inactiva. Asimismo: las mujeres perciben un salario menor que sus compañeros hombres realizando el mismo trabajo y representan una minoría minoritaria en puestos de responsabilidad. La igualdad de oportunidades en el mercado laboral es, hoy por hoy, una mera ilusión. Ante este amargo panorama, el análisis se hace necesario para poder cambiar el rumbo de las empresas de nuestro

entorno y hacer de ellas organismos equitativos que sepan reconocer la riqueza de la incorporación de la perspectiva femenina en sus senos. La segregación existente hoy en día con las mujeres guarda relación con la asignación de unas tareas típicamente atribuidas a la población femenina. Esta asignación de tareas depende estrechamente de las cualidades que a lo largo de la historia han sido especialmente (erróneamente) atribuidas a la mujer y a su programa genético. Hoy en día estos estereotipos llevan a la mayoría de las mujeres a la elección de profesiones relacionadas con estas labores, así el estereotipo de “ocuparse de los demás” se vincula estrechamente con ser maestra, enfermera o trabajadora social. Este rol tan arraigado en la identidad femenina a pesar de parecer una inclinación biológica es un mero producto social. El hecho de que a las mujeres se les suponga una destreza innata hacia los trabajos domésticos y otras ocupaciones de elevada habilidad manual deriva en que casi la totalidad de personas sirvientas, lavanderas, amas de casa o hilanderas, bordadoras o mecanógrafas pertenezcan a la población femenina mientras que en la realidad, la adquisición de estas destrezas es de gran facilidad, tanto para ellas como para ellos. Cuando a la mujer se le atribuye de forma común (colectivo: mujer), y no personal (individualidad), la honradez: ésta acaba desempeñando puestos de cajera, dependienta y vendedora. A gran escala, estas ocupaciones quedan reservadas a los hombres: contabilidad e intervención. El arraigado reclamo masculino basado en el atractivo físico de las mujeres empuja

a éstas al desempeño de puestos como camarera, recepcionista, vendedora o azafata. Se cree que un buen aspecto físico va ligado a un carácter agradable y complaciente cuando en realidad no tienen porque estar relacionados. En esta misma línea, que a las mujeres se les atribuya una baja capacidad para evaluar y supervisar el trabajo ajeno provoca un irrisorio porcentaje de mujeres ocupando puestos de dirección general, jefatura o coordinación y responsabilidad de un equipo. Perpetuando así el (casi) axioma de que es el hombre el que debe dirigir el quehacer femenino. Asimismo, la tan explotada menor fuerza física y muscular distancia a las mujeres de ocupaciones relacionadas con la carga/descarga de materiales y de actividades que conlleven esfuerzos físicos evidentes cuando hoy en día la mecanización de las profesiones hace de la fuerza un valor cada vez menos importante. La supuesta menor aptitud matemática desmotiva ya desde los centros educativos a las niñas empujándolas a rechazar profesiones relacionadas con la ciencia, la física o las disciplinas politécnicas. Así, la menor disposición a trabajar y a trasladarse que se les acusa a las mujeres probablemente por su vínculo maternofilial y su querencia al hogar, las excluye de aquellas profesiones en las que sea necesario viajar como por ejemplo: comercial de ventas, la marina, la pesca en alta mar o el pilotaje de aviones. Se les aleja malintencionadamente del marco empresarial y del espacio público, cobrando “protagonismo” el espacio privado, el anonimato y el trabajo en la sombra, desvalorizado. La, mal realizada, asignación genérica

de una menor disposición a afrontar peligros y riesgos respecto a los hombres, destierra a las mujeres de ocupaciones como las fuerzas armadas o los cuerpos de seguridad del estado, la vigilancia privada o la extinción de incendios siendo muchas las mujeres las dispuestas a la asunción de distintos riesgos por desempeñar estas profesiones. En este contexto de atribución de roles estereotipados no es de extrañar que a las mujeres se les confine a puestos en trabajos de deficientes condiciones laborales, desprotegidos y comúnmente en economía sumergida por la suposición de una mayor docilidad y sumisión y una menor propensión a quejarse de las condiciones laborales. Así, los salarios indignos están a la orden del día por la extendida creencia de que ellas tienen menos necesidad, más si están casadas. La construcción de ser hombre o ser mujer en nuestro entorno determina de este modo el desarrollo vital y profesional de muchas mujeres y muchos hombres. La elección de una profesión es una de las decisiones más importantes para el futuro de niños y niñas. Esta decisión estará muy determinada por los modelos sociales que les hayamos podido ofrecer durante la infancia. Consecuentemente, ni que decir tiene que la importancia de la coeducación, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la superación de los mitos relativos al desempeño de aquellos y aquellas… son los aspectos a trabajar desde la perspectiva de género, los cuales constituyen, además, una responsabilidad y un compromiso para toda la sociedad en su conjunto. Las herramientas son el fomento de juegos

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cooperativos que refuercen destrezas y capacidades tradicionalmente diferenciadas, el análisis crítico de los textos, cuentos, películas infantiles, vídejuegos o canciones que reproducen modelos sexistas y visibilizar la participación equitativa en las tareas domésticas, el cuidado de menores o personas dependientes. En la orientación vocacional, académica y profesional, los equipos de orientación educativa tienen un papel muy importante a desarrollar.

profesional y el reparto igualitario de las tareas domésticas, así como el concurso Seré empresari@ estrictamente dirigido al alumnado que se encontrara cursando algún Ciclo Formativo tanto de Grado Medio como Superior en los IES de los municipios mancomunados. Con este último concurso lo que proponía era la introducción transversal de la perspectiva de género en los proyectos de los planes de empresa que con motivo de su especialidad cursada debían elaborar alumnos y alumnas al finalizar el curso.

La diversificación profesional implica la existencia de una presencia equilibrada de mujeres y hombres en todas las profesiones y/o ocupaciones remuneradas y reconocidas como tales en el mercado laboral. Esta diversificación posee un objetivo muy claro, y es que las personas, en su individualidad, en función de sus aptitudes, motivaciones y necesidades escojan libremente a qué quieren dedicarse profesionalmente, sin ser víctimas de limitaciones y coacciones de ideas infundadas que mediaticen y enajenen las decisiones vocacionales de cada mujer, de cada hombre. La garantía de que cada persona cuenta con las mismas oportunidades para desarrollar sus potencialidades beneficia al desarrollo de la sociedad en su conjunto. Con este marco de fondo el proyecto Equal NEMESIS a lo largo de su Acción 2 ha puesto en marcha una serie de acciones dentro de su lucha contra las desigualdad que por razón de sexo se produce en el mercado laboral, dirigidas al sistema educativo. La mismísima elaboración del Maletín =A2 para la mejora de la formación del profesorado de secundaria en materia de coeducación se perfila como una de estas medidas y cuya herencia se ve perpetuada a razón del proyecto de Acción 3 Coeducando, Igualamos. Otras acciones llevadas a cabo y que han supuesto la introducción de la filosofía de los proyectos Equal en el sistema educativo han sido: los Concursos de Cómics Carteles y Cuentos, tanto en primaria como secundaria y cuya temática versaba sobre la diversificación

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Asimismo, dentro del proyecto y dirigido al personal técnico de ambas mancomunidades se organizaron sendos cursos sobre Diversificación Profesional e impartidos por Fundación Mujeres con objeto de mejorar la formación de las técnicas y técnicos pertenecientes al proyecto en materia de igualdad de oportunidades.

