Aya marq’ay Killa LA FIESTA DE TODOS SANTOS El culto a los muertos, los MALLKUS (cóndores) fueron espíritus de los muertos que protegían a los familiares. En este mes rendían culto a las CHULLPAS (momias) de los INKAS WAUQES, divinidades que fueron paseados en procesión y eran en total 12. Los españoles vieron con estupor esta escena y para el año siguiente implantaron el CORPUS CHRISTI, en ves de cargar CHULLPAS, el pueblo empezó a cargar a los santos y santas.
Para los pueblos originarios la vida procede de la muerte. No perciben la vida como un evento único, en que una persona aparece de la nada, crece, se desarrolla, envejece y desaparece definitivamente en la nada. El ciclo de la vida nueva que procede de la muerte es una experiencia fundamental de la propia existencia en la comunidad. El binomio Vida-y-Muerte constituye la síntesis de su existencia, el fundamento de su cosmovisión y el símbolo básico de las fiestas y la ritualidad telúrica. Este binomio se percibe como proceso cíclico y repetitivo, similar a otros como Día-y-Noche; o Siembra-y-Cosecha. Cuando uno muere va al “Ukhu Pacha” al mundo de abajo-adentro y la energía-el espíritu se va al “Janan Pacha” al mundo de arriba-afuera, en el que el mundo es al revés uno nace viejo para rejuvenecer. La persona muerta se convierte en "espíritu o alma" y debe ser agasajada el día de “aya marq’ay killa”, hoy llamado todos Santos, durante tres años consecutivos, si se quiere evitar cualquier reclamación por parte del difunto. El difunto no abandona el entorno familiar tras la muerte. Los familiares deben cumplir de forma estricta las obligaciones impuestas por el duelo, las mujeres no deben cocinar, ni caminar solas fuera de la casa hasta cumplir con la purificación que se efectúa a los ocho días del fallecimiento. La despedida del difunto se va concretando cada vez más, desde la misa de ocho días, a la de los seis meses y el cumplimiento estipulado en Todos Santos por tres veces consecutivas. Tras la muerte, efectuada la ceremonia de los ocho días, el difunto emprende un agotador camino por sendas espinosas debiendo atravesar una gran masa de agua (lago, río Jordán) ayudado por un perro negro. Necesita los alimentos y el ajuar que sus familiares le proporcionan durante el sepelio para superar las dificultades del viaje. Los que no logran su camino se encuentran penando por cerros y quebradas molestando a los vivos. La ceremonia de ocho días posibilita la limpieza de los dolientes. Los parientes bilaterales lavan sus ropas, al tiempo que los dolientes se cambian. Cuando se efectúa el velorio; se le ofrece un conjunto de miniaturas que representan las herramientas propias de la actividad que desempeñaba en vida junto a determinados objetos rituales que son quemados para que el alma pueda recibirlos. Una vez concluida la ceremonia de los ocho días el alma del difunto ha partido y no molesta a su familia. Aya marq’ay Killa Después de una ceremonia de aniversario que se efectúa al año de su muerte (también se hace una misa de recordatorio a los seis meses y el año del fallecimiento) y son agasajos por tres años consecutivos cumpliéndose así con el difunto. El mismo es convocado en el mes de los muertos “Aya marq’ay killa” Todos Santos mediante su comida preferida, frutas, masitas y distintas figuras caprichosas de masa pan, llamados t’anta wawas. Las almas sufren y padecen si sus familias no les procuran los abastos que precisan, al menos, durante Todos Santos.
