35
•
El tema de la biblioteca como espacIo laberíntico, en 'El Nombre de la R05a'~ de Umberto Eco OSVALDO RODRIGUEZ P.
I.- CONSIDERACIONES PRELIMINARES
en El La
Antes
de
Nomb~e
de la Rosa (1), estimamos necesarias algunas consideraciones previas.
primera
autor de 1 a
La el
de
entrar en
el
tema de
ellas corresponde
obra:
segunda
a
la
una
biblioteca
como
espacio
experiencia muy particular
laberíntico,
del
propio
su paso de teórico de la 1 i teratura al de creador literario.
es
también
un
hecho
particularizador.
Es
el
que, tras s u experiencia como creador, publ ica 1 as Aposti l las
propio
teórico
a l Nombre de la
Rosa (2), texto en el que hace la crítica y da cuenta del proceso de su creación literaria.
La tercera y úl'tima consideración es ción
en el cine,
películas por
dos
basadas razones,
cuestión nada novedosa, en obras literarias, principalmente:
venido a reemplazar, creemos
que,
paso de la novela a su reproduc-
por cierto,
ahora que proliferan las
pero que consideramos necesario plantear
Primero,
en cierto modo,
el
porque
la
fama
de
la película
ha
la lectura de la novela. Y, segundo, porque
a pesar de las dificultades que supone su lectura,
cinematográfica limita en mucho la significación de la obra.
la reproducci6n
36
E~
Tras estas consideraciones preliminares proponemos una lectura de
de La Rosa desde la
biblioteca
es
el
el
de
espacio
punto
de
vista
la abadía.
de
la
En
del
primer
especulación
símbolo lugar,
laberíntico, consideremos
imaginativa
del
NombY'e
representado por que
la biblioteca
investigador
medievalista
y que el manuscrito, fuente de la novela, se presenta como ej ercicio 'preliminar de las conjeturas engendradas a raíz de los sucesos acaecidos en la biblioteca. Del
mismo
modo,
explicamos la
trama
policial en relación con el misterio del
libro prohibido, junto al carácter dual del conocimiento oculto en aquel laberinto engañoso.
Finalmente, estudiamos la estructura de la biblioteca y su valor simbólico, para terminar con el mensaje asumida
como
dogma
de la novela,
enceguecedor.
Por
en orden a desmitificar toda verdad
último,
sobre las relaciones intertextuales entre EL
incluimos
Nombre de
algunas
La Rosa
observaciones
La BibLioteca
y
de BabeL (3), de Jorge Luis Borges.
1.- De la teoría a la novela: "El Nombre de la Rosa"
EL Nombre de La Rosa es la primera novela escrita por Umberto Eco. Ciertamente
es
una obra
el año 1978 y nada
tardía,
si
consideramos que su autor comienza a escribirla
la publica en 1980,
extraño en
próximo a los cincuenta años de edad, hecho
la historia de la literatura puesto que,
por lo general,
grandes creaciones son obras de madurez. Es el caso, p.e., de Don
Quijote
de
las
la
Mancha. Novela que aparece a la luz pública en 1605, cuando don Miguel de Cervantes frisaba ya los sesenta años.
Lo de
la
que
sí
resul ta novedoso
literatura
es
como Umberto Eco,
de lectura y nos' ponga frente
el
hecho
rompa
de
que
un
violentamente
ensayista y nuestras
teórico
expectativas
a una monumental y compleja obra narrativa. Los
escritos de este profesor de Semiótica de la Universidad de Bolonia son materia obligada para
los
estudiosos
de
la literatura.
El
rigor conceptual de textos
teóricos como Apocalipticos e Integrados, La Estructura Ausente o el Tratado de se
miótica GeneraL, no
hace
preveer
la fabulación
imaginativa
que
se
derrocha en
EL Nombre de la Rosa. El el
paso
del
teórico
al
creador "literario
marco de su propia producción textual.
se gesta
su primera
experiencia
como
explica,
sin embargo,
en
En la madurez del teórico literario
creador.
su discurrir reflexivo ·sobre el hecho literario, lo cual no
se
Es
el
caso· de quien,
luego de
se enfrenta a "aquello ll sobre
se puede teorizar y cuya única posibilidad es
"narrar ll •
De acuerdo
37
él
esto,
la
escritura
ficción
acerca
narrativa
del
surge
fenómeno
como un imperativo,
literario.