Inicio y fin del proceso: la corresponsabilidad La proyección social de los géneros distingue la masculinidad de la feminidad. La primera se asocia a la producción y la creatividad al acto público pero también

privado. Lleva implícita la posibilidad de generar un proyecto de vida personal y social autónomo. Por contrapartida: la feminidad se asocia a la reproducción biológica y cultural y a los cuidados, situándose en el espacio privado y doméstico y caracterizándose por la imposibilidad de generar un proyecto de vida tanto personal como social ya que se encuentra supeditada a los intereses familiares. La realidad es que muchas mujeres han conseguido salir al espacio público, pero la verdad es que no se ha conseguido minimizar el impacto que los estereotipos de género tienen sobre sus proyectos vitales, ya que en la mayoría de las ocasiones se les obliga a escoger entre desarrollar una vida profesional o crear una familia. Las consecuencias de tener que escoger entre una opción u otra o intentar sobrellevar las dos provocan un impacto social a tener en cuenta: (1) disminución de la natalidad, retraso de la maternidad, crecimiento demográfico “0”, (2) acorralar y marginar a las mujeres al espacio privado y doméstico perdiendo así la sociedad en su conjunto la pluralidad y la diversidad como elementos enriquecedores procedentes de la óptica femenina y no permitiendo a las individualidades masculinas la vivencia de los beneficios que concede el espacio privado y (3) una generación de mujeres estresadas con tendencia a padecer enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño y de la alimentación, alteración del estado de ánimo, sentimientos de culpa e incapacidad, alteración de la atención y la concentración, … y un sinfín de consecuencias físicas y psicológicas. En relación al encasillamiento del ama de casa, imaginemos la siguiente oferta de trabajo: Se ofrece puesto de trabajo con las siguientes características: • Realizar múltiples y simultáneas actividades. • No existen unas condiciones

laborales de desempeño. • El servicio producido pasa desapercibido. • No existen horarios delimitados, se exige disponibilidad total. • No procede período vacacional, ni fines de semana de descanso… • La experiencia no puede incorporarse a ningún Currículo Vitae. • No es remunerado.

Y, este exceso de trabajo conlleva para las mujeres además de una mayor propensión a padecer enfermedades cardiovasculares, depresión, úlceras, diabetes, estrés… sentimientos de culpa por no atender bien sus responsabilidades, etc. Todo ello sin contar que la falta de tiempo provoca una baja participación femenina en su entorno social, cultural y político.

¿Alguien estaría dispuesto/a a participar en este proceso selectivo?...

Bajo la excusa de “no saber hacerlo” muchos hombres evaden su compromiso como parte integrante de la familia y responsable del mantenimiento del hogar en todas sus facetas. En estos casos, la comodidad de encontrarse con todo hecho es la razón principal para la evasión de deberes domésticos encubierta por el alegato del desconocimiento y de la torpeza. Apelando a la buena voluntad y al carácter innato del aprendizaje humano, la solución parece fácil. Pero la realidad dista mucho de solucionarse sólo a base de enseñar a un hombre cómo funciona una complicada lavadora. La solución a esta sobrecarga de trabajo que hoy día sufren las mujeres asalariadas implica una serie de medidas:

El trabajo doméstico abarca un amplio conjunto de actividades destinadas a producir bienes y servicios orientados al mantenimientoyaldesarrollofísico,psíquico y social de quienes conviven en el espacio doméstico. Por qué esta responsabilidad no está reconocida socialmente como trabajo se debe probablemente a no ser una tarea remunerada que, además de reunir todas las características descritas con anterioridad, constituye un esfuerzo ensombrecido e infravalorado por los quehaceres pertenecientes al ámbito público. Desde la perspectiva de la mujer trabajadora asalariada, la jornada laboral no concluye una vez se sale de la oficina, ya que al llegar a casa ésta se encuentra con una lista interminable de tareas que en muy pocos casos realiza a la par de su pareja. Los problemas de conciliación de las mujeres pasan por la escasa o nula implicación de los hombres en una serie de necesidades hogareñas que ellos también crean y de las cuales se desentienden por considerar que éstas son responsabilidad exclusiva de la mujer. Esta circunstancia es conocida como la doble jornada laboral.

• Valorización del trabajo doméstico, independientemente de su remuneración. Las mujeres (y hombres) que se dedican sólo y exclusivamente a las tareas domésticas merecen el mismo respeto en relación a su desempeño como cualquier otro u otra trabajadora. • Valorización de la población femenina trabajadora como parte activa del desarrollo económico y social, desde todos los puestos de trabajo y desde

todos los niveles. • Análisis del impacto de las políticas desde la perspectiva de género, con carácter cuantitativo y cualitativo para la mejora constante de las mismas. • Promoción de acciones, en el seno de las organizaciones, de conciliación laboral y familiar que permitan equitativamente atender el trabajo de dentro y de fuera de casa sin menoscabo para ninguno de los dos sistemas. • Implementación del mainstreaming de género, en tanto que dispositivo o estrategia para erradicar la desigualdad y acabar con los estereotipos de género, en aquellos contextos en que sea necesario. • Responsabilizar a todos y todas las ciudadanas del mantenimiento del hogar y de la atención a las personas, desterrando estereotipos de carácter sexista. • Y, con carácter transversal, el cambio de mentalidad de muchos hombres y muchas mujeres que hoy día siguen pensando que las mujeres nacen con el chip de amas de casa y del cuidado de nuestros hijos, hijas y mayores. Así las cosas, por un motivo u otro, se vuelve a hacer hincapié en el espíritu de las sociedades justas, democráticas y modernas, donde todas funciones deben ser desarrolladas por todos y por todas. Es injusto, que los hombres se pierdan la parte más reconfortante de los espacios privados, es injusto que el espacio público se pierda la contribución de las mujeres=

Empoderamiento femenino Aumento de mujeres en espacios de toma de decisiones

Aspectos fundamentales para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres

Participación de los varones en los campos que afectan a los cuidados para la vida de las personas y las emociones Eliminación de roles estereotipados por sexo Eliminación de la masculinización y feminización de los sectores de empleo y profesionales Visibilización de la presencia y las actuaciones de las mujeres en los ámbitos públicos Utilización equilibrada de los resursos desde una perspectiva de género

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laión n i p o de...

la coeducación vista y entendida desde el trabajo en red de los centros del profesorado.

Lidia García-Parrado Responsable de Coeducación del IES José Alcántara

— proyectos de coeducación en el IES José de Alcántara —

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Es sabido que la igualdad entre hombres y mujeres sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad a pesar de los logros de este último siglo, por eso creí oportuno presentar un proyecto de coeducación, durante el curso pasado, que educara a los alumnos y alumnas en una igualdad real. Muchos profesores y profesoras de este centro procuramos aplicar mecanismos de coeducación desde las distintas materias pero ahora todas esas labores fueron coordinadas por un proyecto conjunto de coeducación que mejoró el resultado.

Dado que la desigualdad real existente entre hombres y mujeres es un hecho social que trasciende los espacios físicos del aula y el centro, el ámbito de actuación de esta iniciativa pretendió implicar a los diferentes órganos escolares: Claustro, Consejo Escolar, y abarcar a toda la comunidad educativa: alumnado, profesorado, personal de administración y servicios y familias, colectivo imprescindible para construir una escuela de calidad y conseguir una sociedad más libre e igualitaria.

Este proyecto fue un instrumento para poder aplicar y desarrollar el I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación en nuestro centro y como coordinadora y responsable de coeducación en del mismo lo presenté al Claustro y al Consejo Escolar, que lo aprobaron. Además se hizo en colaboración con otros Institutos, intercambiando conocimientos, recursos y experiencias, se creó así una red de profesoras y profesores interesados y comprometidos con la coeducación, que desarrollaron un trabajo cooperativo y compartieron procesos de reflexión, indagación, deliberación y prácticas profesionales.

