Abuso Sexual
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Introducción ¿Qué nos dice la Biblia? Estadísticas
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Prevención
Cómo detectar un abuso en menores Pedófilos
Agresores
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Incesto
Se calcula que una de cada cuatro niñas y uno de cada ocho niños serán sexualmente abusados antes de cumplir los 16 años. También se sabe que más del 90% de los casos, el abusador será un hombre, y en más de un 80% de los casos será una persona conocida por el niño.
» Introducción
¡Amén-Amén! es un medio útil para la Iglesia que visita Internet y tiene como meta el servir a la misma. Atendiendo las muchas inquietudes de parte de ustedes y saliendo al margen de dar respuesta a la realidad espiritual, queremos que usted se informe, aprenda, y combata esta forma salvaje de abuso contra nuestros niños. De ninguna manera queremos ser alarmistas o querer atribuirnos calificativos que no mereceríamos sino solamente, y como siempre, dar respuesta en un solo lugar de las muchas preguntas que nos llegan a diario sobre este tema y cómo la Iglesia puede involucrarse con el fin de ayudar. Por sobre todo, rogamos a todos ustedes que este material sea llevado en oración con altura de mira y con una actitud no alarmista, sino educativa. Pretendemos al final, dar denuncias serias si al interior de la Iglesia Evangélica esta realidad se esta encubándo o bien ya tiene tiempo de ser ocultada. Bíblia
La biblia le da una importancia sobresaliente al trato hacia los niños. Nos bastas con centrarnos con las palabras de nuestro Señor Jesucristo... " Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.". Recordemos también cuando les uso como enseñanza... "Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos..." Mt. 18:2., de gran estima les tiene cuando dice... "Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos...". De igual forma recordemos el trato de Dios hacia Sansón... " Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo." Jue. 13:24. Finalmente que nos dice Dios con respecto a su educación integral.. " Instruye al niño en su camino..." Pro. 22:6.
Agresores
Las características de los agresores en muchos casos son aparentemente sujetos normales y que permanecen en el anonimato, generalmente, de fuertes convicciones religiosas; en general emplean el engaño, le entregan cariño, regalos, persuaden o presionan psicológicamente para conseguir que los niños acepten este tipo de conductas y generar en ellos un sentido de deuda. A los niños se les enseña que deben ser agradecidos y corresponder a los adultos (por educación) y los pedófilos. No usan la violencia ni el asalto, sino que basándose en su autoridad de adultos, padres, profesores, etc. Consiguen involucrar a los niños en actividades sexuales buscando situaciones en que se encuentren a solas con sus víctimas.
La mayoría de los adultos que mantienen actividad sexual con otros adultos, que llevan una vida sexual aparentemente normal, pero que, en determinadas circunstancias, abusan sexualmente de niños, sufren de conflictos matrimoniales, la insatisfacción sexual, la baja autoestima, estrés y frustración. En algunos casos el abuso de alcohol u otro tipo de drogas puede ser una manera en que se excusa o racionaliza la actividad por parte del ofensor en vez de ser un factor causativo. Estos, a diferencia de los pederastas afirman tener una orientación del deseo normal sin predilección especial por los niños; tienden a racionalizar los abusos sexuales atribuyéndolos a las circunstancias en que se produjeron o afirmando que, en realidad la víctima no era tan niño o niña. A diferencia de los pederastas suelen interactuar con los niños como si estos fueran mayores de edad. Otra de las características de los agresores que forma un grupo diferente son aquellos que usan la violencia o diferentes formas de asalto. Este grupo es menos numeroso que el anterior y su posible dinámica interna es menos conocida. Algunos parecen recurrir a este tipo de conductas porque se sienten angustiados por otros motivos y desplazan a este campo sus sentimientos buscando compensaciones, otros parecen disfrutar usando el poder sobre el niño/a, porque de esta forma controlan y dominan totalmente al otro y por último, afortunadamente muy pocos, poseen una necesidad de agresión, son sádicos, obtienen satisfacción cuando la actividad sexual va acompañada del sufrimiento del niño/a con quien interactúan. Para estos últimos, aunque su deseo sexual no esté orientado exclusivamente hacia los niños, éstos tienen un especial atractivo porque son más inocentes, no exigentes, no poseen características físicas adultas, son más fáciles de doblegar y dominar, sin riesgo para el agresor. En todos los casos parece haber algo en común, el interés por la situación de indefensión de los menores, a los cuales se les convierte en víctimas, y el miedo a los adultos que, o bien son evitados, o no pueden satisfacer ciertas demandas inmaduras o patológicas de los agresores. Por consiguiente, la asimetría de la relación entre el adulto y el niño o niña, que es lo que hace claramente inadecuada la relación, parece ser, precisamente, lo que atrae a los adultos que abusan de los niños. Es conocido que a todos estos grupos les parece normal cometer sus delitos en casa. Al menos uno de cada tres abusos sexuales sobre menores se cometen en el entorno familiar, por parte del padre, un tío, un hermano o un abuelo. En vídeo juegos, salidas de colegio, haciéndose pasar por un conocido de la familia que viene a recoger al menor porque la madre no va a llegar a tiempo; niños en la calle, etc., salidas establecimientos educacionales o en ellos, entorno de los parques infantiles, desde un auto pidiendo al menor que se acerque al vehículo transportista escolares o por un docente o para-docente quien lo selecciona como su alumno regalón. A través de Internet o medio de comunicación. En el interior de los grandes centros comerciales. Como se ve es innumerable la lista de la cual hemos querido evitar seguir por cuanto otras serán detectadas por ustedes mismos(as), es decir, debe considerar los lugares frecuentes en donde sus hijos sean propensos a estar solos y recuerde que en más del 98% de los casos se trata de varones, profesionales calificados, frecuencia buscan trabajos o actividades que les permitan estar cerca de los niños y pertenecen a cualquier clase social.
