Foro Costos, financiamiento e inversión de proyectos educativos gestionados con TICs Antonio R. Bartolomé Pina
[email protected] Universidad de Barcelona España Resumen Introducir las TIC en los procesos educativos no es barato. Las inversiones son costosas y continuas. Vamos a analizar en este foro algunas opciones para tratar de llevar adelante esta acción. Pero ni hay soluciones universales ni válidas para todos los tiempos incluso en un mismo país. El nivel de desarrollo, los mecanismos sociales, la conciencia de la población, la organización económica, etc. condicionan la búsqueda de la solución más adecuada. La actual tendencia neoliberal en la economía mundial no es precisamente la mejor ayuda para cualquier proceso de mejora social y económica que trate de obtener resultados a largo plazo, como es el caso de los procesos educativos. Diferentes estrategias son analizadas en el artículo. Son acciones que la práctica ha mostrado eficaces en situaciones reales, aunque no por eso son aplicables a cualquier entorno. La presentación termina con una breve descripción de las fuentes de financiación en los proyectos de introducción de las TIC en Educación en la España actual.
Abstract Introduction of ITC in Education is not a cheap issue: new funds are required every day. In this article we will work in some options to take ahead these projects, but there is not a valid universal solution. Development level, social mechanisms, economical organization, cultural treats determinate the more adequate way. The actual world wide economical system is, by other way, not the more adequate environment for a long-term process of social improvement, as it is the case of educational processes. A description of current research funds sources in Spain is presented at the end of this article.
La realidad de unos límites inalcanzables No es posible mantener actualizados los equipos necesarios para un uso normalizado de las TIC en educación con cargo a los presupuestos ordinarios educativos. No digo que no sea posible en un país con pocos o mal distribuidos recursos, sino que no es posible en ninguna parte. Ni siquiera los países más ricos del mundo pueden renovar cada dos o tres años todo el parque de ordenadores de todos sus centros escolares a todos los niveles educativos. Ni cada cuatro años. Cada cinco tampoco pero para entonces los equipos ya estarían caducos. No es posible renovar a razón de 1 equipo informático cada dos o cada tres alumnos. Y con ratios superiores los ordenadores dejan de ser un recurso ordinario tal como se plantean ahora en aulas especiales resultan insuficientes. Es cierto que la tecnología avanza bajando precios. Hoy es posible conseguir
ordenadores por menos de 1000 dólares y posiblemente en un par de años si no ya ahora podamos tener potentes ordenadores multimedia por 500 dólares. Otro ejemplo quizás más interesante: las costosas instalaciones de red son hoy sustituidas (por ejemplo en Aragón, España) por redes wireless de forma que en todos los centros es posible tener ordenadores conectados en cualquier aula sin instalación y con un costo similar al de las antiguas tarjetas Ethernet. Todo el costo de instalación de cables ha desaparecido. Las impresoras láser han reducido su precio por debajo de los 1000 dólares… Pero éste es un cambio que por sí solo no es suficiente. Basta hacer cuentas de los equipos necesarios y vemos que no es posible. Cuando no se aplican dinámicas razonables nos encontramos con en un centro escolar de Cataluña en el que para 180 alumnos había 20 ordenadores: 6 viejos 386 aparcados, 7 486 que no se usaban excepto para alguna sesión como máquina de escribir, 1 muy bueno que sólo utilizaba un profesor, y 6 pentiums conectados a la red, de los que sólo 4 permitían navegar por contenidos multimedia. No, ciertamente los gestores de centros tan preocupados ellos siempre por el dinero que no les llega, no miran con ojos benévolos cuando les hablamos de comprar equipos. La reducción de costos inherente a las TIC Un primer paso es plantear el tema en términos de ahorrar