Attestation Cartas Marruecas

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  • Words: 3,677
  • Pages: 12
Yasmine Pejom

Docente: Henriette Partzsch

21, rte Saconnex-d’Arve 1228 Plan-les-Ouates @: [email protected] Nº 033 03 104

Atestación del seminario AB6a SE01

La prosa en el siglo XVIII

La topografía de la Ilustración en « las cartas marruecas » : España entre Europa y África

Libro: Cartas Marruecas de José Cadalso

Enero 2006

1. Introducción a. La vida de José Cadalso José Cadalso nació en Cádiz en octubre 1741. Su madre murió cuando él tenía dos años y conoció a su padre, rico comerciante, a la edad de trece años cuando volvió de América. Su abuelo y su tía se ocuparon de él. Desde pequeño viajó, estudió en Paris, en Inglaterra y regresa a España en 1758 con una visión externa que le da su largo tiempo fuera del país. Nos dice: [entré] “en un país que era totalmente extraño para mí, aunque era mi patria. Lengua, costumbres, traje, todo era nuevo para un muchacho que había salido niño de España, y volvía con todo el desenfreno de un francés, y toda la aspereza de un inglés.”

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Terminó sus estudios en el Real Seminario de Nobles de Madrid y salió de él convencido de que un noble tiene que preocuparse por su patria. Ingresó el ejército a sus 21 años. Su juventud se pasó entre tertulias, juegos, mujeres y varias diversiones. Pronto empezó a escribir para un círculo de hidalgos ilustrados. Una de su primera obra fue una respuesta de una de “las cartas persianas” de Montesquieu, “Defensa de la nación española contra la carta persiana LXXVIII”. Se nota una crítica de la exageración del autor francés y un patriotismo que se encuentra también en “las cartas marruecas”, escritas en 1774. Entre los escritores reformistas que intentaban transmitir los valores ilustrados y la imagen de un poder provincial y justo, Cadalso es más rebelde y ambiguo. Algunas de sus obras no fueron editadas por culpa de la censura. Su ideología se condensa en “las cartas marruecas”, obra que algunos nombran de “pálida imitación”2 de Montesquieu, pero que es una defensa y una crítica de España, ingeniosa por el procedimiento innovador de variar los puntos de vista, de ofrecer una pluralidad de perspectivas.

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Como Cervantes, Cadalso se

consagra a criticar las costumbres viciosas de los españoles para permitirles de elevarse.

1

Pág.19, Albiac Blanco, María-Dolores en la introducción “Noches Lugubres” de Cadalso, José Don Marcelino en el artículo de Ridao, José María , “Cadalso y la Ilustración”, el siglo, Nº 685 -6 de marzo de 2006, 02.01.2006, http://www.elsiglodeuropa.es/siglo/historico/2006/685/685pens.html 3 Informaciones provenidas de Camarero, Manuel, en el libro de Cadalso, José, “Cartas Marruecas”, ed. Castalia didáctica y de la introducción de Albiac Blanco, María-Dolores en el libro de Cadalso, José “Noches lugubres” 2

