BASES AMBIENTALES DE LA CONDUCTA: El hombre es un ser: BIO PSICO SOCIAL, nace con una dotación genética que le condiciona biológica y psíquicamente y se desarrolla en un ambiente que le proporciona unas determinadas posibilidades que le condicionan también. Por lo tanto, su comportamiento no sólo es debido a las bases biológicas, sino que viene determinada, en parte, por el ambiente. El hombre sujeto a múltiples influencias, tiene que ir adaptándose de acuerdo con su naturaleza biológica y con sus características psíquicas. Esta adaptación del hombre al SER social, es indispensable y de menester que la realice con OTROS y en interacción con ellos va a ir creando su propio ambiente. PERSONA y AMBIENTE no son independientes entre sí; se da entre ellos una dependencia mutua, de manera que la situación de la persona dependa de la de su medio, y, a su vez, ese medio es asumido de manera diversa de acuerdo a la situación en la que se halle la persona. Esa interacción entre el AMBIENTE y la PERSONA se hace necesaria para que se pueda establecer un ESPACIO VITAL. Es importante aclarar que se entiende por COMPORTAMIENTO, AMBIENTE Y ESPACIO VITAL: COMPORTAMIENTO: Es la totalidad de las acciones de una persona en el ambiente físico y social en el que se encuentra.
AMBIENTE: Es la totalidad de estímulos que el individuo recibe desde el momento de la concepción hasta su muerte.
ESPACIO VITAL: Es el conjunto total de todos los fenómenos, tanto de la persona como del ambiente, que influyen en el comportamiento actual y futuro de una persona.
Para poder intentar explicar y descubrir el comportamiento humano se deben tener presente algunos objetivos: - Ubicar y representar el “espacio vital” de la persona - Determinar la función a la que da lugar el comportamiento con ese “espacio vital” - Definir con claridad los diferentes factores que intervienen en el comportamiento - Determinar la posición de la persona dentro del espacio vital: 1) por medio de su posición social, 2) por su posición respecto a las actividades que realiza, 3) por su posición en relación con las áreas físicas. El conocimiento de todos estos datos favorecerá la ubicación e identificación de la persona en una determinada zona de comportamiento. Por eso se podrá determinar, entre otras cosas: a) La calidad de su entorno inmediato. b) La posibilidad de cambio o progreso en el individuo. c) La conducta que permite el logro de la meta. d) La conducta que obstaculiza o aleja alcanzar la meta.
Todo esto, al final, nos deberá llevar a comprender, determinar y analizar todo comportamiento humano; porque “el hombre busca constantemente procurar su adaptación justa y adecuada al medio ambiente que le rodea” LA ADAPTACIÓN AL MEDIO AMBIENTE: Es la modificación de las pulsaciones, actitudes y emociones para ajustarse al ambiente. Estas adaptaciones pueden ser: - Adaptación Morfológica y Fisiológica (externas e internas): El organismo, busca asegurar su funcionamiento; cuenta con mecanismos y dispositivos internos que le aseguran su constante equilibrio y adaptación según las circunstancias. El hombre modifica su estado funcional de acuerdo a las características del medio ambiente en que se encuentra, y en su momento determinado. - Adaptación Comportamental: Del mismo modo como el cuerpo busca responder adecuadamente al medio, la persona procura “acoplarse”, ajustarse o adaptarse psicológicamente a las nuevas condiciones que se le presenta. - Modificaciones del Medio: Muchas veces el hombre se ve forzado a modificar su ambiente. El hombre interviene en el medio porque lo quiere dominar y quiere ajustarse a él. Las modificaciones pueden ser : o Del ambiente externo o superficial: Modificación del clima, viviendas, terrenos, etc. o Del ambiente externo profundo: Cuando se modifica la forma de vida, la fauna, atmosfera, etc. - Cultural (Cultural y Religioso) o Social (Familia, Escuela, Grupo, Comunidad): Las ideas, aprendizajes, pensamientos, valores y actividades del ser humano están en estrecha dependencia con la sociedad y la cultura en la que vive, crece y desarrolla. Todos los seres humanos juegan un rol y conforman un status dentro de la sociedad en la que se encuentra. El hombre, como ser social que es, está en continua interdependencia con el medio social: la familia, la escuela, las amistades, la comunidad, etc., así como también, con lo que lo crea: el arte, la lengua, la ciencia y la tecnología. Todos y cada uno de ellos pueden crear actitudes, valores, creencias, afinidades, cercanías, etc. La Familia: el primer agente socializador lo constituye la familia a la cual pertenecemos. La FAMILIA es el ambiente básico y primordial del desarrollo humano; es “la célula fundamental de la sociedad”, es un grupo que está en permanente cambio y ello se debe a que los miembros que la componen siempre están creando modos diversos de relación entre ellos. Por medio de este grupo socializador es que se adquiere los primeros valores y pautas de conducta. El niño adquiere los primeros contactos con el ambiente a través de sus padres y de las demás personas que lo rodean. Bajo ese amparo aprende las primeras adaptaciones al ambiente. Las condiciones que debe ofrecer la familia para ser factor positivo en la formación de la conducta son: 1) Comprensión y afectividad real.