Se pretendió una intervención global con actuaciones generalizada para toda la comunidad educativa. Se encontrarían en este ámbito las iniciativas realizadas en torno a fechas emblemáticas (25 de noviembre, violencias contra las mujeres, 8 de marzo, mujer trabajadora, 28 de mayo, salud de las mujeres) las de respuesta inmediata a cualquier agresión a mujeres, y el establecimiento de canales de información y comunicación para el desarrollo y participación en las actividades. Otras actividades fueron dirigidas al alumnado por niveles, y como complemento del currículo,

incorporándose en muchos casos a la Programación de asignaturas como Música, Matemáticas, Lengua o Ciencias. En todos los casos se plantearon actividades que potenciaron la igualdad y las que ayudaron a detectar la desigualdad.

Para este curso escolar se presentó un proyecto intercentros, continuidad del titulado “Caminando hacia la igualdad” con el que iniciamos esta experiencia de trabajo colaborativo, compartiendo recursos, materiales y conocimiento. El tema específico que abordamos ahora es el de las nuevas masculinidades, evidenciando así que la tarea coeducativa nos concierne a todas y a todos, y con el que pretendemos profundizar y extender la red de profesoras y profesores de Córdoba comprometidos con la coeducación. La experiencia iniciada en el curso anterior “caminando hacia la igualdad”, ha impulsado con una continuidad en el abordaje de la tarea coeducativo desde temáticas y aspectos específicos. Hay que destacar que durante este curso se ha multiplicado el número de profesorado implicado en la tarea coeducativa pasando a ser la mitad de claustro la que trabaja directamente en esta materia. Observamos que dentro de nuestra realidad escolar existe un claro desequilibrio entre el interés mostrado ante la coeducación por profesoras y alumnas frente al de profesores y alumnos. Que el género no es un asunto exclusivo de mujeres, que la tarea coeducativa no favorece sólo a las alumnas y que no puede ser abordada exclusivamente por las profesoras son presupuestos iniciales de esta nueva propuesta, fundamentada en el hecho de que las relaciones de género involucran a hombres y mujeres, tienen que ver con la construcción de

la identidad femenina y masculina, abarcando la relación entre ambas, por lo tanto coeducar supone trabajar a favor de las chicas y a favor de los chicos. Las niñas deben evolucionar libres del estereotipo de la sumisión y la dependencia (ni económica, ni emocional , ni sentimental) , pero los niños no deben quedar atrapados en el estereotipo tradicional masculino (tan sesgado y limitador), tenemos

que desarrollar acciones pedagógicas que fomenten otras maneras de entender y vivir la masculinidad, educando a los chicos también en la ética del cuidado de las personas, en la cultura de la paz y el diálogo, y ello sin duda requiere de la participación de profesoras y profesores. Por esta razón se ha centrado el proyecto en el replanteamiento de los valores masculinos y la expresión de las diversas masculinidades, en la visibilización de la violencia y en abrir cauces para lograr ese cambio necesario que nos conduzca a la equidad en los espacios públicos y privados. Como muestra del proyecto ejemplificar algunas de las actividades llevadas a cabo en este primer trimestre como es la celebración del 25 de noviembre. Se han realizado entre otras actividades la lectura de un manifiesto en contra de a violencia machista, reparto de pegatinas con eslogan, panel sobre las víctimas de la violencias de género con manos negras, visionado de películas como “Te doy mis ojos”, elaboración de murales explicativos sobre la violencia, actividades curriculares (estereotipos masculinos en publicidad, análisis de canciones y de textos), dar a conocer las asociaciones de hombre por la igualdad. En estos tres años que llevo trabajando en Coeducación he notado dos cosas: que es absolutamente necesario seguir ahondando en este tema y que todo lo que hacemos tiene un efecto inmediato y beneficioso para ellas y ellos.

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a te a b e d La ley de igualdad en esencia

Desde las primeras referencias a la igualdad entre hombres y mujeres en nuestro país (ya realizadas en 1978 a través de la Constitución Española) la igualdad de oportunidades ha sido protagonista de distintas Convenciones, Asambleas Generales, Conferencias Mundiales… pero el reconocimiento efectivo y real del principio de igualdad no ha visto su colofón hasta la publicación de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, la cual en su Exposición de Motivos reza así: «La violencia de género, la discriminación salarial, la discriminación en las pensiones de viudedad, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar muestran como la igualdad plena, efectiva entre mujeres y hombres, aquella “perfecta igualdad que no admitiera poder ni privilegio para unos ni incapacidad para otros” en palabras escritas por John Stuart Mill hace casi 140 años, es todavía hoy una tarea pendiente que precisa de nuevos instrumentos jurídicos» La búsqueda de nuevos instrumentos que promuevan la igualdad de oportunidades es la que inspira la elaboración de una ley nueva y fuerte, revitalizadora y optimista, luchadora y enérgica, tajante y sin concesiones, cuyo objetivo principal es la consecución del principio universal, fundamental y jurídico que representa la igualdad entre mujeres y hombres, condición sine qua non las sociedades no pueden desvelarse ni justas ni democráticas, de ninguna de las maneras. Ocho títulos, treinta y una disposiciones adicionales, once disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y ocho disposiciones finales 16

perfilan, a grandes rasgos, dos directrices de trabajo en la materia que nos ocupa. Por un lado: el acceso al empleo, a la formación y a la promoción profesionales, y a las condiciones de trabajo, por otro lado: el acceso a bienes y servicios y su suministro. En su Exposición de Motivos la ley menciona el Principio de “Igualdad de trato entre mujeres y hombres” el cual supone la ausencia de toda discriminación por razón de sexo, tanto directa como indirecta. La discriminación directa por razón de sexo referencia la situación en que se encuentra una persona que sea, haya sido o pudiera ser tratada, en atención a su sexo, de manera menos favorable que otra en situación comparable. La indirecta hace referencia a la situación en que una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros pone a personas de un sexo en desventaja particular con respecto a personas del otro sexo, salvo que se pueda justificar objetivamente, en atención a una finalidad legítima y que los medios para alcanzar dicha finalidad sean necesarios y adecuados. Asimismo, el Principio de “Presencia o composición equilibrada” trata de asegurar una representación suficientemente significativa de ambos sexos en órganos y cargos de responsabilidad. Este principio informador ha alcanzado incluso a la normativa reguladora del Régimen Electoral General, con relevantes modificaciones en el texto de la correspondiente Ley Orgánica. Con el mismo espíritu se han incorporado también modificaciones en la Ley Orgánica del Poder Judicial. El título destinado al principio de igualdad y la tutela contra la discriminación analiza, entre otros, y de forma novedosa los conceptos de Acoso sexual y Acoso por razón de sexo. Igualmente