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A través de la mirada de un viajero, da unas observaciones inteligentes y nos propone puntas de vista en contrapunto. 4 Antes de fijarnos en el viaje en “las cartas marruecas”, vamos a acordarnos de algunos elementos históricos sobre este tópico. 2. El viaje en Mediterránea a. El mar Mediterráneo No olvidemos que el primer viaje por el mar Mediterráneo fue al origen de la civilización occidental, fue seguido de numerosas idas y vueltas por muchas razones. En el siglo XI se veía el mar Mediterráneo como sitio de peligro religioso y se veía al Islam como el enemigo a combatir. Pero ya empieza el comercio con el califa del Cairo y los comerciantes fueron los primeros escritores de relatos de sus viajes por África del Norte. Se cruzaba el mar por razón religiosa (como al tiempo de las cruzadas) o comerciales. En el siglo XVI y XVII, por orden del Rey de Francia, se escribe relatos de viajes. Este tipo de literatura interesaba el lector por su exotismo y se veía todo de manera “maravillosa”. Al contrario, cuando se aumentaron los enfrentamientos y la piratería, los religiosos cargados de comprar los esclavos cristianos describieron todo del lado opuesto, aumentando la crueldad y los horrores de los musulmanes para tener más créditos y facilitar así el regreso de los presos. De esta manera se fomentaron los prejuicios sobre el otro lado del mar. A partir del sigo XVIII, este estilo de literatura se cansa y una nueva tendencia se desarrolla. Se trata de lo interesante de los bárbaros y se nota ya el inicio del Orientalismo. Los autores buscan informaciones económicas, políticas y esta visión más intelectual ofrece una mirada más etnográfica. La posibilidad comercial alimenta el interés y los viajes como medio de información en lo militar se vuelven más frecuentes.5

b. Marruecos y España 4

Idea de Ridao, José María , “Cadálso y la Ilustración”, el siglo, Nº 685 -6 de marzo de 2006, 02.01.2006, http://www.elsiglodeuropa.es/siglo/historico/2006/685/685pens.html 5 Informaciones provenidas de Blondy, Alain, article sonore, “Le voyage en Méditerranée musulmane. Essai de typologie chronologique.” centre de recherche sur la litérature des voyages, 1999, 02.01.2006, http://www.crlv.org/outils/encyclopedie/afficher.php?encyclopedie_id=267

3

Entre España y Marruecos, la distancia parece mínima, sólo algunos kilómetros les separan, pero este estrecho de Gibraltar esconde una diferencia mucho más cultural que geográfica. Además, hay que fijarse que la exploración de Marruecos fue mucho más difícil por los europeos que la del continente africano. Sólo desde la segunda mitad del siglo XIX se aumenta el número de viajeros por este país tan cerrado. Porque si el imperio otomana constituye la principal fuerza oriental del mar mediterráneo, Marruecos es la secunda y gracias a una solidaridad particular de la población bajo el poder de los Jerifianos, lograron defenderse de las varias atacas externas. En efecto, era muy difícil para un cristiano a esta época de quedarse vivo en este país, y viajar por sus tierras era particularmente peligroso, no sólo por culpa de un fanatismo religioso de la parte de los musulmanes, pero también por miedo de infiltración y debilitamiento del país. Las informaciones que tenía Europa durante mucho tiempo se limitó a las descripciones que Al-Hassan Ibn Mohammed Alwazzan, o sea por su nombre cristiano Juan Leon, un árabe nacido en Granada, educado en Fez y convertido, había escrito en 1518. Después, se encuentran escritos de miembros de la Iglesia, que viajaron del otro lado de la mediterránea, sobre todo para comprar los prisioneros cristianos, y de embajadores que contrataban con el gobierno. 6

Del otro lado del mar, el primer escrito de un árabe-musulmán sobre Europa es de 1611, bajo el orden del sultán de Marruecos. En la edad media se halla intercambios de embajadas, sobretodo por tratar de los capturados. Pero con el dominio de los Otomanes turcos, los autóctonos no tienen más papel en el mar Mediterráneo, excepto los Marruecos que resistan a las atacas. El Imperio Jerifianos tiene una viva actividad diplomática que le permite tener una estabilidad a pesar de numerosos cambios de dirigentes a la cabeza del poder. Gracias a más de diez contratos con Europa, y aun con América, los Marruecos pueden desarrollarse en paz. Muhammad Ibn Uthman, ministro del Sultán de los Marruecos negoció muchos tratos de paz y compró muchos prisioneros musulmanes. El va a escribir en 6

Informaciones sacadas del articulo de Jodra, Serge, “les voyages au Maroc”, 2005, 02.01.2006,http://www.cosmovisions.com/ChronoMarocExplo.htm

