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Año I - nº 2

DIARREAS NEONATALES PRINCIPALES PROCESOS VÍRICOS(IBR/BVD)

Presentación

Combatir las patologías más frecuentes

De las primeras conoceremos cuales son los principales microorganismos implicados y que medidas de control podemos aplicar para disminuir su incidencia, haciendo especial hincapié en las pautas de manejo y en la profilaxis vacunal. El BVD y el IBR son causa de abortos en ganado vacuno y es importante conocer estas enfermedades porque en nuestro país afectan, prácticamente, a la mitad de la cabaña ganadera. La aplicación de medidas de bioseguridad y de vacunas, siguiendo las recomendaciones de nuestro veterinario, nos ayudará a controlarlas.

Axón Comunicación

Edita: A X Ó N

Patrocina:

Comunicación

Dulcinea 42 4º B 28020 MADRID 902 36 39 34

Junio 2005 - nº 2

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En este número, siguiendo con nuestra politica de ser una herramienta más para el día a día de vuestras granjas, tratamos diferentes patologías que tienen en común el ser la causa de importantes pérdidas económicas en nuestras explotaciones: las diarreas neonatales en terneros, la Diarrea Vírica Bovina y la Rinotraqueítis Infecciosa Bovina. Intentaremos, que a través de la información y el conocimiento de las mismas, la merma económica que producen en las explotaciones se reduzca considerablemente.

Diarreas neonatales

Diarreas neonatales Las diarreas neonatales en terneros causan importantes pérdidas económicas debido al coste de los tratamientos, a la disminución del crecimiento de los animales (se calcula una pérdida de peso a los cinco meses de 18 KG) y al incremento de la tasa de mortalidad.

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e consideran diarreas neonatales aquellas que aparecen desde las primeras 24 horas de vida hasta, aproximadamente los 28 días de edad.

Es una enfermedad multifactorial que depende de la interacción de tres factores: el animal, el ambiente y los microorganismos implicados. En la diarrea neonatal de terneros es habitual la infección combinada de diferentes agentes enteropatógenos. La invasión del intestino por esos agentes produce una disfunción intestinal dando como resultado diarrea, deshidratación, desequilibrios electrolíticos, acidosis, hipoglucemia y, algunas veces, muerte.

EL ANIMAL La susceptibilidad del ternero a posibles infecciones, en los primeros días de vida, depende de la inmunidad pasiva que adquiere con la toma del calostro tras el nacimiento. Las vacas preñadas deben recibir una alimentación correcta, que les permita llegar en buenas condiciones al parto y, así, poder producir una adecuada cantidad y calidad de calostro. La inmunidad pasiva que transfiere la madre puede potenciarse aplicando, en el último periodo de gestación, una vacuna combinada con Rotavirus y Coronavirus (vivos) y E.coli (inactivado). En Junio 2005 - nº 2

Gestión de Diarreas medicamentos neonatales La inmunidad pasiva que transfiere la madre puede potenciarse aplicando ScourGuard 3, vacuna combinada con Rota, Coronavirus y E.coli en el último periodo de gestación.

primovacunación esta vacuna debe administrarse en dos dosis repetidas. Otras medidas preventivas pueden ser la inmunización activa del ternero, con vacuna viva de rota y coronavirus, inmediatamente después de nacer y la aplicación de un tratamiento con vitamina AD 3E.

MICROORGANISMOS IMPLICADOS Los microorganismos implicados más frecuentes son: Rotavirus, Coronavirus, y E.coli. Aunque también aparecen involucrados otros agentes como Criptosporidios, Salmonella o el virus de IBR.

El hacinamiento y las pobres medidas sanitarias permiten un sobrecrecimiento de la población de la bacteria dentro del establo donde se alojan los recién nacidos. y Rotavirus Coronavirus. La infección por estos virus se desarrolla en la primera semana de vida por ingestión de material fecal contaminado. Criptosporidios. La diarrea que causa este parásito afecta a terneros entre la primera y tercera semana de vida. Cuando la enfermedad se presenta en forma pura reviste escasa gravedad con baja mortalidad. Junio 2005 - nº 2

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E.coli. La infección aparece generalmente en los cuatro primeros días de vida, produciendo una gran mortalidad.