costos y no de gastar dinero en equipos. En un departamento de una universidad española se colocaron ordenadores en todos los despachos (en un plazo de dos años), se creó una intranet y se optimizó el trabajo de todos los profesores a partir de esta idea: “Vamos a ahorrar en papel”. El departamento gastaba cada año varios cientos de miles de pesetas en papel: convocatorias, copias de los documentos que se iban a discutir en las reuniones, actas de las reuniones, cartas por diferentes motivos, listas, programas, … Miles de fotocopias cada año de materiales que, en muchos casos, no llegaban a leerse. Pero antes de una reunión, por ejemplo, para aprobar el presupuesto del año, había que enviar sesenta copias del mismo a cada miembro del departamento. Muchos de esos miembros no leerían ni ese presupuesto ni muchos de los otros documentos que se enviaban, pero … Con la creación de la Intranet se suprimieron todos los envíos en papel. Toda la documentación era accesible en la red interna y además era enviada como adjunto de correo. Ahora la información estaba mucho más accesible: cualquier podía consultar en cualquier momento un acta. Además, incluso si estaba de viaje un profesor podían enterar y seguir la vida del departamento. Evidentemente el costo del papel de un par de años no equivalía a 50 ordenadores y conexiones, pero ya era un paso. Y los beneficios que se obtenían compensaban. En un centro escolar suprimen las fotocopias de los materiales de los alumnos. En otro centro en el que los alumnos pagan cada año unos 200 dólares en libros, dejan de pagar: esa cantidad cuando todos los materiales pasan a estar disponibles en la red del centro. La inversión en enciclopedias, manuales,… dejan de tener mucho sentido si es posible realizar las consultas vía Internet. Se trata de buscar en qué podemos ahorrar cuando introducimos las TIC. Hay que
ser conscientes que en bastante ocasiones sólo es posible ahorrar a partir de una masa crítica de uso de las TIC. Otro ejemplo: el gobierno de Extremadura contrató con una empresa el acceso de banda ancha para todos los centros escolares y edificios oficiales. Al mismo tiempo todo el sistema telefónico pasó a utilizar dicha conexión por lo que a partir de ese momento todas las llamadas entre centros oficiales, escuelas, etc. no suponían costo alguno. El ahorro en teléfono compensaba. El laboratorio que dirijo ostenta junto con otro importante equipo de investigación el record en bajo costo de correo. Cada año nos ahorramos varios miles de euros gracias al correo electrónico. No son sólo cartas sino paquetes con papeles, revistas, documentos, propuestas… que ahora son enviadas por correo o colocadas en un servidor ftp. Un documento de 100 hojas apenas ocupa unos cientos de Kb en un servidor dispuesto para que quien lo necesite lo pueda bajar. La racionalización de los recursos El siguiente paso es tratar de racionalizar los recursos. Es frecuente que todos los profesores de un departamento deseen tener una impresora junto a su ordenador. El resultado son varias decenas de impresoras de chorro de tinta, de bajo costo… inicial. Porque luego el costo de los cartuchos de tinta que se agotan con gran rapidez dispara los costos. Un impresora láser puede costar como 5 ó 10 de esas impresoras, pero sus tóners duran por ejemplo 20.000 páginas, la impresión es mucho más rápida, la calidad mejor. Naturalmente, la clave es una red que permita imprimir a todos, escogiendo la bandeja de papel, etc. No es difícil colocar servidores de impresión de controlen o limiten el número de páginas impresas por usuario. Otra forma de racionalizar recursos: los laboratorios pueden necesitar equipos con mucha memoria y grandes prestaciones. Muchas veces estos equipos deben ser renovados al cabo de dos años. Pero entonces esos equipos son excelente y muy potentes para tareas como las que un profesor realiza en su despacho. Así los equipos van recorriendo un camino desde localizaciones con grandes requerimientos hacia otras que permiten equipos más sencillos. La implicación de otros actores