Nut rición
Efectos del tipo de conservante añadido al ensilado de trigo sobre la producción y composición química de la leche Gregorio Salcedo Diaz Dpto. de Tecnología Agraria del I.E.S. “La Granja”, 39792 Heras, Cantabria
INTRODUCCIÓN
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Los cereales de invierno en España son usados generalmente para grano, pero también sirven para producción de forraje. Aprovechados como tales, en la Cornisa Cantábrica, ocupan una superficie de 24765 hectáreas, lo que representa el 8% del total nacional, con una producción media de 21715 kg de materia verde por hectárea (MAPA, 1999).
Greorio SALCEDO Profesor de Nutrición Animal y Análisis Químico Agrícola. Jefe de Estudios adjunto con dedicación a la investigación. Responsable de la explotación del I.E.S. “La Granja”. Miembro de la Asociación Interprofesional para el Desarrollo Agrario y de la Sociedad Española para el Estudio de los Pastos. Premio A.I.D.A. 2000.
En los últimos años, el número de explotaciones que utilizan trigo como forraje conservado para la alimentación de vacas de leche y carne ha aumentado (Weller, 1992), principalmente por sus elevados rendimientos en energía metabolizable por hectárea (Doley et al., 1990; Harvey, 1990) y menores costes de producción (Leaver y Hill, 1992; Weller, 1992). Su empleo en verde suele coincidir con la época de abundancia de pastos y es el ensilado la alternativa más usada (Castro et al., 2000). Las condiciones climatológicas de la Cornisa Cantábrica en primavera inducen riesgos de precipitaciones inesperadas y de que disminuya la ensilabilidad de los forrajes. De ahí la consecuencia del uso de aditivos. En la actualidad, los dos más empleados son el ácido fórmico y los inoculantes de bacterias lácticas (Keady y Murphy, 1993). Entre otros, los objetivos perseguidos son mejorar la fermentación, reducir las pérdidas por efluentes (Haigh, 1999); aumentar el consumo de materia seca y posterior ganancia diaria de peso vivo en terneros (Pena et al., 2000) y de producción de leche (de la Roza et al., 1999). En Galicia, actualmente un 35% de los ensilados son tratados con aditivos, representando el ácido fórmico la mitad de ellos e incrementando progresivamente el uso de inoculantes (Flores et al., 2000). Por el contrario, en Cantabria, el uso de conservantes no está muy extendido en las explotaciones lecheras (Sarmiento et al., 1996). Son muchas las publicaciones referentes al uso de aditivos para ensilado de hierba: estimulantes de la fermentación (Gordon, 1992); inhibidores de la misma (Wilkinson et al., 1976); fuentes de nutrientes, como las melazas (Woolford (1984) y subproductos empleados como absorbentes (de la Roza y Martínez, 2002). Sin embargo, a cerca de otros forrajes de primavera son escasos. El objetivo de este estudio fue comparar la respuesta en producción y composición química de leche, digestibilidad in vivo y perfil ruminal, de vacas
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Nut rición frisonas en media lactación recibiendo ensilado de trigo conservado con ácido fórmico o ensilado de maíz.
MATERIAL Y METODOS Labores previas y elaboración de los ensilados
Ensilado de trigo Ensilado de conservado trigo conservado con ensilado con ácido fórmico. de maíz.
Se efectuaron en rotación con un cultivo de verano de maíz forrajero, en el que se obtuvieron 12690 kg/ha de materia seca (MS) de forraje a ensilar. La siembra del trigo se realizó el 29 de Octubre del 2001 a chorrillo, empleando 250 kg/ha de semilla variedad Sideral. El abonado de fondo fue de 20, 60 y 40 kg/ha de NH3, P2O5 y K2O respectivamente, con posterior cobertera de 42 kg de nitrato amónico cálcico del 28% a los 99 días de la siembra. Se recolectó con cosechadora de mayales a los 154 días de la siembra en inicio de espigado, con un rendimiento de 5624 kg MS/ha y un contenido del 21,96% de MS seca inicial.
