Al Maestro[1]

  • June 2020
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Al maestro ©Andrés Díaz Marrero

Papá, mi mejor amigo ©Andrés Díaz Marrero

Con paciencia y dulzura repartes tu labor fatigosa en el tiempo: el divino sazón de tu arte, al alumno que espera, maestro.

Eres mi mejor amigo, A mi lado siempre estás. Soy feliz con tu cariño, Te quiero mucho papá.

Y secando tu fuente amorosa con que irrigas los verdes renuevos do florece el futuro y la rosa de la patria que todos queremos; vas cuajando en la mente del joven encendidas ansias inmortales, de servir a las causas más nobles como hicieron De Hostos y Betances.

Cuando a mi lado te siento Tu presencia me da paz. Al cielo le doy las gracias Por tener tan buen papá.

Mami ©Andrés Díaz Marrero

Érase una viejecita Érase una viejecita

A tu lado, madre mía, de tus caricias gozando parece que estoy flotando en el mar de la alegría. Me conmueve y enternece cuando la mano me pasas cuando en silencio me abrazas y tu rostro resplandece.

sin nadita que comer. Sino carnes, frutas, dulces, tartas, huevos, pan y pez. Siempre tuvo chocolate, leche, vino, te y café;

Tu suave timbre de voz melodía es al oído. Por la dicha que he vivido. Mil gracias le doy a Dios. Mami, si a tus ojos miro, contemplándolos un rato, veo en ellos mi retrato, y emocionado suspiro.

y la pobre no encontraba qué comer ni qué beber. Apetito nunca tuvo acabando de comer, ni gozó salud completa cuando no se hallaba bien. Se murió de mal de arrugas más encorvada que un tres, y jamás volvió a quejarse ni de hambre ni de sed. Rafael Pombo

Hojitas Hojitas de oro que el viento soplo; corren por el bosque corren como yo. Dejaron desnudo al amigo árbol Las primeras lluvias vendrán a bañarlo. Ay, pero, que frió tendrá el pobrecito… Mejor estaría bien abrigadito. A. L

El deseo de Jalid. Nuevo cuento infantil Esta es la historia de un niño que sabía que no era una persona adulta. A la infancia no se le han reconocido sus derechos hasta el siglo pasado, tampoco a los niños y las niñas se les han tratado como a tales sino como a "personas adultas en miniatura sin derecho a ser escuchadas.

Me llamo Jalid. Nací en Toledo en el año 1436. La llaman "la Ciudad de las Tres Culturas" porque viven judíos, castellanos y árabes. A mí eso me gusta mucho porque puedes estar horas y horas viendo a gente pasar con ropas diferentes; transportando comidas diferentes; hablando lenguajes diferentes. Nadie choca con nadie y si se cruzan sus caminos, se regalan sonrisas que valen más que mil palabras. Yo soy bastante feliz, no puedo quejarme por la vida que tengo. Desde la ventana de mi cuarto se ve el puente de Alcántara; en la mesa de mi casa siempre hay cous cous; hasta he aprendido a leer y escribir. Pero a veces pasan cosas que no entiendo y que me gustarían que cambiasen. En una ciudad como Toledo lo veo menos, pero en cuanto sales de Toledo por la Puerta del Sol... Mi padre es alfarero. Vende sus vasijas, platos y otros cacharros por los pueblos de la Mancha. Yo le acompaño y le ayudo. A veces mientras vamos por los caminos, me siento en la parte de atrás del carro y miro. Miro a la gente que pasa y veo todo lo que pasa. Veo a personas de mi edad caminando con los pies desnudos, cargando sacos más grandes que ellas. Veo a mujeres muy jóvenes llevando un recién nacido en sus brazos. Veo a mucha gente trabajar en los campos de sol a sol. No se quejan, nadie se queja. Cuando llegamos al mercado veo a hombres y mujeres comprando acompañados por sus hijas e hijos. Se nota que los quieren, pero me llama la atención que ni las niñas ni los niños eligen las frutas, pero sí cargan con la compra, pero sí limpian a los animales, pero no me miran a los ojos. Tampoco me hablan y no puedo adivinar lo que piensan. Al caer la tarde, cuando se termina el mercado, regresamos a casa y sino esperamos en el