Incesto
El incesto es una violencia sexual que transgrede las leyes de la vida familiar y perturba la armonía entre padres e hijos. El paso al acto incestuoso es siempre desestabilizador del orden afectivo y sexual de la víctima e del agresor. El incesto compromete a los miembros de la familia a guardar silencio, bajo amenaza de ruptura y de desintegración familiar. Se calcula que el 65% de las mujeres fueron víctimas alguna vez, durante la infancia, de un acto de abuso sexual Incestuoso. El incesto padre-hija es el más frecuente y sus consecuencias perniciosas se hacen sentir. En la infancia, como fracaso escolar, como perturbaciones de comportamiento, fobias en relación a la sexualidad, sexualización de las relaciones (perversiones, precocidad sexual), etc. En la adolescencia, como dificultades en la identidad femenina, rechazo de la imagen corporal, estados depresivos graves, perturbaciones alimentarías (anorexia) y otras, delincuencia y prostitución, etc.
Cómo detectar un abuso en menores
Existen diferentes formas de detectar los abusos en menores; físicos, de conducta y emocional que, en caso de reproducirse, pueden ayudarnos a sospechar que un menor está sufriendo algún tipo de abuso sexual y que debemos por tanto intervenir, es necesario indicar que en los muchos casos, las victimas nunca dirán una palabra para darnos a conocer que están sufriendo abuso sexual, ya sea por razones de amenazas de parte de sus mayores o por el mismo
efecto de trauma psicológico: • Físico: moretones, infección urinaria, dolor al sentarse o al andar, sangrado... u otros indicadores de tipo psicosomático como los trastornos alimenticios (anorexia, bulimia...) o el insomnio. • Conductuales: desconfianza, introspección, tendencia al aislamiento, reproducción de conductas sexuales que no corresponden a la edad, agresividad, problemas escolares... • Emocional: ansiedad, depresión, sentimiento de culpa, miedos, pánicos y fobias, rechazo hacia algunos adultos, conflictos familiares... Los menores que sufran algún tipo de abuso sexual terminan manifestándolo de alguna manera. Los cambios bruscos en su conducta, o difíciles de justificar, pueden revelarse como señales importantes a tener en cuenta, para lo que es fundamental la comunicación en la familia.
» Pedófilos
Los Pedófilos, tienen un interés primordial de tipo permanente de tipo sexual hacia los niños, siendo la interacción con ellos lo que le proporciona mayor satisfacción sexual. Rechazan las relaciones sexuales con adultos o le son insatisfactorias por diferentes razones. Se trata de sujetos inmaduros que no son capaces de adoptar pautas de comportamiento adulto. La causa subyacente a este tipo de conducta parece ser el temor a las relaciones sexuales con adultos. Estas le producen ansiedad o inseguridad, miedo a no estar a la altura de las circunstancias y ser criticado o rechazados. En la relación con los niños se sienten seguros, son ellos quienes controlan la situación y pueden presentarse como personas experimentadas que enseñan a los niños cosas muy importantes para la vida.
Prevención
Nos toca a nosotros los padres, hermanos, y familiares más cercanos a nuestros niños el darles a conocer de esta realidad que les asecha; deseamos por sobre todas las cosas no encontrarnos en este tipo de situación horrible que hagan claudicar nuestra fe y vernos arrepentidos de no tomar las precauciones correspondientes. No caigamos en el exceso de fe en sólo pensar que Dios nos cuidara a nuestros hijos, y nosotros los dejamos expuestos a todos aquellos lugares potenciales en donde actúan este tipo de agresores. Creemos manuales realizados en formato comics, videos con dibujos animados, para ser distribuidos en los diferentes grupos, apoyar a los padres, con indicaciones básicas para resguardar a nuestros hijos, sin causar en ellos temor ni desconfianza ante la vida, reforzando la idea que, no porque una persona sea adulta tiene derecho sobre el cómo niño, además de reforzar una actitud positiva ante las autoridades y sus padres, con el fin de proteger al niño de futuras situaciones de riesgo. Converse con sus hijos, necesitamos inculcar a los niños una serie de sencillas normas dirigidas a garantizar su seguridad ante la presencia de pedófilos y pederastas en nuestra sociedad, generando en ellos, no miedo sino conciencia y sobre todo prudencia. Cuando veas que un niño o niña sube a un auto que puede ser prostituido, toma los mayores datos que pueda ser útiles a futuro.