Figura 1. Llenado del silo Fill of silage
Según iba llenándose el silo por capas, se repartía ensilado de maíz (100 kg/1000 kg de forraje verde) sobre la mitad de la superficie (tratamiento TM). A la otra mitad, se le adicionaba ácido fórmico (3,5 litros/1000 kg); tratamiento TF. De esta forma, de un silo se obtenían dos (Figura 1), dada la imposibilidad práctica de hacer dos ensilados con la mitad del forraje recolectado. Antes de sellarlo se interpuso una capa de dos centímetros de heno de hierba entre el trigo y el plástico, con el fin de retener el vapor de agua resultante de la fermentación. El silo fue abierto por los dos frentes (trasero-delantero) el día 8 de junio (a los 66 días tras su cierre).
Animales y dietas
Dichos animales fueron alimentados con ensilado de trigo ad libitum suplementado con 3,7 kg de materia seca/vaca/día de un concentrado formado por 82,4% de harina de cebada, 14,1% de harina de soja; 1,14% de fosfato bicálcico, 1,9% de bicarbonato sódico, 0,40% de corrector vitamínico-mineral. Tanto el concentrado como el forraje se ofrecieron una sola vez al día, a las 8,00 y 8,30 h respectivamente.
Procedimiento experimental Con las vacas descritas en el subapartado anterior se efectuó un diseño “cross-over” 2x2, con los dos tratamientos TM y TF antes descritos en dos períodos. Cada uno constó de siete días de fase preexperimental y diecinueve de control. Se determinó diariamente la ingestión por diferencia entre oferta y rechazos, tomándose como repetición cada una de estas determinaciones. Los lunes, miércoles y viernes se tomó una muestra de cada ensilado, dividida a su vez en el laboratorio en dos. La primera, sirvió para determinar el contenido de materia seca y obtener a la vez muestra seca al aire para moler a 1 mm y efectuar el análisis químico-bromatológico. La segunda en fresco, para valorar el pH, N-amoniacal y concentración de ácidos grasos volátiles. Se midió la producción individual de leche durante los diecinueve días de cada período experimental. De lunes a viernes, se mezcló una alícuota del ordeño de mañana (7 a.m.) y de tarde (16 p.m.) para analizar la composición química de la leche. De cada ensilado y período, se realizaron 30 observaciones de 10 minutos sobre dos vacas para determinar el tiempo empleado en masticar un bolo ruminal. El peso vivo de los animales se tomó al inicio y final de cada período experimental, tras el ordeño de mañana.
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Durante cincuenta y dos días, 12 vacas Frisonas multíparas (dos de ellas canuladas en rumen), con una media 98±27 días de lactación; 612±24 kg de peso vivo; 24,7±4,7 kg de leche por día; 3,8%±0,36 de grasa y 3,07%±0,14 de proteína, fueron distribuidas en dos lotes iguales al azar para recibir ensilado de trigo TM ó TF. Previamente, estaban en pastoreo rotacional sobre paraderas de raigrás inglés y trébol blanco, suplementadas con 3 kg de concentrado/vaca/día.
Nut rición Balance en nitrógeno Una vaca de cada grupo fue alojada en jaula de metabolismo durante dos períodos de cuatro días, pesándose diariamente el ensilado en oferta, los rechazos, las heces y la orina (recogida mediante sonda vesical tipo Foley). Se efectuaron las correspondientes determinaciones de MS y N.
Digestibilidad en ovino Finalizado el ensayo con vacuno lechero, se determinó la digestibilidad in vivo de la materia orgánica de cada ensilado sobre 6 ovinos adultos alojados en jaulas de digestibilidad, controlando diariamente la ingestión de ensilado (una sola oferta diaria a las 8,00) y la excreción de heces y orina. Le siguió al respecto un diseño similar en cuadrado latino (2 ensilados x 2 períodos con dos grupos de tres animales al azar por ensilado y período). La ingestión de ensilado se ajustó a un nivel de rechazos del 10%, durante un período de 8 días de adaptación seguido de 7 días de control. El peso vivo se determinó inicialmente y todos los animales tuvieron corrector vitamínico-mineral y agua a libre disposición.
