ÍNDICE CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO 1.
Antecedentes
1.1. Internacionales 1.2. Nacionales
2. Teoría de la actitud 2.1. Definición de actitud…(dyane) 2.2. Componentes de la actitud…(dyane) 2.3. Características de las actitudes…(lesly)
3. Teoría del Sexismo Ambivalente 3.1 Definición del machismo 3.2. Causas…(rocio) 3.3. Características…(arturo) 3.4. Manifestaciones…(arturo) 3.5. Componentes (rocío - buscar en base a la teoría)
4. Teoria psicometrica (pedro pablo)
CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El machismo es un problema social que afecta a las mujeres y que no discrimina el país, la clase social, la cultura o la edad; si bien no se sabe con certeza cuándo inició, Querol (2015) afirma que desde el tiempo en que existieron los neandertales los trabajos asignados a machos y hembras eran diferentes; y que las civilizaciones antiguas en su mayoría se regían por el patriarcado. Este tipo de organización social cobró mayor importancia en la revolución agro industrial debido a que tanto a nivel social, económico y político los roles del varón eran dominantes sobre los de las mujeres. (Merchan, 2016). Es así como podemos observar que desde la antigüedad se le daba mayor relevancia al rol del hombre que al de la mujer lo cual probablemente favoreció al desarrollo de actitudes machistas al pensar que el varón era superior que la mujer. Nuñez (2016) afirma que en la antigua Grecia se le consideraba a las mujeres como seres inferiores que debían ser controladas por lo que se justificaba que el varón golpeara a la mujer como “medida correctiva”. (Oviedo, 2016) A nivel mundial la ONU (1979) adoptó la Convención sobre la eliminación de todas las formas discriminatorias contra la mujer (CEDCM) la cual tuvo como objetivo sancionar la discriminación contra la mujer en todas sus modalidades para así poder eliminar este problema. (CEDCM, 1979) Si bien no existen cifras exactas sobre el machismo la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) nos da diversos datos sobre la violencia de género, la cual es generado por el machismo, entre los más importantes tenemos: En Afganistán 9 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia, física, sexual, psicológica o se les obliga a casarse; en Europa, 19 Estados aún no se comprometen a luchar contra la violencia hacia las mujeres; más del 29% de las mujeres en el mundo considera que su primera experiencia sexual fue forzada; en 37 países del mundo, no se persigue al autor de una violación si se casa con la víctima; y en China, más del 72% de las mujeres afirman ser víctimas de discriminación machista a la hora de solicitar un empleo o un ascenso. (FIDH, 2018) En el caso de América Latina la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el 2001 a través de su Unidad de Mujer y Desarrollo realizó un proyecto destinado a organizar y difundir estadísticas e indicadores que apoyen la formulación de políticas públicas con el objetivo de fomentar la igualdad de género es así como se le empieza a prestar más atención a este tema. (Ruiz y Bonometti, 2010)
Al igual que a nivel mundial en Latinoamérica el machismo resulta ser un problema muy común en la sociedad por ejemplo el representante de la UNICEF en Nicaragua afirmó que la violencia machista en ese país debe de resolverse inmediatamente debido a que son el país con más casos de embarazos adolescentes en el hemisferio. (UNICEF, 2016) Por otro lado en Argentina de acuerdo con las investigaciones una mujer es asesinada cada 30 horas solo por el hecho de ser mujer. Asimismo se ha encontrado que más del 90% de mujeres encuestadas, para realizar el 1º Índice nacional de violencia machista en ese país, no se encuentra de acuerdo con la percepción de que una “buena esposa” debe hacer lo que su esposo le diga aun así ella esté en contra; asimismo se niegan a aceptar cualquier forma abierta de discriminación y violencia dentro de la relación de pareja. Sin embargo a pesar de que la mayoría de mujeres es consciente de que el machismo es un problema que no deben permitir las cifras muestran la urgencia y la gran dimensión que simboliza el problema de la violencia machista en el país. (1º Índice nacional de violencia machista en Argentina, 2016)
MARCO TEÓRICO 1.
Antecedentes 1.1. Internacionales De la Rubia y Basurto (2016) en su investigación tuvieron como objetivo determinar
la consistencia interna y estructura factorial de una escala de machismo; describir los niveles del machismo; investigar la relación entre machismo y victimización-perpetración así como las variables demográficas; y contrastar modelos de violencia y machismo. La población la conformaron 120 mujeres y 120 hombres a quienes se les aplicó el Cuestionario de violencia sufrida y ejercida de pareja, obteniendo como resultados que en ambos sexos aparece violencia reactiva, pero existen diferencias sustantivas en los modelos predictivos al considerar el machismo tradicional explícito así como indicadores de mayor perpetración de violencia por parte de mujeres que hombres. Díaz, Rosas y González (2010) realizaron una investigación, la cual tuvo por objetivo evaluar, en hombres y mujeres, el nivel de machismo/sexismo que presentan. La muestra estuvo conformada por 43 hombres y 36 mujeres. Originalmente se elaboraron 24 ítems con un alfa de Cronbach 0.83, el cual se podría considerar adecuado, sin embargo, para reducir la escala se procedió a analizar la correlación inter-ítem; y luego de los análisis factoriales exploratorias y confirmatorios se logró obtener una escala breve y precisa con 12 ítems, con