indica de forma expresa y exhaustiva la Tutela del derecho de igualdad, la Capacidad y legitimación procesales y La carga de la prueba. Así como las consecuencias jurídicas de las conductas discriminatorias. A lo largo de su articulado la Ley de Igualdad establece unas Políticas Públicas para la Igualdad —cuyo objetivo es conseguir la efectividad del principio de igualdad— determinando que toda actuación procedente de la Administración Pública ha de estar comprometida con el objetivo de conseguir la efectividad del derecho de igualdad entre mujeres y hombres, de ahí que todas las políticas, económica, laboral, social, cultural y artística, estén informadas por el principio de igualdad de trato y de oportunidades. Algunos de los objetivos a conseguir son: • Eliminar las diferencias retributivas entre mujeres y hombres. • Potenciar el crecimiento del empresariado femenino y el valor del trabajo de las mujeres, incluido el doméstico. • Erradicación de la violencia de género, familiar y todas las formas de violencia de acoso sexual y acoso por razón de sexo. • Adopción de medidas positivas para proteger a mujeres con especial vulnerabilidad. • Conciliación del trabajo con la vida personal y familiar de las mujeres y los hombres. • Implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en las relaciones sociales, culturales y artísticas. En este mismo título se establece la elaboración de un conjunto de planes e informes: 1. Plan estratégico de igualdad de oportunidades (y otros informes): En las materias que resulten competencia del Estado, el Gobierno aprobará periódicamente un Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades, que incluirá medidas para alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres y eliminar la discriminación por razón de sexo. 2. Planes municipales de organización del tiempo de la ciudad: Con el fin de avanzar hacia un reparto equitativo entre los tiempos entre mujeres y hombres, las Corporaciones Locales po-

drán establecer este tipo de planes. Sin perjuicio de las competencias de las Comunidades Autónomas, el Estado podrá prestar asistencia técnica en su elaboración. 3. Informe de impacto de género: Los proyectos de disposiciones generales y los planes de especial relevancia que se sometan a la aprobación del Consejo de Ministros deberán incorporar un informe sobre su impacto por razón de género. 4. Informe periódico de actuaciones: El Gobierno elaborará un informe periódico sobre el conjunto de sus actuaciones en relación con la efectividad del principio de igualdad. 5. Adecuación de estadísticas y estudios: Deberá integrarse la variable de sexo en las estadísticas, estudios y recogida de datos que se lleven a cabo. Asimismo, deberán incluirse nuevos indicadores y mecanismos que permitan conocer mejor las diferencias entre hombres y mujeres, y su incidencia en los distintos ámbitos de intervención. En cuanto a la Acción administrativa para la igualdad, la ley establece varias líneas de actuación dentro del marco de la vida social: 1. Educación. Será reglamentaria la igualdad de trato en todas las etapas educativas, eliminando comportamientos sexistas y estereotipos, con la integración de su estudio y aplicación en los cursos y programas para la formación del profesorado, y el establecimiento de medidas educativas destinadas al reconocimiento y enseñanza del papel de las mujeres en la Historia y demás disciplinas científicas. En el ámbito de la educación superior se fomentará la enseñanza y la investigación sobre el significado y alcance de la igualdad entre mujeres y hombres. 2. Creación y producción artística e intelectual. Estos son: actuaciones dirigidas a favorecer la promoción específica de la mujer, ayudar a la creación y producción artística e intelectual de autoría femenina. 3. Salud. Las Administraciones Públicas garantizarán un igual derecho a la salud de hombres y mujeres, y prevendrán el trato discriminatorio de

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a te deba

estas últimas. Se fomentará la investigación científica que atienda a las diferencias entre hombres y mujeres en relación con la protección de la salud. 4. Sociedad de la información. También informará el principio de igualdad todos los programas públicos de desarrollo de la Sociedad de la información. 5. Deporte. Los programas públicos de desarrollo del deporte incorporarán la efectiva consideración del principio de igualdad entre hombres y mujeres. El Gobierno promoverá el deporte femenino. 6. Desarrollo rural: 6.1. La Titularidad Compartida. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales desarrollará la figura del la Titularidad Compartida, para que se conozcan plenamente los derechos de las mujeres en el sector agrario, su protección de la Seguridad Social y el reconocimiento de su trabajo. 6.2. Formación de las mujeres. Se promoverá la formación y la educación de las mujeres así como nuevas actividades laborales que favorezcan el trabajo femenino en el mundo rural.

7. Políticas urbanas, de ordenación territorial y de vivienda. Se fomentará el acceso a la vivienda de las mujeres en situación de necesidad o en riesgo de exclusión, y de las que hayan sido víctimas de violencia de género, en especial cuando existan hijos e hijas menores exclusivamente a su cargo. 8. Cooperación para el desarrollo. Se elaborará una Estrategia Sectorial de Igualdad para la cooperación española. La Administración Española planteará un proceso progresivo de integración efectiva del principio de igualdad y del enfoque de género en desarrollo, que haga efectiva la aplicación de la Estrategia Sectorial de Igualdad entre mujeres y hombres. En cuanto a los Medios de Comunicación de

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Titularidad pública, la ley establece una serie de medidas, Los medios de comunicación social de titularidad pública: Velarán por la transmisión de una imagen igualitaria, plural y no estereotipada de mujeres y hombres y Promoverán el conocimiento y la difusión del principio de igualdad. Los medios de comunicación social de titularidad privada respetarán también el principio de igualdad. En esta línea: las Administraciones públicas promoverán la adopción por parte de los medios de comunicación de acuerdos de autorregulación que contribuyan al cumplimiento de la legislación en materia de igualdad y en este sentido: la publicidad que comporte una conducta discriminatoria se considerará publicidad ilícita, en los términos previstos en la legislación general aplicable al respecto. Con respecto a la contratación pública, la ley instaura unas Condiciones especiales en los contratos, por los cuales las Administraciones Públicas pueden establecer en los contratos que se celebren condiciones especiales cuyo objetivo sea el impulso de la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral. Con respecto a los Contratos de la Administración General del Estado, anualmente, el Consejo de Ministros determinará los contratos de la Administración General del Estado y organismos autónomos que obligatoriamente deberán incluir entre sus condiciones de ejecución medidas tendentes a promover la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el mercado de trabajo. En relación con las Subvenciones públicas, la ley confirma una valoración íntegra de: • Las medidas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral. • La responsabilidad social de la empresa. • La obtención del distintivo empresarial. • La igualdad y el derecho al trabajo La Mejora de la Empleabilidad de las mujeres es también objeto de actuación de la ley de igualdad y este sentido determina que uno de los objetivos de las políticas de empleo será aumentar la participación de las mujeres en el mercado de trabajo y avanzar en la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

La negociación colectiva y su relación directa con Los Planes de Igualdad, se verá afectada ya que se establecerán medidas de acción positiva para favorecer el acceso de las mujeres al empleo y existirá el deber de negociar en los Convenios Colectivos medidas dirigidas a promover la igualdad de trato y de oportunidades. En las empresas de más de 250 trabajadores/as será de obligada elaboración un Plan de Igualdad, siendo en el resto de empresas: de carácter voluntario, previa consulta a los/as representantes de los y las trabajadoras. En materia de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, las novedades normativas más destacables incorporadas por la nueva Ley de Igualdad se refieren a: • La Adaptación y distribución de la jornada. • Los Permisos retribuidos. • La Reducción de jornada por guarda legal. • Las Vacaciones. • El Riesgo durante la lactancia natural. • La Suspensión del contrato por maternidad, adopción o acogimiento. • La Suspensión del contrato por paternidad. • La Excedencia. • La Nulidad de la extinción del contrato por causas objetivas. • Las Consideraciones sobre el despido. • Las Competencias e información del Comité de Empresa. • El Distintivo Empresarial en materia de igualdad. En el empleo público también se aplicarán los principios de igualdad y de presencia equilibrada en la Administración General del Estado y en sus organismos. Así lo ponen de manifiesto las modificaciones aplicadas en el régimen de excedencias, reducciones de jornada, permisos u otros beneficios con el fin de proteger la maternidad y facilitar la conciliación de la vida personal y familiar con la profesional. Mención aparte tienen las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Ley de Igualdad. En la segunda directriz marcada en la Exposición de Motivos, sobre el acceso a bienes y servicios y su suministro la ley adopta, entre otras, las si-

