Analgesia Hipnotica Y Dolor

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TRATAMIENTO DEL DOLOR A TRAVÉS DE LA ANALGESIA HIPNÓTICA: MECANISMOS NEUROPSICOFISIOLÓGICOS Y COMPARACIÓN CON OTROS TRATAMIENTOS TREATMENT OF PAIN THROUGH HYPNOTIC ANALGESIA: PSYCHONEUROPHYSIOLOGICAL MECHANISMS AND COMPARISON WITH OTHER TREATMENTS

Espinoza, Yanitza; Flores, Jorge; Jarpa Jose Miguel; Lizana Claudia; Marchant Marìa; Salin Alexander1. Profesor: Jorge Fernández Tornini2 Ayudante: Juan Cristobal Ruiz Diaz3 Resumen La analgesia hipnótica tiene por mecanismos psiconeurofisiológicos la activación inhibitoria de sistemas neuronianos relacionados con la atención y la desatención como lo son la región frontal anterior y la cingulada anterior, además de mecanismos no atencionales como los reflejos medulares nociceptivos R III. La analgesia hipnótica presenta importantes ventajas en comparación con los analgésicos químicos tales como los opiáceos debido principalmente a su baja peligrosidad ya que no provocan adicción, tolerancia, ni dependencia. Asimismo demuestra ser superior a otros tratamientos psicológicos como la reducción de stress e imaginería, por lo que se presenta como la mejor candidata para disminuir el dolor en el futuro. Palabras claves: Hipnosis, Analgesia hipnótica, dolor.

Abstract Psyconeurophysiological mechanisms of hypnotic analgesia are the inhibitory activation of neural systems related with attention and inatenttion such as prefrontal and anterior cingulate regions, besides non-attentional mechanisms such as nociceptive medullary reflex RIII. Hypnotic analgesia presents important advantage in comparison with chemical analgesics such as opiates due mainly to its low danger since they do not cause any addiction, tolerance neither dependence. Also it demonstrates to be superior to other psychological treatments such as stress reduction and imagery, for what is presented as the best candidate to diminish pain in the future. Key words: Hypnosis, Hypnotic analgesia, Pain.

1

Alumnos Psicología Universidad de Chile. Mail: [email protected] Profesor Titular. Departamento de Psicología. Universidad de Chile 3 Ayudante. Departamento de Psicología. Universidad de Chile. 2

Analgesia Hipnótica Dentro de la hipnosis se puede describir varios fenómenos, entre ellos se destaca la analgesia hipnótica, la cual es un proceso inhibitorio activo que implica varios sistemas cerebrales nociceptivos, atencionales e inhibitorios. Este fenómeno es el resultado de cambios que afectan principalmente, aunque no exclusivos de la distribución activa de la atención y "desatención" asociada con la región frontal anterior, cingulada anterior y la corteza temporal anterior (Kropotov, Crawford & Poliakov, 1997) junto con los sistemas corticales posteriores relacionados con aspectos espaciotemporales de la percepción del dolor (Crawford, Knebel, Vendemia, Horton & Lamas, 1999). La analgesia hipnótica no es la única alternativa en la reducción del dolor, lo crucial es que este mecanismo es distinto a las otras posibilidades de abordar esta tarea; ejemplo de esto es la comparación de la analgesia hipnótica con los opiáceos (Spiegel & Albert 1983), los cuales se diferencian en los procesos neuroquímicos implicados y las consecuencias de su uso (Domangue, Margolis, Lieberman & Kaji, 1985). Como consecuencias del uso de la analgesia hipnótica - en comparación con otros tratamientos analgésicos - vemos que ésta presenta la ventaja de no tener que lidiar con el problema de la dependencia, tolerancia y otros efectos colaterales relacionados con el uso de drogas como los opiáceos (Wisconsin Medical Society Task Force on Pain Managment, [WMJ] 2004; Cyna, Robinson, Crowther, Baghurst, Turnbull, Wicks & Whittle, 2006). A pesar de que la analgesia hipnótica no es la única forma en que podemos enfrentar la experiencia

