8 Final Sinthoma

  • November 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View 8 Final Sinthoma as PDF for free.

More details

  • Words: 3,717
  • Pages: 8
LA VARIEDAD DE LAS INTERRUPCIONES DE LA CURA, DEL SÍNTOMA AL SÍNTHOMA Tomado de AMP, La Conclusión de la Cura: Variedad clínica de la salida de analisis, Editorial Eolia, Barcelona, p. 225 -235

Para hacer coincidir la causalidad traumática del goce con la realidad sexual del inconsciente, Freud debe dar el paso del trauma al Edipo. En ese recorrido el trauma pasa primero a ser efecto traumático almacenado como huella. Esa huella puede activarse y producir una significación bajo la forma de síntoma. Un tercer elemento, el desencadenante, será el responsable de la emergencia del síntoma al actuar sobre la huella traumática. Es la tesis freudiana planteada en el "Proyecto de una Psicología para Neurologos" a propósito del caso Emma. Esta tesis se enriquece cuando Freud le incorpora la producción fantasmática. Hay recuerdo de encuentros que nunca se dieron, prueba de ello son las fantasías histéricas de seducción. La niña padece pasivamente de un exceso de goce generado por un agente externo. Esto forma el núcleo del llamado proton pseudos. la falsa premisa cuya construcción aparece en forma de recuerdo y tiene un efecto de verdad que se impone al sujeto. Surge así lo verdadero a partir de lo falso. Freud lo vislumbra bien pronto y modifica la teoría traumática. La pregunta que lo orienta se formularía de la siguiente manera: ; ¿de dónde surge el trauma si el elemento clave es falso? Este es el paso definitivo dado por Freud, que lo lleva de la causa exterior traumática al fantasma. Simultáneamente distingue verdad de exactitud y coloca la verdad, que antes estaba en el trauma, en el drama edípico, es decir, lo traumático productor del síntoma es la sexualidad en sí misma. De esta manera desplaza la causa traumática a una r esultante del encuentro entre la defensa y la pulsión De este encuentro Freud también hace depender la etiología de las estructuras clínicas. Lacan mantiene así la vigencia freudiana cuando propone que las estructuras clínicas son defensas ante el goce. Del mismo modo, Lacan sigue a Freud cuando plasma en el grafo del deseo la vinculación entre el fantasma ( $S  a) y el síntoma (s(A)). Este sencillo esquema gráfica las dos dimensiones del síntoma que Freud descubre: el significante y el objeto. Para Freud, tal como se ve en los historiales del caso Dora y del Hombre de las ratas, el síntoma tiene una estructura de lenguaje. El llamado al saber que hace el síntoma, en tanto es falla en el saber precisamen te, Freud lo toma literalmente y se da a la tarea del desciframiento poniendo en juego el saber del inconsciente. En esto radica el descubrimiento freudiano que no es otra cosa que la determinación inconsciente del síntoma bajo la forma de un saber reprimido. El Unbewusst freudiano es ese saber no sabido que responde por el 1

