Analogía entre el experimento de Stern-Gerlach y la descomposición de la luz
En el experimento de Stern-Gerlach se utilizó un haz de átomos de plata que atravesó un campo magnético no uniforme, formado por un imán con uno de sus polos en punta; se evidencio que al pasar por el campo, el haz de átomos se dividió en tres haces, ya que estos se comportan como pequeños imanes que al sentir la presencia de un campo magnético se reorientan. Después se bloquearon los dos haces inferiores y solo se permitió el paso al haz superior, haciéndolo entrar en otro aparato Stern-Gerlach igual al anterior, pero lo que se encontró es que este haz no se dividió en tres como ocurrió anteriormente, sino que continuo con su trayectoria normal, por lo que podemos concluir que se obtuvo un haz cuyo comportamiento ya está determinado y es un estado bien definido. Lo mismo pasa con la descomposición de la luz, en ese experimento utilizamos luz blanca (se comporta como los átomos de plata) y dos prismas (se comporta como el campo magnético no uniforme); la luz blanca es una superposición de todos los colores y cada color posee una longitud de onda diferente. La luz utilizo el aire como medio para desplazarse, esto ocasiono que la velocidad de las ondas cambiaran al hacer contacto con el prisma (otro medio) y lo atravesara en direcciones y ángulos diferentes, por lo que la luz se refracto y observamos un espectro en el que se evidencio variedad de colores. Luego, como en el experimento de SternGerlach, elegimos un color (rojo) y bloqueamos el paso de los demás, hicimos pasar nuevamente ese color (rojo) por el segundo prisma y se reflejó el mismo color pero con ángulo distinto, nuevamente concluimos que se obtuvieron colores cuyo estado es bien definido.