IV. Significado del Análisis Sociológico, según Adorno (Introducción a la Sociología)
Acumulación histórica, explicación histórica de un fenómenos social. La historia no es algo secundario o complementario al análisis sociológico (como lo es en la Sociología norteamericana), sino que algo sustancial y constitutivo de un estudio sociológico Legalidades sociológicas. Luego de que esto o aquello ha ocurrido, y la sociedad se ha desarrollado en esta y en ninguna otra dirección, entonces ocurrirá, con alta probabilidad (Marx la llama tendencia) esto o aquello. Las legalidades sociales o sociológicas se pueden definir como "luego de que (entonces)". Este "luego de que" esconde de un modo constitutivo, obviamente, el factor tiempo y, con ello, toda la dimensión histórica (p. 193). En cambio, las legalidades en las ciencias naturales utilizan el "siempre que - entonces" (siempre que se da tal y tal cosa, que esta o aquella condición se cumple, entonces ocurre este o aquel efecto (p. 192)
¿Qué investiga la Sociología?
Deber ser un examen de la sociedad, de lo esencial de la sociedad, un examen de aquello que es, pero en un sentido tal, que ese examen sea crítico, de modo que en aquello que socialmente "es el caso", como hubiera dicho Wittgenstein, se advierta la carencia de aquello que pretende ser, para detectar así las posibilidades de una transformación de la constitución global de la sociedad (p. 29) La teoría de la sociedad es dialéctica y, es propio de una teoría dialéctica que uno no puede, como ha dicho Hegel, ponerla en una "sentencia", sino que aquello que la Sociología es en realidad, o debe ser, sólo puede acontecer haciendo precisamente Sociología (p. 29) El interés de la Sociología debe ser un interés en lo esencial, que la Sociología debe ocuparse de lo esencialmente relevante, y no de cosas, digamos, indiferentes (p. 31). Pero no se puede
prever a priori qué es lo que debe considerarse relevante como conocimiento social, y qué es lo que no es tan relevante. En ciertas circunstancias, es posible que ocuparse de fenómenos llamados divergentes y opacos lleve a perspectivas sociales extraordinariamente relevantes, justamente porque los campos de estudio y temas que no son captados por la red abarcadora de la communis opinio, y que en cierto modo no pertenecen al sistema de la conciencia de esta sociedad, dan las mayores oportunidades de obtener determinadas perspectivas que no sean inmanente al sistema, sino que afecten al sistema desde afuera (p. 31). Ejemplo la teoría de Sigmund Freud que se ocupa no de los problemas "oficiales", sino de los llamados "desperdicios del mundo aparente" (Adorno, p. 31-31) En la pregunta por lo esencial siempre se introduce lo práctico (ejemplo, Auschwitz)
¿Qué es lo esencial en el análisis sociológico para Adorno?
Son las leyes objetivas del movimiento social, que deciden sobre el destino de la humanidad, que son al mismo tiempo (y esto es lo que debe cambiarse) su fatalidad, y que, por otro lado, también contienen la potencialidad de que esto cambie, que la sociedad deje de ser una sociedad coercitiva, tal como ha llegado a ser. Pero estas leyes objetivas del movimiento tienen validez sólo en tanto se expresan realmente en fenómenos sociales, y no se agotan en una mera inferencia deductiva a partir de conceptos puros (aun cuando esas inferencias estén arraigadas profundamente en un conocimiento social). Les doy a este respecto un ejemplo: supongan que es una cuestión esencial determinar si en la sociedad actual existe la relación de clases. Creo que podemos estar de acuerdo al menos en que la pregunta “¿clase, sí o no?” es una pregunta decisiva para la evaluación de la sociedad actual. Si un piensa que el concepto de clase fue formulado por primera vez objetivamente con toda su fuerza por Marx, entonces uno deberá orientar este concepto de clase al proceso de producción y no simplemente a la conciencia de los seres humanos individuales. La conciencia de clases es algo
secundario, pero es algo que no sin más ha sido engendrado por el proceso histórico; y en razón de los fenómenos que la sociología dominante llama fenómenos de integración, y que no sólo porque contradicen la “santa religión” se pueden simplemente eliminar del mundo, se toma la conciencia de clase, en oposición a la predicción de Marx y de la situación a mediados del siglo pasado, de un modo mas bien tendencial. Ahora bien, de acuerdo con una teoría que se dirige a las leyes esenciales, es decir, a las leyes del desarrollo antagónico de la sociedad burguesa, puede decirse que éstos son meros epifenómenos; lo decisivo sigue siendo la posición de los individuos en el proceso de producción, es decir, si disponen de los medios de producción o si están separados de los medios de producción. Es indiferente si ellos se sienten como proletarios