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una forma novadora por la literatura árabe, el relato de la compra de los cautivos. Se trata de la redención, pero tratando los cristianos sin polémica estéril. Se nota en sus escritos un patriotismo que le anima a jactarse de su propio país pero reconoce las ventajas adquiridas por los europeos e insiste sobre lo sanitario, la cultura, el urbanismo, lo militar y lo industrial, esperando seguramente influir así el sultán. El sultán Muhammad ben Abdallah , con la publicación de los relatos de la redención de los presos musulmanes, intenta aumentar su prestigio delante los musulmanes, también del lado otomano y

su influencia, utilizándolos como

propaganda. 7 En el siglo XVIII, los que viajan no eran sólo los aventureros y los religiosos sino también algunos eruditos y, claro, los carteros. El correo era una verdadera expedición, los rakkas, personas que se ocupaban de transmitir las cartas de un lado de un continente al otro, tenían un papel importante y tenían que andar muchos kilómetros por día. Se decía que sus ropas eran tan humildes como para hacerse olvidar de los ladrones. Nuño hablando de la correspondencia : “En el país del mundo en que hay más comodidad para que un hombre sepa de otro, por la prontitud y seguridad de los correos, se halla la mayor dificultad para escribir éste a aquél.”8

Por los dos lados del mar Mediterránea, el viaje fue un medio de contacto y de descubrimiento del “otro”. Los autores siempre tuvieron- y siguen teniendo- un papel importante de transmisión de las informaciones y algunos disfrutaron de esta ocasión tanto para reflexionar sobre su funcionamiento mismo, como para crear 7

Mouline Al-Andalusi, Mohammed Nabil, articulo sonoro, “Un cas unique dans la littérature arabomusulmane: deux récits du rédemptoriste marocain Ibn 'Uthmân al-Miknâsî, à Malte et en Espagne au XVIIIe siècle”, centre de recherche sur la littérature des voyages, 1999, 02.01.2006, http://www.crlv.org/outils/encyclopedie/afficher.php?encyclopedie_id=616 8 Pág.187, carta XLII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. De Arce, Joaquín, 1978

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fantasías en el imaginario colectivo relacionado a su meta final, construyendo una imagen bonita o al revés horosa. 3. La topografía La topografía es el relieve de un lugar. Los primeros que establecieron las influencias del clima sobre el ser humano como elemento determinante de variedad, eran Hipócrates, Heridote, Polybe... Los ancianos de la Grecia entendieron algunas nociones de demografía y notaron que los humanos ocuparon antes las sierras, después los pueblos, que los ríos eran propicios al desarrollo y que condiciones topográficas favorecían un o otro uso, como por ejemplo una fortaleza en alto. En el siglo XVIII, se inicia el estudio del africano como ser inferior, buscando la causa de su deficiencia. De estos estudios nacen varias teorías para explicar la variación de los humanos. Así la teoría de las influencias del clima era una de las más aceptadas. Buffon se basa sobre los relatos de los viajeros para concluir en que todos los humanos vienen de la misma especie, pero que cambiaron según donde se encontraron, por influencia del clima. La teoría opuesta era que las orígenes del ser humano era varias y separadas.9 Esta idea sigue todavía en el siglo XX, como nos lo prueba el coreano Yoon Tae-Rim, escribiendo un libro “La influencia del clima sobre el carácter nacional”, obra donde describe el pueblo coreano haciendo enlaces entre pueblos que tienen el mismo clima y los mismos rasgos de carácter. Pero me parece bastante obvio que hoy en día, sabemos que si el clima favorece un cierto estado de espíritu, no puede ser tan fuerte su importancia tal como para determinar todo un pueblo. En “las cartas marruecas”, se trata varias veces de como el lugar influye sobre el carácter humano. Esta idea que el genero humano varia según el clima en lo cual evoluciona, era una teoría desarrollada también por Montesquieu. Tal vez el ejemplo

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Curran, Andrew, « Imaginer l’Afrique au siècle des Lumières »,Wesleyan University, Middletown