Los difuntos necesitan de sus ajuares y herramientas, así como del cuidado alimenticio por parte de los familiares. Por otra parte el cuidado y el recuerdo de los difuntos favorecen la consecución de solicitudes, así como la abundancia de las cosechas. De esta forma los vivos concretan con sus muertos un acuerdo básico de intercambio que se establece principalmente a través del recuerdo y el agasajo alimenticio de Todos Santos estableciendo un continuismo esencial en las relaciones de mutua dependencia. Otro de los elementos que componen el agasajo son las comparsas, que comienzan a escucharse por las diferentes estancias y comunidades, las noches que preceden a la celebración del día de los muertos “Todos Santos”, anticipan la llegada de las "almas", es decir, la visita de los difuntos a casa de sus familiares, trayendo consigo el agua que los campos precisan para los cultivos. Para Todos Santos tiene que llover y así se lo espera fervientemente. La celebración del “Aya Marq’ay Killa” - Todos Santos no es igual en todas las comunidades y los distintos países de América, sí bien hay una enorme similitud. Publicadas por Chaski Runasimi
a la/s 10:40
No hay comentarios.: .- INTERPRETACIÓN DE LOS CRONISTAS Varios de los cronistas de la Colonia, describen la fiesta de los difuntos de diferentes maneras: FELIPE WAMAN PUMA DE AYALA “En Noviembre/AYA MARQ’AY KILLA Mes de llevar difuntos. Este mes fue el mes de los difuntos, aya quiere decir difunto, es la fiesta de los difuntos”. “En este mes sacan los difuntos de sus bóvedas que llaman “pucullo” y le dan de comer y de ueuer y le bisten de sus bestidos ricos y le ponen plumas en la cauesa y cantan y dansan con ellos y le ponen en unas andas y andan con ellas y por la plaza y después tornan a metilla en sus pucullos, dándose sus comidas y bagilla al precipal, de plata y de oro y al pobre, de barro. Y le dan sus carneros y rropa y lo entierra con ellas y gasta en esta fiesta, muy mucho”. “Y en este mes tanbien, se oradan las orexas los Yngas y hazen uarachicos (primero taparrabos) y rutochicos (primer corte de cabellos), las mujeres, 1uicocu (primera menstruación). Llleuan agua de calles pucyo (manantial) y hazen fiesta de anacacuy (investidura del manto), cusmallicoy (investidura del manto), alos niños, quiraupi churcuy (puesta en cunas)”. “En este mes de noviembre, Aya Marq’ay Killa, mandó el Ynga recitar y contar la gente de la uecita general desde rreyno y ensayar los capitanes y soldados a la guerra y repartir mugeres y cazallos”. “Y en este mes cubrían y alsauan paredes. En este mes de becitaua ganados de la comunidad y de sapci (comunidad) y de yndios particulares y hinchir mugeres en los depósitos que llaman aclla uaci (casa de las escogidas), a mugeres vírgenes, para que trabajen y sepan hilar, tejer rropa par el Ynga y de los demás señores.” “Y a los pages y camareros y mugeres que él quería le matan y a la muger la más querida lo llaman por Señora Coya. Y para ahogar éstos primero les emborrachauan y dize que le hacía abrir la boca y le soplauan con coca molido hecho polvo.” “Todos Yuan balsamados y lo ponía sus lados y tenían un mes el cuerpo hazen grandes lloros y llantos con canciones y músicas, bailando y danzando, llorauan.” “…Pribístenle y luego le lloran en el primer día. Y en los cinco les entierran asentando con mucha investidura y baxilla de oro y de plata y de barro. Y al difunto le enbía otros indios o yndias a otros difuntos a sus padres o a su madre o a los pariente y ermanos y amigos le enbía de comer o chicha o agua, oro, plata, baxillas y rropa o de otras cosas.”