síntoma. Vemos en Freud la aparición del inconsciente aparejado con el síntoma. Lacan sostiene esta solidaridad entre inconsciente y, síntoma a lo largo de su enseñanza. Esta solidar idad implica que la definición y la función del síntoma se modifican en la medida en que la definición del inconsciente se modifica. El síntoma, entendido en la perspectiva psicoanalítica, implica al analista en la medida en que éste es incluido en el inconsciente del sujeto. Se puede decir que el analista es incluido en el sí ntoma mismo, en tanto viene a encarnar la respuesta a la pregunta que plantea el sujeto. Esta respuesta equivale a un mensaje que no llega al sujeto; ese mensaje que viene del Otro y que el paciente asignará de forma concreta al analista ha sufrido una interrupción en el camino. La tesis de Freud es que la función del analista consiste en resolver la interrupción y facilitar que el mensaje-respuesta siga su curso; cuando esto sucede el síntoma desaparece. El síntoma en su aspecto significante es un mensaje del Otro (vectorizado en el grafo del deseo), es decir un efecto de significación del Otro y por ende, modificable por la palabra. Esta es la vertiente analizable del síntoma, susceptible de modificación por la interpretación analítica. El cálculo de la interpretación consiste en hacer pasar al síntoma a la posición de significante de la transferencia para que se despliegue el fantasma que aporta el goce que lo sostiene. Un síntoma se mantiene en la medida en que un fantasma lo soporta v de ese soporte el goce es el punto nodal. Sobre ese goce opera la cura. Lacan en el Seminario Le Sinthome sostiene que al síntoma se le gana terreno en el curso de la cura. Para este momento va el síntoma es goce puro: ganarle terreno consiste en actuar sobre el goce que encierra. Este proceso equivale a la travesía de! fantasma. la cual desemboca en pérdida de goce y ganancia en términos de deseo. Con esto cobra sentido la formulación de Lacan sobre la interpretación en L'Etourdit. Allí, plantea la interpretación como "un sentido que va contra la significación" y dice además que la interpretación va dirigida a la causa del deseo para hacerla emerger. "La interpretación versa sobre la causa del deseo" objetivo y punto límite de la interpretación analítica. 1 La formulación del síntoma como goce puro, expuesta en "La Tercera" y RSI, conlleva la advertencia a los analistas del peligro de su forzamiento por medio de la interpretación, elaborada en términos de sentido. La cura por el saber es una manera de hacer existir a un Otro cuya existencia el sujeto va tiene asegurada artificialmente con la emergencia del sujeto supuesto al saber. El sentido del síntoma, entonces, viene fijado en el goce que encierra. Lacan en la Introducción de la edición alemana de sus Escritos dice: "el psicoanálisis revela a un sujeto el sentido de sus síntomas". Y ese sentido es particular a cada sujeto precisamente a causa de la verdad del goce que no puede ser sino particular. 2

Lacan va a permanecer a lo largo de toda su enseñanza apegado a la idea de que el tratamiento psicoanalítico apunta al desciframiento del síntoma y a la revelación de su sentido. Desde el punto de vista lógico la letra. a la que queda reducido el síntoma al final de un análisis, está ligada al sinsen tido. Esta letra del sinsentido sólo podrá surgir del recorrido analítico una vez que se haya agotado el sentido, una vez que se han producido todas las variantes posibles de sentido. Es necesario agotar todas las permutaciones metafóricas, todos los - sentidos posibles del síntoma, para poder llegar en la experiencia analítica al punto de sinsentido, propio del signo del síntoma: "Operación en la que se demuestra que incluso en el nivel individual, la solución de lo imposible es aportada al hombre por el agotamiento de todas las formas posibles de imposibilidades encontradas al poner en una ecuación significante la solución" 2. El síntoma, en tanto goce puro, conduce a considerar eso que Lacan llama su envoltura formal. Formal no se refiere aquí a las formas que toma el síntoma en cada estructura, sino a la forma que el síntoma toma para la cura. Al comienzo de la experiencia analítica se produce lo que podemos llamar una separación entre la envoltura y lo envuelto, o lo que es lo mismo entre el significant e envolvente y el objeto de goce envuelto. Se produce una separación entre la envoltura significante y su contenido de goce. Esta operación es la que va a permitir que el síntoma en su aspecto formal se vuelva analizable. Por otra parte, "formal" también alude a "los jeroglíficos histéricos, las armas (escudos) de la fobia, los laberintos de la Zwangsneurose" 3; es decir, el síntoma como un hecho de discurso-pero un hecho de discurso que aloja un real inanalizable. Al discurso analítico compete alcanzar ese inanalizable, reducirlo a su expresión mínima, agotando sus efectos de significación. Este es el paso necesario para reducir su potencia de real. Reducir la potencia de real del síntoma no equivale a su supresión. El síntoma es lo que no cesa de escribirs e, lo necesario por el hecho de la inexistencia de la correlación sexual de la cual el síntoma es su contrapartida. Para llegar a esta formulación final sobre el síntoma Lacan introduce una modificación sustancial en su teorización. Esta modificación bautizada por Miller como una "nueva axiomática" (Seminario Ce qui fait insigne)