un alfa de Cronbach de 0.91. Para el análisis factorial confirmatorio se utilizó el programa AMOS y se trabajó con el método de máxima verosimilitud. En conclusión, al realizar la comparación entre hombres y mujeres se encontró una diferencia significativa siendo los hombres quienes presentan puntajes más altos. Sierra, Rojas, Ortega y Martín (2007), realizaron una investigación, la cual tuvo como propósito de evaluar actitudes sexuales machistas en universitarios. La muestra estuvo dada por 400 estudiantes (151 hombres y 249 mujeres) de la Universidad de Granada todos ellos estaban cursando estudios de Licenciatura. Se utilizó los siguientes instrumentos: Double Standard Scale (DSS; Caron 1993) (Escala de Doble Moral). Está formada por 10 ítems que se contestan en escala tipo Likert de 5 puntos desde 1 (totalmente de acuerdo) hasta 5 (totalmente en desacuerdo). Permite evaluar la doble moral en el área de la sexualidad. Caron (1993) informaron de una consistencia interna de 0,72 para el total de la escala, medida con alfa de Cronbach en una muestra de estudiantes de ambos sexos (N= 333) así como de una asociación significativa entre doble moral y diferentes aspectos relativos al uso del preservativo en las relaciones heterosexuales. Rape Supportive Attitude Scale (RSAS; Lottes 1991) (Escala de Actitud Favorable a la Violación). Consta de 20 ítems que evalúan creencias acerca de la violación, los violadores y sus víctimas. Cada ítem se puntúa en escala Likert desde 1 (muy en desacuerdo) hasta 5 (absolutamente de acuerdo). Lottes (1991) señaló una elevada consistencia interna (α = 0,91), así como correlaciones significativas de la escala con criterios como las creencias sobre desigualdad de los roles de género, actitudes tradicionales hacia la sexualidad femenina, homofobia, entre otros. Sexual Opinion Survey (SOS; Fisher, Byrne, White & Kelley, 1988). Escala compuesta por 21 ítems orientados a evaluar la respuesta afectiva del individuo ante diferentes estímulos sexuales (conductas autoeróticas, conductas heterosexuales, conductas homosexuales, fantasías sexuales y estímulos sexuales). Cada ítem es contestado en escala tipo Likert de 7 puntos desde 1 (totalmente de acuerdo) hasta 7 (totalmente en desacuerdo). Fisher et al (1988) informan de una consistencia interna que oscila entre 0,82 y 0,90 en muestras de estudiantes. Expósito, Moya y Glick (1998) la investigación se basa en una pequeña parte de mujeres que se sienten inferiores, con el objetivo abordar el estudio del sexismo en su amplia concepción. Se realizan dos estudios, uno de ellos con 298 estudiantes y la segunda se hace con 1110 varones. Las dos investigaciones que se presentaron avalan la fiabilidad y validez del ASI (o Escala de Sexismo Ambivalente) de Glick y Fiske como instrumento que nos ayuda a medir el sexismo ambivalente. En la actualidad se están dando futuras
investigaciones con respecto a este tema pero aun no profundizan como tema principal el sexismo ambivalente. 1.2. Nacionales Abarca (2018) realizó una investigación de tipo descriptivo correlacional donde se tuvo como principal objetivo analizar cómo influyeron el machismo y el acoso sexual en las instituciones pública de tacna en el año 2014, en este estudio se usó el método deductivoinductivo. La muestra estuvo compuesta por 121 trabajadores públicos de los cuales 73 fueron mujeres y los 48 restantes varones. Para esta investigación se usó como medio de recolección de datos la Escala doble moral y la encuesta anónima de acoso sexual; de estas la primera cuenta una validez de 0,72 y una confiabilidad de 0,76. Se obtuvieron como resultados que el 43.75% refieren altos niveles de actitudes machistas, y un 8.33% niveles muy altos. Candiotti y Huaman (2017) realizaron una investigación, la cual tuvo como propósito caracterizar como se presentan las actitudes machistas en los estudiantes de ambos géneros del octavo semestre de las facultades de Ingeniería de Mecánica y Trabajo Social. La población estuvo conformada por 100 personas y la muestra estuvo dada por 50 personas. El diseño de la investigación fue no experimental, con un nivel descriptivo comparativo de carácter cuantitativo.Se utilizo Escala de Actitudes hacia el Machismo (Bustamante 1990), constituida por 59 ítems, distribuidos en cinco sub – escalas: Actitudes hacia el dominio masculino, actitudes frente a la superioridad masculina, actitudes hacia la dirección del hogar, actitudes frente a la socialización del rol sexual masculino y femenino, Actitudes frente al control de la sexualidad ejercida por los varones. Los ítems estuvieron conformados por 74 los cuales fueron sometidos a un análisis chi-cuadrado de los cuales luego de este análisis solo se aceptaron 59 ítems. El grado de constancia y precisión de medida se realizó mediante un análisis de consistencia interna, a través de la relación de varianzas de cada ítem con la varianza total de la prueba mediante la ecuación de Beta de Kuder–Richardson,
cuyo
resultados tienen a ser valores mayores 0.80 lo cual indica alta constancia y precisión de la medición del instrumento. De la Cruz y Morales (2015) realizaron una investigación, la cual tuvo por objetivo comparar las actitudes hacia el machismo entre las mujeres del Asentamiento Humano - “El Vallecito” y la Comunidad - “Villa Rica” de Lima. El diseño del estudio fue no experimental, de corte transversal con un alcance descriptivo comparativo. La muestra estuvo conformada por 200 mujeres. Se utilizó la Escala de Actitudes hacia el Machismo de Sánchez (2010) la cual presenta 5 dimensiones, aunque, sólo se trabajó con 3 de ellas. La validez del