dolorosa ya sea subjetiva como física (Tukka & Numminem, 2004), su importancia tiene relación con su carácter de alternativa factible a los tratamientos clásicos, lo cual es significativo tanto para psicólogos como para médicos, ya sea por su aplicación contra el dolor agudo como crónico - producto de daño o inflamación de algún tejido – su uso en tratamientos alternativos al uso de analgésicos, a padecimientos dolorosos sin una correlación evidente con alguna alteración física; o en situaciones en que el tratamiento para aliviar el dolor por medios farmacológicos o quirúrgicos es muy problemático así como por ejemplo en el caso de los pacientes terminales de cáncer en los que el uso masivo de analgésicos no son de gran ayuda (Carrillo, Collado & Vásquez, 2005). Esta revisión pretende describir los mecanismos neuropsicofisiológicos responsables de la analgesia hipnótica. En orden de lograr este objetivo, se comenzará por describir el fenómeno de la hipnosis, para posteriormente analizar las características de la analgesia hipnótica y comparar este tratamiento hipnótico con otro tipo de terapias frecuentemente empleadas para mitigar el dolor. Aproximaciones Científicas al Fenómeno de la Hipnosis La palabra Hipnosis proviene del griego Hypnos que significa sueño. Debido a esta falsa asociación entre ambos fenómenos, la hipnosis ha sido afectada históricamente por el mismo velo desconocido, místico y controvertido que ha tenido el sueño; lo que tuvo como consecuencia el que cargara con un injusto desprecio por parte de los científicos, quienes la percibían como algo que se alejaba considerablemente de los intereses de la ciencia (Tortosa,

González-Ordi & Tobal, 1999). En la actualidad esta situación ha cambiado radicalmente debido a que la hipnosis ha conseguido deshacerse de su pesada carga esotérica principalmente por el aporte de Hilgard desde 1957, Barber a partir de 1959 y Orne desde 1960 (Tortosa et al, 1999). Siendo aceptada el día de hoy como un fenómeno neuropsicofisiológico real que carece de toda magia y que contrariamente a lo que se pensaba hace siglos atrás, puede ser aprehendido a través del método científico. Entendiendo la hipnosis desde una perspectiva científica, existen dos grandes posturas: la postura psicologista y la fisiologista (Tortosa et al, 1999). Por un lado, las perspectivas psicologistas conciben el comportamiento hipnótico dependiente más de las características del sujeto que del hipnotizador (Bowers, 1976) y dentro de las fisiologistas, se enfatiza el efecto de diversos procesos neurofisiológicos y psicofisiológicos como variables intervinientes en la aparición del estado hipnótico. Tal es el caso de “la dominancia hemisférica (Banyai, 1985), o de la restricción del input sensorial y la manipulación del arousal fisiológico (Wickramasakera, 1990), y la actividad diferencial de estructuras subcorticales situadas en el sistema límbico (De Beneditis & Sironi, 1988 Citados en Tortosa et al, 1999). Hoy en día es iluso pensar una teoría psicológica que no contemple el sustrato psicofisiológico del proceso y viceversa (Crawford & Gruzelier, 1992) Actualmente, a pesar de que existen diversas explicaciones relacionadas con el fenómeno de la hipnosis, se ve que esta discusión entre distintos enfoques teóricos está referido en pocas palabras a que si este debe ser considerado como un estado alterado de conciencia o no, lo cual finalmente depende si este es entendido como un