Análisis químicos Materia seca en estufa a 60º C durante cuarenta y ocho horas. Sobre muestra seca al aire y molida, materia seca final por secado a 103ºC; cenizas por incineración a 550 ºC; proteína bruta (PB), como N-Kjeldhal x 6,25 y fibras ácido y neutro detergente (FAD y FND) según Goering y Van Soest (1970). El N Kjeldahl en heces se determinó sobre muestra natural.
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La calidad fisicoquímica de la leche (grasa, proteína, lactosa y sólidos no grasos) y su recuento en células somáticas se determinó con un equipo Milko-Scan 400 (Laboratorio Interprofesional Lechero de Santander). Su contenido en urea, según Diario Oficial de las Comunidades Europeas (1973). El del N no caseínico, según Casado (1982). En ensilados y líquido ruminal se efectuaron las siguientes determinaciones, respectivamente. pH sobre jugo obtenido por prensado y muestras recién extraídas del rumen. Nitrógeno amoniacal (N-NH3) por destilación con OMg (Kjeltec 1002, Tecator) sobre jugo obtenido por prensado y líquido ruminal centrifugado. Nitrógeno soluble sobre extracto de ensilado por maceración de muestra fresca en agua a 80ºC. Acidos láctico, acético, propiónico y butírico por HPLC (Shimadzu SPD-10AV) con columna Shodex RS pak KG-811 sobre solución de 30 g de ensilado/200 mL de agua, mantenida 24 h en nevera, centrifugada y filtrada en un Millipore, y líquido ruminal diluido 1:1 (v/v) en HCl 6 N y centrifugado. La degradabilidad ruminal in situ de la MS y N de los ensilados (Mehrez y Orskov, 1977) se determinó sobre dos vacas canuladas en rumen. Se utilizaron bolsas con un tamaño de poro de 45 µm, 3 g/bolsa de material seco a 60ºC y molido a 1 mm, y cerradas por termosellado, resultando una superficie útil de 11 x 16 cm y una relación de 17 mg/cm2 de bolsa. Los tiempos de incubación fueron 0, 2, 4, 8, 16, 24, 48 y 72 horas. Tras los mismos, las bolsas fueron lavadas con agua fría en lavadora durante tres períodos de 5 minutos, cambiando el agua entre ellos y, secadas a 60 ºC en estufa durante 24 horas. La cinética de degradación se ajustó según el modelo de Orskov y McDonald (1979) y=a + b [1-e –(c t) ] y la degradabilidad efectiva para una tasa de flujo asumida K = 6%/h se calculó como De = a + (b . c) / c + k. Las incubaciones se llevaron a cabo durante dos períodos según un diseño en cuadrado latino (2 vacas x 2 períodos).
Indicadores del metabolismo ruminal Sobre las dos vacas canuladas en rumen descritas anteriormente se tomaron muestras de líquido ruminal durante los tres últimos días de cada período experimental, para determinación de pH, N-NH3 y ácidos grasos volátiles, según un diseño cruzado. Las horas postprandiales de muestreo fueron 0 (7,45 a.m.); 1,15; 2,45; 4,45; 7,15; 8,15; 9,45; 10,45 h.