Gestión Diarreas de medicamentos neonatales Salmonella. Existen tres formas de salmonelosis en terneros: 1) Peraguda; afecta a terneros muy jóvenes, en los que hay escasa presencia de signos clínicos, aunque frecuentemente la evolución de la enfermedad acaba con la muerte del animal. 2) Aguda; el signo más frecuente en esta forma de la enfermedad es la diarrea que, en ocasiones, contiene sangre. 3) Crónica; los terneros con salmonelosis crónica son animales mayores de un mes en los que se aprecia disminución del crecimiento.

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EL AMBIENTE No siempre son los microorganismos patógenos la causa de trastornos intestinales. Errores en la alimentación, deficiencias en la leche, en el lactoreemplazante o en el suministro del agua de bebida, pueden provocar diarrea que, generalmente, se complica con infecciones bacterianas secundarias.

El ternero debe ingerir 2 litros de calostro en las dos primeras horas de vida y otros 2 litros dentro de las cuatro horas siguientes.

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Gestión Diarreas de Diarreas medicamentos neonatales neonatales

MEDIDAS DE CONTROL ENCALOSTRADO El calostro es la primera secreción de la glándula mamaria tras el parto. Posee una gran concentración de nutrientes, activa el sistema digestivo del ternero, facilitando la expulsión de meconio, y es muy rico en componentes inmunitarios maternales. El ternero debe ingerir 2 litros en las dos primeras horas de vida y otros 2 litros dentro de las cuatro horas siguientes. Si no existe reflejo de succión o no mama, se administrará el calostro con una sonda esofágica. Es interesante congelar calostro para poder utilizarlo en caso necesario. La congelación debe ser lo más rápida posible y para descongelarlo, lo calentaremos al baño maría o en un microondas hasta que alcance la temperatura de 30-32oC. 7

MANEJO TRAS EL PARTO Es muy importante que el parto se produzca en un sitio limpio. Inmediatamente después del nacimiento se debe desinfectar el ombligo del ternero y debemos asegurarnos de que recibe un aporte adecuado de calostro. Posteriormente, se traslada a un box individual con cama limpia, buena ventilación y acceso a agua potable. Estos boxes se limpiarán y desinfectarán entre animal y animal.

ALIMENTACIÓN Cuando la alimentación se haga con lactoreemplazante, éste debe administrarse en una concentración y temperatura adecuadas, a intervalos regulares. Suministrar grandes cantidades de alimento puede ocasionar llenado excesivo del abomaso. Dar el lactoreemplazante muy caliente o tomas muy apresuradas –algo frecuente cuando la administración es en cubo sin tetina, o cuando el agujero de la tetina es demasiado grande- produce fallos en el “reflejo de la gotera esofágica”. En todos estos casos, el alimento pasa al rumen todavía inmaduro, que carece de las enzimas necesarias para la digestión, provocando una diarrea. Junio 2005 - nº 2

Diarreas neonatales

TRATAMIENTO

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Dependiendo de la duración e intensidad de la diarrea y del estado general del ternero, se aplicarán diferentes medidas terapeúticas. Dichas medidas pueden resumirse en tres puntos: 1) Suspender la administración de leche y de otros alimentos que contengan lactosa, para privar a las bacterias intestinales indeseables de su fuente de alimentación. La transición a la leche debe hacerse de forma gradual. 2) Restablecer inmediatamente la hidratación y compensar la pérdida de sustancias minerales o de sales. Cuando el grado de deshidratación es leve y el ternero mantiene el reflejo de succión pueden usarse preparados orales. Cuando la deshidratación es grave, este reflejo desaparece, el pliegue de la piel persiste y los ojos aparecen hundidos. Entonces la administración se debe hacer por vía parenteral (subcutánea o endovenosa). 3) Como parte del tratamiento se pueden administrar antibióticos bajo prescripción veterinaria. Existen preparados comerciales para administración oral y para aplicación inyectable. Un ejemplo de este tipo de antibiótico es Advocin 180 que puede emplearse por vía subcutánea, intramuscular o endovenosa.

CONTROL Y PREVENCIÓN • Incluir la vacuna frente a diarreas neonatales en los programas de vacunación de las reproductoras. • Asegurar la toma de 4 litros de calostro en las primeras seis horas de vida. Si es necesario lo administraremos con sonda. • Como medidas para potenciar el estatus inmunitario del ternero podemos vacunar y suplementar con complejos vitamínicos. • Alojar a los terneros en boxes individuales, limpios y desinfectados. • Formar al personal para aplicar técnicas de alimentación apropiadas. • Asegurar la detección y tratamiento precoz de los animales afectados.