fenómeno en que pesa más el componente social o el físico (Tukka & Numminem, 2004). La mayoría de los investigadores concuerdan en que no importando cual sea la forma como se entienda este fenómeno, esta debe necesariamente contemplar como parte fundamental de su explicación los cambios en la experiencia subjetiva (Tukka & Numminem, 2004; Kallio & Revonsuo, 2003) no obstante, también es cierto que no hay un criterio compartido en la actualidad para definir cuando esta explicación es siempre válida (Tukka & Numminem, 2004). Considerando la complejidad del fenómeno y la necesidad de tener una idea general que represente oficialmente la variedad de explicaciones presentes en la actualidad, el Comité Ejecutivo de la American Psychological Association, específicamente la división de Hipnosis Psicológica (1994) ha construido una definición de hipnosis. La definición ofrecida por la APA, considera la hipnosis como un “procedimiento durante el cual un profesional de la salud o investigador sugestiona o induce cambios en la experiencia, sensaciones, percepciones, pensamientos o comportamientos a un cliente,”. (p12) Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la APA por integrar las concepciones existentes, nuevos descubrimientos y nuevas perspectivas teóricas impiden crear una definición que deje conforme a todas las partes involucradas. Las discusiones siempre decantan en un punto: las posturas que dividen la hipnosis en dos grandes categorías. Una perspectiva sugiere que esta es un estado de conciencia (SV) y la otra la considera como un no estado (NSV). La primera sostiene que la aplicación de las técnicas de hipnosis lleva a un estado alterado de conciencia, el cual es cualitativa y cuantitativamente diferente del estado de vigilia. La

segunda, cognitiva conductual o sociocognitivista, postula que no hay un estado distinto, sino que los fenómenos hipnóticos dependen de la correcta manipulación de características psicológicas y psicosociales como la motivación, expectativas positivas hacia la tarea, las creencias o el rol del hipnotizador (Tortosa et al, 1999). Estas dos perspectivas han originado a su vez dos grandes teorías que intentan explicar el fenómeno de la hipnosis: la teoría de la neo-disociación (SV) y la teoría psicosocial (NSV). Ambas concuerdan en el método, y en el resultado de ese método, pero difieren a la hora de especificar cuales son los principales determinantes de la respuesta hipnótica ya que la primera pone énfasis en los procesos automáticos e inconscientes, la segunda enfatiza en las estrategias cognitivas en el campo de la conciencia. (Gay, 2005). La orientación que para estos fines investigativos presenta mayor respaldo empírico es la perspectiva de SV - sin que por ello se descarten los factores sociales presentes, como las actitudes, motivaciones y expectativas - Se observa que este respaldo está dado por observaciones fisiológicas mediante el uso de EEG, potenciales evocados, flujo sanguíneo cerebral, resonancia magnética nuclear, entre otras técnicas (Crawford et al, 1999). La perspectiva SV en pocas palabras, considera que el comportamiento durante la hipnosis depende de dos elementos básicos: un estado de conciencia especial y distinto a los otros durante la hipnosis y un grado de sugestionabilidad, el cual no es dependiente de la presencia del estado, pero que es afectado por él (Kallio, & Revonsuo, 2003). Además, se considera que la perspectiva SV concuerda con las concepciones de la teoría biológica del conocimiento (Maturana & Varela, 1984)

fundamentalmente por dos razones: La primera tiene relación con la oclusión operacional del SNC y la segunda con el papel de la experiencia sensoperceptual generada durante la hipnosis. Lo anteriormente señalado es crucial, debido a que si bien la inducción hipnótica es en el medio relacional, la elaboración, ya sea tanto de una emoción, una imagen o una percepción dolorosa o de una ausencia de estas manifestaciones, es siempre producto de un patrón de activación neuroniano aprendido y reproducible por el SNC del organismo hipnotizado y no por el estímulo ambiental. Por lo que es preciso tener presente que si bien el ambiente es crucial durante, por ejemplo la percepción de dolor físico, de acuerdo al modelo neuroniano, éste no determina finalmente que el dolor sea percibido o no, sino que este se manifiesta en una “participación probabilística, como un inductor de cambios no específicos” (Fernández, 2006, no publicado). Por otra parte, la alta sugestionabilidad entendida como la susceptibilidad de ser hipnotizado, es un elemento fundamental para lograr un estado hipnótico (Kallio, & Revonsuo, 2003). Los estudios neuropsicofisiológicos relacionados con la sugestión en la analgesia hipnótica muestran que los sujetos con un alto nivel de sugestionabilidad muestran patrones diferentes de respuesta cortical, debido a esto presentan una mayor capacidad atencional que los sujetos menos sugestionables y por lo tanto, se encontrarían más predispuestos para los procedimientos de hipnosis. Esto se explica por los hallazgos que indican que las personas que tienen un bajo nivel de sugestionabilidad muestran pequeñas diferencias en la actividad interhemisférica, mientras que por el contrario las personas con un alto nivel de sugestionabilidad muestran una

