[2007] Feyc - La Dignidad Humana

  • November 2019
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Prof. Flavio Hernán Teruel

Formación ética y ciudadana EGB "A"

La dignidad humana Las personas nos distinguimos del resto de los seres vivos por nuestra capacidad para razonar, sentir, relacionarnos con los demás y construir nuestro propio destino y el destino común de la humanidad. Estas capacidades que nos diferencian del resto de las criaturas de la naturaleza y nos igualan a todos los seres humanos conforman nuestra dignidad humana. Por encima de todas las diferencias que existen entre los seres humanos, todos somos personas: seres inteligentes, capaces de amar, de llevar adelante una actividad libre y autónoma, de transforman la naturaleza, de crear. Estas capacidades que transforman la existencia de los seres humanos en algo especial son las que conforman la dignidad humana. La garantía de que las personas vivan de acuerdo con su dignidad reside en derechos que nadie debe quitarles, como el derecho a la vida y a la integridad de su persona. A estos derechos se los denomina derechos humanos. A lo largo de la historia, el significado de una vida acorde con la dignidad humana se fue ampliando y los seres humanos hemos ido exigiendo el cumplimiento de nuevos derechos. La igualdad de los seres humanos Todos los seres humanos somos iguales en nuestra naturaleza humana: somos seres libres, capaces de amar, de pensar, de razonar, de construir la historia. Como hemos visto, estos elementos que nos igualan a todos los seres humanos y nos distinguen de las plantas y los animales conforman nuestra dignidad humana. La dignidad humana no está basada sobre ciertas características, como el color de la piel, la religión que se profese o la cantidad de dinero que se posee: por encima de estas diferencias, todos los seres humanos somos igualmente personas con el mismo derecho a vivir plenamente. La experiencia de vida en relación con otros -la convivencia- es la base de la comunidad humana. La convivencia se hace posible a partir del respeto por los principios de igualdad, justicia y libertad. En este sentido, la dignidad humana no es un atributo que cada persona tenga por sí sola, independientemente de los demás. Es una

expresión de su ser en relación con otros. Esto quiere decir que una persona adquiere su dimensión humana al encontrarse con los demás en una relación de igualdad y pierde su dignidad cuando degrada o es degradada por otros. La igualdad en la diferencia Todos los seres humanos somos diferentes. Las personas son distintas y viven vidas distintas. Algunas personas son varones, otras mujeres, algunas son mayores y otras son niños, algunas son más hábiles que otras para el deporte, algunas tienen especial sensibilidad por el arte. Algunas personas tienen puestos directivos y otras no, algunas son profesionales, otras son obreros, otras están desempleadas. Las diferencias son tan numerosas y variadas que los criterios posibles para describir, reunir o dividir a los individuos en grupos son potencialmente infinitos. Sin embargo, ninguna diferencia contradice el hecho de que todas las personas son iguales en su naturaleza humana, fuente de su dignidad y base fundamental de la justicia y el derecho. Las sociedades humanas asisten con frecuencia a conflictos entre sus miembros que toman como base un número limitado de señas de identidad: la lengua, el color de la piel, la religión. Se eliminan el resto de los criterios de clasificación posibles y las variaciones consideradas secundarias, de tal manera que el mundo queda dividido en unos pocos grupos vistos -simplificadamente- como homogéneos: por ejemplo, negros y blancos; cristianos, judíos, musulmanes. Estas señas de identidad son, entonces, tomadas como fundamento para afirmar la superioridad de unos grupos sobre otros, dando lugar a fenómenos de discriminación. La discriminación es una grave ofensa contra el ser humano. Por otra parte, muchas veces creemos que algunas desigualdades están fundadas en motivos "naturales", cuando, en realidad, las pautas culturales y la sociedad han generado esta situación. Durante mucho tiempo, por ejemplo, se creía que las tareas "naturales" de la mujer eran las relacionadas con sus roles de madre y ama de casa. En la actualidad, en la mayoría de los países del mundo, se entiende que la vinculación de la mujer a las tareas del hogar es una cuestión cultural. Las sociedades humanas enfrentan en la