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Procesos víricos

Principales procesos víricos que afectan a la rentabilidad del vacuno de leche (IBR/BVD) 9

La Rinotraqueítis Infecciosa (IBR) y la Diarrea Vírica Bovina (BVD), son enfermedades muy importantes y con gran repercusión económica en nuestra ganadería. Debemos saber que, en España, la proporción de animales que sufren estas enfermedades con respecto al total de la cabaña de vacuno oscila alrededor del 20-35 % en IBR y del 40-60 % en BVD.

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l realizar análisis sanguíneos para detectar la presencia de estas enfermedades en nuestras granjas es frecuente obtener resultados positivos, pero esto no implica, necesariamente, que los animales estén infectados. Siempre deberemos tener presente las siguientes situaciones: • •



Los animales vacunados pueden ofrecer un resultado positivo varios meses, incluso años, después de efectuada la vacunación. En animales menores de tres meses hay que tener en cuenta que la seropositividad detectada puede deberse a la presencia de anticuerpos adquiridos de forma pasiva por la ingestión del calostro. Los anticuerpos, no vacunales ni calostrales, detectados en un animal pueden haber sido inducidos tanto por una infección reciente como por una infección acontecida meses o, incluso, años atrás. Junio 2005 - nº 2

Procesos víricos

RINOTRAQUEÍTIS INFECCIOSA BOVINA (IBR)

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Las implicaciones económicas del IBR van más allá de las que se derivan de la acción patógena del virus. Los países o regiones europeas con presencia de IBR en sus rebaños, tienen restricciones de comercio e intercambio de animales vivos con aquellas zonas libres del virus, en el seno de la Comunidad Europea. Asimismo, esta enfermedad está sujeta a control y/o erradicación en muchos de estos países. La vacunación con vacunas marcadas y las medidas de bioseguridad efectivas contribuyen a conseguir el status de libre de IBR. El IBR es una enfermedad infecciosa producida por un herpesvirus. Aunque existen diferentes formas clínicas de presentación, los síntomas respiratorios y las lesiones en las vías altas (fiebre, conjuntivitis, tos, lagrimeo y descarga nasal) son las manifestaciones más típicas, junto con la disminución de la producción lechera y la pérdida de peso. Cuando la presentación es genital aparecen lesiones locales en la vagina y el pene a los 2 ó 3 días de la monta. También son habituales los trastornos de tipo reproductivo, como abortos y problemas de infertilidad-caracterizada por repeticiones de celo-. El aborto puede producirse en cualquier fase de la gestación, pero es más frecuente en el último trimestre. Todo animal que sufre una infección puede quedar como portador latente del virus. Esta infección puede reactivarse en cualquier situación de estrés -como el transporte, el parto o el hacinamiento-, las infecciones por otros virus y bacterias, y por el tratamiento con corticoides. En la forma respiratoria, el virus se elimina con las secreciones respiratorias y conjuntivales, y se transmite directamente por aerosoles o contacto, o indirectamente, mediante agua o alimentos contaminados. En la presentación genital la transmisión tiene lugar en el momento de la monta, este aspecto de la enfermedad se manifiesta sobre todo, en los rebaños con monta natural y en extensivo. El semen congelado Junio 2005 - nº 2

Procesos víricos proveniente de toros infectados puede ser también un medio de difusión de la enfermedad.

IBR Y BVD: ¿Porqué siguen con nosotros? • EXPLOTACIONES QUE NO VACUNAN • USO DE PAUTAS VACUNALES NO ADECUADAS • ABANDONO DE LOS PROGRAMAS VACUNALES CUANDO REMITEN LOS SÍNTOMAS • MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD INSUFICIENTES • PRESENCIA DE ANIMALES LATENTEMENTE INFECTADOS (L.I.) EN IBR Y PERSISTENTEMENTE INFECTADOS (P.I.) EN BVD

Una serie de medidas elementales de control y profilaxis son:

DIARREA VÍRICA BOVINA (BVD) La Diarrea Vírica Bovina (BVD) es una de las enfermedades virales del ganado vacuno más extendidas por el mundo, se considera que, como mínimo, más del 50% de la cabaña mundial es seropositiva, pudiendo llegar la tasa de infección, en algunas zonas, hasta el 90%. Las pérdidas económicas derivadas de la infección se deben a: descenso de la producción láctea, descenso del número de partos, mortalidad embrionaria, alteraciones respiratorias, mayor sensibilidad a otras enfermedades, animales muertos en las infecciones agudas, abortos, defectos congénitos, mayor mortalidad neonatal, y crecimiento retardado de los PI (animales persistentemente infectados). El BVD es una enfermedad infecto-contagiosa producida por un pestivirus, que afecta a bóvidos de cualquier edad, siendo los animales jóvenes los que presentan mayor riesgo. Además de la patología Junio 2005 - nº 2

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1) No introducir en la explotación animales en el rebaño sin la previa comprobación de que son seronegativos o IgE negativos (han sido vacunados con vacuna marcada) 2) Aplicar un periodo de cuarentena a los animales de nuevo ingreso 3) Separar los animales en producción de los animales de reposición 4) La vacunación es el método más eficaz para controlar el IBR. En los programas de erradicación se están utilizando vacunas marcadas que nos posibilitan distinguir entre anticuerpos vacunales y los generados por una infección natural

Procesos víricos

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reproductiva, ya mencionada, cuando el virus infecta a una vaca preñada, puede producir diarrea intensa y úlceras en las mucosas del aparato digestivo y vías respiratorias. La gran extensión del virus se debe a su capacidad para producir infecciones persistentes en ciertos animales, que a partir de ahora llamaremos PI (Persistentemente Infectados). Aunque pueden permanecer sin ningún tipo de sintomatología durante largos periodos de tiempo, eliminan grandes cantidades de virus con las excreciones y secreciones orgánicas, transmitiendo la enfermedad a los animales del rebaño y a su descendencia. Cuando una hembra preñada se infecta con el virus, éste puede atravesar la placenta, de esa forma el animal nace infectado (será un PI) y permanecerá infectado durante toda su vida eliminando virus permanentemente. No obstante, la mayor parte de éstos animales que nacen infectados mueren como consecuencia de infecciones bacterianas (tienen menor capacidad de resistencia frente a la infección) o son eliminados del rebaño por su menor crecimiento. Aunque un animal PI es el principal reservorio y fuente de infección del virus (los animales PI pueden infectar al 90% de los animales con los que conviven), aquellos animales con un proceso agudo pueden también expulsar virus en sus secreciones si bien de forma mucho menos importante (sólo durante unos pocos días y en mucha menor cantidad). Los animales PI eliminan virus por semen, orina, leche, heces, lágrimas, saliva y flujo nasal, siendo estos dos últimos fluidos las principales fuentes de infección. La forma más frecuente de transmisión del virus es la horizontal, por contacto directo entre un animal persistentemente infectado y un animal sano. Otras vías de transmisión son: la vía aerógena (es posible a distancias cortas) y la transmisión indirecta por picaduras de insectos, alimentos, agua, agujas, instrumental, calzado o ropa contaminada. Cuando una ganadería se encuentra libre de BVD la entrada del virus se suele producir por la llegada de un animal PI (nacido o feto) y, en algunas ocasiones, por la incorporación de individuos con la enfermedad en fase aguda. En el primer caso, la evolución de la infección en el rebaño es explosiva. Hay que tener en cuenta que las vacas PI siempre parirán terneros PI y, por lo tanto, pueden establecerse estirpes familiares PI que se perpetúen en el rebaño, aunque por la mortalidad de estos animales Junio 2005 - nº 2

Procesos víricos y por la disminución de la eficacia reproductiva esta situación es poco probable. No existiendo animales PI la infección acaba desapareciendo, siempre y cuando no se introduzcan nuevos animales PI. Se deben tomar las siguientes medidas de control y profilaxis en la explotación: 1) Aumentar las defensas inmunitarias frente al virus BVD mediante el uso de vacunas con protección fetal. 2) Identificar y eliminar a los animales PI, una vez identificados y eliminados, no podemos olvidar que pueden existir en ese momento en la explotación vacas cuyos fetos sean PI, por lo que debemos chequear a todos los terneros que nazcan en los doce meses siguientes. 3) Evitar la introducción o el establecimiento de la infección persistente en el rebaño aplicando cuarentena a los animales introducidos, deberemos evitar el contacto y la compra de animales PI, de vacas gestantes con fetos PI y, de animales con infección aguda.