pueblo a que llegue el día siguiente. A mí me gusta quedarme en los pueblos porque así puedo descubrir cosas maravillosas en las mercancías de los demás vendedores, en las calles e incluso puedo conocer a gente nueva. Y es que el mayor tesoro que he descubierto es la amistad con otros niños y niñas que como yo viajan, ven y además, hablan. Podemos pasarnos toda la noche contándonos cosas que escapan al ojo de las personas adultas y es que los niños y niñas somos como los gatos en la noche. Lo vemos todo. Una noche de luna llena, alguien dijo - Y eso qué cuentas, ¿lo has hablado con tu padre? - Se hizo el silencio y todos nos dimos cuenta de que no hablábamos con las personas adultas. Nunca nos habíamos planteado que existía la posibilidad de que nos escuchasen. Hoy cumplo nueve años. Mientras vamos en el carro camino de casa, pienso en el recibimiento que me harán. Sé que mi madre habrá preparado mi comida favorita; que mi abuelo m habrá construido un juguete; que mi hermana mayor me contará mi relato preferido. Lo que no sé es si mi padre me hará el regalo que más deseo.

- Papá, me gustaría contarte una cosa. - Habla Jalid, te escucho. Lo ha hecho. Mi padre, sin saber que es el mejor regalo que me puede hacer, me ha regalado su escucha. Gracias papá por tratarme como a un niño con voz. FIN

El mago alérgico Pedro Pablo Sacristán Había una vez un mago simpático y alegre al que encantaba hacer felices a todos con su magia. Era también un mago un poco especial, porque tenía alergia a un montón de alimentos, y tenía que tener muchísimo cuidado con lo que se llevaba a la boca. Constantemente le invitaban a fiestas y celebraciones, y él aceptaba encantado, porque siempre tenía nuevos trucos y juegos que probar. Al principio, todos eran considerados con las alergias del mago, y ponían especial cuidado en preparar cosas que pudieran comer todos. Pero según fue pasando el tiempo se fueron cansando de tener que preparar siempre comidas especiales, y empezaron a no tener en cuenta al buen mago a la hora de preparar las comidas y las tartas. Entonces, después de haber disfrutado de su magia, le dejaban apartado sin poder seguir la fiesta. A veces ni siquiera le avisaban de lo que tenía la comida, y en más de una ocasión se le puso la lengua negra, la cara roja como un diablo y el cuerpo lleno de picores. Enfadado con tan poca consideración como mostraban, torció las puntas de su varita y lanzó un hechizo enfurruñado que castigó a cada uno con una alergia especial. Unos comenzaron a ser alérgicos a los pájaros o las ranas, otros a la fruta o los asados, otros al agua de lluvia.. y así, cada uno tenía que tener mil cuidados con todo lo que hacía. Y cuando varias personas se reunían a comer o celebrar alguna fiesta, siempre acababan visitando al médico para curar las alergias de alguno de ellos.

Era tan fastidioso acabar todas las fiestas de aquella manera, que poco a poco todos fueron poniendo cuidado en aprender qué era lo que producía alergia a cada uno, y preparaban todo cuidadosamente para que quienes se reunieran en cada ocasión pudieran pasar un buen rato a salvo. Las visitas al médico fueron bajando, y en menos de un año, la vida en aquel pueblo volvió a la total normalidad, llena de fiestas y celebraciones, simpre animadas por el divertido mago, que ahora sí podía seguirlas de principio a fin. Nadie hubiera dicho que en aquel pueblo todos y cada uno eran fuertemente alérgicos a algo. Algún tiempo después, el mago enderezó las puntas de su varita y deshizo el hechizo, pero nadie llegó a darse cuenta. Habían aprendido a ser tan considerados que sus vidas eran perfectamente normales, y podían disfrutar de la compañia de todos con sólo adaptarse un poco y poner algo de cuidado.