instrumento se evaluó mediante 10 jueces a través del coeficiente de validez V de Aiken. La validez de contenido se obtuvo mediante criterio de 3 jueces especializados en el área de psicología y construcción de pruebas psicométricas, a través de un cuestionario que ayudó a verificar la redacción de cada pregunta así como la coherencia de agrupación a cada pregunta con su dimensión. Además se estableció la validez de constructo a través del análisis factorial exploratorio. La prueba del alfa de Cronbach, para la escala en general tuvo como resultado el valor de 0.830 lo cual indica que existe una confiabilidad aceptable. El 74% participantes de El Vallecito así como el 75% de Villa Rica presentan tendencia al rechazo del machismo. Así mismo al comparar las dimensiones (dominio masculino, desempeño laboral de la mujer, orientación del rol sexual) no se encontró diferencia significativa. En conclusión, no se encontró en el puntaje global ni por dimensiones porcentajes significativos respecto a la actitud hacia el machismo entre las mujeres de las dos poblaciones. Rottenbacher (2012), realizó un estudio el cual tuvo como objetivo analizar la relación entre el conservadurismo político, la rigidez cognitiva y el sexismo ambivalente en una muestra de adultos jóvenes de la ciudad de Lima (N = 279). Para evaluar el conservadurismo político se utilizaron medidas de autoritarismo de ala derecha (RWA), orientación hacia la dominancia social (SDO) y justificación de la inequidad. La rigidez cognitiva fue evaluada a través de la intolerancia a la ambigüedad, la intolerancia a la incertidumbre, la necesidad de cierre cognitivo y la apertura a la experiencia. Se utilizó una versión traducida al castellano del inventario de sexismo ambivalente. Se encontró una relación directa entre el conservadurismo político, la rigidez cognitiva, el sexismo hostil y el sexismo benevolente. Un análisis de regresión lineal mostró que el RWA, la SDO y la intolerancia a la ambigüedad ejercen influencia directa sobre el sexismo hostil, mientras que el sexismo benevolente recibe la influencia directa del RWA y la justificación de la inequidad. Los hombres puntuaron más alto en el sexismo hostil, mientras que las mujeres lo hicieron en una de las tres dimensiones del sexismo benevolente. Ramírez, Robayo, Cedeño y Riaño (2017), la investigación presente está basada en dos puntos fundamentales, los cuales son: la actitud machista de algunas personas en el Ecuador, y si esto puede generar violencia de género, segundo, presentar una forma de combatir la violencia de género e intrafamiliar. Para que la investigación se pueda realizar se utilizó el método mixto, la cual fue a través de una encuesta de dieciséis preguntas y cuatro subpreguntas. La presente investigación tuvo una muestra de 300 personas, las cuales tuvieron como resultados altamente alarmantes en violencia familiar, con los resultados obtenidos se puede plantear un plan de acción para disminuir la violencia familiar, una de las
formas serían las intervenciones a niños y adolescentes, para trabajar actitudes machistas, que son causantes de violencia.
2. Modelo actitudinal El concepto de actitudes es variado, por ende han surgido diferentes modelos o teorías como el Modelo Unidimensional y el Modelo Multidimensional, en esta ocasión trabajaremos con el Modelo Multidimensional, este modelo se destaca por dividir a la actitud en tres componentes dependiendo del estímulo y la respuesta que se causa a partir de estas; Beckler operacionalizando estos factores sostiene que los componentes son: Afectivo, Cognitivo y Conductual, asimismo, estos se relacionan entre sí. (Guerrero, 2015). 2.1. Definición Según este modelo Gordon Allport define a la actitud como un estado mental y neurológico de atención, que es organizado por medio de la experiencia y capaz de influir directa o indirectamente sobre la respuesta de un sujeto con respecto a objeto o situaciones relacionadas a él y partir de esta definición Rodríguez (2001, citado en Fernández, 2014) definió la actitud como una organización de creencias y cognición en total, provista de una carga de afecto positiva o negativa con respecto a un objeto en particular, que a su vez predispone a actuar con referencia a estas cogniciones y afectos. Aigneren (2012) afirma que las actitudes exteriorizan las emociones provocadas por el objeto actitudinal, y resalta de nueva cuenta las diferencias entre la actitud, la creencia y la conducta, describiendo a la creencia como opiniones hechas en base al objeto de actitud y la conducta como una predisposición de acto frente a un objeto determinado de actitud. 2.2. Componentes Si bien las actitudes es un estado psicológico difícil de comprender, hay un acuerdo al considerar su estructura múltiple en la cual se expresan sus componentes con respuestas de tipo cognitivo, afectivo y conativo (Castro de Bustamante, 2002): a)
Componentes Cognitivos: abarca opiniones, pensamientos, valores, conocimientos,
expectativas, deseos y hechos sobre el objeto de la actitud, en ellos se destaca el valor que refleja el objeto o situación al que se debe la actitud. b)
Componentes Afectivos: son los procesos que respaldan o rechazan las bases de
nuestras creencias dependiendo de preferencias, estados de ánimo, sentimientos y emociones que se evidencian con respecto al objeto de la actitud. c)
Componentes Conductuales: evidencian actuación a favor o en contra de la
situación de la actitud así como una dualidad de la relación “conducta-actitud”, este
componente es importante para el estudio de actitudes pues considera la intención y no solamente la conducta como hecho tal cual. 2.3. Características de las actitudes Las actitudes pueden ser aprendidas directa o indirectamente mediante la experiencia. Son transferibles, es decir, que una actitud puede ser la respuesta a diversas situaciones o eventos del ambiente. También son dinámicas, por lo que podrían ser modificadas cuando tienen una consecuencia en el medio en el que se presenta la conducta (Alcántara, 1992 citado por Hurtado, 2014). Por otro lado las actitudes también presentan intensidad, la cual está relacionada con los valores; es decir, si mayor es el vínculo entre una actitud y los valores de una persona, mayor será su relevancia. Además las actitudes dependen de la identificación social, por lo que si el individuo identifica su actitud con su grupo social, hay mayor probabilidad de que la conserve. Asimismo, las actitudes suponen un juicio de valor en la proporción en que el individuo conteste con su capacidad crítica (Ortego, López y Álvarez, s. f.; Gargallo et al., 2007 citado en Hurtado, 2014).