sociales Cuando hemos trabajado en la línea de conseguir que invertir suponga ahorrar y que la inversión se haga de forma que los beneficios sean máximos, entonces conviene también trabajar en cómo conseguir recursos. Es más fácil conseguirlos cuando podemos demostrar que estamos haciendo un buen uso de esos recursos. Muchos centros deben trabajar en la línea de implicar a la comunidad: empresas y particulares deben ser conscientes de que educar es invertir en el futuro. Un comercio que invierte en educación y posibilidades de trabajo para los jóvenes está ahorrando en sus gastos de seguridad y vigilancia dentro de unos años. La cárcel no es más barata que la escuela, es más cara. Las sociedades que consiguen una distribución de la riqueza más equitativa, mejores condiciones de vida para todos, están ahorrando dinero. Esta es una lección que tan tristemente aprendió Brasil cuando decían que “medio país es prisionero de otro medio”. Cuando un
empresario busca su riqueza por encima de todo terminará pagando un helicóptero para poder viajar, guardar armados para custodiar su propiedad… Una sociedad que no gasta en Educación, gastará mañana en Policía. Esta elemental lección debe ser una y otra vez difundida y dada a conocer. Naturalmente, también es posible “premiar” la colaboración haciendo notar el papel de quienes han apoyado al centro. En muchos países desarrollados es posible leer en importantes centros de investigación la lista de empresas que han colaborado. También las escuelas pueden hacerlo. Esto no trata de liberar al Estado de su importante papel como gestor de los centros a fin de proveerlos de todos los recursos necesarios. Pero hay que recordar lo que señalábamos al principio: ni el Estado ni nadie puede afrontar en exclusiva el elevado costo de las inversiones en tecnología. Esta implicación de otros actores sociales no debe entenderse únicamente como una serie de favores a pedir a empresas o comercios. Un gobierno regional condicionó la concesión de la gestión del cable del sistema de televisión por cable a la conexión de escuelas y ayuntamientos mediante ese cable permitiendo un acceso de banda ancha a Internet. Es frecuente que un gobierno local en España imponga condiciones a las telefónicas o compañías electrónicas en relación al tendido de sus líneas (por ejemplo, imponiendo la necesidad de realizar trazados subterráneos). Por tanto esta imposición adicional no es excesiva e incluso supone ventajas para la propia compañía en algún caso. Una universidad que ofrece a sus alumnos la posibilidad de acceder a información relevante a través de Internet (e.g. programas, tareas pendientes, calificaciones, gestión administrativa como registros, obtención de certificados, etc.) no sólo les facilita la vida sino que también está promoviendo el uso de Internet y por tanto ayudando al negocio de las compañías que proveen el acceso al mismo. De hecho lo extraño es que no sean las propias compañías las que no se adelanten a ofrecer este acceso gratuito a los centros. Pero no hace falta hablar aquí de la cortedad de miras y de intereses a corto plazo característicos de las empresas en la actual economía de mercado. Cuando las compañías descubren el lado negativo de esta política empresarial, los gestores que la llevaron a cabo ya están lejos, generalmente provistos de generosas indemnizaciones, y los nuevos gestores aplicarán la conocida política de reducir personal e inversiones a fin de reducir las pérdidas. En resumen, la implicación del sector privado debería ser normal por tres razones fundamentales: •
Para las empresas invertir en Educación es invertir a largo plazo, tanto si se trata del pequeño comerciante del barrio o el pueblo, como si se trata de la gran corporación.
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Para los gobiernos, imponer condiciones a la adjudicación de ciertas concesiones es normal y de hecho se hace.
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Para las empresas de telecomunicaciones, invertir en los centros educativos es promover su negocio.
