BARROCO La literatura del Barroco es la manifestación literaria que se llevó a cabo en Europa justo después del Renacimiento y coincidiendo con el llamado Siglo de Oro español. Es allí, en España, donde esta tendencia tuvo su mayor esplendor y desarrollo. La literatura barroca se supedita al movimiento general que le da nombre (Barroco) y que cobija no solo a las letras, sino a un amplio compendio de manifestaciones artísticas. Esta expresión literaria coincide también con la llamada Contrarreforma católica, y en cierta manera le sirve de pilar en su aparato discursivo. Los temas comunes de la literatura del Romanticismo solían ser la vida y su constante cambio, lo fugaz del ser humano, el dolor y el sufrimiento. El hombre y su existencia, su repercusión en los demás seres y cosas, es el epicentro de las obras de los autores más representativos. La literatura del Barroco se considera, en parte, un estilo sobrecargado, ostentoso, abusivo en el uso de recursos literarios como la metáfora o la antítesis. Este movimiento surge en un momento de muchas tensiones sociales, políticas, económicas y existenciales. Esta situación caótica arrastró a los autores a expresarse, a hablar sobre la pesadumbre de las miserias, de la peste, la desigualdad entre clases, y el alivio que significa la religiosidad. Es posible decir que no se pudo haber tenido un mejor entorno, mejores condiciones para el desarrollo de esta corriente literaria. Esas temáticas de las que se valieron los escritores fueron el caldo de cultivo de centenares de obras, las bases sólidas que permitieron la argumentación clara del movimiento Barroco. Origenn Las primeras expresiones escritas con elementos literarios considerados netamente barroco fue en Europa. Temas Énfasis en la realidad. Prestaba atención al aspecto mundano de la vida: la cotidianidad, lo efímero. Esto produjo una la “vulgarización” o mundanización del imaginario religioso en los países católicos, especialmente fanatizados. Visión grandilocuente. Exaltó lo nacional y lo religioso, considerándolos expresiones del poder político. Así, en esa época se produjeron obras monumentales, fastuosas, recargadas, con cierto contenido propagandístico a favor de la aristocracia y del clero, generalmente. Cultura de la imagen. Aspiraba a generar la obra de arte total, que evidenciara el poder dominante (en este caso el clero y la monarquía), pero no directamente, sino empleando engaños y artificios que resumibles en la frase theatrum mundi: “El mundo es un teatro”.
Literatura La literatura barroca estuvo determinada en gran medida por la contrarreforma católica. Esta surgió en oposición al luteranismo y protestantismo, así como a los valores absolutistas de los gobiernos monárquicos de la época. Por eso, predomina en ella una visión deprimida y pesimista del mundo, en la que todo es vano, ilusorio o un sueño, y las actitudes vitales son la duda, el desengaño y la prudencia. Esta literatura cultivó principalmente los géneros de: La novela. Con Don Quijote como ejemplo y máximo exponente, en este género surgen la modernidad y la polifonía, la posibilidad de la sátira y la burla, empleando un lenguaje rico en figuras retóricas, así como en alusiones mitológicas. La novela picaresca tuvo su auge en el barroco. La poesía bucólica. Se trata de poesía pastoril, cultivada antes en la antigua Roma, que vuelve a la vida en el barroco. Los amores pastoriles y las representantes de la vida rural del pueblo llano, en ella, se hacen centrales y populares. El teatro. El teatro y la dramaturgia, sobre todo en la España del Siglo de Oro, alcanzó en el barroco uno de sus puntos más altos conocidos. Abundaron las comedias satíricas, autos sacramentales o dramatizaciones de pasajes bíblicos, pero también comedias repletas de disfraz, un erotismo velado y mucha sátira. Autores Literatura: Miguel de Cervantes, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Tirso de Molina, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Sor Juana Inés de la Cruz, John Donne, William Shakespeare, Laurence Sterne. LITERATURA MEDIEVAL La literatura medieval es toda aquella escrita durante el medioevo, es