3. Teoría del Sexismo Ambivalente Esta teoría fue propuesta por Glick y Fiske (1996); los cuales manifiestan que el sexismo ambivalente abarca actitudes tanto positivas como negativas hacia las mujeres; se le denomina sexismo hostil a las actitudes negativas y poseen la manifestación clásica y tradicional del sexismo. Por otro lado las actitudes positivas son llamadas como sexismo benevolente y consiste en justificar las actitudes de protección hacia las mujeres. Glick y Fiske afirman que ambos tipos de sexismo se pueden dar de manera simultánea y no son mutuamente excluyentes. El sexismo ambivalente posee dos componentes: el sexismo hostil (SH); concebido clásicamente como una actitud negativa hacia las mujeres y el sexismo benévolo (SB); que resulta ser un conjunto de actitudes, estrechamente relacionadas, hacia las mujeres que son sexistas de manera que las juzgan en base a estereotipos y a limitados roles, no obstante posee un tono afectivo positivo (para el que percibe) y tiende a provocar en éste conductas caracterizadas como prosociales o de búsqueda de intimidad. Muchas veces los hombres desarrollan una clasificación de las mujeres de acuerdo a la ganancia obtenida de ellas; es por eso que Glick y Fiske proponen tres dimensiones que constituyen tanto el sexismo hostil como el sexismo benévolo. La primera que se focaliza en la distribución del poder y se denomina paternalismo; la segunda, referida a la diferenciación de género, que bien puede ser competitiva o complementaria; y la tercera relacionada con la sexualidad, la
cual plantea que las mujeres no tienen sexualidad o bien poseen una sexualidad muy activa que las hace peligrosas para los hombres, y por otro parte, las relaciones de pareja heterosexuales resultan ser vitales para lograr una felicidad plena. 3.1. Definición de machismo Para explicar el sentido del machismo en la sociedad hispana se ha tomado como base el trabajo de la psicoterapeuta mexicana Mariana Castañeda. La esencia del machismo no es el acto de ejercer la violencia contra de la pareja o conminar al encierro en el hogar. Para Castañeda (2007) el machismo radica en adoptar una actitud autoritaria en el trato con los demás. Gestos, desprecio o un trato condescendiente constituyen los instrumentos del machista. Estos actos, que para el espectador pueden pasar desapercibidos, la víctima los percibe claramente y se instaura en la interacción la idea de que ésta se encuentra en una posición de menor valor que el machista. Pero las acciones y actitudes de los machistas no se pueden identificar con el machismo en sí, pues aquellas no son sino manifestaciones de éste. Manifestaciones del par de ideas que son el verdadero fundamento de todo acto machista. Estas ideas son: 1) que lo femenino y lo masculino constituyen dos clases mutuamente excluyentes, en las que, por supuesto, para el varón quedan reservadas las empresas más ambiciosas y los más altos honores. Y 2) que aplicados a una misma tarea, un varón siempre se mostrará superior (entiéndase por esto más eficiente, ingenioso, etc.) que una mujer. Para Giraldo (1972) en la cultura hispana el machista debe cumplir con ciertas características para que los demás y él mismo se tenga por un macho: ser heterosexual, agresivo, tener el afán de resaltar en toda situación, entregarse al acto sexual con frenesí y promulgar poseer un miembro de grandes dimensiones. La identidad del varón machista está en función de su potencia sexual. De ahí que entre más numerosas, jóvenes y atractivas sean sus conquistas, mayor será su prestigio y autoestima. También se desprende que un adolescente no es hombre hasta que ha participado en el intercambio sexual con una mujer. Todo esto persigue el fin de engendrar un hijo: la prueba definitiva de fertilidad y hombría.
Los rasgos característicos del machismo son ya bien conocidos, encontrándose entre ellos la bravata exagerada, el marcado simbolismo fálico, la identificación del hombre con el animal macho y la ambivalencia hacia la mujer, que varía de una actitud abyecta y llorosa al desprecio abusivo. (Paredes, 1967, p.6)
Sin embargo, no hay que perder de vista que todo esto es la manifestación de las ideas machistas que el varón internaliza, pero que también pueden ser alentadas, promovidas e internalizadas por las mujeres mismas. De ahí que no solo son machistas los varones, sino que también las mujeres pueden serlo. Para Castañeda (2007) la mujer machista en la sociedad hispana tiende a ocupar altos cargos o verse en posiciones de responsabilidad en las que la sociedad le exige que adopte actitudes, conductas y, especialmente, los valores machistas para el adecuado desempeño de su función. Entonces, una mujer en la sociedad hispana, para hacerse respetar, se ve en la necesidad de asumir la actitud autoritaria propia del machismo. Y si bien el machismo se puede identificar con la diada de ideas arriba expuesta, no hay que perder de vista que el machismo en general, y el de la sociedad hispana en particular, sobrevive y persiste generación tras otra a través de las relaciones sociales que éste condiciona. Luego, el machismo toma su identidad de una ideología, pero se materializa en el trato autoritario y en las desigualdades de tipo social, económico y político. De ahí que todos los miembros de la sociedad, en tanto son parte de ella, participan en mayor o menor grado del machismo. 3.2. Causas La presente investigación es un precedente importante en el estudio de las actitudes hacia la violencia de género en nuestro medio y su interacción con otros factores como el clima familiar, permitiendo tener una visión más amplia de dicho tema social e incentivar una intervención basada en conocimientos sólidos, trayendo consecuencias favorables en mejorar la calidad de vida de las personas. Asimismo en relación con las hijas, el análisis que se realizó dio como mejor predictor de violencia en la relación de pareja a la violencia ejercida por la madre, además del castigo recibido del padre, el deseo de que la pareja sea atractiva y el grado de afecto recibido de la madre. Finalmente se concluye que queda probado que los jóvenes expuestos a un contexto familiar violento tienen mayor tendencia a mostrarse agresivos en sus propias relaciones de pareja. También se puede acotar que los medios de comunicación son importantes en las causas del machismos, ya que en la actualidad nuestros niños a nivel de diferentes países son influenciados por ello (Pacheco, 2015). Con relación a Ecuador, se puede decir que existen varios comportamientos que fortalecen las creencias o refuerzan las conductas machistas, por ejemplo algunos programas televisivos nacionales, en la cual muestran un prototipo de hombre o mujer específico, donde la mujer, la mayoría de veces sirve al hombre, además presenta la imagen de una mujer con cuerpos exagerados y con poca producción intelectual, mientras que al hombre lo presenta
como una figura de poder e imagen grotesca, sin clase y autonomía. Considerando que existen conductas y comportamientos machistas, los cuales podrían reproducirse de padres a hijos. En nuestra sociedad la cual todavía es considerada machista, prevalecen creencias, de un hombre como el pilar de la casa, donde a él se le debe todo el respeto, admiración y de quien se debe aceptar cualquier comportamiento violento, dando una típica justificación de nuestro país como, “pegue o mate marido es”. De igual modo la figura femenina está vista como la mujer genuina, una madre dedicada a sus hijos, el cuidado del hogar, atención al marido, etc (Ramírez, Robayo, Cedeño, & Riaño, 2017). La siguiente investigación menciona la relación directa entre el conservadurismo político, la rigidez cognitiva, el sexismo hostil y el sexismo benevolente. Un análisis mostró que el el sexismo benevolente recibe la influencia directa del RWA y la justificación de la inequidad también el sexismo ambivalente recibe su nombre por la coexistencia de una dimensión hostil y una benevolente. Además, se dividen en dimensiones más específicas que han sido denominadas hostilidad heterosexual, paternalismo dominante, diferenciación competitiva de género, paternalismo protector, diferenciación complementaria de género, e intimidad heterosexual (Rottenbacher de Rojas, 2012).