2) Estabilidad. 3) Un clima de bondad y tranquilidad. 4) Un margen adecuado de libertad, dentro de una metodología disciplinaria, comprensiva y exigente. 5) Una escala de valores que sean vividos por el grupo familiar. Son factores desfavorables: el rechazo, el autoritarismo, la falta de cariño, la ausencia de comunicación, la división de la familia. Durante la adolescencia comienza la preocupación por los valores y pautas de conducta, pues surge una revalorización de los mismos. Ya no es como durante la infancia, cuando el niño vive conforme a las reglas de sus padres. Al llegar a la adolescencia, el joven cuestiona, necesita de principios orientadores, porque ya comienza a tener sus propias creencias, habilidades, y necesita descubrirlas y cultivarlas. El adolescente se forma sus propios criterios sobre los distintos aspectos de la vida. Ello se debe a que en esa edad cuando los jóvenes son más idealistas, hay búsqueda de valores propios, personales. Muchos desean tener amistad con jóvenes de la misma edad y ser aceptados y respetados por lo que son. Es importante señalar que en esa búsqueda de “”valores personales”, el adolescente debe entender que puede escuchar y cuestionar los valores de otras personas, con el fin de llegar a ser alguien responsable y libre en su toma de decisiones. El Grupo: constituyen una categoría muy amplia. Los miembros que se reúnen lo hacen por intereses, gustos, ideales sociales. Las relaciones que el joven establece durante el periodo de la adolescencia revisten particular importancia ya que le permiten: 1) Proporcionan condiciones para que sus miembros logren una integración que en la sociedad se hace más difícil. 2) Exigen del individuo ciertas renuncias. 3) Aceptar las reglas del grupo y del papel que los miembros asignan a un individuo, y les proporcionan algunas recompensas como es la aceptación. 4) Así como la integración y la participación son libres, el sometimiento también lo es. 5) Cualquiera de los tipos de grupos (de juego, de estudio, de trabajo, de diversión), cumple una función importante en el proceso de socialización. 6) Los grupos influyen en sus miembros a través de los mecanismos de imitación, su gestión, conformismo con la mayoría y facilitación basada en la mayor efectividad del grupo como conjunto. De esta manera, el grupo sirve para reforzar las actitudes, valores, creencias e intereses de los padres. En un comienzo sus relaciones son entre el mismo sexo, para luego hacerse heterosexuales. Sin embargo, los grupos constituidos por miembros del mismo sexo no desaparecen, persisten en pequeños círculos de amigos, clubes u otras agrupaciones. Para pertenecer a tales grupos debe prevalecer la comunidad de intereses e inclinaciones, además del ambiente escolar, vivienda en áreas cercanas, grado de madurez social y personal.
La Escuela: así como la familia y los grupos influyen en las pautas de la conducta de los adolescente, lo mismo sucede con la escuela. Cuando el niño comienza su educación, tanto los maestros como sus compañeros ejercen influencias que determinaran en gran parte su futura conducta en la sociedad. De ello va a depender la formación del joven, quien desarrollara al máximo sus potencialidades para ubicarse más tarde en una sociedad tan competitiva como la nuestra. En un mismo orden de ideas, LA ESCUELA representa el inicio de las relaciones nuevas con el ambiente. Las condiciones que debe ofrecer la escuela para ser factor positivo en la formación de la conducta son: 1) Exige adaptaciones a programas y normas de convivencia en grupo. 2) Supone un cambio de relaciones niño – sociedad. 3) Para el niño la sociedad pasa de tener un papel gratificador a un papel de frustrador: el niño se encuentra por primera vez en situaciones de rivalidad y competencia en el rendimiento y en el trabajo que frecuentemente es fuente de conflictos ambiente – persona. 4) La escuela debe ser para el niño el segundo hogar en el que se oriente y se acompañe para que supere las dificultades que representa las nuevas situaciones que le corresponde vivir. 5) La escuela no sólo enseña conocimientos sino también pautas de conductas y lo que es más importante, MOTIVACIONES de CONDUCTAS que sirvan para enfrentar situaciones nuevas en el futuro. 6) La escuela debe orientar las actitudes y desarrollar todas sus capacidades físicas, intelectuales, psíquicas y morales. Las instituciones educativas en algunos casos dejan de reforzar los valores en los jóvenes por el alto índice de deserción. Estaría en manos de las dependencias encargadas de la educación clarificar las causas de tal deserción; es obvio que una de ellas, quizás la de más peso es el nivel socioeconómico, el joven se ve obligado por las circunstancias económicas y familiares a dejar los estudios y buscar cualquier empleo. Muchos de estos jóvenes pasan a formar parte de la economía informal. En lo que debemos estar claros es que se necesita una intervención rápida y eficaz para resolver tal problema, el joven debe ser orientado de acuerdo a sus intereses, aptitudes, características individuales de personalidad, entre otras y así estaríamos formando ciudadanos más responsables. En la medida en que los jóvenes tomen conciencia de sus propias responsabilidades y de su capacidad participativa para incidir en la transformación de tales circunstancias, en esa medida se fortalecerá su autoestima, se elevara su nivel de madurez y sus metas se tornaran asequibles. Sociedad y Comunidad: Influye en el individuo de muy diversas formas: medios de comunicación, publicaciones, clases sociales, instituciones, normas y presiones. Los grupos sociales imponen sus propias normas y formas de comportamiento a sus miembros. Las sociedades que proporcionan mayores medios de cultura favorecen más el desarrollo intelectual de sus miembros.
Los factores socioeconómicos influyen en pautas de comportamiento y en actitudes. Cada subcultura fomenta el desarrollo de su propio patrón de aptitudes y rasgos de personalidad característicos. PROCESO DE SOCIALIZACION: La socialización es un proceso interactivo donde el comportamiento de una persona suele modificarse en función de las expectativas que tienen los miembros de un grupo social al que pertenece. La socialización es así, un proceso continuo a los largo de toda la vida, y es particularmente puesto de manifiesto en determinadas situaciones evolutivas. Las principales condiciones sociales del ser humano, como los conocimientos y medios técnicos de producción, el lenguaje, las costumbres, la moral, no son heredadas sino transmitidas por la educación. SER SOCIAL IMPLICA DERECHOS Y DEBERES PARA CON EL GRUPO. La cultura da un estilo propio, unos rasgos distintivos a cada persona y a cada grupo. En los procesos de socialización como en la enculturación pueden darse distintas alternativas. Los individuos aceptan la propia sociedad y la cultura, se adaptan o se enfrentan al sistema social generando conflicto. El proceso de socialización es el instrumento y la secuencia por el que un sujeto va adquiriendo patrones de conducta que le permiten acceder e integrarse en la sociedad en la que desarrolla su vida. Socializarse es adquirir cultura: conocimientos, símbolos, valores y pautas de comportamiento de la sociedad y de los grupos sociales que rodean al sujeto. Este proceso es funcional y genéticamente inseparable del proceso general de la educación en la que hay que inscribirlo, no solo como una dimensión o vector importante de ella, sino por su eje central, dado que, en definitiva, toda conducta humana es social. La socialización se inicia genéticamente con el nacimiento, a partir del cual se somete al neonato a un proceso de inmersión social (o enculturación), conformado por masivas intervenciones de variada entidad y calidad, elicitadas por todos los agentes y agencias (personas e instituciones) sociales que el rodean, desde los más próximos y directos (padres, hermanos, representantes…), hasta los más alejados e indirectos (medios de comunicación, instituciones políticas…). El objetivo de estas atenciones es dotar a individuos de los mecanismos, habilidades, capacidades, disposiciones, consistencias, etc. que le permitan comprender, modular y actuar eficazmente en el medio comunitario. Podemos considerar dos tipos de socialización: A) LA SOCIALIZACION INTENCIONAL, voluntaria, metódica, que sería la educación propiamente dicha. B) LA SOCIALIZACION FUNCIONAL, involuntaria, que se sigue de las estructuras e instituciones sociales, en las que necesariamente vive el niño y el adulto.