o no; esto pertenece, por así decirlo, a la mera ideología y no a lo socialmente esencial (P. 38)... Hasta aquí lo que esta en la “Biblia”, el problema... Si es realmente cierto que aquellos que objetivamente son definidos como proletarios ya no poseen esa conciencia, y que incluso rechazan enfáticamente tal conciencia, de modo que (tendencialmente) ningún proletario se reconoce como tal, entonces la utilización del concepto tradicional de clase, a pesar de su objetividad, se torna fácilmente un elemento dogmático, fetichista. Y creo que éste es el punto en que el momento empirista de la sociología debe hacerse valer, confrontándose simplemente un concepto como el de clase con la realidad de la conciencia individual. Seguramente no por esto se van a definir las clases sociales a través de la conciencia de clase, pero si ocurre que los proletarios, que supuestamente tienen todo para ganar y nada para perder, más que las cadenas, ya ni siquiera saben si son proletarios, entonces la apelación practica a ellos adquiere también un momento ideológico que el conocimiento sociológico debe incluir y del que debe dar cuenta muy expresamente (Adorno, p. 39) Lo único que quiero decirles es que una tarea de la sociología es aferrarse a ciertas determinaciones esenciales, como la de clase, que subsisten en un sentido decisivo, es decir, en el sentido de la dependencia de la mayoría de los seres humanos
de procesos económicos anónimos y opacos; pero simultáneamente, que también es una tarea de la sociología inferir, o al menos comprender, a partir de las tendencias mismas del desarrollo, las modificaciones que llevan a que la situación original, como la de clase, no aparezca más hoy en día en un sentido tradicional (Adorno, p. 40) El positivismo rechaza la pregunta por lo esencial. Se mueve en el mundo de las apariencias, de los "hechos sociales" y determina el quehacer sociológico en función de los instrumentos de medición, maneja arbitrariamente la problemática de la Sociología, de acuerdo con los encargos que uno le son impartidos por algún puesto de la administración (p. 36) Lo esencial es el interés por las leyes del movimiento de la sociedad, especialmente por las leyes que expresan por qué se ha llegado a una determinada situación y hacia dónde va; pero, por otro lado, que estas leyes se modifican y que sólo valen en tanto también aparecen realmente; y, en tercer lugar, que la tarea de la sociología es, o bien comprender a partir de la esencia, es decir, teóricamente, las divergencias entre la esencia y la apariencia, o bien tener realmente el coraje de revelar los conceptos esenciales o leyes generales que decididamente son incompatibles con los fenómenos, que no pueden ser ni siquiera mediados dialécticamente (p. 41). No debe entenderse por esencia lo que se entiende en la teoría del conocimiento, como un ser-en - sí. ¿Qué entiende Adorno por sociedad? Sociedad no es la mera suma o aglomeración de individuos Lo que hace que una sociedad sea realmente algo socializado, a través de lo cual se constituye tanto conceptual como realmente, es la relación de intercambio, que incluye a todos los seres humanos que comparten el concepto de sociedad (p. 49) Este intercambio se lleva acabo en general, en las sociedades desarrolladas, según la forma de equivalencia del dinero. Detrás de la equivalencia del dinero está el tiempo de trabajo social promedio empleado. La producción se vincula a la ganancia.
El intercambio conduce a la destrucción de la sociedad. Si se ha de seguir reproduciendo la vida de los miembros de la sociedad, debería superarse este concepto de intercambio (p.50) La forma concreta del objetivo del intercambio es la ganancia. Incluso la humanidad, catalogada hoy en día como la clientela, el sujeto de las necesidades, se encuentra, más allá de cualquiera idea ingenua, preformada socialmente, y no sólo por el estado técnico de las fuerzas productivas, sino también por las relaciones económicas, por más difícil que sea controlar esto empíricamente. La abstracción del valor de cambio se conecta, previamente a cualquier estratificación social determinada, con el dominio de lo general sobre lo particular, de la sociedad sobre sus miembros.. En la reducción de los seres humanos a agentes y portadores del intercambio de bienes se esconde el dominio del hombre sobre el hombre (p. 51) La sociedad debe ser considera en forma dialéctica, lo que quiere decir que no se puede reducir a los individuos ni a la sociedad (p.58-62) Vivimos, efectivamente, en una totalidad que une a los seres humanos entre sí sólo mediante su alienación... en las formas dominantes de la sociedad cada individuo busca su ventaja, su beneficio, aferrándose al principio de individuación, el todo sólo puede mantenerse vivo y reproducirse con un sacrificio indescriptible (p. 64).