3.5. Componentes Según Expósito, Moya y Glick (1998), existen dos componentes: 3.5.1. El sexismo hostil: Es una actitud de conducta discriminatoria basada en la supuesta inferioridad de las mujeres como grupo. Este sexismo se articula en torno a tres ideas: El paternalismo dominador (las mujeres son observadas como seres inmaduros y dependientes lo cual legaliza la presencia de una figura masculina dominante); la diferenciación competitiva de género (las mujeres son diferentes y no poseen las características necesarias para gobernar las instituciones sociales, siendo su ámbito la familia y el hogar); y la dominación heterosexual (las mujeres, debido a su “poder sexual”, son percibidas como peligrosas y manipuladoras). Si entendemos por sexismo sólo una actitud negativa hacia las mujeres, apenas puede hablarse de que exista sexismo en las sociedades occidentales actualmente. El sexismo sigue existiendo, aunque no de una evaluación negativa de las mujeres. 3.5.2. El sexismo benévolo: Según Lay, González, Calderón y Alegría (2010) vendría a ser una actitud supuestamente no prejuiciosa la cual se manifiesta en un tono afectivo positivo, y que facilita retratar a la mujer como un ser delicado, que requiere de atención y ayuda, además de que vendría a ser en todo momento el complemento del hombre.
El sexismo ambivalente al igual que el hostil se fundamenta en tres ideas que lo nutren: el paternalismo protector ( el hombre asume un rol de protector y abastecedor requerido por la mujer debido a que es percibida como un ser frágil y dependiente); diferenciación complementaria de género ( las mujeres poseen características positivas que le son exigidas, ya que son vistos como el rol habitual que posee, las cuales complementan a los masculinos que forman su estructura de poder); y la intimidad heterosexual ( el hombre posee una motivación sexual relacionada con el deseo de afinidad psicológica con la mujer, aunque para algunos dicha atracción se encuentra inherente al deseo de dominarla)
Ambos sexismos tienen sus raíces en las condiciones biológicas y sociales comunes a todos los grupos humanos donde, los hombres poseen el control estructural de las instituciones económicas, legales y políticas pero, la reproducción sexual proporciona a las mujeres poder diádico (esto es, el poder que procede de la dependencia en las relaciones entre dos personas), en cuanto que los hombres tienen que depender de las mujeres para criar a sus hijos y, para la satisfacción de sus necesidades sexuales. El poder diádico de la mujer se refleja en casi todas las sociedades en ciertas formas de ideología: actitudes protectoras hacia las mujeres, reverencia por su rol como esposas y madres y una idealización de las mujeres como objetos amorosos. Ambos tipos de sexismo descansan sobre el poder de los varones. En otras palabras, los dos tipos de sexismo han de estar positivamente correlacionados.
4.
Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) La Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) (Rasch, 1963; Lord, 1980),
surgió
fundamentalmente como una verdadera alternativa a los diversos problemas y limitaciones que presenta el modelo clásico, esta simboliza un cambio sustancial en las propuestas del TCT, sin embargo, no llega a ser una teoría integralmente antagónica sino que por el contrario resulta ser complementaria. El objetivo primordial de la TRI es brindar una base probabilística a la limitación en la medición de constructos inobservable, considerando al ítem como unidad esencial del test. No obstante para lograr este respaldo de precisión en la medición de un constructo esta teoría se sostiene en un conjunto de postulados básicos los cuales según Cortada de Kohan (2004) son los siguientes: a.
El resultado de un examinado en un ítem puede ser explicado por un conjunto de
factores llamados rasgos latentes o aptitudes que se simbolizan por θ.
b.
La relación entre la respuesta de un sujeto a un ítem y el rasgo latente que subyace
puede describirse como una función monotónica creciente que se llama función característica del ítem o curva característica del ítem (CCI).Esta función específica que a medida que la aptitud aumenta la probabilidad de una respuesta correcta al ítem también aumenta. c.
Las estimaciones de la aptitud (θ) obtenidas con distintos ítem serían iguales y las
estimaciones de los parámetros de los ítem obtenidos en distintas muestras de examinados serán iguales. Es decir que en la TRI los parámetros de aptitud y de los ítem son invariantes. Esta propiedad de invariancia se obtiene incorporando información sobre los ítem al proceso de estimación de la aptitud e incluyendo información sobre la aptitud de los examinados en el proceso de estimación de los parámetros de los ítem.