La
literatura
derivado de
su propia
es
entonces,
asumida,
como experiencia creativa a partir de El Nombre de la Rosa.
Es innegable que la obra literaria de un teórico de la literatura despierta cierta
curiosidad,
1a pues ta a
por
no
decir
cierta
prueba de 1 paso de 1 a
teorí a
atracción
perversa
a 1 a práctica,
en
el
cuando se
lector.
Es
supone que
detrás de un teórico o crítico literario se esconde un creador frustrado.
Lo que resul ta evidente después de la lectura de El.
Nombre de -¿a Rosa,
es
la cuidada elaboración técnica que da forma y sentido a la fabulación novelesca. En las ApuBtiUas a El Nombre de la Rosa, publicada que la novela, da
cuenta
en
Milán,
tres
años
después
el escritor comenta su propia obra. En ella, el teórico literario,
del
concienzudo
proceso
de
elaboración
que
supone
la
experiencia
de la creación novelesca.
A través
de
una anécdota,
el
autor,
con ironía,
descarta la inspiración
de la cual hacen gala algunos escritores y nos plantea su concepto de escritura como trabajo:
No recuerdo de qué famosa poesia suya Lamartine escribió que
medio con
en una noche de tormenta, en
le habia sa l1:do de una tirada, de
las
un
bosque.
eOY'recciones
Cuando murió, y
las
se
encontraron 7.os manuscritos
variantes,
y
se descubrió que aque l7.a
poesia era qu-izá 7.a más "trabajada 11 de toda la literatura francesa (pag. 16)
2.- De. la novela a la teoría: "Apostillas al Nombre de la Rosal!
Este texto que reproduce la portada de E7. Nombre de 7.a Rosa. con de
que
tras
enmarcado teórico al
la rosa roja se
en
un
relieve
de la novela.
proceso
medieval
En él,
de la escritura,
la máscara narrativa,
asoma el es,
rostro
de su autor,
como hemos
dicho,
el
vestido
el
añadido
de monje
y
comentario crítico
Umberto Eco se refiere al título y su significado, a
la ambientación medieval
de
a la estructura policíaca de la novela,
su obra,
al
uso de
a la multiplicidad
de interpretaciones que ella puede suscitar al lector.
De nuevo aparece el
teórico
literario tras su experiencia como novelista.
Lo que parece sentar un precedente, puesto que tras su segunda novela,
n
titulada
PénduLo de Poucauld. de próxima aparición, quizás el escritor también agregue,
38
de una u otra forma, el comentario crítico de su propia obra. En las ApostiLLas ... Umberto Eco no se limita a dar cuenta del proceso de elaboración de su novela, sino también de la creación -dentro del su lectura.
El escritor perfila,
pues,
mismo texto- de un lector idóneo para su propio modelo de lector en la misma
obra.
No de
las
cabe
duda
de
dificultades
este
que
novela,
nos
dice
que
Umberto
Eco
sitúa
al
hecho
cuando
es
el
mismo
autor
quien,
consciente
supone la lectura de las primeras cien páginas de su
éstas
constituyen
una prueba penitencial.
lector en el contexto medieval
Irónicamente,
de su obra para preparar
su ingreso en el laberinto novelístico:
¿Qué significa
pensar
en un Lector capaz de
superar eL
escoUo penitenciaL de Las cien primeras páginas? Significa exactamente escribir cien páginas con eL objeto de construir> un Lector idóneo para Las siguientes. (pag. 54)
3.- De la novela a su versión cinematográfica: "El Nombre de la Rosa" (
El
paso
de
problemático. en
muchos
cul tura para De
una
Es
innegable
casos,
visual
ser
acuerdo
a
tiende
de
leída,
novela
a
su
representación
también
a
ser
que
en
esto,
la riqueza
al
ver
la práctica de
sustituida por el
nuestros tiempos.
y
cinematográfica
No obstante,
de
sus
la
cine,
es
lectura
en
el
siempre
individual,
contexto de la
la obra literaria está hecha
múltiples
lecturas
radica su valor.
la película no adaptamos sino contrastamos
nuestra
propia lectura a su representación cinematográfica.