Pedro Pablo Sacristán

Los últimos mil dragones Hay muchas leyendas que hablan sobre la extinción de los dragones, pero sólo una cuenta la historia de Sir Esmile, el valiente caballero que acabó con los últimos mil dragones. Sir Esmile estudió durante años los crueles y malvados comportamientos de los dragones de su tiempo, como muchos otros, pero sus conclusiones fueron únicas e increíbles: los dragones vivían en un enfado constante, tan grande, que les hacia echar fuergo por la boca. Así que cuando se decidió a acabar con los dragones, cambió las armaduras y espadas de los demás caballeros por algo insólito: un chiste y un carrito de helados. Cuando el primer dragón se acercaba a devorarle, Sir Esmile contó su chiste a voz en grito. Era un chiste tan bueno, que hasta el dragón sonrió, apagándose al momento su fuego, tal y como había previsto el valiente caballero. En ese instante, mientras el dragón reía, le ofreció también el helado... ¡qué fresquito tan agradable sintió el dragón!, después de años y años de llevar el fuego en la garganta. Y aprovechando la tranquilidad de aquel dragón que minutos antes parecía de lo más feroz, Sir Esmile le ofreció a probar un poco de fruta, que al dragón le supo a gloria. Y es que los dragones no comían ni fruta ni verdura, porque el fuego de sus bocas las quemaba de tal forma que no tenían ningún sabor, así que preferían comer vacas y personas, que aunque chamuscadillas, al menos les sabían a algo... pero claro, cuando el dragón probó frutas frescas, sintió tanta alegría y felicidad, que incluso su terrible aspecto fue cambiando, pues también tenían tan mala pinta por comer tan mal, y en sólo unos días de vida alegre y sana, una noche el dragón desapareció, y el único rastro que quedó de él fue una linda mariposa de grandes alas de colores... Y así cuanta la historia que Sir Esmile, con la única ayuda de sus buenos chistes y un carrito de helados, hizo desaparecer los últimos mil dragones, a quienes una nueva vida, alegre y sana, desembrujó para siempre, convirtiéndolos en bellas y adorables mariposas

Pedro Pablo Sacristán

Augustito Calentito

Augustito Calentito era un ratoncillo de ciudad que vivía plácidamente en una gran casa, con todas las comodidades que ningún ratón pudiera soñar: siempre encontraba agua tibia para bañarse, comida aún caliente, ropa de abrigo o lo que fuera. Con él vivía un tipo raro, Duretas Aguantetas, que incomprensiblemente, a pesar de tener todas esas comodidades, cada día renunciaba a una o dos de ellas. Era capaz de lavarse con agua fría teniéndola caliente, o de mordisquear puerros teniendo al lado un trozo de queso. Y lo peor era cuando trataba de convencer al bueno de Augustito para que también lo hiciera: - Venga, hombre, te harás un tipo más duro. ¡Que te estás convirtiendo en un blandito! - le decía. Y el pobre Augustito se daba la vuelta, se envolvía en su manta calentita y se ponía a leer, pensando cómo podía haber todavía gente tan bruta. Pero la desgracia quiso que una noche cayera tal nevada en la ciudad, que la ratonera de nuestros amigos quedó completamente sepultada y aislada por una montaña de nieve. Trataron de salir, pero el frío era intenso y no creyeron poder cavar un túnel con tanta nieve, así que decidieron esperar. Pasaron los días, seguían rodeados de nieve, y ya no tenían comida. Duretas aguantaba bastante bien, pero el bueno de Augustito, privado de sus baños, su comida y su abrigo, estaba a punto de perder el control. Era un tipo culto, que había estudiado mucho, y sabía que no aguantarían más de 3 días sin comida, los mismos que habían calculado que necesitaban para cavar el túnel a través de la nieve, así que no les quedaba otro remedio que lanzarse a cavar. Pero en cuanto tocó la fría nieve, Augustito dio media vuelta. No podía con aquel frío, ni con tanta hambre ¡ni siquiera sabiendo que estaba a punto de morir! Duretas, sin embargo, lo aguantaba bastante bien, y comenzó a cavar, al tiempo que animaba a su compañero a hacer lo mismo. Pero Augustito estaba paralizado, no podía aguantar tan terribles condiciones, y ni siquiera podía pensar con claridad. Y entonces vio a Duretas, "aquel bruto", y comprendió que era mucho más sabio de lo que parecía, pues en lugar de hacer como él, se había acostumbrado a hacer las cosas porque quería, y no sólo las más apetecibles de cada momento. Y podía mandar cavar a sus patitas sin importar que estuvieran moradas por el frío, algo imposible para él mismo, por mucho que lo desease. Y con esos pensamientos, y una lágrima de impotencia, se echó sobre el calentito montón de plumas que le servía de cama, dispuesto a dejarse morir. Cuando abrió los ojos, creyó estar en el cielo, pues la cara de un angelito le estaba sonriendo. Pero con gran alegría comprobó que sólo era la enfermera, quien le contó que llevaban días curándole, desde que un valiente había llegado allí con las cuatro patas congeladas, y les había indicado cómo encontrarle antes de caer sin fuerzas. Cuando Augustito corrió a agradecer a