Los medios de comunicación de masas y los grupos de iguales, serian en la actualidad, poderosos medios de socialización funcional, que pueden incluso actuar en direcciones diversas y hasta opuestas, a las instituciones educativas tradicionales, como la escuela. EL HOMBRE COMO INVENTOR Y PORTADOR DE SIMBOLOS El símbolo es un elemento sustitutivo que expresa, de alguna forma, la esencia de la idea o de la cosa que representa. Se diferencia del signo en cuanto que éste es un elemento sensible que permite reconocer una cosa. Razonar, imaginar, planificar son actividades mentales en las que el hombre se relaciona con objetos y hechos del mundo exterior que ya no están presentes. Establece esa relación a través de símbolos. Cuando tiene que resolver problemas, cuando se encuentra ante un obstáculo, piensa, utiliza conceptos, es decir, se sirve de símbolos abstractos para buscar la respuesta adecuada. El hombre, creador de símbolos, llega a la cumbre de la simbolización con el lenguaje hablado y escrito. El lenguaje es más que una suma de palabras, cada una de las cuales simboliza algo. Exige una gran discriminación que permita distinguir los objetos correspondientes. A través del lenguaje nos comunicamos, expresamos nuestros pensamientos y creaciones intelectuales, aprendemos, divulgamos los avances de la ciencia, transmitimos la cultura y manifestamos nuestros sentimientos y vivencias. Puede variar de un pueblo a otro o de un grupo a otro. Por eso se encuentra tantas peculiaridades en lo que simboliza el lenguaje. Además, es un elemento dinámico pues acepta la posibilidad de nuevas creaciones simbólicas conforme las necesidades de expresión de contenidos lo requieran. LA CONDUCTA ESPECÍFICAMENTE HUMANA: El hombre nace con una dotación que poco a poco va desarrollándose hasta lograr la madurez, es decir, el desarrollo pleno de sus potencialidades en forma integrada y positiva. Este proceso de maduración tiene unas características propias que diferencian al hombre de los animales y proporcionan especificidad a su conducta: + Generalización de respuestas: es decir, ante un estímulo se dan respuestas similares pero distintas. + Flexibilidad en la relación: Conforme el desarrollo cortical es mayor, las reacciones se hacen más flexibles y variadas. + Habilidad para aprender y pensar: se utilizan los símbolos con mayor facilidad y se está en capacidad de combinarlos mejor. + Variedad en la motivación: Hay una superación de la motivación instintiva y de las necesidades y un mayor control consciente, lo que permiten motivaciones más variables. + Comunicación Social: El hombre maduro sale de su egocentrismo y se comunica y relaciona con los demás: grupos de trabajo, clubes, asociaciones, etc.
A esto debemos añadir la capacidad de crear cultura, de crear símbolos para expresarse, de crear medio ambiente. Teniendo en cuenta esta amplia gama de características, podemos entender como es la conducta típicamente humana. En resumen: “La conducta específicamente humana es una conducta: consciente, inteligente, racional, flexible y creadora” ALGUNOS CONCEPTOS CLAVES: La personalidad de un individuo se halla moldeada por el rol y el status que ocupa en la sociedad. Todo individuo tiende a encuadrar su personalidad de acuerdo con la posición y el papel que desempeña en la sociedad. ROL: Es la estructura de necesidades, objetivos, creencias, sentimientos, actitudes, valores y conductas que los miembros de una comunidad esperan que deba caracterizar al ocupante de una posición. STATUS: Es la posición o situación de un individuo en la jerarquía de prestigio de un grupo y que en un momento determinado le será respetado. Es decir, es algo que no merece el individuo por sus cualidades o características relevantes, sino que se le da por desempeñar un puesto independientemente del valor de la persona ESTEREOTIPOS: Es una imagen mental, muy simplificada en general, de alguna categoría de personas o institución que es compartida, en sus características esenciales, por un gran número de personas” (Elosúa, 1994, 22). DISCRIMINACIÓN: La discriminación es una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún momento la hemos causado o recibido. JUICIOS: El acto mental por el que el entendimiento afirma o niega que algo posea tal o cual propiedad. PREJUICIOS: Juicios previos no comprobados, de carácter favorable o desfavorable, acerca de un individuo o de un grupo, tendente a la acción en un sentido congruente. VALORES: Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud. Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa. Existen TRES CONDUCTAS relacionadas con los VALORES CONDUCTA MORAL: Aquella conducta que se conforma con las normas de grupo con el que se identifica el individuo; sin embargo, las conductas anormales o inmorales no lo hacen así. CONDUCTA INMORAL: Comportamiento que no se adecua a las expectativas sociales. La conducta inmoral no se debe a la ignorancia, sino a la desaprobación de las normas sociales.