A pesar de los notables aciertos de la versión cinematográfica, consideramos necesarias algunas observaciones. ción,
la
película pone
de
relieve
La primera es que para crear la expecta-
los
hasta hacer de ella una historia de la
relación
episódico por y
la
por
de
la novela,
Inquisición, úl timo,
policíaca del
maestro-discípulo
de
criminal.
múl tiples
la
como
se
conjeturas
que
sucesos de la biblioteca.
se
de
la novela,
crímenes en torno a la biblioteca. Luego, tal
punto
es
la
Adso
con
relación
de
prácticamente
en
el
cinematográfica se
la diiucidación por
impactantes
desvirtúa hasta
representación
Excluye,
más
se
constituye
la novela:
pasajes
de
los
el
laberinto
de
hace
el
investigador
la
centra
de
en
y
el
historias a
joven
tema
crímenes
tanto,
que un hecho casi
raíz
de
condenada
la película.
1a
esctructura
descubrimiento
derivadas los
de
las
misteriosos
39 La estructura de 1':l Nombr'e de ¿a Rosa es ciertamente policial IIn criminal y se t:rata de descubrirlo, fundadas
en
conjeturas
probabilidades, nos
aproximan
las
al
porque existe
pero son las conjeturas, las presunciones
que
se
criminal,
ponen pero
de
esta
relieve
en
la
novela.
Tales
historia detectivesca inicial
es sobrepasada por la serie de elucubraciones del investigador acerca del misterio de
1a
bi bl ioteca.
tación a
Igualmente,
1 a práctica de
la
novel a
se presenta al
1 a conjetura como tal,
lector como una inci-
a 1a producción de otras tantas
historias derivadas de la trama que se manifiesta en la superficie.
!.'7 NI·mbl'e de la Rosa es, en
su
imaginación
simbólj.co
de
los
1aberinto
la novela.
la pantalla de a
el
una
personajes
por
De
la
de
la
del
novel a.
un
desafío
historias que se
acuerdo
lectura,
de
tanto,
a
esto,
al
lector
para
recrear
entrecruzan en el
espacio
la película
director,
Ciertamente
y la
es
la
proyección
la adaptación de los trama
detectivesca
se
en
actores impone
en la película, pero ésta no es sino un pretexto en la novela para el desarrollo de
otras
historias
fundadas
o
derivadas
de
las conjeturas.
Tal
es el
sentido
de la siguiente cita de las ApostilLas ... :
A estas úlir--iuJ
(¿c¡uién
toY'ü.J.s>
todas
altuy'as se habr'á c:ompr'endido pOY' qué mi histor'ia
es
d
asesino?)
enas
histoY'ias
se Y'am7:fica de
otY'as
en otr'as
tantas
conjeturas>
todas
hisenas
alr'ededoY' de la estructuY'a de la conjetuY'a como ta¿. Un I [)(liJ.
modelo
abstr'acto
de
esa
estr'uctuY'a
es
el
¿aberinto
BOJ
II.- "EL NOMBRE DE LA ROSA": LA BIBLIOTECA COMO ESPACIO LABERINTICO
1.- La biblioteca: espacio de la especulación imaginativa
El autor de Er Nombre de ra Rosa dice que la de envenenar a si túa
en
el
contexto
se
suceden
los
cuaderno
rechado
en
germinal un
un monje
mortal
absorbible
por
(4),
lúdico e
la
motivación nada ortodoxa,
irónico
de su escritura.
acontecimientos: 1975), piel)
la idea seminal de su novela fue
concibe y
revisa
encuentra un
una
sofisticado
sus
por cierto,
A partir de esta lista
de
veneno
propios apuntes
donde Hncuentra los antecedentes para ambientar su novela.
que nos
(una de
monjes
idea (en
sustancia
medievalista,
40 Para empezar el autor nos introduce en el límite incierto de la ambigüedad, donde se el
entrecruzan la fantasía y la real idad. Prueba de ello es, por ejemplo,
casual
encuentro
de
la lista
de
monjes
indeterminación espacial de la abadía, ideada
por el
todo esto,
autor
y
que
lo
que
van
a
ser
sus personajes,
la
la inótil bósqueda de la sustancia mortal
identifica con el
asesino
de la biblioteca.