(CT), 2005, 02.01.2006, http://72.14.221.104/search?q=cache:RmeEYCjob4sJ:www.cromohs.unifi.it/10_2005/curran_afri que.html+%22influence+du+climat%22+diff%C3%A9rence+peuples&hl=fr&gl=ch&ct=clnk&cd= 3

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más idóneo es la carta XXVI en la cual se explica las diferencias entre los españoles mismos, basándose también sobre el clima. “Los andaluces, nacidos y criados en un país abundante, delicioso y ardiente, tienen fama de ser algo arrogantes; pero si este defecto es verdadero, debe servirles de excusa su clima siendo tan notorio el influjo de lo físico sobre lo moral. Las ventajas con que naturaleza dotó aquellas provincias hacen que miren con desprecio la pobreza de Galicia, la aspereza de Vizcaína y la sencillez de Castilla;[…].” 10 El clima sirve también de explicación de tendencia guerrera: “Si

desembarcasen

algunas

naciones

guerreras

y

desconocidas en los dos extremos de Europa, mandas por unos héroes de aquellos que produce un clima, cuando otro no da sino hombres medianos, no dudo que se encontrarían en la mitad de Europa, habiendo atravesado y destruido un hermosísimo país.”11 Pero no puede excusar la flata de virtud. “Jamás creí que la honradez y rectitud fuese peculiar a éste u a otro clima;[…].”12 La carta LXXVI que proviene por fin de una dama española tiene mucho por divertirnos, y entre su digresión aparece el clima como actor en el poder sexual. “[…]pues aumentando el dominio de mi sexo sobre el masculino en proporción del calor del clima como se ha experimentado en la corta distancia del paso de los Pirineos, deben esperar las coquetas marruecas un despotismo que apenas cabe en la imaginación humana, sobre todo en las provincias meridionales de ese imperio.”

4. Las Cartas Marruecas

10

Pág. 150, Carta XXIV, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed.

de Arce, Joaquín,

1978 11 12

Pág.92, 93 carta IV, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 Pág.225, carta XLII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978

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a. El viaje “Las Cartas Marruecas” es la correspondencia entre tres personajes: Gazel, un joven viajero marroquí, Nuño un español cristiano de edad mayor y el anciano Ben Beley, sabio marroquí. Los viajes se presentan como fuentes de conocimiento. “Bien es verdad que, habiendo hecho varios viajes por Europa, me halló capaz, o por mejor decir, con menos obstáculo que otros africanos; pero aun así, he hallado tanta diferencia entre los europeos que no basta el conocimiento de uno de los países de esta parte del mundo, para juzgar de otros estados mismos.”13 Pero también como fuente de peligro posible y de corrupción. Gazel, hablando de la falta de amor paternal y filial a Ben Beley. “Este vicio europeo no lo llevaré yo a África. Me tuviera más delincuente que si llevara a mi patria la peste de Turquía.”14 Aumenta las posibilidades de encuentro. “En la misma posada en que vivo se halla un caballero que acaba de llegar de Indias con un caudal considerable.”15 Pero nos muestra también las condiciones de viajes. “Como los caminos son tan malos en la mayor parte de las provincias de tu [a Nuño] país, no es de extrañar que se rompan con frecuencia los carruajes, se despeñen las mulas y los viajantes se pierdan las jornadas.”16 El viaje comercial casi no se trata en la obra, sino cuando trata del lujo. “[…] toma café de Moca exquisito en taza traída de la China por Londres; pónese una camisa finísima de Holanda, luego una bata de mucho gusto tejida en León de Francia; lee un libro encuadernado en Paris, viste a la dirección de un sastre y peluquero francés;[…]”17 El estilo epistolar conviene particularmente a un personaje viajero. Fue un género común entre los autores de la Ilustración, permite una flexibilidad de punto de vista y una gran libertad por esconder varios temas. Los temas propios de la Ilustración se encuentran en sus cartas: la educación, la virtud, la utilidad 18 y la noción de hombre de bien.