CAPITULO II METODOLOGÍA 2.1. TIPO Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN El método de la investigación es el método hipotético deductivo de enfoque cuantitativo, y según el nivel de carácter exploratorio ya que la investigación exploratoria es aquella que se da sobre un tema desconocido o poco estudiado, por lo que los resultados son a un nivel aproximado. Asimismo es una investigación básica, ya que se basa en un marco teórico y se mantiene en él (Arias, 2012). 2.2. POBLACIÓN La población que se consideró para el estudio estuvo conformada por estudiantes de ambos sexos entre los 20 y 25 años de edad, con matrícula vigente 2018-II, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2.3. MUESTRA Debido al gran tamaño de la población se decidió realizar la presente investigación con un grupo de 30 estudiantes de ambos sexos entre los 20 y 25 años de edad, con matrícula vigente en el periodo 2018-II. 2.4. FICHA TÉCNICA NOMBRE ORIGINAL: EAM AUTORES: Ancajima Banderas Pedro Pablo, Cámara León Lesly, Lizana Yauri Rocio, Sansuy Sevilla Arturo, y Solís Ojeda Dyane Kely. ADMINISTRACIÓN: Aplicación colectiva. DURACIÓN: 15 minutos aproximadamente.
ÁMBITO DE LA PRUEBA: Estudiantes universitarios. FINALIDAD: Mide la actitud positiva o negativa hacia el machismo. BAREMOS: MATERIALES: Protocolo de la EAM, lápiz y borrador. 2.5.
MÉTODOS
DE
ANÁLISIS
DE
DATOS.
Para el análisis de datos se utilizó el método cuantitativo en donde la información de los datos obtenidos fue a través de la recolección de datos mediante la escala elaborada, se procesó usando el software o programa estadístico SPSS versión 22, el cual permitió realizar los
procedimientos
de
acuerdo
a
los
estadísticos
requeridos.
Después de la aplicación del instrumento de recolección, se obtuvo datos cuantitativos los cuales fueron debidamente procesados y organizados en tablas y figuras estadísticas para establecer baremos y tener resultados claros acerca de la confiabilidad de nuestra escala 2.6. VALIDEZ La validación se realizó mediante el criterio de 3 jueces expertos (ver anexos) en el tema, los cuales son psicólogos profesionales que cuentan con colegiatura vigente. 2.7. CONFIABILIDAD La escala presenta una evidencia de confiabilidad relacionada a la estructura interna del test ya que se utilizó el método de consistencia interna. Según el índice obtenido de 0.856 podemos afirmar que la escala aporta confiabilidad. Tabla 1. Prueba T student con 51 items
Prueba de muestras independientes Prueba de Levene de calidad de varianzas
prueba t para la igualdad de medias Difere
Sig.
ncia
cia de
de confianza de
de
error
la diferencia
(bilat media F Ítem 1
Se asumen varianzas iguales
Sig.
1,11 6
t
estánd
Superi
gl
eral)
s
ar
,312 ,667 12
,518
,286
,429
-,648
1,219
,518
,286
,429
-,655
1,227
No se asumen varianzas iguales
Diferen 95% de intervalo
Inferior
or
11 ,667
,2 44
Ítem 2
Se asumen varianzas iguales
,334
,574
No se asumen
Se asumen varianzas iguales
,322 -
varianzas iguales
Ítem 3
-
,322
9,46 0
,713
No se asumen
,682
,682
Se asumen varianzas iguales
-
-
varianzas iguales
Ítem 5
,6
-1,111
,825
,753
-,143
,444
-1,114
,828
,249
-,714
,589
-1,998
,569
,257
-,714
,589
-2,052
,624
,508
-,429
,628
-1,797
,940
,508
-,429
,628
-1,802
,945
,009
-,857
,274
-1,453
-,261
,009
-,857
,274
-1,454
-,261
,403
-,286
,330
-1,005
,433
,410
-,286
,330
-1,037
,466
,510
-,286
,421
-1,202
,631
,512
-,286
,421
-1,224
,653
,805
-,143
,565
-1,375
1,089
,806
-,143
,565
-1,403
1,117
,009 -1,286
,412
-2,184
-,387
54
8,
1,21 76 3
varianzas iguales
,444
3 -
,142
-,143
11
,010 1,21 12
varianzas iguales
Se asumen
,753
-
No se asumen
Ítem 4
12
2 12 11 ,6 54
,941
,351 3,13 12 3
No se asumen
- 11
varianzas iguales
3,13
,9
3 02 Ítem 6
Se asumen varianzas iguales
6,00 0
,031
No se asumen
Se asumen varianzas iguales
,866 5,39 4
,039
No se asumen
Se asumen varianzas iguales
2,73 3
,124
,253 -
varianzas iguales
,253
Se asumen varianzas iguales
,679
,679
No se asumen
Ítem 9
-
-
varianzas iguales
Ítem 8
,866 -
varianzas iguales
Ítem 7
-
12 8, 62 9 12 9, 89 3 12 10 ,0 03
,000
1,000 3,11 12 8
No se asumen
- 11
varianzas iguales
3,11
,9
,009 -1,286
,412
-2,184
-,387
,002 -1,571
,387
-2,414
-,729
,002 -1,571
,387
-2,415
-,728
,032 -1,429
,589
-2,712
-,145
,039 -1,429
,589
-2,767
-,091
,761
-,143
,459
-1,143
,858
,761
-,143
,459
-1,144
,859
,147 -1,143
,738
-2,750
,464
,147 -1,143
,738
