06 Michel

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Acta zoológica lilloana 51 (1): 67–85, 2007

Aspectos histológicos sobre el desarrollo del testículo y la espermatogénesis en Baeacris punctulatus (Orthoptera: Acrididae: Melanoplinae) Michel, Adriana A. Instituto de Morfología Animal, Fundación Miguel Lillo, Miguel Lillo 251, (4000) San Miguel de Tucumán, Argentina. e-mail: [email protected]

RESUMEN —

La subfamilia Melanoplinae incluye los géneros de mayor diversidad y distribución geográfica de la acridiofauna Sudamericana, con numerosas especies de importancia económica. El objetivo de este trabajo es proveer información sobre los cambios histomorfológicos del testículo durante el desarrollo embrionario, postembrionario y del imago, y los estadios de desarrollo y tiempos de maduración de las gametas masculinas. Se trabajó con ejemplares obtenidos en cautiverio, se fijaron en Bouin y conservaron en alcohol n-butílico. Se coloreó con HematoxilinaEosina y Tricrómico de Mallory. Los resultados evidencia lo siguiente: los testículos se identifican a partir del estadio X de desarrollo embrionario. Los esbozos de folículos testiculares con el complejo apical se diferencian antes de la eclosión de las ninfas. La meiosis espermatogonial se inicia en el estadio Ninfal IV. El proceso de espermiogénesis incluye 5 estadios: espermátidas I, II, III, IV y espermatozoide, que se desarrollan entre el último estadio ninfal y las primeras 24 horas del imago. La liberación de espermatozoides maduros, cuerpos residuales y células cisto se produce entre lo 5 y 10 días de imago, en este periodo el macho alcanza su madurez sexual. Se aportan datos sobre la biología reproductiva de la especie que serán de utilidad para la aplicación de métodos de control. P ALABRAS CLAVES : Baeacris punctulatus, Or thoptera, Acrididae, Melanoplinae, Desarrollo del Testículo, Espermatogenésis, Histología.

A B S T R A C T — “Histological aspects of the development of the testicle and spermatogenesis in Baeacris punctulatus (Orthoptera, Acrididae, Melanoplinae)”. The subfamily Melanoplinae includes genera with the greatest diversity and geographic distribution of the South American acridiofauna, many species being economically important. The objective of this study is to provide information on the histomorphological changes of the testicle during the embryonic, postembrionic and the adult stage development, as well as on the developmental stagesand maturation times of the male gametes. Captive specimens were obtained. They were fixed in Bouin and preserved in n-butilic alcohol. They were stained with Hematoxylin-Eosin and Trichrome of Mallory. Results show that testicles were identifiable beginning in stage X of the embryonic development. The outlines of the testicular follicles with the apical complex differentiated before hatching of the nymphs. The spermatogonial meiosis began during nymphal stage IV. The spermiogenesis process included five stages: spermatids I, II, III, IV and spermatozoa which developed between the last nymphal stage and the first 24 hours of the adult stage. The liberation of mature spermatozoa, residual bodies and cyst cells occurred between five and ten days of the adult stage. It is in this period that the male reaches its sexual maturity. Information on the reproductive biology of the species is provided as this will be useful in the application of control methods. K EYWORDS : Baeacris punctulatus, Orthoptera, Acrididae, Melanoplinae, Development of the Testicle, Spermatogenesis, Histology. INTRODUCCIÓN

La subfamilia Melanoplinae incluye los géneros de mayor diversidad y distribución geográfica de la acridiofauna Sudamericana, con numerosas especies de importancia económica. Constituyen la tercera parte del total de acridoideos conocidos para la ArgentiRecibido: 29/09/07 – Aceptado: 02/02/08

na, comprendiendo a varias especies dominantes en las comunidades de acrididos de diferentes regiones del país y algunas causantes de considerables pérdidas para la producción agrícola-ganadera (Liebermann y Schiuma, 1946; Ronderos, 1985; Cigliano et al., 1995; Cigliano y Lange, 1998; Lange, 2002).

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A. A. Michel: Aspectos histológicos en Baeacris punctulatus

Baeacris punctulatus (Thunberg), considerada plaga agrícola para nuestro país, es la especie de distribución geográfica más amplia dentro del genero; ya que ocupa un territorio desde el sur de México hasta el norte de la Patagonia, con exclusión del territorio de Chile (Carbonell y Ronderos, 1973; Barrera y Paganini, 1975; Turk y Barrera, 1979; Bentos Pereira, 1989; Ronderos y Cigliano, 1991; Wysiecki et al., 1997; Sánchez et al., 2001). Se han realizado numerosos estudios sobre morfología y desarrollo de órganos reproductivos y sobre gametogénesis en Acrididae, con especial interés en especies de langostas migratorias de importancia económica para diferentes regiones de EEUU, Canadá, sudeste de Siberia, Rusia, India, China, África y Australia (Nelsen, 1931 y 1934; Albrecht y Verdier, 1956; Dirsh, 1957; Singh, 1958; Phipps 1959; Shulov y Pener, 1959; Mathur, 1960; Uvarov, 1966; Gallois, 1979a y 1979b; Szollosi y Marcaillou, 1979; Wagan, 1980; Sahai, 1984; Gillot y Ahmed, 1986; Sahai y Banerjee, 1987; Sathe y Joshi, 1988; Saxena et al., 1988; Wagan y Pitafi, 1990; Longo et al., 1993). Los estudios en especies Sudamericanas y en especial las de importancia económica para la Argentina, están referidos principalmente a aspectos correspondientes a sistemática, ecología y control biológico, pudiéndose citar entre otros los trabajos de Liebermann (1966), Sisler (1981), Lange (1986; 1992; 2003), Lange y Wittenstein (1998), Mariottini et al. (2006) y Michel y Terán (2006). Los trabajos en los que se analizan aspectos morfofisiológicos de órganos reproductivos son escasos (Zapata y Diaz, 1979; Michel, 2001; Michel y Terán, 2005a, 2005b; Ferreira et al., 2006; Santos et al., 2006). Las partes esenciales del sistema reproductor del macho de Baeacris punctulatus incluyen un par de testículos, unidos en una masa única ubicada en posición dorsal al tubo digestivo. Cada testículo está constituido por 30 folículos testiculares, largos y delgados, que desembocan a través de cortos conductos eferentes, en el extremo distal del conducto deferente respectivo. Los conductos deferentes desembocan junto con las glándu-

las accesorias y la vesícula seminal en el conducto eyaculador medio, cuya abertura o gonoporo del macho desemboca dentro del órgano intromitente o edeago. Los folículos testiculares carecen de filamento terminal y cada uno de ellos está rodeado por una vaina epitelial externa. En el interior de cada folículo se distinguen regiones sucesivas, en las cuales las células germinales pasan por las diferentes etapas de la espermatogénesis (Michel y Terán, 2005a). El objetivo de este trabajo es proveer de información sobre los cambios histomorfológicos del testículo que suceden durante el desarrollo embrionario, postembrionario y del imago, y los estadios de desarrollo y tiempos de maduración de las gametas masculinas. Los resultados obtenidos se comparan con los aspectos mencionados para otras especies de Acrididae. M AT E R I A L Y M É T O D O S