Análisis estadístico Los datos de producción y composición química de la leche fueron analizados con el PROC GLM de SAS (1985) usando el modelo Y=µ + Ci + Pj + Vk + εijk donde: Y= observación, µ= media de la población, Ci = conservante (1,2), Pj = período (1,2), Vk = vaca (1..12), εijk=
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Nut rición error residual. Para los indicadores del metabolismo en el rumen la opción REPEATED fue utilizada para las medidas repetidas en el tiempo con el PROC GLM de SAS (1985).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN Composición química de los ensilados, digestibilidad y degradabilidad in situ La Tabla 1 refleja la composición química y características de fermentación de los diferentes ensilados. El contenido de materia seca del ensilado TM resultó un 8,83% superior (P<0,05), imputable a su poder absorbente. Las correspondientes producciones de efluentes,
TM = Ensilado de trigo con adición de ensilado de maíz TF = Ensilado de trigo con adición de ácido fórmico MS = Materia seca; MO = Materia orgánica; PB = Proteína bruta; N-IAD = Nitrógeno insoluble ácido detergente; N-IND = Nitrógeno insoluble neutro detergente; DePB = Degradabilidad efectiva de la proteína bruta; PNDR = Proteína no degradable en rumen; DeMS = Degradabilidad efectiva de la materia seca; FAD = Fibra ácido detergente; FND = Fibra neutro detergente; GB = Grasa bruta; MODvivo = Materia orgánica digestible; CNF = Carbohidratos no fibrosos; EM = Energía Metabolizable; pHe = pH de estabilidad. (1): %; (2): % MS; (3): % sobre N total; (4): % sobre PB; (5): g/kg N; (6): gr/kg MS; (**): valor estimado según NRC (2001). e.e.m.: error estándar de la media *: Difiere de TM a P<0,05
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Tabla 1. Composición química de los ensilados y concentrado Table 1. Chemical composition of silages and concentrate TM e.e.m. TF e.e.m. Ensilado ConcenMaíz trado MS (1) 24,4 0,21 22,42* 0,16 25,1 88,62 MO (2) 87,61 0,15 87,49 0,73 95,12 96,8 PB (2) 17,27 1,53 20,38* 0,55 8,36 17,5 N-IAD (3) 3,35 0,03 3,85* 0,04 0,46 N-IND (3) 4.65 0,08 4,35* 0,02 1,36 DePB (4) 83,69 0,07 81,44 0,09 51,67 70,8 PNDR (4%) 16,30 0,08 18,55 0,08 48,33 29,2 DeMS* (4) 58,3 0,16 63,4* 0,4 46,8 FAD (2) 38,86 0,64 32,72* 0,73 38,98 7,30 FND (2) 59,22 0,72 57,16 0,31 58,32 17,7 Celulosa (2) 33,26 0,23 29,18* 0,21 Lignina (2) 6,65 0,02 7,05* 0,3 GB (2) 3,89 0,03 3,76 0,05 4,6 4,12 MODvivo (2) 57,8 0,29 57,99 0,4 58,21 CNF (2) 7,23 0,22 6,19 0,05 23,84 57,48 Almidón (2) 4,62 0,02 2,73* 0,03 23,5 49,29 EM (MJ/kg MS) 9,07 0,01 9,1 0,02 9,89 13,22** pH 3,98 0,10 3,76* 0,01 3,28 pHe (de estabili4,31 0,03 4,24 0,006 4,34 dad) N-NH3 (5) 117,7 1,81 118,9 1,03 72,08 N soluble (5)) 379,07 3,84 248,4* 2,46 344,2 Láctico (6) 42,8 0,36 48,4* 0,42 66,2 Acético (6) 9,56 0,24 11,12* 0,22 17,2 Butírico (6) 0,67 0,01 0,43* 0,02 0,21 Índice de conser8,25 0,02 8,25 0,04 vación Índice de valor 7,5 0,08 7,5 0,07 nitrogenado Índice de 7,5 0,04 7,5 0,08 Ingestibilidad
Nut rición estimadas según Haigh (1999) fueron 1,71 y 4,7 l/t en TM y TF, respectivamente coincidente ésta última con la obtenida por Jones y Jones (1995) en ensilados de hierba y Castro et al. (2000) en ensilados de avena de semejante contenido en materia seca. Las concentraciones de fibra neutro detergente, digestibilidad aparente de la materia orgánica in vivo (dMOv) y la proteína degradable e indegradable no difirieron significativamente, pero la degradabilidad efectiva de la materia seca y el contenido de proteína bruta resultó menor en TM (P<0,05). La dMO se situó dentro del rango señalado por