-2,751
,465
,848
-,143
,728
-1,730
1,444
,848
-,143
,728
-1,730
1,444
,040 -1,143
,495
-2,221
-,065
,040 -1,143
,495
-2,221
-,064
,138 -1,286
,808
-3,046
,475
8 81 Ítem 10
Se asumen varianzas iguales
,318
,583 4,06 12 2
No se asumen
- 11
varianzas iguales
4,06
,9
2 02 Ítem 11
Se asumen varianzas iguales
9,46 0
,010 2,42 12 5
No se asumen
-
varianzas iguales
2,42 76 5
Ítem 12
Se asumen varianzas iguales
,401
,539
No se asumen
,311
,311
Se asumen varianzas iguales
-
-
varianzas iguales
Ítem 13
8,
2 12 11 ,8 89
,107
,749 1,54 12 9
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,54
,9
9 70 Ítem 14
Se asumen varianzas iguales
,103
No se asumen
,196
,196
Se asumen varianzas iguales
-
-
varianzas iguales
Ítem 15
,754
12 11 ,9 92
,022
,884 2,30 12 9
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,30
,9
9 63 Ítem 16
Se asumen varianzas iguales
2,19 5
,164 1,59 12 1
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,59
,8
,138 -1,286
,808
-3,050
,478
,205
-,429
,319
-1,125
,267
,207
-,429
,319
-1,133
,276
,119
-,571
,340
-1,312
,170
,123
-,571
,340
-1,327
,184
,174 -1,143
,791
-2,867
,581
,174 -1,143
,791
-2,867
,581
,183
-,571
,404
-1,452
,309
,183
-,571
,404
-1,452
,309
,000
,360
-,783
,783
,000
,360
-,795
,795
,099 -1,143
,639
-2,535
,249
,116 -1,143
,639
-2,650
,364
,512
,634
-1,809
,952
1 15 Ítem 17
Se asumen varianzas iguales
,194
,667 1,34 12 2
No se asumen
- 10
varianzas iguales
1,34
,8
2 00 Ítem 18
Se asumen varianzas iguales
1,63 9
,225 1,68 12 0
No se asumen
- 10
varianzas iguales
1,68
,2
0 60 Ítem 19
Se asumen varianzas iguales
,206
,658 1,44 12 5
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,44
,9
5 94 Ítem 20
Se asumen varianzas iguales
,000
1,000 1,41 12 4
No se asumen
- 12
varianzas iguales
1,41
,0
4 00 Ítem 21
Se asumen varianzas iguales
,560
,469 ,000 12
No se asumen
10
varianzas iguales
,000
,5 66
Ítem 22
Se asumen varianzas iguales
11,2 95
,006 1,78 12
-
9
varianzas iguales
0
7,
1,78 08
,929
1,00
9
varianzas iguales
Se asumen
0
-
No se asumen
Ítem 23
1,00
,354
,676
2 12
-,429
No se asumen
-
varianzas iguales
Ítem 24
,676
Se asumen varianzas iguales
10 ,6
,513
-,429
,634
-1,829
,971
,109
-,857
,495
-1,935
,221
,112
-,857
,495
-1,949
,235
,175
-,857
,595
-2,153
,439
,175
-,857
,595
-2,154
,440
,040 -1,286
,559
-2,505
-,067
,041 -1,286
,559
-2,509
-,063
,015 -1,286
,452
-2,270
-,301
,015 -1,286
,452
-2,272
-,299
,337
-,429
,429
-1,362
,505
,337
-,429
,429
-1,362
,505
,131 -1,143
,705
-2,678
,393
,132 -1,143
,705
-2,688
,402
,116 -1,143
,675
-2,614
,328
51
,162
,694 1,73 12 2
No se asumen
- 10
varianzas iguales
1,73
,8
2 00 Ítem 25
Se asumen varianzas iguales
,051
,825 1,44 12 1
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,44
,9
1 29 Ítem 26
Se asumen varianzas iguales
,099
,759 2,29 12 8
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,29
,6
8 48 Ítem 27
Se asumen varianzas iguales
,155
,701 2,84 12 6
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,84
,7
6 90 Ítem 28
Se asumen varianzas iguales
,115
,741 1,00 12 0
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,00
,9
0 84 Ítem 29
Se asumen varianzas iguales
,070
,796 1,62 12 2
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,62
,3
2 83 Ítem 30
Se asumen varianzas iguales
,011
,918 1,69 12 3
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,69
,5
,117 -1,143
,675
-2,620
,334
,085 -1,429
,760
-3,085
,228
,086 -1,429
,760
-3,095
,237
,261
-,714
,606
-2,035
,606
,263
-,714
,606
-2,042
,614
,024 -1,143
,444
-2,111
-,175
,025 -1,143
,444
-2,114
-,172
,020 -1,286
,481
-2,334
-,238
,020 -1,286
,481
-2,334
-,238
,109
-,857
,495
-1,935
,221
,114
-,857
,495
-1,959
,245
,031 -1,143
,467
-2,159
-,126
,038 -1,143
,467
-2,205
-,080
,012 -1,143
,387
-1,986
-,300
3 65 Ítem 31
Se asumen varianzas iguales
,550
,473 1,87 12 9
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,87
,4
9 29 Ítem 32
Se asumen varianzas iguales
,196
,666 1,17 12 9
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,17
,4
9 35 Ítem 33
Se asumen varianzas iguales
,334
,574 2,57 12 3
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,57
,6
3 54 Ítem 34
Se asumen varianzas iguales
,000
1,000 2,67 12 3
No se asumen
- 12
varianzas iguales
2,67
,0
3 00 Ítem 35
Se asumen varianzas iguales
2,36 2
No se asumen
,150 1,73 12 2 - 10
varianzas iguales
1,73
,0
2 21 Ítem 36
Se asumen varianzas iguales
3,84 6
No se asumen
,073 2,44 12 9 -