La cría de la especie se llevó a cabo a partir de desoves obtenidos de adultos silvestres capturados con redes entomológicas, en áreas destinadas al pastoreo y banquinas del Km. 28 y 29 de la Ruta provincial N ° 340 (Tucumán) y mantenidos en el laboratorio a temperatura ambiente en jaulas provistas de desovadores. La incubación de los desoves y la crianza de los nacimientos se realizó en una cámara de cría con un ambiente regulado a 30 ± 1° C, entre 50 y 70% de humedad relativa y un fotoperíodo de 14 horas luz y 10 de oscuridad. La alimentación de los adultos silvestres y de las crías obtenidas en cautiverio se realizó con hojas frescas de Taraxacum officinale. Los ejemplares de referencia se encuentran depositados en la Colección Entomológica del Instituto-Fundación Miguel Lillo (IFML), Tucumán, Argentina. La obtención de muestras en las diferentes etapas del desarrollo se realizó considerando los tiempos de desarrollo establecidos por Michel y Teisaire (1996) y Michel y Terán (2006). Se tomaron diferentes muestras, cada una de ellas constituidas por cuatro ejemplares (2 machos y 2 hembras), cada 24 horas durante el desarrollo embrionario y cada 48 durante el desarrollo postembriona-

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rio hasta los 30 días de imago. Los ejemplares de diferentes edades se fijaron en Bouin (solución acuosa saturada de ácido pícrico, formol puro y ácido acético 70: 25: 5) durante 24 horas. Se deshidrataron en una batería ascendente de etanol y se conservaron en alcohol n-butílico con el fin de ablandar la cutícula y facilitar la realización de los cortes. Se incluyó en paraplast (parafina y polímeros plásticos de peso molecular “regular” con dimetil sulfoxido o DMSO para una rápida infiltración de los tejidos) y se realizaron cortes seriados de 6 µm de espesor con orientación sagital y frontal. Se coloreó con Hematoxilina de Erlich-Eosina (HE) (Geurr, 1956 citado por Humason, 1979) y tricrómico de Mallory (Azan) Heidenhain. (M.A.) (modificado por Konef, 1938, citado por Humason, 1979). Las observaciones se realizaron con un microscopio Leitz-Dialux 20 2B y las microfotografías se tomaron con una cámara Miranda acoplada con adaptador al tubo monocular de fotografías. R E S U LTA D O S

En B. punctulatus los testículos se diferencian por su organización estructural en el Estadio X del desarrollo embrionario (17 a 18 días después de la puesta). En este estadio en un corte frontal del embrión se observa un par de testículos alargados y separados por una delgada capa de tejido conectivo laxo con células adiposas y una fina red traqueal alrededor de los mismos. Cada testículo está constituido por 30 esbozos de folículos testiculares. El número de esbozos de folículos observados en esta etapa del desarrollo embrionario se corresponde con el número de folículos del testículo adulto y constituye una característica de la especie (Michel y Terán, 2005a) (Fig. 1). En sección transversal cada esbozo de folículo es esférico y está limitado externamente por de 4 a 6 células capsulares de origen mesodérmico y forma alargada, con núcleos aplanados intensamente basófilos, con cromatina condensada en gránulos gruesos y juntos, y escaso citoplasma levemente basófilo. En el interior de cada esbozo folicular se observa el rudimento del germario

69 formado por 6 a 8 espermatogonias primarias o “stem cells” de disposición radial, estas son células grandes y esféricas con un diámetro aproximado de 13,5 µm, con núcleos grandes de 9 µm de diámetro ubicados en proximidad a las células capsulares y escaso citoplasma granular basófilo. La mayoría de las espermatogonias primarias se encuentran en interfase mitótica, con núcleos claros con cromatina difusa en forma de finas hebras que cubren completamente el nucleoplasma, un nucleolo y la envoltura nuclear claramente visible. Algunas espermatogonias han comenzado a dividirse mitóticamente, observándose en sus núcleos cromosomas en diferentes grados de condensación (profase o prometafase) o bien han llegado a su máxima condensación y aparecen ordenados en el plano ecuatorial (metafase). En algunos esbozos de folículos testiculares, entre las espermatogonias se observa una pequeña célula apical con un núcleo esférico y pequeño en posición central, con la cromatina condensada en gránulos gruesos y separados y escaso citoplasma levemente basófilo alrededor del mismo (Tabla 1: Estadio Embrionario X; Fig. 2). En el Estadio XI del desarrollo embrionario, entre los 20 y 21 días después de la puesta (próximo a la eclosión de las ninfas), en los esbozos de folículo testicular se observan espermatogonias primarias en estadios avanzados de la mitosis; ya que en algunos núcleos se visualizan cromosomas altamente condensados en el plano ecuatorial (metafase), en otros se observa la migración de los cromosomas hijos hacia los polos (anafase) y en menor número, núcleos en los cuales los cromosomas han llegado a los polos y comenzaron el proceso de desenrollamiento de los mismos (telofase). En este estadio es mayor el número de esbozos de folículos testiculares en los cuales se puede diferenciar la célula apical (Tabla 1: Estadio Embrionario XI). Al comienzo del desarrollo postembrionario en el Estadio Ninfal I (1 a 6 días después de la eclosión), los testículos son pequeños, se ubican en posición dorsal al tubo digestivo y abarcan desde el 2° al 4° segmento abdominal; cada testículo está constituido por 30 folículos testiculares de forma esféri-

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A. A. Michel: Aspectos histológicos en Baeacris punctulatus

Estadios del desarrollo

Regiones del folículo

Tipos celulares

Estadios y subestadios de la espermatogénesis

Nº de células

Embrionario X

Germario

Espermatogonias primarias

Interfase Profase Prometafase Metafase

6 u 8

Embrionario XI

Germario

Espermatogonias primarias

Interfase Metafase Anafase Telofase

6 u 8

Ninfal I

Germario

Espermatogonias Primarias

Interfase Metafase Anafase Telofase

10 a 14

Germario

Espermatogonias primarias

Interfase Metafase Anafase Telofase

6 u 8

Zona de Crecimiento

Espermatogonias secundarias

Interfase Profase Metafase

cistos de 2, 4 u 8 células

Germario

Espermatogonias primarias

Interfase Metafase Anafase Telofase

6 u 8

Interfase Profase Metafase Anafase Telofase Interfase premeiótica

cistos de 2, 4 u 8 células

Ninfal II

Ninfal III

Zona de Crecimiento

Espermatogonias secundarias

Germario

Espermatogonias primarias

Interfase Metafase Anafase Telofase

6 u 8

Zona de Crecimiento

Espermatogonias secundarias

Profase Metafase Interfase premeiótica

cistos de 2, 4 u 8 células

Profase I: Preleptonema Leptonema Cigonema Paquinema Diplonema Diacinesis

numerosos cistos de 6 u 8 células

Ninfal IV

Zona de Maduración y Reducción

Espermatocitos primarios

Tabla 1. Regiones del folículo testicular y estadios de espermatogénesis durante el desarrollo embrionario, postembrionario y el imago de Baeacris punctulatus. (Continúa)