“Y con ellas le entierran al difunto en los cinco días, como dicho es. En los dies días tornan a llorar y enbían otro tanto”. “Entonces les queman; y dizen que los reciben los difuntos y que uan derecho a Caray Pampa los Chinchay Suyos y Ande Suyos y los Colla Suyos, Conde Suyos”. “Se uan los difuntos derecho a Puquina Pampa y a Corapona, por allí se ajuntan, y dezen que allí tienen mucha fiesta y conversación entre los defuntos y difuntas. Que pasado dallí uan a otra parte donde pasan muy mucho trauajo, hambres, sed y frío, y en lo callente, mucho calor.” “Y ací le entierran con sus comidas y ueuidas y ciempre tienen cuydado de embialles de comer y de ueuer, y en los seys meses hazen otro tanto sus fiestas de los difuntos y en el año, otro tanto, pero no lo sacan afuera al difunto como Chinchay Suyo a la procisión al dicho difunto, cinco que le dexan estar metido en su bóbeda, pucullo y le llaman el pueblo de los difuntos amayan marcapa hiuirinacan ucanpuni cuna huchasa camachis (aymara: del muerto en su pueblo los mortales de ése siempre algun pecado se realiza; o sea : Los que alimentan a los muertos, en ésos siempre se hace el pecado)”. JOSÉ DE ARRIAGA “En la muerte y entierros de sus difuntos tienen también grandes abusos y supersticiones; debajo de la mortaja les suelen servir vestidos nuevos, y otras veces se los ponen doblados, sin vestirlos”. “Hace el Pacaricuc, que es velar toda la noche, cantando endechas con voz muy lastimosa; unas veces a coros y otras cantando uno y respondiendo todos los demás, cierran las puertas por donde sacan al difunto y no se sirven más de ella”. “Esparcen algunas partes harina de maíz o de quina ¿quínua? Por la casa para ver, como ellos dicen, si vuelve el difunto por las pisadas que ha de dejar señaladas en la harina”. “En algunos pueblos de los llanos diez días después de la muerte del difunto se junta todo el ayllo y parentela y llevan al pariente más cercano a la fuente o corriente del río que tienen señalado y le zambullen tres veces y lavan toda la ropa que era del difunto, y luego se hace una merienda, y el primer bocado que mascan lo echa fuera de la boca; acabada la borrachera se vuelven a casa y barren el aposento del difunto y echan la basura fuera, cantando los hechiceros, y esperan cantando y bebiendo toda la noche siguiente al ánima del difunto, que dicen que ha de venir a comer y beber, y cuando están ya tomados del vino dicen que viene el ánima y le ofrecen, derramándole mucho vino, y a la mañana dicen que ya está el ánima (ajayo) en Zamaihuaci, que quiere decir casa de descanso y que no volverá más”. “El Pacaricuc suele durar cinco días, en los cuales ayunan, no comiendo sal y agi, sino maíz blando y carne, y juegan el juego que llaman la Pisca, tomando el nombre de los cinco días, que es con unos palillos con diversas rayas…y al cabo de estos cinco días van a lavar la ropa que dejó el difunto al río”. “Echanles muy disimuladamente chicha en la sepultura para que beban y muy mal al descubierto ponen, cuando les hacen las honras, comidas cocidas y asadas sobre la sepultura para que coman, y así está prohibido que en los Todos Santos no pongan nada de esto en las sepulturas”. “Pero el mayor abuso que en esto hay que desenterrar y sacar los muertos de las iglesias y llevarlos a los machais, que son las sepulturas que tienen en los campos de sus antepasados, y en algunas partes llaman zamay, que quiere decir sepulcro al descanso, y al mismo morir llaman zamarcam, requieviet.” “Y preguntados porqué lo hacen, dicen que es cuyaspa por el amor que les tienen, porque dice que los muertos están en la Iglesia con mucha, apretados con tierra, y que en el campo, como están al aire y no enterrados, están con más descanso”.