varianzas iguales
2,44 62 9
Ítem 37
Se asumen varianzas iguales
8,
3,39 3
9
,090 2,95 12 4
No se asumen
-
varianzas iguales
2,95 84 4
Ítem 38
Se asumen varianzas iguales
7, ,019 -1,143
,387
-2,038
-,248
,040 -1,286
,559
-2,505
-,067
,044 -1,286
,559
-2,531
-,041
,152
-,714
,467
-1,731
,302
,153
-,714
,467
-1,735
,306
,138 -1,286
,808
-3,046
,475
,138 -1,286
,808
-3,047
,475
,035 -1,000
,421
-1,916
-,084
,041 -1,000
,421
-1,947
-,053
,019 -1,286
,474
-2,318
-,253
,019 -1,286
,474
-2,321
-,251
,002 -1,571
,387
-2,414
-,729
,003 -1,571
,387
-2,443
-,700
,675
,665
-1,735
1,163
9
,703
,418 2,29 12 8
No se asumen
- 10
varianzas iguales
2,29
,0
8 92 Ítem 39
Se asumen varianzas iguales
,750
,403 1,53 12 1
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,53
,5
1 92 Ítem 40
Se asumen varianzas iguales
,057
,815 1,59 12 1
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,59
,9
1 95 Ítem 41
Se asumen varianzas iguales
2,22 7
,161 2,37 12 8
No se asumen
-
varianzas iguales
2,37 30 8
Ítem 42
Se asumen varianzas iguales
9,
3
,167
,690 2,71 12 4
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,71
,7
4 31 Ítem 43
Se asumen varianzas iguales
3,33 9
,093 4,06 12 2
No se asumen
-
varianzas iguales
4,06 24 2
Ítem 44
Se asumen varianzas iguales
9,
,034
,857
,430
8 12
-,286
No se asumen
-
varianzas iguales
Ítem 45
Se asumen varianzas iguales
,430
1,11 6
11 ,6
,675
-,286
,665
-1,739
1,168
,011 -1,286
,429
-2,219
-,352
,012 -1,286
,429
-2,227
-,345
,181 -1,143
,804
-2,894
,609
,186 -1,143
,804
-2,935
,649
,015 -1,714
,606
-3,035
-,394
,015 -1,714
,606
-3,035
-,394
,118
,857
,508
-,251
1,965
,118
,857
,508
-,252
1,966
,004 -1,429
,396
-2,290
-,567
,007 -1,429
,396
-2,346
-,511
,059 -1,429
,685
-2,921
,064
,060 -1,429
,685
-2,929
,072
,126 -1,143
,695
-2,657
,371
66
,312 3,00 12 0
No se asumen
- 11
varianzas iguales
3,00
,2
0 44 Ítem 46
Se asumen varianzas iguales
2,84 5
,117 1,42 12 2
No se asumen
-
varianzas iguales
1,42 96 2
Ítem 47
Se asumen varianzas iguales
9,
0
,015
,904 2,82 12 8
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,82
,9
8 84 Ítem 48
Se asumen varianzas iguales
,011
No se asumen
Se asumen varianzas iguales
1,68 6 1,68
varianzas iguales
Ítem 49
,920
6
6,09 0
No se asumen
68
2 7,
3,61 76
Se asumen varianzas iguales
,8
,030 3,61 12
2 Ítem 50
11
-
-
varianzas iguales
12
0
,033
,858 2,08 12 5
No se asumen
- 11
varianzas iguales
2,08
,4
5 58 Ítem 51
Se asumen varianzas iguales
,166
,691 1,64 12 4
No se asumen
- 11
varianzas iguales
1,64
,1
4 98
Estadísticas de fiabilidad
Alfa de Cronbach
N de elementos
,856
18
Estadísticas de elemento
Desviación Media
estándar
N
Ítem 5
2,07
,740
30
Ítem 9
2,20
,997
30
Ítem 10
3,13
1,137
30
Ítem 11
2,93
1,311
30
Ítem 15
2,60
,814
30
Ítem 26
2,60
1,037
30
Ítem 27
2,47
1,074
30
Ítem 33
2,13
,860
30
Ítem 34
2,57
1,073
30
Ítem 36
2,13
,900
30
,128 -1,143
,695
-2,669
,383
Ítem 37
2,30
,988
30
Ítem 38
2,00
,947
30
Ítem 41
2,10
1,029
30
Ítem 42
2,67
1,061
30
Ítem 43
2,00
,871
30
Ítem 45
2,33
1,061
30
Ítem 47
2,63
1,273
30
Ítem 49
2,77
,858
30
Estadísticas de total de elemento
Media de
Varianza de
escala si el
escala si el
Correlación
Cronbach si
Alfa de
elemento se
elemento se
total de
el elemento
ha
ha
elementos
se ha
suprimido
suprimido
corregida
suprimido
Ítem 5
41,57
92,668
,227
,857
Ítem 9
41,43
86,047
,509
,847
Ítem
40,50
85,845
,442
,850
40,70
80,976
,583
,843
41,03
87,757
,527
,847
10 Ítem 11 Ítem 15
Ítem
41,03
86,516
,459
,849
41,17
83,592
,596
,843
41,50
87,293
,523
,847
41,07
86,271
,453
,850
41,50
88,121
,445
,850
41,33
85,540
,543
,846
41,63
89,344
,347
,854
41,53
87,154
,429
,851
40,97
87,826
,377
,853
41,63
87,551
,499
,848
41,30
84,424
,559
,845
41,00
87,862
,292
,859
40,87
86,809
,556
,846
26 Ítem 27 Ítem 33 Ítem 34 Ítem 36 Ítem 37 Ítem 38 Ítem 41 Ítem 42 Ítem 43 Ítem 45 Ítem 47 Ítem 49
Estadísticas de escala
Desviación Media
Varianza
estándar
N de elementos
43,63
96,447
9,821
18
Análisis factorial Prueba de KMO y Bartlett
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo
Prueba
de
esfericidad
de
Aprox. Chi-cuadrado
,480
334,931
Bartlett gl
153
Sig.
,000
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Abarca, A. (2018). El machismo y el acoso sexual en las instituciones públicas del distrito de Tacna, en el año 2014 (Tesis para obtener el grado de Magister). Universidad José Carlos
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