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Estadios del desarrollo

Regiones del folículo

Tipos celulares

Estadios y subestadios de la espermatogénesis

Nº de células

Germario

Espermatogonias primarias

Interfase Profase

6 u 8

Zona de Crecimiento

Espermatogonias secundarias

Profase Metafase Interfase premeiótica

cistos de 2, 4 u 8 células

Profase I:

Zona de Maduración y Reducción

Espermatocitos primarios

Preleptonema Leptonema Paquinema Diplonema Diacinesis Metafase I Anafase I Telofase I

cistos de 6 u 8 células: 4 4-5 5 3 1-2 1 1 1

Ninfal V Espermatocitos secundarios

Zona de Transformación

Profase II

Cistos con 12 a 16 células

Estadio espermiogénico I

4 o 5 cistos con 24 a 32 células

Estadio espermiogénico II

1 o 2 cistos con 24 a 32 células

Estadio espermiogénico III

2 a 3 grupos de 24 a 32 células

Estadio espermiogénico IV

1 o 2 grupos de 24 a 32 células

Espermatidas

Tabla 1 (cont.). Regiones del folículo testicular de espermatogénesis durante el desarrollo embrionario, postembrionario y el imago de Baeacris punctulatus. (Continúa)

ca y está rodeado por abundante tejido conectivo, cuerpo graso y tubos de Malphigi. En estos ejemplares a diferencia de lo observado en embriones, todos los folículos testiculares (en corte transversal) están constituidos por células capsulares externas, espermatogonias primarias dispuestas en forma radial y una célula apical en posición central; estos tres tipos celulares constituyen el complejo apical, que se ubicará en la región distal o germario del folículo testicular del adulto (Michel y Terán, 2005a). La célula apical de estos ejemplares que mide aproximadamente 13,5 µm adquiere una forma estrellada, con delgadas prolon-

gaciones citoplasmáticas que se proyectan entre las espermatogonias primarias; el núcleo que es pequeño y esférico en posición central mide 7,5 µm de diámetro, la cromatina está condensada en grandes acúmulos fuertemente basófilos distribuidos en forma homogénea en el jugo nuclear y entre ellos se observan 4 pequeños nucleolos fuertemente acidófilos. Alrededor del núcleo de ésta célula se observa un halo citoplasmático claro, el resto del citoplasma es granular levemente basófilo (Fig. 3). Al finalizar el Estadio Ninfal I, los folículos testiculares son ligeramente alargados, observándose en el interior de cada uno de

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A. A. Michel: Aspectos histológicos en Baeacris punctulatus

Estadios del desarrollo

Regiones del folículo

Germario

Zona de Crecimiento

Tipos celulares

Estadios y subestadios de la espermatogénesis

Espermatogonias primarias

Interfase Profase Prometafase Metafase Anafase Telofase

Espermatogonias secundarias

Interfase Profase Metafase Anafase Telofase Interfase premeiótica Profase I:

Adulto

Zona de Maduración y Reducción

Espermatocitos primarios

Espermatocitos secundarios

Preleptonema Leptonema Cigonema Paquinema Diplonema Diacinesis Metafase I Anafase I Telofase I

Espermatozoides

6 u 8

cistos de 2, 4 u 8 células

cistos de 6 u 8 células: 4 4-5 4 5 3 1-2 1 1 1

Profase II

cistos de 12 a 16 células

Estadio espermiogénico I

3 o 4 cistos de 24 a 32 células

Estadio espermiogénico II

1 o 2 cistos de 24 a 32 células

Estadio espermiogénico III

2 o 3 grupos de 24 a32 células

Estadio espermiogénico IV

1 o 2 grupos de 24 a 32 células

Estadio espermiogénico V

Numerosos manojos de 24 a 32 células

Espermatidas

Zona de Transformación

Nº de células

Tabla 1 (cont.). Regiones del folículo testicular de espermatogénesis durante el desarrollo embrionario, postembrionario y el imago de Baeacris punctulatus.

ellos entre 10 a 14 espermatogonias primarias en las diferentes etapas de la mitosis, con una mayor proporción de células en metafase; de las cuales solamente las de mayor tamaño (aproximadamente 6) que

están en activa división celular, permanecen en contacto directo con la célula apical ubicada en el extremo distal de cada folículo. Entre las espermatogonias que no están en contacto con la célula apical, se observan

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células pequeñas con un núcleo ovoideo con cromatina condensada en gránulos gruesos y juntos, con escaso citoplasma basófilo alrededor de los mismos; estas células constituyen el tejido intrafolicular formado por espermatogonias primarias que no completaron su desarrollo y que darán origen a las células cisto que agruparán a las células durante la espermatogénesis (Tabla 1: Estadio Ninfal I; Fig. 3). Durante el Estadio Ninfal II (7 a 12 días después de la eclosión) se produce un crecimiento en longitud del folículo por la activa división de las células capsulares que lo rodean externamente (10 células en corte

73 transversal) y de la espermatogonias en el interior del mismo. En cada folículo testicular de estos ejemplares se pueden diferenciar dos regiones: la región distal que correspondería al germario con espermatogonias primarias en activo proceso de división celular, que pueden ser grandes (4 a 6 células de 13,5 mm de diámetro) y estar en contacto directo con la célula apical o bien ser pequeñas (aproximadamente 8 células de 10,5 mm) y estar dispuestas externamente a una masa central de células intrafoliculares; mientras que la región proximal de cada folículo correspondería a la zona de crecimiento en la cual se

Figura 1: Gónada del macho de Baeacris punctulatus en el Estadio Embrionario X, constituida por un par de testículos (T) separados por abundante tejido conectivo (TC). En cada testículo se observan 30 esbozos de folículo testicular (EFT). H-E. Barra = 18,2 µm. Figura 2: Esbozos de folículos testiculares en el Estadio Embrionario X de B. punctulatus. Cada esbozo está limitado externamente por células capsulares (cc) y en su interior formado por espermatogonias primarias (ep) dispuestas en forma radial y una célula apical (ca) en posición central. H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 3: Corte sagital de folículos testiculares (FT) en el Estadio Ninfal I de B. punctulatus, se identifican las células del complejo apical: células capsulares (cc), célula apical (ca) y espermatogonia primaria (ep) en activa división con células en metafase (m) y anafase mitótica (a). H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 4: Corte sagital del testículo en el Estadio Ninfal II. Se observan folículos testiculares (FT) alargados en los cuales se identifica el germario (G) con la célula apical (ca) y espermatogonia primaria (ep), y la zona de crecimiento (ZC) con cistos de espermatogonia secundaria (es) que rodean a un acumulo central de células intrafoliculares (TI). Se observa el extremo proximal del folículo en continuidad con el esbozo del conducto eferente (ECE). H-E. Barra = 6,6 µm.