SANTA CRUZ PACHAKUTI “…En este tiempo el viejo Pachacutiynga Yupanqui fallece durmiendo, no más, sin sentir dolor ninguno, de cuya muerte haze gran llanto, y los reparte a los pobres en todo el reyno de comer y bebida, y lana y bestidos; y cuando el ynga su hino no lo sintieran, los capitanes ancianos y caducos entierra a todos los pajes y servicios del ynga difunto, deziendo que en la otra vida le abían de servir y con ella mucho suma de chicherías. A fin de esos que habían de morir primero le emborrrachauan”. CRISTÓBAL DE MOLINA “…y después de muertos , cada uno de sus indios y parcialidades, como por padres de donde los otros habían procedido; y les hacían cada día casi ordinariamente sus ofrecimientos, y enterraban con ellos mujeres vivas, diciendo que las habían menester para que allá en la otra vida les sirviesen y que no era razón que estuviesen ni durmiesen sin compañía y servicio, y cada año les remudaban la ropa y vestidos y enterrábanlos en bóbedas bien hechas con todo el oro, plata y ropa que en su vida cada uno había poseído; y esto basta cuanto a las idolatrías”. PEDRO CIEZA DE LEÓN “Y dicen que pasados pocos días, le dio cierto mal que le causó la muerte y que, encomendando a su hijo (Guayna Capac) la gobernación del reino y a sus mujeres e hijos y diento otras cosas, murió, y se hicieron grandes lloros y tan notable sentimiento desde Quito hasta Chile, ques extraña cosa de oir a los indios lo que sobre ello cuentan”. ¡Adónde, ni en que lugar está enterrado, no lo dicen. Cuentan que se mataron gran número de mujeres y servidores y pajes para meter con él, con tanto tesoro y pedrería que debió montar más de un millón; y sería poco, pues los señores particulares se enterraban algunos con más de cien mil castellanos”. “Sin la gente tanta que metieron en su sepultura, se ahorcaron y enterraron muchas mujeres y hombres en partes diversas del reino y en todas partes se hicieron lloros por un año entero y se trasquilaron las más de las mujeres, poniéndose todas sogas de esparto, y acabado el año se vinieron a hacer sus honras”. BERNABÉ COBO “…y en muriendo, ponían muy particular cuidado en respetar su cuerpo, tanto que lo adoraban por dios y como a tal le ofrecían sacrificios”. “Para esto, en saliendo el ánima del cuerpo, lo tomaban los de su ayllo y parcialidad, y si era rey o gran señor, lo embalsamaban y curaban con gran artificio, de suerte que se pudiese conservar entero sin oler mal ni corromperse por muchos años; y duraban algunos desde modo más de doscientos. Tomaban asimismo todos sus bienes muebles, vajillas y servicio de oro y plata, y sin dar desto cosa a los herederos, parte ponían con el difunto y parte enterraban en los lugares donde solía recibir recreación cuando vivía “. “Guardaban estos cuerpos muertos los de la parentela, y teníanlos bienes vestidos y aderezados, envueltos en gran cantidad de algodón, tapado el rostro, y no los mostraban sino por gran fiesta, ni los veían otros, de ordinario, más que aquellos a cuyo cargo estaba el aderezarlos, guardallos y entender en su conservación; los cuales se sustentaban de la hacienda que para este efecto aplicaban los descendientes del difunto”. “Sacábanlos de allí sus acompañados a todas sus fiestas solemnes, y si no lo era tanto, sacaban en su lugar sus guáuques, y en la plaza los asentaban todos en ringlera conforme su antigüedad, y allí comían y bebían los criados que los guardaban; y para los muertos encendían lumbre delante dellos de cierta leña que tenían labrada y cortada muy pareja, y en ellas quemaban la comida que a los cuerpos muertos habían puesto para que comiesen, que de lo que ellos mismos comían”.
“Tenían también delante de los muertos unos vasos grandes como cangilones, llamados vilques, hechos de oro y de plata, y en ellos echaban la chicha con que brindaban a los muertos, mostrándosela primero; y solían brindarse unos muertos a otros, y los muertos a los vivos, y al contrario; lo cual hacían en nombre dellos sus ministros”. “Cada uno destos cuerpos muertos tenían señalado un indio principal y una india, y lo que estos querían decían ellos mismos que era la voluntad de los muertos, y cuanto tenían ganas de comer y beber, decían que los muertos lo pedían; y si querían irse a holgar a casa de otros muertos, decían lo mismo porque tenían de costumbre irse a visitar unos muertos a otros; y en estas visitas se hacían grandes bailes y borracheras”. 2.