De
lo que más se aproxima a la realidad es el encuentro de los antece-
dentes medievales de la obra en sus propios escritos de investigador medievalista.
Concebida la investigación del mundo medieval como un ingreso en el ámbito del
misterio,
autor en
por
la
1a
conjetura
y
la
fantasía,
recrear en la ficción novelesca
investigación.
El
mismo
escritor
se
podrá
lo que él
señala
que
comprender
el
deseo del
ha llevado a la práctica "el
oficio de medievalista
suele exigir considerables riquezas y la posibilidad de vagar por lejanas bibliotecas
microfilmando
manuscritos
imposibles
de
encontrar"
(5).
En
cambio,
la
creación novelesca le permite inventarse una biblioteca, darle la forma laberíntica y practicar allí la aventura de la conjetura o la especulación imaginativa.
En 1 a bi blioteca se tasía del rodoxo,
hombre.
dan cita todas
Ell a es el
depósito del
donde no hay límite entre
biblioteca
universal
la creación fantástica y científica. En esta
junto a
de los venerables monjes medievales. monje Brandamus,
que
nosotros
es
Eco
el
Umberto
saber humano, del conocimiento hete-
bien pueden encontrarse
monje franciscano Roger Bacon,
para
1 as historias engendradas por la fan-
la creación fantástica del
especulaciones
sobre el
Apocalipsis
También la fantasía desbordada del
ci tamos
paradigma
1 as
las teorías científicas del sabio
de
por dos razones principales: la locura imaginativa y,
monje de P.ibernia
;::r}anda)
mítico
porque éste
también,
porque
está muy próxima a ne-
sotros.
Nótese nales
cómo
fronteras
el
escritor lo evoca en
entre
la
fantasía
y
la
su novela,
realidad,
eliminando las tradicio-
entre
la
verdad
científica
y la imaginación fantástica:
San Las costas de l
Brandcín
ll.egó hasta
las
is ¿as AfúY'tunadas,
y bordeó
Infiey'no, donde, en un arrecife, vio a Judas encade-
nado, y cierto dio. negó a una isla y aL poner pie en eLLa descubrió que era un monstruo mar'ino.
(pag. 382)
2.- La búsqueda. del manuscrito: la antesala de la novela
El autor de EL NombN:! de la Rosa finge que su narración procede de un manus-
41
cri to en
(6),
boca
con
viej a
de
técnica
Adso
Guillermo
de
de
del
Melk
enmascaramiento
quien,
Baskerville
desde
en
la
su
que
le
permite
ancianidad,
abadía
poner
recuerda
cluniacense.
es
inferida
luego
de un laberíntico proceso
Pero el
de
relato
su experiencia manuscrito de
Adso no es presentado como fuente directa de El Nombpe de la Rosa; también
el
su
existencia
deducción o conjetura.
La primera fuente habría sido Le Manuscpipt de Dom Adson de Melk, un cri to XVII
del
siglo
por
autor
un
quien,
los cuadernos
XIV
atribuido
al
abate Vallet
estudioso
benedictino
tras
peripecia
una
llamado
de Melk,
traducido en el
Mabillon,
J.
sentimental,
dice
manus-
texto
haberse
perdido
quedado
siglo por
sólo
el con
en los que había traducido el manuscrito. Ello motdva la bósqueda
del manuscrito original.
No
lo encuentra en la biblioteca
del
monasterio de Melk,
mente acabó sus días Adso, ni en los Vetera Analecta de Genevieve,
sino
que
casualmente
encuentra
algunas
la
donde presunta-
biblioteca
referencias
del
de
Sainte
manuscrito
de Adso de Melk en un libro de Milo Temesvar, titulado Del uso de los espejos
en
e l juego de ajedpez. Paradój icamente , y para mayor confusión, tales referencias niegan las primeras fuentes:
la de Vallet y la de Mabillon,
consideradas autén-
ticas hasta ese momento. ,
En síntesis, de
la
experiencia
laberinto
es
la
encuentro
de
un
de
es
una
ellos
la conjetura. de
la bósqueda del
Adso
a
octogenario
laberíntica
biblioteca, libro
desarrollada
concebida
nos remite
parcela
de
De este modo
finales
del
autor
dice,
manuscrito se nos presenta como la
un
en
como
a otro y
saber
la
novela.
espacio así
total
de
El
símbolo
lo . infinito:
sucesivamente,
jamás alcanzado.
ante~ala
de
ese
allí
el
porque cada uno Se impone,
pues,
sólo es posible deducir la escritura del manuscrito
siglo XIV. en
su
El único
hipotético
dato para tal conjetura es que su manuscrito,
que
había
sido
novicio
en 1327.