dominancia del hemisferio izquierdo durante la condición de dolor y una dominancia opuesta durante la analgesia hipnótica (Patterson & Jensen, 2003; DePascalis 1999, citado en Crawford 1999) ha notado que los sujetos altamente sugestionables producen una actividad de más de 40 Hz en el EEG tanto en la línea base, como durante la hipnosis, lo cual es interpretado como una marca que indica un enfoque atencional más reducido (Sakari & Revonsuo, 2003), por lo tanto habría un compromiso importante de la corteza prefrontal ya que esta área se activa durante la atención y durante la aplicación de estimulación dolorosa (Crawford, et al 1999). El hecho de que la analgesia hipnótica sea notablemente más efectiva en sujetos con un alto nivel de sugestionabilidad, refuerza la postura de SV en la medida que más que de un ritual social basado en las creencias y actitudes, la analgesia hipnótica dependería de características de la personalidad de los sujetos. Dolor y Analgesia Hipnótica De acuerdo a Crawford y su grupo (1999) el dolor es una experiencia compleja y dinámica, esto se debe principalmente a que es multidimensional: sensorialdiscriminativa, motivacional-afectiva, cognitiva y motora. La experiencia dolorosa implica que varios sistemas neuronianos estén participando secuencialmente y en paralelo (Posner & Raichle, 1994 citado en Crawford et al), en adición a esto, la valoración afectiva del dolor cambia de acuerdo a variables ambientales y sociales, las que se sintetizan a través de sistemas corticales y subcorticales (Chandler & Dong, 1995 citado en Crawford et al, 1999) tales como las áreas neocorticales S1 y S2, el

tálamo, la ínsula, el cortex cingulado anterior, los ganglios basales y la corteza prefrontal (Crawford, et al 1999). Por otra parte la analgesia hipnótica, como ya se mencionó, es un proceso inhibitorio activo que implica varios sistemas cerebrales. Este fenómeno es el resultado de cambios que afectan principalmente la distribución activa de la atención y "desatención" asociada con la región frontal anterior, cingulada anterior y la corteza temporal anterior (Kropotov et al, 1997) junto con los sistemas corticales posteriores relacionados con aspectos espacio-temporales de la percepción dolorosa (Crawford et al, 1999). Así se observa que durante el dolor y la analgesia, la corteza prefrontal está activada. En humanos se ha asociado ésta corteza con la programación y regulación de la conducta, como por ejemplo la atención (Luria, 1966; Norman, 1986; Pribram, 1991; Stuss, 1995; citados en Crawford et al, 1999). Por esta razón, si la analgesia hipnótica está basada importantemente en procesos atencionales, puede anticiparse, tal como lo señala Crawford (1999), una implicación interactiva entre los sistemas cerebrales de la atención y el dolor. Esta asociación entre los mecanismos de atención y de dolor en la analgesia hipnótica ha sido postulada considerando que el procedimiento de la analgesia hipnótica no produce alteraciones en todas las regiones corticales relacionadas con el dolor (Rainville, Duncan, Price, Carrier & Bushnell, 1997). Esto se basa en los datos aportados por estudios que compararon el cambio del flujo sanguíneo de la región cerebral específica entre sugestión hipnótica y control hipnótico. Dichos estudios revelaron activaciones significativas relacionadas al dolor en la corteza somatosensorial primaria, ínsula rostral y corteza cingulada anterior durante el incremento y disminución del