CONDUCTA AMORAL O NO MORAL: Se debe a la ignorancia de lo que el sistema social espera, más que a la violación de forma intencional de la normativa colectiva. El socializarse incluye tres procesos que, aunque están separados y son distintos se encuentran estrechamente interrelacionados, de tal modo que el fracaso en cualquiera de ellos hará que se reduzca el nivel de socialización del niño. Estos tres procesos son: personas sociales en contraposición a las asociales, puntos esenciales como las oportunidades de socialización, la comunicación con los demás, tener un tema o idea en común con los demás y por último la motivación que tengan para socializar; además de la influencia de los grupos sociales . Hay una distinta clasificación para una persona dentro de la sociedad: SOCIAL: Son aquellas cuya conducta refleja el éxito de los tres procesos de socialización. Como resultado de ello, encajan en el grupo con el que se identifican y los aceptan como miembros. GREGARIAS: Son las que ansían la presencia de otras y se sienten solitarias cuando se quedan solas. Simplemente se satisfacen con estar con otros, sea cual sea la naturaleza de sus contactos. NO SOCIALES: Son aquellas cuya conducta no refleja el éxito de los tres procesos que caracterizan a una persona social. ASOCIALES: Son personas no sociales que ignoran lo que espera el grupo social y, como resultado de ella, se conducen de un modo que no satisface las expectativas de dicho grupo. Debido a esto, no las aceptan y se ven forzadas a pasar gran parte de su tiempo solos. ANTISOCIALES: Son las no sociales, que saben lo que el grupo espera de ellas; pero que, por sus actitudes antagónicas hacia las personas, violan las costumbres y las normas del grupo. Como resultado de ello, se les detesta o se les rechaza.
MODELOS DE ESTRUCTURA PARENTAL AUTOCRÁTICA: Al adolescente no le está permitido expresar su propio punto de vista, ni tomar ninguna iniciativa en dirección a su autogobierno AUTORITARIA: El adolescente contribuye a la solución de algunos problemas, pero los padres deciden en función de sus propios criterios. DEMOCRÁTICA: El adolescente participa con libertad en la discusión de los problemas relacionados con él; está autorizado a tomar decisiones, pero la decisión final debe contar con el beneplácito de los padres. IGUALITARIA: No existen diferencias sustanciales entre las funciones de los padres y de los hijos en cuanto a las decisiones relacionadas. PERMISIVA: El adolescente es más activo e influyente que sus propios padres en la toma de decisiones. LAISSEZ-FAIRE («dejen hacer, dejen pasar»): El adolescente está en libertad de aceptar o no las decisiones que sus padres tomen sobre él. INDIFERENTE: Los padres se desentienden totalmente de la dirección de la conducta de sus hijos.
EFECTOS EN LOS HIJOS DE LOS DISTINTOS ESTILOS DE SOCIALIZACIÓN PARENTAL (Musitu y Cava, 2001:131) AUTORIZATIVO O DEMOCRÄTICO: Interiorizan y acatan las normas sociales; Son respetuosos con los valores humanos y de la naturaleza; Son hábiles socialmente; Tienen elevado autocontrol y autoconfianza; Son competentes académicamente; Tienen un buen ajuste psicosocial; Tienen un elevado auto concepto familiar y académico. AUTORITARIO: Muestran cierto resentimiento hacia los padres; Menor autoestima familiar; Se someten a las normas sociales sin interiorizarlas; Manifiestan mayor predominio de valores hedonistas; Muestras más problemas de ansiedad y depresión. INDULGENTE: Interiorizan y acatan las normas sociales; Son respetuosos con los valores humanos y de las naturales; Son hábiles socialmente; Tienen buen ajuste psicosocial y adecuada autoconfianza; Tienen un elevado auto concepto familiar y académico. NEGLIGENTE: Son más testarudos y se implican en más discusiones; Actúan impulsivamente y mienten más; Más problemas de consumo de drogas y alcohol; Bajo logro académico; Tienen más problemas emocionales (miedo al abandono, falta de confianza en los demás, pensamientos suicidas, pobre autoestima, miedos irracionales, ansiedad y pobres habilidades sociales).
BASES BIOLÓGIAS DE LA ACTIVIDAD PSIQUICA Genética conductual
La influencia que tiene la herencia de los genes sobre las diferentes conductas es el centro de la genética conductual, en donde el primer paso está en reconocer el impacto que tiene esta herencia sobre las características psicológicas como la inteligencia, la personalidad y el comportamiento. Para estar un poco más familiarizados con la relación entre genética y conducta, es preciso señalar que la genética es una ciencia que implica un conocimiento cierto de las cosas por sus principios y sus causas, de manera que sus leyes y principios gobiernan las “semejanzas” y “diferencias” entre los individuos de una misma “especie”. Galton, fundador de la Genética de la Conducta, demostró que la inteligencia humana tiene una base genética: el grado de eminencia intelectual de los familiares masculinos de personajes eminentes era más probable cuanto mayor era el grado de parentesco familiar. La misma, estudia la forma en la que los rasgos se transmiten de un familiar a otro, en donde la concesión de esos rasgos de una generación a la siguiente es lo que se conoce como herencia, por lo que esos elementos que controlan la transmisión de esos rasgos, se llama gen. Sin embargo, la conducta especifica de los diferentes comportamientos o actitudes que caracterizan a una persona, y los cuales pueden ser adquiridos de su medio ambiente o simplemente heredados de sus familiares. La conducta del ser humano es definida desde su niñez, ya que es tomada de todo el medio que lo rodea, por lo que las investigaciones recientes indican que el ambiente es, al menos, tan importante como la herencia al producir las diferencias conductuales visibles entre las personas.La genética es una ciencia que implica un conocimiento cierto de las cosas por sus principios y sus causas, de manera que sus leyes y principios gobiernan las semejanzas y diferencias entre los individuos de una misma especie. Los rasgos y las características se transmiten de padres a hijos, y que la conducta surge de la interacción entre el organismo y el ambiente; entonces, la perspectiva de la genética de la conducta estudiaría la forma como la herencia y la experiencia influyen en nuestras diferencias individuales de temperamento. Es importante hacer notar que, los efectos de la herencia, no necesariamente son inmediata o plenamente evidentes. En algunos casos, la expresión de un rasgo es postergada hasta una etapa posterior de la vida.
Frecuentemente, los genes predisponen a una persona a desarrollar un rasgo particular, pero los factores ambientales desempeñan un papel más importante al alterar o eliminar la expresión del rasgo. Poseer los genes apropiados dota a la persona con el potencial para exhibir un rasgo, pero éste no aparecerá a menos que el ambiente coopere. Los genes no causan directamente la conducta.
