Comportamiento agresivo en niños de 4 a 5 años
Aunque parezca extraño, la agresividad es una respuesta normal a una emoción de ira y de frustración que forma parte del desarrollo y aprendizaje como respuesta a una conducta adaptativa y necesaria en el niño. La palabra agresividad viene del latín “agredi” que significa “atacar”. Implica que alguien está decidido a imponer su voluntad a otra persona u objeto incluso si ello significa que las consecuencias podrán causar daños físicos o psíquicos (Pearce, 1995). En consecuencia, existen diversas posturas ante las teorías de la agresividad, Bandura nos habla de un aprendizaje enfocado en la observación como un proceso central del desarrollo, donde el mismo, solo ocurre cuando hay procesos cognoscitivos, y es de allí su afirmación : los niños aprenden de forma continua respuestas deseables en indeseables “manteniendo sus ojos y oídos abiertos”. Y es aquí donde el modelamiento surge debido a que el niño se comporta por imitación de lo que percibe (BANDURA A. 1987). La teoría del impulso innato de Freud sugiere que este impulso se enc uentra latente y controlad hasta que en determinado momento estalla, sin embargo, actualmente no está aceptado por los científicos. Otra de las teorías, de la mano de Dollars y Miller nos dice que es la frustración la que desencadena la agresividad, esto d ebido a la ira obtenida por niños al no conseguir lo deseado. Esto los hace niños frustrados y desdichados que pueden expresar su enojo de forma directa hacia aquellos que generan la frustración ya sea mediante la agresión física o verbal. A partir de aquí es donde se plantean los diferentes tipos de agresividad:
Agresividad Directa: Se percibe mediante una acción física o verbal, como empujar, morder, maldecir o ser vulgar
Agresividad Indirecta: Se manifiesta cuando el niño causa daño a pertencias propias de la persona a la que desea agredir, puede a su vez ser contenida cuando el niño se queja, murmura o grita su frustración.
Agresividad Contenida: El niño gesticula, grita o proceden expresiones faciales de frustración. (CABALLO Y SIMON, 2004) Afirman q ue los tipos se clasifican en:
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Físicas: Agresiones personales o con ayuda de objetos hacia la víctima.
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Verbal: Es el modo mas habitual en escuelas, y se precibe mediante insultos, menosprecio en público, reitero de los defectos físicos.
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Psicológicas: Esta se aprecia en todos los tipos de maltrato, he intenta consumir la autoestima de la víctima, atizando su sensación de inseguridad y aprensión.
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Social: Intenta excluir a la victima del resto de compañeros propios de un grupo, forma, junto con el psicológico los acosos mas empleados en la vida cotidiana y por ende causantes de más estrés postraumático en las victimas.
La frustración se manifiesta en diversas etapas que determinarán la forma en la que se debe corregir o acompañar al niño en ese proceso de aut ocontrol de emociones, SERAFINO Y ARMSTRONG (1998), nos hablan de tres etapas, que son:
Primera etapa de la agresión (0-2 años): El niño se centra en un objeto deseado, hacen gestos amenazantes hacia la otra persona que lo posee.
Segunda etapa de la agresión (2-5 años): Los niños suelen pelear por los juguetes y el control del espacio, curiosamente los niños que mas pelean son los más sociables y competentes.
Tercera etapa de la agresión (5 -7 años): Por ser la última etapa, los niños
solo tienen dos opciones, en la primera el niño se vuelve
menos agresivo a medida que se vuelve menos egocéntrico y más enfático, mientras que de no suceder esto, el niño puede aparecer tendencias destructivas para poder gobernar su vida. Como se puede apreciar, es de total normalidad que se pueda observar agresividad en la edad temprana de un futuro adolescente, sin embargo, es crucial conocer cada una de ellas para poder saber actuar frente a cada situación, nuestro enfoque se encuentra en el segun do escalón de estas etapas, por lo que nos permite preparar al niño de la mejor forma y que logre este llegar a la adolescencia de la mejor forma, sin duda , esto repercutirá en sus triunfos y logros al hacerse cada vez mayor. A continuación, se estudiarán las diferente s alternativas que permitirán tratar a un niño de esta etapa con agresividad.
Responde de forma lógica: Esto sugiere que al niño agredir a otro se le aparte, de buena forma, y donde pueda observar el comportamiento adecuado de los demás niños, con decirle que puede volver a jugar cuando esté listo y sin hacer daño a los demás, basta.
Mantén la calma: Recuerda que ellos aprenden de lo que observan, por ende, sé un buen ejemplo.
Sugiérele alternativas: Hazle saber que es normal el enojo, pero q ue pueden ser canalizados y expresados de diferentes formas, tal es el caso de buscar apoyo con el docente.
Enséñale a ser cortés: El niño debe ir aprendiendo a pedir disculpas, permiso, a saludar poco a poco, si le cuesta, solo ayúdalo o guíalo.
Recompénsalo por su comportamiento: A medida que le niño es cortés se le debe recompensar, el elogio es sin duda el mejor regalo para él.
Evalúa y juega con su tiempo en la TV: Selecciona los programas adecuados y permítele un tiempo prudente frente al TV, ya que este hábito puede ser contraproducente para él.
Inclúyelo en actividades físicas: Sin duda sumergirlo en este tipo de actividades es el mejor hábito que le puedas dejar, los niños siempre están con muchas energías y su nivel de aprendizaje es magnifico en esta etapa, aprovéchala.
Hay que saber que un niño de esa edad está aprendiendo en todo momento nuevas habilidades, de todo tipo: cognitivas, manuales, sociales, etc. Cada nuevo aprendizaje le supone un nuevo reto y si se siente sobrepasado o frustrado pue de acabar arremetiendo contra un compañero de juegos o cualquier persona cercana. Por esto, es indispensable saber actuar ante esta circunstancias y sobre todo entender a cada niño para ayudarlo a ser un ser magnífico en su futuro.
“Todo niño guarda un artista dentro, ayúdalo a descubrirlo”