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A. A. Michel: Aspectos histológicos en Baeacris punctulatus

observan espermatogonias secundarias (en interfase, profase o metafase mitótica) que forman grupos de 2, 4 a 8 células dispuestos periféricamente en esta región del folículo y un acúmulo de tejido intrafolicular (en activo proceso de división celular) ubicado en el centro de la zona de crecimiento (Fig. 4). Cada grupo de espermatogonias secundarias a su vez está limitado externamente y probablemente nutrido por 2 a 3 células cisto que forman una vaina continua alrededor de las mismas. Las espermatogonias secundarias de un mismo cisto se encuentran en idéntico estadio de división celular y se mantienen conectadas por delgados puentes citoplasmáticos. Las espermatogonias secundarias son células pequeñas (9 µm de diámetro), de forma esféricas a ovoideas, con núcleos grandes de aproximadamente 6 µm de diámetro, fuertemente basófilos de contornos irregulares y escaso citoplasma levemente basófilo. En esta etapa del desarrollo se inicia la espermatogénesis (Tabla 1: Estadio Ninfal II; Fig. 5). Durante el Estadio Ninfal III (13 a 16 días después de la eclosión) se produce un aumento de la masa testicular ubicada entre el mesenterio dorsal y el canal alimenticio, abarca desde el 1° al 4° segmento abdominal inclusive. Los folículos son de mayor longitud y diámetro y están separados por una delgada vaina externa, constituida por una capa de células capsulares, con grandes núcleos ovoideos con cromatina condensada en gránulos gruesos y separados y abundante citoplasma granular basófilo. En este estadio la mayoría de las espermatogonias primarias en el germario y las espermatogonias secundarias en la zona de crecimiento se encuentran en interfase o profase mitótica y en menor proporción en metafase, anafase o telofase; sin embargo en algunos cístos del extremo proximal de cada folículo, se observan espermatogonias secundarias en interfase premeiótica. Estas últimas son células pequeñas, con grandes núcleos esféricos fuertemente basófilos, con abundante cromatina en forma de finas hebras y pequeñas condensaciones basófilas distribuidas uniformemente en el jugo nuclear; mientras que los núcleos interfásicos de las restantes espermatogonias, presentan

una basofília menos intensa con menor proporción de hebras y condensaciones basófilas (Tabla 1: Estadio Ninfal III; Figs. 6, 7). Durante el Estadio Ninfal IV (17 a 22 días después de la eclosión) en la región proximal de cada folículo se diferencia la zona de maduración y reducción con espermatocitos primarios en diferentes subestadios de la profase I de la meiosis. En esta zona se observan cistos de 6 a 8 células de forma irregular que están íntimamente unidas formando un sincitio entre ellas. Los espermatocitos primarios miden entre 13,5 y 15 µm de diámetro, con grandes núcleos esféricos de 9 a 10,5 µm de diámetro, con cromosomas en diferentes grados de condensación y abundante citoplasma granular levemente basófilo. Al comienzo del Estadio ninfal IV, en la zona de maduración y reducción del folículo la mayor parte de los cistos contienen espermatocitos primarios en preleptonema y leptonema y solo algunos cistos del extremo proximal de esta región, contienen células en cigonema y paquinema. Los espermatocitos en preleptonema se encuentran en la etapa inicial de la condensación cromosómica, con cromosomas largos y delgados que forman un ovillo compacto intensamente basófilo en el interior del jugo nuclear; mientras que los espermatocitos que están en leptonema presentan núcleos menos basófilos, con cromosomas ligeramente más condensados que se visualizan como finas hebras con pequeños engrosamientos (cromómeros) dispuestos en forma de cuentas de collar. En el núcleo de los espermatocitos primarios en el subestadio de cigonema se observan cromosomas como cintas largas y delgadas levemente basófilos, ya que en esta etapa de la meiosis se produce el apareamiento progresivo de los cromosomas homólogos parcialmente condensados; mientras que los espermatocitos en paquinema presentan cromosomas más cortos y basófilos, con pequeñas condensaciones fuertemente basófilas que corresponden a los centrómeros de cromátidas hermanas (Figs. 8, 9). Al final del Estadio Ninfal IV, en la última porción de la zona de maduración y reducción se observan numerosos cistos con espermatocitos primarios en los subestadios

Acta zoológica lilloana 51 (1): 67–85, 2007

de diplonema y diacinesis. El núcleo de los espermatocitos en diplonema se identifica por una membrana nuclear fuertemente basófila y en algunas células ligeramente fragmentada, y cromosomas difusos como finas hebras con abundantes condensaciones basófilas (cromómeros) distribuidas uniformemente en el jugo nuclear. En el núcleo de los espermatocitos primarios en diacinesis la membrana nuclear está ausente y los cromosomas más condensados se distribuyen en forma homogénea en el jugo nuclear (Tabla 1: Estadio Ninfal IV; Fig. 9). Al comienzo del Estadio Ninfal V (23 a 28 días después de la eclosión) los testículos

75 están formados por folículos largos y delgados, separados por una delgada capa de tejido conectivo laxo con abundante cuerpo graso y traqueas. Desde el extremo distal al proximal de cada folículo testicular de estos ejemplares se pueden distinguir claramente 4 regiones: 1) El germario que es la región más pequeña, se ubica en el extremo distal del mismo y mide aproximadamente 93,7 µm de longitud; en esta región se observa claramente el “complejo apical”, con la célula apical en posición central y de características citológicas similares a las observadas en estadios anteriores y espermatogonias primarias ubi-

Figura 5: Corte frontal de folículos testiculares en el Estadio Ninfal II de B. punctulatus, se observan externamente espermatogonias secundarias (es) en activa división, principalmente en metafase mitótica (m), unidas por puentes citoplasmáticos (pc) y agrupadas por células cisto (ci). En el centro del folículo se observa un acumulo de células intrafoliculares (TI). H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 6: Corte sagital de folículos testiculares en el Estadio Ninfal III de B. punctulatus, se observa la región distal de la zona de crecimiento (ZC) con espermatogonia primaria (ep) en interfase (i), profase (pr) y metafase mitótica (m). H-E. Barra = 6,6 µm. Figura 7: Corte sagital de folículos testiculares en el estadio Estadio Ninfal III, se observa la región proximal de la zona de crecimiento con cistos de espermatogonias secundarias(es) en profase (pr) y metafase mitótica (m) en la periferia y células intrafoliculares (TI) en el centro. HE. Barra = 6,6 µm. Figura 8: Corte sagital de la región proximal de folículos testiculares en el Estadio Ninfal IV de B. punctulatus. Se observa en la zona de crecimiento cistos de espermatogonias secundarias en interfase premeiótica (ip) y en la zona de maduración y reducción (ZM) espermatocito primario (sp), en preleptonema (pl) y leptonema (l). H-E. Barra = 6,6 µm.

