Balance del Gobierno de Fox: el Estado Laico en Riesgo Pilar Sánchez Original cedido por la autora en su versión electrónica
Un conjunto de acontecimientos muy significativos ocurridos en los últimos dos años han violentado en mi país la tradición en la defensa de los valores constitucionales que han vulnerado seriamente las bases en que se ha fundado la nación mexicana. Los hechos 1) La exposición del estandarte de María de Guadalupe en un acto de campaña del presidente Fox, la entrega del crucifijo el día de la posesión y haber hecho pública su asistencia a misa ese mismo día, demuestran falta de respeto a otras iglesias. 2) La asistencia del presidente a la ceremonia de canonización de Juan Diego viola el principio histórico de la separación del Estado y las Iglesias establecido por el artículo 130 de la Constitución y el Artículo 25 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público que dice que ningún funcionario podrá participar con carácter oficial a una ceremonia religiosa de culto público. 3) Al afirmar en su discurso oficial de clausura de la visita papal, que México cuenta con la bendición de un nuevo santo para todos los mexicanos, el presidente Fox irrespeta la existencia de 12 millones de mexicanos que profesan otras creencias. 4) El beso del presidente Fox al anillo papal representa la sumisión del poder civil al clero católico. 5) La Secretaría de Gobernación consultó a los obispos del Episcopado Mexicano para la clasificación y permiso de difusión, de la película “El crimen del padre Amaro”, otorgándoles una autoridad que no tienen. 6) El Instituto Mexicano de la Juventud otorga recursos financieros a organizaciones que se basan en sus credos religiosos para obstaculizar Políticas de Población y Salud Reproductiva. 7) Algunos legisladores y legisladoras de Acción Nacional atentan contra la equidad de oportunidades para mujeres y han pretendido eliminar las causales por las que las mujeres tienen derecho al aborto legal. 8) En el discurso oficial pronunciado en la Sesión Especial de la Infancia de la ONU, el presidente Fox recurre al lenguaje que identifica a los grupos que se oponen a los derechos sexuales y reproductivos. 9) A la presentación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación fueron invitados por la Secretaría de Educación representantes del Episcopado Mexicano, de grupos conservadores y líderes empresariales, quienes expresaron a los medios su interés por introducir los valores católicos en la educación formal. 10) Como en los peores tiempos del oscurantismo, en la selección de libros para las bibliotecas públicas de la SEP se censuran obras de Octavio Paz y de Carlos Fuentes (entre otros) por considerarlas “inapropiadas para los niños, niñas y jóvenes mexicanos”. 11) El Secretario del Trabajo, Carlos Abascal, nombrado para formar parte del poder ejecutivo de un Estado laico, señala como anacrónicas las ideas de laicidad de Benito Juárez.
Ante esta controversial actitud nos hemos propuesto algunas acciones para fortalecer el estado laico, para impedir que estas manifestaciones no se fortalezcan en los diferentes países de nuestra región. 1) Vigilar el cumplimiento del principio constitucional que asume la separación Estado-Iglesias, base de la coexistencia civilizada y pacífica de México. 2) Prohibir que se involucre a representantes eclesiales en las políticas públicas o en asuntos de Estado. 3) Garantizar el respeto irrestricto a la educación laica, con base en los conocimientos científicos, y no en prejuicios o creencias religiosas (Art 3º constitucional). 4) Prohibir el uso de símbolos religiosos para ganar ventaja o consolidar posiciones políticas. 5) Gobernar para todas y todos: católicas y católicos practicantes o no practicantes, cristianos, evangelistas, judíos, agnósticos, ateos y demás creyentes o no creyentes. 6) Garantizar la igualdad plena de las iglesias y el ejercicio de los derechos constitucionales de libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de culto. 7) Garantizar el derecho a la información y a servicios de salud sexual y reproductiva a toda persona de cualquier edad, sexo, orientación sexual, grupo étnico o estado civil. 8) Prohibir actos de censura y defender el arte y la información como expresiones de la libertad que garantiza nuestra Constitución. Comentarios sobre la educación laica y religiosa • En torno a las discrepancias de contenido ideológicas que se han planteado a la educación laica, o visto desde otro ángulo, a los intentos de sectores que impulsan la educación religiosa para que ésta se imparta en las escuelas, es algo que hay que ver con una mirada muy contemporánea. • A ésta generación le va corresponder construir, por así decirlo, una nueva visión del laicismo educativo. El laicismo ha sido visto históricamente de distintas maneras: cuando surgió en el siglo pasado se vio como una libertad de educación por la cual lucharon los liberales para romper el monopolio que el clero establecía en esta materia. Entonces la enseñanza libre tenía ese contenido: liberar la posibilidad de dar educación frente a una corporación que monopolizaba la tarea educativa. Era la versión del siglo XIX. • Después el laicismo fue visto como una posición muy beligerante con rasgos antirreligiosos de confrontación, explicable por la etapa posrevolucionaria que se vivía. Estamos hablando de 1917, cuando había un choque de fuerzas sociales muy importante y la Constitución estaba siendo redactada por los vencedores. • Ahora nos encontramos en un panorama muy distinto, en medio de una transición en la cual podemos ir hacia nuevos acuerdos, nuevos consensos que permitan afirmar lo que este país ya ha ido afirmando históricamente. Por ejemplo, el carácter científico de la educación. Eso es algo que no puede ser reversible: nadie puede aspirar a que la
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educación no sea científica, eso tienen que aceptarlo incluso sectores conservadores. Lo aceptan, si bien es cierto que ellos buscan un espacio para la educación religiosa. El tema de las religiones debe ser abordado dentro de la curricula como parte de la historia de la cultura. Es decir, tenemos que abrir nuestra esfera del conocimiento a todo lo que ha ocurrido en la sociedad, incluyendo la historia de las religiones. Las concepciones no de una religión en particular, sino de las religiones. Y verlo esto de manera académica, de manera abierta, de manera desprejuiciada, pero no convertirlo de ninguna manera en una práctica confesional, en una práctica religiosa: eso no sería una educación moderna. La educación religiosa puede establecerse en el hogar, en las iglesias o en las asociaciones civiles porque hay libertad religiosa en este país y ahí debe canalizarse. Pero la escuela no debe ser el ámbito por que sería una posición antidemocrática determinar qué religión se impartiría. En el sustrato de todas las religiones está la ética y ésta es un valor contemporáneo rescatable que tiene que ser incorporado con mucha fuerza a la educación actual. Se habla mucho de la educación en valores, esto hay que interpretarlo como los valores que han sido ya históricamente asimilados y han sido sedimentados por la sociedad como el valor de la igualdad, de la democracia, de la distribución del ingreso, de la división de poderes. Son valores democráticos, no abstractos, sino que aterrizan en divisas de modificación de la sociedad contemporánea. Esos valores tienen que establecerse con mayor precisión. Quizá el artículo tercero deba enriquecerse en esta materia y deben incluirse valores éticos que son eje y pivote para los cambios de la sociedad contemporánea en el próximo siglo.