displacer (Rainville et al, 1997) pero dentro de la vecindad de la corteza somatosensorial secundaria, no se observó actividad significativa evocada por el dolor ni con el incremento ni con la disminución del displacer. Una explicación posible para esta ausencia de evocación de actividad por dolor en la corteza somatosensorial secundaria, es que el esfuerzo mental o la demanda de atención por la sugestión pudieron suprimir aquella activación. Alternativamente, se puede explicar dicha ausencia como un fenómeno de habituación de la corteza somatosensorial secundaria por la estimulación repetitiva. En condiciones de sugestión hipnótica las tres partes activadas (corteza somatosensorial primaria, corteza cingulada anterior e ínsula rostral) revelaron una activación significativamente mayor durante el aumento de displacer, comparado con lo observado durante la disminución de displacer, relacionado solo con la actividad en la corteza cingulada anterior. En la corteza somatosensorial primaria, en relación al dolor, el flujo sanguíneo cerebral de la región fue mas baja en condiciones de aumento del displacer que en condiciones de disminución, indicando que no hay una tendencia al aumento de la activación en esta área vinculado al aumento del displacer (Rainville et al, 1997). Se puede decir que la analgesia hipnótica se correlaciona principalmente con un aumento de la actividad de la corteza cingulada anterior aunque es importante destacar que también implica la activación en paralelo de otras áreas del SNC. Considerando que muchos estudios han mostrado que la importancia de la actividad de la corteza cingulada anterior en los procesos de distribución de la atención y las redes emocionales (Bush, Luu & Posner, 2000) se ha planteado que

el fenómeno de analgesia hipnótica esta íntimamente relacionado con los procesos de atención. Sin embargo, el fenómeno de la analgesia hipnótica no puede ser reducido a mecanismo de atención puesto que en dicho procedimiento operan simultaneamente otros mecanismos neurofisiológicos tal como muestran los estudios de Kiernan que han demostrado una relación entre la analgesia hipnotica y la inhibición del reflejo nociceptivo R-III a nivel de la médula espinal en personas altamente sugestionables (Pettersen & Jansen, 2003), por lo que es posible pensar que la analgesia hipnótica opera a través de diversos mecanismos y no solo a través de una redistribución de la atención. Tratamiento contra el dolor: Analgesia Hipnótica v/s otros tratamientos Las ventajas del uso de la analgesia hipnótica por sobre las otros tratamientos terapéuticos existentes, fue observada en la revisión de Patterson y Jensen (2003) en donde la analgesia hipnótica demostró en varios estudios ser más efectiva que otras formas de mitigar el dolor, como por ejemplo, la terapia cognitiva conductual, la educación, el entrenamiento de relajación, la distracción y el apoyo emocional. Otros estudios como los de Hilgard & Hilgard 1966 (citado en Carrillo et al, 2005) han demostrado la eficacia de la analgesia hipnótica para disminuir e incluso llegar a eliminar el dolor producido experimentalmente y medido a través de CTP (Cold Pressor Test) el cual es un procedimiento que permite poner a prueba diferentes tratamientos para contrastar su eficacia en el control del dolor, por ejemplo, probar analgesia hipnótica, comparada con una técnica simple de distracción, una técnica

cognitiva, placebo y fármacos (Carrillo et al, 2005). El hecho de que comparativamente la hipnosis sea más efectiva que otros tratamientos cognitivos conductuales como las estrategias de reducción de estrés que consisten en una redistribución consciente del foco atencional a través técnicas de imaginería y de relajación acompañada de ejercicios respiratorios (Frenay, Faymonville & Vanderkelen, 2001) permite hipotetizar que en el procedimiento de la analgesia hipnótica actúan mecanismos neurofisiológicos que no dependen del control consciente, en la medida que la manipulación de variables sociales es insuficiente para producir el fenómeno de analgesia. Esta superioridad en la eficacia de la analgesia hipnótica, puede ser interpretada como un apoyo a las perspectivas SV. En tanto, si se compara la analgesia hipnótica, con las drogas frecuentemente usadas para el tratamiento contra el dolor, esta técnica ha demostrado presentar varias ventajas. Según la WMJ (2004), las drogas pueden ser divididas en: antinflamatorias, no esteroidales (NSAIDs), acetaminofeno, opiáceos y neuromoduladores. De todos ellos los que han demostrado ser más efectivos son los opiáceos. Estos últimos actúan inhibiendo la acción de la acetilcolina (Willette, Doorley & Sapru, 1986). Por ejemplo en el sistema periférico los opiáceos inhiben la neurotransmisión colinérgica en el corazón, los intestinos, las vías aéreas (Beleslin & Polak 1965, citados en Willette et al, 1986) y en el cerebro. Hay estudios que demuestran que la administración de opiáceos disminuye la acetilcolina “libre” e incrementa la “almacenada” (Crossland & Ahmed, 1984).