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actualidad el desafío de construir comunidades basadas en la igualdad de todos sus integrantes. La libertad, fundamento de la dignidad Los seres humanos necesitamos de un bien que resulta fundamental para desarrollar nuestra dignidad como personas. Este bien es la libertad. La libertad es la facultad que nos permite elegir aquello que queremos y consideramos bueno y conveniente para nuestra vida. El ser humano es un ser social, es decir, que vive con otros, y no puede vivir aislado. La convivencia con otros seres humanos impide que cada uno pueda hacer cualquier cosa que se le ocurra. Sin embargo, las acciones de los seres humanos no están predeterminadas, como sí lo están las de los animales, regidas por su instinto. Muchas cosas limitan nuestra libertad. No somos libres de elegir todo lo que nos pasa. Por ejemplo, no hemos elegido el lugar donde nacimos, ni el nombre que tenemos. Sin embargo, somos libres de responder de diversas maneras frente a las circunstancias que nos han tocado vivir. Nuestra libertad topa siempre con una serie de restricciones sociales y personales. La libertad implica siempre una tensión entre algo que elegimos y algo que, al elegir, dejamos de lado. La vida en común con otros seres humanos hace también que la realización de nuestra libertad se vea condicionada o condicione la libertad de los demás. En este intercambio permanente entre los individuos y el medio que los rodea, se hacen elecciones de las cuales es necesario responsabilizarse. En el camino de la libertad, los seres humanos tenemos el desafío de ir eligiendo aquello que contribuya al logro de nuestra realización personal y social. Al vivir en sociedad, los seres humanos incorporamos ciertas pautas sociales que regulan nuestras relaciones con otras personas y nos orientan en nuestras acciones individuales. El conjunto de estas pautas conforman la ética de una sociedad. Aunque permiten a las personas, en el transcurso de su vida, adquirir y desarrollar su propia capacidad de elegir, también marcan un límite: nadie puede desentenderse completamente de las normas éticas de la sociedad en la que vive. La

dignidad

humana

como

valor

fundamental El código ético de una sociedad no suele estar escrito en ningún libro. Podemos afirmar que es como un lenguaje que se transmite de generación en generación y que contiene las normas y los valores que permiten el funcionamiento social. Este código sufre transformaciones a través del tiempo; algunas normas caen en desuso y otras nuevas las reemplazan. Muchas de estas normas se institucionalizan, es decir, son establecidas y sancionadas por el Estado y pasan a formar parte del Derecho de la sociedad. Las personas, como sujetos libres, racionales y responsables, son capaces de descubrir, apreciar y asumir valores. Los valores son principios y creencias a partir de los cuales se juzgan las acciones humanas identificándolas como dignas o no de ser realizadas. Las personas pueden no aceptar las reglas que establece la sociedad y tienen la libertad de hacer algo que deseen siempre y cuando no haya alguien que tenga el derecho de impedirlo. Sin embargo, hay exigencias éticas que se fundan en el hecho de ser personas y que, para garantizar la convivencia entre los seres humanos, ninguna persona o comunidad puede desconocer. En este sentido, la dignidad humana es el valor fundamental que debe regir la vida individual y social. La justicia, la paz, la promoción del bien, la búsqueda de la verdad, la solidaridad, la tolerancia y el respeto son contenidos esenciales de ese valor fundamental que es la dignidad del ser humano. Al mismo tiempo, como las personas tenemos diferentes modos de pensar, el respeto por la dignidad humana incluye también el respeto y la comprensión de los valores de las personas con las que convivimos. La dignidad humana y los derechos humanos Como sustento de la dignidad humana, todas las personas poseen una serie de derechos que son reconocidos y garantizados sin ningún tipo de discriminación social, económica, jurídica, política o ideológica. A estos derechos se los denomina derechos humanos. El respeto por los derechos humanos es condición indispensable para lograr una existencia acorde con la dignidad de las personas