Phipps et al. (1992) para ensilados de trigo (55,8-70,8%) y rebasó la obtenida por Givens et al. (1993). El porcentaje de almidón fue superior en el ensilado conservado TM (P<0,05), imputable al propio del ensilado de maíz. Sin embargo, la energía metabolizable estimada fue similar, comparable a la de los ensilados de veza-avena conservado con ácido fórmico (Salcedo, 1999) e intermedios respecto a los de hierba al inicio del espigado y espigado (Salcedo, 2000). El elevado contenido de cenizas, es imputable a una posible contaminación por tierra, dado el tipo de máquina empleada en la recolección. Las características de fermentación, según Dulphy y Demarquilly (1981) para ensilados de hierba, corresponden a ensilados bien fermentados. Es atribuible, entre otros motivos, al apropiado contenido en materia seca (Haigh, 1999). Los índices de conservación, valor nitrogenado y de ingestión resultaron ser 8,25-7,5 y 7,5 en ambos ensilados. El mayor pH registrado en TM (P<0,05) puede tener su origen en el elevado contenido de N soluble del ensilado de maíz.
Ingestión de materia seca, digestibilidad en vacuno La adición de ensilado de maíz como conservante redujo el consumo de materia seca en 1,88 kg/vaca/día (Tabla 2), imputable a la inferior degradabilidad efectiva de la materia seca de aquél antes señalada.
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La digestibilidad de los diversos principios nutritivos de la dieta con ensilado TM resultó inferior (Tabla 3), a pesar que no hubiera diferencias en el valor de materia orgánica digestible sobre materia seca determinado en ovino. Hay dos razones al respecto. Una sería la menor proporción de forraje: concentrado en la dieta con ensilado TM, dada la menor ingestión
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Nut rición voluntaria del mismo. Otra, el efecto selectivo del ovino, cuyos rechazos presentaban un alto porcentaje de zuro de maíz, a diferencia del vacuno, lo cual induciría menor digestibilidad en esta especie. La menor degradabilidad efectiva de la materia seca y digestibilidad aparente de la materia seca en vacuno de TM originó un mayor tiempo de masticado por bolo ruminal (P<0,05) (Tabla 3), comparable al de ensilados de hierba (Castle et al., 1981). Por su parte Flores et al. (2000), con ensilados de hierba, señalan diferencias de consumo voluntario en vacas lecheras de 0 a 10% para la adición de fórmico y de –4 a + 12% para la de inoculantes, respecto al correspondiente ensilado testigo sin aditivo. En nuestro caso, el ensilado de trigo TF presentó una ingestión voluntaria un 16% superior a TM, a pesar del mayor contenido en materia seca de este último, que tendería a influir positivamente al respecto (Chase et al., 1979 y Zea y Díaz, 1991). También es preciso señalar comparando con las respuestas ante el tratamiento con fórmico en ensilados de hierba, que éstas son más espectaculares a niveles bajos de MS (Keady, 1996) y, que los consumos voluntarios observados para nuestros ensilados superan las respuestas observadas por los autores antes señalados. Comparando la materia seca ingerida en TF con ensilados de veza-avena en vacas lecheras (Salcedo, 1999), ambos de corte directo, semejante estado de madurez, fibra neutro detergente, características fermentativas, nivel de suplementación, fermentados en silos plataforma y conservados con ácido fórmico a igual dosis que en el presente trabajo, la dMS, dMO y dFND resultan inferiores aquí. La razón puede ser justificada por un efecto diluyente de pared celular en el computo total del ensilado que impone la leguminosa (Fraser et al., 2000).