decir, el período histórico occidental comprendido entre la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 y la llegada de Colón a América en 1492. Durante mucho tiempo se pensó que el medioevo fue una época oscurantista y prácticamente desprovista de manifestaciones artísticas que no obedecieran al pensamiento religioso dominante. Esto se debería a que la Iglesia como institución se convirtió en protectora del saber europeo, protegiendo libros y obras de arte de las invasiones bárbaras, pero luego controlando el acceso del pueblo a la lectura y a los libros. Sin embargo, estudios posteriores han demostrado que hay mucho más que literatura cristiana, si bien es lo que predomina en los autores de la época. Características de la literatura medieval Etapas Desde el punto de vista literario, la literatura del medioevo puede dividirse en dos etapas:
Etapa medieval: Abarca los primeros textos de esta etapa, en los que predomina el romance y las coplas juglarescas, con influencia marcada de lo popular y lo rural, y su contrapartida religiosa, como los actos sacramentales y tratados teológicos. Etapa prerrenacentista: Como su nombre indica, es la etapa tardía del medioevo, justo antes del renacimiento, caracterizada por el afianzamiento de la burguesía y sus nuevas formas de concebir la sociedad y el mundo. Anonimidad Muchas de las obras literarias del medioevo carecían de autor definido, sobre todo las de corte popular, transmitidas oralmente de un juglar o un bardo a otro. Esto atiende también a las bajísimas tasas de alfabetización que caracterizaron a la sociedad de esta época, en que la letra estaba reservada para el clero. De igual forma, muchas obras de carácter más atrevido o trasgresor, escritas por los propios monjes y sacerdotes, permanecían anónimas para evitar la persecución de la Inquisición católica. Didactismo y moral Debido a la fuerte influencia en el control social de la religión en las sociedades de la época, a la literatura se le exigía que fuera un vehículo de los contenidos morales, éticos y didácticos del cristianismo, por lo que a menudo era una literatura ejemplarizante, controlada. Tal es el caso de los bestiarios cristianos, en los que se atribuía a los animales propiedades imaginarias conforme al juicio moral que de ellos hiciera el imaginario religioso.Sin embargo, muchas otras obras escapaban de este sesgo, retomando tradiciones latinas o paganas y recreándolas más libremente. El problema es que muchas de estas obras no eran escritas y no hubo buena forma de conservarlas. Los caballeros andantes La literatura caballeresca hace su entrada en el medioevo, como una forma de ficción en que convergían los valores y símbolos cristianos con el imaginario fantástico pagano, a menudo representado bajo formas monstruosas y villanas. La épica del caballero cristiano que vencía a los monstruos paganos e imponía la verdad religiosa mediante su espada fue un relato muy común a lo largo de este período. Lengua Inicialmente, la literatura se escribió en latín, lengua en que se dictaba la misa y se transmitían los textos religiosos. Sin embargo, hacia la baja edad media tienen predominio los textos escritos en lenguas nacionales, que sirven para empezar a unificar lingüísticamente a las diversas poblaciones europeas de la época. Esto será el preludio al nacionalismo venidero con la Edad Moderna. Religiosidad Los textos religiosos forman parte de la literatura más importante del medioevo, por lo general escrita por sacerdotes. Ejemplos de ello son la Suma Teológica de Santo Tomás