- TUMBA DE TODOS SANTOS Desde las tradiciones actuales esta fiesta es preparada e interpretada de distintas maneras La fiesta de Todos Santos se realiza anualmente en los pueblos andinos, bajo un complicado conjunto de ceremonias destinadas a la recepción de los difuntos. Este ritual permitirá asegurar la fertilidad y el bienestar de las comunidades. Parra llevar a cabo las ceremonias construyen en sus hogares un altar especial denominado “mesa”. El ciclo ritual está estructurado en torno al proceso productivo agrícola y está relacionado con los seres que habitan en los espacios secretos y escondidos de nuestro mundo “manqha pacha”. En ellos los diablos y los muertos ocupan un lugar preponderante. Se da inicio este proceso el mes de noviembre con la fiesta de Todos Santos, que marca el tiempo de aguas y siembra, para finalizar cuando las lluvias han cesado y se celebra el Carnaval o la fiesta de los demonios. Ambos festejos marcan la estación de lluvias y adquieren una significación muy importante, pues son las ceremonias anuales de mayor relieve. Es creencia de que en la fiesta de Todos Santos, todas las almas llegan a sus casas para compartir un momento con sus familiares, servirse de la comida que solía gustarles más en vida y que sus deudos colocan sobre las tumbas o túmulos preparados ex-profesamente. La primera fiesta de Todos Santos después del fallecimiento de una persona, es esperada en el área rural con la denominación de “Mosojniyoj”, esta espera la hacen porque la viuda está obligada para esta oportunidad a obsequiar una banquete a todas las personas que le acompañaron en la inhumación; fuera de ello el Mosojniyoj debe hacer preparar bastantes masitas, como biscochuelos, maisillos, alfajores, etc., proveerse de fruta variada, todo esto para obsequiar a los rezadores. La noche de Todos Santos es interesante espectar como todos los vecinos van visitando de casa en casa para rezar por los difuntos; en todas las casas sirven con solicitud, bebidas, ponches variados y obsequian fruta seca, lo que van reuniendo en bolsas especiales, para alimentarse varios días. Desde las 12,00 del 1 de noviembre, hasta el día siguiente a la misma hora, está la “mesa” preparada. Llegan vecinos y familiares que acompañan a los dolientes y elevan oraciones por las almas, rezan tres padrenuestros y tres avemarías, mencionan al final el nombre o nombres de los difuntos. La presencia de niños y jóvenes de ambos sexos es mayoritaria. Después de los rezos, cantan los “coros” o los “alabados” y así van ingresando, de rato en rato, grupos de personas a las viviendas para rezar y corear sus coplas. 3.- SIMBOLOGÍA DE LOS OBJETOS SOBRE LA “MESA” LAS T’ANTA WAWAS La T’anta Wawa es por lo general pan antropomorfo; tiene varios tamaños, pero no excede los 50 cms., ni es de menor tamaño. Este objeto se coloca delante de las tumbas en número diverso.
Etimológicamente la palabra T’anta Wawa proviene de la voz aimara: “T’anta = Pan de magno o de chapina o de oro. Pan de comer al modo de antes usaban, y como ahora usan los españoles y Wawas. En Bertonio sólo se hace referencia a la “huahua” = hijo ó hija, grandes o pequeños que sean. De lo anterior podemos decir que la T’anta Wawa, lingüísticamente, significa Hijo de Pan; palabra compuesta o figura en el vocabulario de Bertonio como tal, lo que podría indicar que se trata de un término que viene de la Colonia. Es probable que lo metonimia en la metáfora T’anta Wawa se desplace como una reminiscencia del antiguo rito de la Copacocha, en el que se ofrendaban niños a las huacas en nombre del Inca. BAUTIZO DE T’ANTA WAWAS También existe el bautizo de T’anta Wawas, los compadrazgos que se forman entre los participantes que apadrina a estos objetos. A las T’anta Wawas se les pone nombres y se los festeja con cohetillos, serpentina y mixtura, ch’allandoles con alcohol y celebrando el acontecimiento con bailes y libaciones, puesto que cada padrino ofrenda al “ahijado de pan” con coca y alcohol. Se improvisa a un cura, que con un traje burlesco, ameniza la ceremonia con enunciados cómicos haciendo las delicias de los invitados, compadres y padrinos. Por lo general la celebración se prolonga por dos días. Estos bautizos se realizan durante el mes de noviembre. DE LOS ANIMALITOS DE CACAO Y DULCE La metáfora es en trozo de cacao en forma de animales, auquénidos, caballos, ovejas, vacas, chanchos, éstos dispuestos en la mesa ritual junto a otros animalitos. Es evidente que los bienes ganaderos están ligados a las actividades diarias del difunto. Antiguamente se usaba la sangre para preparar comidas rituales como el Yahuar Zanco (maíz mezclado con sangre fresca), que eran depositados como ofrenda a las huacas de ídolos en el Cuntisuyo. Por ello creemos que los objetos metafóricos zoomorfos representan al ganado que en vida ha podido tener el difunto y que en la otra vida le serán de utilidad. DE LAS ESCALERAS Y GUIRNALDAS DE PAN Tenemos las escaleras de pan, cuya colocación se sitúa en la parte alta de las tumbas, por debajo de las guirnaldas y sirven “para que los espíritus se suban rápido al cielo”. Las guirnaldas de pan han sido asimiladas del catolicismo colonial, elemento que aún prevalece en los ritos funerarios católicos. Es probable que la guirnalda constituya otra forma de alimento para los difuntos. LA COCA Y EL ALCOHOL Desde antiguo el uso ritual de la coca fue siempre importante y formó parte de la generosidad del hombre andino. Esta generosidad que invitaba al otro a la conversación o a la visita era sellada en presencia de la coca. El acullico de coca formaba parte de los largos viajes, de las jornadas más duras de trabajo, de la época de escasez de alimentos. Actualmente en todas las reuniones sociales, en el trabajo cotidiano, en las celebraciones, etc., está presente la coca.