Esta erudi tas
hipótesis
también
es
relativizada
contenidas en la historia
porque
el
lenguaj e
y
las
citas
de Adso hacen pensar al autor de la novela
que el manuscrito puede pertenecer al siglo XII o al XIII. La misma ambigüedad relativizadora
se
extiende
al
espacio
donde
se
desarrollan
los
abadía no está situada geográficamente en ningún lugar preciso; para el autor latina,
sucesos:
la
10 ónico claro
es que Adso piensa y escribe como un monje de la baja edad media
estrechamente
vinculado
a
los
libros
de
la
biblioteca de la supuesta
abadía donde ocurren los hechos.
En
definitiva,
la búsqueda
del
manuscrito
de
Adso
culmina en una serie
42
de presunciones fundadas en probabilidades, ejercicio preliminar de la escritura, pues, si la fuente de la novela se pierde en un laberinto de conjeturas, también la historia de Adso y su maestro es un juego de presunciones que se desarrolla en
torno
al
espacio
laberíntico
de
se refiere en El Nombre de la Rosa al
la
biblioteca.
Con
ironía,
Umberto Eco,
laberinto libresco implicado en su novela.
Ella es, según su autor:
Una
veY'sión
italiana
francesa de una edición
de
una
OSCUl'a
versión neogótica
latina del siglo XII de una obra escrita
en latin por un monje alemán de finales deL sigLo XIV.
(pag. 12)
3.- La trama policial y el enigma de la biblioteca En el "Prólogo" a EL Nombre de La Rosa, Adso de Melk recuerda a Guillermo de Baskerville hojeando,
con placer, los manuscritos en la gran sala de la biblio-
teca. Esta es la imagen de su maestro,
en circunstancias en las que "a su alre-
dedor se multiplicaban los cadáveres de monjes horriblemente mutilados". (7)
Cuando
el
Abad
le
pide
a
Guillermo que investigue
la muerte de Adelmo,
el joven miniaturista, también le prohíbe el acceso a la biblioteca. Decepcionado, el visitante le aclara que una de deseo
de
conocer
aquella
y Berengario -todos
famosa
ligados
las razones de su viaje a biblioteca.
a la biblioteca-,
La
posterior
la abadía era el
muerte
de
Venancio
le confirman la sospecha de que
en ella debe buscarse la respuesta a los crímenes. De 'este modo la trama policial se entrecruza
con el
afán
de
penetrar
el
misterio
de
la biblioteca,
en
el
a pesar
de las interdicciones del Abad y del bibliotecario.
Por
tanto,
ambas
tramas
novelescas
convergen
espacio laberíntico
de la biblioteca. El acceso al lugar de los libros prohibidos -el "Finis Africae!'implica el descubrimiento del criminal: nificación trascendente custodio
del
saber
es,
de
Jorge de Burgos.
la biblioteca a su cargo y
precisamente,
el
de
bibliotecario
Convencido de la sigsu propia función de ciego
quien
advierte
de los peligros que acechan a todo aquel que intente aventurarse en el laberinto:
La biblioteca es un gran Laberiinto,
signo deL laberinto
que es eL mundo. Cuando entras en eLLa no sabes si saLdrás. (pag. 193)
43 4.- La atracción de la biblioteca y su entidad contradictoria
De
entrada,
el
Abad,
además
con prohibirle
investigar en la biblioteca,
le dice
a Guillermo de Baskerville algo que él 'sabe muy bien:
nuestra
biblioteca no
presentada como
un
es
igual
laberinto
a
otras ll
insondable t
la mentira ocultas en su interior.
