Resumen: El ejercicio físico constituye para el organismo un cambio en las condiciones de equilibrio del medio interno, es decir, una perturbación en la homeostasis que es captada por diferentes receptores del organismo, traduciéndose por un mecanismo de feed-back ó retroalimentación (regulación automática) en una serie de respuestas del organismo que intenta compensar el desequilibrio causado. Por lo tanto se denominan respuestas al ejercicio a los cambios súbitos y temporales en la función causados por el ejercicio o bien a los cambios funcionales que ocurren cuando se realiza un ejercicio y que desaparecen rápidamente después de finalizado el mismo. Estas respuestas van a ser variables en función de las condiciones genéticas y preparación física del individuo así como según su estado de salud. La transpiración (también llamada sudoración o, a veces, sudación) es la producción y evaporación de un fluido, que consiste principalmente de agua En los humanos, la sudoración es principalmente un medio de termorregulación. A pesar de que el cuerpo humano puede soportar una enorme variedad de temperaturas externas, la temperatura interna optima de nuestro organismo se mueve en un estrecho margen de 36,5 y 37 grados. Hay dos factores que hacen aumentar nuestra temperatura corporal: La temperatura ambiente y la actividad física. En cualquiera de los dos casos, cuando la temperatura corporal asciende por encima de los 37 grados, nuestro organismo pone en marcha una serie de mecanismos destinados a enfriar nuestro cuerpo. El primer mecanismo es una vaso dilatación de la red capilar cerca de la piel. Los capilares se dilatan y dejan circular mucha más sangre, permitiendo de esta forma que parte del calor acumulado en nuestro riego sanguíneo sea disipado por la red superficial de capilares de una forma muy similar a cómo lo hace un radiador en un coche. Sin embargo esta medida por si sola, tiene una eficacia limitada y su eficiencia se ve completada por el segundo mecanismo: La sudoración.
Cuando nuestro cerebro detecta que la temperatura de nuestro cuerpo está aumentando, da señal a las glándulas sudoríparas colocadas en toda nuestra piel para que extraigan líquido del organismo y lo expulsen al exterior en forma de sudor. En relación al pulso cardiaco: Porque el corazón necesita bombear mayor cantidad de sangre para llevar oxígeno a los organismos del cuerpo; si hacemos deporte se requiere un mayor nivel de energía para responder a los requerimientos de actividad, el corazón a través de su bombeo lleva la sangre a todo el cuerpo y al hacer deporte aumenta el ritmo cardiaco. Es decir aumenta el ritmo cardiaco de acuerdo a los requerimientos que necesite el cuerpo para adaptarse al ejercicio.