¿Por qué no es más frecuente? Ya hemos apuntado a la necesidad de obtener beneficios a corto plazo característico de sociedad anónimas y a la dictadura de
los fondos de inversión tan nefastos para la sociedad actual. También hay que señalar la debilidad de muchos gobiernos, tanto locales como regionales o nacionales, que están controlados por los grandes poderes económicos. Los proyectos de investigación y desarrollo como soporte a la innovación docente Un error frecuente a la hora de introducir las TIC es el de pensar en términos de “eficiencia” y “eficacia” sobre los parámetros anteriores. Con otras palabras, pensar que con las TIC se aprenderá más o más deprisa. Introducir las TIC, especialmente introducir Internet como un entorno natural de aprendizaje supone cambiar radicalmente el concepto de enseñanza: pasar de “ser capaz de reproducir información” a “ser capaz de gestionar información”. Por tanto con las TIC no se aprende “más”, se aprende “diferente”. Otro cambio importante hace referencia al conocimiento que pasa de ser considerado algo fijo susceptible de ser transmitido de maestro a alumno, algo que el alumno (en su faceta individual) va creando continuamente a partir de su interacción con la información y sus experiencias vitales, y que también la sociedad va creando y modificando en una dinámica continua. Resulta curioso tener que volver a la concepción de teoría científica de un positivista como Karl Popper cuando la define como enunciado susceptible de demostrarse como falso. La división entre explicación científica (sólo eso, explicación) y realidad física supone que no trabajamos sobre hechos demostrados sino sobre enunciados provisionalmente aceptados como ciertos. ¿Cómo afecta esto a las TIC? Pues convirtiendo muchos de los procesos de introducción de las TIC en procesos de investigación en los que experimentamos con las posibilidades de las nuevas tecnologías tratando de encontrar nuevos caminos. No podemos esperar a demostrar que una tecnología se demuestra eficaz para cierto objetivo educativo por dos razones: Primero porque si se puede demostrar existirán tantas variables que condicionen esa afirmación (nivel socio-económico, diferencias culturales, características personales, dinámica y trayectoria del grupo, objetivos ocultos del currículum, … y el mismo factor experimental) que es difícil que pueda aplicarse a otras situaciones. Segundo porque cuando pudiera demostrarse, al ritmo actual de desarrollo tecnológico, seguramente existirá otra tecnología diferente. Es como aquel autor que citó un artículo en Inglés sobre lo poco adecuado era utilizar el color en los programas informático. Lamentablemente el artículo se refería a un estudio en una época en la que los colores que se utilizaban eran pocos e inadecuados mientras que cuando el autor lo citó los ordenadores ofrecían colores suaves adecuados para no causar estrés como se indicaba en el artículo. Todo lo anterior tiene también relación con la financiación de la introducción de las TIC en enseñanza superior. En efecto muchas veces estas inversiones desde el Estado o desde instituciones públicas o privadas vienen más desde la perspectiva de estar apoyando un proyecto de investigación que un proyecto docente. Hace años se acuñó la expresión “I+D”, Investigación más desarrollo (en Inglés, R+D) para referirse a proyectos que no sólo eran de investigación sino que
trataban de obtener desarrollos o productos. En Educación podemos utilizar las mismas siglas con el significado de “Investigación + Docencia”. Muchos proyectos de investigación en relación con las TIC implican también proyectos de implementación en docencia, bien por el desarrollo de materiales o por la implementación de sistemas. La rentabilización de los recursos Rentabilizar un recurso es sacarle un valor añadido adicional, obtener unas rentas extra. Estas rentas nos permiten adquirir nuevos recursos. Si adquirimos veinte ordenadores multimedia de excepcionales prestaciones para uso de los alumnos de pregrado durante las mañanas, y podemos organizar un curso de postgrado para empresas con esos mismos equipos por la tarde, podremos fácilmente amortizarlos y, si la estructura financiera de la institución no contempla la amortización como tal, al menos nos genera ingresos para nuevas adquisiciones. A veces me he encontrado con alumnos o colegas, generalmente jóvenes, que piensan que eso es algo así como privatizar la universidad. Que los recursos universitarios deben ser gratuitos y debe ponerlos el Estado. Mi experiencia me muestra que esto sólo es posible si partimos de un planteamiento socialista del Estado y la economía, lo cual no estaría mal si no fuera (en el caso de esos alumnos y profesores) el que inmediatamente habría otra consecuencia y es que sería el Estado quien decidiría cuantos y quienes podrían estudiar. Es normal que el Estado no vaya a