guientes medidas: • Todas las personas que suministren bienes o servicios disponibles para el público tendrán la obligación de cumplir el principio de igualdad de trato. • Ningún contratante podrá indagar sobre la situación de embarazo de una mujer demandante de bienes o servicios. • Se prohíben los contratos de seguros o de servicios financieros en los que se considere el sexo como factor de cálculo de primas y prestaciones, respecto a los cuales los costes relacionados con el embarazo no justificarán diferencias. En lo concerniente a la responsabilidad social de las empresas, éstas podrán realizar voluntariamente acciones de de este tipo, consistentes en adoptar medidas que promuevan condiciones de igualdad de oportunidades dentro de la empresa o en su entorno social. Asimismo podrán hacer uso publicitario de sus acciones de responsabilidad en esta materia. Y ya para finalizar el análisis de la propuesta legislativa en materia de igualdad, desde el punto de vista organizativo, la ley ha creado los siguientes organismos: • Comisión interministerial de igualdad entre mujeres y hombres: Órgano colegiado encargado de coordinar las políticas y medidas adoptadas en los departamentos ministeriales para garantizar la implantación del principio de igualdad. • Unidades de igualdad: En los Ministerios se encomendará a uno de sus órganos directivos el desarrollo de las funciones relacionadas con el principio de igualdad. • Consejo de participación de la mujer: Órgano colegiado de consulta y asesoramiento. La Ley Orgánica para la Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres denota el interés de la administración pública por la consecución de una sociedad moderna, justa y democrática en la que toda la ciudadanía sea protagonista activa en la construcción de un futuro equitativo donde hombres y mujeres caminen a la par.

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a lo visible

o l e d ible ni vis

a lo visible

Olympe de Gouges será una de las primeras autoras que defenderá enardecidamente los derechos de la mujer. Son escasos los datos que existen sobre su vida, ya que sus enemigos trataron de eliminarla de la historia a través del denuesto y el olvido. Marie Gouze, como se llamaba en realidad, nace en el año 1748 en Montauban, una localidad situada en la región de Mediodía-Pirineos, al sur de Francia. Era hija ilegítima de un aristócrata muy influyente en la ciudad, Jean-Jacques Lefranc de Caix de Lisle et de Pompignan, y de Anne-Olympe Mouisset, una mujer de extracción humilde. Fue reconocida por el esposo de su madre, un carnicero cuyo nombre era Pierre Gouze. Recibe una instrucción modesta, considerada suficiente para una mujer de su rango social; sus deficiencias culturales se verán reflejadas en sus futuros escritos. En 1765 Olympe contrae nupcias con Louis-Yves Aubry, figonero y proveedor de vituallas del intendente de la región de Montauban. Fue un matrimonio breve e infeliz. Su esposo muere en 1766, poco después de que Olympe diera a luz a su primer hijo, Pierre. A partir de este momento, renuncia al apellido de su marido, haciéndose llamar desde entonces Olympe de Gouges. Toma el nombre de Olympe por sus resonancias clásicas y para establecer cierto vínculo con su madre; modifica ligeramente su apellido y le añade la preposición “de” para elevar su rango, práctica común en aquella época. Olympe conocía perfectamente su bastardía, y es un tema que tratará ampliamente en sus escritos, ya que de algún modo la obsesionaba.

Retrato de Olympe de Gouges

Hacia 1768 Olympe abandona su ciudad natal para dirigirse a París con su hijo Pierre. En la capital francesa frecuentará ambientes refinados y tendrá contacto con las más altas esferas de la sociedad. En 1770 nace su hija Julie, fruto de su relación con Jacques Bietrix de Roziere, hombre de posibles, pero la niña muere a corta edad. Es a partir de 1780 cuando la vida de Olympe da un giro radical; deja su vida de esparcimiento para dedicar todos sus esfuerzos y su patrimonio a la escritura. Su reputación se vio seriamente dañada al ser víctima de la maledicencia de sus colegas de profesión. No obstante, esto no desalentará a la autora, que continuará su labor con aún mayor fervor e insistencia. Su trayectoria como literata comienza con la composición de obras teatrales de profundo calado reivindicativo, en las que pondrá en tela de juicio ciertas prácticas comunes de su tiempo como, por ejemplo, la esclavitud —“Zamore et Mirza ou l´Heureux naufrage” (1784) (Zamora y Mirza o el naufragio feliz), rebautizada más tarde como L´Esclavage des Noirs (La esclavitud de los negros)—. Desatará la polémica y