La
(8).
en
el
biblioteca
que
se
Ella es, por tanto,
"Vos sabeis que de
la
confunden
abadía
es
la verdad y
testimonio de la verdad
y del error, porque representa el saber total. Está vedada incluso a los monjes dedicados de por vida a la lectura y escritura, pero el secreto de lo prohibido ejerce una fuerte atracción sobre ellos.
A la disposición laberíntica y engañosa de la biblioteca se une el carácter dual y contradictorio del conocimiento que contiene. Para los monjes consagrados a ella
es
"al
mismo tiempo la Jerusalén Celestial y un mundo subterráneo si-
tuado en la frontera de
la tierra desconocida y el infierno" (9). El laberinto'
está hecho para preservar aquel Africae",
En
tanto
que
la
conocimiento oculto,
función
del
simbolizado por el
bibliotecario
ciego
es
la
de
"Finis impedir
que ese conocimiento salga de la oscuridad en que se encuentra.
Tal de
es
la novela:
el
punto
esencial
de
la
discrepancia
Guillermo de Baskerville y
entre los dos antagonistas
Jorge de Burgos,
afirma que "el bien de un libro consiste en ser leído"
(10)
ese
papel
conocimiento,
el
bibliotecario se
afirma
en
su
Mientras
el primero
Y en la difusión
inquisitorial.
de Para
él la función se limita a la preservación y custodia del saber' y no a su búsqueda.
Esta de
las
pugna,
claves
de
representada la novela,
por la tentación del
por
Los
dos
inteligencias
monjes
conocimiento oculto,
no
contrapuestas,
participan en ella pero,
es
una
atraídos
alientan la esperanza de su desvela-
ción:
Estaban
dominados
por
ta bibtioteoa,
por
sus
promesas
e interdiociones. Vivtan oon etta, por etta y, quizá, también contra eUa, esperando, peoaminoscimente, poder arranoarte atgún dta todos sus seoretos. (pag. 224)
5.- Génesis y Apocalipsis de la'biblioteca
La
biblioteca,
testimonio
de
la
el laberinto engañoso que es el mundo. "Qué bueno sería el mundo si
verdad
y
el
error,
representa
también
Por eso Guillermo de Baskerville exclama:
existiese una regla para orientarse en los labe-
44 rintos"
(11).
En' tal sentido
la biblioteca de la abadía trasciende su propia
materialidad y se configura como símbolo totalizador, ri tual y terrenal.
en tanto laberinto espi-
Su estructura laberíntica, participa de la perfección divina
en cuanto, ha sido concebida de acuerdo a la proporción celeste. Por ello los crímenes que en ella ocurren no son -para el bibliotecario ciego- sino hechos necesarios, destinados a preservar la Palabra Divina resguardada en las entrañas de aquel laberinto. La biblioteca es,
por tanto,
pierden en el pasado más
remoto.
una entidad mitificada, Por
otra parte
cuyos
orígenes
se
está destinada a permanecer
más allá del hombre, según los deseos de Jorge de Burgos. Su construcción corresponde
a una inteligencia superior:
la planta
de esta biblioteca reproduce el
mapa del mundo, de acuerdo a la imagen del orbe terráqueo (12). Artificio mnemotécnico
ideado para que el bibliotecario encuentre los libros en el laberinto
de anaqueles y habitaciones, según un código universal.
Por
su
importancia,
un estricto sistema de la
abadía
el
y
el
puesto
sucesión
más culto.
de
bibliotecario se
jerárquica:
Además,
según
éste tal
otorga de acuerdo
debe ser el
tradición,
es
más
a
antiguo de
al bibliotecario
a quien le corresponde ocupar el cargo de Abad. De acuerdo a estos antecedentes cabe
la posibilidad,
la biblioteca
según Guillermo
hubieran
estado
de
Baskerville,
motivados
por
el
de
que
afán de
los
poder:
crímenes
de
para evitar,
por ejemplo, que Malaquías y Berengario llegasen a ser abades.
Estamos, asesino y
a
de
nuevo,
en
el
terreno
de
la conj etura
la motivación de sus crímenes.
que
nos
aproxima
al
Uno de los datos clave es que el
actual bibliotecario -Jorge de Burgos- ha usurpado el cargo que le correspondía a Alinardo,
para lo cual utilizó unos valiosos manuscritos encontrados en Silos
que lo hacen famoso
en la abadía.