4

tiene como referencia al Uno del "Hay del Uno" en su relación con

lalengua. Para este momento en Lacan, lo previo es el goce, no el Otro del lenguaje. Así, su famoso aforismo "el inconsciente estructurado como como un lenguaje" da lugar al inconsciente estructurado como lalengua. A su vez, lalengua está constituida por los S 1 que Lacan homologa al objeto “a”, en tanto ni el S 1 ni el “a” tienen sentido. Esta homologación entre el S 1 y lo real hace del lenguaje "una elucubración de saber sobre lalengua" 5. Elucubración de saber sobre lalengua en la cual el S 2 de la batería significante se agrega al Uno de lalengua para producir sentido. Lo que entraña que el soporte del sentido 3

es el Uno de lalengua. En Televisión se destaca lo siguiente: "la batería significante de lalengua no suministra más que la cifra del sentido" 6. Cifra es el término utilizado por Lacan para indicar el goce de lalengua. Esta cifra indica, además, un paso esencial en este último desarrollo de Lacan sobre el síntoma, el paso de la palabra a lo escrito. Desde el Seminario RSI se comienza a apreciar en Lacan un cambio en lo referente a su conceptualización sobre el síntoma. El síntoma, metáfora en "La instancia de la letra", se convierte en función lógica en RSI y cuarto aro en la topología del nudo borromeo que en tal Seminario se inició. El inconsciente necesita de la letra. Es un texto a descifrar como lo pensaba Freud, pero con la particularidad de ser una letra que escribe goce. Esa letra es un S 1 compartido por el inconsciente v por el síntoma, y sirve de soporte a la función de goce del síntoma, tal como la define Lacan en RSI: "el síntoma no es definible de otro modo mas que por la manera como cada quien goza del inconsciente en tanto el inconsciente lo determina" 7. Al final de la cura el síntoma es reducido a una letra que queda como residuo de la operación analítica. Si Lacan propone la identificación al síntoma al final del análisis es porque la condición d e goce del síntoma ha pasado por una modificación. El término "rectificación subjetiva" parece de nuevo adecuado para indicar que esa modificación atañe a la relación del sujeto con su goce. El análisis es del sujeto y sobre él recaen los efectos de la cura a medir al final de la misma. Así, el síntoma ya no sirve para representar al sujeto ante el Otro. No le hace signo a nadie. Es un S 1 sin cadena, reducido al sinsentido. Un Uno que "dialoga solo porque recibe su propio mensaje en forma invertida. Es él quien sabe y no el supuesto saber" 8. Si el S 1, que síntoma e inconsciente comparten, hace del síntoma una función de goce del inconsciente, al final de la cura queda como letra para el sujeto al cual no le queda más que saber hacer, "saber arreglárselas con él", dice Lacan en 1977 9. El síntoma como residuo de goce, ininterpretable y reducido a la cifra misma del final del análisis representado en RSI como f(x). es una función de goce en una letra: "aquello que del inconsciente puede traducirse por una letra"

10

. Es el último eslabón del síntoma en la cura y tiene una función

distinta de las del síntoma a la entrada y en el transcurso del análisis. Si a la entrada el síntoma se presenta disruptivo, enigmático, bordeando las fronteras de un goce autista -presencia velada del fantasma- la cura presta el sujeto supuesto al saber como partenaire para introducir el síntoma en los efectos de significación, así, la experiencia analítica restaura el vector interrumpido entre S 1-S 2, en el cual el sujeto supuesto a saber viene a ocupar el lugar del S 2. Esta es la maniobra artificial que ofrece el análisis para desviar la función de representaci ón hacia los efectos de