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Respecto a las necesidades teóricas según NRC (1989) para las producciones de leche obtenidas, el nivel de proteína bruta de la ración fue superior en la correspondiente a TF y coincidente en la TM. La ingestión de proteína degradable en el rumen fue excedentaria en ambas y más con la TF (+1366 vs +806 g/día). Por el contrario, la de la proteína no degradable fue deficitaria; menos con TM (-319 vs -113 g/día). En consecuencia, con la dieta TF hubo mayores pérdidas de N fecales (a pesar de la igualdad de digestibilidades aparentes según tabla 3) y urinarias, pero también más recuperación en leche, con mayor proporción de N excretado en leche / N ingerido y dentro del rango 15-25% señalado por Aarts et al. (1992). Todo ello pese a que la relación carbohidratos no fibrosos / proteína degradable en el rumen fue inferior a la señalada por Stokes et al. (1991) para maximizar el flujo de proteína microbiana desde el rumen. La ingestión de energía metabolizable resultó inferior a las necesidades teóricas del NRC (1989) en –6,65 y 2,3 MJ/d para TM y TF respectivamente. De ahí la menor ganancia de peso vivo con TM. Tabla 2. Ingestión de nutrientes (kg/día salvo excepciones indicadas) Table 2. Nutrient intake (kg day-1 except indicates units) TM TF e.e.m. Ensilado MS total 15,39 17,27 0,09 *** MS ensilado 11,69 13,57 0,09 *** PB 2,64 3,39 0,45 *** PDR 2,16 2,72 0,02 *** PNDR 0,48 0,66 0,008 *** NDR/MJ EM 2,30 2,59 0,01 *** (g/MJ) EM (MJ/d) 150,3 167,2 0,89 *** FND 7,63 8,46 0,04 *** CNF 2,97 2,96 0,003 NS MOD 9,96 11,07 0,05 *** MOD ensilado 6,75 7,87 0,05 *** Almidón 2,4 2,19 0,007 *** TM = Ensilado de trigo con adición de ensilado de maíz TF = Ensilado de trigo con adición de ácido fórmico MS = Materia seca; PB = Proteína bruta; PDR = Proteína degradable en rumen; PNDR = Proteína no degradable en rumen; NDR/MJ EM= Nitrógeno degradable en rumen por megajulio de energía metabolizable; FND = Fibra neutro detergente; CNF = Carbohidratos no fibrosos; MOD = Materia orgánica digestible; e.e.m.: error estándar de la media; *** P< 0,001; NS = No significativo a P>0,05
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Nut rición Tabla 3. Balance en N, digestibilidad in vivo y tiempo de masticación Table 3. Nitrogen balanc, vivo digestibility and time chew Ensilado TM TF Ensilado MS ensilado (1) 12,54 13,81 *** MS total (1) 16,24 17,51 *** N ingerido (2) 438,6 472,3 *** N heces 169,4 178,7 * N orina 175,1 197,3 *** N leche 77,93 76,04 *** N retenido (2) 15,46 20,21 NS N absorbido (2) 269,1 293,5 *** dMS (3) 68,42 73,44 *** dMO (3) 71,78 76,01 *** dFND (3) 58,89 66,98 *** dFAD (3) 55,75 64,84 *** dN (3) 61,37 62,15 NS Segundos por bolo 57 52 * ruminal TM = Ensilado de trigo con adición de ensilado de maíz TF = Ensilado de trigo con adición de ácido fórmico (1): kg/d; (2): g/d; (3): % *** P<0,001; ** P<0,01; *P<0,05; NS: No significativo a P>0,05
Producción y composición química de la leche
La concentración de glucosa en sangre (Tabla 4) y el incremento de peso vivo fueron significativamente inferiores con TM. Cabe pensar en una mayor utilización de nutrientes por la glándula mamaria, con predominio de lipólisis sobre lipogénesis en el tejido adiposo, incremento de glucogénesis y glicólisis en el hígado, menos uso de glucosa que de lípidos como fuente de energía y más catabolismo tisular de proteína y aminoácidos. La mayor concentración de glucosa en sangre con TF pudo tener su origen en la menor relación acético: propiónico del líquido ruminal antes mencionada, que permitiría una mayor