Los genetistas conductuales estudian los temas que interesan a todos los psicólogos, la percepción, el aprendizaje y la memoria, la motivación y la emoción, la personalidad y los trastornos psicológicos, pero lo hacen desde una perspectiva genética. Su meta es identificar qué genes contribuyen a la inteligencia, el temperamento, los talentos y otras características, así como las predisposiciones genéticas a los trastornos psicológicos y neurológicos. Por supuesto, los genes no causan directamente la conducta. Más bien afectan el desarrollo y la operación del sistema nervioso y el sistema endocrino, lo cual influye a su vez en la probabilidad de que cierta conducta ocurra bajo ciertas circunstancias. Genética conductual humana: Por razones obvias, los científicos no pueden realizar estudios de cepas o de selección con seres humanos. Pero existen diversas maneras de estudiar indirectamente las técnicas conductuales. Los estudios de familias se basan en la suposición de que si los genes influyen en un rasgo, los familiares cercanos deberían compartirlo más a menudo que los familiares lejanos porque los familiares cercanos tienen más genes en común. Por ejemplo, de manera general la esquizofrenia se presenta sólo en 1 a 2 por ciento de la población general (Robins y Regier, 1991). Los hermanos de gente con esquizofrenia tienen una probabilidad aproximadamente ocho veces mayor, y los hijos de padres esquizofrénicos una probabilidad 10 veces mayor, de desarrollar el trastorno que una persona elegida al azar de la población general. Por desgracia, como los miembros de la familia no sólo comparten algunos genes sino también ambientes similares, los estudios de familia por sí solos no permiten distinguir con claridad los efectos de la herencia y el ambiente.
Para obtener una imagen más clara de la influencia de la herencia y el ambiente, los psicólogos con frecuencia se valen de los estudios de gemelos. Los gemelos idénticos se desarrollan de un único óvulo fertilizado, por lo que son idénticos en su composición genética. Cualquier diferencia entre ellos debe obedecer a influencias ambientales. Los gemelos fraternos, sin embargo, se desarrollan de dos huevos fertilizados separados y no son más parecidos genéticamente que otros hermanos y hermanas. Si las parejas de gemelos crecen en ambientes similares, y si los gemelos idénticos no son más parecidos en una característica particular que los gemelos fraternos, entonces la herencia no puede ser muy importante para ese rasgo. Hasta ahora, hemos hablado acerca del ambiente como si fuera algo externo, algo que le sucede a la gente, sobre lo cual tiene poco control. Pero los individuos también dan forma a su ambiente. Los genes y predisposiciones que los individuos heredan alteran ese ambiente de varias maneras. Los padres no sólo transmiten genes a sus hijos sino que también moldean su ambiente. Por ejemplo, los hijos cuyos padres acostumbran leerles suelen desempeñarse bien en la escuela. Pero los padres que leen con sus hijos por lo regular disfrutan la lectura y, también, leen bien.
En otras palabras, el ambiente de un niño refuerza su herencia. Además, diferentes niños provocan respuestas distintas de la gente que les rodea (como se sugiere en nuestro análisis de los gemelos). Los niños alegres y de trato fácil atraen más atención positiva de otras personas que los niños tristes y tímidos; como resultado, tienden a experimentar un ambiente más amistoso, el cual, de nuevo, refuerza sus tendencias innatas. Los niños y adultos buscan activamente ambientes que encuentran cómodos y personas que encuentran compatibles. Por ejemplo, un bebé tímido o uno irritable responde de manera positiva a una tía que es tranquila y gentil (lo cual es una recompensa para ella). Un bebé lleno de vida y activo
responde de manera positiva a un tío que es brusco y desafiante, un tío que podría aterrar a los otros niños, así que recibe más atención de él. De esta forma, los niños que crecen en lo que parece ser el mismo ambiente pueden experimentarlo de manera diferente.
Sistema Nervioso 1- ¿Qué es el sistema nervioso? Es el sistema más complejo y sofisticado del cuerpo. Tiene la importante misión de regular y coordinar las funciones y actividades del cuerpo. Una de sus particularidades es que las células que la forman, a diferencia de las del resto del organismo, carecen de capacidad regenerativa.
Está formado por dos divisiones principales:
Sistema nervioso central, con encéfalo y la médula espinal. Sistema nervioso periférico, con nervios.
Además del encéfalo y la médula espinal, el sistema nervioso cuenta con otros órganos principales:
Los ojos. Los oídos. Los órganos sensoriales del gusto. Los órganos sensoriales del olfato. Los receptores sensoriales de la piel, los músculos, las articulaciones y otras partes del cuerpo.
2- Sistema nervioso central (SNC) Está conformado por el encéfalo y la médula espinal, los cuales se desempeñan como el "centro de procesamiento" principal para todo el sistema nervioso y controlan todos los trabajos del cuerpo. 2.1- Encéfalo
El encéfalo (comúnmente llamado cerebro) es un órgano muy importante, ya que controla el pensamiento, la memoria, las emociones, el tacto, la capacidad para el movimiento, la vista, la respiración, la temperatura, el apetito y todos los procesos que regulan nuestro cuerpo. El encéfalo se puede dividir en cerebro, bulbo raquídeo y cerebelo:
A- Cerebro
El término "cerebro" (supratentorial o parte frontal) se suele utilizar incorrectamente para referirse a la totalidad del contenido del cráneo, que en realidad se llama encéfalo; el cerebro propiamente dicho se compone de dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Las funciones del cerebro incluyen: iniciación de los movimientos, coordinación de los movimientos, la temperatura, el tacto, la vista, el oído, el sentido común, el razonamiento, la resolución de problemas, las emociones y el aprendizaje.