b. La verosimilitud

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Pág.85, Carta II, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 Pág.136, Carta XVIII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 15 Pág.146, Carta XXIV, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 16 Pág.247, Carta LXIX, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 17 Pág.185, Carta XLI, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 18 Ver Carta L por ejemplo, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 14

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Cadalso emplea varios tipos de engaño para hacer creer al lector que sus cartas son verdaderas. Pero al mismo tiempo, nos revela que es el autor. Pretende no saber si las cartas fueron traducidas y al mismo tiempo se nota el estilo particular de Ben-Beley, su personaje marroquí19. Las opiniones de este africano coinciden a menudo con las de los ilustrados españoles. Si nos acordemos de la Historia y del ministro del sultán que llegó a Europa, nos damos cuenta que los temas que el desarrolló son distintos de los de Cadalso. Gazel utiliza a varias veces expresiones que parecen mucho más español que marroquí, como viendo un lado “afeminado” a los árabes. Gazel, hablando de los españoles “Cuánta sangre derramada durante ocho siglos para repara el daño que le hizo la afeminación, y para sacudir el yugo que jamás los hubiera oprimido, si hubiesen mantenido el rigor de las costumbres de sus antepasados!”20 Es obvio, porque no se olvide que uno escribe para un cierto lector. Cadalso no va a enviar su libro al sultán de Marruecos ni el embajador marroquí su relato a los españoles. Para crear la verosimilitud, Cadalso necesita a sus tres personajes, porque no puede quedarse sólo con marroquíes, tiene que dar un otro punto de vista, de alguien que vive al interior de España. En la primera carta dice Gazel: ” Observaré las costumbres de este pueblo, notando las que le son comunes con las de otros países de Europa, y las que le son peculiares. Procuraré despojarme de muchas preocupaciones que tenemos los moros contra los cristianos y particularmente contra los españoles. Notaré todo lo que me sorprenda, para tratar de ello con Nuño y después participártelo con el juicio que sobre ello haya formado.”21

Casi Gazel se vuelve como el catalizo entre las opiniones de Nuño hasta Ben Beley. Muchas veces las cartas se encabeza con informaciones de los Marruecos, 19

Por ejemplo pág.134, Carta XVII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 20 Pág.93, Carta IV, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 21 Carta I, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978

9

pero no siempre ciertas, como que la poligamia sería “mandada expresamente por la religión.”22 Utiliza varios métodos para convencernos, como el énfasis seguido por la ironía, y otros recursos retóricos. Pero la innovación del autor reside en lo que los personajes aunque tratan del mismo tema dan varios puntos de vista. Es “una defensa e ilustración de España que consagra la feliz invención de la mirada del extranjero Gazel, del filtro crítico del extranjero ausente, Ben-Beley, cuya imparcialidad y hombría de bien redime la tentación xenófoba, mientras el patriotismo crítico de Nuño funciona a modo de guía y corrección.”23 Y no sólo defiende a España sino también a Marruecos. “Si en lugar de querer sostener estas locuras se hiciera cargo de lo que merece verdaderos aplausos, hubiera dado sin duda al africano mejor opinión de la era en que vino a Europa.” 24 Propone un desplazamiento desde el punto de vista europeo hasta el africano, y se preocupa también de América, variando las fuentes para tener una cierta objetividad. Gazel a Ben Beley “ He leído la toma de Méjico por los españoles y un extracto de los historiadores que han escrito las conquistas de esta nación en aquella remota parte del mundo que se llama América[…].”25 Y hablando de Calendario, da Nuño tantos puntos de referencias varias. “[…] es el 1774 de la era cristiana, 1187 de la Hégira de los árabes, 6973 de la creación del mindo, 4731 del diluvio universal, 4018 de la fundación de España, 3943 de la de madrid, 2549 de la era de las Olimpiadas, 192 de la corrección gregoriana, 16 del reinado de nuestro religioso y piadoso monarca Carlos III, que Dios guarde.”26