disponibilidad de ácido láctico para la gluconeogénesis (Fahey y Berger, 1988). El menor porcentaje de grasa en TF (P<0,001) puede ser atribuido al menor tiempo empleado en masticar un bolo ruminal, lo que pudo disminuir la secreción salivar, afectando a la tamponización del rumen. De hecho, la relación acético: propiónico del líquido ruminal fue numéricamente, aunque no la interacción tiempo x ensilado (Tabla 5). El tipo de conservante afectó significativamente al porcentaje de proteína bruta, urea y caseína mayores con TM (P<0,01) y (P<0,001) para el nitrógeno proteico. Esta circunstancia cabe atribuirla a una mayor síntesis ruminal de proteína microbiana, ya que la relación nitrógeno degradable en rumen / energía metabolizable (Tabla 2) fue menor con TM y siempre superior a 1,25 g/MJ, valor señalado por el ARC (1980) para optimizar dicho proceso. Sería concordante con lo observado en un trabajo previo (Salcedo, 1999) con ensilados de veza-avena suplementados con similar proporción de concentrado. Por
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Durante el período experimental, el descenso de producción láctea fue del 27,8% y 28,3% en TM y TF. Estos porcentajes resultan ligeramente superiores a los señalados por Keady (1996), cuando sustituye hierba verde por ensilado de hierba a vacas lecheras en similar semana promedio de lactación. En nuestro caso, también son imputables al cambio de dieta, debido a que los ensilados contienen pocos azúcares solubles y, por tanto, menos energía fermentable para los microorganismos del rumen (Chamberlain, 1987). Sin embargo, tanto la eficiencia bruta (kg de leche/kg de MS ingerida) como la utilización de la energía metabolizable [(100 x energía bruta leche) / energía metabolizable ingerida] resultaron significativamente mayores en el ensilado conservado con ensilado de maíz (P<0,001) (Tabla 4). Puede tener su origen en un efecto compensatorio con la mayor pérdida de peso vivo en las vacas alimentadas con TM (P<0,001), destinándose parte de la energía movilizada a la producción de leche.
Nut rición otra parte, Rodríguez et al. (1997), señalan descensos de proteína láctea imputables a una menor concentración de N-NH3 ruminal, disponible para la síntesis de proteína microbiana. En el presente trabajo, según lo antes expuesto, nunca fue limitante.
Composición del líquido ruminal La Tabla 5 recoge las características del líquido ruminal (pH, N-NH3 y ácidos grasos volátiles) según las diferentes dietas. Los valores de pH y N-NH3 no difieren entre el tipo de conservante añadido al ensilado de trigo, pero sí, en el tiempo (P<0,001). El pH fue siempre superior a 6, registrándose un máximo de 6,75 a las 0 horas (momento antes de administrar el concentrado) y mínimos de 6,22 y 6,19 a las 4,45 horas postprandiales en TM y TF respectivamente. Este largo tiempo de recuperación del pH cabe imputarlo al haber administrado el concentrado en una sola toma. Para el N-NH3 las mayores concentraciones coincidieron con el valor mínimo de pH (efecto tiempo, P<0,001), con valores medios de 144 y 147 mg/l en TM y TF, respectivamente; sin diferencias significativas en la interacción tiempo x ensilado. Siempre superó el límite de 50 mg/l señalado por Satter y Slyter (1974) como limitante para la actividad celulolítica del rumen. Respecto a los ácidos acético, propiónico, butírico y láctico no se apreciaron diferencias entre ensilados, y sí en el tiempo (P<0,001). De igual forma, la relaciones acético:propiónico y acético: butírico variaron significativamente en el tiempo (P<0,01), sin diferencias entre ensilados.
