Agua y Energía El agua y la energía están intrínsecamente interconectadas. Todas las fuentes de energía (incluida la electricidad) requieren del agua en sus procesos de producción:
para la extracción de materias primas, la refrigeración de plantas térmicas, los procesos de limpieza, la producción de biocombustibles (agua de riego y para las plantas de energía hidroeléctrica) y para el funcionamiento de las turbinas.
Sin embargo, se requiere de la energía para que se pueda disponer de agua para uso y consumo humano (incluyendo el riego) a través del bombeo, transporte, tratamiento y desalación. Esto es, la cantidad de agua necesaria, directa o indirectamente, para la exploración, la extracción, la generación y la transmisión de la energía, y la cantidad de energía necesaria para la extracción, el transporte, la distribución, la recogida, el tratamiento y el uso final del agua. La dependencia que tiene el agua del sector energético y la dependencia del sector energético del agua giran en torno a cuestiones elementales como son los sistemas de gestión del agua y de infraestructuras o la energía sostenible y la eficiencia de los sistemas: Para 2035, el consumo de energía habrá aumentado en un 35%, lo que conllevará que el consumo de agua por parte del sector aumente en un 85%. La energía hidroeléctrica suministra alrededor del 20% de la electricidad mundial, proporción que se ha mantenido estable desde la década de los 90. Los requerimientos de energía para el bombeo de agua superficial son generalmente un 30% menores que para el bombeo de las aguas subterráneas. Se espera que el agua subterránea utilice cada vez más energía al estar bajando los niveles freáticos en las distintas regiones del mundo. A nivel mundial, se estima que el agua de riego destinada a la producción de biocombustibles es de 44 km3, el 2% de toda el agua de riego. En las condiciones actuales de producción, se necesita un promedio de alrededor de 2,500 litros de agua (unos 820 litros de agua de riego) para producir 1 litro de biocombustible líquido (la misma cantidad que se necesita, en promedio, para producir alimentos para una persona durante un día). En general, la industria (incluyendo la energía) utiliza alrededor del 19% del total de agua captada en el mundo. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la energía utiliza aproximadamente el 15% del total, lo que supone aproximadamente el 4% para la industria y la transformación. Sin embargo, se prevé que para el año 2050 solo el sector manufacturero aumentará su uso en un 400%. La dependencia de la industria del agua oscila entre los grandes usuarios en los sectores de alimentos, elaboración de cerveza y la industria minera y las pequeñas y medianas empresas (PYMEs). El uso del agua se expande aún más si se toma en cuenta la huella hídrica total (sobre todo la cadena de suministros) de una industria o planta específica. La escasez de agua Optativa I. Energéticos Alternos
Marisol Ojeda Cruz
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puede tener efectos muy graves en algunos de los principales sectores industriales, como se señala:
En la industria se debe tener una cantidad confiable de agua de calidad adecuada para su uso, y tiene que administrarse adecuada y eficientemente. En el año 2014, el Programa de Agua del Carbon Disclosure Project (CDP) o Water Program of the Carbon Disclosure Project informó que el 53% de los encuestados industriales señalaron que el agua es un riesgo en las operaciones directas y el 26% en las cadenas de suministro. Es muy difícil cuantificar los posibles incrementos en la demanda de agua y el déficit de agua resultante debido a las incertidumbres sobre las futuras condiciones biofísicas, climáticas, económicas y sociopolíticas. Esto es cierto para los sectores que evolucionan rápidamente, como la industria y la energía, y para los países más pequeños, que experimentan altos niveles de variabilidad de la disponibilidad del agua estacional y de un año a otro.
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