4

verdad y de producción de S 1 del síntoma en el discurso analítico. Dicho de otra manera, es por la vía del amor de transferencia que del goce del síntoma el sujeto puede condescender al deseo. Finalmente, la pregunta por el síntoma en la enseñanza de Lacan a partir de la psicosis se sitúa en la perspectiva de la psicosis como fuera de discurso. En ella el sín toma aparece con más claridad en su pureza de S 1 , sin el ordenamiento al que el discurso somete el encadenamiento significante. El sínthoma, ahora escrito con h, viene a suplir el ordenamiento del discurso faltante. Así, el síntoma adquiere su función de anudamiento en la psicosis. La cuestión de la suplencia va a ocupar un lugar de primer orden al final de la enseñanza de Lacan, es lo que se trata de teorizar en la topología del nudo borromeo, en donde se produce una reformulación de la estructura a partir de los registros que operan en la experiencia analítica: real, simbólico e imaginario. Un hecho de estructura es que estos tres registros no logran estar anudados o entrelazados de manera borromea en lo que se llama un nudo de tres aros, por esta razón es que se ha podido decir que existe una falla estructural: S(A), en todo sujeto; es decir que la forclusión es estructural. El concepto de suplencia surge así en Lacan ligado a la función de anudamiento. La suplencia aparece así como todo aquel recurso que pueda anudar, de forma borromea o no, los aros de lo real, lo simbólico y lo imaginario. De este modo la presencia de un cuarto elemento, de un cuarto aro, se presenta como algo necesario para lograr el anudamiento. Lacan precisa que Freud tuvo que echar mano de lo que llamó "realidad psíquica", que no es otra cosa que el complejo de Edipo, para mantener su estructura teórica; el complejo de Edipo habría funcionado como cuarto aro que vino a anudar los aros sueltos de R.S.I. en Freud. Si lo que funciona com o 4° aro en la teoría de Freud es el Edipo, en la enseñanza de Lacan será el Nombre del Padre. Al final del Seminario R.S.I. la función de anudamiento, de cuarto aro, es atribuida por Lacan a la nominación, es decir que es en el dar nombre que va a residir la suplencia, lo que responde a la falla del Otro. Se trata de la nominación como suplemento de uno de los tres, R, S o I, restituyendo el carácter borromeo del nudo de cuatro aros, como lo explica P. Skriabine 11. Será entonces como nominación de lo simbólico que Lacan identificará al síntoma en el nudo borromeo de cuatro que puede plantearse para la neurosis. Considerar al síntoma como nominación de lo simbólico, al funcionar como el cuarto aro que anuda, conduce a plantear su equivalencia con el Nombre del Padre, el síntoma pasa entonces a ser uno de los Nombres del Padre; al lado de las tres formas de Nombre del Padre (R.S.I.), las que pueden venir a remediar, a suplir eso que falta en el Otro de la estructura, realizando el anudamiento necesario. 5

Lo Simbólico pasó en el seminario antes citado a ser substituido por dos aros: el inconsciente y el síntoma. que corresponden respectivamente a la función de representación, propia de la cadena significante, y a la función de síntoma, fijador de goce en la letra. De la primera función se desprenden efectos de sentido, mientras que de la segunda se obtienen efectos de goce. En el síntoma van a confluir, como lo estableciera Freud, tanto la dimensión inconsciente como la realización del goce pulsional. De allí que Lacan puede decir que el síntoma como cuarto elemento, "hace círculo con el inconsciente" 12. Esta función del síntoma como articulador de goce en la letra, designa la dimensión real del síntoma; por intermedio de esta función el síntoma realiza la suplen cia de la falla del Otro. El registro real del síntoma es una suplencia. Lacan ilustra esta función con el análisis de la producción literaria de Joyce. Hace del trabajo de Joyce un caso ejemplar de anudamiento de los tres órdenes. De acuerdo a Lacan, Joyce alcanza este punto como resultado de un acto: el acto de crear. Joyce crea a lo largo de su vida para asegurar el anudamiento que falta en su estructura. La particularidad de su escritura está dada por el progresivo vaciamiento del sentido, empuja lo simbólico a lo real y produce enigma. Para la psicosis lo simbólico es real. Así parece serlo también para Joyce, quien logra el anudamiento justamente a partir de la vertiente real del sínthoma. Recordemos que para Lacan el arte de Joyce es un sínthoma con e l cual Joyce se identifica. Sínthoma que a fin de cuentas es el Work in progress de toda una vida. Si Finnegan's Wake tardó 17 años en ser escrito, Joyce para mantenerse sínthoma debe trabajar toda su vida. Esa es la condición de permanencia de un sínthoma que sólo así llega a ser contingente. La función del anudamiento del síntoma se esclarece también a partir de la separación del síntoma y el símbolo propuesta por Lacan en el Seminario El Sínthoma y en las Conferencias y entrevistas realizadas en los Estados Unidos en 1975. Joyce demuestra que el síntoma deja sin vigencia los efectos de sentido del símbolo. El síntoma se equivale deja al S 1 solo, de manera que ya no representa al sujeto. La experiencia analítica tiene su correlato en la escritura de Joyce. Ambas apuntan al sin sentido. En Joyce, deliberadamente o no, hay un empuje de lo simbólico a lo real. Por su parte, la experiencia analítica en su travesía para alcanzar el axioma fantasmático, también ago ta (reduce) el sentido y produce los S1 sobre los cuales reposa el destino del sujeto. La variedad de interrupciones de la cura por el síntoma puede agruparse tomando en cuenta la relación del sujeto con el goce. Si la clausura del final del análisis se puede traducir por un "no hay más nada que decir" ante lo real irreductible, en las interrupciones esa fórmula se troca en "no hay más nada que decir sobre el sufrimiento", corresponde a la interrupción por el beneficio de la cura. En este 6