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cadas periféricamente que se encuentran principalmente en interfase y profase mitótica (Fig. 10). 2) La zona de crecimiento que mide aproximadamente 225 µm de longitud, está ocupada por numeroso cistos de espermatogonias secundarias (en activa división mitótica) en la periferia y tejido intrafolicular en la región central de la misma (Fig. 11). 3) La zona de maduración y reducción que ocupa la región central de cada folículo y mide aproximadamente 420 µm de longitud, presenta en la mayor parte de la misma 4 cístos de espermatocitos primarios en preleptonema, 4 o 5 en leptonema, 5 en paquinema, 3 en diplonema y 1 o 2 en diacinesis

de la Profase I de la meiosis; mientras que en el extremo proximal de esta región, se observa por primera vez en estos ejemplares un cisto con 6 a 8 espermatocitos primarios en metafase I, otro en anafase I y otro en telofase I de la primera división de maduración y solo en algunos folículos se observa un cisto con 12 a 16 espermatocitos secundarios en el estadio de profase II de la segunda división meiótica. 4) La zona de transformación se encuentra en el extremo proximal de cada folículo y mide aproximadamente 450 µm de longitud. En esta zona se observan 4 a 5 cistos (limitados cada uno de ellos por 2 a 3 células cisto) de 24 a 32 células pequeñas

Figura 9: Cor te sagital de la región proximal de folículos testiculares en el Estadio Ninfal IV, se observan cistos de espermatocitos primarios en los subestadios de paquinema (pa), diplonema (d) y diacinesis (da) de la Profase I de la meiosis. H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 10: Corte sagital de la región distal del folículo testicular en el estadio ninfal V de B. punctulatus. Se observa el germario(G) con la célula apical (ca) rodeada de espermatogonias primarias (ep) y a continuación un gran acumulo de células intrafoliculares (TI). Las células capsulares (cc) forman la vaina externa del folículo. H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 11: Corte sagital de la región distal y media de folículos testiculares en el estadio ninfal V. Se observa, a continuación del germario, la zona de crecimiento (ZC) en la que se destaca los cistos espermatogonias secundarias en metafase mitótica (m) y en interfase premeiotica (ip) rodeando a una gran masa central de células intrafoliculares (TI). H-E. Barra = 18,2 µm. Figura 12: Corte sagital de la región proximal de folículos en el Estadio Ninfal V. Se obser va la zona de maduración y reducción (ZM) en la que se destacan cistos de espermatocitos primarios (sp) en metafase (mI) y telofase (tI) de la primera división meiotica y a continuación la zona de transformación (ZT) con cistos de espermátidas (e) en diferentes estadios de la espermiogénesis. H-E. Barra = 18,2 µm.

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que corresponden a espermátidas en diferentes etapas de la espermiogénesis (Tabla 1: Estadio Ninfal V; Fig. 12). Los espermatocitos primarios en la metafase I de la meiosis se identifican por la ausencia de la envoltura nuclear y por la presencia de los cromosomas homólogos ubicados en el plano ecuatorial de la célula. Durante el siguiente estadio de la primera división de maduración de la meiosis, los cromosomas homólogos se separan entre sí y movilizan en dirección opuesta, lo que permite la fácil identificación al microscopio óptico de los espermatocitos primarios en anafase I. Una vez que los cromosomas haploides han llegado a sus respectivos polos, se produce una extensión parcial de los mismos, se reconstituye la envoltura nuclear y se inicia la partición del citoplasma; características éstas que permiten el reconocimiento de los espermatocitos primarios en el estadio de telofase I de la primera división meiótica (Fig. 12). Como consecuencia de dicho proceso cada una de estas células origina dos espermatocitos secundarios, con un número haploide de cromosomas compuesto cada uno de ellos por dos cromátidas hermanas. Luego de un corto periodo de interfase se producirá la segunda división meiótica, la cual evidentemente es de corta duración ya que solo en algunos folículos se pueden observar cístos con espermatocito secundarios en profase II de la meiosis. Los espermatocitos secundarios son células pequeñas de forma irregular, con un diámetro de 10,5 µm, el núcleo de 6,75 µm de diámetro, es esférico y fuertemente basófilo con la cromatina condensada en gránulos gruesos, y el citoplasma es granular levemente acidófilo. Una vez completada la meiosis cada espermatocito secundario da origen a dos espermátidas, iniciándose el proceso de espermiogénesis (Fig. 13). En la zona de transformación de ejemplares de 23 días, la mayor parte de los cistos contienen espermátidas en la etapa inicial de la espermiogénesis que será considerada como estadio espermiogénico I; en este estadio las células son células pequeñas y ligeramente alargadas, con un diámetro mayor de 15 µm y un diámetro menor de 9

77 µm. El núcleo de estas células es esférico, levemente basófilo y mide 6 µm de diámetro; la apariencia del mismo es la de una típica interfase con la cromatina completamente desespiralizada en forma de finas hebras distribuidas uniformemente en el jugo nuclear, con un nucleolo fuertemente basófilo y limitado externamente por una membrana nuclear delgada y levemente basófila. Externamente al núcleo se observa abundante citoplasma finamente granular y levemente acidófilo (Fig. 13). El resto de los cistos de esta región (1 o 2 por folículo) son de paredes muy delgadas y contienen de 24 a 32 espermátidas en una etapa más avanzada de la espermiogénesis, la cual será considerada como estadio espermiogénico II; en el interior de cada císto dichas células están íntimamente unidas formando un racimo, con una región anterior ensanchada y dirigida hacia el extremo distal del folículo y una región posterior considerablemente adelgazada dirigida hacia la desembocadura del conducto deferente. El núcleo de éstas espermátidas es esférico, mide 3,75 µm y está ubicado en la región anterior de la célula, con la cromatina en forma de finas hebras pero concentrada principalmente en el polo anterior produciendo una intensa basofília que disminuye progresivamente hacia el polo posterior y la membrana nuclear de mayor espesor. El citoplasma de estas células que es finamente granular y levemente acidófilo, rodea en forma homogénea a la región anterior y media del núcleo y se prolonga posteriormente en una larga y delgada cola. En íntimo contacto con el polo posterior del núcleo se observa una zona blanca que corresponde a la imagen negativa del Golgi o acroblasto, que sintetizará el acrosoma en el extremo anterior del espermatozoide maduro. A continuación del acroblasto, en la zona donde comienza el adelgazamiento progresivo del citoplasma, se observa un centríolo fuertemente acidófilo, que dará origen al filamento axial de la cola del espermatozoide (Fig. 14). A partir de los 25 días del desarrollo postembrionario, en la última porción de la zona de transformación próxima al conducto deferente, se observan grupos de 24 o 32 espermátidas en las últimas etapas de la esper-