Múltiples estudios identifican la superficie ventral, áreas rostrales y ventrolaterales de la medula oblongata como áreas que contienen importantes centros de neuronas sensibles a los opiáceos, por lo que esta estructura tiene gran importancia en los efectos de esta sustancia. (Willette et al, 1986). Como ejemplos de opiáceos tenemos a la morfina, hidromorfina, codeína, por nombrar algunos (WMJ, 2004). No obstante su efectividad comprobada, los efectos analgésicos de los opiáceos presentan amplios efectos secundarios. Entre los de menor grado están la constipación, vómito, sedación y picazón y entre los de mayor gravedad se tiene los delirios y la disminución respiratoria, los que suelen ocurrir si la dosis se incrementa muy rápido. Entre los fenómenos neuropsicológicos que la WMJ (2004) considera presentes en el consumo de drogas tales como los opiáceos están: a) La tolerancia: Aprendizaje en el que cada vez se requiere una mayor dosis de una droga para sentir su efecto, aunque no está presente en todos los individuos, en muchos si lo está. b) La dependencia física: Producto del cese de la droga o la administración de un antagonista, éste induce un síndrome de abstinencia fisiológico. c) La adicción: Desorden compulsivo producto de un abrupto cese de la droga, el cual induce un síndrome de abstinencia fisiológico. La WMJ (2006) señala como advertencia que pacientes con diagnóstico o tratamiento previo de abuso de sustancias requieren cuidados especiales cuando son tratados con opiáceos. Debido a la gran cantidad de efectos adversos ante el uso de analgésicos químicos, se ha apoyado la investigación en tratamientos alternativos de analgesia, tal como lo es la hipnótica. Hay una cantidad sustancial de pruebas y

varios estudios controlados para apoyar la eficacia y el empleo de hipnosis en problemas de dolor agudos. La mayor parte de los estudios en esta área se han enfocado en el dolor producido por procedimientos invasivos médicos por ejemplo, cirugía, aspiraciones de médula ósea o el parto (Cyna 2006; Patterson & Jensen, 2003), dolor debido a cáncer, intervención dental, quemaduras, reducción de fracturas sin anestesia, entre muchas otras (Carrillo et al, 2005). En síntesis, la evidencia arrojada por diversos estudios concluyen que el tratamiento del dolor agudo a través de la hipnosis es un procedimiento más efectivo que otros tipos de tratamientos (Patterson & Jensen, 2003). Perspectivas en el estudio de la hipnosis Es de perogrullo el que una de las tareas de la psicología científica es no caer en el dualismo cartesiano para explicar los complejos fenómenos cognitivos humanos, éste se esfuerza en explicar inmerso en un monismo materialista, que el conjunto de conductas que son generadas o es posible de ser generadas por todo ser, es resultado de la red de interacciones dinámicas originadas por los elementos que conforman el SN. Así la mente, las creencias, la motivación y otros tantos conceptos recurrentes para la psicología, serán vacíos - a pesar de que puedan mostrar una alta coherencia como constructos - si éstos fracasan en demostrar su existencia física directa o al menos indirecta. Debido a esta razón la práctica psicológica experimental y clínica debe ser muy cuidadosa, los profesionales involucrados, especialmente los psicólogos, deben estar al tanto de la complejidad neurofisiológica implicada en todas las formas de conducta y no asegurar a priori que este conocimiento no es necesario. La importancia de la