B- Bulbo raquídeo
El bulbo raquídeo es un ensanchamiento situado en la parte superior de la médula espinal. En el bulbo raquídeo se localizan los centros que controlan las funciones básicas del organismo como la respiración o los latidos del corazón, la presión sanguínea, la digestión. Las lesiones en este centro nervioso suelen ser mortales. C- Cerebelo
El cerebelo (infratentorial o la parte posterior del encéfalo) está situado en la parte posterior de la cabeza. Tiene como función coordinar los movimientos musculares voluntarios y mantener la postura, la estabilidad y el equilibrio. 2.2- Médula espinal
La médula espinal es un grueso cordón formado por muchas neuronas, que discurre a lo largo de la columna vertebral protegido por las vértebras. Estos cuerpos neuronales actúan como centros
de control involuntarios y están rodeados por fibras nerviosas que llevan o traen impulsos desde el encéfalo o los receptores, a los órganos efectores.
3- Sistema nervioso periférico (SNP) El sistema nervioso periférico (SNP) es el apartado del sistema nervioso formado por nervios y neuronas que aposentan o se extienden fuera del sistema nervioso central (SNC), hacia los miembros y órganos. La diferencia entre éste y el SNC está en que el sistema nervioso periférico no está protegido por huesos o por la barrera hematoencefálica, lo que permite la exposición a toxinas y a daños mecánicos. El sistema nervioso periférico es, así, el que coordina, regula e integra nuestros órganos internos, por medio de respuestas inconscientes. El SNP se subdivide en: - Sistema nervioso somático: Activa todas las funciones orgánicas (es activo). - Sistema nervioso autónomo o vegetativo: Protege y modera el gasto de energía. Está formado por miles de millones de largas neuronas, muchas agrupadas en nervios. Sirve para transmitir impulsos nerviosos entre el S.N.C y otras áreas del cuerpo. - Nervios periféricos: Tienen tres capas: endoneuro, perineuro y epineuro.
4- Órganos de los sentidos Son las estructuras que se han especializado en la recepción de los estímulos externos. - Vista: estímulos luminosos - Oído: estímulos sonoros - Gusto: estímulos químicos - Olfato: estímulos químicos - Tacto: estímulos mecánicos
Todos los órganos de los sentidos tiene algún componente de naturaleza nerviosas, que deben transformar el estímulo a impulso nervioso que alcanzara un área específica del cerebro.
4.1- La vista
El sentido de la vista es el que permite al hombre conocer el medio que lo rodea, relacionarse con sus semejantes, y el hombre debe contar con los elementos adecuados para captar e interpretar señales provenientes de aquellos. Las imágenes visuales le proporcionan a través del ojo, información sobre el color, la forma, la distancia, posición y movimiento de los objetos. Es el sentido humano más perfecto y evolucionado. El órgano receptor es el ojo o globo ocular, órgano par alojado en las cavidades orbitarias.
4.2- El Oído
El sentido del oído nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen. Las vibraciones sonoras son recibidas por el oído y esas sensaciones son transmitidas al cerebro. El oído humano sólo está capacitado para oír un rango de ondas sonoras, ya que no percibe las vibraciones menores a 20 veces por segundo ni mayores a 20.000 veces por segundo. En el oído se encuentran también terminales nerviosas que reciben información acerca de los movimientos del cuerpo, ayudando a mantener el equilibrio del mismo.
4.3- El Gusto
El gusto es uno de los cinco sentidos, con el que se percibe determinadas sustancias solubles en la saliva por medio de algunas de sus cualidades químicas y que da la sensación de sabor.
4.4- El Olfato
El olfato u olfacción es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo. La nariz humana distingue entre más de 10.000 aromas diferentes. El olfato es el sentido más fuerte al nacer.
4.5- El Tacto
El sentido del tacto o mecanorrecepción es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano se considera uno de los cinco sentidos básicos. El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el cerebro. Debemos tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto se encuentra en la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas internas del organismo pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el dolor. Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos.
5- ¿Para qué sirve el sistema nervioso? El sistema nervioso es fundamental para vivir. Es el encargado de relacionarnos con el exterior. Por medio de unos órganos receptores: ojos, nariz, lengua, oído y piel, recibimos los estímulos del exterior y logramos saber qué es lo que pasa a nuestro alrededor. También es el encargado de controlar todas las demás funciones de nuestro organismo: hace latir el corazón, controla el proceso digestivo, la respiración, etc. Todas las funciones de nuestro organismo son coordinadas y controladas por el sistema nervioso. También se encarga de guardar nuestros recuerdos. Controla nuestros sentimientos: La alegría, la tristeza, etc.
¿Alguna vez te has aburrido como una mona en clase de química y te has preguntado qué tenía que ver la química contigo? ¡Muchísimo! Tu cuerpo produce sus propias sustancias químicas y las sutiliza para
controlar determinadas funciones, y el principal sistema que coordina esas sustancias se denomina sistema endocrino. Aunque muy pocas veces pensamos en el sistema endocrino, este influye sobre casi todas las células, órganos y funciones del organismo. El sistema endocrino es fundamental para regular el estado de ánimo, el crecimiento y el desarrollo, el funcionamiento de los distintos tejidos y el metabolismo, así como la función sexual y los procesos reproductores. Generalmente el sistema endocrino se encarga de procesos corporales que ocurren lentamente, como el crecimiento celular. Los procesos más rápidos, como la respiración y el movimiento corporal, están controlados por el sistema nervioso. Pero, a pesar de que el nervioso y el endocrino son sistemas distintos, a menudo colaboran para ayudar al organismo a funcionar adecuadamente.
SISTEMA ENDOCRINO ¿Qué es el sistema endocrino? Las piezas fundamentales de sistema endocrino son las hormonas y las glándulas. En calidad de mensajeros químicos del cuerpo, las hormonas transmiten información e instrucciones entre conjuntos de células. Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas diferentes, cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre determinadas células. Una glándula es un conjunto de células que fabrican y secretan (o segregan) sustancias. Las glándulas seleccionan y extraen materiales de la sangre, los procesan y secretan el producto químico resultante para que sea utilizado en otra parte del cuerpo. Algunos tipos de glándulas liberan los productos que sintetizan en áreas específicas del cuerpo. Por ejemplo, las glándulas exocrinas, como las sudoríparas y las salivares, liberan secreciones sobre la piel o en el interior de la boca. Sin embargo, las glándulas endocrinas liberan más de 20 tipos de hormonas diferentes directamente en el torrente sanguíneo, desde donde son transportadas a otras células y partes del cuerpo. Las principales glándulas que componen el sistema endocrino humano incluyen:
el hipotálamo
la hipófisis
la glándula tiroidea
las glándulas paratiroideas
las glándulas suprarrenales
la glándula pineal
las glándulas reproductoras (que incluyen los ovarios y los testículos).