de Aquino, las Confesiones de San Agustín, y una extensa obra hagiográfica, es decir, de relatos de vida de los miembros del santoral católico. Versificación La poesía del medioevo, tanto lírica como épica, tanto religiosa como popular, se afianzó en el uso del verso. Esto se debe fundamentalmente al origen oral de muchas de ellas, provenientes de cancioneros o romances tradicionales que estaban en verso para poder memorizarlos. Esta tendencia se mantendrá en la literatura escrita hasta siglos posteriores. Tradiciones Como se ha dicho, la literatura medieval emprende a menudo la construcción de un imaginario cristiano, pero no ignora las tradiciones paganas que lo acompañan. Así, los imaginarios nórdicos, célticos, latinos e incluso islámicos tienen cabida en estas obras, aunque a menudo ocupando un lugar de otredad, sospecha, cuando no de antagonismo. Orden feudal La mayoría de las obras medievales evidencian el orden feudal de la sociedad en que nacieron, por ejemplo, exaltando la fidelidad de los caballeros andantes a un rey o un señor; a pesar de lo cual muchas obras como Tristan e Isolda, por ejemplo, demostraron tímidas trasgresiones de ese orden a través de historias de amor. Muchas de ellas fueron proscritas por inmorales y censuradas por la iglesia. Autores Un pequeño listado de autores medievales incluye los nombres de: Fernando Rojas, Gonzalo de Berceo, Jaufré Rudel, Rimbaut Arenga, Alfonso X “el sabio”, Giovanni Bocaccio, Don Juan Manuel, Beroul, Gottfried von Strassburg, Geoffrey Chaucer, el Arcipreste de Hita, Garci Rodríguez de Montalvo, Santo Tomás de Aquino, San Agustín, Isidoro de Sevilla, San Ambrosio y muchos otros. LITERATURA RENACENTISTA La literatura renacentista es el tipo de literatura que responde al periodo renacentista. Tuvo lugar entre los siglos XIV y XV. En la literatura renacentista se intenta hacer foco en la naturaleza como símbolo de perfección y fuente de placer. Sin embargo, es descripta como una naturaleza domesticada e idealizada. Este será el lugar para que los pastores expresen sus penas de amor. A continuación, y a modo de resumen, exponemos las principales características y géneros de la literatura renacentista. Contexto histórico En pleno apogeo de esta corriente literaria ocurre el descubrimiento de América (1492). Esto condujo al hombre de aquel momento a sobrevalorar a la ciencia y a la razón por encima de la fe. De esta forma el hombre pasó a darle a la razón humana un valor supremo. En este contexto surge en Italia (Florencia) un tipo de forma literaria que siglos más tarde desembocaría en lo que hoy conocemos como las novelas: la literatura renacentista.
Enfoque Existieron dos tendencias o enfoques que se hacen evidentes en la literatura renacentista española. Por un lado dicha literatura intenta expresar la idealización de la realidad y por otro se plasma de realismo crítico. Visión universal Durante este periodo, y como resultado de los descubrimientos y avances científicos que acontecen, el hombre tendrá una visión antropocéntrica. También es durante este periodo que se comienza a cuestionar el poder de la figura del papa y de la iglesia en general. El rol de la naturaleza Se intenta hacer foco en la naturaleza como símbolo de perfección y fuente de placer. Sin embargo es descrita como una naturaleza domesticada e idealizada. Este será el lugar para que los pastores expresen sus penas de amor. El enunciador El enunciador (la voz poética) que habla en la composición es una innovación de este tipo de literatura. El papel del amor El amor juega un papel primordial entre los principales temas de la literatura renacentista. Pero éste se posee un tinte melancólico. Trata temas sobre un poeta amante que llora (cantando) por la imposibilidad de estar con la mujer que ama. El rol de la mujer amada Es aquella a quien se le dedica la poesía. Esta presentará varias características: Ojos claros, Pelo rubio,Tez blanca La poesía lírica Es la forma privilegiada de este tipo de literatura. Con esto se expresa una nueva sensibilidad y manifiesta un sentimiento netamente amoroso. Tiene como forma de expresión al soneto. Estilos Los estilos que se mantienen son los de la época medieval. Sin embargo surgen estilos nuevos que se suman al resurgimiento antes mencionado. Algunos de los nuevos estilos son: El verso en decasílabos y sonetos, Surgen temas extranjeros y hacen referencia a la universalidad Obras de la literatura renacentista Algunas de las obras destacadas y autores o representantes de la literatura renacentista son: “La divina comedia” de Dante Alighieri; “Orlando Furioso” de Ludovico Ariosto; “Jerusalén libertada” de Torquato Tasso; “La reina de las hadas” de Edmund Spencer; “El cortesano” de Castiglione; “El príncipe” de Maquiavelo.