Duretas su ayuda, le encontró en pie, muy recuperado. Había perdido varios dedos y una oreja, pero se le veía alegre. Augustito se sentía muy culpable, pues él estaba entero, pero el bruto de Duretas le respondió: - No te preocupes, si no fuera por esos dedos y esa oreja, yo tampoco estaría aquí. ¡No han podido tener mejor uso! Por supuesto, siguieron siendo grandes amigos, pero Augustito ya nunca pensó en Duretas como un bruto, y junto a él, se propuso recuperar el control de su calentito y caprichoso cuerpecito, renunciando cada día a una de esas innecesarias comodidades de la vida moderna.

Pedro Pablo Sacristán

Popi el alpinista Popi el alpinista era famoso por sus intentos de escalar la gran montaña nevada. Lo había intentado al menos 30 veces, pero siempre había fracasado. Comenzaba la ascensión a buen ritmo, con la vista puesta en la nieve de la cima, pensando en la maravillosa vista y aquel sentimiento de libertad. Pero a medida que las fuerzas le fallaban, bajaba los ojos, y miraba más a menudo sus desgastadas botas, y finalmente, cuando las nubes le rodeaban, y comprendía que ese día no podría disfrutar de la vista, se sentaba a descansar, aliviado, para comenzar el descenso de vuelta la pueblo, pensando en las bromas que tendría que volver a soportar. Una de aquellas veces subió acompañado por el viejo Chisco, el óptico del pueblo, que fue testigo del fracaso. Fue el propio Chisco quien más animó a Popi para volver a intentarlo, y le regaló unas gafas oscuras especiales; "si comienza a nublarse, ponte estas gafas, y si comienzar a dolerte los pies, póntelas también; son especiales, te ayudarán". Popi aceptó el regalo sin darle importancia, pero cuando volvió a sentir el dolor en los pies, lo recordó se puso las gafas. El dolor era muy molesto, pero a través de los cristales podía seguir viendo la cumbre nevada, así que siguió avanzando. Como casi siempre, la mala suerte volvió a aparecer en forma de nubes, pero esta vez eran tan ligeras que podía seguir viendo la cumbre a través de las nubes. Así siguió Popi escalando, dejó atrás las nubes, olvidó sus dolores y llegó al fin a la cima. Merecía la pena. Su sensación de triunfo fue incomparable, casi tanto como aquella maravillosa vista, custodiada por el silencio y con la montaña rodeada de un denso mar de nubes. Popi no recordaba que fueran tan espesas; entonces miró las gafas cuidadosamente, y lo comprendió todo: Chisco había grabado una difusa imagen en los cristales con la forma de la cumbre nevada, que sólo podía percibirse al dirigir los ojos hacia arriba. Chisco había comprendido que en cuanto Popi perdía de vista su objetivo, se dejaba llevar y perdía la ilusión por seguir subiendo.

Comprendió entonces que el único obstáculo para llegar a la cima había sido su desánimo, el dejar que la imagen de la montaña desapareciera entre los problemas, y agradeció a Chisco que mediante un engaño le hubiera hecho ver que sus objetivos no eran imposibles, y que nunca se habían movido de su sitio.