El hipotálamo El hipotálamo, un conjunto de células especializadas ubicado en la parte central inferior del cerebro, es el principal nexo de unión entre los sistemas endocrino y nervioso. Las células nerviosas del hipotálamo controlan el funcionamiento de la hipófisis, segregando sustancias químicas que bien estimulan o bien inhiben las secreciones hormonales de esta última glándula.
La hipófisis A pesar de no ser mayor que un guisante, la hipófisis, ubicada en la base del cerebro, justo debajo del hipotálamo, se considera la parte más importante del sistema endocrino. Se suele denominar la "glándula maestra" porque fabrica hormonas que regulan el funcionamiento de otras glándulas endocrinas. La fabricación y secreción de hormonas hipofisarias puede verse influida por factores como las emociones y los cambios estacionales. A tal efecto, el hipotálamo envía información procesada por el cerebro (como la temperatura medioambiental, los patrones de exposición solar y los sentimientos) a la hipófisis. La diminuta hipófisis se divide en dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior El lóbulo anterior regula la actividad de las glándulas tiroidea, suprarrenales y reproductoras, y produce diversas hormonas, entre las que cabe destacar:
la hormona del crecimiento, que estimula el crecimiento óseo y de otros tejidos corporales y desempeña un papel importante en la utilización de los nutrientes y minerales
la prolactina, que activa la producción de leche en las mujeres que dan el pecho
la tirotropina, que estimula a la glándula tiroidea a producir hormonas tiroideas
la corticotropina, que estimula a las glándulas suprarrenales a producir determinadas hormonas. La hipófisis también segrega endorfinas, unas sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso reduciendo la sensación de dolor. Además, la hipófisis segrega hormonas que estimulan a los órganos reproductores a fabricar hormonas sexuales. La hipófisis también controla la ovulación y el ciclo menstrual en las mujeres. El lóbulo posterior de la hipófisis libera la hormona antidiurética, también denominada vasopresina, que ayuda a controlar el equilibrio entre agua y sales minerales en el organismo. El lóbulo posterior de la hipófisis también produce oxitocina, que desencadena las contracciones uterinas necesarias para dar a luz.
La glándula tiroidea La glándula tiroidea, ubicada en la parte anterior e inferior del cuello, tiene forma de pajarita o mariposa y produce las hormonas tiroideas tiroxina y triiodotironina. Estas hormonas controlan la velocidad a la cual las células queman el combustible de los alimentos para producir energía. La producción y liberación de hormonas tiroideas está controlada por la tirotropina, secretada por la hipófisis. Cuantas más hormonas tiroideas haya en el torrente sanguíneos de una persona, más rápidamente ocurrirán las reacciones químicas que tienen lugar en su organismo. ¿Por qué son tan importantes las hormonas tiroideas? Por diversos motivos; por ejemplo, ayudan a crecer y desarrollarse a los huesos de los niños y jóvenes y desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso en los niños.
Las glándulas paratiroideas Pegadas a la glándula tiroidea, hay cuatro glándulas diminutas que funcionan conjuntamente denominadas glándulas paratiroideas. Liberan la hormona paratiroidea, que regula la concentración de calcio en sangre con la ayuda de la calcitonina, fabricada por la glándula tiroidea.
Los glándulas suprarrenales En el cuerpo humano también hay dos glándulas suprarrenales, de forma triangular, una encima de cada riñón. Las glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de las cuales fabrica distintas
hormonas y desempeña distintas funciones. La parte más externa, la corteza suprarrenal, produce unas hormonas denominadas corticoesteroides, que contribuyen a regular el equilibrio entre sales minerales y agua, la respuesta al estrés, el metabolismo, el sistema inmunitario y el desarrollo y la función sexuales. La parte más interna, la médula suprarrenal, produce catecolaminas, como la adrenalina. También denominada epinefrina, esta hormona eleva la tensión arterial y la frecuencia cardiaca en situaciones de estrés.
La glándula pineal La glándula pineal se encuentra justo en centro del cerebro. Secreta melatonina, una hormona que probablemente influye en que tengas sueño por las noches y te despiertes por las mañanas.
Las gónadas Las gónadas son la principal fuente de hormonas sexuales. La mayoría de la gente no piensa en ello, pero tanto los hombres como las mujeres tienen gónadas. En los hombres, las gónadas masculinas, o testículos, se encuentran en el escroto. Segregan unas hormonas denominadas andrógenos, la más importante de las cuales es la testosterona. Estas hormonas indican a los chicos cuándo ha llegado el momento de iniciar los cambios corporales asociados a la pubertad, incluyendo el crecimiento del pene, el estirón, el cambio de voz y el crecimiento de la barba y del vello púbico. En colaboración con otras hormonas secretadas por la hipófisis, la testosterona también indica a los chicos cuándo ha llegado el momento de producir esperma en los testículos. Las gónadas femeninas, los ovarios, se encuentran dentro de la pelvis. Producen ovocitos y secretan las hormonas femeninas: el estrógeno y la progesterona. El estrógeno indica a las chicas cuándo tienen que iniciar los cambios corporales asociados a la pubertad. Durante esta etapa del desarrollo, a las chicas les crecen los senos, empiezan a acumular grasa en caderas y muslos y experimentan un estirón. Tanto el estrógeno como la progesterona participan también en la regulación del ciclo menstrual y desempeñan un papel importante en el embarazo. A pesar de que las glándulas endocrinas son las principales productoras de hormonas, algunos órganos que no forman parte del sistema endocrino –como el cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado y la piel– también producen y segregan hormonas. El páncreas forma parte tanto del sistema de secreción hormonal como del digestivo porque también produce y secreta enzimas digestivas. Este órgano produce dos hormonas importantes: la insulina y el glucagón. Ambas colaboran para mantener una concentración estable de glucosa, o azúcar, en sangre y para abastecer al cuerpo de suficiente combustible para que produzca la energía que necesita y mantenga sus reservas de energía.