LA VACUNACIÓN Los animales pueden volverse resistentes a enfermedades infecciosas mediante inmunización pasiva o activa. La inmunización pasiva es la protección que confiere la madre a sus crías a través de la placenta o por la ingestión de calostro, produce una resistencia inmediata pero de poca duración. La inmunización activa es la que desarrolla el propio organismo como respuesta a una infección. Con la vacunación se imita la infección natural, permitiendo que se establezca la inmunidad pero sin provocar la enfermedad. Esta protección aunque se desarrolla lentamente, es duradera y protege al animal durante meses o años. Además el efecto puede mantenerse en el tiempo al revacunar. Existen vacunas multivalentes que protegen frente a IBR y BVD simultáneamente e incluso frente a otros virus que afectan al aparato respiratorio como el virus respiratorio sincitial (RSV) y la gripe o parainfluenza (PI-3). Estas vacunas han demostrado gran seguridad y eficacia Junio 2005 - nº 2

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En todo caso, el mantenimiento de “rebaños cerrados” (con reposición propia exclusivamente) y “aislados” (sin contacto con otros rumiantes) sigue siendo la mejor garantía para mantener las explotaciones libres de BVD. Cuando esto no se pueda garantizar al 100%, el uso de vacunas que prevengan la infección fetal impide que cuando un rebaño libre de BVD entra en contacto con un animal PI, se produzcan abortos o el nacimiento de nuevos animales PI.

Procesos víricos a lo largo de los años y permiten llevar a cabo un programa vacunal eficaz de manera cómoda, sencilla y económica. El programa vacunal empieza con una primovacunación, revacunación 3 semanas después y con posterioridad una dosis de recuerdo cada 6 meses. Existen además vacunas monovalentes de IBR marcado que permiten diferenciar animales vacunados de infectados y vacunas monovalentes de BVD que han demostrado protección fetal (en animales vacunados con estas vacunas se puede impedir el nacimiento de animales PI, aunque hayan sido expuestos a fuentes de contagio elevadas).

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El empleo de vacunas monovalentes encarece sustancialmente el programa vacunal y por ello el uso de vacunas marcadas de IBR es recomendable en ganaderos con interés por la eliminación o erradicación de esta enfermedad, siendo la vacunación, junto con las medidas de control y de bioseguridad, las únicas armas para conseguirlo. Estas vacunas deben administrarse, al igual que las multivalentes, cada 6 meses, una vez a completado el programa vacunal inicial de vacuna y revacuna 3 semanas después. Las vacunas de BVD con protección fetal aportan una mayor garantía para evitar el nacimiento de animales PI y son recomendables para abordar con mayores posibilidades de éxito un plan de eliminación de la enfermedad. Los programas vacunales con estas vacunas difieren con la vacuna empleada ya que de las dos vacunas comercializadas, una de ellas tiene una duración de inmunidad de 6 meses y debe utilizarse cada 6 meses y la otra tiene una duración de inmunidad de 1 año y por lo tanto sólo requiere una revacunación anual. Es muy importante establecer un calendario de vacunaciones adaptado a cada explotación siguiendo las recomendaciones del veterinario, pues es el profesional que mejor conoce las condiciones de bioseguridad de cada granja, la prevalencia de las distintas enfermedades, las caracteristicas de manejo y la mecanica de aplicación de las vacunas. De esta manera garantizaremos la aplicación adecuada y las pautas de revacunación que aseguren el correcto funcionamiento del programa.

Buenas prácticas en la aplicación de vacunas • • • • •

UTILIZAR VACUNAS DE EFICACIA Y SEGURIDAD CONTRASTADAS. PROVEEDOR DE CONFIANZA; MANTENIMIENTO DE LA CADENA DE FRÍO. MANTENER LA CADENA DE FRÍO HASTA LA APLICACIÓN. APLICACIÓN HIGIÉNICA DEL PRODUCTO ( PUNTO DE APLICACIÓN, AGUJAS, JERINGAS, ETC.) CUMPLIR LOS PLAZOS DE REVACUNACIÓN RECOMENDADOS.

EL VETERINARIO ES EL PROFESIONAL MÁS CUALIFICADO PARA APLICAR CORRECTAMENTE LOS PLANES VACUNALES.

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