-que habita "el 'reino de
las
La mente diabólica del bibliotecario ciego
tinieblas"-
se
perfila a partir de este hecho,
de modo que la motivación de los asesinatos no es sólo la custodia del saber, sino también conservar el poder que ha usurpado.
Todos en
la
biblioteca.
puesto de y
estos
antecedentes Su
visión
manifiesto desde
fanatizada
como la de
crímenes rituales,
de
el
este
acuerdo
nos
llevan
esotérica inicio
al
y
de
los
y
maniqueista del la novela.' Sólo
príncipe' de a
criminal
las
dictámenes
tinieblas
al
misterio
oculto
conocimiento se
ha
una mente diabólica ha podido urdir
del Libro del Apocalipsis.
los Es
el descubrimiento del "Finis Africae", precisamente el séptimo día apocalíptico, el que precipi ta el
el1frentamiento
sentadas por Guillermo
de
de Baskerville
las y
dos
Jorge
inteligencias en pugna, de
Burgos.
En tal
repre-
sentido,
la
45
admiración
del
bibliotecario "por su antagonista es un reconocimiento explícito
a la inteligencia:
¡Qué
magnifico
bibliotecario
hubieses
sido,
Guillermo!-
Jorge, con tono de admiración y disgusto al mismo tiempo. La la a
visión
biblioteca su
tumba.
apocalíptica
y
su
Todo
del
custodio,
incendio
quien
queda reducido
a
se
final
representa
lleva el
cenizas.
Se
secreto impone,
dijo
(pag. 565)
la destrl..!-cción
del por
libro tanto,
de
prohibido la
imagen
de la nada tras la aparente eternidad de la biblioteca. Adso de Melk, al regresar años
después
al
lugar
de
los
hechos,
ve
el
espectro calcinado· de la antigua
biblioteca. De ella sólo queda:
Una
especie
de
galeria
pegada
a
las
paredes
externas,
que por todas partes desembooaba en el vaoio. (pag. 604)
6.- La lección de Adso de Melk: el mensaje novelesco
La obra literaria esta novela hemos sentado
por
la y
un
quien
pues, la
comunicación
y
asistido
al Génesis y
al Apocalipsis del Anticristo,
figura
sacralizada dogma y
es
simbólica
maniqueista
de
del
la
de
ella se
bibliotecario
verdad.
la profesa enceguece.
La Es
verdad capaz
de
deriva
Tal es
la reflexión última
en la biblioteca de la abadía.
mensaje.
Con
repre-
enceguecido por la visión así
concebida
matar
quien cree poseer la verdad se hace esclavo de ella,
lujuria.
un
y
constituye
morir por ella,
como el hombre de
derivada de esta historia de crímEmes
Esta es la lección que en forma de advertencia
recuerda Adso de Melk en boca de su maestro al finalizar sus memorias:
Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir po:t>
la
v e:t>dad,
porque suelen p:t>ovocar también la muerte
de muohos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de
la p:t>opia.
Jo:t>ge
ha
realizado una ob:t>a diabólioa,
porque era
tal la lujuria con que amaba su verdad, que se atrevió a todo para 'dest:t>uir la mentira. porque
tal
vez
Tenia miedo del segundo libro de Aristóteles,
éste
toda verdad. (pag. 595)
enseñase realmente
a deformar
el rostro
de
46
III.- CONSIDERACIONES FINALES: "EL NOMBRE DE LA ROSA" Y "LA BIBLIOTECA DE BABEL", DE JORGE LUIS BORGES
A partiI;' entre E~
de la noción de intertextualidad existe una explícita relación
Nombre de
~a
Rosa de Umberto Eco y el cuento La BibLioteca de BabeZ. de D
Jorge L. Borges. La escritura de un texto remi te a otros en esta cadena intertextual entre
que
es
ellos,
la
de
creación
literaria.
Los
modo que la imagen de
una polifonía textual
que se
proyecta
libros hablan entre sí,
dialogan
una biblioteca bien puede asociarse a al infinito. Sin embargo, hay un hecho
notable en la multiplicidad de voces representadas por los libros de una biblioteca: no existen dos libros iguales en ese universo textual.
