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179 RESUMEN El penfigoide membranomucoso, o cicatricial, es una enfermedad inflamatoria crónica de origen autoinmunitario que produce ampollas Subepiteliales y afecta las membranas mucosas. Una de las membranas afectadas con mayor frecuencia es la conjuntiva ocular (80%), la Cual puede resultar en ceguera si no se diagnostica y trata correctamente. Su etiopatogenia no sólo se asocia con predisposición genética Al aumento en la expresión del alelo HLA DQB1* 0301 y HLA DQ7, sino también con una reacción autoinmunitaria primaria (autoanti Cuerpos dirigidos contra los antígenos de la membrana basal del epitelio conjuntival y activación del complemento). Para establecer el Diagnóstico debe demostrase, por inmunofluorescencia directa o inmunohistoquímica, el depósito lineal de IgG, C3, IgAo IgM a lo largo de La membrana basal epitelial de la conjuntiva. El objetivo principal de este estudio es determinar la probable función del penfigoide ocular Cicatricial en la génesis de los linfomas primarios de la conjuntiva, y describir las alteraciones morfológicas relevantes que acompañan A este fenómeno. Palabras clave: penfigoide membranomucoso, epitelio, conjuntiva. EL penfigoide membranomucoso, también Conocido como penfigoide cicatricial, es una Enfermedad inflamatoria crónica de origen Autoinmunitario que produce ampollas subepiteliales y afecta, predominantemente, las mem branas mucosas; además, origina lesiones cutáneas hasta en 30% de los casos. 1 Una de las membranas
afectadas con mayor frecuencia es la conjuntiva ocular (80%), lo cual puede resultar en ceguera, por tratarse de un padecimiento progresivo y cicatricial, si no se diagnostica y trata correctamente. 2 Es una enfermedad muy rara,su incidencia y preva Lencia son desconocidas; sin embargo, se estima que su incidencia es de 0.8 a 1.6 por millón, la más frecuente mente observada en pacientes oftalmológicos. 3 Afecta principalmente a las mujeres entre los 50 y 60 años de edad, y es rara su manifestación en los niños. 4 Su etiopatogenia no sólo se relaciona con predis posición genética al aumento en la expresión del alelo HLA DQB1* 0301 y HLA DQ7, sino también con una reacción autoinmunitaria primaria, con autoanticuer pos dirigidos contra los antígenos de la membrana basal del epitelio conjuntival y activación del com plemento. En consecuencia, hay inflamación intensa conjuntival crónica, fibrosis y cicatrización, producida Page 2 180 por la interacción de los macrófagos, linfocitos T y mastocitos. El signo que induce la sospecha clínica es la cica trización de la conjuntiva tarsal. Lo común es que los pacientes tengan antecedentes de tratamiento para cri sis recidivantes de conjuntivitis crónicas u “ojo seco” durante meses e incluso años; por lo tanto, cuando se establece el diagnóstico manifiestan complicaciones, como entropión, simblefarón, anquiloblefarón, vascu
larización y queratinización corneal. Para establecer el diagnóstico debe demostrarse, por inmunofluorescencia directa o inmunohistoquímica, el depósito lineal de IgG, C3, IgA o IgM a lo largo de la membrana basal epitelial de la conjuntiva En la biopsia conjuntival se observan alteraciones en el epitelio y corion, o sustancia propia. En el epitelio existe una marcada disminución o ausencia de células calici formes, metaplasia escamosa focal o difusa y, debido a ésta, paraqueratosis. En el corion hay vasodilatación, congestión y fibrosis intensa, en los estadios más avan zados se acompaña, sobre todo, de infiltrado linfocitario, específicamente linfocitosT, que se disponen a manera de banda subepitelial, con afección de la interfase epiteliocorion y elevado número de mastocitos. El examen clínico e inmunopatológico son los dos criterios a considerar para diferenciarlo de las en fermedades que producen cicatrización conjuntival, denominadas pseudopenfigoides. Así, este desafío toma relevancia por ser una enfermedad sistémica, ya que la mayoría de los pacientes tiene afectación extrao cular durante el curso del padecimiento, con lo que el tratamiento de elección es la inmunosupresión. Existen controversias relacionadas con el diagnós tico del penfigoide ocular cicatricial. Algunos autores indican que la clínica es suficiente para establecer el diagnóstico, más aún,si se consideran las consecuencias que implicaría demorar el inicio del tratamiento; otros se basan en la clínica y anatomía patológica mediante técnicas convencionales; y, por último, hay quienes sólo aceptan la inmunofluorescencia directa o inmuno
histoquímica, con la cual se detectan los depósitos de complejos inmunitarios en la membrana basal. Otro aspecto a considerar es la función de los mas tocitos; en nuestra experiencia observamos que en el penfigoide ocular cicatricial y pseudopenfigoide son semejantes en cantidad, morfología y distribución, con características epitelioides (los más superficiales) y fusiformes (los más profundos), todos en diferentes estadios de desgranulación. Con relación a la inmunomarcación con IgG y C3 se observa positividad en el estroma y la membrana basal, o en ocasiones sólo estromal. Los linfocitos T reactivos (Pan T [+]) se disponen a lo largo de la membrana basal, en la interfase epiteliocorion, en “filas indias”. En esta localización, coincidentemente, se observa positividad con IgG o C3 y tricrómico de Masson, y fragmentación de las fibras de colágeno. Es posible considerar asociaciones entre el penfigoi de ocular cicatricial y los pseudopenfigoides (rosácea, Page 3 181 atopia, vasculitis),las lesiones linfoproliferativas, entre otras, e hiperplasias linfoides reactivas o atípicas. En la bibliografía se menciona que el penfigoide cicatricial es una enfermedad paraneoplásica relación nada con neoplasias malignas. Hasta el momento se desconoce su principal función en la génesis de dichos padecimientos. Tal disposición puede establecer el tratamiento específico y efectivo, conforme haya progresos en la inmunoterapia. El penfigoide ocular cicatricial es una enfermedad autoinmunitaria que, en ciertas circunstancias, se
asocia con hiperplasia linfoide y secuencialmente con marcado infiltrado linfoplasmocitario subepitelial. Los pacientes con penfigoide ocular cicatricial, con hiperplasia linfoide reactiva en la conjuntiva, tienen riesgo elevado de alteraciones linfoproliferativas. El objetivo principal de su estudio es determinar la probable función del penfigoide ocular cicatricial en la génesis de los linfomas primarios de la conjuntiva, y describir las alteraciones morfológicas relevantes que acompañan este fenómeno. Por lo anterior, podría establecerse una posible secuencia, que se considere como: 0: Mucosa normal. 1: Conjuntivitis crónica inespecífica. 2: Conjuntivitis crónica inespecífica con hiperplasia linfoide. 3: Penfigoide ocular cicatricial. 4: Penfigoide ocular cicatricial más hiperplasia lin foide. 5: Penfigoide ocular cicatricial más lesiones linfopro liferativas.
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