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miogénesis; estas células no están limitadas por células cistos pero se mantienen unidas por puentes citoplasmáticos que permiten una sincronizada diferenciación de las mismas. Las últimas etapas del proceso de espermiogenesis son de corta duración e incluyen dos estadios sucesivos que serán designados como estadio espermiogénico III en el cual se observan 2 a 3 grupos de espermátidas por folículo y estadio espermiogénico IV con 1 a 2 grupos de células por folículo. En ambos estadios las espermátidas presentan dos regiones rodeadas por una sola membrana plasmática, la región anterior de mayor diámetro que contiene al núcleo y la región posterior que es larga y delgada donde se ubica la mayor parte del citoplasma de la célula; ambas regiones separadas por un centríolo fuertemente acidófilo.

En el estadio espermiogénico III el núcleo con su extremo posterior ligeramente alargado y fuertemente basófilo (es un núcleo haploide con el DNA inactivo y densamente empaquetado), presenta un diámetro mayor en la región central del mismo de 3 µm y una longitud total de 7,5 µm; el citoplasma, granular y levemente acidófilo, se prolonga posteriormente en una larga y delgada cola que está en intimo contacto con la cola de las espermátidas vecinas lo que impide medir la longitud total de la misma (Fig. 15). En las espermátidas del estadio espermiogénico IV el núcleo ubicado en la región anterior de la célula tiene la forma de un huso alargado, con un diámetro mayor en la región central del mismo de 2,25 µm y una longitud total de 10,5 µm; la región posterior de estas espermátidas es de mayor lon-

Figura 13: Corte sagital de la región proximal del folículo en el estadio ninfal V de B. punctulatus. Se observan cistos de espermatocito primario (sp) en los subestadios de diplonema (d) y diacinesis (da) de la profase I de la meiosis, espermatocitos secundarios (ss) en profase de la segunda división meiótica (pII) y espermátidas en el estadio espermiogénico I (eI). H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 14: Cor te sagital de la zona de transformación del folículo en el Estadio Ninfal V, se observan cistos de espermátidas en el estadio espermiogénico II (eII). H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 15: Cor te sagital de la zona de transformación del folículo en el Estadio Ninfal V, se destacan grupos de espermátidas en el estadio espermiogénico III. H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 16: Cor te sagital de la zona de transformación del folículo en el Estadio Ninfal V, en el que se destaca la morfología de espermátidas en el estadio espermiogénico IV (eIV). H-E. Barra = 1,2 µm.

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gitud que en la etapa anterior de la espermiogénesis y en conjunto cubren completamente la luz del extremo proximal del folículo (Fig. 16). En adultos fijados en las primeras 24 horas después de la muda imaginal, los testículos en general presentan las mismas características histomorfológicas mencionadas para ejemplares del quinto estadio ninfal. Pero en estos ejemplares en la zona de transformación de cada folículo se completa el proceso de espermiogenesis, ya que a continuación de la región ocupada por espermátidas en el estadio espermiogénico I, II, III y IV se observa una extensa región ocupada por

79 espermatozoides que cubren completamente la luz del extremo proximal del folículo hasta su desembocadura en el conducto eferente respectivo. Los espermatozoides de B. punctulatus son de forma filamentosa, con una cabeza alargada homogénea y fuertemente basófila que mide entre 35 a 40 µm de longitud y una larga y delgada cola granular levemente acidófila de aproximadamente 600 µm de longitud. En el extremo anterior de la cabeza, se observa una pequeña vesícula acrosómica fuertemente acidófila. Entre la cabeza y la cola se observa una pequeña región o cuello con un pequeño centríolo fuertemente acidó-

Figura 17: Corte sagital de la región proximal del folículo testicular en imagos de 24 horas de B. punctulatus. Se observan manojos de espermatozoides (z) unidos a nivel de las cabezas (pc). Las células cisto (ci) se encuentran libres en la luz del folículo. H-E. Barra = 1,2 µm. Figura 18: Corte sagital de la región proximal del folículo testicular (FT) en imagos de 72 horas. Se observa la zona de transformación con células en los diferentes estadios de espermiogénesis: espermátidas I (eI), espermátidas II (eII), espermátidas III (eIII), espermátidas IV (eIV) y espermatozoides (z). H-E. Barra = 18,2 µm. Figura 19: Corte sagital de la región ventral del testículo (T) de un imago de 5 días. Se observa la continuidad entre la región proximal del folículo testicular (FT), el conducto eferente (CE) y la región distal del conducto deferente (CD). En la luz del folículo se observan abundantes espermatozoides (z) y cuerpos residuales (cur) y en la luz del conducto deferente abundantes células cisto (cm) y espermatozoides (z). H-E. Barra = 45,3 µm. Figura 20: Corte sagital de la vesícula seminal de un imago de 15 días de B. pnctulatus. Se observa la porción no secretora de la vesícula seminal (VSN) con cámaras de almacenamiento (C) cuya luz contiene abundantes espermatozoides libres o agrupados en espermatodesmos (S). H-E. Barra = 45,3 µm.

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filo. Los espermatozoides en el interior del folículo carecen de movilidad y se ubican con las cabezas dirigidas hacia el extremo distal y las colas hacia el extremo proximal del mismo; están ordenados en forma paralela y agrupados en pequeños manojos de 24 a 32 células que permanecen unidas al nivel de la región central de sus cabezas por puentes citoplasmáticos, dejando libre solamente el extremo anterior de las mismas. En el extremo proximal de cada folículo testicular y en la luz de los conductos eferentes se observan, entre las colas de los manojos de espermatozoides, numerosas células cisto con grandes núcleos ovoideos y escaso citoplasma levemente basófilo alrededor de los mismos (Tabla 1: Adulto; Fig. 17). Aunque en B. punctulatus el proceso de espermatogénesis se completa en el interior del folículo testicular en las primeras 24 horas de imago, la liberación de algunos espermatozoides y células cistos hacia los conductos eferentes comienza recién a las 72 horas de la muda imaginal (Fig. 18). A los 5 días de adulto en la luz del extremo proximal de cada folículo, entre las colas de los espermatozoides, se observan grandes acúmulos de pequeñas vesículas de diferente diámetro y cargadas de un contenido granular acidófilo; estas vesículas o cuerpos residuales son restos de citoplasma que se liberan al final de la diferenciación de los espermatozoides durante la espermiogénesis. Aunque la producción de espermatozoides de estos ejemplares es continua y abundante, la cantidad de células en la luz de los conductos eferentes y deferentes es escasa (Fig. 19). A partir de los 10 días de la muda imaginal en los testículos se observa abundante y continua producción de espermatozoides, que se desplazan libres o en haces o “bundle”, a través de los conductos eferentes y deferentes hasta la vesícula seminal. Entre los 15 y 30 días de imago se observan grandes cantidades de espermatozoides que se desplazan a través de la luz de los conductos deferentes y se acumulan en las cámaras de almacenamiento de la porción no secretora de la vesícula seminal, formando enormes espermatodesmos (Fig. 20).