Pedro Pablo Sacristán

CANCIONES

Mamá si me dejas ir Mamá si me dejas ir Un ratito a la alameda (bis) Con los hijos de Medina (bis) Que llevan rica merienda -A la hora de merendar Se perdió la más pequeña Si papá la fue a buscar Calle arriba, calle abajo -Calle de Santo Tomás Donde la fue a encontrar En un portalito oscuro Hablando con su galán. -Y estas palabras decía Mi abuela tiene un peral Que cría las peras finas Y en la ramita más alta -Había una tortolita Por el ala echaba sangre Y por el pico decía A los hombres garrotazos -A las mujeres rosquillas Y a los niños de tres años Bollos de confitería.

Chistes para Niños Un chileno va a una tienda de mascotas de un cubano y el chileno dice: señor ¿cuánto vale el perrito? - Oye chico el perrito vale 3.00 dólares - Y la tortuga - Oye chico la tortuga vale 2.00 dólares - Y la cacatua - Oye chico la caca-mía no la vendo.

Llega el lobo y le dice a la caperucita: - Hola caperucita verde Y ella responde: - Hola lobo daltónico.

Un hijo le dice a su madre: - Mamá, mamá... no me gusta mi hermanito La mamá contesta: - Está bien, déjalo a un lado; pero te comes las patatas.

- ¿Qué es blanco con manchas negras y rojas? - Un perro dálmata con ssarampión.

- ¿Cómo se dice árbol en chino? - Té. - Y ¿cómo se dice bosque? Tetetetetetete.

Un señor va al doctor y dice: - Doctor, estoy lleno de pelos, dígame que padezco - Padece un osito.

Una señora llama por teléfono y pregunta: - ¿estoy hablando con la carnicería? - no, es la zapatería - ¡perdón, me equivoqué de número! - no importa, traígalo y se lo cambiamos.

Había un niño que se estaba bañando y le dijo a su mamá: - mamá, mamá, se me acabó el shampoo Y la mamá le dijo: - usá el mío - no - ¿por qué? - porque dice ¨para cabello seco¨ y yo ya me lo mojé.

¿Cuál es el hermano negro de James Bond...? .....Bond..car-bon.... * ¿Qué le dijo la cucharita al azúcar? Te espero en el café

Adivinanzas infantiles Va al monte, no come. Va al rio, no bebe. Y en dar voces se mantiene. El cencerro

Tengo cadenas sin ser preso, si me empujas voy y vengo, en lo jardines y parques a muchos niños entretengo. ¿Quién soy? El columpio

Pérez anda gil camina Perejil

Soy la redondez del mundo, sin mí no puede haber Dios, Papas y Cardenales sí, pero Pontífices no La O

Redondo, redondo. Barril sin fondo. El anillo

Mi madre es tartamuda, mi padre es cantaor, tengo el vestido blanco y

amarillo el corazón. El huevo

Por un caminito va caminando un bicho, y el nombre del bicho ya te lo he dicho. La vaca

Existo cuando me guardan y me muero cuando me sacan El secreto

Que pasa cuando se tira un reloj por la ventana? El tiempo vuela...

Paso por el agua y no me mojo paso por el fuego y no me quemo La sombra

Onomatopeya Es el uso de una palabra, o en ocasiones un grupo de palabras, cuya pronunciación imita el sonido de aquello que describe. Ejemplos típicos de onomatopeyas son "bum", "pam", "clic", "clá" o "crac". Algunas onomatopeyas son utilizadas para describir figuras visuales en vez de sonidos, como "zigzag". Las onomatopeyas son empleadas también para describir el sonido emitido por animales. Existen onomatopeyas en todos los idiomas aunque generalmente difieren de uno a otro, a veces radicalmente, ya que la mayoría de los sonidos no se pueden articular fonéticamente.