Es de suponer que a los muertos lo menos que se les puede ofrecer simbólicamente es esta hoja sagrada. La coca en las actividades rituales está siempre apareada al alcohol, que es considerado más importante en las fiestas y celebraciones rituales que la propia hoja de coca. Es evidente que ningún rito puede iniciarse sin alcohol; éste representa y constituye una especie de mediador entre lo terrenal y lo espiritual, es un TAYPI ritual. La embriaguez total es considerada como un “bien”. WALLUNK’A Y COPLAS DE TODOS SANTOS Desde Todos Santos hasta la fiesta de San Andrés, durante un mes, se realizan las “Wallunk’as”, en todo el valle cochabambino, cuyas influencias han llegado hasta el Chapare y parte de Santa Cruz. El ingeniero Juan San Martín, explica al respecto de la Wallunk’a o columpio. Es el símbolo de balanceo y esfuerzo por alcanzar las flores, que a su vez son símbolo de la reproducción de la vida. Explica también la simbología de la Wallunk’a mediante la posición de la Pléyades o el K’utu, a través de la cual en el altiplano suelen predecir si el año agrícola será “corto o largo”. Los eventos cósmicos importantes en los que intervienen las pléyades son San Antonio el 13 de junio, 2 de agosto; en Todos Santos cuando las Pléyades a la media noche alcanzan su posición más alta, e igual para San Andrés el 30 de noviembre. En San Andrés, las observaciones en secuencia anual permiten ver variaciones en cuanto a la sincronización de las Pléyades–Sol local, es decir las primeras en el poniente y el sol en el saliente en la madrugada del 30 de noviembre. Los momentos de mayor espiritualidad, como Todos Santos y San Andrés, dinamizan la religiosidad nativa, y es precisamente cuando los espíritus de la totalidad “concentran” su acción en determinados espacio-tiempos. “Estos momentos de sincronización para la sociedad humana del planeta tierra con eventos cósmicos nos bañan de espiritualidad a todo y a todos sin excepción”. Según Ariel Claros, la Wallunk’a es un rito para tener un buen tiempo. El balanceo del columpio representa el deseo de la comunidad de que llegue un buen tiempo. Cuando el columpio va hacia delante, el tiempo pasado o mal se va, y cuando el columpio vuelve, el tiempo bueno viene hacia la comunidad, o es el deseo de que se vaya el invierno y venga la primavera. El rito de la Wallunk’a es una fiesta que incorpora entre sus finalidades, ratificar el culto a la Madre Tierra y todos los valores fundamentales de la cultura agraria, como la fertilidad. En las Wallunk’as se cantan coplas picarescas, a veces de tonos muy elevados, son versos de 6 sílabas, que tienen rima entre la segunda y la cuarta. Las dos primeras son introductorias y las dos últimas son las que realmente sintetizan la figura picaresca o grotesca de la persona a quien está dirigida la copla. IDENTIDAD CIUDADANIA E INTERCULTURALIDAD II EDUC INICIAL IB II IESPPH 201|8