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Olympe de Gouges

el escándalo con su producción dramática, hasta el punto de granjearse el odio de los miembros de la Comedia Francesa, organismo que elegía las obras que se debían representar en la ciudad y que contaba con el apoyo y la protección del monarca Luís XVI. A partir de 1788, Olympe realiza su incursión definitiva en el ámbito de la escritura abiertamente política con Lettre au Peuple ou le projet d´une Caisse patriotique (Carta al pueblo o el proyecto de una caja patriotica), publicada en el “Journal General de France”; la autora propone en su carta soluciones posibles para paliar la difícil situación económica que atravesaba el país. Olympe es perfectamente consciente de las injusticias sociales, que afectan principalmente a las mujeres, a las minorías y a los desvalidos. La escritora, aunque vehemente en sus formas, había adoptado una posición política moderada, que contemplaba incluso la pervivencia de la monarquía si ésta última renunciaba a sus privilegios absolutistas y aprobaba una constitución. Los acontecimientos de la Revolución Francesa se suceden rápidamente desde junio, con la creación de la Asamblea Nacional, pasando por el establecimiento en julio de la Asamblea Nacional Constituyente, para culminar en la Toma de la Bastilla el 14 de julio. Olympe exige a Luís XVI en su escrito Séance Royale (Sesión Real) que abdique y nombre a un regente. Las sospechas de los republicanos recaen en la autora de Montauban, ya que temían que pudiera exigir la subida al trono de Felipe de Orleáns, con el que mantenía una estrecha relación. Finalmente, el monarca aprueba la constitución en 1791. Olympe, pocos días después de la ratificación de Luís XVI, publica la Déclaration des droits de la femme et de la citoyenne (La Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana). Para su elaboración, utiliza el esquema de la Déclaration des droits de l´homme et du citoyen (La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano), redactada en 1789 por Sièyes y Mirabeau y de la que se excluía por completo a la mujer; en ella exige un sistema jurídico basado en la igualdad fundamental entre hombres y mujeres. En 1792 cae la monarquía y se proclama la República, alzándose en el poder la Montaña, la facción revolucionaria más radical, formada por Robespierre y Marat, entre otros. La autora no dudará en arremeter duramente contra los líderes de la República a través de sus numerosos manifiestos, lo cual no hará más que aumentar la antipatía que éstos ya sentían hacia Olympe por su trayectoria política y reivindicativa. En enero de 1793 Luís XVI es ejecutado. La escritora decide abandonar París debido al giro que están tomando los acontecimientos y refugiarse en la Touraine, en el valle del Loira. Sin embargo, regresa nuevamente a París para publicar sus manifiestos Le trois urnes (Tres urnas), ou le salut de la Patrie (La salvación de la Patria), par un voyageur aérien (Por un viaje aéreo). En julio de 1793, Olympe es detenida tras ser denunciada por el impresor de su escrito. Pasa varios meses en prisión, teniendo que soportar unas condiciones de vida infrahumanas. El 2 de noviembre de ese mismo año es juzgada; tendrá que defenderse a sí misma en el juicio, ya que se le niega el abogado que ella había elegido. Se la acusa de ser girondina y de haber traicionado a la República. Finalmente, es declarada culpable y ejecutada en la guillotina el 3 de noviembre de 1793, como paradójicamente había exigido en su declaración de derechos para aquellas mujeres culpables de algún delito grave. Diez días después de su muerte, su hijo, Pierre Aubry, oficial del ejército de la República, firma una “profesión de fe cívica” en la que reniega de su madre.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER Y DE LA CIUDADANA PREÁMBULO. Las madres, hijas, hermanas, representantes de la nación, piden que se las constituya en Asamblea Nacional. Por considerar que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males públicos y de la corrupción de 105 gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes, a fin de que los actos del poder de las mujeres y los del poder de los hombres puedan ser, en todo instante, comparados con el objetivo de toda institución política y sean más respetados por ella, a fin de que las reclamaciones de las ciudadanas, fundadas a partir de ahora en principios simples e indiscutibles, se dirijan siempre al mantenimiento de la Constitución, de las buenas costumbres y de la felicidad de todos. En consecuencia, el sexo superior tanto en belleza en coraje, como en los sufrimientos maternos, reconoce y declara, en presencia y bajo 105 auspicios del Ser Supremo, los Derechos siguientes de la Mujer y de la Ciudadana. ARTÍCULO PRIMERO. La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común. II. El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión. III. El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación que no es más que la reunión de la Mujer y el Hombre: ningún cuerpo, ningún individuo, puede ejercer autoridad que no emane de ellos. IV. La libertad y la justicia consisten en devolver todo lo que pertenece a los otros; así, el ejercicio de los derechos naturales de la mujer sólo tiene por límites la tiranía perpetua que el hombre le opone; estos límites deben ser corregidos por las leyes de la naturaleza y de la razón. V. Las leyes de la naturaleza y de la razón prohíben todas las acciones perjudiciales para la Sociedad: todo lo que no esté prohibido por estas leyes, prudentes y divinas, no puede ser impedido y nadie puede ser obligado a hacer lo que ellas no ordenan. VI. La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y Ciudadanos deben participar en su formación personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos; todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que la de sus virtudes y sus talentos. VII. Ninguna mujer se halla eximida de ser acusada, detenida y encarcelada en los casos determinados por la Ley. Las mujeres obedecen como los hombres a esta Ley rigurosa. VIII. La Ley sólo debe establecer penas estrictas y evidentemente necesarias y nadie puede ser castigado más que en virtud de una Ley establecida y promulgada anteriormente al delito y legalmente aplicada a las mujeres. IX. Sobre toda mujer que haya sido declarada culpable caerá todo el rigor de la Ley. X. Nadie debe ser molestado por sus opiniones incluso fundamentales; si la mujer tiene el derecho de subir al cadalso, debe tener también igualmente el de subir a la Tribuna con tal que sus manifestaciones no alteren el orden público establecido por la Ley. XI. La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más preciosos de la mujer, puesto que esta libertad asegura la legitimidad de los padres con relación a los hijos. Toda ciudadana puede, pues, decir libremente, soy madre de un hijo que os pertenece, sin que un prejuicio bárbaro la fuerce a disimular la verdad; con la salvedad de responder por el abuso de esta libertad en los casos determinados por la Ley. XII. La garantía de los derechos de la mujer y de la ciudadana implica una utilidad mayor; esta garantía debe ser instituida para ventaja de todos y no para utilidad particular de aquellas a quienes es confiada. XIII. Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, las contribuciones de la mujer y del hombre son las mismas; ella participa en todas las prestaciones personales, en todas las tareas penosas, por lo tanto, debe participar en la distribución de los puestos, empleos, cargos, dignidades y otras actividades. XIV. Las Ciudadanas y Ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o por medio de sus representantes, la necesidad de la contribución pública. Las Ciudadanas únicamente pueden aprobarla si se admite un reparto igual, no sólo en la fortuna sino también en la administración pública, y si determinan la cuota, la base tributaria, la recaudación y la duración del impuesto. XV. La masa de las mujeres, agrupada con la de los hombres para la contribución, tiene el derecho de pedir cuentas de su administración a todo agente público. XVI. Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no esté asegurada, ni la separación de los poderes determinada, no tiene constitución; la constitución es nula si la mayoría de los individuos que componen la Nación no ha cooperado en su redacción. XVII. Las propiedades pertenecen a todos los sexos reunidos o separados; son, para cada uno, un derecho inviolable y sagrado; nadie puede ser privado de ella como verdadero patrimonio de la naturaleza a no ser que la necesidad pública, legalmente constatada, lo exija de manera evidente y bajo la condición de una justa y previa indemnización. EPÍLOGO. Mujer, despierta; el rebato de la razón se hace oír en todo el universo; reconoce tus derechos. El potente imperio de la naturaleza ha dejado de estar rodeado de prejuicios, fanatismo, superstición y mentiras. La antorcha de la verdad ha disipado todas las nubes de la necedad y la