Abeja - Bzzz Bzzz



Ave - pío (español)- tweet (inglés) - cui cui (francés) - Piep Piep (alemán)



Cerdo - huik-huik (español) - oink oink (inglés) - ブーブー buu buu (japonés)



Delfín - iiii iii

i • •

Gallo - kikiriki (español) - cock-a-doodle-doo (inglés) - コケコッコー kokekokkoo (japonés) Cocorico (francés) - Kikeriki (alemán) - kúkuriguu (búlgaro)

Gato - miau (español) - meu (catalán) - meow (inglés) - ニャー nyaa (japonés)- Miaou (francés) - Miau (alemán)



Grillo - cri-cri (español)



Mariposa - rsss rsss



Oveja - bee (español)(y no se pronuncia de corrido, sino con una especie de tartamudeo) - baa (inglés)- メェー mee (japonés) - Bê (francés) - Mäh (alemán)



Pato - cuac (español) - quack (inglés)



Perro - guau (sorprendido) (español) - woof (inglés) - ワン wan (japonés) ouah ouah (francés) - Wau Wau (alemán) - bub-bub (catalán)



Pez - glup glup



Ratón - ii - チュー chuu (japonés)



Vaca - muu (español)- Moo' (inglés) - Meuh (francés) - Muh (alemán) モー moo (japonés)

DESCRIPCIÓN EL PEZ ROJO Vive en grupos, porque son bastante sociables, lo podemos mantener junto con otras especies como, coridoras, barbos, etc. Pero, nunca debe estar en compañía de especies más agresivas, ya que se trata de un pez muy tranquilo. El pez rojo es originario de China. La longevidad del pez rojo es de 25 años en cautividad. Es un animal omnívoro. Como alimento vivo le podemos dar larvas de mosquitos y artemias salinas junto con pienso para peces. Como verdura adecuada están los espinacas, que los daremos hervidos. Las crías las podemos alimentar con pulgas de agua y artemias. El pez rojo se puede reproducir cuando alcanza una talla mínima de 6 cm. La hembra deposita, durante 4 horas, en las plantas acuáticas, entre 500 y 2000 huevos. Los huevos tardan entre 3 y 10 días en eclosionar. En las primeras 24 h los alevines no se alimentan porque tienen los sacos vitelinos que les proporcionan el alimento.

LOS LOROS 

 





Los loros o papagayos, son unos animales muy inteligentes, capaces de reproducir sonidos que oyen de su entorno, a veces, multitud de sonidos, y de pronunciar palabras, e incluso, frases enteras. Son conocidos por su belleza basada en plumajes de vivos y llamativos colores. La lengua del loro es redonda, carnosa y muy movediza. La utilizan con gran habilidad para extraer la carne de las semillas, su principal fuente de alimentación. Además, la lengua de los loros les sirve para proferir una gran variedad de sonidos que utilizan para comunicarse entre si los loros que viven en grupo y se encuentran entre el follaje espeso de la selva. En cautividad, gracias a la lengua especial de loros y a su gran inteligencia pueden aprender a hablar. Los dedos de los loros están dispuestos de dos en dos, dos hacia adelante y dos hacia atrás. Esta característica les permite agarrar objetos con una gran habilidad, algunos de ellos pequeños como las pequeñas semillas con las que se alimentan los periquitos y cacatúas. Los loros son animales que viven en grupos, en colonias o en parejas, pero raramente viven solos, puesto que se trata mayoritariamente de animales sociales.

EL GATO: 

Es un animal de pequeño tamaño que pesa de media unos 5 kg, aunque existen variaciones según las razas y el sexo. Los machos son algo mayores que las hembras, por lo que pesan algo más que sus compañeras.



El gato doméstico tiene una longitud de unos 50 cm, sin contar la cola. Si tenemos en cuenta la cola, el gato doméstico mide unos 80 cm, ya que su cola tiene unos 30 cm de largo; aunque lógicamente existen variaciones según la raza con la que tratemos. Tiene una esperanza de vida de unos 15 años, aunque, desgraciadamente, es un dato muy optimista y muchos gatos no superan los 10 años de vida.



REFRANES: Dra. Marisol Muñoz-Kiehne

Amigo en la adversidad, amigo de verdad.

Dime con quién andas y te diré quién eres.

Más vale estar solo que mal acompañado.

Acompáñate con los buenos y serás uno de ellos.

A quien buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.

Una manzana podrida daña el barril.

Amor, Gentileza, Caridad, y Lealtad Se cazan más moscas con miel que con vinagre.

Una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho.. Aprendizaje

Nadie aprende por cabeza ajena.

Lo que bien se aprende, nunca se olvida. Libro cerrado, no saca letrado

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