caso el sufrimiento que el goce del síntoma mantiene disminuye o cesa definitivamente, y el sujeto precipita su salida a pesar del desacuerdo del analista. La segunda gran vía de interrupción por el goce del síntoma toma la vertiente de la ganancia de goce. El psicoanálisis es una experiencia contra natura, contra el natural equilibrio fantasmático que todo sujeto busca mantener, lo que se sustenta sobre una recuperación de goce permanentemente anhelada. Freud se percató, en "Análisis terminable e interminable" 13, a propósito de la posibilidad de la interrupción de la cura por parte del analista, de dos tipos de situaciones: 1. El analizante se aferra al tratamiento, manifestando que él no mejora, que todo continúa mal para él. 2. El analista puede detener el tratamiento porque los síntomas han desaparecido, pero el analizante regresa poco tiempo después, con síntomas. Para estos dos casos, Freud propone el término de reacción terapéutica negativa. Un síntoma que permanece apegado al sujeto es un síntoma que se rebela al saber, se resiste a pasar por el significante. La resistencia del analizante al saber es un rechazo al saber que muchas veces se presenta como una resistencia a terminar el análisis. El sujeto prefiere quedarse con el analista y no con el saber que puede obtener de su inconsciente. Hay aquí un rechazo al saber inconsciente. Freud reduce los dos casos a una misma causa: la roca de la castración, presente como "protesta viril" en el hombre, y como penisneid en la mujer. En las dos situaciones del sujeto no puede mejorar porque la mejoría sería como una especie de regalo al psicoanalista, cosa que no puede hacer puesto que no quiere estar en deuda. Para escapar a la deuda de castración el sujeto se aferra a su síntoma y al goce presente en él. El sujeto puede no querer arriesgar el goce del síntoma y prefiere aferrarse a él, como decía Freud, aún a costa del sufrimiento con el que paga, en. lugar de renunciar a él y continuar la cura. Cabría preguntarse si "la puesta en ecuación inicial" del síntoma a la entrada del análisis, propuesta por Lacan

14

ofrece alguna garantía de continuidad del análisis hasta su final. En muchos

casos surge la interrogación sobre el tipo lógico al que obedece un goce cuya recuperación es preferible mantener aún a costa del sufrimiento. En un momento dado. una de las formas posibles que toma el síntoma puede hacerse reacio a la dimensión simbólica del acto analítico y la interrupción se precipita.

Notas (1) Soler, Colette: La Lettre Mensuelle. No. 27 (2) Lacan, Jacques: "L Instance de la lettre..." Ecrits. Ed. Du Seuil. p. 520 (3) Lacan. Jacques: "Fonction et champ de la parole et du langage..." Ecrits, Ed. du Seuil. p. 281.

7

(4) Miller, J.A.: Ce qu i fait insigne. Seminario 1986-198% (5) Lacan, Jacques: Encare. Le Séminaire Livre XX, p. 168 (6) Lacan, Jacques: Televisión. Ed. du Seuil. p. 92 (7) Lacan, Jacques: Seminario R.S.l., sesión del 18 de febrero de 1975. Ornicar? No.4, p. 106 (8) Lacan, Jacques: Seminario Vers un signifiant nouveau, sesión del 10 de mayo de 1977 . Ornicar? No. 17118, p. 18) ?

(9) Lacan, Jacques: Seminario L'une-bevrue, Ornicar 1\' 12/15, p. 7. (10) Lacan. Jacques, R.S.I. Le Séminare Livre XXII Ornicar? No. 5, p. 66 (11) Skriabine. Pierre. La Causa Freudiana No. 23. p. 128 (12) Lacan. Jacques: Conferencias en Universidades norteamericanas. Scilicet No. 6/7,p.4 0 (13) Freud, S.: "Análisis terminable e interminable", O.C.. A.E.. Tomo XXIII, p.244. (14) Lacan, Jacques. "L' Instance de la lettre..." Ecrits. Ed. du Seuil. p. 520

8

Related Documents

8 Final Sinthoma
November 2019 6
8 Final
November 2019 11
8 Kitchen Final
May 2020 8
Chap 8 Final
June 2020 0
Open Final 8 April
December 2019 9
Kryon 8 Final
November 2019 16