usurpación. El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas. Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ;Oh, mujeres! ¡Mujeres! ¿Cuando dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución? Un desprecio más marcado, un desdén más visible... ¿Qué os queda entonces?, la convicción de las injusticias del hombre. La reclamación de vuestro patrimonio, fundado sobre los sabios decretos de la naturaleza; ¿qué tendríais vosotras que temer de una tan noble empresa, acaso las buenas palabras del legislador de las Bodas de Cannaán? ¿Creéis a nuestros legisladores franceses, correctores de esa moral largo tiempo vigente, pero ya trasnochada, cuando nos repiten: mujeres, ¿qué hay de común entre nosotros y vosotras? Todo, tendríais que responder. Si ellos se obstinan, en su debilidad, colocando esta inconsecuencia en contradicción con sus principios, oponed valerosamente la fuerza de la razón a sus vanas pretensiones de superioridad, uníos bajo el estandarte de la filosofía, desplegad toda la energía de vuestro carácter, y veréis pronto a estos prepotentes, nuestros serviles adoradores arrastrándose a vuestros pies, pero orgullosos de compartir con vosotras los tesoros del Ser Supremo. Cualesquiera sean las barreras que se os opongan, está en vuestro poder derribarlas, sólo tenéis que querer. Pasemos ahora a ese espantoso cuadro dentro del cual habéis estado en la sociedad y porque ya ha llegado el momento de una educación nacional, veamos si nuestros sabios legisladores pensaran con sensatez acerca de la educación femenina. Las mujeres, sin embargo, no han sabido hacerlo bien, pues la presión y el disimulo han sido su herencia, así, lo que la fuerza les arrebató, la astucia tuvo que devolvérselo, entonces ellas han recurrido a todos los resortes de sus encantos y nadie se les ha podido resistir. El veneno, el hierro, eso es lo que han manejado las mujeres, practicando tanto el crimen como la virtud. El gobierno francés, sobre todo, ha dependido durante siglos de la administración nocturna femenina; en el gabinete no había secretos para su indiscreción –la de los varones-; embajada, órdenes, ministerio, presidencia, pontificado, cardenalato, en fin, todo lo que caracteriza la estupidez de los hombres, en profano y sacro, todo lo que ha estado sometido a la codicia y a la ambición de este sexo antiguamente despreciable y respetado, y desde de la Revolución, respetable y equivocado. En esta suerte de antitesis ¡cuantas observaciones podría señalar! y no tengo más que un momento para hacerlos, pero ese instante fijará la atención de la posteridad incluso de la más lejana. Bajo el antiguo régimen, todo era vicioso, todo era culpable, pero, ¿no se podría apercibir la mejora de las cosas en la sustancia misma de los vicios? Una mujer no tenía otra necesidad que la de ser bella o amable, y cuando poseía estas dos ventajas veía cientos de fortunas a sus plantas. Y si ella no sacaba beneficio es porque tendría un carácter extravagante o bien una filosofía poco común que la llevaría al desprecio de las riquezas, por tanto no sería considerada otra cosa mejor que una cabeza sin seso; pues la más indecente se hace respetar con el oro ya que el comercio de las mujeres ha sido una especie de industria admitida habitualmente, y que, en lo sucesivo, no tendrá más crédito. Si esto durase, la Revolución estaría perdida, y bajo los nuevos ejemplos, nosotros estaríamos corrompidos por siempre. Entre tanto, la razón puede disimular que todo otro camino a la fortuna está cerrado a la mujer que el hombre compra -como la esclava se adquiere en las costas de África-. Pero aquí no se ignora que existe una gran diferencia; la esclava manda (sexualmente) en el amo para el exclusivo placer de éste, pero si el amo le da la libera sin recompensarla hay una edad en la cual la esclava ya ha perdido todos sus encantos, entonces, ¿en qué se convierte esta infortunada? Es la víctima del desprecio; las mismas puertas de la beneficencia le son cerradas, ella es pobre y vieja, entonces dicen, ¿por qué no ha procurado hacer fortuna? Otros ejemplos todavía más punzantes se ofrecen a la razón. Una jovencita sin experiencia, seducida por el hombre al que ama, abandonará a sus padres para seguirle y el ingrato la dejará después de algunos años y cuando ella haya envejecido a su lado, más la inconstancia del varón será inhumana; si ella tiene hijos, él la abandonará lo mismo. Si es rico se creerá dispensado de compartir esa fortuna con sus víctimas. Si un vínculo le ata a sus deberes, violará esas obligaciones esperándolo todo de las leyes, y si está casado, cualquier otro lazo pierde sus derechos. ¿Que leyes, hay que hacer para extirpar el vicio en su raíz?: la del reparto de las fortunas entre los hombres y las mujeres, y de la administración pública. Se concibe acomodaticiamente que aquella que ha nacido en el seno de una familia rica, gana mucho con la igualdad de la herencia, pero aquella que haya nacido en el de una familia pobre, poseyendo sólo el mérito de sus virtudes, ¿qué premio obtendrá? La pobreza es su oprobio. Si la mujer no destaca precisamente en música o en pintura, no puede ser admitida en ninguna función pública, cuando pudiera tener toda la capacidad para ello. No quiero decir que no se aperciban estas cosas, pero yo las profundizaré en la nueva edición de todas mis obras políticas, que me propongo dar al público en unos días, con sus anotaciones. Reprendo mi texto en cuanto a moral. El matrimonio es la tumba de la confianza y del amor. La mujer casada puede impunemente dar hijos bastardos a su marido y la fortuna que no le pertenece. Aquella que no está casada no tiene sino un débil derecho: las antiguas e inhumanas leyes rechazan el derecho sobre el nombre y sobre los bienes del padre para sus hijos, y no se han escrito nuevas leyes sobre esta materia. Si intentar conceder a mi sexo una consistencia honorable y justa, se considera en este momento como una paradoja por mi parte y como tentar lo imposible, yo dejo a los hombres venideros la gloria de tratar esta materia, pero en la espera, puede prepararse la educación nacional, por la restauración de costumbres y por las convenciones conyugales. (Redactada en 1789 por Olympe de Gouges para ser decretada por la Asamblea Nacional Francesa)

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entr e tú no me cuentes cuentos Ese dulce momento cuando a la hora de acostarme papá o mamá se acurrucaba conmigo en la cama para contarme una bonita historia a modo de salvoconducto al reino de Morfeo, se me antoja ahora ácido y a veces vomitivo cuando soy yo la que se acurruca con mi niño para hacerle partícipe de ese acervo cultural que se supone debemos transmitir intergeneracionalmente. Lo siento, pero yo me niego. No a acurrucarme con mi hijo en la cama, sino a contarle esos cuentos que me contaban a mí de niña. Me niego contribuir con un granito de arena (mi granito de arena) a que se perpetúe la imagen de la mujer esclava de su casa, criada de su marido y “siempredispuestaatodo” con sus hijos e hijas, que además está siempre guapísima como recién salida de la peluquería y con un vestido carísimo que le sienta divino de la muerte. Una mujer deliciosamente modosa y temeraria, delicada y suave en las formas, sumisa y dependiente cuya única aspiración en la vida es ser casada y amada. Pero en los cuentos también hay otro tipo de mujer, esa que representa la malicia que nos caracteriza desde el Génesis (o sea, desde siempre): brujas envidiosas, ambiciosas, perversas y sádicas cuyo fin es el de hacerle la vida imposible a esa tierna damisela. No hay término medio. Mientras tanto el hombre: joven, blanco, guapo, caballeroso y valiente, “siempresalvador” de nuestra princesa de ensueño la cual, malherida por una flecha de Cupido, acaba cayendo rendida en los brazos de su benefactor, prometiéndole amor eterno y descendencia. Podríamos hacer un repaso por todo el haber cuentístico. Seguro en todos y cada uno de esos relatos encontramos enclaustrada una mujer representando un papel de fantasía, irreal e inviable y en esta línea por allá los años 40 un dibujante un tanto cuentista creó la imagen de una princesa de fábula que hoy día parece haberse quedado tan congelada como él. Analicemos algunos relatos de nuestro amigo el cuentacuentos y reflexionemos: Bella vive secuestrada por un monstruo (del que acaba enamorándose) en un castillo tenebroso porque la muchacha en un acto de sacrificio se intercambia con su enfermo y mayor padre. Más que un cuento, este caso podría ser estudiado para una tesis de doctorado: “El síndrome de Estocolmo: enamoramiento y matrimonio”. Así, no me resulta difícil entender cómo siendo la protagonista, la Bella Durmiente se pasa todo el cuento dormida por culpa de una bruja arpía. Creo que el personaje no tenía ninguna frase, el Soldado nº 6 hablaba mucho más. La hermosa muchacha duerme hasta que llega el valeroso príncipe que al besarla en los labios rompe el maléfico encantamiento. Blancanieves decide ser madre adoptiva de una piara de 7 hijitos (no hay más que ver cómo tenían la casa) ya que sin que nadie se lo pida se encarga de limpiar, cocinar, cuidar… hasta que la típica bruja malvada se cruza en su camino y la duerme con su manzana cual bicha del paraíso. Luego llega el maravilloso príncipe y ya sabemos. Cenicienta, criada de sus hermanastras, pierde un zapato de cristal (vaya incomodidad, por cierto) y hasta