¿Qué función desempeña el sistema endocrino? Las hormonas, una vez secretadas, circulan por el torrente sanguíneo desde la glándula endocrina hasta las células diseñadas para recibir el mensaje de que aquellas son portadoras. Estas células se denominan células diana. A lo largo de este recorrido por el torrente sanguíneo, unas proteínas especiales se unen a diversas hormonas. Estas proteínas actúan como portadoras, controlando la cantidad de hormona disponible que debe interactuar con las células diana. Las células diana tienen receptores en los que solo encajan hormonas específicas, de modo que cada tipo de hormona se comunica solamente con un tipo específico de células diana que posee receptores para esa hormona. Cuando una hormona llega a su célula
diana, se adhiere a los receptores específicos de esa célula y la combinación de hormona-receptor transmite instrucciones químicas sobre el funcionamiento interno de la célula. Cuando las concentraciones hormonales alcanzan el nivel normal, el sistema endocrino ayuda al cuerpo a mantener esa concentración hormonal en sangre. Por ejemplo, si la glándula tiroidea ha segregado una cantidad adecuada de hormonas tiroideas, la hipófisis capta una concentración normal de esa hormona en el torrente sanguíneo y ajusta en consonancia su liberación de tirotropina, la hormona hipofisiaria que estimula a la glándula tiroidea a producir hormonas tiroideas. Otro ejemplo de este proceso lo encontramos en las glándulas paratiroideas. La hormona paratiroidea incrementa la concentración de calcio en sangre. Cuando esta concentración aumenta, las glándulas paratiroideas captan el cambio y, consecuentemente, reducen la secreción de hormona paratiroidea. Este proceso de ajuste se denomina sistema de retroalimentación negativa.
Problemas que pueden afectar al sistema endocrino Un exceso o un defecto de cualquier hormona pueden ser nocivos para el organismo. Por ejemplo, si la hipófisis produce demasiada hormona del crecimiento, un adolescente puede crecer demasiado. Pero, si produce demasiado poca, puede crecer de forma insuficiente. Para tratar muchos trastornos endocrinos, generalmente lo que hacen los médicos es controlar la producción de determinadas hormonas o bien aportar, de forma suplementaria, las hormonas deficitarias mediante medicación. Entre los principales trastornos hormonales, se encuentran los siguientes: Insuficiencia suprarrenal. Este trastorno ocurre cuando la corteza suprarrenal no produce suficientes corticoesteroides. Entre los síntomas de la insuficiencia suprarrenal se incluyen la debilidad, la fatiga, el dolor abdominal, las náuseas, la deshidratación y los cambios en la piel. Los médicos tratan la insuficiencia suprarrenal administrando medicamentos que contienen hormonas corticoesteroides. Diabetes tipo 1. Cuando el páncreas no produce suficiente insulina, se desarrolla una diabetes tipo I, antes conocida como diabetes juvenil. En los niños y jóvenes, esta enfermedad suele estar provocada por un trastorno autoinmunitario en el cual determinadas células del sistema inmunitario atacan y destruyen las células del páncreas que producen insulina. Para controlar los niveles de azúcar en sangre y reducir el riesgo de desarrollar complicaciones, los niños y jóvenes con este trastorno necesitan inyectarse insulina regularmente. Diabetes tipo 2. A diferencia de la diabetes tipo 1, en la cual el organismo no puede producir cantidades normales de insulina, en la diabetes tipo 2 el organismo no responde a la insulina con normalidad. Los niños y jóvenes que padecen este trastorno son proclives al sobrepeso. Algunos niños y jóvenes pueden controlar la concentración de azúcar en sangre mediante cambios dietéticos, ejercicio y medicación por vía oral, pero muchos necesitan inyectarse insulina, como en la diabetes tipo 1. Problemas relacionados con la hormona del crecimiento. Un exceso de hormona del crecimiento en niños y adolescentes que todavía están en proceso de crecimiento determinará que sus huesos y otras partes del cuerpo crezcan excesivamente. Este trastorno poco frecuente (a veces denominado "gigantismo") suele estar causado por un tumor hipofisario y se puede tratar extirpando el tumor. Contrariamente, cuando la hipófisis produce una cantidad insuficiente de hormona del crecimiento, el niño o adolescente crecerá menos de lo normal. Los médicos pueden tratar este problema con medicación.
Hipertiroidismo. El hipertiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas tiroideas en sangre es excesivamente alta. En los niños y jóvenes este trastorno suele estar provocado por la enfermedad de Graves, un trastorno autoinmunitario en el cual la glándula tiroidea está demasiado activa. Los médicos suelen tratar el hipertiroidismo mediante medicación, cirugía o radioterapia. Hipotiroidismo. El hipotiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas tiroideas en sangre es anormalmente baja. Esta deficiencia de hormonas tiroideas enlentece los procesos corporales y puede provocar fatiga, frecuencia cardiaca anormalmente baja, piel seca, sobrepeso y estreñimiento. Los niños y jóvenes con este trastorno también presentan retraso del crecimiento y alcanzan la pubertad más tarde de lo normal. La tiroiditis de Hashimoto es un trastorno del sistema inmunitario que suele provocar problemas en la glándula tiroidea, limitando o impidiendo la producción de hormonas tiroideas. Los médicos suelen tratar este problema con medicación. Pubertad precoz. Cuando las hipófisis libera demasiado pronto las hormonas que estimulan a las gónadas a producir hormonas sexuales, algunos niños presentan los cambios corporales asociados a la pubertad a una edad anormalmente temprana. Esto recibe el nombre de pubertad precoz. Los niños y adolescentes afectados por este trastorno se pueden tratar con una medicación que les permitirá desarrollarse a un ritmo normal. Revisado por: Steven Dowshen, MD Fecha de revisión: julio de 2015
Determinantes del desarrollo: Herencia, ambiente, maduración https://prezi.com/vqbqheptuvs6/determinantes-del-desarrollo-herencia-ambiente-maduracion/