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y una convivencia humana sobre bases sólidas. Todos los seres humanos tenemos derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de nuestras personas. Ninguna persona debe ser esclavizada ni castigada de manera inhumana. Todos los seres humanos debemos ser iguales ante la ley. Tenemos derecho a tener una nacionalidad, a gozar de la libertad de pensamiento, de opinión y de religión. Tenemos el derecho de reunimos con otras personas en forma pacífica, de contraer matrimonio, de formar una familia que ha de tener el derecho de ser protegida. Todas las personas tenemos derecho a la educación, tenemos derecho a trabajar y a elegir libremente una ocupación cuya remuneración nos asegure un nivel adecuado de vida. Una vivienda digna, alimento suficiente, vestimenta, servicios médicos y sociales, y seguridad social son elementos esenciales para que las personas puedan gozar de una existencia plena. Sin embargo, los derechos humanos, tal y como los entendemos en la actualidad, no aparecen en la conciencia de los hombres de una vez y para siempre, como algo bien definido. Por lo general, son percibidos, en las diversas culturas y los diversos pueblos, en el marco de situaciones de contraste -por ejemplo, la inhumanidad de una situación-. Estas situaciones de contraste, una vez analizadas, impulsan a crear nuevas exigencias éticas. Generalmente, el derecho humano surge de una experiencia negativa en la cual se capta la importancia de un valor, velado aún y sin expresión clara, pero capaz de promover en los hombres la conciencia de "lo que debería ser". Así tenemos que, de las experiencias de contraste, surgen imperativos que se plasman en declaraciones e instrumentos jurídicos universales.

Si bien los derechos humanos tienen su origen y fundamento en la naturaleza humana, en la práctica, su respeto es logro de las sociedades humanas, condicionadas por su situación histórica concreta. La mayoría de los países del mundo han expresado su compromiso con la promoción y el respeto de estos derechos fundamentales para la dignidad de las personas, al conformar una organización internacional que intenta velar por el respeto de estos derechos: la Organización de las Naciones Unidas. Para que todas las personas puedan gozar de sus derechos humanos, es necesaria la construcción de un orden social justo y la acción de un Estado que los organice y los haga cumplir. Las Naciones Unidas tienen capacidad para declarar principios y recomendarlos a los estados miembros pero, por el principio de no intervención, no pueden ordenar a un país que cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos. Ninguna autoridad internacional puede invalidar la autoridad suprema de cada Estado. Cabe esperar, sin embargo, que los Estados se inspiren en las normas elaboradas por los organismos internacionales: cuanto más se hable, se conozca y se enseñe sobre derechos humanos, los hombres lograrán una mayor conciencia de su dignidad. La pregunta queda planteada: ¿qué podemos hacer, cada uno en la medida de sus posibilidades, para que la dignidad humana no sea una mera declaración de principios? Conocernos a nosotros mismos y conocer la realidad en la que vivimos; cultivar nuestro deseo de transformarnos y de transformar nuestra realidad; así como la conciencia de que somos parte de una comunidad en la cual todos somos iguales en dignidad y derechos, son algunas de las condiciones necesarias para aportar nuestro granito de arena en la construcción de un mundo más justo y solidario.

El papel del Estado en el respeto de la dignidad humana ***

Guía de lectura Actividades: Leer para comprender. Buscar el significado de las palabras desconocidas. ¿Cuáles son las notas que distinguen al hombre del resto de los seres vivos?

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Formación ética y ciudadana EGB "A" ¿Cuáles son aquellas cosas como seres humanos nos igualan? ¿Por medio de qué se garantiza el respeto a la dignidad humana? ¿Cómo podrías explicar el origen de los conflictos entre los hombres? ¿Qué es la libertad? ¿Por qué la dignidad humana es un valor fundamental? ¿Cómo describirías tu libertad? ¿Cuál crees que son los Derechos Humanos que más se ven afectados en tu barrio? Justificar. ¿Qué papel le cabe al Estado en el respeto a los Derechos Humanos?

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