BELZU, MELGAREJO Y LA ARISTOCRACIA BOLIVIANA
El HECHO HISTÓRICO
Un 27 de marzo de 1865 fue asesinato Manuel Isidoro Belzu, el “Tata Belzu”, quién es considerado por la historiografía y sociología política latinoamericana como uno de los primeros presidentes “populistas” o “socialistas” de Latinoamérica. Sin embargo resulta increíble que un hecho histórico de tanta relevancia, como es el asesinato que dio lugar a uno de los gobiernos más corrosivos de la historia de Bolivia, cuente únicamente hasta la fecha con anécdotas o leyendas sobre ese episodio. Definitivamente, esto se debe a que existió, por ese entonces, la intención de ocultar el hecho histórico.
LA ANECDOTA
Según la narración del episodio de la muerte de Manuel Isidoro Belzu, que presenta el abogado y periodista (contemporáneo de Melgarejo) Tomás O’Connor d’Arlach, en su libro “Dichos y hechos del General Melgarejo”: Cuando la batalla ya se había decidido a favor de los insurgentes levantados en contra del gobierno de Melgarejo, liderados por Belzu; Melgarejo se habría hecho pasar como prisionero para ingresar al palacio de gobierno escoltado por dos de sus propios soldados, para ya frente a Belzu, él mismo (o uno de sus escoltas) disparar a muerte y terminar con la vida del caudillo del pueblo, que ya estaba siendo aclamado victorioso desde la plaza murillo. Acto seguido, Melgarejo habría salido al balcón para espetar a la multitud. “¡Belzu ha muerto, quién vive ahora!”. A lo que la gente habría respondido ¡Viva Melgarejo! Consolidándose así uno de los gobiernos más corrosivos de la historia de Bolivia, el nefasto “sexenio de Melgarejo”.
LA INTERROGANTE:
Ante la anécdota, cabe preguntarse: Si el Palacio de Gobierno ya estaba tomado por los partidarios de Belzu, extraña la facilidad con que a la muerte de Belzu su asesino quede con vida y hecho del poder. Melgarejo no podría haber salido ileso de esas circunstancias si no hubiera tenido el apoyo de una facción de la fuerzas en palacio, vale decir que debió haber existido una traición a Belzu al final de la contienda.
LA HIPÓTESIS:
Si bien el gobierno de Mariano Melgarejo (tomado mediante golpe de estado en diciembre de 1864) desde un inicio tuvo detractores en todo el país, la aristocracia boliviana de entonces le temía más a Belzu. En su gobierno (1848 a 1855) Belzu había implementado muchas medidas en favor de la plebe, de mestizos e indígenas, y que iban en contra de los intereses de la aristocracia del país, como la eliminación de la esclavitud de la población afroboliviana, por citar sólo un ejemplo. Por otro lado, el mismo O’Connor d’Arlach relieva la acusación de que si la atroz dictadura de Mariano Melgarejo duró 6 años, fue porque tuvo la connivencia de las clases dominantes del país. Durante su gobierno, Melgarejo llegó a dictar leyes radicales que iban en favor de estas clases dominantes, como la ley de excomunión de tierras, medida con la que se despojó a los indígenas de las tierras comunitarias en favor de nuevos latifundios, por citar un ejemplo.
Una revisión histórica sobre las circunstancias y entretelones de la muerte de Manuel Isidoro Belzu debelaría que éste fue asesinado (más allá de quién hizo el disparo) por encargo y confabulación de la aristocracia y clases dominantes de Bolivia, que ya se habían levantado más de 40 veces durante su gobierno. Así mismo y en consecuencia, que fue la aristocracia boliviana la responsable de permitir y sostener el trágico gobierno de Mariano Melgarejo. — con Tomas Molina Cespedes