psicología científica en el estudio de la hipnosis y sus fenómenos relacionados como por ejemplo la analgesia, se debe a que ésta provee un punto de vista ecléctico, una crítica constante a las explicaciones puramente fisiológicas o puramente sociales. Así, desde ésta posición podemos observar que el tratamiento del dolor a través de la analgesia hipnótica puede diferir considerablemente dependiendo de la postura teórica desde la cual se enfoque la hipnosis. De esta forma la analgesia tratada desde un perspectiva sociocognitiva, basa su eficacia en la capacidad del hipnotizador de manipular variables ambientales; mientras que desde un enfoque neodisociativo, el éxito de la terapia dependería principalmente de la existencia de un estado de conciencia especial y distinto a los otros durante la hipnosis, y al.elevado nivel de sugestionabilidad del paciente Si se asume la teoría psicosocial, cabria preguntarse por qué no todos los pacientes que son tratados con hipnosis responden de la misma forma a este procedimiento, mientras que si se asume la teoría de la neodisociación es posible cuestionarse el rol del psicólogo (en el caso de intentar una terapia hipnótica con un bajo nivel de sugestionabilidad). Por este motivo el considerar que la hipnosis es un fenómeno dependiente exclusivamente de variables fisiológicas como la sugestionabilidad, constituye un argumento reduccionista desde una perspectiva psicosocial (donde la motivación, las expectativas y las actitudes de los sujetos cumplen un rol de suma importancia) y viceversa, debido a que juzgar el fenómeno hipnótico como un hecho dependiente únicamente de variables sociales es una explicación que no da cuenta de la complejidad real del fenómeno.

Las teorías de Neodisociación y la teoría Psicosocial no solo responden a perspectivas teóricas divergentes en donde la primera se centra en procesos automáticos e inconscientes y la segunda en estrategias cognitivas, sino que además difieren en las metodologías empleadas en las investigaciones que se realizan bajo su alero. Por lo tanto es importante considerar que antes de contrastar estas perspectivas, es necesario advertir que los criterios metodológicos y epistemológicos a partir de las que se originan las investigaciones son muchas veces irreconciliables, debido a esto cualquier esfuerzo futuro orientado a unificar plenamente las conceptualizaciones de la hipnosis, debe considerar criterios comunes ha utilizar, evitando de esta forma el peligro que conllevarían el integrar elementos contradictorios. Debido a esa razón nos atrevemos a asegurar tan sólo que la perspectiva Neodisociativa aporta mayor evidencia para explicar los mecanismos psiconeurofisiológicos relacionados con la analgesia hipnótica ya sea tanto por mecanismos atencionales, inhibitorios o reflejos. En estos participan elementos tanto del sistema límbico hipotalámico (corteza cingulada principalmente), reticular (facilitación selectiva de áreas de la neocorteza y la inhibición del reflejo nociceptivo R-III a nivel de la médula espinal) y talamoneocortical (corteza motora, frontal y temporal entre otras). Variando la activación de éstas áreas más por una característica física (la sugestionabilidad de los sujetos), que por el dominio en la técnica de hipnosis por parte del experto. Aunque, tal como hemos resaltado anteriormente, dicha variación no implica en absoluto la invalidez de los “estímulos ambientales”, entre los cuales se cuentan los psicólogos y su trabajo.

Es un hecho que la analgesia hipnótica hasta el momento es la mejor alternativa para disminuir el dolor. Presenta importantes ventajas en comparación con poderosos analgésicos químicos tales como los opiáceos, debido principalmente a su baja peligrosidad ya que no provocan adicción, tolerancia, ni dependencia. Asimismo demuestra ser superior a otros tratamientos psicológicos como la imaginería y la reducción de stress. Tales razones demuestran la importancia de que la investigación en este campo continúe y se superen las discrepancias teóricas en lo concerniente al fenómeno hipnótico.

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