Al dormir, se relajan los músculos de la garganta y a medida que se inhala aire, este roza la uvula o campanilla y produce vibraciones similares alas emitidas por un instrumento de viento. Sin embargo, en vez de tonos musicales, el ronquido produce sonidos toscos y ásperos. Estos son más molestos para la pareja que para la propia persona que los emite, quien por lo general ignora el problema hasta que alguien se queja del ruido. La probabilidad de que una persona de cualquier sexo ronque aumenta con la edad. Puede roncarse en cualquier fase del sueño, pero al parecer los ronquidos son más pronunciados durante el movimiento ocular rápido (MOR) o al soñar. En muchos casos, dormir boca arriba contribuye al problema, al igual que dormir con la boca abierta. Sin embargo, algunas personas roncan sea cual fuere la posición que adopten al dormir, y hasta con la boca cerrada. El alcohol, los tranquilizantes, las pastillas para dormir, los antihistamínicos y otros medicamentos que relajan los músculos de la garganta y resecan las membranas mucosas pueden estimular los ronquidos. El tabaco puede producir un efecto similar. Determinadas características físicas hacen que la persona sea más propensa a roncar. Las personas obesas tienen el triple de probabilidades de roncar que las delgadas. La obstrucción de los conductos nasales explica algunos casos, sobre todo en niños con adenoides de gran tamaño y en adultos con el tabique desviado. Estudios y procedimientos diagnósticos A las personas que consultan a un médico porque los ronquidos interfieren con el sueño (o amenazan con destruir su relación de pareja) se les somete a un examen físico para determinar si hay obstrucción de las vías respiratorias en la nariz, la garganta y el paladar. Si no se encuentra ninguna anormalidad física, el doctor indaga acerca de otras posibles causas, entre ellas el uso de medicamentos y alcohol. Puede recomendarse que la persona pernocte una noche en un laboratorio de diagnóstico del sueño para que se someta a observación, sobre todo si se sospecha que se trata de apnea del sueño. Este padecimiento, que puede ser peligroso, se caracteriza por ronquidos fuertes y sueño intermitente, interrumpido por breves períodos durante los cuales la persona deja de respirar por completo. Tratamientos médicos No existen tratamientos médicos para los ronquidos, pero el médico puede enseñar estrategias de autoayuda o buscar la manera de eliminar la causa subyacente. Por ejemplo, si determinados medicamentos contribuyen al problema, puede indicar otros diférentes. Tomar un descongestivo antes de ir a la cama puede ayudar sí la causa es la congestión nasal. Algunas personas utilizan un protector bucal, un dispositivo que se coloca en el interior de la boca para mantener juntos los dientes superiores e inferiores al dormir. Puede recomendarse cirugía en caso de adenoides crecidas o tabique desviado, sobre todo si la anormalidad se relaciona con problemas como respiración irregular o infecciones sinusales repetidas. Puede indicarse un procedimiento quirúrgico que consiste en extirpar o modificar con
rayos láser la forma de la úvula y las estructuras cercanas. Sin embargo, esta operación no siempre resuelve el problema de fondo y los expertos sugieren buscar una segunda e incluso tercera opinión antes de someterse a ella. Terapias alternativas El objetivo es remediar las posibles causas subyacentes. Si tiene exceso de peso, consulte a un nutriólogo para que le diseñe un programa razonable para bajar de peso, centrado en la adopción de nuevos hábitos alimentarios y en hacer más ejercicio. Si el abuso de alcohol es el problema subyacente, incorporarse a un grupo de apoyo puede ser la solución. Autotratamiento En muchos casos, el problema de los ronquidos se soluciona con un proceso de ensayo y error. Por ejemplo: Si ronca al acostarse boca arriba, haga todo lo posible por dormir de lado o boca abajo. A algunas personas les ayuda coser una bolsa en la parte posterior de la piyama y colocar una pelota de tenis en su interior para no darse la vuelta mientras duermen. Para respirar con mayor facilidad, podría servirle elevar la cabeza, para lo cual puede colocar un travesaño debajo del colchón, o un ladrillo o una pieza de madera de 5 por 10cm debajo de cada pata de la cabecera de la cama. En la medida de lo posible, no deje que se acumule polvo ni otros alergenos en su habitación. Un humidificador de rocío fresco mantiene la humedad del aire y evita la resequedad de los conductos nasales. Asimismo, un lavado nasal aplicado con una solución salina antes de acostarse le aligerará cualquier congestión. En lugar de tomar una pastilla o una copa para conciliar el sueño, tome un vaso de leche tibia con miel antes de acostarse. Si ninguno de estos métodos surte efecto, la persona afectada por el ruido podría considerar la posibilidad de usar tapones para los oídos por las noches.