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La mayor concentración de ácido acético se registró antes de la ingestión de concentrado. La de propiónico, a las 4,45 horas postprandiales, coincidiendo con el descenso de pH y acumulación de N-NH3, sin exceso de ácido láctico, por lo que cabe pensar en una mayor síntesis de nitrógeno de origen microbiano y, entre las dos y cuatro horas para el butírico después de ingerir el concentrado. La menor concentración de acético en TF (P<0,001) es atribuida a la mayor digestibilidad de la materia orgánica de la dieta, lo que cabe pensar en un porcentaje más alto de materia orgánica fermentada en rumen, favoreciendo la mayor formación de ácido propiónico. Tabla 4. Producción y composición química de la leche Table 4. Milk yield and composition Ensilado TM TF Ensilado Período Leche (kg/d) 17,77 17,70 NS *** Leche estándar (1) 17,69 17,35 NS *** Grasa (%) 4,02 3,86 ** ** Kg grasa/día 0,71 0,68 NS ** Proteína (%) 2,84 2,78 ** ** Kg proteína/día 0,50 0,49 NS *** Lactosa (%) 4,87 4,87 NS *** SNG (%) 8,51 8,46 NS *** Kg SNG/día 1,50 1,49 NS *** Urea (mg/dl) 14,94 11,4 ** ** Grasa:PB 1,26 1,24 NS NS Caseína (%) 2,21 2,11 ** ** N Proteico (%) 2,60 2,48 *** NS EB de la leche (MJ/día) 53,36 52,13 NS *** EB leche / EM ingerida (%) 36,96 32,53 NS *** N leche/N ingerido (%) 18,48 14,20 *** *** Kg leche/kg MS ingerida 1,14 1,02 *** *** Glucosa en sangre (mg/dl) 51 57 ** NS Cambio de peso (kg/día) -0,145 -0,113 *** ** TM = Ensilado de trigo con adición de ensilado de maíz TF = Ensilado de trigo con adición de ácido fórmico (1): Referido al 4% de grasa SNG = Sólidos no grasos; EB = Energía bruta *** P<0,001; ** P<0,01; P<0,05; NS: no significativo a P>0,05
Salcedo G.
Nut rición Tabla 5. PH, N-NH3 y ácidos grasos volátiles del líquido ruminal Table 5. pH, N-NH3 and volatile fatty acids in rumen liquid Ensilado Significación TM TF Ensilado Time Time* Ensilado pH 6,47 6,44 NS *** NS N-NH3 (mg/l) 144,3 147,5 NS *** NS Láctico (1) 0,69 0,56 NS ** NS Acético (1) 71,04 68,32 NS ** NS Propiónico (1) 16,27 18,8 NS ** NS Butírico (1) 10,74 10,92 NS NS NS Valérico (1) 1,24 1,39 NS NS NS Acético/ 4,43 3,72 NS ** NS Propiónico Acético/ 6,61 6,26 NS ** NS Butírico TM = Ensilado de trigo con adición de ensilado de maíz TF = Ensilado de trigo con adición de ácido fórmico (1) moles/100 moles *** P<0,001; ** P<0,01; NS: No significativo a P>0,05
Cálculos económicos
CONCLUSIÓN Puede resultar interesante reservar una parte del ensilado de maíz, utilizado como forraje en las raciones de vacas lecheras, para utilizarlo como conservante de los ensilados de trigo de corte directo. Los porcentajes de grasa y proteína de la leche se incrementaron, sin afectar a la producción de la misma. Ello representa un mayor margen en el precio del litro de leche sobre alimentación que con el ensilado de trigo conservado con ácido fórmico.
Efectos del tipo de conservante añadido al ensilado de trigo sobre la producción y composición química de la leche
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A las dosis ensayadas de 100 kg de ensilado de maíz y 3,5 litros de ácido fórmico por tonelada de forraje verde, los respectivos incrementos en el coste son de 4,27 y 1,09 €/ tonelada, para TF y TM. A la vista de las ingestiones de ensilado obtenidas (Tabla 2) y misma dosis de concentrado, el incremento en el coste de la ración representa 0,052 y 0,25 €/vaca lechera /día para TM y TF, respectivamente.
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