DISCUSIÓN

En este trabajo se describe el desarrollo del testículo y se establecen parámetros morfológicos para la identificación células en las diferentes etapas del proceso de espermatogénesis en Baeacris punctulatus; las características observadas se comparan con los aspectos del proceso mencionados para otras especies de Acrididae, como Locusta migratoria, Melanoplus differentialis, Aiolopus strepens, Anacridium aegyptium, Eyprepocnemis plorans, Stenobothrus viridulus y Schistocerca gregaria y para otros Orthoptera como Conocephalus saltator. En Baeacris punctulatus como en Locusta migratoria, Melanoplus differentialis y Anacridium aegyptium la diferenciación sexual de la gónada se produce antes de la eclosión de las ninfas (Nelson, 1931 y 1934; Ronwal, 1936 y 1937; Colombo y Bassato, 1957; Gallois, 1979a, 1979b). Sin embargo solo en B. punctulatus se produce la diferenciación de todos los esbozos de folículos testiculares en el Estadio X del desarrollo embrionario; ya que en otras especies como A. aegyptium la diferenciación de todos los esbozos de folículos testiculares se completa recién después de la eclosión de las ninfas (Colombo y Bassato, 1957). Un rasgo único de los testículos de Orthoptera especialmente en Acrididae, que se encuentra también en Dictyoptera, algunos Lepidoptera, Diptera y Homoptera (Hemíptera), es la presencia de una célula apical en posición central entre las espermatogonias primarias del extremo distal de cada folículo testicular; esta célula sería una espermatogonia especializada como un trofocito, que brinda nutrientes a las células que la rodean a través de conexiones citoplasmáticas (Snodgrass, 1935; Carson, 1945; Szöllösi y Marcaillou, 1979). Según Nelsen (1931) la célula apical se origina a partir de una célula germinal que migra hacia el centro del esbozo y emite prolongaciones citoplasmáticas entre las células germinales hasta las células capsulares que las rodean externamente, cumpliendo una importante función de nutrición de ambos tipos celulares. En Baeacris punctulatus el complejo apical comienza a diferenciarse al final del desarro-

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llo embrionario y finaliza durante el primer estadio ninfal, esto solo fue observado con anterioridad por Nelsen (1931) en Melanoplus differentialis; ya que en Locusta migratoria migratorioides (Gallois, 1979b) y en Anacridium aegyptium (Colombo y Bassato, 1957) el complejo apical comienza a diferenciarse recién después de la eclosión de las ninfas. Entre las características citológicas que se mencionan en el proceso de diferenciación de la célula apical en B. punctulatus y que permiten su identificación en el folículo, se destaca la presencia de un halo citoplasmático claro, que correspondería a la densa capa de mitocondrias descripta por Szöllösi y Marcaillou (1979) en el citoplasma perinuclear durante la diferenciación de la célula apical de otras especies de acrididos. En trabajos recientes realizados por Ferreira et al. (2006) sobre morfometría de poblaciones celulares de folículos testiculares de machos adultos en Cromacris speciosa (Orthoptera: Romaleidae) no se menciona la célula apical entre los tipos celulares observados en la región del germario; por lo que la identificación de la célula apical en el folículo de Baeacris punctulatus sería un aporte al análisis sistemático de la familia Acrididae. Cuando las espermatogonias pierden la comunicación con la célula apical, se agrupan en cistos, de tal manera que se produce una sincronización en el proceso de división celular en cada grupo donde las células permanecen unidas por puentes citoplasmáticos hasta completar la espermatogénesis. Las células cisto pueden ser espermatogonias que no completaron su desarrollo o bien pueden ser células originadas a partir de la vaina externa del folículo (Snodgrass, 1935; Carson, 1945; Szollosi y Marcaillou, 1979; Richard y Davies, 1983; Albert et al., 1996). En Baeacris punctulatus la diferenciación de las células intrafoliculares, las cuales — coincidimos con Nelsen (1931), Snodgrass (1935), White (1955), Chapman (1969), Gillot (1980), Cruz Landim (1980) y Richard y Davies (1983)— dan origen a las células cisto que agrupan y nutren a las células sexuales en las diferentes etapas del proceso de la espermatogénesis, se producen durante el primer estadio ninfal. A partir de este esta-

81 dio, en la zona de crecimiento se observan cistos de espermatogonias secundarias en igual estadio de división celular; lo cual confirmaría que una de las características particulares de la espermatogénesis es la incompleta división del citoplasma de las células germinales masculinas, que permanecen unidas por puentes citoplasmáticos durante los estadios de mitosis y meiosis hasta su diferenciación final en espermatozoides (Richard y Davies, 1983; Conn, 1993 y Albert et al., 1996). En B. punctulatus la meiosis espermatogonial se inicia al final del desarrollo postembrionario, lo cual se determina por la identificación de espermatocitos primarios en diferentes subestadios de la profase I en la zona de maduración y reducción del folículo, recién a partir del cuarto estadio ninfal; mientras que en otros Acrididae como Anacridium aegyptium (Colombo y Bassato, 1957) tanto en el macho como en la hembra, la meiosis comienza entre el primero y el segundo estadio del desarrollo postembrionario. Durante el quinto estadio ninfal de B. punctulatus se desarrollan las etapas más importantes del proceso de espermatogénesis, ya que en la zona de maduración y reducción podemos encontrar numerosos cistos de espermatocitos primarios en diferentes estadios de la primera división meiótica y entre ellos un número reducido de cistos de espermatocitos secundarios en la profase de la segunda división meiótica; esta etapa de la meiosis es de corta duración, ya que no se observan espermatocitos secundarios en metafase, anafase o telofase. Por otra parte, en el último estadio del desarrollo postembrionario de esta especie se diferencia la zona de transformación, con espermátidas en diferentes etapas del proceso de espermiogénesis, en el cual las gametas masculinas sufren la mayor parte de su diferenciación. Tanto Mathur (1960) que analiza la espermatogénesis en dos especies de Acrididae (Stenobothrus viridulus y Schistocerca gregaria) como Chapman (1969) en Orthoptera y otros insectos, dividen el proceso de espermiogénesis en tres etapas que incluyen espermátidas tempranas, espermátidas tardías y espermatozoides. En Baeacris punctulatus se