4. Conclusión

22

Pág.119, Carta X, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 Albiac Blanco, María-Dolores, introducción en el libro de Cadalso, José “Noches lugubres” 24 Pág.199, Carta XLVIII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 25 Pág.95, Carta V, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 26 Pág.238, Carta LXVII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 23

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Con la obra de José Cadalso, “Cartas marruecas”, no se ve a la Ilustración como un movimiento francés, sino más bien “un programa que trasciende las fronteras no sólo en el interior de Europa, sino también las que separan al viejo continente de Asia o África.”27 Con originalidad y innovación, el autor nos revela una España en construcción, y con los ideales propios a los Ilustrados, permite al lector encontrar un camino para mejorarse. Criticar y actuar, reflexionar y compartir, ver al otro como una oportunidad de conocerse... todos estos valores me parecen todavía de actualidad. Espero que se sigue la lectura de Cadalso y que su enseñanza va a germinar, que los intelectuales, en que formamos parte, actúan en la sociedad en una “acción útil”.

“El ser supremo, que nosotros llamamos Dios y vosotros Alá, y es quien hizo África y Asia, Europa y América, te guarde los años, y con las felicidades que deseo, a ti y a todos los americanos, africanos, asiáticos y europeos.”28 5. Bibliografía Ilustraciones:

27

Ridao, José María , “Cadalso y la Ilustración”, el siglo, Nº 685 -6 de marzo de 2006, 02.01.2006, http://www.elsiglodeuropa.es/siglo/historico/2006/685/685pens.html 28

Pág.188, Carta XLII, Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978

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www.cartanciennes.free.fr Libros: Cadalso, José, Cartas Marruecas, ed. Cátedra, ed. de Arce, Joaquín, 1978 Camarero, Manuel, en el libro de Cadalso, José, “Cartas Marruecas”, ed. Castalia didáctica Albiac Blanco, María-Dolores, introducción en el libro de Cadalso, José “Noches lugubres” Textos electrónicos: Jodra, Serge, artículo “les voyages au Maroc”, 2005, 02.01.2006,http://www.cosmovisions.com/ChronoMarocExplo.htm Ridao, José María , “Cadalso y la Ilustración”, el siglo, Nº 685 -6 de marzo de 2006, 02.01.2006, http://www.elsiglodeuropa.es/siglo/historico/2006/685/685pens.html Mouline Al-Andalusi, Mohammed Nabil, artículo sonoro, “Un cas unique dans la littérature arabo-musulmane: deux récits du rédemptoriste marocain Ibn 'Uthmân alMiknâsî, à Malte et en Espagne au XVIIIe siècle”, centre de recherche sur la littérature des voyages, 1999, 02.01.2006, http://www.crlv.org/outils/encyclopedie/afficher.php?encyclopedie_id=616 Blondy, Alain, artículo sonoro, “Le voyage en Méditerranée musulmane. Essai de typologie chronologique.” centre de recherche sur la littérature des voyages, 1999, 02.01.2006, http://www.crlv.org/outils/encyclopedie/afficher.php?encyclopedie_id=267 Curran, Andrew, « Imaginer l’Afrique au siècle des Lumières »,Wesleyan University, Middletown (CT), 2005, 02.01.2006, http://72.14.221.104/search?q=cache:RmeEYCjob4sJ:www.cromohs.unifi.it/10_ 2005/curran_afrique.html+%22influence+du+climat%22+diff%C3%A9rence+peu ples&hl=fr&gl=ch&ct=clnk&cd=3 Grevin, Benoît, ” De la rhétorique des nations à la théorie des races.”, 02.01.2006, http://gas.ehess.fr/docannexe.php?id=107 Otero Carvajal, Luis Enrique, “La ilustración”, 02.01.2006, http://www.ucm.es/info/hcontemp/leoc/historia%20spain.htm

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