pagar una costosa educación de calidad a miles de profesionales para luego abocarlos al paro. Otra lamentable consecuencia es que, si esto no se produce a nivel mundial, el Estado en cuestión se verá obligado a limitar los beneficios de esa educación, por ejemplo limitando la capacidad de salir del país o, como en el caso de la Argelia socialista, no otorgando ningún título por escrito a sus pilotos: de lo contrario los pilotos realizaban su formación en Argelia gratuitamente y luego emigraban a Francia a cobrar altos sueldos. No son los únicos problemas que se plantean pero no nos vamos a extender aquí. La realidad es que la universidad pública y gratuita basada exclusivamente en fondos públicos suele traducirse lamentablemente en una universidad de baja calidad que alberga en muchas ocasiones como profesores a funcionarios desmotivados. Es precisamente desde un pensamiento socialista y defensor de la institución pública desde el que hay que luchar para que los centros públicos, con soporte de fondos públicos, desarrollen también su autonomía e iniciativa en la búsqueda de la mejora de la calidad docente. Las fuentes de financiación A partir de todo lo dicho podemos presentar ahora un resumen que muestra las fuentes directas de financiación. En primer lugar podemos considerar fondos públicos, fondos privados y, desde hace unos años es frecuente sistemas mixtos en los que fondos públicos apoyan la acción de fondos privados para llevar adelante estos proyectos. Desde el punto de vista del origen de los fondos públicos, en España podemos
considerar: •
Fondos de la propia Universidad que apoyan acciones como éstas: o Presentación de proyectos a niveles superiores o Proyectos de nivel reducido o Soporte a grupos de investigación o Soporte a participación en acciones concretas
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Fondos de los gobiernos regionales y nacional. En general estos fondos tratan de fomentar la participación en proyectos de nivel superior o bien desarrollo de proyectos y de redes nacionales.
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Fondos europeos. Estos fondos suelen requerir la participación de centros pertenecientes a diferentes países intra y extracomunitarios. Hay una tendencia hoy a que estos fondos apoyen macroproyectos.
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Otras instituciones
Respecto a las cantidades financiadas, éstas están relacionadas directamente con el nivel de la institución que proporciona los fondos, es decir, un proyecto europeo comienza en el nivel de los 100.000 euros mientras que la propia institución puede aportar apenas unos cientos. Es frecuente que la cantidad financiada no cubra el 100% del proyecto sino sólo una parte que puede representar entre el 50% y el 90%. Puesto que en realidad no existe (en las universidades públicas) una auténtica fuente explícita para financiar el otro porcentaje, lo normal es utilizar la fuerza de trabajo del profesorado fijo para justificar la diferencia que debe aportar la institución. Como resultado la Unión Europea promueve en el caso de instituciones públicas el concepto de “Costos adicionales” en los cuales la Comisión Europea paga el 100% de todos los gastos del proyecto que no sean salarios de personal fijo de la institución. A nivel interno de las instituciones se está tendiendo hoy a sustituir algunas ayudas por “servicios”: se le ofrece al profesor el apoyo de un gabinete o un servicio técnico por ejemplo para desarrollar materiales para Internet. No parece tener mucho éxito y esto debe verse por cuanto el profesorado universitario utilizaba muchas veces estas ayudas para adquirir equipos (por ejemplo ordenadores portátiles) que no le proporcionaba la institución y para ello él mismo se dedicaba a las tareas de desarrollo. Sin el incentivo económico directo, muchos profesores no ven interés en esas ayudas. Un último comentario. La investigación en España recibió con la entrada en la Unión Europea un impulso con un notable incremento de fondos recibidos por las universidades (no sólo desde Europa). El cambio es perceptible en los últimos 20 años. Hace sólo 15 años era frecuente que un departamento no tuviera ni siquiera un reproductor de vídeo ni un ordenador. Muchos departamentos recibieron su primer ordenador hace 16 años, otros más tarde. Desde 1990 la curva de inversiones se elevó rápidamente. Esa curva se ha detenido con la llegada del gobierno del Partido Popular (conservador) aunque no es posible identificar si es el resultado de una mala gestión de los fondos de investigación o por el esfuerzo realizado en poder presentar al electorado un “déficit cero” que ha llevado a lo que se ha llamado “incremento cero” (el presupuesto de las instituciones ha
quedado congelado en estos años), la venta de empresas públicas y otras acciones características de los gobiernos neoliberales.