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y yo

que no llega el apuesto infante (¡menos mal!) la pobre sufridora no tiene otra opción que vivir bajo el yugo de su madrastra. No se estilaba por entonces la emancipación femenina. No es casual que en el desarrollo de la mayoría de las historias infantiles, creadas a lo largo de la historia de la humanidad y hasta la actualidad, haya sutiles referencias al poder de lo masculino sobre lo femenino, algunos rasgos de violencia permitida hacia las protagonistas y justificada bajo la protección paternalista que el varón ejerce sobre la vulnerable dama: las fábulas no han hecho más que hacerse eco de las costumbres sociales del momento en el que fueron creadas. Este argumento, razonable en época de nuestros y nuestras bisabuelas no es válido hoy en día. Si entendemos que los roles típicamente masculinos y femeninos han evolucionado de acuerdo al momento en el que vivimos, es de esperar que el fondo y la forma de los cuentos también lo hagan. No es justo que los roles sigan estereotipados al máximo: las mujeres encargadas del trabajo doméstico y del cuidado de las personas y los hombres responsables del trabajo duro y del sustento económico familiar. Es justa la reflexión y la actualización de aquellos cuentos: una Caperucita libre de responsabilidades respecto a su abuela, una mamá de Pulgarcito trabajando en el campo junto a su marido, un brujo engatusando a Hansel y Gretel… La perpetuación de los roles atribuidos clásicamente a hombre y mujeres se escapan a través de la continuidad oral del filtro que imponen las políticas de fomento de la igualdad de oportunidades. Es injusto que se siga vendiendo la imagen de una mujer dócil, pasiva, tierna, sumisa, carente de destrezas, frívola, inestable emocionalmente o todo lo contrario: independiente y autosuficiente pero malvada y envidiosa… y del hombre: dinámico, agresivo, dominante, con aptitudes intelectuales y fuerza física, racional, franco, valiente, noble o eficiente. La esencia de estas historietas siempre gira en torno a un protagonista masculino ensalzado por un cúmulo de características relacionadas con la nobleza y la valentía, desarrollando un papel que ejerce el giro radical de los acontecimientos de la historia, paralelamente la protagonista femenina permanece en un segundo plano con una actitud pasiva y receptora cuyas características esenciales se basan en la belleza física. El cambio sustancial del hilo de la historia se hace necesario ya que mientras se sigan transmitiendo valores de supremacía del hombre sobre la mujer a través de los, aparentemente inofensivos, cuentos, el camino hacia la igualdad efectiva en nuestra sociedad de hoy en día, y por ende: futura, se transforma en tortuoso, largo e inacabable. Y ya que desde la óptica de la igualdad de género se aboga por la revisión de los cuentos, fábulas e historias, os invito a la, también visión crítica, de las, a veces malintencionadas, nanas y canciones que ya desde la cuna están invitando a los niños a expresar su virilidad y el ejercicio legitimado del poder sobre las mujeres. Así que neguémonos, todos y todas, a comer perdices y variemos el menú de una vez=

s e d a d i v i ct

a

¿SON LAS CANCIONES UNA SIMPLE MELODÍA? ¿QUÉ MENSAJES NOS TRANSMITEN?

LEE ATENTAMENTE LA LETRA DE LAS SIGUIENTES CANCIONES: ANALIZA LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO QUE TRANSMITEN CAPERUCITA. ISMAEL SERRANO Caperucita, solo tiene 16 primaveras sin flores papá le dice: “ven, Caperucita eres joven, y tienes que aprender a ocuparte de la casa, que serás una mujer. Para que seas buena esposa y no envejezcas sola en la cama y en la cocina, has de saber alegrar a tu marido, y cuidar de cada hijo, que te atrapa tu destino, que has de ser madre y esposa” Y la pobre caperucita, llora Quiero volar lejos de aquí escapar dime mi bien, quién me llorará... si me dan alas y echo a volar... Quiero dormir, no quiero despertar quiero ser la lluvia, al otro lado del cristal, quizás alguien me espere, en la oscuridad. Una fría tarde, Caperucita iba a casa de su abuela a llevarle comida, Cuando se encontró, con un lobo feroz “Dime donde vas niña, que te acompaño yo” La muchacha se supo perdida, gritaba Caperucita, mientras la devoraba el lobo bajo la falda del vestido estallaron los dormidos sueños que en la noche la mantenían viva Pobre Caperucita... Una fría mañana, caperucita se casó, vestida de blanco, bella como una flor LA MUJER IDEAL, DANZA INVISIBLE La mujer ideal Sería fatal y tierna Y me dejaría ser El hombre de las cavernas. Capaz en la cocina Alegre en la cama Un espectáculo en la calle Amable por la mañana. Y si algún día La llegara a encontrar

No sé si pensaría Que soy su hombre ideal. (...) Sé cómo es Y no sé su nombre Ella es el sueño De cualquier hombre. La mujer ideal De curvas perfectas Nunca me dejaría

Su marido muy elegante, otro lobo feroz. Y su padre orgulloso, lloraba de emoción. Ahora, cada noche el lobo la devora clava sus dientes y llora Caperucita espera que un aullido le diga que el dormido animal despertó, después descansa tranquilo, el malvado, lobo feroz. La cara de caperucita, alumbra una sonrisa, mientras mece una cuna, en ella está una niña Quizás futura oveja, para un lobo feroz, A no ser que afortunada, la rescate tu amor... Caperucita la arrulla contra el pecho y un murmullo lento y lleno, de esperanza y vida Canta Caperucita... Quiero volar Lejos de aquí escapar dime mi bien, quién me llorará... Si me dan alas y echo a volar... Quiero dormir, no quiero despertar Quiero ser la lluvia, al otro lado del cristal, quizás alguien me espere, en la oscuridad... Quiero volar…

Dormir la siesta. Al mismo tiempo Sensual y elegante Lo mismo por detrás Que por delante. No la puedes buscar Ni pedir por encargo Hay que estar atento Y que no pase de largo.

¿QUIÉN HACE QUÉ? Pon una cruz en la casilla que corresponda, dependiendo de quien realice los siguientes trabajos o tareas en casa. Razona los resultados e intenta buscar una explicación de los mismos.

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n ó z bu ractivo inte

s ione ico: uest n o c electrón ió in o p corre r tu o llega uenta de nos c r e c la s, ha avés de tr encia uger pinión a s s u o st arno víanos tu unic com ción: En n e s uca dude coed , no pa: la letín u o c b o nos este en: ar en teria que mos ticip Esta a r . a s m p o en la seas alam , Igu Si de l debate, .es ando e c o a u t r d a a e i p 3 Co guad ción sis@ la Ac e m e d o m c o . ne nic mos o téc uala equip en: g l i e a r t n o O en to co cand ntac ato oedu en co c e t . n uadi o lta p del G ión www u s e l n l a c co os V e la Esta uier icipi d cualq Mun /n · Ctra Para e d ad a, s unid Papeler evo u a com Man dustrial L -Pueblon In ya o r r 2 a Pol. 2 6 70 0 Peñ 1420 no: 957 5 o f lé Te

DATOS DE

CONTACTO

Le animamos a acceder a nuestra plataforma digital para obtener más información sobre el Maletín =a2 (Igualados) y Coeducando, Igualamos en la siguiente dirección web: www.coeducando-igualamos.com

Igualmente, le facilitamos nuestros datos telefónicos y correo electrónico por si desea realizar cualquier consulta o sugerencia directamente: Mancomunidad MM Valle del Guadiato Proyecto Equal N.E.M.E.S.I.S. Acción 3 “Coeducando, Igualamos” 957 56 70 22

/ [email protected]

El Proyecto Equal NEMESIS (AD 470) está cofinanciado por el Fondo Social Europeo y por el Servicio Andaluz de Empleo de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía.

Su propuesta de Acción 3 “Coeducando, Igualamos” está cofinanciada por el Fondo Social Europeo y la Mancomunidad de Municipios Valle del Guadiato.

ENTIDADES SOCIAS de la AD Nº 470 que participan en el desarrollo de “COEDUCANDO, IGUALAMOS”

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