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determinó, mediante el análisis de la morfología celular y la disposición de las gametas en el folículo, que el proceso de espermiogénesis incluye 5 estadios. Los estadios espermiogénicos III y IV son de corta duración, lo que se determina por el escaso número de células en estos estadios en la zona de transformación del folículo. En el estadio espermiogénico I y II de B. punctulatus, las espermátidas permanecen agrupadas por células cisto, en el estadio III se produce la ruptura de los cistos y liberación progresiva de las células cisto hacia la luz de los conductos eferentes. Las espermátidas en estadios espermiogenico IV continúan unidas por puentes citoplasmáticos, lo que les permite una sincronización en diferenciación de las mismas; aspecto que también fue mencionado para otros insectos y particularmente para Conocephalus saltator (Orthoptera, Conocephalidae) (Cruz-Landín, 1980). El estadio espermiogénico V se desarrolla durante las primeras 24 horas después de la muda imagal, en el se produce la diferenciación final de las espermátidas en espermatozoides con lo cual finaliza el proceso de espermiogenesis; los espermatozoides agrupados en manojos, se acumulan en el extremo proximal del folículo. Los espermatozoides de Baeacris punctulatus presentan características citológicas similares a las mencionadas para otras especies de Acrididae como Stenobothrus viridulus y Schistocerca gregaria (Mathur, 1960), Melanoplus differentialis (Chapman, 1969) y Eyprepocnemis plorans (Longo et al., 1993) y las descriptas para Orthoptera y otros insectos por Uvarov (1966), Gillot (1980) y Rothschild et al. (1986). En algunos insectos los espermatozoides están agrupados en manojos por lo menos en algún tiempo de su existencia y a veces el manojo puede persistir aún después de la transferencia a la hembra; en Orthopteros y Odonata dichos manojos se denominan «espermatodesmo» y están formados con espermatozoides de un mismo cisto unidos por una cápsula hialina, en Acrididae dicha estructura permanece aún después de la transferencia a la hembra. Una vez liberados los «espermatodesmos» las células cisto acompañan a los espermatozoides en el fluido se-

minal hasta el interior de la espermateca de la hembra, allí se rompen y liberan glucógeno el cual es usado para el mantenimiento de los espermatozoides (Snodgrass, 1935; Uvarov, 1966; Chapman, 1969 y 1991; Gillot, 1980). Aunque en Baeacris punctulatus la espermatogénesis se completa ya en las primeras 24 horas del estadio adulto, recién a partir de los 5 días de imago se observa un importante aumento en la cantidad de espermatozoides maduros, de cuerpos residuales que se acumulan en el extremo proximal del folículo, desde allí se liberan juntos con las células cisto hacia los conductos eferentes y deferentes, y se almacenan en la vesícula seminal. Estos cuerpos residuales, que son restos de citoplasma que se liberan durante el proceso de transformación de espermátidas en espermatozoides, han sido reportados frecuentemente en vertebrados y especialmente en mamíferos (Albert et al., 1996); sin embargo se conoce poco de la formación de estos cuerpos residuales en insectos, siendo mencionados con anterioridad solo para algunos ortópteros como Locusta migratoria (Szollosi, 1975) y Conocephalus saltator (Cruz-Landín, 1994). La presencia de grandes espermatodesmos en la luz de conductos deferentes y de la vesícula seminal de machos adultos de B. punctulatus, nos permite inferir que los espermatozoides de ésta especie al igual que los de Melanoplus differentialis (Chapman, 1969), Eyprepocnemis plorans (Longo et al., 1993) y Aiolopus strepens (Renieri y Vegni Talluri, 1974) son inmóviles en el interior del sistema reproductor del macho y que el desplazamiento a través de sus diferentes conductos se produce por movimientos peristálticos de la capa muscular que rodea a estos órganos (Michel y Terán, 2005a). Los resultados de estudios previos, sobre reproducción y desarrollo de la especie (Michel, 2001; Michel y Terán, 2006) y los obtenidos en el presente trabajo, nos permite sostener que en condiciones óptimas para el desarrollo, el macho de Baeacris punctulatus adquiere su madurez sexual entre los 5 y 10 días después de la muda imaginal. La información aportada en este trabajo contribuye a un mejor conocimiento de la

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biología reproductiva de Baeacris punctulatus, lo cual será de utilidad para la aplicación de métodos de control que afecten el normal desarrollo de la especie y el análisis sistemático de los Acrididae. AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se basa en parte de los resultados obtenidos en mi Tesis Doctoral, por lo que quiero agradecer a mi director de tesis, el Dr. Héctor R. Terán. Agradezco también al Consejo de Investigación de la Universidad Nacional de Tucumán, por el apoyo efectuado durante la realización de la misma. BIBLIOGRAFÍA Albert, B.; Bray D.; J. Lewis; M. Raff; K. Roberts & J. D. Watson. 1996. Biología Molecular de la Célula. Omega, S.A. Barcelona, 1387 pp. Albrecht, F. O. & M. Verdier. 1956. Le poids et le nombre d’ovarioles chez les larves nouveaux-nées de Locusta migratoria migratorioides. Compte rendu de l’ Academic de Sciences Paris, 249: 203-205. Barrera, M. & I. H. Paganini. 1975. Acrididos de Tucumán: Notas Biológicas. Acta zoológica lilloana, XXXI, 11: 107-124. Bentos Pereira, A. 1989. Distribución geográfica de las especies del género Dichroplus Stal (Orthoptera, Acrididae, Melanoplinae). Revista Brasilera de Entomolgía, 33 (1): 31-47. Carbonell, C. S. & R. A. Ronderos. 1973. Las especies del grupo Punctulatus del genero Dichroplus Stal (Orthoptera, Acrididae). Revista del Museo de La Plata, 11: 359-398. Carson, H. L. 1945. A comparative study of the apical cell of the insect testis. Journal of Morphology, 77: 141-162. Chapman, R. F. 1969. The insects, structure and function. Elsevier, New York. 819 pp. Chapman, R. F. 1991. General anatomy and function. En: The Insects of Australia, Vol. 1. CSIRO, 33-67 pp. Cornell University Press, New york. Cigliano, M. M.; M. L. de Wysiecki & C. E. Lange. 1995. Disminución de la abundancia de Dichroplus maculipennis (Orthoptera: Acridoidea) en comunidades del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Revista Sociedad Entomologica Argentina, 54 (1-4): 15-16.

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