Es
evidente
la
imagen
de
la
biblioteca borgiana está incluida en
Rosa. y no sólo ésto, sino que también es incorporado al texto de la novela el propio autor de La BibUoteca de BabeZ en la figura del bi-
el
EL Nombre de
que
bliotecario los
ciego.
supuestos
excluido
~a
Paradójicamente,
borgianos.
existe
Esto
tal
significa
un diálogo intertextual
tancia, al autor de
inclusión
implica
que
el
entre
una
exclusión
de
texto excluyente y el
polémico que enfrenta,
en última ins-
EZ Nombre de Za Rosa y al autor de La BibZioteoa de
Babe~.
Por la limitación de espacio sólo reseñamos algunas notas de esta intertextualidad.
La
Biblioteca
y también laberíntica.
(con
Igual
maYúsculas)
que
que
la de Eco,
imagina
Borges
es universal
posee un número indeterminado de
galerías hexagonales y pozos de ventilación en el medio, con una escalera espiral que se abisma hacia lo remoto. También hay un espej o y una sala de libros prohibidos.
El narrador del cuento
biblioteca
universal
de
Borges dice
en busca de un
libro,
haber peregrinado por aquella
"Acaso el
catálogo de
catálogos "
(13). Esto es, el libro cíclico que es, en definitiva, Dios.
EZ Nombre de Za Rosa, afirma el carác
Borges, como el bibliotecario ciego de ter
11
ab aeterno ll de la Biblioteca.
se vale de la IIconjetura ll , pero, finalidad todos de
los
trascendente: libros"
la Biblioteca,
el
El
la
de
está puesta al servicio de una
naturaleza
bibliotecario
cu~nto
como en la novela de Umberto Eco,
en este caso,
"descifrar
(14). en
También,
que
Borges,
se
informe
busca
y
aquella
encuentra
caótica ley
de casi
fundamental
con la evidencia de
que no existen dos libros idénticos (15) en aquella Biblioteca universal.
La
búsqueda
de
un
Libro-Dios
que
sea
el
compendio perfecto de todos
los demás y la misma imagen del anciano bibliotecario, nos aproximan a Borges. La
desmitificación
de
la
biblioteca
como
espacio
laberíntico,
consagrado a
47
la
preservación
frente
de
la
Verdad
omnímoda,
a la visión aumentada de
reforzada
por
las
gafas
la oscuridad
del
bibliotecario
ciego,
quien se aproxima al conocimiento con la vista
(Guillermo
de
Baskervill~),
enfrenta
en
la novela
a
los autores de estos textos en diálogo intertextual polémico.
Por tanto, la aclaración que hace Umberto Eco en Las Apostillas a El Nombre
de la Rosa no es tan inocente como lo parece: Todos me preguntan pOI' qué mi Jorge evoca, por e l nombre, a BOI'ges,
y por qué Borges
es tan maLvado.
ciego que custodiase una biblioteca
( ... ),
No
lo sé.
Queria un
y biblioteca más ciego
sóLo puede dar BOI'ges, también porque las deudas se pagan.
(pag. 32)
NOTAS
(1)
Umberto
Eco,
El
Nombre
de
la
Rosa,
edito
Barcelona,
Lumen,
S.A.,
(11@
ed.), 1985. (2)
Idem,
Apostillas
al
Nombre
de la Rosa,
Barcelona,
edito
Lumen,
S.A.,
S.A.,
(3ª
(4ª
ed.),1986. (3)
Jorge
L.
Borges,
Ficciones,
Barcelona,
edito
1985. Ver "La Biblioteca de Babel", pago 89-100. (4)
Ver, Apostillas ..• , pago 19.
(5)
Ibídem, pago 22.
(6)
Ver El Nombre de la Rosa, pago 9 a 14.
(7)
Ibídem, pago 24.
( 8)
Ibídem, pago 47.
(9 )
Ibídem, pago 224.
(la) Ibídem, pago 482. (ll ) Ibídem, pago 217.
(12) Ibídem, pago 392. (13) Jorge L. Borges, Ob.Cit. , pago 90. (14) Ibídem, pago 92. (15) Ibídem, pago 94.
Planeta,
ed.),
.;
¡¡
.J o
@